LA APUESTA por Ayume46

Mis ojos se abrieron lentamente, todo mi cuerpo me dolía horrores sobretodo una parte. En ese instante recorde todo, las imagenes de aquel sufrimiento, de aquel momento en que desee estar muerto. Miré a mi alrededor y vi al pequeño renito dormido junto a mí. Seguramente habría pasado toda la noche a mi lado cuidandome después de que.... Ni siquiera en mis pensamientos era capaz de mencionarlo, me daba miedo que si lo hacía descubriera que aún seguía allí, que no había acabado.
-Chopper...
-Sanji!! Estas bien?
-Dolorido pero saldré de esta, no te preocupes...
La verguenza comenzó a invadirme, me sentía mancillado y seguramente todos sabrían ya lo sucedido. Entonces él volvió a mi mente.
-Donde está?
-No te preocupes, lo encerramos... ese mounstro no te volverá a tocar!
Mounstro? Él no era un moustro, yo lo había llevado a convertirse en eso por mi simple capricho, me advirtió y yo seguí jugando. Me merecía cada una de las heridas que surcaban mi cuerpo. Por mi culpa, solo por mis estúpideces, ahora era considerado por todos como una bestia, y yo sabía perfectamente que eso no era así.
-Quiero verle...
-Sanji?? Me parece que aún te afecta la fiebre...
-Estoy bien, y ahora quiero verle.
-Estas loco!!! Mira lo que te hizo!!
Los gritos del renito alertaron a mis nakamas que se encontraban en la puerta, deseosos de noticias sobre mi estado. Entraron asustados, pero recobraron la compostura al verme bien.
-Si no lo traes, iré yo!!
-No vas a verle, se acabó!!
La pelirroja me miraba asustada con lágrimas en los ojos, se veía su culpabilidad en los ojos.
-Nami, me da lo mismo lo que pienses, tengo que hablar con él!!
Como había podido hablar así a una de mis damas? Ni yo lo sabía, necesitaba verle, saber que había vuelto a ser el marimo tonto del que me enamoré. Tenía que decirle que todo era mi culpa, que me perdonara. Me levanté de la cama, iría a verlo a toda costa, pero mis piernas fallaron  y caí al suelo.
-Está bien... Chopper traelo aquí.
-Pero capitán...
-Es una orden!
-De acuerdo, pero primero que coma algo para recuperar fuerzas esta bien?
Asentí, pero mi estommago estaba totalmente cerrado. Yo mismo lo había pedido, pero verlo de nuevo me llenaba de nervios. No sabía como explicarle, como hacerle sentir mejor, como evitar que se culpara toda la vida de mi error.
-Sanji? Te trajimos el desayuno....
-Gracias preciosas....
-Nosotras....Lo sentimos de verdad... no queriamos esto...
-No se preocupen, esto pasó solo por mi culpa...
-Que diablos dices? Fué ese malnacido el que te...
-Nami, él me advirtió... me aviso que si seguía tentandolo no podría controlarse... y yo...
Las lágrimas brotaron de mis ojos, no podía más tenía que hablar con alguien de todo esto que me corroía.
-Yo lo quiero.... y por mi culpa... no podré estar a su lado...
-Sanji....
-Jamás olvidará lo que pasó, conozco muy bien a Zoro...La única opción que me queda... Por mucho que duela... es alejarlo de mí...
-Pero él tambien...
-Lo sé, Robin... y eso es lo que más me duele... que he sido yo quién lo estropeé todo...
La puerta se abrió lentamente y ahí estaba. Ni siquiera se atrevía a mirarme, noté que su cuerpo temblaba.
-Chicas por favor, dejenos solos...
-Esta bien...
Ambas salieron de la enfermería y cerraron la puerta. Intenté tranquilizarme, respiré hondo y me dispuse ha hablar.
-Zoro, ven aquí.
Por fín me miró, realmente estaba muerto de miedo, jamás imaginé verle en ese estado. Todos mis miedos eran reales, tenía miedo de si mismo. Se sentó a mi lado, quise tocarle pero se alejó de mí, y eso hizo que me diera cuenta de que solo había una manera de arreglar mi propio error.
-Tenemos que hablar...
-Yo...
Apenas podía articular palabra estaba en shock, no reaccionaba.
-Todo lo que pasó ayer... fué mi culpa...

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Que se supone que acababa de decir? Él no era el culpable de nada, era la victima, mi victima.
-No!! Yo fuí el mounstro....
-Te equivocas marimo. Yo te provoqué... y todo por mi capricho...
-Debí controlarme... Pero no pude... contigo es todo tan dificil....
Quería decirle todo lo que sentía, hacerle saber que no fué solo un capricho, que haría lo que fuera por hacerle olvidar...
-Zoro.. todo esto pasó por una apuesta...
-Que?
No podía creerlo, había jugado conmigo todo el tiempo?
-Hice una apuesta con mis damas.... tenía que conquistar...
-A mí...
Aquella puñalada me dolío más que cualquier herida, había pasado todo esto por una simple apuesta... por un capricho de esas dos brujas...
-Ellas no tienes la culpa... Yo acepté, podía haberme negado...
-Está claro, por que si no te ibas siquiera acercar a mí? Yo no soy una de tus preciosas damas no?
-Zoro...
-Olvidame!!!
Salí de allí deseando desaparecer, mis sentimientos habían sido pisoteados por un jueguecito del cocinero con sus damas. Me lo tenía merecido, jamás debí creer que sentía algo por mí....

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Me dejó allí y no pude más que llorar amargamente. Era la mejor solución, hacer que me odiara, que pensara que todo lo pasado me estaba merecido por ser un cabrón. No tardé mucho en oir la puerta y sentir el perfume de mi querida pelirroja.
-Sanji?
-Ya está hecho... Me odiará el resto de su vida...
-Que has hecho?
-Decirle la verdad... que todo fue una broma, una apuesta, que jugué con él...
-Pero eso es solo la mitad de la verdad y lo sabes...
-Prefiero que me odie a verlo así....
-No es justo, debería saber la verdad...
-Nami... se acabó y punto. Ahora por favor quiero estar solo...
-Esta bien, pero...
-Adios.
Salió de la habitación, tenía razón le había mentido, no quería hacerlo, pero verle en ese estado.... era peor que sentir su odio. Cerré los ojos quería dejarme caer en un sueño profundo, intentando olvidar por un rato todo. Mi vida acababa de dar un giro inesperado que acababa de convertir mi vida en un infierno, sin la persona a la que amaba y siendo odiado por ella. "Me lo merezco, es mi castigo..."

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Que ellas no tenían culpa? Si, seguro... Esas brujas siempre conseguían lo que querían de él, pero esta vez se habían pasado de la raya. Las busqué por todo el barco y las encontré finalmente en la cocina. Estaban hablando y decidí esperar tras la puerta, necesitaba oir lo que decían.
-Que tal está navegante-san?
-Roto... apenas podía dejar de llorar para hablar...
-Que pasó con espadachín-san?
-Le dijo lo de la apuesta y se hechó todas las culpas...
-Pero no le dijo todo verdad?
-Se calló la parte más importante... Esta obsesionado con no hacer sentir mal a Zoro... Hará y dirá cualquier cosa con tal de que....
-Que es lo que no me dijo?
No podía aguantar más, tenía que saber que es lo que estaba pasando. Se supone que el rubio me estaba protegiendo? Pero de qué?
-Zoro...
-Ya estoy harto de vosotras dos, quiero una repuesta ahora, quiero la verdad!