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Secretos de la antigüedad: Amor eterno por sol249

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Notas del capitulo:

Holaaaaa lo se hace mucho no me aparecia por aqui, lo siento muchas cosas que hacer poco tiempo y por lo tanto nada de inspiracion, todo conspira en mi contra para que no pueda escribir sin embargo ahora traje un nuevo capitulo, epsero que les guste, no les dare mas lata pues comprendo que solo deseen leer ahora, las quiero y epero les guste, besoos y cuidense mucho

Sol chan

Secretos de la antigüedad amor eterno

Capitulo 12: El despertar de los reyes.

Se escucha como alguien camina inquieto de aquí para allá, una y otra vez, no para de hacerlo, y si no hace aquello inicia a golpear con el pie el suelo metiendo un ruido que llegaba  a ser estresante para los demás con los que comparte habitación, sin embargo, la mayoría de los que están ahí comprenden cómo se siente este personaje, después de todo su amante esta desmayado hace ya una hora, no da signos de despertar, pero que su aura a cada segundo se hacía más poderosa, más llamativa, hasta más peligrosa…

—  Explíquenme de nuevo todo —  su voz sonó en un susurro bajo, pero aunque era bajo todos sabían que está molesto y por lo tanto es peligroso —  ¿Por qué Ichiru está en esta condición? ¿Por qué ella está aquí? —  dirigió su mirada a Shizuka mientras le gruñía, sus instintos vampiros querían destrozarla porque le decían que ella era la culpable de todo.

—  Joven Ichijou por favor cálmese —  pidió Eiji con voz calmada y neutral para no alterar mas a el rubio, sabe lo preocupado que esta por su amo, pero debe lograr que se tranquilice de una u otra forma.

 —  ¿Qué me calme? —  apretó los dientes para no saltarle encima y matarlo a golpes, ¿cómo puede pedirle eso? El no puede estar calmado,  Ichiru esta inconsciente en la cama, no sabe que le va a suceder, además que a cada momento cambia, su aura cambia, de cierto modo tiene miedo, temor a perderlo, si lo ya no lo tiene a su lado se volverá loco, el peli plata se volvió todo para él, todo.

—  Ichijou san —  se escucho la suave voz del peli negro, que en todo momento se había mantenido en silencio pero al parecer decidió hablar —  su esposo es un vampiro legendario tal como Zero, tal como usted y Kaname, los cuatro son la reencarnación de los antiguos, en su tiempo, el amor que se profesaban estaba prohibido y por ello murieron, pero claramente como su amor era tan grande, tan honesto, reencarnaron y ahora están aquí para poder amarse eternamente —  le dio una suave sonrisa para tranquilizarlo —  Ichiru sama esta inconsciente es porque está recuperando todos sus recuerdos, en el momento que lo haga despertara y los compartirá con usted que también despertara como un sangre pura...

—  ¿Cómo? un sangre pura dices, pero eso es imposible yo soy un noble —  frunció su ceño, no entiende nada, ¿Por qué debe despertar como un sangre pura? La sangre de su clan se volvió noble cuando su tatarabuelo se enamoro de una noble, por ello el no puede ser un sangre pura ahora.

—  Si es cierto ahora es un noble pero cuando Ichiru despierte con todos sus poderes la sangre pura que está en tu cuerpo reaccionara y volverá a purificar toda su sangre convirtiéndote a ti en un vampiro de raza pura.

—  ¿Por qué tu sabes todo esto? —  le cuestiono viéndolo directo a esos ojos verdes, le molesta que Chris sepa tantas cosas, en qué momento se volvió una pieza importante en sus vidas, en qué momento entro a jugar en su tabla de ajedrez.

—  eso es porque…

—  Ah despertado —  anuncio Eiji viendo hacia la cama interrumpiendo la conversación.

 

 

Apoyado en la pared, sus brazos están cruzados a la altura del pecho, la posición de sus pies son casuales como si estuviera seduciendo a alguien, sus ojos están clavados en la figura de su amante, su cabello como siempre cae perfectamente sobre su rostro, todo en el grita que está tranquilo pero quienes lo conocen saben que esta tenso, sin embargo tal como debe ser un sangre pura no muestra signos de su molestia. Tomo  aire por la boca intentando con esa acción pensar con claridad para iniciar la charla nuevamente, le deben contar todo.

 —  Zero —  llamo con voz serena analizando los movimientos de su querido amante, eso lo hace inconscientemente, la costumbre —  necesito saber todo lo que sucedió aquí.

— No me mires así Kaname — exigió apoyado en la puerta del cuarto, Kaname le aparenta tranquilidad pero él sabe que no lo está, después de todo son esposos, amantes, almas entrelazadas, lo conoce más que bien — Shizuka, ella apareció… beso a Ichiru, luego mi hermano se desmayo... Todo es tan confuso, no se... se supone que habías matado a Shizuka, no sé qué está pasando Kaname — mordió su labio angustiado, el no es de las personas que muestra lo que siente, ni sus preocupaciones pero ahora eso se le está haciendo imposible, no puede aguantarse.

— Tranquilo amor— pidió acercándose al peli plata para abrazarlo y así poder consolarlo, sus brazos rodearon el cuerpo del menor, atrayendo ese delicado ser hacia sí mismo, aun no entiende bien todo, Aido le explico gran parte de la historia pero aun hay cabos sueltos que apretar, pensó que podría  atarlos hablando con su amante pero al parecer este esta tan confundido como él.

— Kaname sama — la puerta de su estudio se abrió de par en par y se dejo ver a un rubio de cabello alborotado e intensos ojos azules.

 Kaname levanto una de sus cejas interrogando al rubio con esa acción, el no recuerda haberle dado la confianza de que pudiera llegar y entrar a su despacho sin una invitación, entrar así es una falta grave.

>> Perdón Kaname sama, no quería faltarle el respeto ni mucho menos invadir su privacidad — hizo una reverencia esperando ser perdonado.

— ¿Qué necesitas Aido? — la voz del castaño salió fría y dura.

— Bueno...— el rubio miro a Zero y luego a su líder— ya termine de leer la leyenda, algunas de las hojas en blanco se revelaron, no se la razón, no obstante aun queda algunas sin nada.

— ¿de qué habla Kaname? — el peli plata frunció el ceño separándose un poco del castaño.

— uhm... ¿Que decían? ¿Cómo termino? ¿Sale algo del ahora?

— Pues...

— Quiero una respuesta ahora — la voz del vampiro de ojos violeta salió dura y fría, es una orden de sangre pura.

Aido tuvo que poner toda su fuerza de voluntad para no responder, algo en aquella exigencia hacia que su vampiro quisiera responder y ser sumiso con aquel ser, cerró los ojos para intentar controlarse, ¿será este el poder de la palabra de los antiguos?

—   Cálmate Hanabusa — la voz del castaño salió serena pero aquellas palabras son una orden directa para el rubio, sabe perfectamente que Aido está  luchando contra sí mismo para no decir nada — Zero, amor vamos, yo te explicare todo pero en nuestra habitación — le tomo del brazo con delicadeza mientras lo sacaba del despacho.

—  Uhm… está bien – a regañadientes camino junto al castaño hasta la habitación principal, se soltó del agarre, una vez allí observo a su amante con el ceño fruncido.

Kaname suspiro pesadamente sabiendo que no puede mentirle tendrá que decirle la verdad aun sabiendo que lo más seguro es que se enfade con el aunque intentara por todos los medios apaciguar aquel enojo.

—  Hace un tiempo le pedí a Aido que investigara tus poderes y los de Ichiru, no son normales, esos poderes ningún vampiro lo ha tenido, al principio quise creer que era porque ustedes habían sido cazador anteriormente y por ello lo tenían, sin embargo, ahora sé que no es por eso…

—  Espera, ¿hiciste que Aido nos investigara? —  Sus cejas se juntaron mostrando su enfado —  ¿Por qué? No te entiendo Kaname, ¿Por qué nunca me lo dijiste? Y no me vengas con lo de nunca me lo preguntaste porque juro que te lo corto.

—  No lo sé, temía que te enojaras, Aido solo ha estado investigando sus poderes aunque de tanto investigar encontró un libro prohibido tu e Ichiru lo abrieron y revelaron su contenido, tal vez no lo recuerden, pero fue hace un tiempo… en aquel libro esta una leyenda, una leyenda de los reyes antiguos yo siempre pensé que mi familia había sido la gobernante —  callo unos minutos analizando los ojos amatista de su niño —  pero no es así, los Uuyrik hace mucho tiempo fueron nuestro poderosos reyes… según aquel libro aquellos serian tu e Ichiru es por eso de sus poderes… tú y tu hermano siempre han sido vampiros legendario o milenarios —  termino de decir y abrazo a su amante.

—  uhm… —  debería sentirse conmocionado o confundido pero por alguna razón no siente esas emociones, simplemente siente que ya lo sabía, su mente su sangre todo en el le grita que él lo sabía, además de los sueños, Kaname lo único que ha hecho es confirmarlo —  ¿tu serias un Naruk?

—  Sí, aun no entiendo mucho, tampoco sé como terminamos con estos nombres, se supone que deberíamos tener los mismos apellidos —  menciono tomando aire —  necesito saber más, según Aido algunas páginas que estaban en blanco iniciaron a revelarse, no sé qué dicen, pero necesito saberlo… espera, ¿Cómo sabes que soy un Naruk? Ósea ¿Cómo conoces aquel apellido?

—  Eh tenido algunos sueños extraños además de que Rex ya me conto todo, me dijo que soy la reencarnación de Orez pero que aun no despierto con todos sus recuerdos y poderes —  suspiro para intentar calmarse un poco, se sentía un poco acelerado pero no entiende bien el porqué de ello —   cuando apareció Shizuka fue porque Ichiru estaba perdiendo el control, estaba furioso, dijeron que no había despertado por completo… no entiendo bien que está sucediendo pero… se que tu eres la reencarnación de Emanak, el rubio estúpido de Amukat, Ichi de Urihci y yo de Orez… teníamos un amor prohibido… pasamos por muchas cosas, nos escapamos, porque quedamos en estado, estábamos por el valle de los muertos para después empezar el desierto, no recuerdo nada más, porque… es lo único que he recordado hasta ahora, no sé que mas paso…

—  Creo que Aido ya termino el libro, o eso dijo, también quiero saber que mas sucedió, que paso con nuestro amor prohibido —  expreso abrazándolo —  Zero siempre supe que eras especial, te amo —  ronroneo cuando sintió que el cuerpo de su amante se tenso, lo observo, el cuerpo del peli plateado entro en un trance mientras sus ojos se volvían del rojo intenso, su mirada está perdida en algún punto de la habitación mientras que lentamente su cabello va creciendo

La hora del despertar ha llegado”.

 

 

 

Leyenda de amor

Días habían pasados días caminando por ese infierno, el brillante sol que está en medio del gran cielo despejado lo único que hacía era debilitar a los seres de la noche, tal como lo hace ahora, hacía calor, la vista de todos esta borrosa, los labios secos, la respiración entrecortada por el cansancio, la arena el único propósito que tiene es retrasarlos y cansarlos aun más de lo que de por si están, todo, hasta la misma naturaleza está en su contra, si no fueran vampiros de un nivel alto ya estarían muertos por el calor.

—  No puedo mas —  susurro dejándose caer de rodillas a la caliente arena, sus manos que frenaron su caída de pique se quemaron al instante, las separo rápidamente de la arena y se las miro, rojas y hasta con graves quemaduras —  ser vampiro es una desventaja en este lugar —  murmuro —  al ser de raza pura somos aun más débil ante el sol —  cerro los ojos dándose por vencido.

—  Urihci deja de decir eso, de seguro ya nos falta poco —  murmuro el peli plata respirando con dificultad pero estaba siendo ayudado por Emanak que se mantenía en silencio —  párate y sigamos.

—  Esa ha sido nuestra esperanza desde el inicio, Orez ha pasado una semana, somos fuertes pero nuestra debilidad es el sol, tenemos grandes quemaduras en varias partes del cuerpo —  murmuro relamiéndose los labios para sentirse relativamente mejor.

—   Ven —  se escucho la voz suave y calmada de uno de los integrantes, se acerco donde estaba de rodillas el menor y lo tomo en brazos —  si no puedes mas yo te llevare, además debo ganarme tu perdón —  sonrió abrió su cantina con agua y le dio de beber —  sigamos —  ronroneo.

—  Joven Amukat si desea yo puedo llevarlo —  se ofreció el pelirrojo viendo a su amo desistiendo.

—  No te preocupes yo puedo llevarlo —  aseguro mientras le acariciaba el cabello —  además así puedo verle el rostro y estar cerca de él.

—  Eres un idiota —  murmuro el peli plata con una leve sonrisa pasando sus brazos por el cuello del mayor y escondió su rostro entre el hombro el cuello, intentando descansar, pero el olor que desprendía Amukat es maravilloso para su ser.

—  Sí, soy idiota, pero estoy enamorado de ti —  le susurro en el oído mientras lo abrazaba un poco más fuerte y lo acomodaba mejor entre sus brazos, lo tiene en estilo princesa —  Urihci te amo.

—  Eres un tonto —  le respondió besándole el cuello, era una acción para decirle que el también le quería pero como aun está enfadado no lo dijo en voz alta.

Orez observo a la pareja y solo sonrió, su hermano perdono a el rubio, lo conoce, pero está claro que no lo aceptara aun,  se acerco un poco más al castaño para tomarle la mano y así poder seguir caminando, el también está agotado ya no da más, pero esta por caer la noche, en el momento que caiga la noche podrán avanzar con más rapidez, después de todo la noche es de ellos, cerró los ojos sintiendo la brisa que anunciaba la llegada de la noche.

—  Falta poco —  se escucho la voz del otro guardián —  puedo visualizar el bosque, solo unos kilómetros más y estaremos allí a mitad de la noche si caminamos rápido —  aseguro —  cuando lleguemos descasaremos y nosotros buscaremos comida —  miro a Emanak y a Orez, para ver si estaban de acuerdo.

—  Yo no veo nada —  el castaño observo hacia delante intentado visualizar el bosque.

—  Solo él puede verlo Emanak, ese es uno de sus dones —  comento con una sonrisa y le beso la mejilla —  solo confía —  le pidió —  y si está bien como lo dices Alexis, sigamos.

Siguieron caminando por el desierto hasta que cayó la noche, en ese momento fue como si todas las energías que habían gastado durante el día se renovaron con la oscuridad, iniciaron a caminar más rápido hasta que al fin todos pudieron divisar el bosque, corrieron hasta el lugar y sonrieron satisfechos, se adentraron al lugar hasta que encontraron una cabaña abandonada, ingresaron a ella, miraron todo con sospechas y al no encontrar nada más que polvo se sintieron aliviados.

 Amukat se sentó en el suelo aun con su amante en brazos, se siente cansado pero no quiere soltar a su pequeño, que ahora está durmiendo, abrazo el cuerpo del menor sintiéndose completo, sabe que aun es demasiado pronto para sentirse seguro y feliz pero no puede evitarlo ya lograron escapar de las reglas del mundo vampírico por así decirlo, ahora solo tendrán sus reglas.

—  joven Amukat ¿se encuentra bien? —  Alesio observo al rubio con curiosidad, tiene que estar seguro que es capaz de cuidar a su amo mientras va a conseguir provisiones.

—  Sí, estoy bien, no te preocupes que no dejare que nada le suceda a Urihci —  su voz salió seria pero tranquila, intentando que el pelirrojo confiara en él y fuera tranquilo a buscar las cosas que necesitan.

—  Está bien, por favor cuídelo —  hizo una reverencia para después darse media vuelta —  joven Orez iremos a buscar las provisiones, con su permiso —  salió de la cabaña esperando a su hermano.

—  Amo Orez regresaremos pronto.

—  Ve con cuidado Alexis —  el peli plata mayor le sonrió y vio como salió de la cabaña —  debemos estar alerta —  menciono para que los dos que estaban despierto lo escucharan —   aunque no hubiera rastro de vida en esta cabaña no quiere decir que estemos fuera de peligro.

—  Eso ya lo sabemos Orez —  se escucho la voz soñolienta de Urihci, se estiro haciendo una mueca de dolor donde tenía las quemaduras por el sol —  maldición

—  ¿Qué sucede? —  Orez fue a ver a su hermano y le saco la capa que les había protegido del sol, su gemelo siempre había sido demasiado sensible a la luz y se quemaba con facilidad aunque estuviese protegido, era débil al sol, le saco la camisa con la cual estaba y allí estaban las horribles quemaduras repartidas en sus hombros, espalda, brazos y también en parte del pecho —  Uri tienes quemaduras horribles.

—  ya lo sé, sabía que esto iba a suceder, sabes lo sensible que soy al sol y al calor, me quemo con facilidad, no hay de qué preocuparse —  murmuro tomando su camisa arrancada por su gemelo y se la puso.

Amukat observo las quemaduras de su amante asombrado, se mordió el labio ante la frustración que recorrió su cuerpo, no pudo hacer nada para protegerlo, es su culpa, todo es su culpa, se acerco al peli plata y lo abrazo con delicadeza apoyando su cabeza en uno de los hombros del menor  pero con cuidado para no lastimarlo más.

—  perdóname, es mi culpa que estés así —  le murmuro en el oído.

—  no digas idioteces, no pasa nada, además no es tu culpa —  se dejo abrazar disfrutando del olor de ese rubio, odia sentirse así de atraído hacia él, todo le atrae, su olor, su sonrisa, sus ojos, su cuerpo, su voz, todo, realmente todo —  me gusta tu fragancia —  ronroneo dejándose hipnotizar.

—  ¿mi fragancia? —  cuestiono sin entender, ¿Qué quería decir con eso? ¿O solo desea distraerme? —  ¿intentas distraerme? ¿Es para que me olvide de tus quemaduras? Oye no puedo olvidarme que estas lastimado y fue por no cuidarte bien.

—  ¡ah! —  suspiro frustrado —  aunque ahora tenga quemaduras graves se me pasaran soy un vampiro de raza pura, me regenero rápido —  aseguro —  bueno ahora tal vez un poco más lento porque parte de mis energías se lo lleva mi bebé, pero estaré bien en unas horas — rodo los ojos.

—  Eres un tonto orgulloso y terco —  el rubio lo atrajo un poco más a su cuerpo —  ¿Por qué no aceptas o pides ayuda cuando la necesitas?

—  Porque no la necesito

—  Si la necesitas —  suspiro tomándole el mentón atrayéndolo a su cuerpo para después besarlo con suavidad en los labios, espero el rechazo y la lucha pero no sucedió, simplemente se lo respondió, los labios se movieron al compás, las lenguas se encontraron, se acariciaron para después infiltrarse en la boca contraria para saborearse por completo —  acéptame.

—  ¿que deseas que acepte? —  los ojos están vidrioso por el beso y el deseo que eso provoco a su cuerpo.

—  A mí y a mi sangre —  ronroneo el rubio exponiendo su cuello —  por favor —  una de sus manos se dirigieron a la mejilla del menor acariciándola con delicadeza.

—  uhm pero estas débil —  murmuro viéndolo a los ojos.

—  no lo estoy.

—  si lo estas, estas cansado, me cargaste hoy —  murmuro desviando la vista —  me recuperare sin sangre solo que me demorare un poco.

—  Bébela por favor —  pidió exponiendo su cuello —  no estoy cansado —  aseguro enterrando su uña en su cuello para que salieran gotas de sangre y así provocar la sed el menor.

Los ojos violetas se volvieron carmesí al oler tan delicioso olor de la sangre del rubio se acerco al cuello sin objeciones, sus colmillos crecidos se enterraron lentamente en la blanca piel del área de mordedura, inicio a tomar ese delicioso y adictivo elixir con gula, cada vez que tomaba un sorbo su cuerpo entraba en éxtasis…

Amukat ronroneo de gusto al sentir esa mordida, su cuerpo reacciono ante aquello, no podía detener sus feromonas de excitación esparcirse  por el lugar.

Orez enterró su cabeza en el pecho de Emanak para poder controlar su lado vampiro, el olor a sangre, la excitación y las feromonas flotando en el aire lo único que hacían  era que su vampiro despertara y pidiera a grito todo eso, sangre, sexo y placer.

—  Bebe —  pidió el castaño acariciando el cabello plateado del menor expuso su cuello para darle el espacio necesario —  estoy bien, además debemos aprovechar nuestra pequeña privacidad mientras tus guardianes no estén —  le ronroneo en el oído  besándolo suavemente.

—  Tienes razón —  la voz de Orez salió ronca por la excitación, se acerco al cuello de Emanak mordiéndolo de inmediato, tomo sorbos grandes de sangre, disfrutando de esa sensación de gratificación recorrer su cuerpo, el liquido carmesí de Emanak paso por su cuerpo dándole fuerzas de inmediato, su hambre lentamente fue desapareciendo hasta que ya no la sentía, pero aun así seguía bebiendo hasta que se arto.

El castaño acaricio la espalda de su pareja para darle tranquilidad y paz, disfruto de la mordida, le gustaba sentir como su sangre salía de su cuerpo para ir al de su amante, todo se le hacía bastante excitante, no pudo evitarlo, se excito, su ser pedía a gritos que tomara al ser que le mordía, agradeció tener un gran autocontrol para no tumbar a Orez en el suelo arrancarle la vestimenta para hacerle el amor, aunque sabe que no es el único controlándose para no hacer eso.

—  ¡Ahh! —  no pudo evitarlo al sentir el rose de las caderas del peli plata con las suyas, eso no ayuda en absoluto a su autocontrol —  Orez no hagas eso o no podre contenerme —  le dijo al oído.

El mayor de los gemelos se separo del cuello de su amante mirándolo con sus ojos rojos, parpadeo varias veces para contenerse y suprimir su vampiro, debía hacerlo para no lanzarse sobre el castaño, hizo un pequeño puchero mientras se acerco a los labios del mayor e inicio un beso tierno.

—  Me contendré —  le ronroneo sonriéndole con ternura —  ¿en que nos distraemos? —  Miro hacia su hermano, lo observo aun bebiendo del rubio que lentamente se ponía pálido —  Urihci para.

El peli plata menor gruño en desacuerdo al escuchar la orden del otro, quería seguir disfrutando de tan deliciosa sangre, todo en el ser que tenía entre sus garras y colmillos le gusta, no deseaba separarse, pero la voz urgente de su gemelo le indico que algo andaba mal, junto toda su fuerza de voluntad y se separo del rubio, lo observo con sus ojos rojos molesto.

—  ¿Qué? —  la pregunta salió aun en gruñidos de enfado.

—  si seguías podrías haberlo ma…

—  Estoy bien —  aseguro el rubio abrazando al ser que tiene su corazón —  no pasa nada, solo bebió un poco más de lo normal, pero no es para preocuparse, no lo regañes —  las palabras salieron arrastrándose pero claramente, sin embargo aunque intentara sonar normal, la voz del rubio era lastimera.

El peli plata menor miro sorprendido al rubio, recién se había dado cuenta de lo que hizo casi mata a Amukat secándolo, tanta hambre tenia, la voz del rubio intentaba sonar normal y fuerte pero en realidad suena algo débil.

—  Perdóname —  le acaricio la mejilla para después besarla —  perdón yo no quería dañarte, aunque debería estar feliz y esto debería ser tu castigo, pero en verdad yo no quería – murmuro el peli plata mordiendo su labio inferior.

Una pequeña sonrisa se formo en los labios del rubio, su mano derecha subió hasta el rostro del peli plata y le acaricio el labio recién mordido, se acerco lentamente a aquellos labios y los beso con suavidad.

— no sabes cómo me tientas —  ronroneo en su oído —  aquellos pedazos de carnes que tienes como labios me piden a gritos que te bese hasta cansarnos.

—  Idiota —  le insulto suspiro para iniciar a besarse nuevamente.

 

 

 

Al día siguiente

A primera hora de la mañana los seis jóvenes emprendieron su viaje para poder llegar hasta el pueblito que se escondía en este lugar para no seguir las órdenes de la sociedad, no es que sean rebeldes o algo parecido, solo que desean vivir en paz, sin tener que pelear por el poder, por estar encima de los demás.

—  Alesio ¿tú crees que… que ellos querrán darnos refugio? —  cuestiono el peli plata menor mientras se mordía el labio inferior.

 —  Claro que si amo, no tendrían razón de no querer darnos un refugio, ¿Por qué lo pregunta? —  el pelirrojo observo con confusión a su amo, cuando preguntaba algo era porque ya había analizado las posibles respuestas y las razones.

—  pues ellos se fueron en búsqueda de paz, básicamente se fueron de nuestro reinado, escaparon de mis padres, por lógica deberían odiarnos a Orez y  a mí, digo somos los futuros reyes, ¿y si ellos creen que venimos a atacarlos, a robarles la paz que han mantenido? Además de que venimos con dos sangre pura más, un Naruk y un Uojihci, es como lógico que se sientan atacados —  la expresión en el rostro del más joven de los hermanos era de seriedad.

—  El punto que tiene es razonable —  el castaño frunció los labios algo molesto consigo mismo, generalmente él es el que tiene esos pensamientos lógicos, nunca pensó que había otro ser como él, es algo molesto, además de que daño su orgullo —  ¿Cómo podemos estar confiados de que ellos no nos atacaran?

—  Eso es simple —  expreso Orez rascando su mejilla —  es porque ellos son gente de paz no nos atacaran sin que nosotros ataquemos primero, pero como nosotros no vamos atacar ellos tampoco lo harán…

—  tal vez van a estar a la defensiva pero no atacaran, sin embargo puede que no… no seamos de su agrado y deseen echarnos y como dije los comprendo, es por comportamiento lógico.

—  ¿entonces porque te preocupas si aseguras que no nos atacaran? —  el vampiro de ojos color vino frunció un poco el ceño sin entender mucho al punto que intentaban llegar esos gemelos, realmente se siente frustrado.

—  Emanak yo creo que al punto que desean llegar es que puede que estemos haciendo este viaje sin motivo, porque si ellos no nos quieren allá ¿qué haremos? ¿A dónde iremos? Ese lugar es nuestra esperanza, como ya sabemos nadie se atreve a traspasar el bosque de los muertos o el desierto, es peligroso, por lo tanto así no nos encontraran, pero…

Emanak entendió las cosas cuando Amukat hablo, al parecer su amigo estaba más atento a la conversación y con la mente más abierta, suspiro, después solo asintió, puede que estén en una situación de peligro, eso es lo que les preocupa a los Uuyrik, abrazo a Orez por la espalda y después beso su cuello.

—  no pasara nada malo, estoy seguro que si le explicamos nuestra situación ellos entenderán —  sonrió con suavidad para después tomar su mano.

—  oh vaya nunca pensé que los rubios en verdad pensaran —  sonrió ampliamente al soltar su broma y vio como su amante solo le sonreía con amabilidad.

—  si pensamos amor, pero solo cuando nos convienen, preferimos hacerles pensar a los listos que somos tontos para después sorprenderlos en el momento indicado —  ronroneo con una sonrisa lujuriosa.

—  Lamento interrumpir pero… —  Alexis solo se aclaro la garganta y vio como los cuatro le pusieron atención —  conozco a alguien allí y él me aseguro que seremos bienvenidos, porque… ellos tienen una pequeña profecía, que según mi amigo… bueno el amo Orez y el amo Urihci son parte, son los seres obscuros que traerán la paz final al mundo.

—  ¿la paz final? —  el castaño intento procesar esa información y recuerda que una vez leyó un pergamino con un pequeño fragmento de algo parecido, nunca le había prestado atención, pues sus padres le dijeron que eso era estúpido.

—  Sí, la paz final —  respondió el otro guardián —  lo han estado esperando hace siglos, cuando al fin se enteraron que los seres obscuros que parecen ángeles al fin se acercaban a su pueblo se pusieron alegres, por eso sabemos que no hay peligro.

—  ¿y porque ellos creen que nosotros somos los seres que traemos la paz? —  Enarco una de sus cejas sin entender mucho —  Orez y yo solo somos vampiros normales.

—   eso es lo que ustedes piensan pero, su sangre es la más pura que existe, ustedes son descendencias de los primeros vampiros,  además de que pueden tener bebes en sus cuerpos, y su mentalidad es distintas, jamás han pensado en matar para alimentarse ¿o si lo han hecho?

—  nunca lo hemos hecho ni siquiera hemos pensado en matar por sangre — dijeron al unisonó, y luego solo siguieron caminando en silencio mientras analizaban la información que le acababan de dar, ser parte de una profecía es algo extraño, no debería afectarles pero, de cierta forma eso también los estresa ¿qué pasa si no son lo suficientemente buenos como para cumplirla? No desean darles falsas esperanzas a un pueblo que tal vez pongan toda su fe en ellos.

—  Hemos llegado —  anuncio Alexis entrando al pueblito junto a los demás, vio como varios se dieron vuelta y tal como pensaron se pusieron a la defensiva, hasta que apareció un hermoso pelinegro de bellos ojos verdes y se acerco al grupo.

—  Buenos días —  saludo el desconocido con una gran sonrisa mientras analizaba a los cuatro sangre pura —  es un placer tenerlos aquí.

 

Cuando todo se revele las rosas dejaran de ser rojas.

 

 

Abrió los ojos de golpe, miro todo a su alrededor tratando de reconocer en donde se encuentra, miro a la gente que estaba en el lugar hasta que su mirada carmesí se fijo en el rubio, delicioso, sonrió con algo de diversión pero a la vez de forma sádica, se paró de golpe y sin que nadie pudiera reaccionar se lanzo contra aquel vampiro, lo voto al suelo y lo apreso en el tomándole las muñecas para tenerlo de cierta forma indefenso,  se subió encima, se relamió los labios como un gato apunto de probar su deliciosa comida, de forma felina se acerco al cuello, lo lamio disfrutando del sabor de la piel y sin siquiera pensarlo enterró sus colmillos en aquel cremoso cuello, el liquido carmesí toco su paladar, ronroneo con gusto pues su cuerpo lo está reconociendo.

—  Ichi… ¡ahhrg! —  gimió audiblemente con algo de dolor al recibir aquella mordida, su Ichiru no se está comportando como siempre, ahora es mas vampiro y salvaje…

Notas finales:

bien, ¿que les parecio el capitulo? si lo se esperaba poder subirlo antes pero no habia podido revisarlo por la tonta falta de tiempo, peroa un estoy dentro del sabado asi que igaul cumpli mi promesa, chicas espero que haya sido de su agrado el capitulo ^^ si lo desean pueden darme sus opinion en un lindo

¿reviews?

 

las quiero yo croe que a mitad de semana o el proximo sabado subire el capitulo de ¿venganza o amor? claro para la que le interese, las quiero mucho y espero estar mas en la pag, un beso y nos leemos pronto

se despide

Sol chan


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