El plumero se acerco y tomo al pato por la barbilla, Kouyou lo rodeo por la cintura y comenzó a besarlo con tal pasión que comenzaron a rodar por la pared, tratando de ver quedaba pegado a esta.
Pasaron varios segundos, sus manos comenzaban a filtrarse, tocando "zonas" que no son muy accesibles del otro. Miyavi hizo un "ruido raro" y se despego del otro.
-yo primero - murmuro. Estaba lo suficientemente seca de mí para oír todos sus "ruidos raros"
-no, yo - dijo mi amigo en un puchero
-el que aguante mas ¿va? - lo miro mientras mantenía sus manos en el trasero de Kouyou
-ok! - volvieron a besarse.
Me senté en el piso y me arrincone en la pared, era mejor ver estando cómodo.
Kouyou parresia poner más empeño esta vez que la anterior, mantenía sus manos entre los cabellos del plumero teñido, seguían dando algunas vueltas pegados a la pared.
El aire se le acabo y Kouyou fue el primero en retirar sus labios de la contienda (tardaron como 5 minutos en eso). Miyavi alzo una ceja y sonrió, había ganado "su turno" honorablemente.
-¡ga-ne! - beso su cuello - ¿aquí? - volvió a murmurar.
-pero rápido... - otro ruido raro... ¿Acaso no se habían dado cuenta que los podía oír?
Miyavi pego a Uruha contra la pared y tomo sus manos poniéndolas sobre su cabeza. Sumergió su cara entra la camisa entra abierta de su presa mientras el pato mordía sus labios intentando enmudecer mas de esos "ruidos raros" y cruzaba un poco las piernas.
¿Por qué nadie los detuvo si estábamos en la escuela? Para comenzar esta escuela es un asco, no les interesa lo que hagamos, simplemente con venir y fingir que haces algo pasas de curso, además, estábamos cerca a las escaleras y todos tenían clases, ¿Por qué no fueron al baño? A mi parecer con la profesora Liyoki resabias una amonestación mayor si no te encontraba a encontrarte haciendo "cosas", y si, lo digo por experiencia.
La puerta comenzó a abrirse en el momento que el teñido tenía una de las piernas de Uruha sobre su cadera, apenas le oyeron, Uruha libero su pierna pero continuo besándolo, los pasos se acercaron poco a poco, esos dos no se despegaba... me quite el zapato y se los lance a la cabeza...
-¡eh! Akira... ¿tus prendas salen volando? - Miyavi había despegado del otro, pero aun lo mantenía pegado a la pared.
- Liyoki-sensei está en camino, por mi no los separaría - exagere
-genial... - dramatizó Uruha
La profesora llego un poco alterada, según comento mientras nos llevaba a la dirección, uno de nuestros compañeros tenia horribles marcas en las muñecas... no digo quien era... la única persona que vino a mi mente fue el chibi pelirrojo.
Unas vez llegamos a las oficinas, las secretarias nos saludaron (las visitábamos regularmente), el plumero y el pato iban abrazados de la cintura, nadie les llamo la atención (pensaron que estaba jugando). Nos despedimos cortésmente y regresamos a nuestro salón.
Entre lo más rápido que pude y cerré la libreta en la que siempre escribía, había estado tomando "apuntes" sobre el chibi rojito y su cambio de actitud...
-¿Por qué la prisa? - Kouyou llego saltando a su lugar
-¿no se supone que eras un "pato" y no un "conejo"? - quise cambiar el tema
-puedo ser lo que quiera - agito su cabello - dame eso - estiro la mano arrebatándome la libreta
-¡eso es mío regrésamelo! - forcejee con él
-pareces nena, deja de quejarte - mantuvo la libreta lo mas alto que pudo mientras con la otra mano me empujaba - además... ¿Qué puedes tener escrito aquí que yo no pueda leer? Te conozco desde hace lo mucho... lo peor que podrías tener aquí son tus horribles dibujos
-¡no son horribles! - grite frente a todos - so-solo les falta dedicación... - el mundo fijo la mirada en mi.
Pude sentir sus ojos en mi espalda, su mirada... no era aterradora, para mi no. Mas bien, parecía alguien temeroso, desconfiado...
-uh... - uruha sonrió - agosto... "acaba de entrar un enano con el cabello rojo que nunca había visto en mi vida. ¿un nuevo compañero? Es mitad de curso además... ¿Qué es esa venda en la mano?" - dejo de leer y volvió su vista a mi - no te preocupes por nada, yo te ayudare y podrán tener una cita pronto
- shut your fucking mouth!!! - le arrebate mis "escrituras" y las guarde
-eh! No me insultes, ¡soy mayor que tu!
-¿mayor en que? Por lo que tengo entendido yo naci antes
-¡nadie esta hablando sobre edad! - se defendió - yo hablo sobre la sabiduría del ligue - levanto las cejas
-eso no existe, si existiera no te habrían rechazado - me encanta restregarle esas cosas en cara
-Akira... - se enojo
-Si -sonreí y levante repetidamente las cejas en un movimiento rápido - asi me llamo
-ah... no importa... ahora salgo con miya - comenzó a divagar mientras veía el techo - bueno te dejo, tengo que pensar que le hare en "mi turno" - salió como si nada y cerro la puerta tras él
Su voz es curiosa, pero... mayormente aparenta estar molesto...
Abrí la libreta y comencé a leer lo que había escrito.
"Tal parece que no le gustan las personas, a las niñas las ahuyenta como si fueran hormigas y a los chicos (a excepción del plumero que creo, es su tutor de algo) los batea como si le gustara que sufrieran.
Su venda, nunca se cae, nunca se la quita, algo guarda... pero no lo se"
Una forma de hablarle... una forma de que... de que... ¿cambie? Me gusta como es, hasta ahora nunca lo he visto dudar en nada, siempre lleva un paso firme, sin mirar atrás ni para abajo, antes de cruzar un pasillo, inclina ligeramente la cabeza hacia los lados pero no la voltea por completo, muchos han comenzado a decir que se cree mas que toda la escuela, yo pienso diferente...
Las personas son como son por como sienten que la vida las trata y... por como me ha tratado a mi, podría decir que a ese rojito le ha ido mal y sin nadie a quien acudir...
Quiero saber su vida, quiero saber por qué es así...
Tome mi bulto a un lado de mi, meti mi mano y saque un pequeño libro que tenia dentro, el único libro del cual no tenia ni idea porque lo había comprado (si leo, no crean que no) le di una ojeada lo mas rápido que pude y salí disparado para hablar con él.
-plumero préstame tu mano - estire la mia hacia el teñido - no - respondio rápidamente sin dejar de murmurar con el chibi
-ah... esta bien... - me di la vuelta lentamente - y yo que te iba a leer la mano y decirte tu suerte... - di un paso al frente
-matte... - me tomo del brazo y me detuvo - toma - extendió sus dos manos hacia mi - lee
Miyavi no me importaba en lo absoluto, solo quería una excusa para hablarle a su compañero de banca, y por cierto, no se leer la suerte ni nada de eso, el libro trataba de eso pero nunca lo leí
-aquí... - tome su mano derecha y con mi dedo índice recorrí la línea curva de esta - significa que... - dude - emm... no se ve claro
-toma - me dio un borrador - esto servirá
-ahh... gracias - lo agarre y "borre" lo que no me dejaba ver su futuro - dice que hay alguien esperándote tras la puerta y le urge verte - voltee. Ahí estaba Kouyou
Quitos sus manos inmediatamente y salio en su búsqueda. Me acerque al chibi.
-¿quieres que te lea la mano? - dije en un tono desinteresado. Also la vista, pude sentir que mi corazón se aceleraba por la emoción de tener su mirada frente a mi. Mantuvo un momento sus ojos fijos en los mios, me quede sin habla, era en verdad hermoso, sus ojos tan azules que parecía que apropósito llevaba el cabello rojo para resaltarlo, sus labios rosas, pequeños, ligueramente abiertos...
-muchas gracias, pero no - dijo sin quitarme la mirada
-¿por qué? - me acerque un poco a él
-es una pérdida de tiempo - mantuvo su tono serio y desalentador
-¿eso te parece?
-si - no usaba mas palabras que las necesarias
-hay veces que creo lo mismo - me senté en el lugar de miyavi
-oh - fue sarcástico son solo el sonido de esa letra - ¿no tienes nada mas que hacer? -
¿me estaba corriendo?
-no se, ¿por?
-adiós - se puso de pie, tomo un estuche a su lado y salió
Lo vi irse si hacer nada, lo bueno de eso era que estaba completo emocionalmente y no me tiraría de un barranco por haber sido despreciado.
Abrió el estuche y saco de el unos auriculares, doblo a la izquierda, rumbo a patio.
Regrese a mi lugar e inmediatamente recargue mi cabeza en la mesa de atrás, segui sin entender nada... recordar sus tono de voz me hizo pensar en que quería destrozar lo primero con lo que se topase.
Un viento fresco entro por la ventana, como invitándome a salir, le tome la palabra.
Me encontré con el chibi teñido casi acostado sobre las raíces del único árbol de sakuras que había en la escuela. No me acerque, tampoco me movi de lugar, simplemente me quede viéndolo.
Materia los ojos cerrados, algo como una sonrisa parecía estar en sus labios, subió su mano izquierda a su pecho y con la derecha acariciaba con mucho cuidado sus muñecas. Apretó los ojos mostrando una expresión de dolor. Tomo el extremo de la venda en su mano y comenzó a desatarla. Una vez termino abrió los ojos y los poso en un punto al cual yo no tenia acceso desde donde estaba, lo miro fijamente, su rostro representaba la frustración misma. Su respiración comenzó a fallarle, lo se, porque podía ver claramente como la altura de sus hombros subía y bajaba.
Inesperadamente para mi, alzo la vista, se sorprendió al verme, pero no hiso mucho caso y enseguida resguardo aquella marca tras la venda. Se incorporo, modifico el volumen y camino rumbo a mí.
Yo estaba junto a uno de los pilares del pasillo, y por junto no me refiero a que desde donde estaba él solo pudiera ver mi cabeza, sino que, me veía claramente, de cuerpo completo, nunca me escondía
Paso a mi lado, como si mi cuerpo se hubiera fusionado con el pavimento, ignorándome completamente. Yo me esperaba al menos el "hola" que se le da a las personas cuando las vez, pero ni siquiera eso. Sus pasos eran firmes, decididos a no cambiar de rumbo, tan admirables como solo ellos podían ser. Gire mi cabeza junto a su caminata esperando una diminuta señal suya, algo que indicara que era 100% humano y no la "máquina de desprecio" que todos creían. No hubo tal. Siguió caminando hasta llegar a otro pasillo, ahí, alguien desconocido para mi, lo tomo de los brazos y le dio vuelta. El rojito sonrió.
Su sonrisa era bella, no lo negare, es solo que... es extraña.
Su pequeña conversación que tenían llego a su fin, el desconocido, tenia el cabello negro y era mas alto, lo tomo por el rostro y le dio un beso en la nuca.
Mi sangre empezó a hervir ¿por qué él podía hacer eso? ¿por qué? En ese caso... ¿por qué se portaba el chibi así con él? Y de igual manera él con el chibi... la sangre recorría mis puños, su temperatura me obligo a caminar hacia ellos, camine lo mas rápido que pude casi corría.
Agosto 15
No tengo idea de porque sigo escribiendo esto... es un maldito diario de mierda. Maldita psicóloga, como la odio. No tiene ninguna idea de lo que paso solo dice "no hagas esto" "has lo otro" "deberías pensar más" qué mierda le importa mi vida, lo que yo haga es mi problema y no el de ella...
Aparte... hoy me cambiaron de escuela. Ya ni eso me importa... solo no quería verlo... quiero olvidar esa parte de mi vida, esas manos, esa mirada, esa boca... su cuerpo. El solo pensarlo me hace daño... tantas heridas ¿Por qué nadie me tuvo piedad y me dejo irme en paz? Yo solo quería desaparecer, fundirme con la oscuridad y desvanecerme con los primeros rayos del sol... solo eso quería...
Me voy... están llamando a la puerta.