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Bloodstained Doll por carina_mew12

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Notas del capitulo:

hola!!! xD

bueno, uds dirán, por q esta mujer nos tortura tanto con las actualizaciones??? en mi defensa, diré dos cosas:

1.- Tengo deberes q para mí son muy importante y no puedo ignorar, entre ellos la escuela, así q espero q comprendan q no puedo actualizar tan frecuentemente como me gustaría... aunq no sé por q m molesto en explicar, igual y ni leen esto, pero bueno...

2.- Para compensarles, les tengo una surprise!! hoy abrá actualización de todos los capis y además subiré uno nuevo, q espero les guste ^^

ah, una cosa más; hay formas para pedir las cosas, una cosa es deci "espero actualices pronto" y otra "deja de estar de floja y actualiza"... así q por favor, no me hagan enojar...

bueno, ya basta d tanta conversación, tengo fics q subir xD nos vemos abajo...

7. Dam and Hunter

- ¡maldita sea!- gruñó violentamente aquel hombre antes de colgar el teléfono- ese cabrón ha dicho que no pagará

- ¿intentará recuperar a su hijo por otros medios?- dijo uno de los cuatro hombres que estaban presentes

- no. Ha dicho que no le interesa lo que hagamos con él- se llevó un pulgar a la boca, mordiéndolo mientras seguía hablando- pensé que podíamos sacarle lo suficiente por este crío, pero…- el hombre se giró a verlo, realmente lucía molesto

- ¿cuál es el problema?- habló un tercero- si ese avaricioso hombre no quiere cooperar, sólo hay que asesinar al chico- apuntó su arma contra él, haciéndole temblar e incluso sollozar, ¿por qué su padre habría preferido unas cuantas monedas en vez de su propio hijo?

- no podemos deshacernos de él solamente- completó el cuarto de ellos- le hemos dado agua, comida, un lugar dónde dormir… ¡Vaya! Que lo hemos tratado mejor que su propio padre; tendrá que retribuirnos de alguna manera…- las estruendosas risas de aquellos tipos resonaron en la pequeña habitación oscura en la que se encontraban. Después de murmurarse algo, salieron del lugar, dejando solo al joven en aquella oscuridad que era apenas rota por la luz que desprendía una vela.

El estar en ese lugar le hacía perder la noción del tiempo; nunca supo realmente cuánto tiempo pasó, mas al despertar, esos 4 sujetos estaban ahí junto con otros más. Sus captores recibieron dinero de sus invitados y después le ataron a la cama, dejando que aquellos hombres jugaran con su cuerpo… su sucias manos lo recorrieron entero mientras era mancillado una y otra vez hasta dejarlo al borde del colapso… lo último que vio antes de cerrar sus ojos, fue aquella flama convertirse en una más grande, envolviendo todo a su alrededor…

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

- ¡Roronoa!- le gritó su profesor antes de dejar caer su pesado libro en la cabeza de su alumno. Éste despertó desorientado y con un gran chichón- ¡si quiere dormir, vaya a hacerlo a otro lado!- el profesor comenzó a sermonearlo mientras los murmullos y risitas se escuchaban por todo el salón, pero el peliverde realmente no escuchaba nada, pues su mente aun estaba perdida en lo que acababa de ver-… ¿entendió?

- sí señor- respondió el Zoro en voz baja

- regresemos a clase entonces- tras un suspiro y un leve regaño, los alumnos voltearon su vista hacia enfrente, retomando su lección en donde la habían dejado.

Zoro tomó su libro y abrió por la mitad para luego acomodarlo sobre su banca de tal forma que pudiera ocultarse tras él. Sacó el muñeco de trapo de su chaqueta y lo sujetó con una mano, observándolo lastimosamente; su otra mano comenzó a jugar con su cabello, bajando lentamente a su pequeño rostro, en donde delineó la graciosa ceja en espiral de su único ojo de botón que tenía visible. Fue en ese instante que se percató de que Sanji no lucía como el día en que lo encontró; se veía más limpio, más nuevo… más radiante…

- “¿qué crees que haces estúpido marimo?”- reclamó el muñeco rubio, haciendo resonar su voz en la cabeza del peliverde

- “tenía ganas de tocarte”- dijo el otro sin decirlo realmente, sino por aquel vínculo mental que compartía con el muñeco

- “pervertido”

- “¿te molesta?”

- “… no… está bien… no es del todo desagradable…”- tras esa respuesta, Zoro siguió con las meticulosas caricias sobre el pequeño cuerpo de trapo, sin llegar a tocar aquella zona que, según él, debería ser la íntima y, con un ligero carmín en sus mejillas, sonrió…

**************************

En otro lugar de Instituto Sabaody…

Aun con los primeros auxilios aplicados, su herida le seguía doliendo horrores, sin mencionar que no podía mover la mano adecuadamente. Lo que fuese que se hubiera clavado en su palma, había tenido el suficiente filo para entrar profundamente en su carne, rasgando algo por dentro. Con un suspiro de resignación, Law condujo sus pasos hacia su salón de clases, mas un desagradable recuerdo le hizo parar en seco… Eustass Kidd. Sólo el recordar su nombre le revolvía el estómago y le hacía sudar frío, era mejor irse a casa por hoy; por suerte para él, tenía una excusa para hacerlo. Después de una charla con los altos mandos, se le permitió al moreno retirarse del instituto por ese día. Lo primero que hizo Law nada más al salir fue ir directamente hacia el hospital que dirigía su padre y que, algún día, estaba determinado a dirigir.

Después de una reprimenda por parte de su padre, su herida fue examinada, encontrando desgarres menores en un par de ligamentos. La mano le fue inmovilizada y se le aplicó una inyección para calmar el dolor; si seguía al pie de la letra el tratamiento, podría mover su mano normalmente en poco tiempo.

- ve a casa- le ordenó el mayor- tienes que descansar

- es demasiado aburrido- refutó Law- prefiero quedarme aquí

- hasta que no seas un médico reconocido, no puedes entrar aquí sino en calidad de paciente. Y ya que has sido dado de alta, tienes que irte

- tks- después de una mirada desafiante, Law salió del hospital rumbo a su hogar. Pasaban de las 4 de la tarde, las clases habían terminado, por lo que decidió hacer una escala en el hogar de los hermanos D. para pedir apuntes y tareas al mayor de éstos.

- ¿y estás bien?- preguntó Ace con evidente preocupación- se oye grave

- no lo es tanto- el moreno tomó las libretas que le tendía el pecoso y las guardó en su mochila- ¿y Luffy?

- en casa de Nami; ¿seguro que no quieres quedarte un rato?

- gracias- dijo Law, rechazando amablemente la oferta- estoy algo cansado, lo único que quiero es dormir un poco- Ace lo guió hacia la salida, y deseándole una pronta recuperación, se despidió de él.

Law había avanzado unas cuantas calles cuando vio una escandalosa cabellera roja salir de uno de los locales de arcade de la calle. Se quedó paralizado unos instantes, cruzando miradas con el otro; de haber sabido que se toparía con ese tipo, hubiera aceptado la invitación de Ace. Bajó la mirada e intentó ignorarle pasando de largo, pero el pelirrojo no se rendía tan fácilmente; comenzó a caminar detrás del moreno, como un verdadero acosador, buscando el momento perfecto para acercarse a él.

- oi, deja de seguirme- el pelinegro empezaba a ponerse nervioso, pues en su vida había sido hostigado por otro hombre

- no te sigo, mi casa queda por aquí- mintió Kidd, acelerando sus pasos

- [[¿por qué diablos no me quedé en casa de Ace?]]- maldecía Law mientras observaba a su alrededor, buscando alguna alternativa de escape. Una casa conocida se irguió al final de la calle, por lo que dio la vuelta y literalmente corrió hacia allá, siendo seguido de cerca por el otro. El moreno llamó a la puerta, logrando así que Kidd dejara de perseguirle, y  tras dedicarle una sonrisa burlona, el pelirrojo se marchó.

Su acelerado corazón se calmaba lentamente. Era mejor quedarse ahí un rato para asegurarse de que aquel tipo no estaba cerca y no le persiguiera de nuevo, también era necesario reponerse del susto antes de regresar a casa. Al ver que nadie atendía, llamó de nuevo a la puerta y esperó.

- ¡¡Voy!!- se escuchó un grito desde el interior; momentos después, la puerta se abrió. El rostro del anfitrión se encendió considerablemente al verse en aquella penosa situación, ¿por qué había abierto la puerta tan descuidadamente?

-…- Law aun no salía de su shock inicial, pues lo que tenía frente a él no era ni remotamente parecido a lo que pensó que pasaría en cuanto la puerta se abriera; delante de él tenía a un peliverde rojo como un tomate, con un rubio vestido únicamente con una playera azul colgado a su cuello y las piernas enredadas en su cintura; los brazos de Zoro pasaban por debajo de las nalgas del chico, sosteniendo su peso y al mismo tiempo deteniendo la prenda que le cubría, evitando que se notara más de lo necesario. El rubio le miró altanero por encima de su hombro, claramente molesto por la interrupción- disculpen…- hizo una reverencia y se dispuso a marcharse

- ¡espera Law!- Zoro bajó al otro y detuvo al moreno por el brazo- ¡no es lo que parece!

- ¿No es lo que parece?- el pelinegro se viró a mirarle con una ceja levantada

- b… bueno…- pasó su mano libre por su cabello- de todas formas, ¿por qué estás aquí?- preguntó al soltarle

- ah, eso- pensó un momento en qué decir, pero creyó que la verdad era lo más efectivo en esos momentos. No quería incomodar a su amigo y a su recién confirmada pareja, mas no tenía otra alternativa- ¿puedo pasar un momento?- tras recibir la aprobación del peliverde, entró acompañado por los otros dos.

- ¿quieres algo de beber?- inquirió amable el peliverde en cuanto entraron a la cocina

- agua está bien- el moreno se acomodó en una silla mientras el otro le traía su bebida. Poco después, Zoro puso un vaso de agua frente a él y se sentó del lado contrario de la mesa; el rubio miró a Law con resentimiento una vez más antes de acomodarse en el regazo del marimo y acurrucarse en su pecho

-ummm… se llama Sanji- fue lo único que atinó a decir Zoro al ver la expresión un tanto sorprendida de su amigo. Se aclaró la garganta, dando por terminado la conversación del chico sobre sus piernas y pasando a un asunto completamente distinto- ¿y bien? ¿pasó algo?

- lo que pasa es…- tomó el vaso con su mano sana y bebió un poco de agua para luego proseguir- alguien me estaba siguiendo…- confesó por lo bajo

- ¡¿qué?!- apenas había alcanzado a recibir el mensaje, pero sus palabras fueron tan claras que dudaba haber escuchado mal. Se levantó de pronto, golpeando la mesa con los puños y tirando su silla y al rubio en el proceso

- no importa ya. Creo que se ha ido

- eso ya lo veremos- con pasos firmes salió de la cocina y luego de la casa. Con el ceño fruncido, miró a su alrededor, buscando a cualquier persona sospechosa que estuviera cerca

- en verdad Zoro, no importa- le dijo Law una vez que le dio alcance

- ¿quieres que te lleve a casa?

- no, está bien. Sólo quiero descansar un rato- ambos regresaron al interior del inmueble. Law se recostó en el sofá y se cubrió el rostro con un brazo para después soltar un suspiro- deberías ir a levantar a tu novio- comentó el moreno- intenté ayudarlo, pero dijo que no quería que lo tocara…

- ¡Sanji!- Zoro corrió a la cocina, viendo al recién mencionado mirándole con rabia- lo siento…- se puso a su altura, tratando de levantarle

- no me agrada este tipo- soltó de pronto Sanji mientras era cargado por los fuertes brazos del moreno

- Law es mi amigo

- por eso mismo no lo soporto

- y le lastimaste la mano también- el rubio le miró sorprendido- no soy tonto, ¿sabes?... ¿por qué lo hiciste?

- … no quiero que nadie más me toque- colocó un suave beso en el cuello del otro, rozando sus labios por la morena piel hasta llegar a su oído- sólo te pertenezco a ti- susurró antes de lamer su oreja parsimoniosamente, provocando un escalofrío en el peliverde

- no hagas eso- pidió avergonzado- tenemos visitas…- el otro gruñó molesto y se cruzó de brazos, Zoro, definitivamente, no era un humano común y corriente. Después de unos segundos en silencio, el peliverde fue a la sala con Sanji en brazos- oi, Law- le llamó, mas el otro no  respondió- tks, se ha dormido…- suspiró, no quería despertarlo.

- deberías dejarlo así un rato- sugirió el rubio

- pensé que no te agradaba- el otro no respondió. Sin decir otra palabra del asunto, Zoro fue hasta su habitación, colocando al rubio cuidadosamente sobre la cama, y tomando unas cuantas prendas limpias de su armario- ¿vienes a la ducha?

- creí que teníamos visitas- dijo burlón Sanji mientras miraba hacia la ventana. Tras chasquear la lengua, Zoro se metió al baño y el agua no tardó en escucharse caer.

Sanji aspiró profundamente, en el aire flotaba el inconfundible aroma a sangre joven y fresca recién derramada, seguramente provenía de la herida que le había hecho a Law; mas otra embriagadora esencia llegaba hasta sus fosas nasales, esta vez proveniente del exterior. Se levantó de la cama y abrió la ventana, llenando sus pulmones con aquella inconfundible y deliciosa fragancia que provenía de su segundo alimento preferido, la lujuria. Un fuerte hedor de lujuria pura emanaba de algún punto cercano, probablemente del hombre que había seguido al moreno, y Sanji no quiso desaprovechar la oportunidad. Se relamió los labios mientras sus ojos se encendían en un intenso color sangre… sus alas comenzaron a revolverse debajo de su camisa, buscando liberarse, pero se detuvieron de repente…

- el marimo se enfadará si rompo la camisa de nuevo- se sacó la playera y la dejó en el suelo antes de extender sus alas y buscar a aquel sujeto, después de todo, ya casi era hora de la cena…

***************************

Esa misma noche…

- ¿en dónde te metiste?- se lamentaba Ace mientras recorría las calles de la ciudad en su auto- te dije que esperaras en casa de Nami- ya tenía varias horas buscando a su pequeño hermano; cuando la pelirroja le dijo que Luffy se había marchado en cuanto terminaron la tarea, empezó a buscarlo en los lugares que solía frecuentar con sus amigos, pero no lo hallaba en ningún sitio.

Las calles ya estaban prácticamente vacías y los ladridos de los perros rompían el silencio de la noche junto con el intenso soplar del viento. El pecoso bajó la velocidad, buscando en cada local y callejón con la vista mientras avanzaba; su desesperación crecía conforme avanzaba el tiempo, haciéndole pensar en las peores cosas posibles… ¿y si le había ocurrido algo?, ¿un asalto, un secuestro o…? se reprimió a sí mismo por aquellos pensamientos y siguió buscando a su pequeño hermano con la mirada.

Unas calles más adelante, la puerta de una casa se abrió, y una delgada figura salió de ella, tambaleándose de un lado a otro, como si fuera a caer en cualquier momento. Al reconocer esa pequeña figura como la de Luffy, frenó de repente y bajó del auto; estaba por llamar a su hermanito cuando reparó con más detalle en su estado, parecía mareado y tenía la ropa manchada de lo que reconoció enseguida como sangre.

- Ace, ¿qué está pasando?- preguntó confundido el más joven, llevándose una mano a la cabeza antes de caer estrepitosamente al suelo

- ¡Luffy!- el pecoso corrió a socorrerlo y lo levantó cuidadosamente. Apretó los puños con verdadera furia; aquel que se había atrevido a ponerle una mano encima a su hermano lo pagaría caro.

Dejó al menor en el auto y regresó a la casa, dispuesto a vengar a su hermanito… siguió el rastro de sangre en la alfombra, atravesando el pasillo y subiendo por las escaleras. La madera crujía con cada paso que daba, sin mencionar el incesante parpadeo del par de bombillas que aun permanecían encendidas. Una puerta a medio abrir le indicó que había llegado a su destino; preparó sus puños e ingresó en la habitación, pero lo que encontró ahí no sólo le apagó la ira, sino que también le dejó la mente en blanco y le provocó un extraño miedo que jamás había sentido en su vida; un cuerpo desmembrado descansaba en el piso, sus cuencas vacías parecían mirarle mientras un remolino de plumas negras se agitaba por todo el lugar…

Continued…

Notas finales:

¬w¬ los dejo con la intriga por ahora...

cualquier duda, queja, comentario o sugerencia, por favor m lo hacen saber por review o mensaje del face xDD

nos vemos!!


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