Kaka-Iru
-¡ME IMPORTA UN COMINO SU ESTÚPIDO PROTOCOLO DE BUSQUEDA (1), MI HIJO HA DESAPARECIDO Y NO PIENSO QUEDARME CON LOS BRAZOS CRUZADOS SIN HACER NADA! – Terminó de gritar un más que enfadado Iruka mientras cerraba el teléfono de golpe hasta el punto de casi romperlo.
Cuando había llegado del trabajo hace unas horas, se encontró con que su hijo no solo no se encontraba si no que nunca había llegado a la casa, sin perder el tiempo empezó a llamarlo a su celular, pero no contestaba, perdió la cuenta de cuantas veces lo hizo, aumentando su angustia, pues su hijo siempre le contestaba a la primera, luego decidió llamar al profesor en Jefe designado para ese año al Salon de clase de su hijo, que por suerte resultó ser un antiguo compañero de clase y un gran amigo suyo, por lo que tenía su número ya que aun seguían en contacto, no dudó en llamarlo, con la esperanza de que tal vez se hubiera presentado alguna actividad escolar que lo haya retrasado, pero no fue así, el Instituto hace mucho que había cerrado…cosa que llegó a comprobar después de haber recorrido en auto todo el camino desde su casa hacia el Instituto, pensando en que tal vez podría encontrárselo en el trayecto…pero no fue así…
Al llegar de nuevo a la casa la angustia ahora no era lo único que sentía en esos momento…su hijo había desaparecido…
Con un nudo en la garganta y sus emociones a flor de piel, tomó el teléfono y llamó a la policía para reportar su desaparición y que lo ayudarán a buscarlo. Siendo una total pérdida de tiempo, pues lo ayudarían después de haber pasado las horas establecidas para considerarlo desaparecido para luego iniciar su búsqueda, menudo Protocolo de mierda que se gastan...
Decidido a no perder ni un minuto más, tomó de nuevo las llaves del vehículo, resuelto a buscarlo por su cuenta por toda la Ciudad de ser necesario.
-Naru, espero que estés bien. --- rogaba un preocupado Iruka mientras cerraba la casa dispuesto a buscar a su hijo adoptivo hasta encontrarlo. Tan perdido estaba en sus pensamientos que no notó la figura que se acercaba a su espalda, hasta que éste le habló
-Lo ésta, no tienes de que preocuparte.--- le constestó el recién llegado, sobresaltando al pelicastaño quien rápidamente se dio la vuelta para verlo.
Se trataba de un hombre de aparentemente su misma edad, aunque mucho más alto, tenía el cabello de un tono entre gris y plateado, a pesar de llevar la mitad de su rostro cubierto era muy atractivo, llevaba puesto un traje formal negro en combinación con una camisa blanca y una corbata roja (2), que le quedaba a la perfección y resaltaba su elegancia, y sus ojos, los cuales no perdía ninguno de sus movimientos eran de un color negro ya familiar, al reconocerlo el pelicastaño no pudo evitar fruncir el ceño, lo cual no paso desapercibido por el peliplateado, quien sonrió bajo la máscara con algo de culpabilidad, al ver que el doncel no había olvidado su desastroso primer encuentro.
Flash back:
-¿En donde se habrá metido de nuevo ese Príncipe malcriado y enojón?— se preguntó un refunfuñado peliplateado quien luego terminó suspirando con resignación, pues el menor azabache no solo se le había desaparecido minutos antes de su Presentación, si no que para el colmo también al terminar ésta, justo después de hacer semejante anuncio (3) frente a los reporteros y sin siquiera consultarle a él, su representante. --- Ese niño desconsiderado… --- se quejaba en sus pensamientos Kakashi en mientras caminaba por uno de los pasillos que del Estadio, de pronto se vio interrumpido de esa tarea, al escuchar que lo llamaban.
-¡Hey! Kakashi, quiero presentarte a alguien.--- le llamaba un emocionado Ebizu, mientras arrastraba consigo a un avergonzado y molesto pelicastaño al verse tan fácilmente engañado por su “hermano”. Pero ya se las cobraría.
-¿Ebizu? ¿A quién me quieres...?--- Kakashi no pudo terminar la oración, al percibir un olor en el aire que le cortó de golpe la respiración y le secó la garganta al instante, sus sentidos jamás había percibido algo tan…exquisito y atrayente. Lentamente como hipnotizado fue dándose la vuelta dejándose guiar por ese exquisito olor, hasta llegar con la fuente del mismo. Sus ojos se dilataron al observar al portador de él y comprendiendo al instante la situación.
Estaba frente a su Cuplu...
-Kakashi, te he estado buscando por todas partes, quiero presentarte a mi Iruka-chan, del que tanto te he hablado.--- le dijo un animado Ebizu al peliplateado mientras le daba un empujoncito a Iruka para que se le acercara al peliplateado, definitivamente se vengaría de Ebizu, se juró mentalmente Iruka, quien no se atrevía a elevar la mirada del suelo, por la incómoda situación en la que lo había metido su “hermano”.
Después de unos segundos de vacilación por parte de Iruka, éste decidió levantar la mirada topándose con los negros y enigmáticos ojos del peliplateado, quedando irremediablemente perdido en ellos, sentía como si estos eran capaces de ver a hasta lo más profundo de su alma, de repente le atacó una gran timidez al verse observado por ellos, los latidos de su corazón se aceleraron y sus mejillas alcanzaron un sonrojo a su máximo esplendor. Todas y cada una esas reacciones no pasaron inadvertidas por el peliplateado. Su Cuplu, era hermoso, nunca en su larga vida había visto tanta perfección reunidas en una sola persona…y era todo suyo. Durante muchos siglos había estado aguardando por él y por fin, por fin lo había encontrado a su Pareja.
En verdad que estaba haciendo acopio de todo su control…ya había aprendido y escuchado sobre las fuertes reacciones que un Cuplu era capaz de despertar en su pareja Vampiro en su primer encuentro, pero ¡una cosa era saberlo y otra era sentirlo!
-¡Maldicion!, tengo que alejarme de él, es demasiada la tentación. --- se dijo mentalmente Kakaski, quien a pesar de estar aguantando la respiración, para evitar oler el delicioso aroma que desprendía su Culpu, no era suficiente.
-B-Buenos noches Kakashi-san, mi nombre es Iruka Umino, es un placer conocerlo --- se presentó un nervioso Iruka mientras hacia una pequeña reverencia para después sonreírle con timidez y con las mejillas aun sonrojadas.
- Tengo que irme. --- fue lo único que logró decir Kakashi, sin poder aguantarlo más, mientras se daba la vuelta y salía casi disparado de ahí, Iruka por un momento había jurado que sus ojos habían parpadeado a un color rojo, sin embargo ignoró ese más que posible juego de su imaginación, al caer en que cuenta en que el peliplateado prácticamente había huido de él, sin saber porque ese pensamiento lo hizo sentir muy triste al igual que enfadado.
-Bueno, al parecer no soy del agradado de tu amigo Ebizu, y por lo visto tampoco le interesa conocerme. --- le comentó un aparentemente normal Iruka a Ebizu mientras emprendía el camino nuevamente hacia la pista del Estadio en donde habían dejado a cierto rubio de ojos azules, sin embargo, Ebizu, al conocerlo desde su infancia, pudo detectar entre esas palabras lo afectado que lo había dejado la indiferencia del peliplateado.
-Eso fue extraño, jamás había visto a Kakashi, comportarse así.--- susurró Ebizu en el medio del pasillo para luego seguir al pelicastaño.
Fin del Flash Back
Continuará
