¡Por fin…estamos llegando a la Ciudad! … exclamó mentalmente el zorro al divisar la Gran y luminosa Ciudad de Japón mientras estaba en el aire por el enorme salto realizado.
Ya es hora…
Aun en el aire, el zorro giró hacia sus atacantes, concentrando toda su energía en sus nueve colas, hasta formar una gran esfera roja, sorprendiendo a los tres perseguidores por tener aun esa gran cantidad de energía reservaba, en un rápido movimiento les lanzó la esfera…produciendo una enorme explosión que se escuchó por todo el oscuro bosque…
Coff…Coff…maldición…Coff…no puedo creer que aun guardaba… esa gran cantidad de energía…lo subestimamos…----- decía entrecortadamente Kabuto debido al dolor de sus heridas y el desgaste de energía al tratar de protegerse con un escudo mágico del gran impacto de la esfera.
Apenas y logró hacerlo…pero los demás no corrieron con la misma suerte…
Están muertos…
-Es… increíble…, y eso que no ha expulsado ni la mitad de su verdadero poder.----- comentó Kabuto entre asombrado y asustado por el poder destructivo que posee. Observaba a su alrededor viendo estado en el que había quedado todo el lugar tras un solo ataque del zorro.
Gran parte del bosque había desaparecido…solo había quedado un enorme cráter en su lugar…
- No cabe duda…del gran poder que ostentan los miembros de ese Clan…o debería decir… el último y más importante miembro del Clan Kitsune, ahora entiendo la obsesión de mi Maestro por apoderarse de él…es la pieza clave para poder cumplir con nuestros planes…ya verás zorro de nueve Colas…solo será cuestión de tiempo para que vuelvan a caer en nuestras manos….no podrán huir siempre y mucho menos ahora que los hemos encontrado después de tanto tiempo…---- terminó de agregar con una sonrisa malévola y confiada mientras observaba la Gran Ciudad de Japón.
Mientras tanto en la Ciudad…
Un enorme zorro se deslizaba con cautela por encima de las casas a gran velocidad evitando ser visto gracias a eso y a la oscuridad de la noche a pesar de las luces de la Ciudad.
No…puedo más…he gastado toda mi reserva de energía…la invocación está a punto de desaparecer…, decía mentalmente un agitado y exhausto zorro. Mientras cargaba aun al pequeño niño.
Pero antes de que eso ocurra…
El enorme zorro se detuvo en el techo de una casa, deposito suavemente al pequeño en éste.
Cerró sus ojos carmesí en concentración, y comenzó analizar la presencia de las personas dentro de la casa. La cual resulto ser solo una no detectó en ella maldad u oscuridad alguna, posee un alma pura y bondadosa. Él cuidaría del pequeño, sin tener que influir él para que lo hiciera. (n/a: en otras palabras no tendría que entrar en su mente y ordenarle que lo hiciera, pues estaba seguro que esa persona lo haría sin su influencia y de corazón).
-Perfecto…----- habló por primera vez con su voz el zorro mientras abría nuevamente sus ojos carmesí. Los cuales observaron al pequeño que se mantenía aun inconsciente.
Aquí vas a estar bien…
-Realizaré un sello especial en tu interior que hará desaparecer nuestras presencias por completo…de esa manera no podrán encontrarnos ya que se sellará tu sangre Kitsune.----- dijo serio el Zorro, para luego observar con cariño y algo de impotencia reflejado en sus ojos carmesí al pequeño mientras decía:
-Perdóname…lamento no poder hacer algo más por ti por ahora.----- se disculpó mientras rozaba cariñosamente con su hocico una de las mejillas del pequeño. ----- Pero te prometo como tu Espíritu Demonio y Guardián que los responsables de esta Crueldad pagaran con creces por su osadía y sus brutales actos.
-Solo tu * Sōrumeito * (1) podrá remover el sello, gracias a tu * No setsuzoku * (2) con él pude reconocer a cual Clan pertenece...debo decir que no me gustaría estar en lugar de esos malditos cuando él venga a buscarte y a reclamarte. En su naturaleza cuando alguien atenta contra su * Cuplu * (3), la muerte no es suficiente castigo contra el agresor. Él va a protegerte, no permitirá que nada ni nadie vuelva a lastimarte…Naruto.----- terminó de decir el zorro mientras su cuerpo comenzaba a desaparecer, tomó nuevamente al pequeño por la Yukata y saltó hasta el frente de la Puerta de la Casa, tocó el timbre con su hocico. Después de hacerlo sintió como la persona a dentro se acercaba para ver quién había tocado, miró por última vez con cariño al pequeño antes de que su cuerpo desapareciera por completo, quedando en su lugar una pequeña esfera carmesí que se introdujo en el cuerpo del pequeño, solo unos segundos de hacerlo, la Puerta de la Casa fue abierta…
Continuará...