Capitulo 2:
-ring ring – sono la campanilla de una bicicleta.
Era pasado el medio dia, el sol deslumbraba en todo su esplendor, y por las hermosas calles de Berlín, pasaba un apuesto chico montado en su bici. Este vestia unos pantalones ajustados de jean color negro, una blusa delgadísima blanca semi transparente solamente abotonada de dos botones dejando al descubierto un poco de su pecho y la parte de abajo enseñando un sensual tatuaje en forma de estrella en la pelvis, un gorrito delgado cubriendo sus hermosos mechones de cabello negro azabache con rayitas doradas que brillaban y se movían al compas del viento.
Se paso por en medio del los autos haciendo que dos de ellos chocaran, pero eso no le detuvo, siguió con su recorrido, paso por la fuente de los deseos, sacando una pequeña mayita de la canasta de la bici, sumergiéndola en la fuente mientras aceleraba el ritmo de la bicicleta sacando unas veinte monedas de la fuente, las miro y las dejo en la canasta.
-ahora solo ponen de 50 – se quejo el pelinegro continuando con su recorrido.
Paso por el lado de una chica y le quito el collar sin que ella lo notara, con una mano se lo puso en el cuello. Siguio con el su recorrido pasando esta vez por la zona de ambulantes, se acerco hacia uno que ventia espejos y bajo la mano, cogio uno lo puso en la canasta y siguió manejando calle abajo. Cogio el espejo y se miro el collar.
-me queda bien – sonrió dejando el espejo en la canasta.
Paso por el museo de arte. “Prohibido el ciclismo” decía una señal. La ignoro y siguió manejando, saco unos cuetesillos de la canasta, cogió un encendedor, se puso los cuetesillos en la boca mientras encendia la mecha, una vez encendidos los lanzo hacia el jardín del museo, haciendo que los guardias fijaran la mirada en el patio. Paso por el lado de los guardias hacia la entrada del museo, manejo hacia el estudio de los pintores, estaciono la bici, se quito el gorrito y se acomodo el cabello para luego tomar el espejo y un pintalabios que había cogido antes y se retoco los labios. Dejo todo en la canasta y entro al estudio.
-Boo! – asusto al chico que estaba pintando.
-demonios, Bill! Me has hecho saltar – le riño el chico.
-lo siento – sonrió ampliamente – tienes la pintura?
El chico suspiro
-Bill… porfavor… no te arriesgues mucho – le pidió casi suplicándole.
-tranquilo… que podría pasarme?
-prometemelo
-lo prometo Vince
-bien..
El chico se paro y se acerco a una pintura quitándole la manta que lo cubria
-oh por dios!... es hermosa.. – dijo Bill alagando la pintura – donde esta la copia?
-esa es la copia
El chico descubrió la otra pintura que estaba al lado, mostrando una pintura exactamente igual a la otra…
-joder… son iguales – expreso Bill mirándolas bien.
Bill acerco un dedo a la copia, vio que aun había una partecita que aun estaba fresca
-cuidado.. aun esta fresca – le dijo el chico
Bill solo sonrió al ver semejante igualdad en las pinturas
-Bill… no vayas a confundirlas
El chico le extendió un maletín a Bill en donde guardaba las pinturas, una en cada lado.
~*~
-acordamos 9 000 000 euros – hablo Bill.
Se encontraba en un salón con la pintura en un estante, practicaba para su siguiente asalto.
-bueno.. me la quedo – cogió la pintura y la puso en el maletín.
Bill sabia como haría el plan, cerro el maletín y lo cogio, le dio una vuelta que pasaría desapercibida por cualquiera, y saco la otra pintura, la copia.
~*~
-es original, amo – hablo un anciano con un lente en la mano.
Ahí se encontraba Bill, con una peluca rubia larga, poniendo en marcha su preciado plan. Un hombre que aparentaba unos 40 años estaba comprando la pintura, detrás de el, habían dos hombres que se veian un poco mas jóvenes, pero tenían cara de idiotas. Mientras que el anciando revisaba cada rincón de la pintura para asegurarse de que no era falsa, Bill solo sonreía y pensaba que su plan estaba de maravilla.
-genial… no me puedo imaginar como conseguiste tan cara pintura – hablo el hombre.
-pues imagínese porque no le pienso contar nada – hablo Bill sin perder la sonrisa del rostro.
-bien, traigan los 8 000 000 euros – ordeno el hombre.
-acordamos 9 000 000 euros – dijo Bill siguiendo su plan.
-no.. quedamos en 8 000 000 euros
-bueno.. me la quedo – dijo Bill cogiendo la pintura
Pero antes de que Bill pudiera moverla, el hombre le detuvo.
-espera! … esta bien.. 9 000 000 euros
Bill no sabia como reaccionar ahora, ese no era parte de su plan
-30 000 000 euros – hablo rápidamente.
-como?
-esta bien, me la quedo – cogio la pintura rápidamente y la guardo en el maletín dispuesto a irse.
-hey! – le llamo el hombre – no soy gánster ni nada de eso
Los hombre cara de idiotas sacaron un par de armas y apuntaron a Bill
-wow wow wow… tranquilos – dijo Bill volviendo a sonreir – solo era una broma
Volteo el maletín como lo había planeado, sacando esta vez la copia.
-ahí esta…
-bien… ten… - le dio un maletín con 30 000 000 euros al contado.
-fue lindo hacer negocios con usted, señor Gordon
-igualmente…
-Edmond – hablo Bill
-gracias, Edmond
Bill cogio el maletín con la otra pintura y el dinero y salio del salón, corrió hasta su auto y metio todo, se quito la peluca y su ropa, quedándose con otra y la tiro al basurero, entro al auto y manejo cuan alma lleva el diablo.
~*~
-Vince~ - hablo seductoramente.
-Bill? – apareció Vince.
-hey… toma…
Bill le extendió el maletín con la pintura y un sobre
-wow – dijo Vince mirando el sobre que contenia 9 000 euros – Bill, no te metas en muchos problemas.
-tranquilo Vince… nunca me pasara nada malo – le aseguro Bill.
~*~
-por fin… - hablo el hombre – al fin e conseguido esta hermosura
Gordon se acerco a la pintura bajo la atenta mirada del anciano y sus dos ayudantes
-muchos podrían decir que nunca la conseguiría.. pero… yo… tengo buen olfato para estas cosas – dijo tocando su nariz y dejando una huella negra en ella.
-eh? – el anciano le miro con confusión.
-que?
-su… su nariz
-que tiene? – volteo a ver a sus dos ayudantes
Los dos le señalaron la nariz y Gordon paso nuevamente sus dedos en ella y miro que tenia manchas negras en ella, luego miro la pintura.
-no puedo creerlo…
-señor
-es falsa… - dijo mirando sus manos – atrapen a ese chico!
Los dos ayudantes salieron disparados del salo en busca del chico , mientras que en el salón el anciano volvia a mirar con detenimiento la pintura.
-oh si!... si se fija bien aquí, el amarillo es….
Se detuvo frente a la fulminante mirada de Gordon
-el… la cambio – dijo el anciano poniendo cara de inocencia.
-creo que ya lo note, imbécil!
-que hara ahora?
-nadie engaña a Gordon… NADIE!
~*~
Tom salio de su casa y se dirigio hacia la de su madre, había quedado con ella para verse antes del medio dia. Una vez en casa de su madre, un sirviente le dijo que debía llevarse el loro de la casa antes de que su madre lo asesinara, así que dijo que lo pusieran en la entrada para que cuando salga se lo llevase de ahí. Entro a la habitación principal y vio a su madre sentada en su silla de ruedas mientras miraba el periódico.
-madre… no has pensado en comprarte una televisión? – le hablo Tom mientras se lanzaba al sofá para echarse.
-hey! Siéntate bien! y no… no me gustan esas porquerías que pasan por la televisión
-eish.. tu siempre
-mira! – dijo su madre sonriendo mientras sacaba unos pantaloncillos de lana de bebe color azul – los tejí temprano
-mamá…
-se los pondrás a mi futuro nieto cuando nazca
-sigues con eso
-creo que ya habíamos hablado de eso Thomas
-ugh! Que no me llames así madre
-Thomas, Thomas, Thomas, Thomas – empezó a molestarlo su madre.
-eish! YA! … no sigas! Te lo suplico
-Thomas!
-yaa! Eres pesada
-y tu un asesino
-…
-jajajaja… tonto….
-eish… bueno.. ya!.. dime quien es el nuevo cliente
-ah! Casi se me olvida… se llama Gordon – le extendió un papel con una fotografía – el es tu siguiente victima
Tom vio la fotografía en donde aparecia un hermoso chico de cabello rubio largo, era muy sexy , volteo la foto y vio el nombre de su victima
-Edmond .. – leyó en voz alta.
··· cOntiinuara···