Secretos de la antigüedad: amor antiguo
Capitulo 4: ¿formar una familia?
El olor de aquel lugar estrecho, es una mezcla de chocolate con sexo, una combinación rara es verdad, pero cualquier vampiro podría olerlo a kilómetros de distancias, sin embargo a los dos ocupantes de ese pequeño lugar no le molestaba en absoluto más bien ambos disfrutaban de ello.
El chico de cabello plateado arqueaba una y otra vez, su cuerpo desnudo y sudado estaba cubierto por algo café dulce, algo choco latoso, mientras que la lengua de un hermoso castaño pasaba su lengua insaciable limpiando aquella sustancia, primero alrededor de los pezones y luego incansablemente por aquellos botones rozados, logrando los pesados suspiros y gemidos del menor.
El regalo que Zero le iba a entregar a Kaname supuestamente era para que se lo comiera pero por distintas razones termino derretido sobre su cuerpo y el purasangre no lo iba a desperdiciar y así comenzó a torturarlo lenta y deliciosamente.
El vampiro de sangre pura siguió un pequeño camino hasta la ingle deteniéndose en aquel lugar especial, tomándolo con sus manos soplando la punta viendo como el ser debajo de él se estremecía de puro placer-
— Zero – ronroneo el castaño llevando su boca al miembro de su niño comenzando con el sexo oral aunque primero limpiando todo el chocolate en aquel lugar sintiéndolo tensarse y tal vez llegaría al clímax ya, ha jugado a torturar a su ángel por horas de seguro ya no aguanta más…
-.-
El castaño movió su cabeza en forma negativa, no era momento de recordar su san Valentín, ahora está en algo importante, además ya ha pasado un mes desde el día de los enamorados, tres semanas desde que junto con Aido fueron a sacar los libros prohibidos y tres semanas de que han estado intentando leerlos, pero nada, por ninguna manera han podido siquiera abrirlos.
El vampiro de sangre real miro al rubio frente de sí y suspiro frustrado, no hay manera alguna de leer esos malditos libros prohibidos, y no sabe cómo hacer para hacerlo, le ha vertido gotas de su sangre, ha intentando usar sus poderes vampíricos y nada.
— ¿Aun nada? – pregunto Kaname mirando a Aido que está sentando detrás de su escritorio.
— No – dijo inútilmente observando a su líder que esta junto a la ventana tomándose la cabeza – no hay manera de abrirlos – expreso serio.
— Debemos averiguar cómo abrirlos Aido – le dijo el sangre pura.
Aido asintió en un suspiro de resignación, ya ha intentado todo, pero nada absolutamente nada puede abrir esos maldi… arg esos libros.
Toc, toc, toc
Esos golpes inundaron la habitación y la puerta se abrió lentamente dejando ver a dos hermosos peli platas y a un rubio de ojos verdes con su sonrisa en el rostro, entrando al cuarto.
— Kaname, Ichiru y Takuma vinieron – le dijo el cazador mayor a su amante.
— hola ichi, Takuma – saludo Aido con una sonrisa acercando a Ichiru y le revolvió el cabello.
— Hola Aido – saludo el menor – hola cuñadito – expreso acercándose al escritorio de Kaname observando la pila de libros con curiosidad, es como si le llamaran a abrirlos y leerlos.
— Hola Kaname – saludo Takuma con una sonrisa como siempre.
— Hola, ¿Cómo están? – Pregunto el castaño vigilando los movimientos de Ichiru, una vez escucho que los libros prohibidos llaman a los vampiros de clase inferior y puede llegar a ser peligroso – vamos al living – comento.
— Claro vamos – acepto Zero mirando a Ichiru y los libros y sintió como le llamaban, sin poder evitarlo comenzó a acercarse al lugar con lentitud y tomo la mano de su gemelo.
— Kaname sama – llamo Aido viendo a los gemelos.
— Chicos vamos – pidió Kaname, comenzando a preocuparse.
— Ichiru – llamo Takuma viendo extrañado al menor, normalmente no actúa así, es verdad que últimamente ha estado raro sin embargo esa no es su actitud relativamente normal.
Zero e ichiru solo quedaron paralizados mirando los libros escuchando esa voz y asintiendo de vez en cuando.
Ábrannos…
Descubran su pasado…
Recuerden quienes son realmente…
Ambos gemelos solo escuchaban esa voz proveniente de los libros que le decían que los abriera, que los leyeran, y que descubrieran su pasado… inconscientemente ambos se acercaron a uno de los libros y lo tomaron abriéndolo de inmediato y alcanzaron a leer las primeras líneas antes de caer desmayados.
Tanto Kaname como Takuma corrieron a tomar en brazos a sus gemelos, para que no se golpearan con el suelo.
— No es posible – murmuro Aido sorprendido, Zero e Ichiru abrieron uno de los libros prohibidos sin complicaciones.
— Debemos llamar a un medico – dijo Takuma preocupado – esto no es normal son vampiros no deberían desmayarse – expreso desesperado.
— lo sé – dijo Kaname tomando a su amado en brazos – llevémoslos al cuarto de Zero – pidió acariciando el rostro de su cazador, algo raro está sucediendo y es mejor que un doctor vampiro lo revise.
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Tres sombras afuera de la mansión Kuran kiryuu, observando como todo lo que pasaba en el despacho del castaño y vieron como los gemelos se desmayaron básicamente en los brazos de sus respectivas parejas, entraron sin permiso alguno a aquella casa, como espías y aparecieron al frente de los presentes.
— ¿ustedes que hacen aquí? – pregunto el castaño a la defensiva.
— Buenas tardes – hablo la única chica allí – les pidió por favor nos entreguen a los amos uri… Ichiru y Zero por favor – ordeno la muchacha seria.
— Jamás – expreso Takuma serio y amenazante abrazando aun más a su niño.
— Ni lo sueñes – expreso el sangre pura - váyanse.
— No le haremos nada malo - dijo serio el peli azul – solo lo revisaremos, saben que no es normal que los vampiros se desmayen, nosotros somos de más confianza que cualquier doctor – comento el menor.
— Es verdad Kaname sama – expreso el peli violeta – yo jamás dañare a Zero sama, solo queremos revisarlos, por favor, ustedes pueden estar presentes si lo desean y así verificaran que no les haremos nada malo.
— Por favor Kaname sama – dijo la chica de cabellos plateados – Takuma sama, déjenos revisar a nuestros amos – pidió preocupada.
Takuma observo a la muchacha enfrente de sí y suspiro.
— Yo lo llevare a la recamara y estaré allí en todo momento – expreso caminando hacia alguna habitación, seguido de Eiji y María, también Kaname y Rex.
El rubio acostó a Ichiru en la cama de dos plazas con delicadeza, no sabe qué le pasa a su niño, tal vez es algo malo, pero que cosa mala puede tener su pequeño, no soportara si su amante tiene algo malo por su culpa.
Kaname hizo lo mismo que Takuma y acostó a su hermoso Zero al lado de Ichiru, jamás se perdonara que su niño tenga algo extraño, y malo, es su amante, compañero, amigo, y todo para él.
Tanto Rex como Eiji se acercaron a cada gemelo y comenzaron a revisarlos físicamente por todos los lugares posibles, hasta que ambos tocaron el vientre de los gemelos y se miraron sorprendidos, y siguieron analizándolos, ambos asintieron estando más que seguro de lo que tiene los dos hermanos.
Takuma miraba todo lo que hacían esos hermanos pero en especial a Eiji que analizaba a su pequeño, no entendía esas miradas, no eran del todo preocupadas, más bien eran… sorprendidas y de cierta manera de felicidad.
Kaname suspiro cruzándose de brazos moviendo su pierna inquietamente, no sabe porque de esas tontas y estúpidas miradas, hoy no tiene paciencia como para esperar a que le digan.
— ¿que tienen? – Pregunto el mayor – ¿saben o no? – cuestiono.
— Lo sabemos – aseguraron y miraron tiernamente a los gemelos, a sus amos.
— Nos dirán por favor – rogo Takuma.
— claro que si – dijo Eiji suspirando – no se preocupen no es nada malo – comento.
— No es malo, pero si hay que cuidarlos mucho – continuo Rex.
— Lo más seguro es que ellos no sepan – comento María – pero desde hoy hay que cuidarlo mucho, y no dejar que nadie se enteren de su situación.
— ¿Qué tienen? – urgió saber el rubio frunciendo ligeramente el ceño.
— dígannos de una vez que tienen – ordeno Kaname
— Usted no es nuestro amo – murmuro Eiji – pero ellos.
— Eiji - llamo en advertencia - yo les digo – expreso María – Kaname, Takuma – llamo la única mujer – sé que esto sonara extraño, pero… deben creernos, tanto el amo Ichiru como Zero, están en… uhm… embarazados, serán padres – decidió ser directa, era la mejor forma de hacerlo además quiere ver la reacción de ambos.
Tanto Kaname como Takuma abrieron los ojos como plato tragando saliva ante lo dicho por María, ¿eso es posible? Acaso existen los donceles, y sus pequeños lo son, les darán un hijo.
— ¿están, seguros? – pregunto Kaname que fue el primero al salir del shock inicial.
— Mas que seguros – expreso Rex.
Takuma tomo aire tratando de tranquilizar su corazón y termino perdiendo la consciencia siendo agarrado por Aido que también está muy sorprendido, no sabía que existían los donceles, estos gemelos tenían muchos secretos.
— Kaname sama – llamo el rubio para preguntar donde dejar a Takuma.
— En el sofá – le dijo el castaño aun sorprendido, su pequeño le va a dar un hijo su Zero le dará lo más hermoso en la vida, está feliz, más que feliz.
El purasangre se acerco a Zero y se sentó a su lado acariciándole la mejilla.
>> Mi niño, eres tan especial – le dijo con amor – te amo, te amo.
Los tres, Eiji, María y Rex sonrieron ante la reacción de Kaname y se rieron bajito cuando Takuma se desmayo, al parecer están felices, pero esperan que no todo sea como en el pasado, tal vez esta vez…
— Ustedes – llamo Kaname – ¿podrán proteger a Zero e Ichiru? – cuestiono el castaño sacándolos de sus pensamientos.
— Es nuestro deber – aseguraron – Kaname sama, nuestro deber es protegerlos – comentaron poniendo sus manos en el corazón arrodillándose.
— Pero sería más fácil que los cuatro estén viviendo juntos – comento María – solo hasta que nazcan los pequeños – comento.
— Comprendo – susurro – uhm… hablare con Takuma.
— Gracias – dijo Eiji con una sonrisa – revisare al desmayado – comento el peli azul.
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Sueño Ichiru/Zero
Dos hermosos gemelos, salieron de su gran mansión después de conseguir el permiso de sus padres, ellos tienen catorce años, pero al ser los herederos al trono del mundo vampírico no le dejan relacionarse con nadie, mas bien, le tienen prohibido enamorarse de otras personas, porque su destino esta sellado, se deben casar entre si y así conservar su sangre pura.
Los hermanos son de hermosos ojos color violeta, iguales a las amatistas, dos joyas preciosas, su cabello es plateado, de piel pálida casi nívea, sus rasgos aun son de niños que poco a poco van formando rasgos de adolescentes.
Sus nombres Orez e Urihci, volviendo a un principio consiguieron el permiso de sus padres porque le dijeron que irían a una cita amorosa, aunque esa no es la verdad, ellos no se aman como algo más que hermanos pero solo así consiguen salir.
En este momento están en un hermoso lago iluminado por la luna y las estrellas, a ambos les encantan ver como las hermosas constelaciones brillan con todo su esplendor en el cielo. Los gemelos están acostados en el pasto verde con sus manos detrás de su cabeza.
— Hermano- llamo el menor-
— Dime- respondió el mayor de los gemelos.
— No estamos solos, siento unas presencias, poderosas- dijo con calma.
— No te preocupes con tal que no vengan aquí está todo bien- expreso con tranquilidad.
— Si tu lo dices hermano- dijo el menor y le resto importancia a las presencia que sentía, para ellos estaba prohibido relacionarse o tener amistades con otros vampiros, se le prohibía porque se supone que todos quieren matar a los herederos al trono para obtener el poder y pueden utilizar cualquier método pero de todas maneras no sería muy fácil matar a un Uuyrik, ellos eran demasiado poderosos y con poderes extraño.
De un momento a otro las presencia que sintió el menor de los gemelos, ya estaban en el prado en donde están los hermanos, Orez los miro y bufo molesto, no le quedaba de otra que irse de allí, si es que no quieren más problemas con sus padres, aunque aún no se enteran que ninguno quiere ser el uke gracias a Dios aun están a “salvo”.
— Vámonos – ordeno el mayor y se paró de donde estaba y ayudo a su hermano a pararse, luego comenzó a irse, sin darse cuenta que Urihci se había quedado atrás.
— Hola – saludo Amukat un hermoso chico rubio de ojos verdes, facciones amables y amigables, con una hermosa sonrisa.
— Hola – contesto el menor de los gemelos mirando al rubio con curiosidad.
— Yo me llamo Amukat Uojihci, mucho gusto- dijo con una leve reverencia.
— Mi nombre es Urihci Uuyrik, el gusto es mío- expreso con una leve sonrisa.
— Yo me llamo Emanak – susurro bajito sabía que su amigo no lo iba tomar en cuenta al parecer se enamoro de ese chico, es verdad es hermoso pero… recién lo conoció aparte es el futuro heredero al trono.
— Mucho gusto Emanak – respondió Urihci que si lo había escuchado.
— Oh, perdón soy Emanak Naruk – respondió algo nervioso, no pensó que Urihci lo había escuchado, el estaba seguro que había hablado muy bajito como para que alguien lo escuchara-
— No te preocupes, es normal – dijo escogiéndose de hombros.
Orez se dio vuelta al darse cuenta que su gemelo no lo seguía, y allí se dio cuenta que su hermanito se quedo conversando con esos desconocidos, “diablos”, se dio media vuelta para ir con su gemelo, comenzó a caminar y cuando llego, miro a el castaño y se sonrojo un poco era hermoso, se regaño mentalmente y luego miro a Urihci que lo ignoraba por completo, más bien estaba perdido en los ojos verdes del rubio.
Emanak cuando vio al otro gemelo quedo impactado por la belleza que poseía es verdad es igual que Urihci pero él era distinto porque pacería más rudo y frio, le encanto ese gemelo, sintió como su corazón latía con fuerza sentía como si se quería escapar de su pecho para irse junto al corazón de ese gemelo hermoso, que por cierto a la luz de la luna se veía completamente como un ángel, esos sedosos cabellos plateados y esos inusuales ojos violetas.
Amukat quedo impactado ante la belleza del menor de los gemelos parecía frágil y delicado que necesitaba que lo cuidaran eran completamente hermoso, y cuando escucho esa melódica voz, sintió como si se iba a desmayar, le gusto se enamoro del menor, de eso está seguro.
— Hola soy Orez – expreso el mayor de los gemelos, le hablaba a Emanak que no dejaba de mirarlo.
— Hola, yo soy Emanak Naruk mucho gusto– expreso con algo de nerviosismo.
— El gusto es mío, ¿Cómo se llama tu amigo?- pregunto.
— Amukat Uojihci, perdónalo pero hay veces que se pierde y no escucha a nadie- dijo el mayor.
— Ya lo creo mi hermano me está ignorando por completo, perdón por haberme ido cuando ustedes llegaron, pero se supone que no podemos hablar con otros vampiros – perdón.
— No te preocupes te entiendo – dijo el castaño y se volvió a perder en los hermosos ojos violetas que posee ese hermoso niño.
— ¿Te gustan mis ojos?- pregunto el menor sonrojándose.
— Emm… perdón… yo…- expreso nervioso.
— Mmm… está bien no te preocupes – dijo el menor y le regalo una sonrisa al castaño, es agradable hablar con otras personas.
— Ok
— ¿y qué haces por aquí? ¿Estás en una cita?- pregunto el menor.
— ¿una cita? ¿Con quién?- pregunto confuso el castaño.
— Si con el vampiro que está hablando con mi hermano – le dijo calmadamente.
— No el solo es mi amigo, no es mi cita – aseguro.
— Ya veo, como venias a un lago con la luz de la luna pensé que era una cita- comento con un brillo en los ojos.
— ¿Tu estas en una cita con tu hermano?- pregunto el castaño.
— Mm… se supone – expreso el peli plateado- pero no es una cita- respondió-
— Ya veo, ¿y están enamorados? Digo se supone que los de tu clan… emm…
— No puedo contestarte aquello – dijo serio.
— Ok entiendo.
Los cuatro vampiros siguieron hablando toda la noche pero luego cada uno tuvo que regresar a sus casas, aunque antes de despedirse acordaron encontrarse a la noche siguiente, en el mismo lugar, a la misma hora.
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Takuma despertó de su desmayo hace aproximadamente 15 minutos, Kaname se llevo a Zero a su habitación, diciendo que quería decírselo en privado, en fin, el rubio ahora está con una sonrisa tonta en su rostro que nada ni nadie se la quitara, hoy descubrió que será padre, y esa es la más grande dicha de alguien, aparte que será padre con la persona que más ama en este mundo, su niño, su ángel, su peli plata, Ichiru.
En este momento está sentado a su lado esperando que despierte para darle la noticia, aunque ha intentado imaginarse la escena en su mente, no se le ocurre ninguna forma buena y adecuada para informárselo a su cazador, el rubio suspiro y le acaricio el rostro a su pequeño.
Ichiru comenzó a moverse en la cama y empezó a estirarse, llevo sus manos a los ojos y se los froto tiernamente, no recuerda como se quedo dormido, solo recuerda ese extraño sueño, bastante extraño, en fin luego pensara que significa lo que soñó, abrió lentamente sus ojos y lo primero que vio fue esos hermosos ojos verdes sobre su persona y solo le sonrió con ternura.
— ¿Dormí mucho? – pregunto.
Takuma negó con la cabeza sonriendo aun más que antes y literalmente se le lanzo encima abrazándolo con fuerza contra su cuerpo, no lo soltaría eso jamás.
— Te amo tanto, eres la única persona que me hace totalmente feliz, tu, y solo tu – le dijo besándole el rostro sin parar.
— ¿Takuma? – Pregunto confundido – yo también te amo – le aseguro acariciándole el cabello.
— Yo te amo mas – le aseguro.
— Está bien no lo pongo en duda – dijo riéndose un poco – pero ¿te pasa algo más? Estas como mucho más feliz que de costumbre – murmuro con una gota escurriéndole por la nuca.
— Es que si estoy mucho más feliz que de costumbre – le dijo mirándolo a los ojos – te tengo que contar algo muy importante – comento.
— Sobre que, de que se trata – pregunto poniéndose serio y mirando esos ojos verdes.
— Mira, en la antigüedad, se decía que existían los donceles entre vampiros– comento Takuma.
— ¿Que son los donceles? – pregunto sin entender nada.
— Los donceles son vampiros que pueden tener bebés…
— Todos podemos tener bebés Takuma – expreso el menor.
— No, no, ellos son los que lo llevan en su vientre – comento tocándole el vientre – cumplen la función de una mujer, son especiales, son únicos, ¿si me entiendes? – pregunto.
— sí, pueden quedar en estado – expreso el menor.
— Si exactamente eso – dijo en un suspiro – pero ellos desaparecieron en algún momento y se creyó que jamás iba a existir otro doncel entre vampiros – susurro – pero…
— ¿Pero…? – pregunto.
— En esta generación, creo que nacieron dos donceles, nadie sabía esto, hasta hoy – comento.
— ¿Quiénes son? – cuestiono.
— Emm… Zero y tú – le dijo viendo como el menor fruncía el ceño.
— ¿Cómo? – Pregunto – nosotros ni siquiera somos vampiros de nacimiento – le recordó.
— Lo sé Ichi, pero tú eres un doncel y bueno… llevas nuestro hijo aquí – menciono y llevo su mano al vientre de Ichiru viendo lo sorprendido que estaba, más bien quedo como en shock.
— ¿Nuestro hijo? – pregunto tocándose el vientre junto a la mano de su amante, y sonrió levemente, será padre.
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Kaname está sentando al lado de Zero viéndolo a los ojos, su hermoso cazador había despertado hace unos cinco minutos, y le explico lo que era un doncel, el menor solo asintió tranquilo, el castaño no sabía cómo decirlo lo que supo hoy, pero debe decírselo, es su deber, aparte quiere que su niño sienta la misma felicidad que él está sintiendo ahora porque es algo maravilloso.
— Zero te cuento esto, porque hoy, me entere de algo – comento el mayor – algo importante para nosotros – susurro – uhm…
— Solo dilo Kaname – pidió el peli plata con curiosidad.
— Es que es difícil de decir así como así, debo ser considerado, decírtelo con delicadeza, porque debes enterarte de la mejor manera – comenzó a decir Kaname.
Zero arqueo una de sus cejas rodando los ojos esperando a que Kaname dejara de hablar estupideces, esta es la primera vez que lo ve así, es algo bastante gracioso pero frustrante que noticia será que no se lo dice de una sola vez, no es como si fuera algo grave o algo que no sucede amenudeo.
— Kaname – llamo con voz fría y filosa, esa era una clara advertencia que debía decírselo de una vez no es como si fuera una damisela.
— Zero es que tú no entiende – expreso el castaño – es algo muy muy importante, algo que cambiara nuestras vidas…
El peli plata bufo por lo bajo apretando los puños para no golpearlo por idiota que no dice las cosas.
— ¡Kaname deja ya tu estupideces, y dime de una puta vez que es lo que me quieres decir! – gruño molesto y mostrando sus colmillos.
Kaname lo miro con la boca abierta pero la cerro de inmediato, debe comprender su Zerito tiene las hormonas a flor de piel.
— Calma amor, te lo diré solo aun pienso la mejor forma de decírtelo, ya te dije que es un tema delicado que cambiara nuestras vidas… - siguió con su discurso anterior logrando que Zero perdiera su poca paciencia.
— ¡SI NO ME DICES QUE MIERDA ES LO QUE PASA JURO QUE TE DEJARE EN ABSTINENCIA POR UN AÑO! – le grito ya aburrido de esa estúpida forma de ¿cuidarlo? O más bien algo raro.
Abstinencia un año, abstinencia un año, abstinencia un año, abstinencia un año, eso es lo que la mente de Kaname repetía una y otra vez como si eso hubiera sido un conjuro o una forma de hechizarlo por unos minutos y cuando reacciono negó enérgicamente y decidió ser directo.
— esta noticia cambiara nuestras vidas en forma positiva – le dijo acariciándole la mejilla mirándolo a los ojos – seremos padres zero – expreso.
— Espera ¿Cómo dices que dijiste? – pregunto Zero completamente sorprendido, como que van a ser padres eso es imposible no han ido a ninguna clínica especializada o a adoptar un bebe.
— Sí, seremos padres – le confirmo Kaname.
— Kaname explícate mejor – le exigió frunciendo el ceño.
— primero dices que te diga y ahora quieres algo más detallado – expreso el castaño en un suspiro.
Zero lo fulmino con la mirada haciendo que Kaname solo tragara en seco.
— Explícate – le gruño.
— Como algunos de los antiguos vampiros tú tienes la habilidad de quedar en estado – le explico – eres doncel y llevas ah nuestro hijo aquí – expreso acariciándole el vientre.
Zero quedo literalmente con la boca abierta, el un nivel E es doncel y le dará un hijo a su Kaname, eso es completamente genial, formara una familia con la persona que ama, es verdad debería sentir miedo o algo así pero, no, su cuerpo su mente su alma esta mas que feliz – ¿es en serio?
— Si mi niño, seremos padres – le aseguro besándolo – te amo demasiado, eres especial – le dijo abrazándolo – mi Zero hermoso, formaremos una hermosa familia.
Zero no podía evitar que una sonrisa se formara en sus labios, esto es algo completamente nuevo pero… es algo tan… lindo, especial, y algo indescriptible, por Dios es algo… que te llena por completo, sin poder aguantarse las ganas se lanzo sobre Kaname.
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El rubio de ojos azules camino hasta el despacho de Kaname para tomar el libro que tanto Ichiru como Zero abrieron, aun no puede creer que lo hayan podido abrir como si nada, si ni siquiera Kaname había podido abrirlo que es un sangre pura, así que esto era lo que lo confirmaba, los gemelos kiryuu tienen algo especial, lo que quiere decir es que algo grande esconden y promete averiguarlo.
El vampiro suspiro y se decidió a leer el libro pero todas sus páginas están en blanco, tal vez solo algunos pueden leerlos, en este caso los que lo abrieron, o necesitan algo, tal vez sangre sagrada, como la de Kaname, porque es la más pura ¿cierto?
Claro que si Aido, que tonterías te preguntas claro que Kaname tiene la sangre más pura.
Este bello sueño continuara la próxima noche