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El frío de la mañana se adentró a la habitación despiadadamente. Observó como la suave piel de Kyuhyun se erizaba y sonrió complacido al saber que no era causado por el gélido ambiente, sino por los suaves roces de las yemas de sus dedos dibujando patrones imaginarios en la piel desnuda a su alcance. Admiró como los poros se levantaban cada vez que sus dedos se deslizaban sobre ellos.
El camino de sus dedos siguió hasta llegar a una de las áreas más sensibles del cuerpo de Kyuhyun, su pecho. Acarició la piel sobre su esternón, sus planos pectorales y rozó con ternura los rosados botones que aún seguían hinchados por las atenciones que les había brindado la noche anterior.
Se mordió los labios, deleitándose con los suaves gemidos que su castaño emitía. Sin duda una melodía encantadora a sus oídos.
Observó enternecido cuando Kyuhyun finalmente abrió los ojos. Como poco a poco su mirada iba despejándose hasta ser consciente del extraño calor en su cuerpo. Siwon soltó una carcajada maravillado ante la mirada acusadora del joven acompañada, también, con un profundo y hermoso sonrojo, de esos que tanto le gustan.
Tomó entre sus fornidos brazos la delgada cintura del más joven y le apretó contra su pecho buscando que ambos cuerpos se amoldaran a la perfección. Y así fue.
Justo cuando Kyuhyun estaba por abrir sus labios para proferir un reclamo, aflojó el amarre, pero sin soltarle. Siwon había descubierto lo hermoso que se veía Kyuhyun cuando estaba de mal humor o enojado, así que no desaprovechaba oportunidad alguna para fastidiarle, sobre todo porque Kyu se enojaba con facilidad.
- Won...- gimoteó irritado. En el par de días que llevaban juntos oficialmente, Kyuhyun había descubierto lo insaciable que el moreno podía ser. Siempre asaltándole cuando menos se lo esperaba y por las razones más absurdas.
Siwon sin duda no sentía arrepentimiento alguno. Kyuhyun era tan hermoso que le costaba tener las manos lejos de su cuerpo tan perfecto. Además el castaño era tan sensible que un simple roce en el lugar adecuado lo convertía en una masa temblorosa y necesitada de placer.
- ¿Quieres desayunar? Yo preparo el desayuno.- no pudo siquiera remover la sábana que les cubría puesto que Kyuhyun le había sujetado del brazo- ¿quieres cocinar tú?- preguntó confuso. Vio como el castaño negaba con la cabeza y como aquel característico sonrojo, que aparecía cada vez que estaba a punto de decir algo vergonzoso, se expandía hasta sus hombros.
- ¿Podemos... Quedarnos más tiempo en la cama?- se mordió los labios. Su corazón bombeaba toda su sangre hasta su rostro.
Siwon sonrió aún más y se lanzó sobre el castaño para así devorarle los labios. No importaba que tan tímido, caprichoso, berrinchudo y malhumorado fuese Kyuhyun, simplemente ante sus ojos era la cosa más hermosa en el mundo y en el universo entero.
- Hyung, no. Aún me d-duele- tartamudeo al sentirse tan avergonzado. Siwon por otro lado se sintió un poco culpable. La noche anterior no había sido tan cuidadoso, pero quien podría culparle si tenía a un Kyuhyun suplicante bajo él.
- Lo siento.
- ¿P-podemos sólo hablar? Lo he pensado y creo que no sé nada de ti ni de tu familia y... Sé que no hay mucho que hablar sobre mí, pero... - Siwon le calló con un beso en los labios y le regaló una sonrisa tranquilizante.
- Tampoco hay mucho que decir, lo que has visto es lo que soy- susurró cerca de sus labios mientras acariciaba los revoltosos mechones de la nuca de Kyuhyun- Mi familia es un caso muy aparte. Mi madre y mi padre viven en Seúl y no hablo con ellos desde hace unos años y mi hermana Jiwoon se encuentra estudiando en Europa.
- ¿Por qué ya no hablas con ellos?- preguntó cubriéndose con la sábana los hombros y el rostro. Su cuerpo empezaba a perder calor. Siwon notó esto y comenzó a presionarlo más hacia si y a frotar su piel con sus manos para que la fricción le proporcionara calor.
- Es una historia muy larga y...- calló un momento al ver el rostro decepcionado del castaño. Siwon sabía que no le forzaría a hablar, pero comprendía muy bien las intenciones del joven.- Es por la profesión que decidí desempeñar- suspiró apesadumbrado. Kyuhyun le miró entre sorprendido y confuso- Mi padre es el dueño de una empresa importante en Corea y tenía la esperanza de que yo heredara su puesto como presidente. Como es obvio, me negué. Mi padre insistió durante todos los años que duraron mis estudios y mis primeros años de trabajo, hasta que me harté y decidí vivir sólo aquí. Traté de mantenerme en contacto con ellos, pero fue lo mismo. Hace tres dejé de llamarles y hace dos que ellos dejaron de insistir.- Tragó saliva trabajosamente. No recordaba la última vez que había hablado del tema.
Kyuhyun le miro callado y un poco arrepentido por haber preguntado. Los ojos de Siwon tenían ese mismo vacío que no había visto desde que le conoció. Kyuhyun recordó que tampoco sabía nada de sí mismo ni de sus padres. Se preguntó cómo serían y si ellos habrían estado de acuerdo con su vida en esos momentos.
- Deberías llamarles- susurró- acaba de pasar la Navidad y no les has llamado.- Siwon quiso rebatir, pero Kyuhyun se adelantó a sus palabras- Si yo recordase a mis padres, les hubiese llamado sin importar el pasado.
Siwon lo miró y se sintió apenado por él. Lo presionó aún más contra su pecho y besó sus cabellos tratando de brindarle confort.
- Está bien, les llamaré.- murmuró contra sus cabellos después de pensarlo un poco.
Permanecieron un rato más en la cama besándose antes de bajar a la cocina a desayunar. En esta ocasión, Siwon cocinó deseando consentir a su amante.
*******
Llevaba más de quince minutos caminando de un lado a otro dentro del estudio en su casa. El teléfono sostenido en la mano derecha con fuerza. Presionaba el botón de llamada una y otra vez acobardándose segundos más tarde y se apresuraba a presionar el botón para colgar.
Kyuhyun le esperaba escaleras abajo para almorzar y le había advertido que no bajara hasta haber realizado la llamada. Su rostro serio había sido tan hermoso que insensato asintió a su pedido.
Si era sincero consigo mismo, extrañaba mucho a sus padres. Hablar con ellos y disfrutar de sus eventos familiares, pero no estaba preparado para regresar al mismo círculo vicioso donde su padre le perseguía donde fuera por su profesión.
Pero luego lo pensó bien, si estuviese en la misma situación que Kyuhyun daría lo que fuera por poder hablar de nuevo con sus padres.
Llenó su pecho con aire y se armó de valor para realizar la llamada y no cancelarla esa vez. Contuvo el aliento el tiempo que tardaron en contestar desde el otro lado de la línea.
- Residencia Choi, ¿quién habla y con quién desea hablar?- Siwon respiro aliviado al escuchar la voz de una de las sirvientas en lugar de la voz de su padre.
- Choi Siwon, quisiera hablar con mi madre.- escuchó a la mujer del otro lado jadear sorprendida antes de responder con emoción contenida.
- Un segundo, iré a buscarla.- los segundos en los que la mujer tardó en hallar a su madre fueron eternos, pero cuando al fin escuchó su suave pero angustiada voz, supo que había hecho bien al escuchar a Kyuhyun.
- Siwon, hijo ¿eres tú?- su voz seguía sonando de la misma manera que la última vez que hablaron, como si el tiempo jamás hubiese pasado.
- Si- escuchó a su madre soltar un pequeño chillido.
- Hace tanto tiempo que no escuchaba nada de ti, dime ¿cómo has estado? ¿Te estás alimentando bien?- Siwon sonrió ante lo último. Claro que lo estaban alimentando bien. Tenía al chef más adorable en casa.
- Estoy bien mamá, la vida en Busan es muy tranquila. ¿Cómo han estado ustedes?
Pasaron los siguientes veinte minutos poniéndose al día de la vida del otro. Lo que había cambiado y lo que no. Hablaron de la hermana de Siwon que parecía estar pronta a casarse. Casi no hablaron del señor Choi, pero Siwon sabía que debía preguntar por él.
-¿Cómo ha estado papá?- escuchó a su madre suspirar derrotada, como si hubiese esperado esa pregunta toda la llamada.
- Muy bien, trabajando como siempre.- Siwon se preparó para el sermón que probablemente recibiría- Dale tiempo, hijo.
- Le he dado ya muchos años- respondió más por inercia.
- Él te ama, pero es testarudo, casi tanto como tú. Te aseguro que ya no es como antes, ya no lo menciona si quiera.- Ambos se mantuvieron en silencio hasta que su madre alegó que su padre pronto llegaría a almorzar y que debería estar lista para recibirlo.- Ven a visitarnos pronto.
- Si ma.- estaba a punto de colgar cuando su madre
- ¡Oh! Y trae a la persona causante de tu alegría, jamás había escuchado tu voz tan jovial.- rió levemente antes de colgar.
Sonrió aliviado. La llamada había resultado ser más agradable de lo que esperaba. Sin duda alguna su madre seguía siendo tan perceptiva como siempre al no pasar por alto su estado de ánimo.
Bajó las escaleras con una radiante sonrisa que cuando Kyuhyun la vio tuvo que reprimir la necesidad de cubrir sus ojos por temor a quedar ciego.
- Vamos a almorzar.- Besó sus cabellos y lo abrazó por la cintura para escoltarlo al comedor.
Para Siwon aquel almuerzo fue mucho más delicioso que de costumbre. Tenía la esperanza de que pronto su vida estuviese completa. Poder visitar a sus padres sin que éstos le insistan con su deber en la empresa familiar y continuar viviendo con el hermoso castaño frente a él. Todo parecía ir por buen camino.
- ¿Cómo fue la llamada?- la voz de Kyuhyun interrumpió sus pensamientos. Su bello rostro lucía curioso pero sin llegar a lo hostigante. Sintió un calor agradable en su pecho, al saber que su amante se preocupaba tanto por él.
- Bien. Mi madre quiere conocerte.- comentó como si no fuese la gran noticia. Kyuhyun estuvo a cerca de atragantarse con el agua que estaba bebiendo. Miró a Siwon con enormes ojos.
- ¿Le hablaste de mi?- Siwon soltó un suspiro. ¿Qué pudo haber hecho en su vida pasada para merecer a tan hermoso hombre?
- No. Pero ella supuso que debía haber alguien alegrándome la existencia.- Kyuhyun miró su plato y jugó con sus palillos la comida. - Y tiene toda la razón- sonrió aún más, disfrutando del nacarado color en las mejillas del castaño.
- ¡Ah!- Kyuhyun jadeó sorprendido mientras miraba hacia la ventana. Sus ojos brillaban maravillados. Siwon siguió su mirada curioso y sonrió a su vez.
- Está nevando.- su voz sonaba sorprendida y alegre. Los copos de nieve caían lentamente y poco a poco iban cubriendo el césped y las copas de los árboles que rodeaban la casa.
Las nevadas en Busan no eran imposibles, pero debido a que se encontraba en la costa las nevadas eran escasas.
Siwon dirigió su mirada a Kyuhyun de nuevo. En todos los años que había vivido en Busan jamás había podido disfrutar de las nevadas. Para él no eran más que una restricción para ir a trabajar o hacer algo más que quedarse encerrado en su solitaria casa.
No obstante, esa ocasión era diferente. En ese momento él tenía a un hermoso castaño frente a él maravillándose ante aquel fenómeno natural. Sin duda esa era la mejor nevada de su vida.
*******
-¿Estás seguro que aquí quieres celebrar la fiesta de Año nuevo, hyung?- preguntó Kyuhyun por enésima vez.
-Completamente seguro- aseguró Siwon.- creo que nos toca devolverle el favor a Teuk. Además no creo que estemos preparados para visitar a mis padres pronto. Ahora, si me permites iré a invitar a Teuk hyung a nuestra fiesta de Año nuevo.
Kyuhyun asintió resignado. Sabía lo terco que podía ser Siwon cuando se proponía algo. Tampoco podía negar que estaba en lo cierto. Si su padre había intentado imponerle una profesión ¿qué podía esperarles a ellos como pareja? Lo más sensato era esperar.
Decidió comenzar a planear que platillos se servirían para la cena de Año nuevo. Por esa vez estaba dispuesto a ceñirse a una receta, pues quería que todo fuese un poco más tradicional
Vagó por la cocina revisando entre los libros de cocina que la Sra. Kim tenía guardados en uno de los estantes. Mientras revisaba las recetas para año nuevo no pudo evitar pensar en su relación con Siwon.
Si antes su mayor frustración era su falta de memoria, ésta se había esfumado siendo remplazada por el miedo a lo pudiese ser de ellos si la recuperaba. Temía que sea lo que descubrieran se convirtiera en un obstáculo para ellos.
Siwon había sido cómo un oasis en el desierto. Su salvación en su momento más desesperado. Agradecía infinitamente todo lo que el moreno había hecho por él y, más que nada, agradecía que le amara tanto cómo él le amaba
Le pareció curioso como todo había cambiado en tan poco tiempo. Hace más de un mes él despertaba en una habitación en esa misma casa desorientado. En esos momentos se despertaba cada mañana junto al hombre que más amaba. Cada mañana despertaba pensando que estaba donde debía estar. En su hogar.
Sus pensamientos fueron interrumpidos por un par de manos traviesas que acariciaron su cintura con algo más que ternura. Pronto unos labios suaves se adhirieron a su cuello repartiendo besos húmedos y suaves mordidas.
Se mordió los labios avergonzado. En momentos como aquel no sabía que pensar acerca de Siwon. El hombre era tan insaciable y él jamás tenía la energía suficiente para seguirle el ritmo. Sin exceptuar el hecho de que Kyuhyun era demasiado reservado en cuanto a relaciones... sexuales se trataba.
- Dem...- susurró en su oído con su voz ronca y gutural, causándole escalofríos por toda la espalda. Sintió la piel de su cuello erizarse ante la cálida brisa que chocó contra él.- Creo que por el día de hoy tenemos demasiado tiempo libre- Kyuhyun se cubrió el rostro con las manos apenado cuando sintió las caderas de Siwon moverse descaradamente contra su trasero.
-¡Ahh!- gimió quedo ante las sensaciones que invadían su cuerpo. Las manos callosas del moreno se colaron bajo su camisa acariciando toda la piel bajo ésta.- Nnnng- Se sujetó con fuerza contra la mesa al sentir como sus tetillas eran pellizcados entre los dedos de Siwon.
Soltó un grito agudo cuando sintió que Siwon lo levantaba del piso para así llevarlo escaleras arriba. Aquella sería una muy, muy larga tarde para Kyuhyun.
*****
Pronto ya era la última noche del año. Ambos esperaban ansiosos por la llegada de sus invitados. La casa ya estaba debidamente decorada, la mesa del comedor ya estaba servida y se podía sentir el delicioso olor del pavo recién horneado que Kyuhyun había preparado.
Como era de esperarse, la pareja Park llegó puntual a la hora citada. Siwon miraba fascinado cómo su castaño recibía a la pareja. Se sintió emocionado al ver lo hogareño que Kyuhyun era.
- Heechul no vendrá- anunció Leeteuk- Ya sabes. Viajó a China para obligar a Geng a festejar con él.- Siwon rió divertido. Sabía que aquello sólo era una excusa para visitar a su novio. Solía formular cientos de ellas al año sólo para poder viajar y verle.
- Como si no viajara de todos modos cada año nuevo chino.- Ambos rieron ante aquel comentario hecho por Sora.
La noche transcurrió tranquila. Eunhyuk y Donghae llegaron un poco más tarde para animar el ambiente con su personalidad alegre y sus canciones desentonadas.
Pasada la media noche, Leeteuk se separó del resto y les hizo una señal a Siwon y a Kyuhyun para que le guiaran a un parte más privada de la casa para poder hablar.
Siwon, confundido, le llevó a la habitación que antes habitaba Kyuhyun,
- Supongo que esto es información muy importante para ustedes, aunque no estoy seguro que clase de consecuencias podría traer.
Kyuhyun y Siwon se miraron el uno al otro aún más confundidos. Leeteuk parecía muy serio y aquello no hacía más que ponerles nerviosos,
- Parece que han encontrado tus pertenencias- pronunció dirigiéndose a Kyuhyun- no puedo decirte mucho, pues realmente aún no sé los detalles. Sólo me avisaron que tu maleta fue encontrada en una casa en uno de los barrios bajos de Busan. La imagen en las credenciales coincide con la tuya, así que no creo que haya una equivocación.
Ambos, Siwon y Kyuhyun, se quedaron mudos de repente. Era verdad que sentían curiosidad por saber quien era Kyuhyun. Aunque más que curiosidad, era una necesidad. Pero por alguna razón, un irracional miedo se instaló en sus pechos.
- A penas regrese a las oficinas me encargaré de que recuperes tu maleta. Estoy seguro que pronto les llamarán para declarar. De momento sólo puedo decirte tu verdadero nombre. Es Cho Kyuhyun.
El rostro del castaño palideció de repente. La impresión fue demasiado para él y debió apoyarse de Siwon para no caerse sobre sus rodillas temblorosas. Miró a Siwon con miedo y descubrió en los ojos del más alto el mismo temor.
La verdadera identidad de Kyuhyun podría traer tanto cosas agradables como cosas desagradables. ¿Qué hacían sus pertenencias en uno de esos barrios de la ciudad? ¿Qué clase de cosas habrán encontrado los policías?
Siwon dirigió a Kyuhyun a la cama y le recostó ahí.
- Iré a buscar agua- musitó Leeteuk antes de abandonar la habitación para proporcionarles la privacidad que necesitaban.
- ¿Has recordado algo?- Kyuhyun negó con la cabeza lentamente- Kyuhyun... Creo que es un buen nombre. Te sienta bien.- Acarició sus cabellos con cariño para ayudarle a relajarse. Tomó su rostro entre sus manos y le dio un pequeño beso.- tranquilo, sea lo que hayan descubierto, todo estará bien. Yo estaré contigo.
- ¿Y si estoy en problemas? ¿Y si hice algo malo? ¿Y si fui una mala persona?- sus ojos comenzaron a humedecerse por el temor.
- Shhh...- le calló suavemente- no pienses eso. Cual haya sido tu pasado, es sólo eso. Pasado. No me pareces una mala persona.- le aseguró con una sonrisa- Además, soy abogado ¿recuerdas? No dejaré que nadie te toque.
- Wo-won, prométeme, por favor, prométeme que sea lo que sea no dejarás de amarme. Por favor- la manera en que su voz se quebraba desesperadamente estrujó el pecho del moreno. Le abrazó con fuerza y permitió que escondiera su rostro en la curvatura de su cuello.
- Te lo prometo, te lo prometo.
Kyuhyun quiso creerle. Necesitaba creerle. Se presionó aún más contra el fuerte pecho de Siwon quien afianzó el abrazo con más energía. En aquel momento Kyuhyun se sintió más indefenso que nunca, pero también más protegido.
Debido a que Kyuhyun se encontraba inestable, Siwon tuvo que disculparse con sus invitados por su ausencia. El resto de los invitados decidieron terminar la fiesta antes de lo esperado, para así poder darles el espacio que necesitaban.
Leeteuk se sentía culpable. Realmente no se esperaba aquella reacción por parte de Kyuhyun. Sabía que podría ser algo impactante, pero no creyó que desataría algo como aquello. Eso sólo le demostraba lo mucho que Kyuhyun amaba a Siwon, pero también lo mucho que saldrían lastimados si su pasado era peligroso.
Afortunadamente, hasta dónde sabía no había como incriminar y vincular a Kyuhyun con los habitantes de la casa que los oficiales habían investigado.
Antes de partir, acompañó a Sora al automóvil y le pidió que esperara unos minutos. Quería, cuando menos, disculparse con Siwon y ofrecerle su apoyo incondicional.
- Siwon, discúlpame. No creí que fuese a reaccionar de esa manera.- Su mirada suplicaba perdón.- Creí que sería bueno advertirles para que se prepararan y también creí que sería bueno que al fin conocieran su verdadero nombre.
- No te preocupes. Sé que tus intenciones fueron buenas.- palmeó su hombro agradecido y le dedicó una cálida sonrisa.
- Sólo quiero que sepas que les apoyaré tanto cómo pueda.
- Gracias- se dieron un último abrazo antes de que Leeteuk se dirigiera a su auto y saliera por las rejas de la casa.
Cuando Siwon regresó a la habitación donde estaba Kyuhyun, éste ya se encontraba dormido. Sonrió enternecido ante lo que se presentaba frente a sus ojos. Se dirigió a la cama y tomó el delgado cuerpo entre sus brazos con mucho cuidado para no despertarle. Le llevó escaleras arriba hacia la habitación que compartían desde hacia varios días.
Le desvistió con delicadeza para así poder cambiarle a algo más cómodo para dormir. Su rostro se sonrojó un poco y sintió su sangre hervir de placer ante el recuerdo de la madrugada de Navidad y como habían terminando retozando en la cama de la habitación de abajo.
Casi como un dejavu,
Terminó de vestirlo y se despojó a si mismo de sus vestimentas. Se trepó sobre la cama junto a Kyuhyun y se acomodó de tal manera que este quedaba perfectamente acoplado a su cuerpo.
Respiró su aroma y acarició cada porción de piel que estuviese a su alcance. El cansancio no tardó mucho tiempo en adormecerlo y con un último suspiro contento acompañó a Kyuhyun en sus sueños.
*********
Los siguientes días fueron una espera enfermiza. Kyuhyun parecía ser una maquina de ideas desastrosas. Cada una peor que la anterior. No podía evitar idear cientos de escenarios acerca de su vida antes de perder la memoria y como ésta podría afectar su nueva vida con Siwon. Sabía que fuera lo que fuera tendría repercusiones.
Siwon, por otro lado, prefería lucir lo más calmado posible para trasmitirle seguridad al castaño. Soportaba estoicamente cada una de las barbaridades que Kyuhyun exteriorizaba y trataba de brindarle un solución a cada una de ellas.
Sin embargo, el miedo estaba presente. Como un animal salvaje acechando a su presa, el pasado de Kyuhyun les perseguía y enfermaba. El castaño comía cada vez menos y lucía más pálido cada día. Siwon tenía que obligarle a comer y poco a poco la frustración iba formando una pelota de plomo en sus pechos.
Aquello no acabaría hasta que la verdad fuera expuesta. Eso no sucedió, sino hasta una semana después, cuando Leeteuk, quien recién regresaba al trabajo después de sus vacaciones, les llamó para que acudieran a la comisaría a un interrogatorio.
Aseguraba que no era nada serio, que sólo serían unas preguntas de rutina.
Aunque al principio Kyuhyun lucía como un niño que sabía que le llevarían al doctor y, sin embargo, no puede hacer nada por evitarlo, Siwon consiguió hacerle entrar a las oficinas a paso lento. Tan lento que Siwon tuvo que reprimir las ganas de levantar a Kyuhyun del suelo y llevarle de esa manera hasta su destino.
El interrogatorio fue simple, tal como Leeteuk había asegurado. Nada parecía llevar a que Kyuhyun estuviese involucrado en cualquier acto ilícito. Sólo fue un pobre hombre de negocios que fue atacado en medio de la calle en una tarde lluviosa.
Lo que había sucedido aquella noche, fue que Kyuhyun había sido atacado y asaltado por un grupo de drogadictos quienes tomaron sus pertenencias y las utilizaron para hacer transacciones y así poder comprar más de aquella sustancia tóxica.
Así fue que sus pertenencias terminaron en una casa que comerciaba diferentes tipos de drogas alucinógenas. La casa había sido investigada durante semanas hasta que los oficiales finalmente habían obtenido las pruebas y el permiso necesario de las autoridades para adentrarse en ella.
Kyuhyun estuvo a punto de llorar al saber que no había nada de malo entre sus pertenencias. Los policías aseguraban que todo lo que habían encontrado en su maleta fue ropa, su pasaporte, su billetera y unos papeles que probablemente estaban relacionados con su trabajo.
Estuvieron gran parte de la tarde en las oficinas hasta que por fin le entregaron las pertenencias que habían encontrado en la casa. Cabía la posibilidad que más cosas estuviesen perdidas o dispersas en más lugares como aquel, pero lo importante estaba en su maleta en esos momentos.
Todo lucía maltratado. Las hojas y su pasaporte se encontraban deteriorados al haberse mojado la tarde del asalto. La ropa lucía fangosa y su billetera estaba un poco desgastada. Afortunadamente aún tenía sus tarjetas de identificación.
Leyó la información que su pasaporte y su ID proporcionaban y sonrió al leer su nombre completo, su fecha de nacimiento y su lugar de residencia.
- Seúl- murmuró Siwon. El moreno se encontraba detrás de él y acariciaba su cintura como ya era costumbre- eso explica porque no estás en ninguna de las bases de datos de la ciudad.
Kyuhyun asintió feliz. Ya no era un rostro sin nombre.
Siguió revisando su billetera hasta que encontró un pequeño compartimiento. Frunció el ceño confundido. Dentro del compartimiento había un pequeño trozo de papel plastificado. Se preguntó si los oficiales lo habían hallado y también se preguntó que podría ser y porqué estaba tan cuidadosamente oculto.
Extrajo el trozo de papel y lo miró confundido. Estaba en blanco.
Siwon, que seguía detrás de él, se acercó aún más al verlo.
Por alguna extraña razón sus manos comenzaron a temblar, como si una alarma se hubiese disparado en lo más profundo de su subconsciente.
Le dio la vuelta a la hoja y la soltó de inmediato con un jadeo angustiado. Ambos, Siwon y Kyuhyun, permanecieron petrificados en sus lugares por minutos eternos.
Leeteuk, que los observó todo el proceso a una distancia prudente, se acercó confundido y se agachó para tomar el papel entre sus manos. Sus ojos se abrieron tan grandes como pudieron que pareció que se saldrían de sus cuencas.
El papel era una fotografía en blanco y negro. En ella posaba una mujer muy atractiva de cabello negro y en sus brazos sostenía a un pequeño bebé. Sobre la fotografía había una inscripción hecha con una caligrafía impecable.
Nunca olvides que te amamos. T&S.
Continuará...