Todos estaban demasiado sorprendidos y atónitos… sobretodo tres de los que ahí se encontraban.
Naruto había irrumpido en medio de todo… no estaba muerto como todos creían…
- ¿Así que ya han encontrado un hokage nuevo? – preguntó en voz alta acuclillado sobre el techo de la casa más cercana.
Todos estaban demasiado conmocionados y nadie sabía qué hacer… el rubio resplandecía bajo el sol… sus ropas flameaban al son del viento. Su ceño estaba fruncido y miraba directamente hacia alguien… alguien que le devolvía la misma mirada altanera de siempre.
Nadie comprendía que sucedía y el silencio era evidente… ni los típicos murmullos de la multitud se escuchaban en ese insólito silencio.
Naruto dirigía la mirada de odio más grande y profundo que jamás nadie podría haber imaginado verlo en Naruto. Todo eso estaba concentrado en una única dirección… Sasuke Uchiha.
Para suerte del azabache y de la pelo chicle, nadie más que ellos supo interpretar esa mirada… tal vez por la distancia o tal vez porque nadie podía imaginar si quiera, el contexto de las circunstancias en las que se encontraban.
Sasuke lo fulminó con la mirada, aquello arruinaba todos sus planes… ¿cómo fue que a Sasuke Uchiha se le había pasado por alto que Naruto seguía vivo? Una furia incontenible lo envolvió en seguida.
Sakura se percató de esto inmediatamente y se acercó disimuladamente a él, con una mano le apretó el brazo en señal de advertencia.
Más le valía mantener las apariencias o si no… no abría vuelta atrás y su elaborado plan terminaría de mala manera… muy mala de hecho…
Lo único que podían esperar es que a Naruto no se le ocurriera decir nada en esos momentos.
El azabache comprendió el mensaje y se tranquilizó bastante, al menos en apariencia.
Maldijo internamente, el bastardo debería de haber muerto aquél día… y sin embargo ahí estaba… parado frente a todo Konoha.
El rubio se hallaba vestido con una ropa diferente a la de siempre… era una mucho más atractiva y ¿porqué no decir más sexy?
Una musculosa blanca con una chaqueta abierta encima, unos pantalones oscuros y ajustados… pero no demasiado, lo suficiente como para que luciera bien.
Luego volvió a mirarlo a la cara, su mirada era aborrecimiento y con rencor puro, todo dirigido únicamente a él.
Una sonrisa de superioridad apareció en su rostro, podía ver a la distancia que su actuar había tenido efectos en el rubio… efectos negativos, pero eso sólo lo hacía más interesante.
Se fijó en un extraño gorro que llevaba puesto, cubriéndole gran parte de ese dorado cabello que tenía.
Pero aparte de eso, seguía habiendo algo que no calzaba con el Naruto de siempre, entrecerró los ojos para escudriñarlo mejor… no pudo dar en el blanco a lo que era diferente, pero tampoco lo tomó en cuenta.
- Así que, ¿Uchiha… Sasuke…? - pronunció la ultima palabra asqueado y prosiguió – ¿será el hokage? – preguntó en voz alta, de modo que todos lo escuchaban.
- Na… Naruto… - fue la única palabra entendible que pudo pronunciar Tsunade.
- Aquí estoy… obachan… - le respondió al darse cuenta de la presencia de la hokage.
Le tenía un gran cariño y por esa misma razón le había ahondado aun más esa herida que se había instalado en su corazón al saber que había sido remplazado tan fácilmente.
Sin embargo no pudo evitar sonreír ante la presencia de aquella mujer a la que consideraba como su mamá.
- Esto se ha terminado… anunciaremos cualquier cambio, apenas esté decidido. – habían aparecido los ancianos en medio de la plataforma y tras esperar unos minutos, habían aparecido para interrumpir el impensado problema.
Definitivamente Tsunade no se encontraba pensando claramente y no atinaría a restablecer la normalidad.
- Naruto, dirígete en este instante a la oficina de la hokage… el resto de los implicados sigan al mismo lugar. – acabaron los ancianos y en seguida todos los ninjas involucrados desaparecieron en una nube de humo.
El anuncio había acabado de una imprevista forma para todos los aldeanos que se dispersaron, todos cotilleando acerca de lo sucedido… Naruto, una vez más, era el centro de atención entre los de konoha.
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Habían llegado todos a la oficina de la hokage, incluso Sakura a quien nadie había llamado ahí, pero tampoco se dignaron a echarla puesto que no era de importancia en ese instante.
Naruto también se encontraba ahí y apenas la hokage lo localizó con la mirada corrió hacia él… envolviéndolo en un enorme y fuerte abrazo.
Al principio el rubio se sorprendió por la expresividad de Tsunade, no obstante reaccionó al poco tiempo y devolvió el abrazo con las mismas ganas.
- Naruto, yo creí… yo creí que… - la voz de la rubia se le había cortado y sus ojos estaban vidriosos, no pudo completar la frase antes de que unas lágrimas rodaran por sus mejillas.
- Obachan… - dijo Naruto sorprendido, luego hundió la cara en el hombro de ella, encorvándose un poco, ya que había crecido bastante.
- Pero… estoy aquí… - le dijo él aún hundido entre sus ropas, no quería separase de ella, por primera vez se daba cuenta de lo mucho que la había extrañado.
- Lamento interrumpirlo… pero debemos hablar de esto primero. – dijo la anciana con voz sensata.
- Entiendo… - dijo Tsunade mientras se enjugaba las lágrimas y se enderezaba, nadie más que ella podía saber lo mucho que lamentaba separarse del rubio, su pequeño niño no estaba muerto y eso la hacía más feliz que nada. – pero creo que queda claro quién será el hokage próximo ¿no? – dijo ella optando por su lado serio.
Naruto apenas escuchó esas palabras bajó la cabeza, conocía la respuesta… siempre había sido su sueño ser el próximo hokage, pero esa meta se alejaba cada vez más. De hecho no sólo le darían el puesto a alguien más… si no que se lo darían al maldito de Sasuke y eso lo humillaba todavía más… la voz de Tsunade interrumpió sus pensamientos nuevamente.
- Uzumaki Naruto será el hokage. – puntualizó al fin lady Tsunade, al escuchar esto, inmediatamente Naruto levantó la mirada y con una sonrisa de júbilo en su rostro. Definitivamente el rubio no se esperaba eso.
- Lady Tsunade… lamentablemente ya no está en posición de decidir algo así… - rebatió el anciano con esa voz tan grave y formal. La sonrisa y la alegría de Naruto desaparecieron al instante… no podía tener tan buena suerte como para que todo saliera bien… o al menos no él.
- ¿a qué se refiere? – preguntó a la defensiva la rubia.
- Se refiere a que usted ha dejado oficialmente su cargo hoy… dejando a Sasuke Uchiha como el siguiente hokage a cargo de konoha. – se adelantó la anciana. La cosa se volvía cada vez peor para el rubio que se mantenía callado en su lugar.
- Eso no es cierto… - respondió indignada, pero respetuosa. Todos la miraron expectantes… pues eso era lo que había hecho hace unos minutos atrás. – es verdad que dejé oficialmente mi cargo… pero no alcancé a nombrar al Uchiha como hokage… no oficialmente al menos. – terminó la rubia.
Todos la miraron atónitos, ella tenía razón en eso… Sakura y Sasuke injuriaron por lo bajo al rubio… si sólo se hubiera demorado cinco segundos en llegar… ellos podrían terminar con el plan a la perfección.
Los ancianos se dirigieron unas miradas interrogantes y cómplices entre sí… ella estaba en lo cierto. Ambos chicos habían sido nombrados hokage informalmente… y estaban los dos vivos.
Murmuraron unas cuantas cosas entre ellos de manera inaudible para los demás, la tensión en el aire era palpable.
- Es cierto lo que dices Tsunade, pero no podemos nombrar a uno o a otro así como así… deberán demostrar que son aptos para cumplir con éste rol… - comenzó a decir la anciana prudente.
- Ambos estarán vigilados por el tiempo que se estime conveniente… no se les avisará en qué momento lo llevaremos a cabo… - terminó el otro anciano.
- Por lo que la aldea estará dirigida por nosotros hasta que decidamos quién será el próximo hokage. – dicho esto, los ancianos dieron por terminada la charla y se marcharon.
Tsunade miraba el piso pensativa… antes no había pensado, estaba demasiado ofuscada con la muerte de Naruto y ahora tenía el presentimiento de que la había embarrado hasta el fondo.
Naruto por su parte miraba con odio al parcito que estaba al otro lado de la sala con profundo resentimiento y con algo de recelo.
Ahora que sabía de lo que eran capaces, tendría que estar atento si no quería perder esa competencia por el cargo… o peor aún… terminar muerto.
Un miedo helado le recorrió la espina dorsal, todavía no recuperaba su chakra… el kyuubi seguía profundamente dormido en su interior, ya había tratado de despertarle, pero éste seguía inconsciente.
Miró nuevamente con desconfianza en la dirección de esos dos, no era una situación muy buena para el rubio… estaba completamente desprotegido y ahora que su puesto de hokage estaba en riesgo… era mejor no hablar acerca de lo que había sucedido, o podr’ia terminar ‘el saliendo perjudicado.
Bastaba con mantenerlo en silencio y si Sasuke no hallaba la forma de usarlo en su contra sin salir él perjudicado también… todo estaría relativamente bien.
Al menos era una decisión que al había tomado y nadie lo haría cambiar de opinión, no por ahora.
En esos momentos, Sasuke recién estaba asimilando lo que sucedía en ese extraño escenario, Naruto había vuelto, lo miró de arriba abajo catándolo con la mirada, seguía igual de sexy que siempre, claro, mientras mantuviera la boca cerrada.
Alguna vez había confundido esa sensación con que Naruto le gustara… pero ya sabía que no era así… lo único que le gustaba de él, era su bien formado cuerpo.
Admitía que no le había molestado mucho la vez que lo había besado, veía más a Naruto como un trofeo que debía conseguir… antes no le importaba… pues ya lo había “ganado”, a Naruto se le notaba a leguas que le gustaba él. Así que había perdido todo interés en el rubio.
Sin embargo ahora ya ni lo miraba de reojo y eso le molestaba… Uchiha Sasuke siempre obtendría lo mejor… fuera lo que fuera.
Nadie podría ver al azabache perder contra nada.
Tal vez o había funcionado del todo bien su plan… el imbécil de Naruto lo había saboteado todo, sinceramente le convenía mil veces más que hubiera muerto.
Pero ahora intentaría algo… un poco diferente…
El azabache había tomado una decisión… y comenzaría a ejecutarla lo antes posible...
Conquistar nuevamente a Naruto a como dé lugar.