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Secretos de la antigüedad: Amor eterno por sol249

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Notas del capitulo:

Hola... - se esconde- lo sé. lo sé de seguro han  de estar enfadada por desaparecer casi por un año, pero pero me es tan dificil encontrar inspiracion y pasarla al papel, me gusta escribir pero el tiempo no me deja hacer nada, ademas que eh andado media deprimida por cosas personales u.u... en fin dejemos eso de lado...

aqui les traigo un cap de esta trilogia que espero disfruten mucho, me encanta hacer este fic, es con el que mas rapido avanzo :3 me gusta mucho, este cap me gusto como quedo ademas ahora al fin tengo Beta :3 amm... este cap esta largo espero que les guste muchooo!!!

bueno chic@s los dejo para que puedan leer con tranquilidad...

 

cursiva son los pensamientos y /o la leyenda...

 


se despide su autora.

Sol chan

Secretos de la antigüedad: amor eterno.

Capítulo 13: Recuerdos recuperados.

La brisa primaveral corrió suavemente en los arboles de sakura haciendo que los hermosos pétalos de cerezo cayeran por el lugar, formando a primera vista como si fuera una hermosa lluvia rosada, si, es el árbol más hermoso que posee la cultura japonesa, significa muchas cosas en distintos países, pero si mezclamos el significado de una manera puede quedar así: simplemente florece un amor inocente pero apasionado de tal manera que tu cuerpo vibra con cada palabra, con cada latido con cada una de las miradas que se dedican.

Sentir aquellos colmillos penetrarle la delicada piel del cuello de esa forma urgente y salvaje le hizo inconscientemente ponerse a la defensiva, más que nada fue por instinto de supervivencia; se controló lo más que pudo para no lanzar lejos a la figura que su cuerpo en primer instante reconoció como enemigo, sin embargo ahora lo está disfrutando, esa brutalidad le excita de una manera incontrolable, pero se puede explicar por qué reacciona así: es porque ama a Ichiru. Además de que con cada sorbo de sangre que sentía que Ichiru le robaba le inyectaba algo más, algo como memorias, recuerdos de un pasado que él intenta por todos los medios saber mas no obstante se retiene allí y no desea avanzar…pero su corazón late desbocadamente contra su pecho dando señales que su memorias se abrirán completamente y podrá recordar absolutamente todo. Cerro los ojos y entonces como en una película antigua, en blanco y negro, imágenes de un pasado olvidado, recuerdos de personas que conoció, inundaron su mente...no tuvo tiempo de pensar en lo que era aquello, ya que al mismo tiempo un calor abrazador se apropió de su cuerpo, luego el calor dio paso al dolor, y Takuma pudo sentir como su sangre cambiaba, como su misma esencia se trasformaba en otra, una más oscura, más poderosa y más antigua...

El peli plata se sintió relativamente satisfecho al sentir el cambio en la sangre del rubio, clavo un poco más profundo sus colmillos en ese cuello oyéndolo gemir, sí, eso lo hace satisfactorio, movió su cabeza para darle paso a su piel expuesta, en menos de un minuto su amante ya le había clavado sus colmillos. Dolió, porque el idiota fue bruto, pero eso es necesario para que el despertar esté completo, cerró los ojos disfrutando de cómo ambos compartían su sangre, sorbo que salía de su cuerpo se recuperaba con el sorbo que robaba su esposo. Cuando Ichiru le ofreció su sangre no lo dudo, sabía por alguna extraña razón que debía morderlo para recuperar todos sus recuerdos y así todo estuviera completo, cerró los ojos aferrándose al cuerpo contrario no quería perderlo. Claro que no, él era suyo, para siempre.

“El pequeño templo estaba en ruinas, él lo sabía, tenía claro que todo esto era una trampa y aun así no pudo detenerlo, todo se fue. Mordió su labio inferior sintiendo como las lágrimas que sus ojos dejaban escapar se colaban hasta sus labios, trago saliva mientras seguía adentrándose y allí lo vio dentro de un campo de energía luchando contra vampiros nivel E, ¿Por qué? ¿Por qué hay nivel E? está prohibido, nunca nadie hasta el momento ha roto esa regla. Negó con la cabeza y corrió hasta el campo de energía, intento ingresar, pero solo sintió una descarga.

— ¡Urihci déjame entrar! — Exigió viendo como este jadeaba mientras hacía muecas de dolor — Amor quiero ayudarte, por favor — suplico viendo como esos vampiro de bajo nivel habían dañado y cansado a su amante. Observo detenidamente el lugar y se dio cuenta de que el campo era el que mantenía en pie la estructura del lugar, su pareja estaba luchando para que no se derrumbara y además de eso peleaba por su vida — ¡Urihci! — vio como el chico le miró y sonrió. Luego movió sus labios…lo que leyó en ellos fue “te amo”. Eso fue todo. El menor de los gemelos agito su espada y vio como el fuego azul destruyo cada ser vivo del lugar, todo enemigo murió cruelmente y luego cayó de rodillas cerrando lentamente sus ojos.”

Ambos se separaron al mismo tiempo del cuello del contrario, lamieron las heridas gemelas cerrando la perforación para después observarse a los ojos. El recuerdo que se había colado en sus mentes les dejo algo descolocados, ahora no era tiempo de pensar en el pasado; tomaron aire para relajarse y luego se sonrieron como hace mucho no lo hacían, con amor pasión y ternura. Ichiru se quitó de encima del rubio y le estiro la mano para ayudarle a pararse.

— Eres un bruto sabes — comento tomando la mano del menor y se paró del suelo para sentarse en la cama, aún estaba algo mareado.

— Mm… digamos que fue mi venganza Amukat — una sonrisa llena de “ternura” se formó en sus labios.

— ¿Tu venganza? ¿Qué hice ahora para merecer un castigo? — cuestiono viendo los ojos color violeta del peli plata.

— Pues digamos que nunca me pude vengar por acercarte a mí de esa manera tan… tan… arg, porque tus padres te mandaron para quitarnos el trono, idiota.

— Oh, pensé que me habías perdonado, aunque acepto tu castigo, de todas maneras me gustó — sonrió parándose de la cama acercándose al chico para acariciar su largo cabello — Está muy largo ¿no?

— Me creció cuando desperté tonto masoquista, eres raro ¿sabías? — le pregunto para después acariciar la mejilla del rubio, pues se dio cuenta de que no estaban solos.

 — Si lo sé, te extrañe mucho mi ángel, aunque tienes un extraño humor negro — le dijo besándolo en los labios castamente; el también entro en razón sabiendo que estaban acompañados — Hola — saludo como si nada.

—Ichijou-sama — expreso Eiji en saludo — Es un placer tenerlo de vuelta.

— Gracias — sonrió el rubio.

— Amo Urihci — se arrodillo en el suelo con una de sus piernas flexionada para mostrarle su respeto y bajo la cabeza — Estoy a sus órdenes — ronroneó.

— Alexio no hagas eso — le pidió y estiró su mano para ayudarle a pararse — Sé perfectamente que eres de confianza — sonrió — Uhm... ¿nos dejas solos unos minutos? por favor – pidió con amabilidad.

— Con su permiso — expresó el chico sonriéndole con suavidad e inclinando su cabeza  hizo señas a todos los que estaban en esa habitación para que salieran con él. Ya después podrán hablar de todo lo que deban platicar.

Ichiru espero que todos salieran del cuarto uno por uno y cuando estuvo seguro que ya no había nadie cerca de su habitación le sonrió al rubio para abrazarlo, envolvió sus brazos en la cintura del vampiro, lo estrecho entre sus brazos apoyando su cabeza en el pecho del rubio y aspiro ese aroma tan dulce, para ser específicos seria como a vainilla, se quedó unos segundos así, sintiendo como éste también le abrazaba con fuerza.

— Sabes —murmuro bajito — Creo que dije cosas que no debí decir — su labio inferior fue apresado por sus dientes mientras lo apretaba con fuerza intentando sacar así su frustración.

—  Uhm ¿qué fue lo que dijiste amor? — cuestionó el rubio apretando más ese maravilloso cuerpo contra el suyo, hundió su nariz en el cabello de su amante aspirando ese delicioso aroma a cerezos, ahora era mucho más intento que antes ¿por qué?

— Pues como no había despertado por completo yo solo recordaba relativamente lo malo y me deje llevar, le dije a Zero que tú y Kaname nos habían robado el trono. Que el tonto de Kuran ahora lo tenía  y que estaban con nosotros solo para asegurarse de que no lo recuperáramos y cosas parecidas — levanto la vista para ver los ojos verdes del rubio, no sabía bien cómo interpretar esa mirada — Lo sé, me equivoque. Yo lo lamento de verdad. Ahora no siento nada de eso, solo estaba enojado y ni muerto quiero ser rey y manejar a todos esos chupasangre mimados, Kaname hace bien ese papel y espero que lo siga haciendo.

Mordió su labio inferior, sus ojos chocaron contra las amatistas de su amante, intento sonreírle pero se sentía culpable y de cierta forma dolió. Nunca imaginó que Ichiru podría llegar a pensar que estaba con él por interés, es decir, sabe perfectamente que Amukat se acercó a Urihci para robar el trono, pero tampoco fue porque quiso pues le obligaron a aquello, suspiro cansado.

— Lo lamento, sé que es por lo que hice en el pasado...así que es mi culpa que te hayas sentido de esa manera...

— Takuma fue solo porque no estaba completamente despierto y con todos mis recuerdos, además, tú no te acercaste a mí por el trono en la actualidad, te acercaste a mí porque me amabas. Te gusté y tú también me gustaste, y aprendí a amarte. Así que el pasado es pasado, ahora debemos ver el presente y así tener un hermoso futuro juntos — sonrió y se levantó de puntitas para besarlo castamente en los labios — Te amo y me amas, con eso basta ¿no?

— Si amor, tienes razón. Con eso basta, el pasado es pasado y debemos ver nuestro futuro — sonrió — Y con lo que dijiste solo debes explicarle a Zero, él te perdonara y bueno, a Kaname no le importara — le sonrió y lo beso castamente — ¿Crees que tu hermano haya despertado también?

— Con honestidad yo creo que sí. Despertó o está en proceso de hacerlo — tomo aire y suspiro — Espero que este bien.

 

~

Kaname observo a su amante ¿Por qué Zero esta en este estado? ¿Qué es lo que está sucediendo? ¿Por qué cada vez su presencia se hace más poderosa? Dio unos pasos acercándose cautelosamente a su peli plateado, le tomo del brazo y sintió como unos recuerdos golpeaban su mente, recuerdos de una vida pasada, recuerdos ocultos en su sangre, que apenas tocar a su esposo se activaron, e iniciaron a reproducirse en su cabeza.

 

“—  Emanak…Ahh…Dios, te amo —   su cuerpo se convulsiono por el placer que estaba recorriendo su cuerpo, sentía que iba a morir de éxtasis pero aun así quería, necesitaba sentirlo más y más, dentro de su cuerpo —  Por favor, dame más —  arqueo la espalda contra la cama, sus uñas se enterraron en la espalda de su amante quien sonreía satisfecho por lo que le estaba haciendo sentir a su querido amante.

—  Orez, oh sí, que rico lo haces sentir —  ronroneó repartiendo besos por el hombro derecho del mayor y dando suaves mordiscos, sabiendo que eso le excitaba aún más de lo que de por si estaba. El placer que recorría su cuerpo era maravilloso y movió sus caderas a un ritmo más rápido de lo que estaba haciéndolo hace unos segundos atrás.

—  Ahhh si, si, sigue así por favor —  las piernas se enredaron en las caderas del castaño para así poder darle más espacio al mayor y le hiciera sentir mejor de lo que ya lo estaba haciendo —  te quiero más dentro de mí —  rogó, sintiendo el placer acumularse en su vientre bajo, ese cosquilleo que le anticipaba la llegada del clímax. Lo sentía. Pero aun no deseaba llegar, quería tener al castaño aún más tiempo, lo necesitaba —  Emanak, amor, yo quiero estar más conectado contigo ¡ahhh….Dios!

—  Más ¿quieres más? —  en sus labios se formó una sonrisa, sus manos iniciaron a acariciar los costados del menor provocándole nuevos espasmos, nuevas formas de hacerle sentir un placer nuevo. Sus dedos se deslizaron por toda la cintura del peli plateado, su boca bajó a los pezones del menor, lamió el botoncito rosado sintiendo como el menor se estremecía —  Aún no te corras —  pidió mientras iniciaba a succionar ese delicioso pezón. Su mano llego al miembro que estaba apretado entre sus dos cuerpo, lo acarició y luego inició a masturbarlo, lo escucho gritar de placer, estaba completamente duro. Eso era tan delicioso. Salió del cuerpo de su amante para después entrar de una sola estocada y diablos, se sintió muy bien y supo que a Orez también le gustó. Repitió varias veces el mismo movimiento, golpeando directo el punto de placer de su querido vampiro.

—  Dios Emanak…si, si, más —  rogó mordiendo su labio inferior y su mano se dirigió a los cabellos castaños jalándolos hasta que se separó de su pezón, jadeaba de placer. Cerró sus ojos y se acercó a los labios del mayor besándolo apasionadamente, sus lenguas se encontraron, juguetearon juntas y sus colmillos se enterraban sin querer en la piel del contrario volviendo el beso sangriento y lujurioso, sus cuerpos se movían a un ritmo mucho más rápido que antes —  Me tengo que…correr —  aviso sintiendo espasmos del evidente orgasmo que iba a tener, se separó de los labios de su amante —  Muérdeme —  pidió acercándose al cuello del contrario y mordiéndolo sin preparación alguna, no creía que iba a aguantar mucho. Tal como él había hecho, su amante también lo mordió de la misma forma salvaje y deliciosa.

En el momento en que ambos tenían los colmillos en el cuerpo del contrario,  llegaron juntos al clímax corriéndose. El orgasmo recorrió sus cuerpos dejándolos satisfechos, la conexión nuevamente estaba completa. Unos cuantos sorbos más y se separaron para sonreírse.

—  Te amo Orez —  ronroneó besándolo en los labios y abrazándolo con fuerza.

—  Yo también —  le dijo con una sonrisa en sus labios —  Te amo idiota —  murmuro bajito y cerró los ojos — Hay que descansar Emanak.

—  Lo sé —  respondió acomodándose mejor sobre su amante y saliendo de su cuerpo, repartió pequeños besos sobre sus hombros y pecho —  Hasta un rato —  dijo cerrando sus ojos.”

 

Zero despertó de su trance sintiéndose ligeramente cambiado además de su sed de sangre, pero no cualquier sangre, quería, deseaba y anhelaba la sangre “prohibida” de Kuran Kaname. Se relamió los labios hambriento al verlo allí parado de cierta forma tan desprotegido, en sus labios se formó una sonrisa algo sádica. Se acercó como un felino a su presa, aunque no estaba muy lejos, solo estaba a paso y medio. Su boca se aproximó de inmediato a ese cuello blanquecino que en estos momentos estaba siendo tapado por la maldita tela de la camisa, sus manos se dirigieron a la prenda rajándola para tener acceso a la piel que necesita, pasó su lengua por el área de mordedura donde las venas palpitan y marcan el pulso, dilato la piel hasta que estuviera lista y en ese momento enterró sus colmillos suavemente en la piel del castaño con un pequeño gemido de placer.

Sentir los caninos atravesarle la piel del cuello le hizo salir del trance en el cual estuvo sumido hace solo unos minutos, sus ojos se abrieron mostrando sus iris color rojo sangre por la sed y lujuria que en estos momentos estaba recorriendo su cuerpo gracias a la mordedura de su amante. En sus labios se formó una sonrisa satisfecha, sus manos se pasearon por la espalda de su amante hasta llegar a sus glúteos, apretándolos con lujuria para después empujarlo hacia su cuerpo y así chocar sus hombrías ya erectas. Su lengua se paseó sobre su boca de forma felina como si estuviera saboreando lo que vendría. Sus manos iniciaron a rasgar la ropa de su amante y la suya con rapidez. También quería comerse rápido a su esposo, quería estar dentro de su ser, quería estar completo como antes, ahora que al fin había recuperado sus recuerdos perdidos.

~

Leyenda de amor

— Buenos días — saludo el desconocido de brillante cabello negro con una gran sonrisa en su rostro, sus ojos color verde recorrieron a los recién llegados, en especial a los gemelos — Es un placer tenerlos aquí — dio una elegante reverencia — Mi nombre es Chris Williams, a su servicio.

— Buenos días — murmuraron ambos gemelos observando al chico y luego su vista se dirigió a los demás habitantes del pueblito, no pudiendo evitar regalarles una sonrisa de amabilidad que fue correspondida. Ese lugar estaba lleno de paz. Cerraron los ojos y tomaron aire sintiendo ese olor a naturaleza, el olor de la calma.

Todo el lugar era verde, arboles gigantes por todos lados. También había un rio y un poco más allá una cascada. De verdad el sitio era hermoso. A simple vista habían muchas casitas que debían ser de los habitantes.

— ¿Les gusta? — Interrogo el pelinegro — Esa cabaña será donde ustedes se quedarán, lamento no poder darles algo mejor pero...

— ¿Eh? No se preocupe por ello, nosotros estaremos bien allí — aseguro el peli plateado mayor tomando la mano de Emanak.

— Mi hermano tiene razón, en esa cabaña estaremos perfectamente los seis. Muchas gracias por su hospitalidad — hizo una leve reverencia.

— No hay de que — sonrió nuevamente — De seguro están agotados, así que ¿por qué no van a descansar? A todo esto la cabaña solo tiene cuatro camas — menciono mordiendo un poco su labio inferior, mostrando así su nerviosismo.

— No se preocupe, nosotros veremos cómo nos organizamos. Lamento mi falta de respeto mi nombre es Naruk Emanak, soy el novio de Orez — se presentó e hizo una reverencia.

— Yo soy Uojihci Amukat, un gusto conocerlos — hizo una leve reverencia al igual que su amigo y vio a su amante de reojo y por lo visto aún está enfadado, suspiro.

— Amo ¿por qué no van a descansar? — sugirió el pelirrojo viendo a su joven amo con su carita de cansancio — Usted también debería ir, amo Orez.

— Si vamos a dormir un poco, gracias — el peli plata sonrió una vez más y tomo la mano de su amante — Con su permiso — jaló al castaño y vio a su gemelo para que le siguiera también.

— Con su permiso — expreso el menor de los hermanos y siguió a su gemelo tomando la manga de la camisa del rubio jalándolo para que fuera con él. Estar enfadado con el no significa dejarlo solo en ese lugar para que alguien más se le insinuara, no es tonto, el rubio es guapo y es suyo.

— Permiso — alcanzo a decir el vampiro dejándose jalar por su amante, de cierta forma eso le hizo feliz.

Entraron a la cabaña algo curiosos por lo que podrían llegar a encontrar dentro. Sus ojos viajaron por el lugar, era pequeña pero a la vez amplia en cierto modo o al menos así se sentía, además de que tenía algo que lamentablemente ellos nunca tuvieron en su hogar: el "calor hogareño". En su interior sintieron algo de nostalgia, pero se prometieron nunca perder ese sentimiento de estar en casa y protegidos, como si ese lugar fuera tan fuerte que nada malo les podría alcanzar.

— Vamos a descansar — pidió Emanak — Yo no tengo problemas de dormir con Orez, si es que a él no le molesta — sus ojos buscaron los de su amante para saber si estaba bien dormir juntos.

— No me molesta — sus palabras se tropezaron una con la otra por el nerviosismo que le provocaba el dormir con Emanak Naruk, sintió como sus mejillas se calentaron por el sonrojo que estaba sintiendo en esos momentos.

— Vamos a elegir una habitación — su voz sonó algo ronca por la excitación que estaba recorriendo su cuerpo en esos momentos al saber que dormiría con su querido peli plateado — yo creo que Amukat debería dormir con Urihci, para así dejar que Alexis y Alesio puedan descansar en camas separadas — la falsa inocencia en sus palabras solo hizo que el menor de los gemelos frunciera el ceño algo molesto.

— Uri creo que sería lo mejor — decidió intervenir Orez antes de que su hermano lanzara alguna palabrota — Alesio y Alexis merecen descansar bien, se han esforzado mucho últimamente ¿Por qué no haces un esfuerzo? — le pidió esperando que eso fuera suficiente para que accediera a dormir con el rubio. Sabía perfectamente lo importante que eran sus protectores para él, así que lo más seguro era que aceptara.

Urihci frunció el ceño notoriamente, iba a reclamar o a decir algo ofensivo hacia el rubio. Sin embargo, mordió su lengua y soltando un suspiro de cansancio tomo la muñeca del mayor jalándolo hasta el segundo piso de la cabaña.

—Si, como sea —murmuro haciéndose el orgulloso.

Busco la habitación que más se acomodara a sus gustos (con vista a la cascada) sonriendo ampliamente una vez la encontró. Entro al cuarto analizándolo con la mirada, no era nada del otro mundo, en medio había una gran cama y un poco más lejos tenía un armario. Era simple pero a la vez perfecto, soltó la mano del rubio y lo miro.

>> Esta será nuestra habitación, quiero el lado izquierdo de la cama, no mejor el derecho… etto… no, no, me sentiré más cómodo en el lado que dé a la ventana así que ese lugar es mío — sentencio inflando sus mejillas en un acto infantil — ¿Tu prefieres algún lugar en especial?

—  ¿Mi lado preferido? —Cuestiono viendo como el menor asentía levemente, sonrió como un bobo —Bueno mi lugar favorito es a tu lado, estando contigo es todo lo que necesito para ser feliz —ronroneo con su sonrisa pegada a su rostro.

—  ¿Eh? —  se sorprendió por lo que dijo el vampiro que estaba delante de él. No pudo evitar que sus mejillas tomaran un color rojo, bajo un poco su cabeza tapando de esa manera sus ojos con su flequillo, dio unos pasos algo temeroso y al alcanzar el cuerpo del rubio rodeo su cintura con sus brazos —  Eres un idiota —  ofendió y alzo su cabeza para probar esos labios que estuvo en todo su viaje tentado a probar.

Amukat estaba preparado para los insultos del peli plata, pero lo que no se espero fue que se acercara, le dijera una palabrota, para después rozar esos suaves labios contra los suyos. La sensación fue maravillosamente buena, tener esa calidez contra su boca lo hacía querer nunca separarse, sonrió internamente, sus manos rodearon el cuerpo del menor y lo atrajo más hacia sí mismo, volviendo el beso más apasionado, sus lenguas se encontraron  acariciándose sensualmente, haciendo de esa manera que ambos cuerpos comenzaran a “despertar” teniendo espasmos de placer.

Las manos del  peli plata cambiaron de posición dirigiéndose a la camisa del mayor, dejando sus dedos aferrarse a ella, debía tener fuerza en sus piernas que estaban volviéndose como gelatina “Diablos besa tan bien” se separó del rubio para tomar así el aire necesario que sus pulmones le estaba pidiendo, jadeo aun deseoso por seguir sintiendo el delicioso sabor del rubio, sus ojos se encontraron con los verdes que en estos momentos ardían de pasión, se perdió en ellos unos momentos y sin darse cuenta su amante ya lo tenía entre sus brazos elevándolo del suelo y llevándolo a la cama para acostarlo en ella con esa sonrisa de "Eres mío".

—  Uri deberías quitarte la camisa —   ronroneó, pasando sus manos de forma vana por la prenda de su amante iniciando a soltar cada botón. Sus ojos delineaban cada rasgo del rostro del menor. Tan finos, perfectos y su cabello esparcido por el edredón le hacía ver tan hermoso.

—  ¿Me quieres desnudo? —   la voz del menor salió ronca gracias al placer y anhelo que estaba recorriendo su cuerpo.

—  Si, te quiero desnudo para mí —   su lengua paso por sus labios como un gatito una vez que tuvo el pecho desnudo del peli plata frente a sus ojos —  Además, es bueno para tu piel lastimada —  sus manos bajaron hasta los pantalones del contrario abriéndolo lentamente.

—  ¿Tú y tu lengua ayudarán para que mi piel mejore, no? - cuestiono de forma inocente mientras lamia su labio inferior con sensualidad...en sus labios se formó una sonrisa coqueta, se sentó en la cama agarrando la camisa del rubio y con algo de malicia la desgarro teniendo así a su amante desnudo en la parte de arriba, luego levanto su rostro y puso sus ojitos de niño bueno e inocente.

—  Niño malo —  comento el rubio negando con la cabeza creando así un juego erótico —  Tu carita de inocente no te salvará de tu delicioso castigo —  le aseguro bajándose los pantalones y bóxer, y una vez desnudo se acercó al peli plata posicionándose sobre el —  ¿De qué manera debería castigarte? —  le pregunto iniciando a lamer la piel quemada. Como le gustaría sanar esa piel, desaparecer esas manchas que osan invadir el cuerpo de su novio.

—  Un castigo...castígame de una manera que disfrute —  comento enredando sus piernas en las caderas del rubio jadeando por el placer recorrer su cuerpo —  Algo delicioso —  gimió de deseo, movió sus caderas —  Amu —  soltó aquel nombre con voz suave y suplicante, no se conformaría solo con la lengua del mayor en su piel, quería más, sus manos, sus dedos, su pene. Lo quería todo.

—  ¿Qué deseas? —   pregunto tomando el miembro del menor entre una de sus manos, masturbándolo lentamente, llevándolo al límite casi de una manera tortuosa —  Dime ¿Qué deseas que haga? —   le pidió con una sonrisa juguetona — ¿Quieres que te toque mas? ¿Qué te lama? ¿Qué es lo que deseas?

—   Te quiero dentro de mí, quiero que me hagas el amor, no quiero solo tu lengua en mi cuerpo, te quiero a ti entero incluso quiero tu... tu... tu... ya sabes "eso" que sale de "esa parte" y llena mi cuerpo —   su cara se puso roja por las palabras que salieron de su boca y sintió que la habitación se hizo más y más calurosa, no sabe si estaba bien decir ese tipo de cosas pero...

No pudo evitar reírse bajito ante lo inocente que puede ser su querido amante. ¿Cómo querer castigarlo? cuando hace esas escenas de ternura. Será mejor complacerlo solo por esta vez, soltó el miembro del menor oyendo un gemido de reproche.

—   Como gustes —   ronroneo sobre sus labios para después empezar un delicioso beso. Al principio calmado, pero al sentir que su peli plata iniciaba a responder lo volvió más pasional, sus caderas iniciaron a rozarse con las contrarias sintiendo la dureza del pene del otro. Una de sus manos se dirigió a la entrada deteniéndose unos segundos antes pues debía ser más delicado en prepararlo, enterró una uña en uno de sus dedos dejando que su sangre empapara sus dígitos y volviendo a su posición anterior introdujo uno en ese lugar  “sagrado” para él. Inicio a prepararlo de manera suave y calmada oyéndole gemir quedito, su boca se fue al cuello del menor y su mano libre a uno de los pezones apretándolo sutilmente.

—   Ah...ah...ah...Dios —   movió sus caderas al ritmo que Amukat estaba marcando, pero quería mas dentro de su cuerpo —   Amu por favor —   suplico sonrojándose notoriamente —    Quiero ma... mas. Oh ¡sí! —  Gimió complacido al sentir el segundo dedo entrar en su cuerpo abriéndolo más y más —   ¡Sí! Que delicia, Amukat por favor—    rogó, no solo quería los dedos allí, quería el pene del mayor entrar lentamente hasta tocar ese punto en su interior.

El rubio sonrió satisfecho, para después morder delicadamente uno de los pezones del chico entre sus brazos. Sus dedos se movieron hábilmente y con fluidez introdujo el tercer digito en ese estrecho y delicioso lugar. Se abrió camino y los movió con rapidez hasta tocar ese lugar en especial del menor viendo como este se arqueo en la cama poniendo los ojos en blanco y soltando un gran gemido de placer además de mover sus caderas en búsqueda de más.

>> Ahh ¡sí! Amu... Da...dame más...Ahh oh si — grito de placer al sentir los golpes de los dedos de su amante en su interior se sentía tan rico — quiero...Quiero tu...Tu pene — rogo sintiendo esos dedos moverse a gusto en su interior llevándolo lentamente al límite.

Los besos del vampiro poseedor de ojos color verde, bajo sus besos y mordeduras hasta la cadera del menor. Sus labios descendieron un poco más tomando la punta de su miembro entre su boca, lo succiono oyéndolo gritar aún más fuerte que antes, eso lo hizo sentir tan bien consigo mismo.

—   Shh…nos van a escuchar — ronroneo y volvió a meter el miembro del menor en su boca, oyéndolo gemir e intentando reprimir éstos.

—   Es... es tu... tu culpa —   alcanzo a decir y mordió su mano para no gemir tan alto, si las cosas seguían así se iba a correr muy pronto... —  Amu me voy a...

—   No, no, aun no —   dijo el rubio con una sonrisa alejándose del pene del peli plata y sacando sus dedos del interior del chico —   Aún es muy pronto para que te corras —    le beso castamente.

—  ¿Por qué? —  Hizo pucheros —   Es tu culpa que este al límite, al menos déjame correrme —   expreso frunciendo el ceño —   Hazte responsabl... —    los labios del rubio se posaron sobre los del menor callándolo de esa manera.

—  Me hare responsable amor —   se separó y corto su mano para untar su sangre en su pene —   Te hare gozar —  aseguro—  No te arrepentirás de esperar.

—  Eso espero —  gruño moviendo sus caderas esperando que así el rubio se diera cuenta de que quería que se apresurase, pero al parecer no entendió —  Hazlo rápido, te quiero dentro ahora —  lo miro serio.

 —  Si amor — sonrió posicionándose entre sus piernas, alineo su miembro en la entrada del sangre pura e inicio a introducirse dentro del chico —  Cuando estés listo avísame — pidió y atrapo su boca con la suya, una vez estuvo completamente dentro se quedó quieto esperando la señal para moverse.

Mordió el labio inferior de su amante, se sentía extraño ser tan llenado por el pene del mayor. Aunque dolió, se sentía placentero, ahora quería que se moviera y fuera mejor.

—  Muévete ahora —  urgió moviéndose para crear fricción —  Hazme gozar, hazlo duro —  rogo enterrándose sus uñas en la espalda del mayor.

—  Tan exigente —  susurro moviéndose a un ritmo suave, haciendo que el menor protestara de inmediato. Se rio bajito y luego hizo una mueca de dolor por las uñas del menor enterradas en su espalda. Aumento la velocidad en sus embestidas haciendo que así, su amante gritara de placer sin contenerse, aquello lo llenaba de orgullo, jadeo de placer al golpear la próstata de Urihci porque las paredes anales le apretujaron de una manera deliciosa. Siguió golpeando duramente ese lugar mientras su boca iniciaba a morder la piel del menor, el cuello, los hombros, los pezones.

Urihci arqueo la espalda y enredo sus piernas en las caderas del rubio, sus manos se dirigieron al cabello del chico y lo jalo hasta tenerlo frente a su rostro. Le sonrió y lo beso apasionadamente intentando de esa manera mostrarle todo su amor. Sus caderas se movieron al ritmo que marcaba su amante, de esa manera se sentía conectado al mayor, esa sensación le hacía sentir que estaba completo, dos almas gemelas uniéndose en el acto puro del amor. Se separó del beso y mordió su labio. Lo miro con algo de malicia y en un momento en el que Amukat estaba desprevenido invirtió las posiciones, dejando al vampiro mayor bajo su cuerpo, se acomodó encima de éste, quedando sentado sobre él.

—  Lo diré…una sola vez…así que…escúchalo bien rubio tonto —  tomo aire mientras soltaba pequeños gemidos de placer —  Te amo. Aunque seas un idiota, te amo —  se sonrojo al ver la felicidad reflejada en los ojos verdes del vampiro, se inclinó, beso castamente y volvió a su posición original. Contoneo sus caderas oyendo gemir quedito al sangre pura, sus manos se dirigieron al pecho contrario mientras iniciaba a moverse sacando y metiendo el miembro en su interior. Al principio fue lento, pero luego aumento la velocidad a una que a él se le hacía cómoda y al mismo tiempo fascinaba. Enterró sus dedos en la piel contraria apoyándose de esa manera, estaba a punto de correrse —  Amukat —  gimió el nombre dejando escapar hilitos de saliva echo su cabeza hacia atrás mostrando de esa manera su éxtasis —  Dios…Amu —  aumento un poco más su propio ritmo dejando esta vez caer por completo sus caderas sobre el miembro contrario haciendo que estuviera completamente dentro de su cuerpo —  Siii…ahh…si, si, si —  siguió moviéndose frenéticamente sintiendo que estaba a punto de llegar.

Escuchar la frase “te amo” lo dejo de cierta forma fuera de juego unos segundos, eso lo hizo sentir tan feliz. Ahora Urihci podría hacer lo que quisiera con su cuerpo, su alma se sentía completa al fin. Sonrió amablemente dejando que tomara el control con las embestidas, sus manos acariciaron los muslos del menor enterrando delicadamente sus uñas en ellos, hasta subir y tomar entre su mano el miembro del menor que pedía atención, lo masturbo con habilidad sintiéndolo tenso y viendo las gotas del pre semen.

—  Delicioso —  ronroneó, iniciando a mover sus caderas para ayudarle a su querido prometido en su tarea —  Córrete para mí, Amor —  le pidió de forma suave y como si esas palabras fueran mágicas el menor se corrió manchando la mano y vientre del mayor, movió un poco más sus caderas para que Amukat también le llenara.

—  Ahh… ahh... ahh uhm ahh —  jadeo moviéndose más hasta que se sintió llenado por el semen de su amante quien dio un grito de placer, sonrió y se dejó caer sobre el rubio —  Idiota —  susurro boqueando por aire y busco la boca de su amado para besarlo con ternura y amor —  Te amo —  murmuro cerrando sus ojos.

Amukat respondió el beso y lo abrazo con ternura, su mano manchada la llevo a su boca y la lamio sacando todo rastro de semen.

—  Te amo mucho amor —  dijo besándole la frente —  Sabes rico —  le dijo al oído.

Abrió sus ojos de golpe y lo vio lamerse la mano sacando todo su líquido blanco…

—  Pervertido —  le grito sonrojándose furiosamente —  Pervertido, pervertido, pervertido —  repitió hasta que le besaron para que se callara.

—  Solo contigo —  concordó cerrándole un ojo y salió lentamente del interior del menor —  Te amo tanto mi hermoso peli plata —  lo estrecho entre sus brazos.

—  Idiota pervertido —  susurro cerrando los ojos quedándose dormido de esa manera, sintiendo paz en su interior.

 

~

Orez mordió su labio inferior pensando si estuvo bien el haber mandado a su gemelo con el rubio... ¿qué pasa si lo mata o algo por el estilo? Aunque tampoco es como si su hermano fuera un asesino serial, así que si lo ve objetivamente, es casi imposible que eso suceda. Sin embargo Urihci está enfadado por lo que si es un poco impredecible, así que todo es posible, incluso la muerte del vampiro de ojos verdes.

— Orez ¿en qué piensas? — Pregunto desabotonando su camisa dejándola caer por sus hombros y brazos — Estás muy serio — añadió.

— Solo pensaba que tal vez fue mala idea el haber mandado a Amukat-san con Uri — expreso afligido.

— ¿Por qué crees que fue mala idea? —pregunto el castaño viendo al peli plata.

—Es que Uri está enfadado… ¿Qué tal si lo mata? —Pregunto mordisqueando su labio inferior —El otro día casi lo drena por completo, tal vez ahora no se controle y lo mata a golpes o lo descuartiza con su espada o lo quema…o…o…

—Tranquilo no creo que eso suceda, amor. Además Amukat se sabe defender, de todas maneras tu hermanito está enamorado de mi amigo por lo tanto por mas enfadado que este, su corazón le ama y le impedirá dañarlo —aseguro con una suave sonrisa surcando su rostro.

— Si pero Uri es algo impredecible cuando está enfadado así que es posible que… — lo miro a los ojos del castaño viendo esa seguridad que le hacía sentir tranquilo de cierta forma.

— ¿Recuerdas la mirada de culpa de tu gemelo cuando casi mato a Amukat? — interrogo intentando tranquilizar a su novio.

— Si la recuerdo pero ¿Qué quieres decirme con eso? — su cara mostraba la confusión que ahora está en su cabeza.

— Te quiero decir que tu hermano ama demasiado a Amukat como para querer lastimarlo o herirlo — ronroneo dándole un suave beso en los labios — Así que tranquilo.

— Oh, está bien — suspiro para tranquilizar su inquietud y se inclinó un poco para besar al mayor —  Tienes razón me estoy preocupando por nada…es mejor que descansemos — comento estirándose.

— Eso es, así está mucho mejor — con ternura le acaricio la mejilla para después besarlo pausadamente — Pongámonos algo mas cómodos — pidió — Además estoy seguro que se reconciliaran.

— ¿De verdad lo crees? — Pregunto sacándose la ropa con calma — Uri aún parecía enfadado.

— Cierto, pero eso es porque se está haciendo el orgulloso, solo espera y veras que se darán duro — se rio bajito.

— Oye, no digas ese tipo de cosas — le regaño sonrojándose un poco — ya, mejor descansemos — comento poniéndose un pijama y se acostó en la cama.

— Lo siento, pero de verdad yo creo se darán duro — murmuro y también se puso ropa de descanso acostándose al lado de su amante.

— Idiota — mascullo cerrando los ojos pero el aroma a sangre llego a su olfato y se paró de inmediato — Ese olor es la sangre de Amukat-san, lo están matando — comento preocupado.

— No creo que lo esté matando tal vez lo mordió o…

— Vamos a ver — le urgió caminado casi corriendo a ver que sucedía.

— Si eso te hace feliz — suspiro cansado siguiendo a Orez.

Llegaron a fuera de la habitación de donde provenía el aroma a sangre, el peli plata iba abrir la puerta cuando escucho los gemidos y el “muévete ahora… hazme gozar, hazlo duro” se separó de la puerta con sus mejillas rojas.

—Volvamos a descansar —susurro y luego escucho un grito de placer —      ¿Qué no lo pueden hacer más silenciosamente? —susurro corriendo a su habitación.

—Jajaja te lo dije —se rio el castaño pero se calló cuando vio la mirada furiosa de su esposo —Perdón, perdón, pero nadie se está matando.

— Cállate —exigió acostándose en la cama tapándose por completo.

—Te amo —le ronroneo abrazándolo mientras le daba pequeños besos en el cuello —Quizás nosotros deberíamos…

—No quiero —gruño bajito.

—Oh está bien, entonces descansemos por ahora — ronroneo apegándose a su amante.

 

~

Chris les sonrió una vez más a los guardianes de los gemelos y los vio dirigirse a la cabaña, mañana hablarían con más calma de la situación en la cual ahora se encuentran. Suspiro algo cansado viendo a los habitantes de su pueblo, sabe perfectamente que no todos están contentos con la llegada de los príncipes, se les nota en la cara y en los cuchicheos que están haciendo en estos momentos.

— ¿Chris podemos hablar? —pregunto una voz muy conocida para él, su mano derecha, el hombre en el que más confía y que sabe nunca lo traicionará, Kaito Takamiya. Un castaño de ojos color pardo, serias facciones y de estatura promedio, es amable aunque siempre dice que no es cierto.

—Claro Kai, vamos al prado — soltó las palabras con voz seria esperando que nadie más le siguiera, debía ser una conversación privada. Dio media vuelta e inicio a caminar hasta el lugar antes mencionado; se paró en medio del lugar suspirando e imaginándose lo que le iba a decir el castaño.

El chico frunció el ceño siguiendo a su líder y amigo, se apoyó en un árbol con sutileza y enarco una de sus cejas.

— ¿Crees en verdad es una buena idea el tener a esos sangre pura aquí? —pregunto directamente, él no es de los que se andan con rodeos.

— Siempre tan directo —miro los ojos del hombre frente a el — ¿Por qué sería una mala idea, Kai-chan?

—Ya deja de llamarme así —su voz salió irritada — Es claro el por qué…ellos traerán problemas Chris, además, nadie te asegura que esos seis sean buenas personas — gruño cruzándose de brazos.

— Tampoco es como si pudiéramos asegurar que sean malos, además necesitan ayuda —se acercó un poco al castaño —no les puedo negar la ayuda…

— ¿Chris por qué siempre eres tan malditamente confiado? Esos nos traerán problemas y lo sabes ¡por Dios, están escapando! Hay que tener dos dedos de frente. Los que los persiguen vendrán a destruir nuestro pueblo y dirán que los secuestramos o algo así…hay tantas posibilidades para que nos maten —lo enfrento — Aparte no todos están de acuerdo…

— Sé que hay un grupo que está en contra de que se queden aquí, pero no cambiare mi decisión, ellos se quedaran aquí y los protegeremos si es necesario…los príncipes son los de la profecía.

—Eso nadie lo puede asegurar Chris —bufo molesto —Además yo no pondré en riesgo mi vida por ellos, ni siquiera los conozco. Aparte de todo eso son los hijos de los reyes, estúpidos ricos que creen que pueden hacer lo que sea…tsk… —chasqueo los dientes.

—Kaito porque no los conoces, no se ven que sean malas personas — aseguro y se acercó un poco más al castaño hasta alcanzar el cabello de este y se lo acaricio con dulzura —Dales una oportunidad —sonrió.

—Eres un idiota cuando quieres, corazón de pollo —gruño dándose vuelta —Los conoceré, pero yo los tratare como unos vampiros comunes, nada de honoríficos o reverencias. Eso no va conmigo, serán solo uno más del pueblo y no pidas nada mas —inicio a caminar —Y no prometo nada de nada.

—Está bien —acepto siguiéndolo con una sonrisa en su rostro, Kaito es como un niño que hace un berrinche —Espero todo salga bien…—su mirada se volvió seria y se giró bruscamente hacia los árboles, alguien había observado pero ¿Quién? —Kaito…

—Si lo sentí hay que tener cuidado y advertirles a los nuevos —murmuro — Iré a ver de quien se tra…

—No…déjalo así —siseo intentando olfatear al intruso, pero un aroma extraño obstaculizaba el aire, no pudo oler nada — Déjalo así es peligroso —murmuro.

—No soy frágil Chris…

— Kaito…

—Está bien, está bien. Vamos a ver al pueblo —tomo aire y vio una sombra moverse rápidamente, pero pudo visualizar un collar en forma de cruz.

— ¿Viste algo?

—Uhm…creo…un collar con un colgante de Cruz, como el de…

—Daisuke —termino la frase de Kaito.

—Eso creo

—Tengamos cuidado —junto sus manos hiriendo su dedo medio —Protección —conjuro creando un campo de energía.

— ¿Sospechas de él, Chris? —pregunto el castaño caminando a su lado.

—Sí, desde hace un tiempo —suspiro — Ha estado extraño.

—Oh…entonces tendré más cuidado cuando trate con el…yo también he visto cambios en su actitud…en fin, vamos —sonrió.

—Buen niño — le acaricio nuevamente los cabellos.

—Idiota — gruño.

 

~

 

Una vez más, una vez más, solo una vez más maldición.

El rubio llevo sus manos a sus cabellos alborotados y jaloneo desesperado, como si haciendo esa acción podría tener una respuesta de como descifrar ese extraño idioma.

— ¡Ahhhh! —grito entrando en la desesperación.

— Aidou — llamo el peli naranja observándolo con seriedad, era la quinta vez en una hora que sucedía lo mismo —  Ya basta Aidou, debes descansar.

 — No, aun no, solo un poco más y podre descifrar este maldito lenguaje antiguo —  expreso seguro de sí mismo.

—  No, me arte Hanabusa. Has estado trabajando en eso por meses y no has descansado como debe ser, así que hoy descansaras quieras o no —  exigió el vampiro controlador del fuego.

—  Pero Kain, Kaname-sama quiere saber qué es lo que suce…

—  Kaname no querría que estés tan desgastado —  gruño cerrando el libro y viendo la cara de indignación del rubio.

—  ¡Kain! —  protesto.

—  Kain nada —  tomo aire —  Vamos —  su mano agarro la de su amante y lo jalo —  Eres vampiro, pero eso no significa que seas inmortal y no significa que no te canses. Maldición Aidou, eres un idiota —  lo abrazo con fuerza —  Estoy preocupado, descansaras o te obligare a hacerlo.

—  Kain —  murmuro bajito y lo abrazó. Con honestidad iba a reclamar, pero el tono de voz de su primo lo conmovió —  Esta bien —  acepto murmurando bajito y luego lo beso castamente —  Pero tendrás que dormir conmigo.

—  No te dejaría solo —  le sonrió tomándolo en brazos —  Jamás —  lo llevo hasta su habitación acostándolo en la cama y él se acomodó a su lado para así poder dormir bien —  Aidou…te amo —  le dijo besándolo con suavidad —  Podrás leerlo cuando no te afecte saber la verdad…

Fin del capítulo.

Te contare un bello sueño la próxima noche.

Esta historia continuara.

Notas finales:

¿Qué tal espero que les haya gustado? lo hice con mucho amor para todos ustedes quieren que explique mejor algo? haganmelo saber, quieren que escriba algo en especial? haganmelo saber que su autora hara todo lo posible para escribirlo :D 

bueno los dejo recibo sugerencia reclamos, tomatasos lo que ustedes estimen conveniente ah y tambien felicitaciones haganmelo saber todo por sus hermosos

¿reviews?

 


ahora si hasta pronto nos vemos en el proximo cap de este y otro fic 

 

Sol chan


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