Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

: : : Aikō-ka : : : por Bluemelina

[Reviews - 195]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

WOLASSSSSSSSSSSSSSSSSS......

 

MUCHISISIISISMAS GRACIAS POR LOS COMENTARIOS KE ME HICIERON LLEGAR EN ESTA NUEVA HISTORIA LLAMADA Aikō-ka ....

 

 

 

AQUI LES DEJO EL SEGUNDO CAPITULO COMO LO DIJE AYER... JEJEJEJEE

 

 

 

ESPERO Y LO DISFRUTEN.. DEDICADO A LAS 9 PERSONAS KE ME DEJARON REVIEW... LES MANDO BESOS Y ABRAZOS..

CAPITULO II

******

 

 

 

DOS AÑOS DESPUES…

 

 

-      No entiendo que es lo que hemos venido a hacer aquí… - estaba diciendo Naruto un poco molesto.

 

-      Pequeño, tengo que echar a andar el corporativo aquí en Nueva York – le contestó Itachi.

 

-      Pero hubieras podido mandar a Neji…

 

-      No, nunca me ha gustado dejar en manos de otros el inicio de una nueva empresa.

 

-      ¿Pero cuánto tiempo tendremos que vivir aquí…? sabes bien que nunca me ha gustado venir a esta Ciudad – le contestó el rubio serio, mientras miraba por la ventana de aquella habitación de hotel.

 

-      Lo sé, trataré de que todo se haga lo más pronto posible, por lo pronto he encargado a Kizame que comience a buscar una casa que sea de tu gusto, donde podamos vivir…

 

-      ¿Una casa? ¿qué nos instalaremos definitivamente aquí? – preguntó un poco molesto Naruto.

 

-      Cariño – se acercó Itachi y lo abrazó – ¿o prefieres vivir en una habitación de hotel? Yo sé que no te gustará estar restringido a cuatro paredes… - le dio un beso en la sien

 

-      Pero tú habías dicho que no nos quedaríamos mucho tiempo en esta Ciudad… - le contestó el doncel.  

 

-      Dije que suponía – resaltó esta última palabra - que no nos quedaríamos mucho tiempo, pero debo dejar bien integrada la empresa…

 

Itachi lo soltó y se metió al cuarto de baño, Naruto se quedó solo mientras miraba por aquella gran ventana, las luces en aquella ciudad que nunca dormía comenzaron a encenderse, la tarde comenzó a morir mientras se pintaba el cielo de rojizo.

 

En los ojos de Naruto había una total tristeza, dejar Chicago, dejar Lakewood, la casa del portal de las rosas, donde se había establecido desde que se había casado con Itachi y se hacía cargo del gran jardín, además de encargarse por igual del mantenimiento en el Hogar donde había pasado parte de su infancia antes de ser acogido por la familia Uchiha junto a sus queridos padres como él los llamaba a los encargados del orfanato, Kakashi e Iruka, le gustaba tanto estar ayudándolos con los niños.

 

Además de que cuando vivía en Chicago, acompañaba a Hinata, quien había contraído matrimonio con Neji y apenas hacía unos días, le había dicho la peli azul a Naruto, que estaban esperando su segundo bebé.

 

Él e Itachi cumplirían próximamente dos años de casados y no había podido tener un hijo aún, el Uchiha le decía que así estaban bien, que por el momento no había prisa, que esperaran un poco, que tuvieran paciencia y fe de que pronto tendrían un hijo.

 

Naruto se sentía la mayoría de las veces muy solo. Al principio cuando se había casado con él, en la luna de miel, Itachi lo llevó de viaje, visitaron la Florida, el ojiazul conoció el mar, se divirtió mucho, y en su noche de bodas, Itachi había sido el hombre más tierno y delicado, le hizo sentirse el doncel más amado del mundo.

 

Pero después, cuando el moreno volvió al trabajo, poco a poco comenzó a abandonarlo, por lo que siempre se veían hasta en la noche que él regresaba para cenar con el rubio, aunque quizás por las noches se convertía de nueva cuenta en el hombre amoroso del que él se había terminando enamorando.

 

 

 

 

 

Llevaba ya casi un mes viviendo Naruto aún en el Hotel Plaza, era uno de los mejores y más caros hoteles de Nueva York, el menor como todas las mañanas salía a caminar después de desayunar solo, ya que Itachi salía desde muy temprano a trabajar.

 

Aquella mañana el Uzumaki se levantó más temprano que de costumbre, Itachi no estaba en la cama junto a él por lo que lo buscó en los demás cuartos de aquella gran suite en la que estaban viviendo, grande fue su sorpresa al encontrarlo en otra habitación dormido, Naruto no entendía por qué él había dormido ahí, un poco confundido se cambió y salió.

 

Cuando el aire al salir del Hotel le dio en el rostro, se sintió un poco mejor, no caminó la ruta que siempre hacía, sino que ahora se encaminó al Central Park, el cual había estado evitando desde que había llegado.

 

Se dio cuenta que era un poco más temprano que de costumbre, no había muchas personas caminando por ahí, pero le atrajo la idea de sentir la naturaleza, así que se encaminó a los árboles, pero no pudo llegar más lejos.

 

-      ¡No se mueva! – escuchó una voz pastosa - ¡Déme todo lo que traiga!

 

-      ¡Oh Dios! – atinó a decir el doncel, el tipo que le decía todo aquello era un vagabundo que al parecer lo había seguido, tenía en su mano una navaja

 

-      ¡Ande déme todo lo que traiga de valor o lo lamentará!

 

-      Es que no traigo nada de valor… - decía asustado.

 

-      ¿Y esa esclava, y ese anillo? – le dijo señalándole.

 

-      Le daré la esclava, pero el anillo no, es de matrimonio…

 

-      ¡Usted no decide qué darme yo ordeno que es lo que me dará! – le gritó el hombre.

 

Cuando Naruto estaba sacando su esclava de su muñeca, no supo como sucedió todo, solo alcanzó a mirar que el asaltante estaba siendo golpeado por alguien, quien con un palo había podido desarmarlo y dejarlo noqueado, el rubio se encontraba completamente nervioso

 

-      ¿Se encuentra bien? – preguntó el hombre que lo había ayudado

 

-      Si… gracias… - el doncel no lo veía, solo veía al tipo que estaba tirado sin ver al que lo había salvado – no sé que hubiera pasado…

 

Naruto volteó a mirar a la persona que lo había auxiliado, ya que éste no hablaba desde la pregunta inicial, grande fue su sorpresa al ver quien era.

 

-      ¡Por Dios! – dijo como si susurrara y abrió enormemente sus ojos

 

-      Naruto… - pronunció aquella palabra como un suspiro, en los ojos ónices también había un gran y total asombro.

 

-      Yo… - el menor igual había quedado sorprendido

 

 

Sin dificultad Sasuke levantó al tipo y se alejó con él, dejándolo con unos policías que afortunadamente pasaban por ahí, cuando regresó vio que Naruto estaba parado en el mismo lugar donde lo había dejado y que su mirada estaba aún viendo el lugar donde había estado tirado aquel tipo.

 

 

-      ¿Qué es lo que pensabas al meterte a los bosquecillos dobe? – lo regañó, en los negros ojos había un enojo

 

-      Yo…

 

-      ¿Acaso piensas que estás en tu campiña donde caminas sin necesidad de cuidarte, usuratonkashi?

 

-      ¡Oye, teme no me regañes! – le contestó también con enojo

 

-      No cabe duda que sigues siendo un dobe caprichoso que piensa que nada le va a suceder… - calló al mirar que los ojos del rubio se comenzaban a llenar de lágrimas – Oe Naruto… perdón… - las lágrimas comenzaron a rodar – yo no quise regañarte… es que… de sólo pensar que te pudo haber hecho daño… - lo abrazó sin darse cuenta

 

El menor estaba demasiado asustado para darse también cuenta de lo que estaba ocurriendo, Sasuke lo sentía temblar y más lo apretaba, como si con ello pudiera calmarlo, Naruto lloró y mojó su chaqueta, así permanecieron varios minutos hasta que el doncel se calmó.

 

 

-      Gra… gracias… - le dijo y se soltó de los brazos de él con suavidad – contuvo las ganas de seguir llorando cuando Sasuke le ofreció un pañuelo que olía a él.

 

-      No tienes que agradecer…

 

-      ¿Cómo te diste cuenta? – se refirió a lo sucedido.

 

-      Vi a este tipo de manera sospechosa, noté que iba siguiéndote, claro que no sabía quien eras, pero eras un doncel solo y me sentí obligado a ayudarlo por si acaso, y que bien que lo hice – le contó y sonrió

 

Naruto no habló, solo lo miró, Sasuke estaba sonriendo y el sol que las nubles apenas dejaban asomar le dio en el rostro, recordando que una vez lo había visto así, sonriendo.

 

 

 

 

-      ¡¡Ja, ja, ja, ja!! ¡si tan solo hubieras visto tu cara!

 

Naruto tenía fruncido el ceño, se sentía un poco enojado que Sasuke estuviera riéndose de aquella manera de él, el moreno lo había llevado hasta un café cercano, donde les llevaron algo para que el rubio se tranquilizara.

 

-      Pues creo que tu también te hubieras asustado si te estuvieran asaltando – le contestó con enojo

 

-      ¡Es que de solo recordar como se veían tus marquitas de kitsune! – continuó riéndose

 

-      Creo que no tengo porque estar soportando que te rías de mí… y para que te enteres me gustan mis marquitas… - dijo y se levantó

 

-      No espera, no te vayas… perdóname… - lo miró

 

Naruto lo miró también y se sentó nuevamente.

 

-      De acuerdo, pero no quiero que te sigas riendo de mí…

 

-      Y ¿qué hacías tu solo en el Parque? – le preguntó dándole después un sorbo a su café

 

-      Pues todas las mañanas salgo a caminar…

 

-      ¿Hace cuanto que llegaste a Nueva York?

 

-      Casi un mes… - Naruto contestaba solo lo esencial

 

-      Me imagino que vienes con tu… con mi hermano… -estuvo a punto de decir marido pero esa palabra le dolía.

 

-      Si… precisamente porque está echando a andar la nueva oficina de las corporaciones Uchiha donde tu también deberías de trabajar, recuerda que es la herencia de tus padres…

 

-      Que bien…-el moreno ignoró completamente lo último dicho por Naruto ya que él no tenía la intención de trabajar en las empresas y menos al lado de su hermano.

 

-      ¿Y tú, qué has hecho? ¿Estás preparando alguna obra? – cambió la plática, no le apetecía que hablaran sobre él.

 

Sasuke Uchiha trabaja de actor de teatro en Broadway ya que desde niño siempre ese había sido su sueño, por lo que cuando dejó a Naruto en Chicago, el Uchiha hizo el viaje hacia Nueva York para probar suerte y vaya que lo consiguió ya que era un actor aclamado por la gente.

 

-      No por el momento, acabo de regresar de una gira, estuvimos presentando la obra de “Macbeth” – sonrió – así que estoy, de vacaciones si se pudiera decir, aunque ya tenemos planeado en la compañía hacer otra puesta…

 

-      Ah que bien… - un silencio acompañó aquel comentario.

 

Naruto tomó su taza y tomó un trago de café y comenzó a tomar un pedazo de pan, se sentía nervioso, sin poder evitarlo, trataba de evadir la mirada de Sasuke.

 

-      ¿Qué? – dijo antes de comerlo y mirarlo con impaciencia

 

-      Nada, simplemente te miraba – él estaba recargado a sus anchas en la silla.

 

-      ¿De nuevo comenzarás a burlarte de mí? – frunció nuevamente su ceño el ojiazul.

 

-      Claro que no…

 

Silencio…

 

-      Creo que debo irme… - dijo el rubio después de terminar su taza de café – gracias por invitarme – le sonrió

 

-      Deberías hacerlo más seguido – contestó

 

-      ¿Qué? – no entendió

 

-      Si, sonreír, solamente lo has hecho una vez desde que llegamos aquí… antes lo hacías siempre… y ahora… incluso mírate… - le puso un dedo en su entrecejo – esta pequeña arruga

 

Naruto abrió enormemente sus ojos, no era posible que él le estuviera diciendo todo aquello, ¿en qué diablos se basaba para decir eso? Y ¿por qué había sentido cuando puso su dedo en su frente como si le quemara? Vamos Naruto, eso no tiene sentido.

 

 

-      No, estoy bien, soy muy feliz, realmente feliz, amo a mi marido – le dijo apresuradamente

 

-      No es lo que yo dije… dije que ¿por qué no sonreías ya…?

 

-      No es verdad… si lo hago… - contestó como si quisiera contestarse a si mismo.

 

-      De acuerdo… - dijo Sasuke – ¿puedo acompañarte…?

 

-      Bien…

 

Sasuke pagó la cuenta y salieron del pequeño café, caminaron por la quinta Avenida hasta llegar a una esquina del Hotel Plaza, lugar donde se estaba hospedando el Uzumaki.

 

-      Aquí está bien, gracias – se detuvo

 

-      Como quieras… - el Uchiha le contestó sabiendo que no quería el mejor que él llegara hasta las puertas del hotel.

 

-      Adiós…

 

-      Adiós…

 

Sasuke también contestó así, lo observó irse, realmente Naruto había cambiado, no era el mismo niño que él había conocido hace muchos años, se veía más maduro, mas hermoso, pero seguía siendo el mismo chico sencillo de siempre, aunque habían pasado muchos años desde la vez que lo viera él por última vez, Naruto seguía siendo alguien especial…

 

 

 

 

 

Continuará…

 

Notas finales:

GRACIAS A TODOS DE NUEVA CUENTA NOS LEEMOS PROXIMAMENTE EL LUNES CON EL TERCER CAPITULO.. ¿OK?

LES MANDO BESOS Y ABRAZOS..

BAY BAY!!!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).