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between love and death por himeko-san

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Notas del capitulo:

HOLA!

 

Capitulo 3: ojos ciegos…

 

No mentías…-murmura sorprendido- no hay nada, solo cenizas…

 

Te lo dije, por eso dudo que este con vida…-la pelinegra toma de su bolsillo un cigarro truena sus dedos, estos se enciende en fuego, pone el cigarro en su boca y lo prende.

 

Pero no perdemos nada en buscarlo… ¿o si?...- la mira con cierta esperanza, la pelinegra suelta una bocanada de humo y suspira resignada

 

Desde  que eras pequeño, ha sido terco…-fija su vista en la iglesia, suelta otra bocanada de humo y comienza a caminar hacia ella- tal vez encontremos algo allí…

 

Odio ir a la iglesia, los sermones me dan sueño…-dice para si el moreno, la pelinegra suelta una risa y lo mira por el rabillo del ojo.

 

 No eres el único…

 _______________________________________________

 

 

La luz del sol pasaba por las ventanales de colores, los rayos del sol se pintaban de rojo, azul, verde y dorado, coloreando el suelo y dando solo un poco de luz en aquella oscura iglesia, dejo el crucifijo en el altar, camino por las otras estatuas de imágenes religiosas.

 

Todos los rostros de esas imágenes, estaban quemados, como si alguien no hubiese querido que la mirada de esos rostros lo siguieran, ese niño, camino hasta más allá del altar, hasta estar frente la puerta del cuarto del cura.

 

Dio una mirada hacia atrás y suspiro.

 

Todos desean hacerme daño…-murmura con una lágrima traicionera bajando por su mejilla- ¿es… que acaso no puedo vivir lo que me queda en paz?...

 ________________________________________________

 

La pelinegra abre las puertas de la iglesia, un silencio cobra vida en el salón, yami se para justo al lado de su hermana, la mira con cierta duda, ella suspira y entra lentamente al lugar, su hermano después de pensarlo un rato la sigue.

 

Estaba vacío, no se escuchaba nada, todo era silencio, además de ellos, parecía no haber más almas en ese lugar tan tétrico, cubierto de telarañas, hollín  y las figuras desfiguradas de lo que fueron alguna vez una figura religiosa.

 

Al tricolor le pasó un escalofrío por su espalda, trago en seco, aquel lugar le provocaba miedo, además de la oscuridad infinita que había en los rincones, aun siendo de día, sentía en su nuca, una mirada pegada a su nuca que provenía de esos rincones.

 

Himeko, paso por el lado del confesionario, miro hacia la rendija donde debía estar el padre escuchando los pecados, la pelinegra, camino y paso sus dedos en un crucifijo que estaba en la pared, llenando las  yemas de sus dedos de polvo.

 

El tricolor camino hasta llegar a la puerta del salón del sacerdote, giro la perilla, lentamente abre la puerta y a mira dentro del cuarto, su cuerpo, queda paralizado de pies a cabeza.

 

Con su mirada perdida y ausente, estaba un niño, de no más 16 años,  con sus manos sumergidas en la fuente de agua bendita, moviéndolas suavemente como si jugara con ella.

 

Estaba tan concentrado en lo que hacia, que nunca noto cuando entro el moreno, quien estaba paralizado, su garganta estaba seca y su corazón latía rápidamente, la mirada de aquel niño se levanto y lo enfoco.

 

El moreno se quedo quieto y contuvo la respiración.

 

El joven como si no hubiese visto nada, le dio la espalda y camino hacia un armario que esta a sus espaldas, el moreno           quedo sorprendido, ¿Cómo pudo ignorarlo así?

 

Aun no se han ido, lo se…-dijo para sí, no para quien lo acompañaba- ¿Qué querrán de esté ciego inútil?...

  

“Ciego…¡es ciego!...”-piensa con sus ojos bien abiertos- “espera…¿inútil?...¡¡¡por ser ciego no es inútil!!...”-frunce el seño

 

El moreno ya abría la boca para poder reclamar la actitud del joven, pero, justo en ese momento llega su hermana menor, quien desde hacia rato lo estaba buscando

 

Yami …¿que ha...-calla al ver al pelirrojo menor

 

¿Qué?...-el menor voltea y mira hacia la entrada de la puerta pero sin enfocar a ninguno de las dos personas frente a el- fui tan tonto… no me percate de cuando vinieron…  

 

Increíble…-murmura la joven- con que  estaba vivo…

 

¿Una mujer?...-murmura el chico- son dos… el otro debe de ser un hombre…

 

Vaya, si es ciego, la vida es tan irónica…-la pelinegra saca un cigarro de su bolsillo y lo prende- le dio el poder de ver el pasado y el futuro… pero no pude ver ni su propio rostro…

 

¡HIMEKO!..-regaña el moreno- ¡no te burles de su fortuna!

 

Que delicado…-suelta una bocanada de humo

 

Por favor, váyanse, solo soy un ciego inútil…-dice el joven tratando de acercase a al puerta con un cierto temblor-  ¿Qué pueden necesitar de mi?...

No eres ningún inútil…-dice con tono molesto el moreno- ¡ser ciego, no te hace menos que los demás!

 

Yami, deja tus discursos de animo, recuerdo a que hemos venido…-la joven le pone una mano el pecho y se pone enfrente de el- no te haremos daño, solo hemos venido por un favor…

 

¿Favor?...-el chico busca con sus oído el sonido de la voz y mueve su cabeza tratando de dar con el.

 

Si, favor, debes de saber, que has nacido con un don maravilloso, tiene el ojo de luz, pude ver el pasado y el futuro…-la toma su cigarro y le da una bocanada- por eso estamos aquí, necesitamos ese don tuyo, para saber la identidad de 2 personas o a los mejor solo se trate de una.

 

El ojo de luz… esa maldición con la cual nací…-murmura con despreció- solo he nacido por ese maldito don, sino, me hubiesen matado por mi ceguera…

 

Lo lamento, en verdad lamento tu suerte..-salta yami tratando de estar más cerca de ese niño- pero... en verdad necesito tu ayuda, temo por mi vida, si me ayudas juro dejarte en paz, dejarte tranquilo…

 

Tu… -el menor se acerca al moreno, solo siguiendo el sonido de su voz, estiro lentamente sus manos frías y delicadas hasta que tocaron el rostro del moreno- no se por que… pero…me das la impresión…de quien tiene más miedo en esta habitación… eres tú…

 

El moreno abrió enormemente los ojos mientras un sonroje pasa pro sus majillas.

 

No confías en los humanos… ten han traicionado…como a mi…-el chico comenzó a examinar su rostro- tus rasgos… son finos y alargados, muy elegantes, muy atractivos…tus labios…-toca la parte dicha- son muy suaves, tanto como lo es un pétalo de rosa… tus ojos son carmesí y tu piel oscura…

 

Co-co-como…¿Cómo sabes?...-pregunta sonrojado

 

Me lo dicen mis manos… -el chico retira sus manos y sonría débilmente- tu nombre por lo que hoy es yami, ¿cierto?...

 

S-si…-murmura apenado

 

Yami…oscuridad, como las sombras…-dic ele chico más para sí que para el moreno- mi nombre es lo que representó mi nacimiento para mi madre y mi padre, me llamo yuugi, soy un juego, que se pasa en mano en mano sin poder parar.

 

Hiemko quien vio toda la escena sonrío de lado, mientras tira su cigarro y lo pisa para que este se apague, ve como su hermano mayor, aun con un sonroje en las mejillas no apartaba ni por un minuto la vista del chico llamado yuugi.

 

Los ayudares…- suelta de improviso aquel joven- pero hay una condición…

 

Notas finales:

GRACIAS POR LEER!

 

una besote y un abrazote a mi senpai!

 

y un saludito a ayelen-san y katsuy-san! jeje ^^ 

 

bye bye!


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