Cada vez el cumpleaños del joven Sasuke se acercaba… Se celebrarían sus 22 años, se estaba ya planeando una gran fiesta de disfraces y en ella tal vez se decidiría la prometida de Sasuke “Solo tal vez”…
Justo antes de la fiesta Karin y Tenten le proaban un precioso traje el cual se habían esmerado haciendo para que el príncipe lo luciera en su cumpleaños.
–Tsk… -
...
-No, no quiero… -Un chico rubio de unos 17 años, ojoz azules, llamado Naruto hablaba con su padre de un tema ya muy fastidioso según el joven.
–Debes encontrar a una esposa, solo así podrás heredar el trono, ya sabes la tradición. -
-Padre… snif… Aun no me siento preparado para un compromiso así.-
-Hijo mío, llega cierto momento en el cual un joven como tú, tiene que encontrar a la persona que ama, con la que quiere compartir su vida yo comprendo que no te sientas listo pero… Tú eres el príncipe, mi heredero y como tal debes buscar esposa. Tienes 17 años, estas por cumplir 18, antes de tus 22 debes comprometerte y casarte para así al otro año ser el rey… -
-Que estupidez… Aún tengo tiempo, pero aun así… No estoy listo –Hacia un puchero, no le gustaba la idea de buscarse esposa, tal vez en un futuro pero en esos momentos no se sentía con ganas.
–Solo cásate antes de los 22 Naruto –Esas fueron sus últimas palabras, ya no quería discutir con su hijo de lo mismo y lo mismo siempre, así que decidió dejar eso en claro ya era voluntariamente a fuerzas. “¡¡Wiiiiii 5 años de libertad!!” Ese era su pensamiento, corrió como siempre lo hacía le encantaba caminar mientras los pétalos de cerezo caían sobre el. Era precioso, casi mágico.
En aquel árbol juguetón como le decía Naruto por sus movimientos graciosos que hacia cuando el viento se colaba entre sus ramas; allí subió a una de sus ramas mientras miraba al cielo, que tranquilo lugar era ese; de repente se quedó dormido al observar las nubes pasar sobre él.
<< – ¿Enserio me lo regalas Sasuke? –Dijo con una gran sonrisa.
–Claro, lo compre solo para ti dobe -
-Gracias… Yo creí que eras un amargado –Le dio una mordida a ese rico panecillo, al instante en que movía sus orejitas y su cola, muy feliz. Sasuke solo lo miraba...
Naruto tropezó con una piedra y rodo por el pasto y choco con un sujeto…
-Oye por qué no te fijas por donde juegas dobe-fue lo que dijo un azabache volteando a ver quién era la persona que interrumpía sus pensamientos y su tranquilidad. Y se sorprendió mucho al ver a un chico neko, rubio de ojos azules… Los ojos de él azabache eran mucho muy tranquilos.>>
Naruto era golpeado por una hoja de papel en la cara, haciéndolo despertar y caer de aquel árbol en el cual hace unos momentos estaba.
–Duele, duele… -Sobaba su trasero –Duele. Papel malvado… Esto es… -Leía el papel y en su rostro se dibujó una sonrisa.
–Jajaja Ya verán deberás. Soy genial! –Guardaba aquel papel en su bolsillo, esta era una gran oportunidad, no se lo perdería por nada.
-¡Itachi!! Joder suéltame –Un rubio sonrojado estaba debajo de Itachi quien le seguía haciendo cosquillas.
–Dei Dei, ríete un poco. - En ese momento entro una chica pelirroja –Mi señor, lamento interrumpir – Algo incomoda por la situación en la que se encontraba, y se dio la vuelta para no interrumpir más de lo que ya lo había hecho.
–No molestas, no hacíamos nada – Dijo calmadamente Itachi.
–Ok… necesito que firme estos documentos. Que vea el presupuesto de las investigaciones, para el “pueblo”. Las nuevas construcciones; ¡oh es verdad! Tiene una cita a las 9 de la noche con el señor Orochimaru y la conferencia del viernes se cambiara al jueves. Eso es lo de hoy.- Sonrió al dar sus mensajes diarios.
–Gracias Karin-
-Eso es mucho trabajo hum -Tenia una gotita en su sien.
–Bien… -Rápidamente se colocó sobre el rubio para darle un ataque de cosquillas.
–¡Ya detente! –Comenzó a sonreír y luego a reír.
–Eres mucho más lindo cuando ríes -Ese comentario hizo sonrojar al rubio.
Una semana paso en la cual el día de la fiesta del cumpleaños del príncipe Sasuke dio inicio.
En el enorme salón principal muchos invitados del príncipe se encontraban allí bailando al compás de la música. Aquella noche que no se apreciaba desde el interior de aquella mansión era particularmente especial ese día.
-Sasuke invita a bailar a alguna chica, no seas amargado-
-Tks Hermano yo no pedí esto – se escabullo entre los invitados y termino por llegar al jardín trasero de la mansión y se sentó en una banca, no había nadie más allí que él y eso era lo que más le gustaba. Media hora paso y el seguía en esa misma banca mirando las estrellas cuando alguien se acercó mirándolo a los ojos.
-¿Qué haces tan solo aquí? -
-Detesto el ruido, y las personas…-
-Amargado - Sin darle importancia a este comentario le pregunto.
-¿Quién eres? -
-Sabes, eso es lo mismo que yo estaba por preguntarte -
-Buen disfraz –Dijo Sasuke, su acompañante traía un vestido negro con bordados naranjas no muy largo el cual le llegaba un poco arriba de la rodilla, zapatillas negras y mallas de rallas negras y blancas.
–Oye… eres algo así como ¿el hermano de Deidara? –Lo observaba de pies a cabeza, sin darle mucha importancia a su vestuario.
–No le conozco… También traes un buen disfraz –Sasuke estaba disfrazado de conde con un parche en su ojo izquierdo.
–Hum… -
-Amargado. Mi nombre es Naruto –sonrió.
-¿Naruto? -El otro asintió –Yo soy Sasuke.-
-¿Sasuke? oye –Junto sus manos y a la vez que movía sus dedos índices.
-¿Qué? – Hablo serio el azabache.
–Las estrellas esta noche son hermosas, muy hermosas. –Se sentó a su lado, mirando las estrellas con Sasuke.
–Esas orejas tuyas. -Acaricia una de ellas.
–Son mías, así que ni te atrevas a querer arrancármelas –Lo miro seriamente – Jeje, soy un neko.
-Si ya lo veo... – Se comenzó a colar la música del salón al jardín, Sasuke se levantó y le tendió la mano a Naruto -¿Bailas? – El joven neko desvió la mirada por unos segundos, una sonrisa se asomo en su rostro tomamdo la mano de Sasuke.
Comenzaron con el baile, Sasuke tomaba la cintura de Naruto juntando sus manos.
Las estrellas resplandecían sobre sus cabezas, aquella luna enorme iluminaba el lugar dandoe un toque especial, como si solo ellos dos existieran en ese momento, en ese mundo, solo dos. Aquella música termino y ambos se abrazaron dulcemente.
–Sasuke. Te quiero… -Escondió su rostro en el pecho del Uchiha. –¿Aun me recuerdas? – Le pregunto, el otro solo se quedó inmóvil y le contesto: - Nunca te había visto, hasta ahora – Aun lo abrazaba sin quererlo soltar.
-Ya veo. - “Entonces si fue solo un sueño, cuando me caí de aquél árbol… Alucinaciones” Esos fueron sus pensamientos, sí, en esos momentos realmente ese sueño le parecía muy real, se alejaba de la realidad; aun así encontrase con alguien de esa manera, ¿Tal vez destino?.
Con su mano pálida a la luz de la luna acomodo los rebeldes cabellos rubios “Sus ojos, son aún más hermosos que las estrellas” –Naruto… - Por un pequeño instante poso sus labios sobre aquellos que le llamaban, que deseaba solo para él, instante efímero. Un leve rubor apareció sobre su rostro imperceptible entre la noche.
-Ya es tarde. Tengo que irme -
-Espera… ¿Podemos vernos mañana?-
-No creo Sasuke, tengo que irme –Camino rápidamente hacia el gran portón.
-Espera. –Lo tomo del brazo – Mañana, ven aquí, quiero volver a estar contigo -
-No… este… -Titubeo, no sabía que decirle, realmente no tenía ni idea si podría regresar a verle.
-No te soltare hasta que me lo prometas. –
-Está bien. Te lo prometo, te prometo que haré todo lo posible por poder estar aquí mañana –Le sonrió, el otro lo soltó suavemente devolviéndole la sonrisa.
-Te esperare todo el día si es necesario. – Naruto asintió para luego salir corriendo de aquel lugar.
Justo como anteriormente lo había hecho, por aquella puertita paso a su hogar, fijándose de que nadie le siguiera.
Deidara vestía un traje de Maid, se podían apreciar sus orejas y cola. Bailaba con Itachi quien lo veía maravillado, devorándolo con la mirada.
-¿Por qué me mira así? Me pone nervioso, hum… No me agrada – Pensaba el rubio con un sutil sonrojo en su rostro; solo “hum” fueron sus palabras.
-¿Cuánto tiempo llevamos diciendo lo mismo? Años Deidara. Dices “hum”, yo te digo “hum” y te miro a los ojos-
-Aun no te cansas –Le sonrió – hum… -Su cola se movía de un lado a otro, al notarlo el joven Uchija sonrió aún más.
-hum –Lo miraba sonriente. Deidara no sabía que hacer solo creía estar siendo hipnotizado por su compañero, esos ojos que emanaban un oscuro e ininteligible aura, era hechizante.
-Sasuke. –Susurro el nombre de su hermano –Por fin te dignas a aparecerte por aquí- Sasuke estaba ya cerca de él solo le dedico una mirada de molestia. –Ya va a terminar esto ¿verdad? –Para el la esa celebración siempre había sido un fastidio, más para sus adentros se alegraba de haber conocido a aquel rubito.
–Si que desgracia, pero nos has interrumpido el baile, por cierto… ¿Por qué no nos presenta a tu acompañante? –Le sonrió divertido.
-No sé de qué me hablas Itachi –Estaba molestándose como su hermano se metia en todo lo que no he importaba.
-Te vi por el balcón –
-Alucinaste –
-Bien –La música término ya era el momento de escuchar las palabras del rey, Itachi.
-El dia de hoy, hemos celebrado una fecha muy especial para el joven Sasuke, el di de hoy cumple 22 años, esta fecha es muy importante como deben saberlo, ya que comenzara su búsqueda; la búsqueda de una prometida, una pareja, la persona que le robara el corazón. Antes que nada les agradezco mucho que ayan podido venir a esta celebración. Yo Uchiha Itachi les deseo lo mejor –Termino su pequeño discurso.
-De parte mía les doy igualmente las gracia spor venir, sepan que son bienvenidos cuando lo deseen.-Sasuke no andaba adornando palabras como el solía decirle a su hermano, no se andaba con rodeos y decía lo pensaba tal cual era. La fiesta ya había terminado.
-Las estrellas de esta noche son hemosas –Hablo Sasuke, captando la atención de su hemano y compañía.
-No sabía que te gustaban las estrellas, hermanito amargado- Sasuke no presto mucha impotacia como solía hacerlo con ese tipo de comentarios por parte de su hermano, simplemente sonrio para aclarar. –No son las estrellas, es su esencia –Para el la esencia misma de las estrellas tan hermosas que pudo apreciar esta noche se debían a cierto rubio que le había acompañado.
Al día siguiente Sasuke se levantó como de costumbre, hoy sería un gran día tenía una sonrisa que no solía mostrar a nadie Tenten lo miro sorprendida, el príncipe le había saludado comentándole a la vez que su desayuno se lo llevara al jardín ya que estaría allí un buen tiempo.
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-Vamos viejo, solo estaba en Ichiraku, pregúntale al viejo, padre… -Naruto le explicaba donde había estado en la noche, intentaba convencerle más parecía que su viejo sabía que le mentía.
-Está bien Naruto –Le respondió aun no convencido mas últimamente las discusiones con su hijo se tornaban más largas, y eso no le agradaba mucho. El joven sonrió para sus adentros y su padre continuo – Cuando te vayas a algún lado avisa antes Naruto, siempre avísame, el chico asintió sonriente mientras salía corriendo del “castillo” aun con esa sonrisa en su rostro.
-Sasuke, sa… su… ke… Sasu-chan –No hacía falta preguntarle lo que pasaba. A simple vista se le veía tan feliz diciendo ese nombre, ese tal Sasuke le hacía feliz con el simple hecho de pronuncia su nombre.
-¿Naruto?- Era aquella pelirosa que había decidió hablarle. –Te noto muy feliz –Lo miro pícaramente.
-Sasu… Sakura, ¿Cómo te va? –
-Bien, todo bien y dime ¿Por qué tan feliz? –
CONTINUARA...