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Quieres una vida normal? por kiojy 06

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Notas del capitulo:

perdon por la tardanza T.T es que tube examenes y  parciales finales aun me falta mi examen de idiomas @.@

 

pero mientras les traigo esto, disfrutenlo >,>

Para alguien como el estar alerta era primordial, no solo por fuera una regla básica en el mundo ninja, si no por que personas como el no podían fiarse de nadie o relajarse ante cualquier situación.  Incluso la hora del sueño para el, se había vuelto un estado entre consiente y dormido, su cuerpo cuidadosamente entrenado para reaccionar ante cualquier movimiento bruco o ruido, se ponía en defensa casi automáticamente. Se podría decir que incluso podría llegar a matar dormido.

 

Fue por este mismo instinto que ahora tenia entre su manos a su nueva presa, agarrada por el cuello, solo era cuestión de minutos para que la victima cayera en manos de la muerta por la falta de oxigeno.

 

Las manos se cerraron mas al sentir como su contrincante intentaba separar sus manos —Dei…gh..da…ra — susurro con el poco aire escapándose de sus pulmones  al chico que le estrangulaba sin piedad.

 

Podía verlo en sus ojos, ni siquiera estaba consiente de lo que hacia. Su mirada semi dormida solo reflejaba un profundo vacio sin un ápice de brillo, como si estuviera poseído.

 

¿Como había terminado así?

 

El rubio por ordenes de su “nueva” progenitora, que lo había ido a despertar con una dulce caricia en el cabello, siendo a penas las 6 de la mañana; tenia que despertar a su ahora “hermano” Deidara.  Toco varias veces, pensando que aquel estridente sonido llamaría  su atención  mas no escucho contestación alguna, abrió la puerta, fue acercándose paso a pasito hasta llegar a la cama del rubio mayor. Lo miro dormir tan solo unos segundos, estaba un poco asombrado; aquel acecino de sangre fría parecía todo un angelito cuando dormía, una imagen muy tierna.

 

No queriendo mucho despertarlo, lo movió un poco pero no respondió, intento hacerlo un poco mas fuerte, y ahí fue cuando, sin previo aviso el mayor se avía abalanzado sobre el kitzune agarrándolo del cuello comenzando a asfixiarlo.

 

Lo primero que pensó el menor fue que había caído en una trampa, lo mas seguro es que todo fuera una farsa montada por los akatsuki para intentar controlar al kyubi, si maldijo a si mismo por caer en tan ridícula emboscada. Pero  algo no andaba bien, el ya no tenia al kyubi lo había demostrado al no tener el sello en su estomago. Miro al mayor como pidiéndole con la mirada que se detuviera. Fue ahí cuando entendió, que a pesar de tener los ojos semiabiertos, el rubio realmente no estaba ahí.

 

Hizo un ultimo esfuerzo, levanto su mano y con toda la fuerza que quedaba intentó darle un puñetazo en la cara. Que mas bien termino por ser una cachetada por la poca coordinación de sus movimientos en ese momento. Pareció funcionar,  pues el agarre fue aflojándose, el ojo visible del rubio parpadeo un par de veces,  mirando confundido al menor, este aprovecho para alejarse lo mas que pudiera del akatsuki  y  recuperar el aliento.

 

Deidara no supo muy bien como pasaron las cosas, pero una vez se ubico, corrió hacia donde se encontraba el menor para auxiliarlo.

 

—Que demonios te pasa ttebayo?!!! — se quejo el menor llevando las manos a su garganta.

 

—Lo siento…—susurro, el pequeño lo miro extrañado mas vio sincera culpa en su mirada—aun así, es tu culpa u´n no debiste entrar y despertarme así— le regaño

 

—Claro yo iba a saber que tenias el habito de estrangular personas cuando despiertas ttebayo— ironizo sobando su garganta. El mayor le miro mal

 

—Si realmente hubieras crecido en el mundo ninja en que crecí, harías lo mismo— ambos rubios se miraron quedando en un incomodo silencio, el kitzune se sintió mal, creyendo haber arruinado la mejor oportunidad que tenia para que el más grande confiera en el y trabajan juntos con aquel comentario. El mayor por su parte, empezó a recordar cosas que creía no regresarían a su cabeza, por su propio bien quería encontrar la manera de regresar a casa lo mas pronto posible.

 

—Niños  apúrense el desayuno esta listo—llamo Minato asomando su sonriente cabeza por la puerta.

 

Ambos asistieron y bajaron juntos por las escaleras. Si había que verle algo bueno a lo que recién sucedió, era que: al menos había sido Naruto quien fuera despertarle en vez de Kushina, el kitzune esta mas que feliz de haber tomado su lugar, nunca había tenido madre así que no tenia ni la menor idea que como seria perderlos… peor no iba a averiguarlo. Ahora se tendría que ofrecer todos los días a despertar al mayor para proteger a su madre.

 

Olieron la comida, el aroma dulce se esparció por el lugar llamándoles y logrando sacar una sonrisa a ambos rubios, que como niños pequeños corrieron  hasta el origen del comedor, peleando por quien seria el primero en entrar a la cocina. Naruto fue el primero en entrar tomando uno de los tres lugares vacios, aquel que había ocupado la noche anterior mientras hablaba con los adultos. Kushina no perdió el tiempo y puso frente al menor  un enorme plato de hotcakes  mientras revolvía su rubio cabello y le sonreía maternalmente.

 

Deidara en vez, se quedo parado en la puerta viendo al espacio, llamando la atención de los integrantes que le esperaban en la mesa. Simplemente no pudo evitar regresar a esos recuerdos de la infancia que juraba había olvidado. Pero ahí se encontraba de nuevo, parado en el pórtico de la puerta de un humilde comedor, como cuando tenia 4 años, esperando que aquella mujer le diera permiso de entrar, esperando que fuera uno de esos días en que  aquella persona recordaba que tenia un hijo que alimentar.

 

—Deidara estas bien? — pregunto preocupado Minato al ver palidecer cada vez mas a su primogénito, había dejado el periódico en la mesa y caminado hasta donde el pelilargo se encontraba parado. El rubio asintió nervioso, evitando el contacto que el rubio mayor parecía querer darle al alzar su mano par tocar su frente. Por  poco y olvida que no estaba mas en aquel lugar. —Entonces siéntate a desayunar—  sonrió el rubio un poco dolido por la actitud de su retoño.

 

El pelilargo se sentó en la mesa, al lado del kitzune, sin saber muy bien que decir o como actuar, hacia ya tanto que no comía junto a alguien mas, incluso con Sasori, pues siendo marioneta el tipo no tenia el gran apetito. De repente frente a el apareció un plato repleto de hotcakes tanto como el de naruto, solo que este ultimo ya se había comido mas de la mitad de los suyos. La pelirroja sonrió tan dulcemente como lo había hecho momentos antes con el menor, logrando sacar un ligero sonrojo al akatsuki. Aquella mujer era realmente el estereotipo de mamá cariñosa… cuando estaba de buenas.

 

—Adelante cómelos o se enfriaran — apresuro la ojiazul

 

—P…puedo?  U´n— pregunto en voz baja, sorprendiendo a la pelirroja. De alguna forma esto se estaba saliendo de sus manos, otro recuerdo se agolpo en su mente, uno doloroso, donde el niño por primera vez intento comer sin permiso de aquella persona y termino amarrado fuera de casa… Tenia que salir de ahí, no estaba dispuesto a recordar más.

 

—Que pregunta, claro que puedes ttebane— sonrió la pelirroja tratando de ocultar su preocupación— Todo lo que quieras cariño— dijo mientras besaba la frente de su “hijo”. El realmente quería salir de ahí… pero, había algo que se sentía tan bien que lo dudaba por un momento.

 

—Gra…gracias Kushina-san u´n— le había costado… y vaya que le había costado, pero fue amable. Sin embargo pudo ver el los ojos tristes de la pelirroja que algo de lo que dijo había estado mal, eso lo hizo sentir algo confundido y… triste.

 

—Acabe ttebayo—exclamo el menor llamando la atención de los presentes.

 

—Bien cariño, ahora sube y ponte el uniforme— ordeno la pelirroja al menor— Tu también apresúrate o llegaran tarde, hay ropa limpia en tu armario— se dirigió esta vez al pelilargo.

 

—Uniforme? — pregunto el kitzune extrañado — Para que?

 

—Por que hoy irán  a la escuela— Exclamo Minato

 

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Había que ver lo insistente que era su ototo cuando se le metía algo en la cabeza, toda la noche había pasado vigilando a su hermano mayor. Y este ultimo lo sabia, no era un idiota y el menor era por demás predecible. Su reacción era lógica hasta cierto punto, solo se aseguraba de que Itachi  no dañara de nuevo a sus padres.

 

A pesar que Itachi le dijera que no tramaba nada, el menor paso sus palabras por el arco del triunfo,  había estado de celador todo el gran parte de la tarde y toda la noche enfrente de su puerta. El mayor realmente lo veía innecesario, como creía ese tonto hermano menor que pasaría por la misma tragedia una vez mas, por el mismo dolor, era masoquista pero no para tanto.

 

A demás ya tenia suficiente castigo, no dormir por las noches atormentado por las pesadillas una tras otra aun cuando soñaba despierto. Y ahora que no tenia aquel jutsu bloqueador de memoria los recuerdos se volvían nítidas imágenes, casi las podía tocar. Intento no pesar en eso.

 

Los tenia de regreso, era lo importante, volvería a abrazar a su madre y platicar con su padre, por que a pesar de que aquel pasado que sello el destino del clan Uchiha el los amaba. Y veía en este extraño mundo una nueva oportunidad para su familia y se aseguraría de que en este mundo siguiera así.

 

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 Hicieron su primera parada después de 30 minutos, el pobre rubio de cabello largo  tenia un color verde intenso, apenas en ese pequeño lapso el pequeño rubio hubiera jurado que el pelilargo había pasado por todos los tonos de verde conocidos incluso casi le besa los pies a Minato cuando se detuvieron.

 

El destino, era un edificio grande, realmente gigantesco un  enorme patio era la entrada al recinto, guiado por un pequeño camino de piedras que llevaba a la entrada principal. Los arboles se levantaban imponentes con su altura, mientras eran mecidos suavemente por la suave brisa que pasaba.  Lo mas llamativo de aquellos, eran los cerezos a punto de aflorar, pues por las pequeñas rendijas entre rama y rama pasaba tenuemente la luz dando un aire casi romántico, jardineras rodeaban los arboles que al parecer daban la vuelta al lugar.

 

Justo en medio, casi siendo opacado por la naturaleza decorativa del lugar, se encontraba un edificio, de 4 pisos de altos, totalmente tapizado de pequeños ventanales que dejaban a penas asomar a los salones y pasillos. De un color gris, un poco triste en la opinión del menor, pero se comenzaba con una linda torre lateral donde yacía un reloj (similar al big ben)

 

Naruto bajo emocionado maravillado con el lugar, no era tan grande como es hospital pero se veía interesante, agarro la mochila naranja con vivos azul marino que su madre había ayudado a preparar  (echando libros lápices todo lo que su niño pudiese utilizar) corrió asta la reja de la entrada olvidándose de las personas con las que venia minutos antes.

 

—Con que esta es la escuela ttebayo—dijo mas para si, no le emociono mucho el hecho de ir a ese lugar a estudiar eso no era su estilo, pero Kushina le dijo que tenia un montón de amigos y eso es lo que mas quería averiguar .

 

—Naruto—llamo Minato acercándose a su hijo —No se te olvide esto—dijo extendiéndole un lazo rojo que Naruto no supo que hacer con el—Cuídate mucho, vendré por ti en la tarde así que te veo aquí al terminar, de acuerdo? No te alejes demasiado—finalizo dándole un beso en la frente al kitzune que se sonrojo un poquito pero después sonrió, esto realmente le estaba gustando.

 

Deidara por su parte, como pudo se arrastra hasta la puerta que el pequeño rubio dejado abierta,  quería salir de ese maldito invento del demonio que le revolvía el estomago. Apenas y había sacado su manita cuando Minato se acerco a la puerta.

 

—¿Dei que haces? — Pregunto el rubio mayor curioso a lo que el pequeño balbuceo algo que no pudo entender—A nosotros todavía nos faltan 10 minutos de camino—sonrió el rubio cerrando la puerta del coche. Deidara cambio de un color verde a uno azul.

 

—…— por no decir que casi se suelta a llorar.

 

Naruto vio como el coche se marchaba y decidió seguir su  camino  a aquella institución, atravesó la reja de acceso y se detuvo a mirar  el enorme árbol de cerezo que adornaba la entrada. Camino derecho hasta llegar al primer edificio, había muchas gacetas miles (exagerando) de ellas colocadas en filas todas enumeradas.

 

El rubio saco de la bolsa del pantalón del uniforme aquello que Minato le entrego recién, era un papelito  que envolvía un extraño lazo rojo t que portaba en orden varios números. Decidido a seguir las indicaciones se amarro el extraño lazo en la frente eso sustituiría su banda.

 

Leyó:

Gaveta 308

Edificio 3

2do piso

Salón 2-3

 

Miro atentamente, al parecer los números iban en un orden, así  que lo primero que tendría que hacer seria buscar su gaveta, siguió la secuencia de los números hasta llegar al 300, entonces presto mas atención hasta dar con un pequeño cuadrito blanco cuyo numero resaltaba en letras doradas como todos los demás, a excepción de que tenia un pequeño zorrito dibujado, al parecer con crayola, no pudo evitarlo y sonrió con nostalgia. ¿Quien diría que extrañaría a ese zorro?

 

 Sacudió su cabeza, no era momento para pensar en eso. Abrió la gaveta encontrándose común par de zapatos deportivos blancos, le pareció algo inusual pues el ya tenia zapatos en es momento. Así que decidió ignorarlos, lo mas probable es que fuera una extraña costumbre de aquel lugar.

 

Continúo su recorrido esta vez dando la vuelta al edificio principal. Aun seguía la vereda de arboles haciendo sobra y un pequeño murmullo de hojas moviéndose. Exactamente atrás del primer edifico se hallaban otros dos, de tres pisos, uno menos que el primero y al parecer mas importante. Hasta la parte inferior izquierda de edificio venían unos números, en el primero un 2 y en el segundo un 3, pues el edificio principal portaba orgullosamente un numero 1. Ingreso  en aquel segundo edificio y subió por las escaleras, los pisos inferiores parecían mas bodegas que salones supuso lo que buscaba se encontraba en el segundo piso como el papelito lo indicaba.

 

Paso por varios salones hasta topar con su ultima indicación, una placa anunciaba su destino señalado el 2-3 en color negro brillante. Deslizo la puerta corrediza, sintiendo como el aire pasaba atreves de el, gracias a una ventana abierta. Dio paso para infiltrarse  dentro del salón, mas se detuvo al ver una silueta conocida.

 

Sintió un pequeño pinchazo en el corazón, uno que lo lleno de una alegría inexplicable pero a la cual estaba acostumbrando. No lo resistió y tampoco tenia ganas de contenerlo así que tomo vuelo y corrió hacia donde su acompañante miraba fuera de la ventana. Lo tomo desprevenido tanto así que ni siquiera le dio tiempo de pararse correctamente  provocando que ambos fueran contra el suelo.

 

—Teme!! —grito el pequeño rubio aferrándose al cuerpo del moreno

 

—Maldición Naruto!! No te avientes así a la gente— le regaño el ojinegro tratando de sobar su adolorida espalda.

 

—Perdón— se disculpo el rubio rascando su cabeza, parándose y ayudando al Uchiha menos a ponerse de pie. — Sasu-baka que haces aquí? —pregunto inocentemente el rubio

 

—Pues al parecer aquí estudio, creo que es obvio— dijo señalando el uniforma, que consistía en un pantalón de vestir gris una camisa blanca de manga larga, un saco azul marino con el logo del instituto y una corbata roja. Se miraron mutuamente analizándose y es que a ojos del rubio Sasuke se veía tan genial en ese uniforme  que hasta le había sacado un ligero sonrojo.

 

—Te vez bien teme— alago rascando su mejilla el azabache se sonroso levemente también— Mejor que esa ropa tan rara y cabaret que usabas antes ttebayo— se burlo

 

—Que dijiste Dobe?!! , mira que no soy yo el que se anda paseando como un puntito naranja fosforescente en medio del campo de batalla, hasta parece que no te enseñaron discreción— se defendió el menor de los Uchiha, barriendo al rubio con la mirada.

 

A decir verdad ese uniforme no solo le sentaba bien a el, como Uchiha obviamente todo resaltaba maravillosamente (la modestia), pero el rubio parecía hecho totalmente para ese traje, hasta le daba un aire de ingenuidad y ternura. Lo miro nuevamente apreciando cada detalle para grabarlo en su memoria, pero…. Algo no cuadraba muy bien en la linda visión que observaba.

 

—Hey dobe…que tienes en la frente? —pregunto  poniendo la mano en su frente temiendo la respuesta del rubio

 

—Oh esto?.. — agarro la punta de una de las citas— Mi papá…digo Minato-san me lo dio… pero es un lazo muy raro es mas grande de un lado que de otro y termina en punta de este lado

 

—Serás usuratonkachi ¡! — le regaño el moreno—Eso es una corbato no van en tu cabeza van en tu cuello- finalizo señalando la propia.

 

—Pero eso es muy estúpido sasu-teme como es que la gente se pondría cosas en el cuello como si fueran nikkens— se defendió el rubio inflando sus cachetes

 

—Es una cuestión de etiqueta, tarado— siguió gritando mientras se acercaba un poco mas al pequeño envolviéndolo en algo parecido a un abrazo intentando desatar el nudo que sostenía la corbata en la frente del rubio. Las mejillas de este se tiñeron de un leve rosa, hace tanto que no tenia tan cerca al teme que hasta le costaba fingir lo que sentía.

 

—Wow, este mundo es extraño en verdad ttebayo— siguió la platica para que el moreno no notase su nerviosismo.

 

—Si lo piensas bien, mas extraño es el nuestro, No lo crees? — pregunto ahora pasando la corbata por el cuello del blondo y empezando a anudarla sin retroceder un paso de aquella agradable cercanía.

 

—No realmente, ne teme donde aprendiste a hacer eso? — pregunto señalando la cinta roja que ahora colgaba perfectamente amarrada a su cuello

 

—Aprendí esta mañana— comento orgulloso, pasando una de su mano por la mejilla del rubio. Siguió aquel impulso que había tenido desde hace ya algunos años y marco lentamente las marcas que recorrían sus mejillas, el rubio trago en seco, la seguridad en la mirada del Uchiha menor no hacia mas que ponerlo mas nervioso.

 

De repente en tan solo un parpadeo, el rubio que tenia frente a el había desaparecido. Confundido miro a todas partes encontrando lo que buscaba a su izquierda como a metro y medio de donde el estaba, siendo sostenido y apachurrado por aquella molesta imitación barata suya. Incluso en esta realidad sabia como joderle la vida.

 

—No mates a Naru-chan Sasuke bastardo— decía con aquella sonrisa tan característica y que el otro moreno tanto odiaba. Es decir no conocía muy bien a ese sujeto pero ver que se había convertido en su remplazo en la vida de naruto lo hizo enojar, y hasta… solo por seguridad… lo había mandado a investigar.

 

—Oye tu suéltalo!! — grito al ver al moreno más pálido abrazando posesivamente al ojiazul. Se aclara no por celos, un Uchiha jamás sentiría algo como aquello, era solo que el rubio no necesitaba tantas muestras de afecto.

 

—Por que Sasuke-kun? Te molesta? Se burlo sínicamente frotando su mejilla contra el kitzune solo para provocar mas al otro.

 

—Amn…Sai…me lastimas— fue lo primero dicho por el rubio, la verdad es que estaba algo molesto, le estaba gustando la atención del teme.

 

—Pero Naru, si te suelto sasu-bastardo te lastimaría mas, no puedo permitir que le pase algo a tu lindo rostro— se excuso pegándose aun mas

 

—Por que el teme iba a lastimarme ttebayo? — pregunto sonriendo. Era verdad que en el mundo ninja que dejaron atrás quería hasta matarlo, pero las esperanzas de rubio decían que ahí seria diferente, que serian amigos, permanecerían juntos mucho tiempo, sin soledad o deseos de venganza. Sai lo miro extrañado perdiendo aquella sonrisa.

 

—Por que se odian a muerte…— el rubio que sonreía hasta ese momento dejo de hacerlo poco a poco, como si lo que recién escucho lo procesara lentamente. Esto no paso desapercibido para ninguno de los dos morenos, en especial para el portador del sharingan que por instinto se acerco al ojiazul al sentir una punzada rasgarle el corazón por ver la luz de esa radiante sonrisa apagarse.

 

Estaba a punto de volver a tomar la mejilla del kitzune entre sus manos, olvidando al espectador silencioso que en aquel momento miraba  extrañado la escena, cuando…

 

—Sa-su-ke-kun!! — se escucho un estridente chillido, el moreno para cuando vio ya tenia a una muy conocida plasta rosa rodeándole en un muy fuerte abrazo.

 

—Sakura?! — mencionaron al unisonó el blondo y el moreno, el primero contento y el segundo fastidiado. La mencionada al ver su nombre mencionado por los labios del ojiazul no hizo mas que poner una mueca de asco. La recién llegada portaba femeninamente el uniforme que consistía en una falda tableada un saco como el de sus compañeros, una blusa manga larga blanca y en vez de corbata el frente era adornado por un enorme moño rojo. Su cabello largo era apenas sostenido por una diadema blanca.

 

—Naruto estas molestando a Sasuke-kun otra vez? — grito la ojiverde aferrándose ahora al brazo del moreno

 

—Eh?, pero si yo no he hecho nada Sakura-chan— se escudó el rubio

 

—Mentira! Seguramente estabas insultando a Sasuke-kun y provocándolo como siempre lo haces, a leguas se nota que no tienes educación—Lo insulto barriéndolo con la mirada de arriaba abajo. Naruto por primera vez en mucho tiempo se sintió ofendido, a pesar de que le había costado hacerse amigo de la peli rosa en konoha esta volvía a ser la niña prepotente de antes. —Y bien Sasuke-kun donde iremos hoy? Me llevaras cenar? Al cine mas caro? Me llevaras de compras? Me muero por contarle a Ino cerda para que se muera de la envidia— hablaba sin parar la peli rosa

 

—Por que yo te iba a levar a algún lado? — respondió desdeñoso sacando su brazo de las garras de la chica

 

—Oh Sasuke-kun no me digas que lo olvidaste de nuevo?, si te estuve mandado un millón de mensajes por el celular, hasta te envié un memo por correo— seguía hablando y hablando

 

—Amn…Haruno-san…— hablo Sai con un poco de miedo, lo otro dos chicos lo miraron un poco sorprendidos, desde cuando el moreno llamaba  la chica por su nombre, eso definitivamente los sacaba de lugar.

 

—Cállate Sai, vamos Sasuke-kun recuerdas que días hoy no es verdad, has un esfuerzo— dijo melosa la chica pegándose mas hacia el pelinegro.

 

—No— respondió secamente

 

—Pero Sasuke-kun hoy es nuestro aniversario de 4 meses de novios!!!

 

Ambos ninja se quedaron pasmados. El moreno palideció totalmente casi quedando al mismo tono de piel que Sai si no es que mas, y el rubio tenia mas que partido el corazón, solo intentaba ocultar sus ojos de los presentes. Mientras que un muy atento sai observaba la escena bastante interesado, al parecer muchas cosas iba a cambiar y esto se veía de lo más atractivo.

 

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Se arreglaba la corbata negra, la verdad es que estaba algo cansado. Pero a su parecer su hermano se había llevado la peor parte al quedarse despierto toda la noche despierto para espiarlo, aunque había sido divertido ver la reacción del serio ”vengador Uchiha” al enterarse que tendría que ir al colegio ese mismo día, sin haber descansado nada, y mas divertido fue escucharlo quejarse por tan ridículo uniforme ( si se notaba que el Uchiha menor sabia de moda, si no hay que ver su atuendo al  entrenar con orochimaru). Se imagino a su pobre hermanito semidormido en todas sus lecciones, todo por andar de paranoico.

 

Pero a el no le había ido mejor, aun que, por diferentes razones no pudo conciliar el sueño, igual tendría que soportar todo el día en lecciones como cuando era un pequeño niño en la academia ninja. lo bueno es que al menos el no tenia por que usar un uniforme como Sasuke, pero en cambio, debido al renombre y buen porte Uchiha tendría que vestir de forma un poco mas formal que el resto de las personas que acudían a aquel lugar.

 

Bajo de la modesta limosina, negra y blindada, llevando unos pantalones de mezclilla azul marino casi negro, una camisa roja manga larga un saco negro y la molesta corbata anudada a  su cuello. Miro así enfrente viendo como se extendía el panorama de su vida estudiantil en eso que todos llamaban universidad.

 

Notas finales:

antes de que preguntes >,>

sip deidara tendra un pasado algo... perturbador.. eso creo jejejeje -w-Uuu


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