- ¿Grabar una canción con Dir en Grey? –Kai les miraba a ambos cómo si estuvieran locos. No podía creer que estuviesen en la puerta de su casa a esa hora de la noche, sólo para decirle aquello- ¿Hablan en serio?
- Sí, ¿No crees que sería fantástico? –animó Uruha.
- Pues sí pero… -Kai torció su boca en un gesto de inconformidad- con lo ocupados que están no creo que accedan. En todo caso deberíamos hablar con ellos y su productor.
- No te preocupes por eso Yuta-chan –intervino Ruki- Uruha y yo hablaremos con ellos…
- No, lo correcto es que lo haga yo –dijo el baterista, como siempre, apegado a sus responsabilidades de líder- Ya después les diré que tal fue todo.
- ¡Bien! –Exclamó Uruha triunfante- Lamentamos mucho si te interrumpimos en uno de tus momentos “cursis” con Aoi –continuo el guitarrista pícaro logrando su objetivo de hacer sonrojar a su líder.
- ¿N-no es hora de que ya se vayan? –dijo el baterista nervioso, delatándose. A lo que Ruki y Uruha intercambiaron una mirada cómplice.
- Bien, sólo asegúrate de poder sentarte mañana en la batería –Habló Ruki antes de soltarse a correr despavorido junto con Uruha. Dejando atrás a Kai muerto de la vergüenza y sin posibilidad de cobrársela.
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Daisuke se removía una y otra vez en aquel sofá en el que apenas y cabía, hasta que, desesperado, se sentó y dio un fuerte suspiro. Debía haber una mejor opción que esa, pensó. Logrando recordar que sus amigos mencionado algo sobre irse a beber e imaginándose perfectamente dónde podía encontrarlos.
Se levantó, tomó sus llaves y salió del departamento. Cualquier cosa era mejor que seguir torturando su espalda en ese sofá.
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Unos minutos después de que pasara su “discusión” con Die, y habiéndose tragado su orgullo, fue hasta la sala dónde debía estar el guitarrista con toda la intención de disculparse y arreglar las cosas. Pero el sillón estaba vacío y no había rastro del pelinegro por ninguna parte. Suspiró y tomó su teléfono marcando uno de los números más frecuentes.
- ¿Shinya? –Dijo una vez que le contestaron- ¿Daisuke está contigo?
- Sí, está aquí ¿Quieres hablar con él? –Shinya miró a su amigo que en ese momento se tomaba a fondo una cerveza.
- No.
- ¿Por qué no vienes con nosotros Kyo? –Sugirió Shinya apartándose un poco del revuelo que empezaban a armar sus dos amigos guitarristas, al parecer completamente borrachos- Estamos en un bar muy cerca del centro…
- No, sólo… -Le interrumpió antes de que el castaño continuara con su oferta. Volvió a suspirar- sólo no dejes que tome demasiado, en una de esas y termina embarazando a uno de ustedes también – y colgó molesto consigo mismo. ¡Cómo se le ocurría preocuparse por el idiota de Die si este estaba muy quitado de la pena, por ahí de vago con los demás!
Decidido, regresó a su cuarto y se envolvió en sus cobijas cerrando los ojos con una resolución en mente: Daisuke no volvería a entrar en esa cama por un tiempo indeterminado o hasta que a él se le diera la gana permitírselo, así que era incluso mejor si se mudaba a la sala.
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Pasados unos días, habiéndose confirmado el hecho de que ambas bandas grabarían una canción juntas y que harían una serie de conciertos, todos estaban hasta el borde de trabajo. Por lo mismo, o eso quería creer Kyo, él y su Daisuke no habían cruzado ni una palabra más de la necesaria, inclusive estando en casa.
Y al mismo tiempo en que Die se iba alejando, parecía que el otro vocalista se le pagaba cómo chicle, aunque en realidad no le molestaba. ¿La razón? En todo el tiempo que llevaban conviviendo con los otros habían comenzado una relación bastante llevadera entre ellos, tanto que incluso se acercaba mucho a lo que se dice una amistad.
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- ¿Ves cómo lo mira? –Decía el guitarrista molesto un ensayo en que los dos vocalistas parecían conversar animadamente.
- Tú sólo estas celoso Die –Respondió su líder sin inmutarse siguiendo ocupado con su guitarra.
- Y cómo no estarlo si el tipo no se le despega casi nunca. Es como una mosca persiguiendo la comida –agregó al mismo tiempo en que una de las cuerdas de su guitarra se soltaba de la presión que ejerció en esta de puro enojo, provocando una tajada en su mano- ¡Mierda!
- Sólo espero que esto no te termine matando de lo distraído que te pones –se burló Kaoru viendo como Die paraba el sangrado de su mano- de ser así necesitaré buscar otro guitarrista.
- Cállate Kaoru –espetó el más alto sin ánimo para bromas, cosa extraña en él. Eso de hablar con Kaoru sí que era una mala idea, debió haberse dirigido mejor con Shinya, al menos él era un poco más cursi con esas cosas.
- Sabes que es sólo una broma –dejó su guitarra a un lado- Si tanto te preocupa que te roben a tu princesa mal hablada, entonces sólo habla con él y sean felices para siempre. Sabes que Kyo es muy lento para estas cosas y si alguien tiene que empezar a decir palabras rosas, seguramente no será él.
- Todo sería más fácil si fuera un poco más abierto –Habló Die esta vez mucho más desanimado- Llevar cuatro años intentándolo y no tener ningún cambio, es algo que acaba con tus esperanzas. Peor si de la nada aparece un mocoso y parecen llevarse de maravilla. Comienzo a creer que ya no vale la pena y nada más consigo molestarlo…
- Bueno… siempre puedes usar el alcohol como último recurso, eso siempre les funciona–Kaoru detuvo sus ganas de reír pero no evitó que Die le saltara encima para “atacar” su cabeza, frotando su puño en ella con fuerza.
Pero Kaoru estaba completamente en lo cierto, siempre que Die y Kyo terminaban juntos, tenía que haber alcohol de por medio para que perdieran la vergüenza, o el orgullo en el caso del más bajito. Y eso era algo que hasta Toshiya y Shinya habían logrado notar. Tal vez ya estaba llegando la hora de intervenir…
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En cambio las cosas para Takanori iban viento en popa. Había descubierto que tratar con el rubio era mucho más fácil de lo que jamás creyó y sería sólo cuestión de tiempo para tener la oportunidad de dar el paso siguiente.
Entre una conversación, otra y demás comentarios, fue descubriendo poco a poco cosas que jamás se hubiese imaginado. Como que la misma madre de Takara era nada más y nada menos que Kyo, aunque la noticia no le resultó tan extraña y le fue fácil de procesar después de haber visto al rubio con su hijo otras muchas veces. Realmente cada día que pasaba se encariñaba un poco más con el niño y que Kyo tratara a su hijo con tanta ternura le resultaba realmente ¿Adorable?
Lo que si le logró desestabilizar fue enterarse que el padre de la criatura estaba frente a su nariz, siendo este el guitarrista más alto que se la vivía entre bromas a sus compañeros y por supuesto rondando siempre cerca de Kyo, mandando sus pocas esperanzas por la borda al saber que incluso vivían juntos. Pero las recobró tratando por todos los medios ser optimista, cuando recordó que el trato entre ambos no iba del todo bien y que si quería una oportunidad, qué mejor que esa.
Por eso mismo ahí estaba hoy, tocando el timbre del departamento de Niimura, esperando a que este se asomara por la puerta; con la fiel ¿escusa? de revisar la parte de la letra que le correspondía al otro. Hasta hace un rato había estado en el estudio confiado a que el rubio apareciera, pero todo el resto de los músicos llegaron excepto él. No fue hasta que habló con Shinya que éste le informó que el vocalista faltante estaba en casa cuidando de su hijo, pero que si necesitaba algo podía ir para allá.
- Hola Kyo –le saludó una vez este apareció por el umbral de la puerta- ¿Puedo pasar?
- Claro -El rubio se adentró en su casa dando media vuelta y dejando la puerta totalmente abierta para que otro pasara- ¿Te mandaron por la letra, cierto?
Ruki se acomodó en uno de los sillones de la sala mientras Kyo desaparecía por ahí, seguramente para buscar lo que le pedía. Volviendo sólo segundos después, sentándose en el sofá frente al pelinegro de mechas rojas.
- Toma –le tendió unas hojas que el otro músico aceptó de inmediato, pero no hizo falta leerlas a fondo para descubrir que era imposibles de descifrar, o al menos para él.
- Gracias –dijo desistiendo a su lectura y guardándolas- ¿Puedo saber por qué no fuiste hoy al estudio?
- Pues…
- ¡Ruki-san! –le interrumpió el grito entusiasta de Takara que en ese momento entraba a la sala arrastrando consigo su peluche pelirrosa* favorito, regalo de Kaoru, corrió hasta Takanori y lo abrazó.
- ¡Hola Takara! –habló el vocalista igual de entusiasmado, alzando al pequeño en brazos. Pero viendo el sonrojo en su cara y la expresión de cansancio que el menor traía pudo comprender de inmediato lo que el rubio había estado a punto de explicarle antes de que Takara entrara.
- Takara tienes que volver a la cama ahora –dijo el padre preocupándose por el acceso de tos que atacó de la nada al pequeño- Sabes que no puedes andar así por ahí o te pondrás peor –le regañó.
Ruki depositó al niño en los brazos de su padre cuando este se le acercó para regresarlo a descansar.
- Lo siento papi, yo nada más quería saludar a Ruki-san –se disculpó el pequeño recargando su cabeza en el hombro de Kyo- porque tú siempre dices que es de mala educación no saludar a las visitas –decía.
- Lo sé amor –Respondió éste llevándoselo de vuelta a su habitación para recostarlo.
Y sin que se diera cuenta Ruki le siguió, observando de lejos enternecido cómo el rubio acariciaba con amor el cabello de su hijo, al mismo tiempo que le susurraba una suave canción para que durmiera.
- Debe ser horrible tener que verlo tan mal –habló Takanori una vez que el menor se encontrara ya dormitando.
- Si no mejora hoy, tendré que llevarlo a un hospital –Takanori le miró un tanto sorprendido al escuchar el tono quebrado de su voz.
- Estará bien, Kyo –Se acercó hasta el otro atreviéndose por primera vez a tocarle, posando una de sus manos sobre su hombro para brindarle apoyo. Pero el otro músico no dijo nada, así como tampoco le apartó- Mejor salgamos de aquí antes de despertar a Takara de nuevo, además yo ya debo irme –sugirió Ruki y Tooru le siguió hasta la salida del departamento.
Estaba a punto de despedirse cuando un leve cosquilleo le detuvo, casi había olvidado la verdadera razón por la que estaba ahí.
- Tooru… -se atrevió por primera vez a llamarle por su nombre.
- ¿Se te olvida algo? –frunció el ceño.
- N-no es sólo que… -movía sus manos una contra la otra en un tic nervioso- Y-yo había querido decirte… -Suspiró para calmarse, tampoco es que quisiera hacer el tonto ahora- Sé que en este momento tu estas saliendo con Die, pero ya sabes, nunca está de más que me tengas en cuenta… tampoco es cómo si lo dijera a la ligera, quiero decir, tu realmente me gustas y sólo una oportunidad es lo que te pido así que… ¿Qué dices? –soltó de una vez todo el discurso que venía preparando frente al espejo desde hace semanas, regañándose mentalmente por lo cursi que sonaba al decirlo frente al verdadero Kyo.
- Yo… No estoy saliendo con Daisuke –dijo seco el cantante su expresión fue imposible de descifrar para Takanori- Adiós Matsumoto
Justo entonces la puerta se cerró frente a Ruki.
- ¡Demonios! –exclamó el pelinegro dando una fuerte patada a una de las paredes que tenía más cerca y se fue como alma en pena hacia las escaleras. Nunca debió haber seguido los consejos de Takashima, se reclamó. Y principalmente nunca debió haberle hablado a Kyo como si fuera una chica, seguramente ahora lo odiaba mucho más que antes. Lo peor era que de ahora en más tendría que soportar la hostilidad del otro hasta que acabaran las actividades conjuntas de las dos bandas. Y eso si éste no decidía decirle a sus demás compañeros de lo ocurrido, por que de ser así, sería, además, el blanco de las burlas diarias.
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Los días pasaban de un concierto a otro o de programa en programa, pero en ningún momento aparecieron las temidas consecuencias que Takanori esperaba, tal vez Kyo era mucho más maduro de lo que él creía y había decidido pasar de largo aquella conversación. Pero, siendo más sincero, aquello lograba entristecer en cierto grado a Ruki, ya que significaba que sus palabras no afectaban a Kyo ni para bien ni para mal, y por lo tanto sus sentimientos tampoco.
Acomodó por tercera vez su flequillo frente al espejo dándose por vencido, este era el último de sus conciertos con Dir en Grey, así que después de eso cada banda partía por su lado nuevamente.
- ¿Estás listo Ruki? –la puerta se abrió para dar paso a Kai asomándose por ésta.
- Sí, claro –respondió sin ánimos y se levantó para seguir a su líder, cruzándose en el pasillo con Toshiya que iba en busca también de su vocalista.
- Oigan chicos –se dirigió a ellos- ¿No han visto a Kyo?
- En su camerino, Toshiya-san –Kai se encargó de responderle con una sonrisa.
- Bien, gracias.
Salió el bajista corriendo en dirección opuesta a los de Gazette.
- ¿Todo está bien Taka? –Kai le miró fijamente, preocupado- Siempre se te ve más entusiasta antes de un concierto.
- Lo siento Yuta –se disculpó forzando una sonrisa- sólo estaba un poco distraído.
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- ¡Waru-chan! –entró Toshiya abruptamente a la pequeña habitación donde el vocalista se encontraba sumido en sus pensamientos hasta hace unos minutos- Te estamos esperando allá arriba.
- ¿Totchi, crees que Ruki es lindo? –preguntó serio el vocalista.
- ¡No puede ser Kyo! –comenzó el más alto desesperado y sin dar crédito a sus oídos- ¡Puedes dejar tus problemas amorosos para otro momento, ahora debemos irnos!
Le tomó del brazo y, quisiera o no, se lo llevó corriendo rumbo al escenario.
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En cuanto el último de los integrantes estuvo arriba del escenario dio comienzo el espectáculo. Las fanáticas gritaban como locas no pudiendo creer que podían ver a dos de sus más amadas bandas juntas, ignorando completamente los males que acongojaban a los dos vocalistas con cada nota que salía de su garganta. En especial para cierto rubio, que ya llegada la última canción, no sabía que dolía más: las heridas de su pecho que el mismo había abierto, su garganta o cabeza de tanto pensar una y otra vez en lo mismo.
Sus emociones eran un remolino. “Me gustas” aún podía escuchar el dulce susurro de Ruki en su mente. Sin poder creerse que ese par de palabras no lograran más que recordarle a cierto guitarrista a cada momento. Y es que por mucho que viera a Ruki como una gran persona, ¡Vaya! Si hasta Takara lo adoraba, pero no podía sacarse a Daisuke de la cabeza. Cómo tampoco podía negar que nunca se había llevado de maravilla con el guitarrista, pero los pocos años que llevaban juntos con su hijo, habían sido los más llevaderos de su vida y aunque al principio había atribuido esa felicidad a la llegada de su hijo y el apogeo que tenía la banda, ahora sabía que no habría sido lo mismo sin Die.
Ruki se acercaba hasta él para así poder acabar juntos la canción como debía ser. Fue entonces que decidió al fin dejar de darle vueltas a las cosas y sólo había una última cosa que podía hacer para aclarar sus pensamientos. Después de eso, que ocurriera lo que tuviera que ocurrir.
Ahí entre las luces del escenario, dejándose llevar por intensidad con la que le llegaba la voz de Takanori, se acercó hasta el otro vocalista y sin meditarlo siquiera, le robó un beso. Escuchando de inmediato el chillido enloquecido de las fanáticas que tomaban eso como un mero acto de fan service.
Y siendo en una única palabra la que llegaba a la mente de Tooru luego de aquello: CULPA. Y es que después de soltar al más joven, inconscientemente su mirada había ibo en busca de la de su guitarrista topándose con lo dolido que este parecía. Pero al menos ya estaba seguro.
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- ¿Y qué fue eso? –le cuestionó Takanori sentándose a su lado en aquel amplio y esponjoso sofá dentro del camerino que compartían después del concierto.
- Fan service –fue lo único que salió de la boca de Kyo mientras negaba con su cabeza- Lo siento, Ruki. Esa es tu respuesta a lo del otro día–Terminó antes de levantarse dejando sólo a Ruki.
Que se quedó estático por varios minutos hasta que sintió el peso de una mano en su hombro.
- Lo siento Taka –decía Uruha tratando de dar apoyo a su compañero y amigo de toda la vida- No debí alentarte con Kyo.
- No fue tu culpa Shima, yo sabía que él quería a alguien más.
- ¿Por qué no vienes con nosotros a casa de Reita a celebrar? –Sugirió Takashima- No hay nada que ese menso no resuelva con una de sus payasadas.
Ambos rieron. El rubio de la bandita siempre lograba sacarles una sonrisa aunque no se lo propusiera cuando estaban con él y por eso mismo la propuesta le resultaba muy tentadora.
- Vamos entonces Shima –le respondió el vocal ya mucho más tranquilo. No había nada que una noche entre amigos no borrara. Y si lo pensaba más detenidamente no le había ido del todo mal con Kyo. El beso era algo que jamás se había esperado y quizá hasta podrían seguir frecuentándose cómo amigos, aunque resultaría muy incómodo.
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- Ni lo pienses –decía Kyo negándose ante la propuesta de salir a festejar de Toshiya y Kaoru- Vayan ustedes solos.
- Pero si no te estamos preguntando –dijo decidido Kaoru alzando a Kyo y echándoselo al hombro como costal de papas. Agradecido de que el tamaño de Kyo fuera tan compacto y que pesara tan poco. No así, que fuera tan violento y no dejara de patalear y golpear su espalda con los puños, para que lo bajara.
-¡CON UNA MIERDA! ¡SUELTAME AHORA MISMO KAORU! –exigía el vocalista.
- ¿Seguro que puedes con él? –Cuestionó el bajista curvando una de sus cejas dudoso- Si quieres puedo ir a buscar un sedante.
- Mejor camina de una buena vez –le regañó Kaoru con dificultad al recibir una patada en las costillas que le dolió hasta el alma.
Arrojaron a Kyo en la parte trasera del auto del bajista, viendo cómo este parecía tranquilizarse al ver que no tenía de otra, y subieron a la parte delantera del auto para después partir.
- Aquí estamos –anunció Toshiya con voz cantarina deteniendo el automóvil muchas calles llenas de luces después. Habiendo llegado al estacionamiento de uno de los restaurantes más caros y elegantes de la ciudad.
- Tiene que ser una broma –soltó Kyo viendo a los otros dos cómo si se les hubiera zafado un tornillo. Acababan de terminar un concierto, estaba sudado, correaba sangre y su maquillaje estaba un poco corrido, aunque ellos no estaban en condiciones muy diferentes, seguramente alguien sí los reconocería. Sin mencionar que el odiaba ese tipo de lugares.
- No –dijeron los dos al mismo tiempo con una sonrisa siniestra en el rostro, lo bajaron a rastras llevándolo cada uno por un brazo y lo sentaron en una de las mesas del lugar, ya reservada con anterioridad. Aunque sorprendentemente el establecimiento parecía casi vacío.
- Espera aquí –dijo Toshiya y corrió con Kaoru en dirección a los baños.
Kyo frunció el ceño, más si era posible, y estaba a punto de escabullirse cuando alguien más se sentó en la mesa.
- ¿Kyo? –le llamó la voz de Die.
- ¿¡Qué?! –soltó agresivamente volviéndose hacia el pelinegro, adivinando que sus “captores” no iban a volver y que la verdadera intención de sus compañeros era dejarle ahí a solas con Daisuke.
- ¿No deberías estar con Takanori? –preguntó fríamente el guitarrista.
- ¿Y por qué demonios tendría que estar con…? –Se detuvo al recordar lo sucedido en el concierto y notando el casi imperceptible tono en la voz que Daisuke siempre usaba cuando estaba…
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Mientras, desde la puerta medio abierta de los baños, las cabezas de Shinya, Toshiya y Kaoru se asomaban observándolos.
- ¿Estás seguro de que esto funcionará Shinya? –le preguntó por lo bajo Toshiya.
- Claro –afirmó el castaño feliz de la vida- siempre funciona.
- Dime que no sacaste la idea de un dorama –pidió Kaoru, sabiendo la afición que tenía el baterista por los melodramas.
- No, como creen –Dijo éste delatándose con el tono sarcástico en su voz.
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- ¿Celoso? –preguntó Kyo fingiendo sentirse extrañado- Pero si sólo fue fan service.
Pero el pelinegro no abrió la boca para responderle, por supuesto que estaba celoso, pero no por eso permitiría que Kyo se burlara de él. Pronto los minutos fueron transcurriendo y el silencio se fue volviendo cada vez más incómodo.
- Daisuke… -Habló Tooru de nuevo no pudiendo soportar más esa atmosfera. Respiró hondo antes de continuar- Lo siento, por lo de hace un rato en el escenario y también por lo del otro día. Puedes dejar de dormir en la sala si quieres. Sé que la mayoría de nuestros problemas son por mi culpa y… bueno, ya sabes. Sólo lo lamento.
Daisuke volteó su mirada hacia el cantante sorprendido, ¿Había escuchado bien? ¿Kyo estaba disculpándose? Pero en el momento en que sus ojos chocaron con los de Kyo éste desvió el rostro hacia otro lado como si algo en la tapicería le llamara la atención. Esos nervios en él sólo podían significar una sola cosa, no sólo se estaba disculpando, sino que lo hacía realmente en serio. Daisuke sonrió con ternura y se levantó de la mesa.
- ¿Por qué no mejor vamos a casa? –dijo sabiendo lo mucho que el otro debía odiar el pasar siquiera un minuto más en aquel lugar. Confirmándolo al Kyo asentir de inmediato y salir casi corriendo del lugar.
El rubio caminaba por el estacionamiento preguntándose si Die habría llevado su auto o tendrían que regresar de alguna otra manera, cuando se vio apresado entre uno de los autos, que justa mente era el de Daisuke, y los brazos del guitarrista quien asaltó su boca con lujuria. El beso fue largo y profundo, pero al mismo tiempo tan pausado cómo para que ambos disfrutasen las emociones que les traía ese simple y maravillosos contacto.
- Te amo Waru-chan –Susurró Daisuke pegando su frente con la de éste y compartiendo una sonrisa con Tooru que encerraba muchos significados.
Esa sería una noche muy ajetreada para ambos, pero debían aprovechar que Takara estaba de visita con su abuela y no sería una interrupción…
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A unos metros de distancia y desde otro de los vehículos en el lugar tres pares de ojos observaban el auto de la pareja partir.
- Les dije que funcionaría –alegó Shinya orgulloso.
-Espero que con esto el humor de Tooru mejore al menos un poco –secundó Toshiya acomodándose mejor en el asiento del auto y encendiendo el motor.
- Sólo no olviden evitar las visitas hasta mañana bien entrada la tarde –les recordó Kaoru.
- ¿Creen que se terminen casando? –preguntó Shinya en voz alta sacando estrellitas por los ojos.
- ¿Se imaginan a Kyo vestido de novia? –Soltó el bajista. Los tres se miraron horrorizados y un escalofrío recorrió su espalda. Prefiriendo dejar el tema por olvidado.
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