- Será mejor que me largue de aquí para no levantar sospechas, lo que sucedió aquí fue solo un desafortunado accidente causado por la lluvia y una parte de la malla sin protección, solo eso.--- dijo Kuroi sin remordimiento o culpa alguna mientras salía rápido de la azotea. De haberse acercado un poco más al borde de la azotea hubiera visto a un Naru sosteniéndose a duras penas de éste, debido a la humedad y a lo agotado que se encontraba no podía sostenerse.
-Y-Ya… no resisto más ttebayo.--- decía en su mente Naru antes de soltarse por completo.
-Ayúdame……S-Sasuke. ---- le llamó inconscientemente Naru mientras caía y empezaba a perder el conocimiento.
Continuara…
Antes de perder por completo la conciencia sintió como era tomado suavemente en brazos y estrechado en ellos hasta quedar refugiado y acurrucado sobre un fuerte y cálido pecho que le brindaba una seguridad y protección como nunca antes había sentido.
Con dificultad elevó un poco su rostro, su vista estaba borrosa, estaba a punto de desmayarse, sin embargo aun así por unos cortos segundos creyó ver los ojos carmesí de su Príncipe de la Noche, eso lo hizo sentir muy feliz. Ya no tuvo miedo, sintió por alguna razón desconocida que a partir de ahora todo estaría bien...
- Descansa, ya estoy aquí, jamás volverás a estar solo.--- fueron las palabras que apenas logró escuchar que le susurraba con una voz grave y suave antes de volverse todo negro y caer en la inconsciencia.
Sasuke observaba fijamente la delicada figura que yacía desmayada en sus brazos, no podía creer que había estado a punto de perderlo, menos mal que pudo dar con él a tiempo…
Flash back:
Sasuke aun en el balcón estaba frustrado por no encontrar una explicación para sentirse de esa manera, estaba a punto de irse del balcón e ignorarlo todo, cuando un escalofrió le recorrió todo el cuerpo y…ahí lo escuchó…
-Ayúdame……S-Sasuke.
Era su Cuplu, no tenia duda alguna de ello, antes de siquiera pensarlo su cuerpo ya se había movido por sí solo, saltó del balcón con una gran agilidad y velocidad aterrizando en el jardín, cerró los ojos y se concentró en tratar de sentir su presencia no paso ni un segundo en dar con ella (algo extraño, pero que en ese momento no tomó en cuenta), no estaba lejos, al abrir sus ojos estos se volvieron rojos carmín para luego teletrasportarse, una habilidad que solo él y su hermano mayor habían logrado dominar.
Al llegar al lugar en donde sentí su presencia, percibí su olor en el cual no había podido dejar de pensar aunque no más que en la persona que lo desprendía, noté que me encontraba en lo que parecía ser la parte trasera de algún Instituto, instintivamente y con ese mal presentimiento que no desaparecía elevé la mirada y todo se detuvo, no podía creer, que frente a mis ojos mi Cuplu estaba a punto de estrellarse contra el suelo, esa imagen me hizo sentir por primera vez en mi vida el miedo…si miedo, miedo de perderlo, sin vacilar y saliendo de mi estupor corrí a una velocidad que ni sabía que era capaz de hacer hacia él, realice un gran saltó y lo tomé en mis brazos llevándolo hasta la azotea del Instituto. El pequeño entre mis brazos se encontraba muy débil y húmedo, estaba perdiendo el conocimiento, me miró a los ojos por unos instantes con esas hermosas joyas zafiros que tenia por ojos, no demostró asombro o miedo en ellos al ver el color antinatural de mis ojos, más bien parecía ¿feliz al verlos?, al verlo cerrando esos ojos como pedazos de cielo, no dude en susurrarle unas palabras, más bien una promesa que cumpliría sin importar qué, estaba seguro que me había escuchado pues había sonreído sutilmente antes de cerrar por completo sus hermosos ojos.
Fin del Flash Back.
Con el pequeño en brazos, lo estrechó protectoramente entre ellos para después desaparecer enigmáticamente de la azotea teniendo como único testigo una hermosa puesta de sol, la cual se podía apreciar gracias a que el cielo se encontraba totalmente despejado sin una sola nube, a diferencia de hace algunos minutos atrás...
& SasuNaru &
En una elegante y lujosa habitación con un exquisito estilo moderno perfectamente mezclado con lo antiguo(1),los cálidos rayos de sol ingresaban por las amplias ventanas mientras las cortinas de un blanco inmaculado se mecían levemente al ritmo de la brisa matutina.
Sobre la amplia y única cama con dosel bicolor de seda negra y blanca en la habitación, se encontraba la figura de un rubito tranquilamente dormido, estaba acurrucado cómodamente entre las suaves sabanas.
Lentamente el ocupante de dicha cama fue abriendo sus ojos zafiros, al principio estaba algo adormilado, luego cuando estuvo más despejado del sueño recordó lo que había pasado sentándose de golpe sobre la cama, desorientado observó a su alrededor sin saber cómo había llegado a ese lugar, pero más importante ¿dónde estaba ese lugar?
-¡¿E-En dónde estoy ttebayo?! --- gritó alterado en su mente Naru mientras impulsivamente salía de la cama debido a eso se enredó con la sabana cayendo al suelo de manera aparatosa, o más bien sobre la alfombra, que para su suerte amortiguo un poco su caída..Solo un poco...
-Eso me dolió ttebayo. --- se quejó Naru con un puchero y dos lagrimones en sus ojos mientras se acariciaba su frente adolorida, pues ésta se había llevado la peor parte.
Cuando se levantó se percató de que su cabello estaba suelto cayéndole sutilmente por la espalda y que la ropa que tenia puesta, o más bien la única, a parte de la interior, se trataba de una camisa blanca de mangas largas, la cual le quedaba grande, cayéndosele de un lado dejando a la vista uno de sus hombros, además de cubrirle hasta la mitad de sus muslos, desprendía un agradable y varonil aroma, que le era muy atrayente y reconfortante, sus mejillas se tornaron de un sutil tono carmín ante sus pensamientos, sacudió la cabeza en un intento de alejarlos para concentrarse en averiguar en donde se encontraba.
Cuando logró ponerse de pie y dio un paso hacia una gran Puerta que parecía ser la salida de la habitación, sintió un pequeño corrientazo de dolor proveniente de su rodilla derecha donde se había lastimado al tropezarse en las escaleras mientras era perseguido, ya no le dolia tanto, pero aun le incomodaba al caminar.
Dirigió su mirada al lugar donde había sentido el dolor y se dio cuenta de que su rodilla derecha estaba vendada.
-Quién me trajo aquí debió de haberlo hecho ttebayo.--- dedujo Naru mientras se levantaba y sentaba en la cama para observar mejor el vendaje.
Esperó alrededor de unos 10 minutos a que alguien apareciera y le explicara cómo había llegado aquí, sin embargo pasado de esos minutos nadie entraba a la habitación por lo que no pudiendo soportar más la incertidumbre y el nerviosismo de no saber nada, ni en dónde se encontraba y con quien solo kami sabe…decidió averiguarlo por su cuenta…
Algo inseguro sobre la decisión que había tomado se levantó de la cama y con pasos lentos y algo torpes se dirigió a la puerta, al salir de la habitación se encontró con un amplio pasillo y varias puertas en ambas direcciones, con una elegante decoración.
-¿Y ahora que hago ttebayo? --- se preguntó Naru dudoso de cual dirección tomar.
Utilizando la pared como soporte para no apoyar mucho su pierna derecha decidió arriesgarse y tomar una dirección, solo esperaba encontrar a alguien por el camino, o bien poder regresar a la habitación sin llegar a perderse en caso de no toparse con nadie.
Solo llegó a dar dos pasos cuando escuchó una sensual y varonil voz a su espalda que le estremeció todo el cuerpo…
-Se puede saber ¿a dónde vas Dobe? --- no preguntó le exigió saber el dueño de esa voz, por su tono parecía que no estaba muy contento de encontrarlo fuera de la cama y en pleno plan de fuga de la habitación.
Naru lentamente fue girando su rostro para ver al dueño de aquella voz, cuando lo hizo con lo primero que se toparon sus ojos zafiros fueron con unos penetrantes ojos ónix, que a pesar de haberlos visto una sola vez hace apenas unas semanas atrás jamás podría olvidarlos.
Por otro lado el pelinegro no podía creer la situación, es decir, después de haber velado el sueño de su Cuplu todo la noche solo al dejarlo por unos pocos minutos en su habitación mientras atendía una llamada éste despierta y lo termina atrapando en infraganti en el pasillo, con destino a solo Kami sabe…en esas condiciones.
Flash Back
Después de haber salvado a su Cuplu, se había teletrasportado a su ahora Mansión, siendo mas especifico a su habitación, aun no sabía lo que había sucedido, pero ya lo averiguaría con lujos y detalles, pero ahora lo importante era atender a su pareja.
-Anko. --- llamó el pelinegro a su ama de llaves y hasta ahora único sirviente en la casa además del chofer hasta el día siguiente, a decir verdad se suponía que él se trasladaría mañana junto con todo el personal a la Mansión, sin embargo no pudo resistir, no sin salir herido algo de su orgullo, un día más estar lejos de su Cuplu, esos días habían sido un suplicio, y sus queridos hermanos no hacían los días más llevaderos, molestándolo y provocándolo con unas teorías y preguntas estúpidas, como ¿no crees que tu Cuplu pueda estar siendo pretendido por algún varón en estos momentos? o ¿qué harías si tu Cuplu se enamora de algún varón mientras tú te encuentras en otro país intentando ganar control para no saltarle encima?, ¡JÁ!, ni que él fuera como ellos, aunque… no estaba de más ganar algo más de control… y el que haya tomado el primer vuelo que encontró hacia Japón ese mismo día después de que le soltarán esa tontería en definitiva no tuvo NADA QUE VER, tampoco que él se haya adelantado un mísero día del que tenía planeado, POR SUPUESTO QUE NO…(n/a: “si claro”)
A su llamado, en la habitación aparecieron unas luces azules entre las cuales apareció la figura de una mujer aparentemente de unos 30 años,ojos castaños y cabello entre azul o morado(2),vestida con un uniforme de doncella de color negro y blanco.
-Me llamó joven. --- contestó la recién llegada, mientras hacia una pequeña reverencia.
-Así es, quiero que lo atiendas, al parecer tiene lastimada una rodilla el que perdiera la conciencia fue debido al fuerte shock, sin embargo,aun así quiero que te asegures de que no tenga más heridas, además quiero que lo cambies de ropa, pues la que lleva puesta está mojada y no quiero correr el riesgo de que se resfrié. --- le ordenó a Anko sin siquiera mirarla pues aun tenía los ojos fijos en la preciada carga que llevaba en sus brazos. Para Anko no pasó desapercibido la mirada con la que el pelinegro observaba al pequeño que estaba refugiado en sus brazos, por lo que no pudo evitar sonreír de manera discreta ante ella comprendiendo solo con eso la situación, conocía muy bien esa mirada, debido a todos los años que tenia sirviendo a la Familia Real, los conocía a todos, por lo que ya había visto esa misma mirada en los demás Príncipes e incluso en los de su Rey, cada vez que están en presencia de su Pareja…su otra mitad, su razón de vivir y el de ser feliz…
Ya era hora de que el menor de los Príncipes encontrara la suya. Y eso la hacía muy feliz, le tenía un gran aprecio y respeto a la Familia Real, sin dudar ni un segundo daría incluso la vida por cualquiera de ellos.
-Como usted ordene joven amo. --- acató la orden gustosamente la doncella.
Luego de ponerle una pomada curativa en la rodilla, la cual duraria un poco en surtir efecto realizó el cambio de ropa al pequeño, le acarició con cariño casi maternal los cabellos dorados del doncel, no pudo evitarlo ese pequeño le inspiraba mucha ternura.
-Bienvenido a la Familia. --- le susurro con afecto mientras lo arropaba con las cálidas sábanas y cuidaba de él hasta el regreso de su joven amo..
Mientras eso sucedía Sasuke después de haberse dado un buen baño y cambiado de ropa, se encontraba en el patio trasero de su Mansión, aun sentía el cuerpo algo tenso ante la imagen que había quedado grabada a rojo vivo en sus ojos, la de su Cuplu cayendo de ese Edificio, de solo pensar lo que hubiera pasado y perdido si él no hubiera adelantado su viaje un día, o si hubiera tardado algunos segundos en reaccionar su Cuplu estaría…
Su cuerpo se puso rígido al instante mientras un desagradable escalofrío recorría su espalda.
-Oh, ésta noche estas muy pensativo Sasu-chan, acaso te ha sucedido algo interesante en tu primer día en Japón.--- comentó burlona una voz que por desgracia conocida para él a su espalda. Sacándolo sus pensamientos.
-Sí, Mi Cuplu casi muere al caer de un Edificio.--- contestó secamente Sasuke sin darse la vuelta mientras apretaba con fuerza los puños. Haciendo que el peliplateado dejara todo rastro de burla, pasado a una de total seriedad al escuchar las palabras del azabache.
-¿Cómo sucedió eso? --- preguntó con la misma seriedad el peliplateado.
-Aun no lo sé, pero te aseguro que voy averiguarlo. --- sentenció Sasuke mientras se daba la vuelta para quedar frente al peliplateado, el cual podía ver plasmado en esos ojos rojos carmesí la promesa de que así seria.
-Entiendo, entonces debo suponer que por ésta noche lo tendrás bajo tu protección. --- no era una pregunta, más bien una afirmación por parte del peliplateado, no por nada conocía a su ex-alumno. --- Será mejor que vaya a calmar a su padre adoptivo, debe de estar muy preocupado por no ver su regreso a casa, cuando averigües lo que sucedió espero que me lo digas quisiera ayudarte en lo que planees si hubo alguien responsable de ello, después de todo es el hijo adoptivo de mi cuplu, por lo que en el futuro será el mio tambien , nos vemos. --- término de decir el peliplateado mientras se daba la vuelta y desaparecía.
Seguido unos segundos después por Sasuke, quien se dirigió directamente a su habitación donde durante toda la noche velaría por el sueño de su Cuplu…
Fin del Flash Back
-¡S-SASUKE UCHIHA! --- gritó un impactado Naru en su mente, mientras lo señalaba con su dedo, fue tal la impresión que dejó de apoyarse en la pared como consecuencia perdió el equilibrio y hubiera caído de no ser porque los protectores y fuertes brazos del azabache reaccionaron a tiempo sosteniéndolo y estrechándolo por la cintura contra su cuerpo evitando así su caída. Era oficial el rostro de Naru jamás había alcanzado un tono de rojo tan intenso como el que tenía en esos momentos, no solo de vergüenza por su torpeza sino además por la situación en la que se encontraba:
1ro. Estaba entre los brazos del aclamado Príncipe de Hielo, en quien no había podido dejar de pensar desde que lo vio por primera vez.
2do. Estaba entre sus brazos solo con una camisa ligera como ropa, mientras el Azabache solo llevaba puesto un pantalón azul de piyama. Por lo que estaba refugiado sobre su fornido, cálido y pálido torso ¡totalmente desnudo!
Y por ultimo ¡Su cuerpo no reaccionaba, estaba completamente petrificado! podría jurar que en esos momentos más de la mitad de toda su sangre había parado ya a su rostro.
Por otra parte Sasuke estaba siendo uso de todo su autocontrol para no caer en la tentación, y ¡por kami que era mucha! si prácticamente la tenía materializa entre sus brazos, podía percibir con intensidad el exquisito aroma que desprendía su Cuplu, la calidez y suavidad de su piel acanelada a través de la ligera tela de la camisa que lo cubría, la cual no ayudaba mucho, podía escuchar claramente los fuertes y acelerados latidos del corazón del menor gracias a sus agudos oídos, su cálida respiración chocando contra su pecho descubierto, sin embargo la deliciosa y satisfactoria sensación de tenerlo estrechado contra su cuerpo refugiado entre sus brazos no tenia comparación alguna. Sin poderlo evitar estrecho un poco más ese menudo y delicado cuerpo contra el suyo, mientras suspiraba intentando calmarse estaba seguro que sus ojos se habían tornados rojos, tenía y debía de controlarse, sonrió con ironía al verse en esa situación, ahora entendía porque sus hermanos y por increíble que parezca también su padre cuando se trataba de sus Cuplus, el magnífico autocontrol, imperturbabilidad y frialdad del que siempre se han enorgullecido y admirado los de su especie se iba literalmente por el desagüe, por inconcebible que parezca esa era la pura verdad. Pero por supuesto, eso es algo que ni muertos reconocerían abiertamente, después de todo eran Uchihas.
Cuando pudo tranquilizarse aflojo un poco el abrazo, sin llegar a soltarlo del todo y de improviso y en un rápido movimiento lo cargo en sus brazos.
-¿Adonde intentabas ir?, aun estas débil, y tu rodilla aun está sanando, no estás en condiciones para ponerte en plan de explorador.--- le regañó sutilmente Sasuke mientras lo llevaba en brazos nuevamente dentro de la habitación.
Naru no podía creer lo que estaba sucediendo, de estar entre los brazos de Sasuke había parado a ser cargado por ellos, la vergüenza que sentía no hacía más que incrementarse y ciertamente el fuerte sonrojo de sus mejillas daba fe de ello, al ser tomado en sus brazos tuvo una vaga sensación de familiaridad, como si no fuera la primera vez que sucedía ello, algo en su cabeza hizo Clic, e imágenes borrosas llegaron a su mente, recordó que mientras estaba cayendo de la azotea sintió la misma sensación que en esos momentos al estar en sus brazos, pero eso es imposible ¿o no?, todo estaba muy borroso, no podía enfocar bien las imágenes, ¿cómo fue que logró sobrevivir? y ¿cómo llegó a este lugar?
Una vez que habían entrado a la habitación, Sasuke sentó con cuidado a Naru sobre la cama, sabía que el interrogatorio por parte del menor era inevitable y no lo culpaba eso era normal dada la situación, sin embargo Él también tenía unas preguntas que hacerle, específicamente como había terminado cayendo de la azotea, y algo le decía que al enterarse de ello correría sangre.
-Y bien, no quieres preguntarme algo.--- inquirió Sasuke tratando de animarlo a “hablar”, el pequeño era todo un libro abierto podía a ver a luces que se contenía para hacerle preguntas, estaba tímido, evitaba verlo a los ojos, agachando un poco la mirada tratando de ocultar inútilmente el sonrojo en sus mejillas y su nerviosismo, sonrió ante ello, su inocencia y belleza en partes iguales era sin duda únicos, los rayos del sol que entraba por la habitación le daba de lleno haciendo que su sedoso y largo cabello brillara como el oro, y su sublime rostro juntos con esos hermosos ojos zafiros resplandecieran divinamente, era como estar frente a un Ángel…su Ángel.
Naru armándose de valor levantó la mirada encontrándose con esos penetrantes e intensos ojos ónix, que le observaban fijamente, haciendo que se le acelerara aun más el corazón, los cuales llegaban claramente a los oídos del azabache, quien sonrió de medio lado complacido ante ello.
Naru tragó duro ante esa sonrisa, la cual lo hacía ver más atractivo de lo que ya era ¡¿Cómo rayos era eso posible?! En definitiva a Naru le estaba resultando muy difícil el coordinar sus ideas.
-Vamos te prometo que no voy a morderte.---- le prometió Sasuke tratando de alentarlo -…Por ahora... ---- terminó de agregar en su mente Sasuke sin poder evitar que una sonrisa seductora apareciera en sus labios mientras sus ojos ónix brillaban con travesura.
Un extraño cosquilleo recorrió la espalda de Naru al verlo, sin embargo no era por miedo, fue por algo más que no pudo definir…
Y porque tenia el presentimiento de que esa promesa sería cumplida... solo temporalmente…
Continuará...
Significado de los Números:
1. Asi mas o menos me imagino la habitacion de Sasuke, solo que mas amplia al igual que la cama y con ventanas mas grandes.
2. Anko Mitarashi
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No se dejen engañar lectores, Anko puede tener su lado tierno, pero tambien es una luchadora con fuerte carácter, mas adelante sabran la naturaleza de Anko, y porque es una de los sirvientes de esta poderosa Familia.