Secretos de la antigüedad: amor eterno.
Y para estar total, completa, absolutamente enamorado, hay que tener plena conciencia de que uno también es querido, que uno también inspira amor. (Mario Benedetti)
El amor jamás reclama; da siempre. El amor tolera, jamás se irrita, nunca se venga. (Indira Gandhi)
El Amor es el significado ultimado de todo lo que nos rodea. No es un simple sentimiento, es la verdad, es la alegría que está en el origen de toda creación.
Capítulo 3: Día de los enamorados.
Kaname Kuran está sentado en el sofá sobándose las sienes, en realidad esta tan cansado, solo desea dormir un poco, nada más que eso, no es mucho pedir ¿verdad que no?
Se preguntaran porque este hermoso sangre pura y el más poderoso esta tan cansado, sin embargo, ¿acaso ustedes saben lo que es complacer a su amante durante toda una semana haciéndole el amor sin descansó alguno?, bueno si ha tenido uno que otro respiro pero con honestidad no supera ni las dos horas; ahora no sabe cómo es que su niño tiene tanta resistencia, esta tan despierto, tan feliz, y eso que no ha dormido más que el… Dios, cuando Zero le dijo que “iban a recuperar los dos meses”, nunca pensó que hablaba tan literalmente…
El castaño suspiro cerrando lentamente los ojos pero luego los abrió de golpe, no debe dormirse porque actualmente Zero está paseando con Lily dando una vuelta por el lugar, si es verdad que ahora le convendría descansar, porque su amante está ocupado en otra actividad, pero está esperando a Aido que lo mando a llamar para darle su “tarea”.
Pasaron unos cortos minutos que para el castaños fueron eternos, y un chico rubio de hermosos ojos azules mar, cabello alborotado, vestido con una camisa azul y unos pantalones blancos, apareció haciendo una reverencia, al frente del sangre pura.
— Kaname sama – saludo educadamente el chico – ¿me mando a llamar?
— Aido – susurro Kaname y sacudió un poco su cabeza – puedes sentarte – le dijo con una cálida leve pero muy leve sonrisa.
Aido quedo sorprendido ante esa sonrisa pero se sentó en el otro sofá con tranquilidad y espero a que Kaname le dijera por qué lo mando a llamar.
>> Seré directo Aido – expreso el castaño – quiero que investigues los poderes de Zero e Ichiru, quiero saber todo sobre aquello– pidió el castaño.
— Con todo el respeto Kaname sama – expreso el rubio – ya he estado investigando un poco – comento.
— En serio – dijo algo sorprendido pero no molesto - ¿Qué has descubierto? – pregunto curioso.
— Mm… nada – dijo en un suspiro de resignación – con honestidad solo he investigado los poderes de Ichiru sama pero… he leído todos los libros pero no sale nada, el único en el cual salió algo, las letras desaparecieron – expreso frustrado – es como si ocultaran algo, he intentado colarme en la sección de libros prohibidos pero no puedo, ya sabe que necesito un permiso… pero aun así creo que sería difícil leer esos libros – comento – se necesita sangre pura para ello, sangre pura de ancestros para que las letras aparezcan o la sangre de los descendientes de los antiguos reyes – susurro.
— ¿Mi sangre? – pregunto el castaño.
— Eso creo Kaname sama, con honestidad no estoy seguro, nadie ha podido leer esos libros ni siquiera los que los cuidan – comento.
— Pero los sangre puras si pueden sacar los libros aunque no lo pueden leer – susurro.
— Exacto – expreso el noble.
— Bien, la próxima semana iremos a sacar esos libros que necesitas – expreso el castaño – pero también investiga los poderes de Zero – pidió.
— Claro Kaname sama – dijo con una sonrisa – con mucho gusto.
— Esta semana intenta investigar cómo podríamos leer los libros prohibidos – ordeno el castaño.
— Por supuesto Kaname sama – expreso.
— Puedes retirarte Aido.
— Si, Kaname sama – expreso y se paró del sofá – con respeto le diría que debería descansar un poco – comento y luego hizo una reverencia – con permiso – dijo yéndose del lugar.
Kaname suspiro echando la cabeza para atrás y cerrando los ojos, al parecer será mucho más difícil de lo que pensó el descubrir la fuente de los poderes de los kiryuu, ¿habrá algo oculto detrás de esos poderes?, quizás algo que nadie más sabe, un secreto oculto…
En la sangre…
Qué cambiara el mundo
Dónde la verdad de la antigüedad saldrá a flote
Sin darse cuenta de sus insólitos pensamientos se dejó vencer por la manta cálida del sueño, descansando al fin un poco para después seguir cumpliéndole a su amante si es que Zero así lo desea.
-.-
Un bello joven de cabello color plata, hermosos ojos coloridos de amatista, esta vestido con un pijama de algodón color violeta, con bordes blancos, de dos piezas; en estos momentos se encuentra acostado en su cama con su gatito en su vientre, le acaricia calmadamente su cuerpo, oyéndolo ronronear, le encanta estar así con su gatito, ha crecido tanto desde que le encontró, pero aún sigue igual de juguetón y de vez en cuando hace una que otra maldad, sin embargo solo es un gatito así que no le castiga solo le regaña.
— Ichiru – llamo Takuma entrando a la habitación encontrándose con su lindo esposo acostado con el gato.
— Buenos días – saludo Ichiru con una sonrisa – Taku saluda a papá – pidió el peli plata.
El gato rubio observo al otro ocupante de la habitación.
Nya… maulló y se volvió a acomodar en el vientre de Ichiru.
— Buenos días hijo – expreso Takuma sentándose en la cama acariciándole la cabecita al gato e inclinándose para besar los labios de su peli plata, en un contacto urgente.
— Hoy no trabajaras ¿verdad? – Pregunto Ichiru calmadamente y con delicadeza tomo a su gato y lo dejo a su lado, él se sentó y rodeo el cuello del vampiro con sus brazos - ¿serás solo mío? – cuestiono besándolo castamente en los labios.
— Si solo tuyo – le aseguro.
— ¿Sin celulares? - pregunto serio.
— Sin celulares, solo tuyo, hoy tendrás toda mi atención – expreso besándolo nuevamente.
Ichiru sonrió ampliamente y le acaricio el cabello.
— Entonces acompáñame a recoger gatos abandonados – pidió.
— ¿Cómo? – pregunto Takuma abriendo bien los ojos.
— Si – dijo con cara de cachorro abandonado – pobrecitos no tienen hogar y los maltratan, no los traeré a casa, lo prometo, los llevo a una fundación de animales, y ellos le cuidan – comento – acompáñame por favor – pidió.
Takuma suspiro resignado como le puede decir que no a Ichiru cuando pone esa carita de cachorrito.
— Vamos a recoger animales abandonados – acepto – pero luego quiero una recompensa.
— Claro que te daré una – le aseguro besándole la mejilla – sabes a veces pienso – expreso haciendo que Takuma se sentara a su lado y él se subió a horcajadas sobre él.
— ¿Qué piensas amor? – pregunto abrazándolo por la cintura apegándolo lo más posible a su cuerpo.
— Que quiero crear una fundación para animales abandonados – comento besándole el cuello con sensualidad.
— ¿En serio? – pregunto gimiendo bajito.
— Si – respondió dándole un beso en los labios esta vez – pero… no tengo dinero – dijo en un suspiro – ni empresas que quieran patrocinar una fundación para animales – dijo en un suspiro de resignación.
— Mi empresa puede patrocinar tu fundación – comento devolviéndole el beso – y te puedo dar el capital inicial y ayudarte en todo lo que necesites – se ofreció – Kaname también puede ayudarte – menciono - Zero le puede convencer – susurro.
— ¿En serio? – Pregunto con una sonrisa en su rostro – pero… una fundación gasta mucho – comento.
— Venderíamos los animales a las personas que quieran adoptar uno y así tendríamos ganancias – le dijo acariciándole las piernas.
— ¿Me ayudarías? – pregunto con los ojos brillosos.
— Claro que si – le respondió muy seguro.
— Gracias – le dijo abrazándolo con fuerza – muchas gracias, iré a bañarme para ir a recoger los animales abandonados - dijo levantándose.
— Ok – acepto y lo vio meterse en el baño y se dejó caer en la cama – Taku, papi es malo, me dejo con las ganas – susurro cerrando los ojos para calmarse.
Nyaa, el gato miro a Takuma con curiosidad y luego se levantó y se acostó sobre Takuma ronroneándole y le lamio la cara.
>>emm… - Takuma se sorprendió y acaricio al gatito esperando a su niño.
-.-
Una hermosa chica de un metro sesenta centímetros de altura, de largos cabellos plateados con reflejos morados, bellos ojos color violeta oscuro, de piel pálida y suave como la porcelana, viste con una blusa color blanca invierno ajustada con un cinturón en la cintura, y una falda de tablas a medio muslo, sus piernas están adornadas por esas media pantis hasta un poco más arriba de la rodilla de color negro y unos zapatos de taco color negro, su cabello está adornado con un cintillo y lleva un collar con un colgante de corazón; esta chica está caminando algo enfadada subiendo por la escaleras hasta una habitación, entrando sin golpear, se acercó a la cama tomando por los hombros al ocupante de la cama y lo sacudió con fuerza.
— Eiji despiértate – le grito.
— Mm… Mary cinco minutos más – pidió siguiendo con su sueño.
— No, no puedes dormir más, levántate que tenemos que ir a vigilar al amo, Rex ya se fue a cuidar de…
— Mm… pero si se sabe cuidar solo – murmuro.
— Levántate o te juro que te lanzare por la ventana – amenazo.
— Está bien – expreso en un bufido bostezando – me iré a bañar –murmuro en un suspiro de resignación - ¿te quieres bañar conmigo? – le pregunto coqueto.
— No – dijo con seguridad – yo estoy enamorada del amo – aseguro
— Si claro – dijo poniendo los ojos en blanco – amas ver como se la pasan Takuma e Ichiru, no lo amas a él, amas ver yaoi en vivo – aseguro.
— No seas irrespetuoso, es Ichiru sama y Takuma sama – le dijo pegándole en la cabeza – anda a bañarte – le ordeno.
— Que carácter – dijo en un lindo puchero y beso castamente los labios de María y se fue corriendo al baño encerrándose en el con una sonrisa.
La chica quedo literalmente con la boca abierta por aquel beso y solo llevo su mano a sus labios acariciándolos con sus dedos y no pudo evitar que se formara una sonrisa en sus labios, no podía negar que Eiji es lindo.
-.-
Zero kiryuu está con su caballo en el establo acariciándola con una cara de póker, su mente está trabajando sin cesar como si fuera una computadora buscando cosas en internet, cosas para un regalo de san Valentín; por todos los santos y demonios habidos y por haber, se le olvido por completo que “mañana” es el día del amor y el sin regalo u algo especial para su Kaname ¿Cómo diablos se le olvido?... es mejor salir a comprar un hermoso regalo para su sangre pura.
— Lily ayúdame – suplico en un bufido – no sé qué regalarle a Kaname – casi lloro.
La yegua miro curiosamente a su amo y le pego delicadamente con su hocico dándole apoyo.
>> iré a comprar algo Lily – expreso con una leve sonrisa y se fue del establo, caminando con lentitud hasta la casa, debía darse un baño y decirle a Kaname que va salir, pero no puede ni debe decirle para que va a salir, ni tampoco darle algún tipo de indicio.
En el momento en que entro a la casa camino directo a donde siente la presencia pacifica de su amante, cuando entro a la sala de estar vio a su lindo castaño dormido en el sofá y sonrió con ternura acercándose a él.
— Kaname, amor – le llamo zarandeándolo suavemente.
— Mm… - Kaname abrió los ojos lentamente y le sonrió al su cazador – ¿listo para otra ronda? – pregunto medio dormido.
— No – susurro Zero – ven vamos, debes dormir en una cama – le comento – hoy descansaras – le aseguro.
— Gracias Zero – murmuro levantándose del sofá.
— Te ayudo – le dijo pasando uno de sus brazos por la cintura y le ayudo a caminar hasta su habitación le puso pijama y lo arropo en la cama – duerme bien, yo saldré – le aviso besándolo castamente en los labios.
— Ve con cuidado – le pidió acomodándose en la cama dejándose vencer rápidamente por el sueño.
— Si amor – le susurro besándole la frente y se encamino al baño, se sacó la ropa, se metió a la ducha, abriendo la llave de la regadera dejando que el agua caliente recorriera su cuerpo relajando sus músculos y se llevara la suciedad de su cuerpo.
Después de unos minutos Zero salió de la ducha, se secó y se puso una ropa simple y casual, una playera blanca con capucha de manga corta, con unas alas negras en la espalda y la palabra ángel estampada adelante con letra negra y roja, con plumas cayendo de color negra, unos jeans color azul oscuro apretado y unas zapatillas negras, tomo su billetera y las llaves de su moto, se acercó a Kaname besándolo nuevamente y solo así salió de la casa con su moto rumbo al centro comercial, pensando en el regalo perfecto para su amante.
-.-
Ichiru está paseando por el centro comercial de la mano con Takuma mientras busca animales perdidos y/o abandonados para llevarlos a casa y luego encontrarle un hogar cálido y que le den mucho amor.
— Ichi – llamo Takuma soltando la mano de su amante tomando a un perrito en brazos – mira – expreso mirando la carita del cachorro.
— Lo llevamos a casa – dijo acariciando al pequeño – es lindo – dijo con sus ojitos brillosos.
— Si… ¿los llevamos con los demás? – pregunto.
— Si - acepto viendo la furgoneta especial para trasladar animales – vamos – dijo caminando a la camioneta y abrió la puerta, viendo en un lado unos siete gatitos pequeños con su madre y en el otro separado por una rejilla unos dos perros adultos y seis cachorros sin contar el nuevo que encontraron.
— Ya tenemos mucho – comento Takuma dejando al cachorro con los demás perros.
— Lo sé – dijo Ichiru orgulloso por su trabajo – creo que debemos regresar y darles de comer.
— Vayamos a comprar comida para los perritos y gatitos y nos devolvemos a casa.
— Si – acepto con una sonrisa, termino convenciendo a Takuma en tener los animales en casa hasta encontrarle hogar, claro que con la condición de no ir a recoger más animales hasta que por lo menos la mitad de lo que recogieron hoy se haya ido y para él es un trato justo – vamos.
— Espera ese de allí ¿no es Zero? – pregunto el rubio.
— Pues si lo es – aseguro Ichiru mirando a su hermano – iré a ver qué le pasa, tiene una cara – dijo en un suspiro – me esperas aquí – pidió besándolo castamente en los labios.
— Claro amor, yo te espero – le aseguro acariciándole la mejilla, como ama a ese niño.
— Gracias – dijo y corrió al lado de su hermano sorprendiéndolo, está seguro de eso, porque vio esa cara de susto que puso - ¿Qué te pasa? – pregunto aguantándose la risa.
— Nada, ¿qué me va pasar?, nada – aseguro nervioso el mayor de los gemelos.
— ¿Quieres que adivine? – pregunto juguetón.
— Mm… no podrás – le aseguro muy confiado.
— Por tu cara de horror, yo diría que te olvidaste del regalo de Kaname para san Valentín – expreso y luego se rio con ganas de la cara de su hermano.
Zero abrió la boca de la impresión, ese mocoso que tiene como hermano le leyó la mente, ¿será que existen vampiros con la capacidad de leer la mente? ¿Ichiru sabrá hacer eso? Ahí por Dios, su hermano es un súper dotado, o simplemente es un brujo animal que tiene muy buena intuición o él es muy fácil de leer.
>>No pongas esa cara Zero, eres demasiado fácil de leer, básicamente tienes un cartel pegado en la cara diciendo "me olvide del regalo de mi amante, no sé qué hacer, ¡ayúdenme!" –Comento escogiéndose de hombros - y más tu cara de pánico, no te ayuda a ocultar nada - dijo - sabes cuál es el mejor regalo, hazle algo con tus propias manos, sabes cocinar, hazle chocolate casero – le sugirió con una sonrisa de anuncio de pasta dental.
— No digas estupi... oye no es tan mala idea - dijo con una sonrisa de me salvaste la vida hermanito - te adoro enano -dijo y lo abrazo - hueles a perro mezclado con gato y bebe - dijo extrañado.
— Ah, es que estoy recogiendo a animales abandonados y los llevo a esa camioneta y también a los que se pierden - dijo como si nada y apunto el vehículo - vez Taku me está esperando - comento
— Los bebes no se recogen –le recordó
— Ya lo sé, no he recogido a ningún niño, tu olfato está fallando - dijo sacándole la lengua.
— Claro, claro, oye ¿y tú que le regalaras a Takuma? - pregunto
— Mmm... - Ichiru se cruzó de brazos y puso cara de póker.
— No me digas que tú tampoco le has comprado algo - expreso sorprendido.
— Le compre un collar - comento - hice chocolate ayer cuando lo eche de casa, y creo que le hare un baile sensual o algo así - comento con una linda sonrisa de niño bueno e inocente.
— Mmm... - Zero tomo aire y trato de no pensar en asesinar a Takuma, aún no se le pasa los celos asesinos de hermano sobre protector - ya veo - comento.
— Ya sé cuál es el regalo perfecto para Kaname - dijo feliz.
— ¿Cuál?, ¿Cuál? - urgió saber.
— Cúbrete de chocolate y ponte una rosa de regalo - expreso viendo lo rojo de su hermano.
— Tonto idiota - gruño cruzándose de brazos - no digas esas cosas en la calle
— Malo - dijo cruzándose de brazos - yo solo te estoy dando ideas aceptables para un buen regalo para tu amante.
— Entonces hazlo tú con Takuma - dijo Zero desafiante.
— Pues lo hare - comento sacándole la lengua.
— No te creo – Expreso el peli plata incrédulo.
— Lo hare - aseguro Ichiru - mejor ve a comprar los ingredientes para hacer chocolate o se acabaran y te quedaras sin regalo para tu Kaname
— ¡Es verdad!– Exclamo con pánico - luego nos vemos Ichi, cuídate - expreso besándole la frente y se fue corriendo a una tienda para comprar los ingredientes del chocolate.
Ichiru no alcanzo ni pronunciar palabra cuando Zero ya no estaba frente a él, solo le escurrió una gota en la cabeza viendo por donde se fue su hermanito dejando una cortina de polvo, se dio media vuelta y volvió con su lindo amante que lo esperaba con una hermosa sonrisa en su rostro.
-.-
Zero llego algo agitado a la tienda y solo se paró a tomar un respiro, mientas que su mirada buscaba los ingredientes para el chocolate de san Valentín para su amado Kaname, tomo una bocanada más de aire y miro fijamente lo que era la última bolsa de cacao, Dios santo tiene que conseguirla él, porque si no se quedara sin regalo para su amante, corrió literalmente lanzándose contra esa bolsa, cuando al fin la tomo se dio cuenta que otros juegos de manos también la tenían sujetas.
— Señora - dijo Zero levantando la mirada encontrándose con tres pares de ojos sobre si - lo siento pero este paquete de cacao es mío - aseguro el menor, viendo a esas mujeres, de distintas edades, una mayor, otra de mediana edad y una adolecente
— Eso no es cierto, yo la tome primero- aseguro la adolescente e intentaba jalonear la bolsa para poder liberarla de las otras manos.
— Es mentira yo la vi primero- dijo a señora de mediana edad.
— Sean consideradas con una mujer mayor- hablo la que aparentaba más años de vida. Y la pelea por aquella bolsa por fin comenzó, Zero no se dejaría ganar por aquellas enemigas del sexo femenino.
El regalo de su amante está en juego, no importa si le toman como un chico de malos modales, ni a la ancianita le cedería el ingrediente esencial para su postre.
— Lo lamento, pero yo lo necesito más que ustedes- Zero volvió a tirar de la bolsa, trayendo a su cuerpo a las tres mujeres, puesto que el cazador está utilizando su fuerza sobre humana para salvar a aquella bolsa. Situaciones desesperadas requieren de medidas extremas, así que importándole poco que sus enemigos sean mujeres, jaloneo con más fuerza terminando de tumbar a la más grande; sin embargo las otras dos se aferraban con fuerza como leonas a un trozo de carne.
Zero, con gran esfuerzo para no lastimar demasiado a las mujeres, logro conseguir la bolsa y cuando se dio media vuelta para ir donde la caja y pagar, pero sintió que algo, o más bien alguien, se le trepo en la espalda, se trata de la mocosa adolescente que aun sigue peleando por el paquete.
El cazador siente como sus cabellos son tirados con bruta fuerza mientras que la de mediana edad se aferra fuertemente a sus pies para que no diera ni un paso más a la caja. La abuelita quedo, por el momento, en un OK.
— Maldición, suéltenme-con ahínco siguió caminado y dando vuelta para poder quitarse a la mocosa de encima y liberarse del agarre de la otra.
— No hasta que me des esa bolsa- dijo la mocosa, estirando su mano para poder alcanzar su objetivo, pero Zero no se las dejo fácil, el seguirá peleando hasta el final. Con su mano libre tomo a la chica del cinturón de su pantalón y tiro con fuerza obligándola a caerse sobre la otra que está en el piso aprisionando sus pies.
— Cóbrese- ordeno triunfante el cazador, mientras que el joven encargado tomo la bolsa y miro a Zero con una sonrisa nerviosa y varias gotas resbalándole por la cabeza, en definitiva, la guerra más peligrosa que hay sobre la faz de la tierra aparece cada año en el mes de "san Valentín"
— Maldito mocoso - la mujer mayor, ya recuperada, tomo su bastón y le dio un buen golpe a Zero en la cabeza, el chico tomo su compra y pago rápidamente mientras se echo a correr para huir de aquella señora, que ya mas bien parece anciana. Sin embargo el chico se asombró al ver como aquella mujer, a gran velocidad se acercaba a su persona con el bastón en alto.
— Esta viejita es un demonio- Zero acelero más, sin embargo la viejita persistía
Zero siguió corriendo sin mirar atrás y con sus sentidos bien alertas por si la anciana quisiera golpearlo o algo así, al final del camino hay una cerca y lo único que hizo fue saltarla y seguir corriendo hasta que al fin perdió a la viejita y suspiro aliviado, pero por más seguridad corrió hasta su casa y se encerró allí dejándose caer al suelo para descansar.
-.-
Un ser apareció de la nada interponiéndose en el camino de la señora que no dejaba de perseguir a Zero.
— Señora con todo respeto le digo, no puedo dejar que siga persiguiendo a Zero- sama, debería castigarla por atreverse a tocar a mi amo, pero, no lo hare, le pido que se retire o que se abstenga a las consecuencias - expreso serio mirando severamente a la mujer delante suyo.
La señora iba a responder por la falta de respeto del mocoso delante de ella pero algo le dijo que eso no era buena idea, tal vez su instinto de supervivencia, solo dio unos pasos a otras y se fue sin decir nada.
El personaje que se había interpuesto en el camino de la señora solo suspiro aliviado de que no tenga que lastimar a la señora por dañar a su amo y perseguirlo, al menos ya se fue en paz, ahora seguirá siguiendo a Zero para asegurarse de que llegue bien a casa, con esa bendita bolsa de cacao, por Dios eso es lo que hace el tonto san Valentín.
-.-
Al día siguiente.
La luz del sol se filtró entre las cortinas dando de lleno en un hermoso rostro plácidamente dormido que comenzó a arrugar el entrecejo a sentir demasiada luz en sus ojos cerrados, alboroto un poco sus pestañas dando claro indicio que va a despertar, realmente no quiere dejar su sueño, anoche estuvo desvelándose haciendo el chocolate para su Kaname, y solo quiere dormir ahora, pero…
— Es san Valentín – exclamo sentándose abruptamente en la cama.
— Sí que lo es Zero – expreso Kaname abrazándolo fuertemente apegándolo a su cuerpo semi desnudo – feliz san Valentín amor – le ronroneo en el oído lamiéndolo sensualmente.
Zero se sorprendió gratamente sintiendo como su cuerpo se estremeció deliciosamente al sentir el aliento de Kaname en su oído y esa lamida, Dios, es delicioso despertar así.
— Kaname – ronroneo con deseo.
— Mi lindo Zero – le dijo besándole el cuello - ¿Cómo amaneciste? – le pregunto acostándolo en la cama y el subiéndosele encima.
— Amanecí bien amor – le dijo sonrojándose furiosamente viendo esos hermosos ojos color café rojizo - ¿y tú? – cuestiono curioso.
— Muy bien – le aseguro con su linda sonrisa solo para su amante y le beso con deseo esos adictivos labios –te amor tanto.
— Yo también te amo – le aseguro devolviéndole el beso – feliz san Valentín – le dijo con una sonrisa.
— ¿desayuno en la cama? – pregunto el castaño con picardía.
— Eres un pervertido – expreso Zero todo rojo.
— Tú eres el pervertido que piensa mal, yo solo hablo del desayuno, no pensaba comerte a ti, aun – comento.
— Kaname tonto – le dijo haciendo un pequeño berrinche – te amo.
— Yo también – le aseguro el castaño y se paró de la cama trayendo una bandeja llena de cosas para el desayuno.
— Muchas gracias – expreso Zero viendo el desayuno hambriento.
-.-
Un hermoso muchacho de largos cabellos plateados esparcidos en su almohada comenzó a moverse algo inquieto intentando tapar la luz que llega directamente a sus ojos cerrados hasta que no pudo más y abrió sus bellos ojitos color violeta mirando para todos lados algo desorientado, se sentó en la cama estirándose y bostezando, después de unos segundos su mente se aclaro dándose cuenta que su amante no está en la cama, no sabe el porqué de eso... pero... hoy es san Valentín.
El cazador se paro rápidamente de la cama sacándose la camiseta porque increíblemente hacia mucha calor, salió de su habitación concentrándose en la presencia de Takuma y fue corriendo hacia la cocina deteniéndose en la puerta de esta, contemplando abiertamente a su esposo que esta con un pantalón de pijama verde que comienza en las caderas y terminan un poco más abajo de los talones, la espalda de su Takuma esta descubierta, mostrando esa hermosa y suave piel.
El vampiro ante humano se mordió el labio inferior y se acerco lentamente a Takuma abrazándolo y besándole los hombros con dulzura.
— Buenos días amor - le saludo sin dejar de besar esos hermosos hombros.
— Ichi - dijo sorprendido el rubio - ya despertarte, yo pensaba darte una sorpresa de desayuno en la cama - dijo en un pequeño puchero.
— Lo siento, es que el sol llego a mis ojos y me desperté, como no estabas decidí buscarte, aun podemos tomar ambos desayuno en la cama - comento dejando de abrazarlo para dejarle darse vuelta.
— Me gusta la idea amor - le dijo Takuma dándose vuelta quedando hipnotizado ante el torso desnudo de su niño - te amo tanto - expreso abrazándolo elevándolo un poco del suelo, y lo beso apasionadamente haciendo que sus cuerpos reaccionaran de inmediato a la cercanía.
— Taku - gimió en el beso y como pudo enredo sus piernas en las caderas de Takuma, sus manos se dirigieron a la cabellera rubia y enredo sus dedos en esas hebras doradas, acercando mas la cabeza del rubio para besarlo apasionadamente sin contenerse, además hoy es el día del amor, así que hoy todo está permitido ¿verdad?
Takuma siguió besando a Ichiru y sin darse cuenta ya tenía a su amante sentado en un mueble de cocina, con su mano adentro del pantalón, este es un gran comienzo del día de los enamorados, haciendo el amor con tu pareja en la cocina, lo bueno es que todos los empleados tienen el día libre, así que no lo descubrirán ni lo miraran por la ventana de la cocina,
— Taku... ahí… No.... ya... me...métemelo - pidió- deja de torturarme por Dios - rogo arqueando la espalda y rasguñando el pecho de su rubio - Taku...
— Ichi - ronroneo el rubio sacándole el pantalón y los bóxer a su peli plata y se aprovecho de desnudar el también en un rápido movimiento - te amo - le dijo en el oído y lo abrazo apegándolo a su cuerpo mientras sus manos buscan la entrada del menor, pero antes de llegar a la entrada rosada de su niño vio la bolsa de manjar en la mesa y solo sonrió malicioso, la tomo y la apretó dejando salir aquella espesa sustancia en la parte baja de su peli plata para ser mas especifico en ese delicioso miembro.
— Takuma que diablos... dios... ¿qué haces? - pregunto arqueando la espalda, eso estaba helado.
— Algo que te gustara - le ronroneo en el oído y se arrodillo en el piso, tomando entre sus manos aquel palpitante miembro duro bañado en manjar, sonriendo gatunamente - esto será delicioso - aseguro y comenzó a lamerlo sensualmente quitando tortuosamente el manjar de esa longitud, escuchando los gemidos de su Ichiru.
— Ta... Takuma no... No... Ahíiii no... - pidió llevando sus manos a la cabellera del rubio enredando los dedos en esa hebras dorada - Takuma - ronroneo- Takuma - gimió tirando los cabellos rubio con delicadeza y levantando las caderas - mas... - pidió
— ¿Mas? - pregunto Takuma con una sonrisa maliciosa mientras seguía lamiendo lentamente ese exquisito manjar.
— S-si - pidió moviendo sus caderas y soltando pesados suspiros.
— Me podrías especificar que es lo que deseas que haga - pidió amablemente pasando lentamente su lengua por la punta del miembro de su Ichiru - por favor
— ¿Emm? - Ichiru le miro completamente sonrojado y con los ojos bien abiertos.
— ¿No deseas nada? - pregunto separándose del miembro de Ichiru - entonces seguiré preparando el desayuno - comento haciendo un ademan de levantarse.
— No - rogo - en... quiero que me... lo... chu... emm... chu... - Ichiru le miro todo rojo, no puede creer que Takuma le está haciendo decir esto por todos los santos - chúpamelo - dijo atropelladamente.
— Como no entendí - le dijo aguantándose la risa.
— Chúpamelo - grito - deseo que me lo... chupes - dijo sintiéndose completamente vulgar por pedirlo así.
— ¡Oh! Ya entendí - expreso y se metió el miembro de Ichiru en su boca comenzando con el sube y baja rosando sus colmillos por aquella longitud erecta dentro de su cavidad bucal.
Ichiru arqueo la espalda sintiendo como ese placer le inundaba absolutamente todo su cuerpo increíblemente es algo tan excepcional tan pasional que ama esa sensación; el peli plata comenzó a mover sus piernas por todo lo que siente su cuerpo en este momento, llevo nuevamente sus manos al cabello de Takuma y enredo sus dedos en esas hebras doradas tratando de marcarle el ritmo, cada segundo que pasa disfruta mucho más de lo que esta experimentado en estos momentos, su mente está en blanco o más bien nublada por el goce de su cuerpo.
Takuma siguió con el sube y baja sin descanso, dejando que Ichiru marcara el ritmo con sus manos; mordió la punta delicadamente haciendo que este gimiera de éxtasis arqueando la espalda y temblando por el placer.
— Taku – gimió el menor sintiendo que va a explotar – mas… más rápido – rogo.
El rubio sonrió complacido y llevo sus dedos a la entrada de su niño metiendo el dedo medio en ese estrecho y rosado ano, simulando penetraciones, haciendo que el menor perdiera temporalmente la cordura por lo que le hace sentir o al menos eso piensa.
>> Dios takum… mas… mas… - rogo – nhgm… tanh… rápido – suplico- dame mas – imploro.
El vampiro noble siguió en su labor hasta que metió el tercer dedo y toco el punto especial dentro de su niño haciendo que este sin poder evitarlo se corriera en su boca con un ronco gemido de placer, el tomo todo aquel blanquecino liquido hasta que el peli plata dejo de expulsarlo y solo así se separo de Ichiru, sacando los dedos del interior del menor y le sonrió gatunamente relamiéndose la “leche” de sus labios.
— Delicioso – ronroneo besándolo apasionadamente dándole de probar esa esencia tan rica.
— eres un…
— Pervertido – termino la frase y se acomodo entre las piernas del peli plata y entro de una sola embestida.
— s- aaghn – grito de placer -Dios – gruño tratando de acostumbrarse, increíblemente le gusto esa brutalidad, no le recordó nada del pasado, solo pensó en placer y eso es bueno para él y para su mente.
— Te amo Ichi, perdón no podía aguantar más – se disculpo Takuma olvidando por completo todo lo que sufrió Ichiru en el pasado.
— No te preocupes – le dijo acariciándole la mejilla – no me asuste – expreso con una sonrisa – en absoluto – aseguro y lo abrazo fuertemente mientras le dio un beso con todo su amor y movió sus caderas dándole la señal para que comenzara a moverse.
El rubio entendió aquello y acomodo mejor a Ichiru sobre el mueble en donde lo tenía sentado y comenzó a moverse con el típico entrar y salir de su pequeño, su vaivén es lento pero certero, dando justo en aquel manojo de nervios que hacer a su peli plata suspirar por mas y llegar a las nubes.
— Mi niño - ronroneo el rubio acariciando el miembro del cazador con el sube y baja.
— nhg... Tak... mas... rapi...aahhdo - rogo arqueando la espalda Takuma está siendo exageradamente preciso en donde golpear y no es que le moleste, solo que terminara demasiado rápido, pero eso no le molesta, total tienen todo el día para seguir en su sesión de amor.
Takuma le sonrió malicioso y siguió con sus movimientos lentos y certeros mientras sus manos atendían la entrepierna del menor.
— Dime qué quieres - pidió con su sonrisa el rubio con voz ronca.
— Diablos Takuma - gruño el menor - tu... argg... sabes lo que...mmhn lo que... quiero - dijo entrecortadamente intentando ser coherente.
— Si no me lo dices no lo sabré - aseguro deteniendo sus embestidas-
— Eres un tonto, bastardo, manipulador vampiro - gruño el menor - muévete, métemelo, hazme el amor una y otra vez en todas las posiciones que existan - dijo mirándolo a los ojos - muévete - rogo.
— Wow - expreso sorprendido, no pensó que en verdad Ichiru le dijera que hacer - ¿Algo más? - pregunto juguetón.
— Si no te mueves juro que luego te arrepentirás - expreso serio y mostro sus colmillos, el rubio estaba jugando con fuego y se va a quemar si sigue haciendolo.
— Emm... ya entendí - aseguro el vampiro en un suspiro, jugo demasiado con su suerte por un dia, mejor no le hace decir nada mas a Ichiru o esta vez sí se enfadara y se volverá irritable otra vez.
Comenzó a embestirlo primero lento y luego rápido, dando una y otra vez en ese lugar especial, no dejando que el cazador deje de gemir y arquear la espalda.
— Mnh... ahiiii - rogo moviendo sus caderas al compas con Takuma - dame ahiii - rogo enterrando sus uñas en el mueble de cocina como si fuera mantequilla.
Takuma siguió con su trabajo haciendo disfrutar al menor y a sí mismo, en una de las tantas embestidas, salió por completo del peli plata y cuando vio que iba a reclamar entro sin aviso de una sola estocada haciendo que este arqueara la espalda al punto de pensar que se podría quebrar.
— ootrahhhh vezz - rogo disfrutando de esa embestida tan sorpresiva y lo mejor de todo es que dio justo allí.
El rubio sonrió complacido, exactamente esa era la reacción que esperaba de su niño, lo miro con una pisca de malicia en sus ojos y salió por completo del cuerpo del cazador viendo como este fruncía un poco el ceño, el vampiro noble tomo en brazos al peli plata bajándolo del mueble, lo dio vuelta dejando esa pálida espalda pegada a su pecho, lo inclino un poco y vio esa rosada entrada.
— Ta… taku ¿Qué pretendes… hacer? – pregunto jadeante y excitándose más por el deseo y el no saber que le hará su esposo.
— Te gustara – le dijo lujuriosamente y acomodo su miembro en la entrada del menor entrando de una sola embestida, escuchándolo gemir audiblemente arqueando la espalda y enterrando sus garras en el pobre mueble.
— AHHhhh – grito Ichiru de puro goce y se mordió los labios disfrutando de las embestidas.
Así siguió la danza sexual de ambos amantes que parecían uno solo en estos momentos, disfrutando de su amor de la forma más carnal que existe pero la más pura cuando lo haces con la persona que amas.
La cocina fue invadida de una sinfonía de gemidos puros y llenos de pasión, por parte de estos amantes que demostraban su amor, sus cuerpos se fundieron completamente, sus almas se entrelazaron ante cada embestida, cada beso, palabras de amor y caricias. Después de varias horas haciéndolo sin descanso llegaron a su ansiado clímax corriéndose uno en el interior del menor y el otro en el mueble.
Ambos tomaron aire intentando regular su respiración, el rubio salió del cuerpo de Ichiru, lo dio vuelta y lo abrazo besándole los parpados con ternura y amor, mientras le acaricia la espalda.
— Te amo – le dijo besándolo castamente en los labios, viendo esas hermosas joyas amatista que tiene por ojos.
— Yo también – le respondió Ichiru jadeante con una sonrisa de oreja a oreja que no se la quitara nadie – Taku, tenemos que comprar un nuevo mueble de cocina – comento agitado.
— Lo sé, pero comprémoslo mañana, asi remodelamos toda la casa – le dijo de forma picarona dando a entender que lo harán en toda la casa-Feliz comienzo de san Valentín – le ronroneo el rubio en el oído de Ichiru.
— Feliz comienzo de san Valentín – se rio el menor bajito, eso significaba que quedaba mucho que hacer y una de ella es bañarse en chocolate y entregarse nuevamente a su amante y claro destruir los demás mubles.
-.-
Una chica de cabellos plateados vestida con un vestido negro con detalles rojos, camina rápidamente arrastrando consigo a un peli azul.
— María por Dios tranquilízate, ellos están bien en su casa – expreso en un suspiro dejándose arrastrar.
— Ya lo sé pero te recuerdo que es nuestro deber protegerlos, somos sus guardianes – le recordó.
— Lo sé, yo daré mi vida por mi amo, si así lo requiere la situación, pero sé que está bien ahora – susurro.
— Pero debemos cuidar que nadie extraño se meta en su casa y les hagan daño – dijo la chica y paro de improviso frente a un ventanal que da a la cocina – mira Eiji, Takuma sama, le está haciendo el desayuno al amo – dijo con sus ojitos de corazón.
— Y como dije están bien – susurro arreglándose la ropa y vio entrar al peli plata acercándose al rubio.
— Mira, si son tan lindos juntos – expreso la chica mirando por la ventana escondiéndose detrás de un árbol.
Eiji suspiro y se fue a meter detrás del árbol también no sería bueno que los descubrieran mirando esa escena de amor que rápidamente fue cambiando de tono, se sonrojo y miro para otro lado no deberían mirar aquello se supone que es privado.
— María no creo que deberíamos… - trato de decir el muchacho.
— shhh… - le dijo la chica pendiente de esa escena de amor de su amo y Takuma sama, que Dios santo… el rubio le esta uhm… al peli plata – kyaaa- grito bajito casi desangrándose por lo que sus ojos son testigos de ver.
— María cállate que nos descubrirán – dijo tratando de no mirar, pero la curiosidad le gano, se dio vuelta y quedo con la boca abierta, es verdad que no es la primera vez que los ven teniendo sexo, bueno haciendo el amor a esos dos, pero siempre es diferente y hacen cosas nuevas y raras…, mejor no ve, se dio vuelta y trato de rastrar a María pero no pudo, solo suspiro resignado, ya no puede hacer nada, así que mejor es ver ¿no?
-.-
Después del delicioso desayuno inocente de Zero y Kaname, estos se bañaron juntos terminando dos horas después por lo que claramente paso allí, cuando estuvieron vestidos y arreglaron decidieron salir a comer fuera, en un almuerzo romántico en algún restorán que el castaño ya reservo solo para ellos, durante toda la comida se coquetearon y tocaron por debajo de la mesa, sin llegar a nada más.
Luego de terminar su rico almuerzo salieron del restorán de la mano, el pura sangre pensaba que iban a ir a algún motel u algo así pero Zero le sonrió tiernamente y siguió caminando hasta una feria llena de gente por el san Valentín, Ichiru le llamo ayer por la noche dándoles unos consejos extraños pero que al parecer sirven.
“coquetea con el”
“no le des todo en bandeja”
“has que no se sienta seguro, que siempre te conquiste con pequeños detalles”
“hazlo desearte más que de costumbre”
“tócalo y luego cuando el crea que lo harán llévalo a otro lugar, uno con gente así no podrá saltarte encima y hacer gemir”
“hazlo llegar a su límite y cuando ambos no puedan mas hagan el amor como la primera vez, lleno de amor y pasión”
Si todos esos consejos o palabras tontas según él, le dijo su hermano, pero realmente tal vez si funciona, le gusta tener a Kaname loquito por él, intentando conquistarlo todos los días si eso le fascina.
— Zero ¿adónde vamos? – pregunto curioso el castaño viendo todos los puestos de comida, chocolates, ropa, flores, regalos para san Valentín, peluches, pero ahora no le importa eso, solo desea saltarle a su peli plata y hacerle el amor, pero su cazador esta algo coqueto y eso definitivamente le fascina, lo excita mas.
— Ver la feria y pasear – dijo con una hermosa sonrisa.
— uhm… pero bueno Zero yo… - dijo Kaname algo nervioso, por primera vez se siente algo inseguro pero a la vez siente algo inexplicablemente excitante.
— ¿Kaname compláceme si? – pidió amablemente besándolo castamente en los labios.
— Si – acepto el castaño paseando de la mano con su amante por todo la feria.
Comprando alguna cosas, comida entre otras, estuvieron toda la tarde allí, y alguna que otra vez Zero llevo a Kaname a algún callejón y lo beso apasionadamente pero cuando el castaño intentaba algo mas lo arrastraba donde los demás, así paso rápidamente la tarde y llego la noche y lanzaron unos fuegos artificiales, vieron aquello sentado en el pasto tomándose la mano y luego se vieron a los ojos, comenzando a besarse apasionadamente y con amor iniciando inocentes caricias de amor.
— Kaname – llamo el peli plata acariciándole el rostro con una dulzura inimaginable.
— Dime – expreso volteando su rostro y beso la mano de su peli plata – sabes Zero hoy me tienes como loco, te amo tanto pero hoy realmente te deseo más que nunca – expreso inclinándose un poco y lo beso dulcemente en los labios.
— Lo sé – aseguro Zero devolviendo el beso con la misma dulzura – te amo – le dijo comenzando a desabrocharle la camisa al castaño e inicio las caricias inocente sobre el pecho desnudo del sangre pura.
— nghm – gimió el vampiro de ojos color vino - Zero – ronroneo – ¿hiciste todo esto a propósito?
— se-cre-to – ronroneo sensualmente y le mordió delicadamente el labio inferior, sacándole la camisa.
— Te adoro – expreso el castaño y le saco la camisa color violeta claro – te hare gemir sin parar hasta la madrugada – le aseguro sacándole el pantalón y los bóxer rápidamente sin que Zero se diera cuenta y el también se desnudo.
— Hazlo – le invito con inocencia y sensualidad, entregándose en cuerpo y alma a Kaname.
— Te amo tanto mi hermoso cazador – dijo el castaño besándolo castamente en los labios mientras sus manos acarician lenta y dulcemente cada parte de la piel de su Zero.
Así fue como comenzó la noche de placer y amor de estos dos hermosos y jóvenes vampiros, hicieron el amor al aire libre una y otra vez hasta que no pudieron mas del cansancio y se quedaron dormidos en aquel suavecito pasto tapados con sus camisas, hasta que amaneció y Kaname se paro, se vistió rápidamente haciendo lo mismo con Zero, tomándolo en brazos y lo llevo a casa con una hermosa sonrisa en su rostro que nadie se la sacaba.
continuara.
Te contare un bello sueño la próxima noche