La mañana siguiente llegó sin que nadie se diera cuenta. El sol había aparecido explendido en lo alto de un cielo azul despejado. Shun sabía que estos días eran perfectos para salir y capturar nuevas ideas. Por lo que tras desayunar con sus amigos, se decidió a dar un paseo por el parque de la ciudad y perderse por las calles junto a la gente.
Cuando ya estaba arreglado y tenía su "kit" preparado, recibió una llamada que le haría cambiar de planes.
- ¿Yuuiki? - Contestó al telefóno sabiendo que era su representante.
- ¡Buenos días Shun! Tengo noticias para tí.
- Deben ser buenas, por el humor tan bueno que tienes. - indicó Shun al notar lo contento que estaba Yuuki.
- Sí. Pero no quiero hablarlas por teléfono. ¿Estás en casa?
- Pues ahora mismo iba a salir, pero me puedo esperar, si es urgente.
- Perfecto. Ahora mismo estoy ahí.
Tras decir esto último, el representante colgó el teléfono. Shun volvió a dejar su abrigo y su "kit", de nuevo en el sitio, y se sentó en el comedor, a esperar a su representante.
La casa estaba en silencio, puesto que todos se habían ido a trabajar y Shun, dejándose llevar por esa tranquilidad se quedó dormido en el sofá.
Tras no mucho tiempo, se despertó acelerado por el sonido del timbre de la casa. Al abrir la puerta encontró a su representante con una radiante sonrisa. Lo primero que hizo fue cogerle por los hombros y decirle:
- ¡Vas a hacer una aparición en público!
Shun se quedó tan impresionado que no supo que decir. Cuando consiguió reaccionar, Yuuki ya se había aposentado en el sofá, había esparcido papeles por la mesa y hasta había cogido un refresco de la nevera.
- ¿Una firma de libros? – Preguntó Shun un tanto avergonzado. Sería bueno escribiendo, pero lo de ponerse delante de la gente y escuchar todas esas muestras de cariño de gente que no conocía, le hacía sentirse extraño e impotente.
- ¡No! ¡Vamos Shun! ¡Con tú imaginación seguro puedes hacerlo mejor!
Viendo la cara de asombro de Shun, dijo sin más dilación:
- ¡Una sesión fotográfica!
- ¡Espera! ¿Qué? ¿Una sesión fotográfica?
- ¡Toma! ¡Mira esto! – Acercándole unos papeles a Shun, continuó – Se están haciendo sesiones fotográficas de gente famosa para una marca conocida de vaqueros y creo que encajas bien.
- Pero… Yo no estoy interesado.
- ¡Tonterías! ¡Ya está todo confirmado! – en verdad, estaba tratando de convencer a Shun para confirmarlo, pero continuó – Además, con otra entrega de premio tan cerca, es bueno que te dejes ver un poco. ¿Sabes la de fans que podrías atraer con esto? ¿La de libros que podríamos vender con este empujón?
Shun no sabía que decir. Lo cierto es que pensaba que un pequeño empujón no le vendría mal. “Además, si ya está confirmado, es complicado y aparatoso des confirmarlo”. Tras pensar esto, le dijo a su representante, que lo miraba con una sonrisa de oreja a oreja, como pidiendo un favor:
- ¡Está bien! Pero solo espero que no sean fotos comprometidas.
- ¡Vamos Shun! ¿No me conoces?
- Por eso que te conozco, que no sé si fiarme.
Se sentaron juntos para ver el folleto que había sobre la sesión fotográfica. A Shun casi le da un sincopé cuando lo leyó. Las fotos se realizarían solo con los vaqueros. No se permitía llevar camiseta ni nada en la parte superior. Al ver la cara de este, el representante le quitó hierro al asunto:
- ¡Venga hombre! ¡No seas así! ¡No te vas a morir!. Además quien hace las fotos es ese rubio amigo tuyo. Lo pone en el folleto.
“¡Hyoga! ¿Hyoga? Pues sí que estamos bien, con lo enfadado que está conmigo, seguro que me hace este trabajo imposible” Ante tal pensamiento se quedó mirando el folleto por un rato sin decir nada.
- Bueno, yo me tengo que ir a confirmar. ¡Adiós!
- Espera... ¿A confirmar? ¡Dijiste que…!
No le dio tiempo a acabar de hablar. Había sido otro de sus juegos para embaucar a Shun. De nuevo, sin darse cuenta, había caído en su red.
Tan impresionado sé quedó por lo que debería hacer, que se quedó allí sentado, en frente del papel, sin darse cuenta que la oscuridad iba haciendo paso ante el gran salón. Cuando se quiso dar cuenta, era la hora de cenar y sus amigos llegarían pronto del trabajo.
La primera en llegar ese día fue Saori, que encontró a Shun preparándose en la cocina para hacer la cena.
- Buenas noches Saori. ¿Cómo es que llegas tan temprano hoy?
- Hoy cerraba June la peluquería así que he venido antes. La verdad es que hace mucho que no hablamos y me apetecía.
- Bien. ¿Me ayudas mientras nos ponemos al día? – Le dijo Shun pasándole un delantal y una berenjena.
Se pusieron manos a la obra con la cena, mientras conversaban de la vida en general. Saori quería preguntarle algo a Shun, así que, sin más dilación lo soltó:
- ¿Cómo vas con Hyoga?
- ¿Con Hyoga? ¿Qué tengo que llevar con Hyoga? – Shun se acababa de dar cuenta que su amiga June, se había ido de la lengua y se lo había contado a Saori.
- No te hagas el tonto. June me lo ha contado. – Saori confirmó las sospechas de Shun.
- No tengo nada de qué hablar sobre ese tema. – Era la primera vez que Shun se mostraba indignado ante una pregunta de Saori, por lo que esta cambio de tercio:
- He visto el folleto ese de las fotos de famosos. ¿Te presentas?
- Al parecer, mi representante lo ha apañado para presentarme.
- Pues estando tan enfadado como está contigo, me parece que no te lo va a poner fácil.
- No creas que no lo sé, Saori.
Continuaron y acabaron de hacer la cena y de preparar la mesa. Sacaron unos refrescos y se sentaron en la mesa, junto al folleto a esperar al resto de sus amigos. Tras Saori, el siguiente en llegar fue Ikki, que se unió a ellos para hablar del nuevo “trabajito” de Shun. Pronto llegaron Seiya y Siryu y se incorporaron al dialogo mientras esperaban al nombrado fotógrafo.
Sonó el teléfono de nuevo. June, la recién llegada, cogió el teléfono y compartió el recado de Hyoga con sus compañeros:
- Hyoga no va a venir a cenar, así que dice que cenemos sin él.
Sin más preámbulos, pusieron la cena en la mesa, se sentaron y cenaron como reyes con una amena conversación. Tras esto, se fueron al salón durante unas horas, hasta que decidieron acostarse para dar comienzo a un nuevo día.