...Entonces decidí presentarme - mucho gusto mi nombre es Ciel Phantomhive, y estoy aquí por la entrevista de trabajo. - La verdad es que no le pude ver directamente la cara porque estaba sentado en su silla giratoria con la vista hacia la ventana; pero en cuanto dije mi nombre el se volteo a verme, la verdad es que me sorprendí mucho porque no esperaba encontrarme con este tipo de persona, digo no es que no los haya visto antes pero el, el es tan...como decirlo, tan guapo, no es que exagere pero esa mirada carmesí, las definidas facciones que resaltan su hermosa cara y de lo que me di cuenta su mirada es tan penetrante que hasta he sentido ruborizarme un poco por la impresión de conocerlo, y al escuchar su hermosa y aterciopelada voz sentí que casi me temblaban las rodillas.
-Veo que viene por eso - gire mi silla pues quede muy impresionado al escuchar esa voz tan grave y delicada que, cuando lo mire me quede impresionado con la belleza con la cual tuvo la suerte de nacer, nunca en mi vida me había impresionado la hermosura que pudiera llegar a tener una modelo, pero el supera todo. Pero al darle un chequeo de pies a cabeza me di cuenta de algo que no cuadraba bien, si, su forma de vestir no me agrada para nada pero creo que por esta vez haré un ecepcion. Decidí no perder más tiempo observándole y empecé con la entrevista de trabajo. - Bien, dime ¿tienes experiencia trabajando de asistente?
-La.. La verdad es que no - tartamudeo un poco y soy interrumpido.
-Entonces no me servirás de nada. - dije de manera seria pues aunque sea muy hermoso no me puedo permitir eso
-Pero yo soy muy listo y aprendo rápido creo que puedo...- y no termine porque otra vez fui interrumpido por un trabajador. Ese hombre era alto; también muy guapo, de ojos amarillos.
-Sebastian no creo que este traje sea el indicado para la portada pues aunque es muy elegante no me convence por que parece traje de carnaval. - Fue lo que le dijo a "el" por lo menos se que su nombre es Sebastian, que nombre tan hermoso pero, lastima que no me quede con el trabajo y decidí marcharme.
-Bueno gracias por su tiempo.- dije sin más y me marche.
-¿Quién es ese chico tan… feo?,- dijo Claude, sin prestarle mucha atención a Ciel,- hubo un antes y un después del que no me entere.
Entonces Sebastian le dijo a Claude lo que tenía que hacer.
-Bueno entonces eso es todo, que se cambie el traje por este otro y que los colores de la portada no se modifique ya que hacen buen contraste con todo lo elegido. - Eso fue todo lo que le dije a Claude y después le dije que se retirara y con un asentamiento de cabeza se fue. Pero cuando me di cuenta el ya no estaba ahí y supe cual era la razón por la cual se había retirado, la verdad es que no le negaría el trabajo pues me había confirmado que aprendía rápido y decidí darle una oportunidad, pero no estaba aquí y llame a Alois mi otro asistente para que fuera detrás de el y firmara el contrato.
Ah! - suspiro - no pensé que me fuera así de mal pero que se va hacer, deje el pase en el recibidor y me marcharía a mi departamento a buscar otras opciones de trabajo, pero de pronto.
-Ciel?.- le hizo un gesto y un leve movimiento con la mano para que fuera
Me voltee a ver y era el, el otro asistente que querrá.
-Pero...
-Sebastian necesita que le firmes el contrato para que mañana inicies.- fue todo lo que le dijo Alois.
Me sentí tan alegre por dentro por lo que me dijo eso afirmaba que tenia el trabajo y yo solo asentí. el primer día no fue tan difícil cuando llegamos a la oficina de mi nuevo jefe firme el contrato y observe un poco como trabajaba mi nuevo compañero, después me retire a casa pues debido a que me habían informado que trabajaría hasta el día siguiente.
*****
Con que Ciel Phamtomohive he, estaré ansioso por ver como trabajaras aprenderás a trabajar para mi, me llamaste mucho la atención así que no puedo dejarte ir.
Sebastian estaba sentado en el balcón de su recamara viendo las estrellas, le gustaba tanto observarlas que sentía perderse en ellas, de tanto observarlas se quedo viendo a un punto en especifico y vio a dos estrellas no muy separadas que brillaban con una intensidad de color azul fuerte, que le recordaron a los hermosos ojos de Ciel, no podía dejar de pensar en el desde que lo escucho su voz sintió como se le enchinaba la piel y cuando lo vio por primera vez quedo tan impactado con su belleza que no podía dejar de mirarlo, aunque no le importara su forma de vestir eso se arreglaría o tal vez simplemente lo aceptaría así, no sabia muy bien lo que le pasaba al respecto pero, si sabia que había quedado atrapado en una cárcel de la que no querría salir, no sin antes descubrir que tipo de persona era Ciel.
*****
El celular empezó a sonar y no tarde en contestar.
-Hola,- respondí sin mucho ánimo.
-Ciel, Sebastian elimino la historia de la chaqueta de otoño para septiembre, y pidió las fotografías de Sedona.
-Ahora?.-reviso el despertador y me doy cuenta de que es muy temprano aun.
-Necesito que vengas a la oficina ahora mismo y trae su café. Ahora toma una pluma y anota esto; uno sin espuma con leche descremada bien cargado, y tres cafés colados para agregarles crema, que estén calientes muy calientes.
-Pero... - no alcanzo a contestarle porque el rubio ya había colgado el teléfono - Ah! - suspiro - tengo que levantarme waa - se estiro y levanto de la cama - bueno a trabajar - dijo con ánimos pero la verdad es que no sabia como seria su día.
Ciel ya iba camino al trabajo con el café para Sebastian, y sonó su celular.
-¡¿Dónde estas?!
-Ah! Estoy muy cerca si.
-¡Apúrate!,- Alois colgó el teléfono dejando hablando solo a Ciel.
-Pero, AH! Otra vez no me dejo terminar - dijo un poco desesperado y muy apurado Ciel.
En la oficina...
Todos estaban muy movidos cada quien con su trabajo y mientras Sebastian registraba que todo fuera como siempre, mientras se acercaba a Alois para preguntarle.
-Hay alguna razón por la que mi café no esta aquí? – Dijo viendo para los lado haber si hallaba indicios de Ciel,- ¿Ya se murió o que?, - dijo en forma de sarcasmo y regresando a su oficina.
-No Sebastian, dios – dijo Alois con resignación y algo de desespero, tomando el teléfono para llamar a Ciel pero no fue necesario por que el susodicho acababa de llegar. – Oí! Maldición. Espero que sepas que este es un trabajo muy difícil para el cual no sirves, y si fallas voy a perder la cabeza,- dijo algo molesto por su retraso.- ahora cuelga eso y no lo dejes por ahí. – le quito los cafés a Ciel y se los llevo a Sebastian. Mientra Ciel con cara de asustado se fue a guardar su abrigo. Mientra Alois regresaba de la oficina de Sebastian que realmente no estaba muy lejos. – De acuerdo, ahora tu y yo debamos contestar los teléfonos, deben ser contestado cada vez que suenen, si suena y entra al buzón el se molestara. Si no estoy aquí. Ciel, Ciel,- lo llamo para que le pusiera atención en lo que iba a decir.- ¡Te amarras al escritorio!
-Bien pero si yo tengo… - fue interrumpido por Alois agresivamente.
-¡¿Que?!, ¡No!. Una vez una asistente dejo el escritorio por que se corto con un abrecartas, Sebastian no recibió una llamada de Eduardo Meza justo antes de que abordara su vuelo de diecisiete horas a Australia, ahora ella trabaja en teleguía. – se retiro tocando levemente el hombro de Ciel como diciendo que eso le podría pasar a el si no tenia cuidado. Ciel solo proceso toda la información y asintió.
-Mm.., estar siempre en el escritorio entiendo,- en eso suena un teléfono y Ciel se debate entre contestar o no.
Que hago si contesto no sabría que decir Ah!
Alois al ver que Ciel se debatía mentalmente salio de la oficina de Sebastian rápidamente y contesto el teléfono.
-Si oficina de Sebastian Michaelis, si le diré que llamo – colgó el teléfono y anoto algo en la computadora,- otra vez- termino de completar la frase. Y se dirigió a Ciel.- Recuerda tú y yo tenemos trabajos diferentes. Tu traes el café ja ja.- dijo con una sonrisa burlona,-y haces mandados. Yo estoy a cargo de su itinerario, citas, gastos y lo más importante. Yo iré a Paris con el la semana de la moda de otoño. – Dijo un tanto orgulloso,- tengo que vestir a la moda, ir a fiestas y espectáculos, conocer a los diseñadores es divino.- continuo expresándose con gran entusiasmo sobre el viaje. A lo que Ciel lo regreso a ver con una mirada de interés fingido.- bien ahora quédate aquí voy al departamento de arte a entregarles “el libro”.
-El lii…- otra vez fue interrumpido por Alois
-Este es el libro- lo dijo con un poco de orgullo al mostrarle el contenido del dichoso objeto,- y es un previo de todo lo que habrá en la revista. Lo llevamos al departamento de Sebastian y el lo regresa en la mañana con sus anotaciones. Escucha la segunda asistente debería hacerlo pero Sebastian es muy delicado no le gusta los extraños en su casa, hasta que el decida que no ere un lunático. Querido yo también tuve que esperar por el libro.- Alois se marchaba y en eso el teléfono sonó.
-Alois que hago si…?
-Arréglatelas. – dijo muy cortante Alois al marcharse, y Ciel no tuvo opción mas que contestar.
-Hola oficina del señor Michaelis,- cerro los ojo para escuchar la corrección de la persona al otro lado de la línea.- Cierto, oficina de Sebastian Michaelis.- dudo un poco antes de contestar,- esta en un ajunta quiere dejar un mensaje,- se dispuso a anotar lo que la persona al otro lado de la línea le indicaba,- bien puede deletrear Gabana.- pero entonce fue interrumpida por que la persona al otro lado de la línea le había colgado por dicho comentario – Hamm, hola, creo que no- y colgó el teléfono mientras tanto otro empleado se le acercaba, era Claude que traía en manos un par de zapatos.
-Creo que eres cinco y medio- le dijo Claude extendiéndole los zapatos para que los tomara
-amm..- dudo un poco antes de tomarlos- eres muy amable pero no los necesito. Sebastian me contrato sabe como visto.
-Ah!, y tu?- le contesto en forma de burla. A lo que Ciel solo parpadeo los ojos. Queriéndoselos regresar pero no acepto la devolución y los puso encima del escritorio, Claude se resigno y se paso a ver un muestrario que estaba en el escritorio. Mientras Sebastian llamaba a Alois.
-Alois, Alois.
-Te habla a ti- le dijo Claude
Entonces Ciel se levanto de su asiento y fue a ver que se ofrecía a Sebastian, mientras caminaba se escuchaba una conversación que tenia Sebastian con unas personas en su oficina tal parece que traban asuntos de los trajes que estarían en la revista.
-Si acabamos de cortar la tela y hemos notado que el hilo debería ir con la.- En eso llego Ciel
-Eso no fue lo que pedí acaso no fui claro.- regreso ha ver a Ciel, para reclamarle.- Aja!, por fin llegas, Alois ¿Cuántas veces debo gritar tu nombre?. Pero Ciel lo interrumpió.
-En realidad soy Ciel Phantomhive, - Sebastian se echo un poco hacia atrás de la sorpresa que se llevo al escucha que se tomaba el atrevimiento de corregirle.- Phantomhive pero todos me dicen Ciel umjj.- termino de decir, y a dicha acción Sebastian sonrío levemente, para luego atacar.
-Necesito de diez a quince faldas de Calvin Klein.
-¿Qué clase de faldas quiere?.- se atrevió a preguntar.
-Por favor molesta a alguien mas con tus preguntas, algo serio y siguió ordenando.- cerciórate de que tengamos a Pier cincuenta y nueve a las ocho AM. Mañana, haz que Jocelyn me muestre la casa nueva que diseña para mi gatita, luego dile a Simon que aceptare a Jaquie si Maggi no esta disponible, confirmo Demartshelie.
-De…Demarcha. – tartamudeo un poco.
-Demartshelie,- dijo con un tono francés- llámalo por teléfono.
-Amm ooo... . Bien – contesto algo nervioso por tanta información que le habían dado y tardaba en procesar.
-Amm. Y Alois,- aun siguió por llamarlo así. Se le quedo viendo de pies a cabeza y fijo su vista en un punto. Ciel se dio cuenta que estaba viendo directamente hacia sus pies.
-Siii- dijo con casi un hilo de voz
Sebastian se volteo y dijo.- Es todo,- entonces Ciel se retiro rápido hacia su escritorio a cambiarse lo tenis que traía por los zapatos que le había dado Claude. Y estaba en eso cuan de nuevo Sebastian lo llamo.
-Le llamaste a Demartshelie.- dijo para confirmar que no lo había hecho y que le urgía que le llamara.
Ciel se puso tenso u suspiro, en eso llego Alois escuchando lo que Sebastian le pedía- yo lo haré- dijo Alois con un poco de fastidio.
-Es que el, - regreso a ver a Sebastian quien miraba al suelo disimuladamente esperando que le conectaran la llamada. Y suspiro de alivio cuan Alois lo contacto por el.
-Sebastian Michaelis lo llama. Tengo a Ricardo- dijo en un tono alto para que Sebastian lo escuchara. Y después cielo interrumpió preguntándole.
-Oye, oye el me llamo y me pregunto acerca de Pier cincuenta y nueve, amm… y dijo algo de Simon Franqui,- como Ciel estaba hablando un poco alto Alois le dijo que bajara la voz un poco.
-Shuuu!- Ciel continuo con su discurso.
-Alguien mas y necesita faldas Calvin Klein, y Hamm… dijo algo de una gatita.
Alois suspiro de cansancio.
-Dijo cuales faldas?- pregunto.
-No
-Color.
-No
-Hechura.
-No, no
-Baja la voz quieres.
-Intente preguntarle pero… fue interrumpido
-Oye nunca le preguntes a Sebastian nada, si. Ahora yo me encargare, tu ve a Calvin Klein
-Yo… Yo?
-Hay disculpa tienes algo que hacer?, alguna convención de pantalones a la cual acudir ja ja ja. – dijo con sarcasmo y burla. Ciel solo se quedo viendo a sus pantalones y lo regreso a ver confundido. Y decidió irse.
Mientras Ciel se dirigía a su destino en un carro que le había asignado la compañía por no saber donde quedaba su ubicación. Recibía una llamada de Sebastian.
-Ya llegaste?
-Estoy a punto de entrar llamare cuando… - no termino de decir por que Sebastian le colgó la llamada. Después volvió a sonar su celular pero esta vez con una llamada de Alois.
-Hola…- Ciel corría entre la multitud de carros estancados para no ser atropellado.
-Mientras estas fuera ve a recoger veinticinco bufandas que ordenamos para Sebastian, recoge el regalo nuevo de su gatita y quiere un starbords, entendiste un starbords caliente.
-Oye podrías repetirme lo que… - de nuevo no pudo terminar porque Alois también le colgó.- Hola, hola…