Había sido un día agotador, no sólo por la práctica de futbol, él haber conocido a Marcos había alterado mi cuerpo y mente de manera tal que sólo quería llegar a mi casa a dormir. Sin muchas ganas, me metí al baño para tomar una ducha, el simple hecho de pensar en él me hacía sentir cosas que jamás había sentido, algo dentro de mi bóxer empezó a crecer cuando recordé el momento en que había estado rozando su espalda desnuda, casi por inercia llevé mi mano hacía abajo y comencé a acariciarme, y en eso estaba cuando la puerta se abrió de golpe.
-¡Lo encontré! –Entra mi hermana con una sonrisa victoriosa.
-¡No violes mi privacidad! –La saqué del baño como pude y me di una ducha de agua helada. Bajé a cenar, ya estaban mis padres y mi hermana comiendo algo, así que me senté para acompañarlos. -¿Qué fue lo que encontraste? –Le pregunté tomando un poco de pan y chocolate caliente que mi madre había hecho.
-El Facebook de Marcos. ¿Te interesa? –Me preguntó con su clásica mirada de intriga.
-Claro que no. –Ni bien habíamos terminado de cenar, nos metimos a su habitación para checarlo. –Es él –suspiré al ver su foto de perfil; la foto era sencilla sólo era él frente a la cámara con su encantadora sonrisa; empezamos a analizar su información y lo que encontramos ya lo sabía pero aun así dolió –Dice que tiene una relación con Tess Márquez; debe ser la chica que vimos. –Mi hermana entró a su perfil y vimos que efectivamente de ella se trataba, en su foto de perfil estaba ella abrazando y dándole un beso en la mejilla a Marcos. –Se acabó, no hay nada que pueda hacer, lo mejor será que nos olvidemos de todo esto.
-Yo no estaría tan segura –Apareció una notificación que decía que “Marcos Valencia había aceptado mi solicitud de amistad”. –Marcos aceptó la solicitud que le mandaste.
-Pero sí yo no le he mandado nada.
-Lo sé, fui yo; no tienes que agradecerme. –Estaba a punto de ahorcarla cuando apareció un mensaje en el inbox que decía “Hola”. -¡Es Marcos! ¡Te saludó!
-¿Qué hago? –Que emoción, mi corazón latía a mil por hora, tanta felicidad era la que estaba experimentando que sentí que me rompería el pecho; pero todo eso se vino abajo cuando apareció su siguiente mensaje que decía: “¿Quién eres?” – ¡No se acuerda de mí!
-Pues recuérdaselo. –Mi hermana tomó la compu y empezó a decir en voz alta lo que escribía –Que malo eres, soy Kyle el capitán del equipo de futbol.
-¡No escribas por mí! –Recibimos su respuesta, “Perdón amigo, no había visto bien, ¿Qué cuentas?” -¡¿Qué cuento?! ¡¿Qué Cuento?! –Mi hermana me abofeteó y volvió a escribir.
-Estoy viendo a unas viejas buenotas en la tele.
-¡No le escribas eso! –Él sólo contestó “Sobres, que te diviertas”; decidí quitarle la laptop a mi hermana y empezar a escribir yo. –Era broma, sólo estoy recostado en mi cama, estoy cansado por todo lo que hice hoy. –Esperé su respuesta, “Me imagino, perdón por llegar tarde, en parte es mi culpa que termináramos a esa hora” –Descuida man, es mi trabajo como capitán, y todavía sigue en pie mi propuesta de practicar un rato mañana –Mi hermana se sorprendió al ver mi iniciativa; “Como te dije, no puedo, tengo que salir con mi novia; por cierto, me está llamando al cel, te veo otro día”; y se desconectó.
-Esa novia es más lista de lo que pensé; tendremos que andarnos con cuidado.
-No haremos nada, él parece feliz con su novia; no quiero entrometerme.
-¡¿Qué no quieres que Marcos sea quien te dé tu primer beso de amor?! –Yo sólo asentí con mi cabeza -¡Entonces debemos luchar! ¡No nos rendiremos! –Seguimos inspeccionando en su Facebook y encontramos una publicación en la que conversaban él y su novia, habían quedado en verse al día siguiente a la una de la tarde en el centro comercial. -¡Perfecto! ¡Llegó la hora de la emboscada!
A la mañana siguiente salimos temprano mi hermana y yo rumbo al centro comercial, nos vestimos de gabardina larga color beige y con lentes oscuros, según mi hermana, ese es el atuendo adecuado cuando tienes que seguir a alguien. Llegamos y nos colocamos detrás de un arbusto; él ya se encontraba en el lugar, traía una camisa a cuadros color lila, pantalón de mezclilla y tenis blancos, se veía tan perfecto que me fue imposible evitar suspirar.
-¡El ave aterrizó! ¡Repito, el ave aterrizó! -Me hablaba mi hermana a través del walkie talkie, cosa que era innecesaria pues estaba al lado de mí.
-¡Hola amor! –Apareció Tess quien fue recibida por su novio con un candente beso francés.
-¡Zorra! –Exclamé en un tono más alto de lo recomendado.
Comenzamos a seguirlos, hasta el cine, compraron unos boletos para la película de “Amanecer”, increíblemente seguía en taquilla e incluso se seguían haciendo grandes filas para poder entrar a verla. Mi hermana y yo decidimos entrar a pesar de que ya la habíamos visto. Nos acercamos demasiado a ellos confiados en que no nos reconocerían.
-¡Capitán! –Exclamó Marcos emocionado -¿Qué hace aquí? ¿También viene a ver la película? Se ve muy bien en esa gabardina.
-Que bueno que no nos iban a reconocer –Miré de manera intimidante a mi hermana y luego me quité la gabardina pues hacía mucho calor. –Sí, que coincidencia, somos súper fans de La Saga Crepúsculo. –Mentí, nadie con medio cerebro puede ser fan de esa cosa.
-Tess Márquez, -Exclamó mi hermana lanzando su gabardina al aire –por fin nos conocemos.
-Ya nos conocíamos Karo –Respondió intrigada Tess. –Vamos juntas en contabilidad.
-¡Hola Karo! –La saludó también Marcos. -¿Apoco son hermanos gemelos? Ya decía yo que cuando conocí al capitán se me había hecho extrañamente familiar.
-¿Los conoces? –Le pregunté a mi hermana en voz baja.
-Sí ya los conocía –me seguía susurrando –pero eso no cambia nada.
-Si quieren pueden acompañarnos. –Nos ofreció amablemente el chico, propuesta que indudablemente aceptamos.
Entramos a la sala, primero se sentó Tess, a su lado su novio, luego yo por ordenes de mi hermana y al final ella; quedamos el y yo juntos, mi corazón latía a mil por hora, volteé a verlo de reojo y noté que el hizo lo mismo dedicándome una tierna sonrisa. Con mucha discreción rascaba mi pierna para rosar un poco la suya, aprovechaba cualquier momento para poder tocar su cuerpo. Finalmente salimos de la sala una vez hubo terminado la película, como es tradición nos dirigimos a los baños. Entramos juntos y cada quien se colocó frente a un mingitorio, bajé mi cierre e hice lo que tenía que hacer; hice lo que pude para controlar mis instintos, pero fui débil y volteé hacia donde él estaba para espiarlo; pero mi sorpresa fue mayor cuando pude ver que él también me estaba observando.
-¿Está bien capitán? –Me pregunto mientras con sus manos sostenía su miembro para orinar.
-Sí... –mi rostro se sonrojó -¿Por qué no habría de estarlo?
-Es que lo sentí muy inquieto durante la película, me imagine que podría sentirse mal de salud o algo parecido.
-Descuida –subí la cremallera de mi pantalón y me dirigí al lavamanos seguido por él. –Por cierto, sí no es mucha molestia, me gustaría que me dijeras Kyle. –Él me observó fijamente lo que me hizo entrar en pánico. –Si no quieres no, digo, no somos amigos cercanos ni nada.
-De hecho, me gustaría mucho ser tu amigo Kyle. –Sólo nos reímos como si hubiéramos sido los mejores amigos desde siempre, y salimos del baño hablando de lo mala que había sido la película.
-¿Qué haces aquí Karo? –Le cuestionaba Tess a mi hermana mientras retocaba su maquillaje. -¿Por qué has traído a tu hermano?
-Tranquila Tess, fue sólo una coincidencia, no es para tanto. ¿Estás en tus días? Traigo pastillas para los cólicos ¿Quieres una?
-¡Deja de decir tonterías! ¡Quiero que tu y tu hermano se alejen de nosotros y nos dejen disfrutar nuestra cita!
-No hicimos nada, fue Marcos quién nos invitó.
-Por supuesto que sí. Pero tú no lo oíste hablar anoche, -Empezó Tess a citar a su novio haciendo gestos y un tono de voz muy burlón –“El capitán es sorprendente, el capitán me metió 9 goles, el capitán me ayudó con mi herida” ¡Estoy harta! Y conociéndolo, va a querer que nos acompañen todo el día y hoy tengo planeado algo muy romántico para él. Así que hazme el favor de irte junto con tu hermanito o si no, les confesaré tu pequeño secreto, y tú no quieres eso ¿verdad?
-Bien, los dejaremos solos. –Mi hermana salió del baño en compañía de Tess y me dijo que sería mejor irnos, se veía sería así que decidí dejar las cosas así, a mi parecer había dado un gran paso con Marcos, al menos ahora ya éramos amigos.
La noche llegó y decidí jugar básquet un rato en la cancha que queda cerca de mi casa, no había nadie, sólo era yo tirando el balón a la canasta.
-¿Puedo jugar? –Era Marcos, quien me sonreía desde atrás.
-¿Marcos? –le pregunté sorprendido mientras sostenía el balón en mis manos -¿Qué haces aquí?
-Vivo unas casas más para arriba, salí a caminar para despejar un poco mi mente y te vi jugando.
-¿Estás bien? ¿Y Tess?
-Está algo molesta conmigo, hizo reservaciones para un exclusivo restaurant francés, porque hoy es nuestro aniversario, pero yo no soy mucho de ir a esos lugares, son muy caros y además te quedas con hambre.
-Quien pierda –le aventé el balón a sus manos –paga los tacos ¿qué me dices?
-Vas a lamentar haber dicho eso. -Empezamos a jugar y el partido era muy reñido, evidentemente era mucho mejor jugador de básquet que de fut; en la ronda final logró vencerme por dos puntos. –Parece que gané.
-Vamos –le dije envolviéndolo con mi brazo como si fuéramos los grandes amigos para dirigirnos a la taquería –tuviste suerte está vez, a la próxima yo gano.
-Pues yo creo... –no pudo terminar la oración, sin explicación alguna sus ojos se emblanquecieron y su cuerpo perdió fuerzas, cayendo desmayado justo frente a mí.
CONTINUARÁ...