Cap. 16
POV Taemin
-¿Por qué? – le pregunté y mis lagrimas comenzaban a querer salir
- porque te amo - ¿Qué? ¿He oído bien? Me ama… espera… ¿me estaba besando? Enserio, me ama… yo le amo también, ¿no está enfadado? No entiendo nada, pero por ahora voy a disfrutar de este beso.
- Yo… - iba a decirle que también le amo, pero justo Hyungseung entró en la habitación. Estaba sangrando de la nariz. Me asusté y miré a Minho y tenía una mueca de enfado en la cara. Le miré a Hyungseung quien había entrado en la habitación.
- Tae… ¿estás bien? – me dijo
- si, yo estoy bien, pero mírate… - me acerqué a él – necesitas curarte esa herida – le agarré apoyándole en mis hombros y salimos de la habitación dejando a Minho con la palabra en la boca.
Estaba confundido, no sabía que hacer. Estaba enfadado, haber pegado a Hyungseung no estaba bien, aunque fueran celos, pero estaba feliz porque sentía lo mismo que yo.
Llevé a Hyungseung con Jjong, y él se lo llevó a su casa. Key empezó a echar a la gente, y cuando por fin se fueron todos fue al cuarto donde Minho se había quedado, pero no estaba, se habrá ido a su casa. Mañana hablaría con él, no quiero que se vuelva a enfadar conmigo, y menos ahora. Key y yo fuimos a casa. En el camino me preguntó que había pasado pero no le contesté. Llegamos a casa y yo subí rápido a mi habitación. Me tumbé en la cama quedando completamente dormido.
*al día siguiente*
Oía ruidos y me levanté para ir a ver de donde provenían. Era Key limpiando
-¿ya te has despertado? Pues ayúdame a limpiar que tenemos para rato.
- claro – empezamos a limpiar los dos, y un par de horas después conseguimos tener todo limpio, más o menos. No, la fiesta no fue en casa, fue un local que alquilamos entre todos. Pero a Key le dio con que quería limpiar y tenía que ayudar.
-Oye Tae… ¿Qué pasó con Minho? – me preguntó
- pues me llevó a un cuarto, y me preguntó si me gustaba Hyungseung. No le respondí y me exigió que se lo dijese porque… me ama… - lo ultimo lo dije muy bajito pero Key me escuchó.
- ¿Qué? ¿Y ahora te lo dice? Maldito seas Choi Minho – maldecía mi amigo
- ya Key, tranquilízate, es algo bueno. Yo a él también le amo. Tengo que hablar con él – dije con un tono de tristeza
- ya sé. Tu y yo recogemos tus cosas, comemos, me ayudas a tranquilizarme un poco y vas a su casa por la tarde ¿vale?
- de acuerdo.
Preparamos la comida, mejor dicho, yo la mesa y Key la comida y cuando acabamos nos pusimos a comer. No hablamos mucho, solo comentamos alguna que otra cosa de la fiesta de ayer, que no queríamos ir al colegio, y de ropa y así.
-Tae… me apetece un cambio de look ¿antes de ir a casa de Minho porque no nos cortamos el pelo? – me preguntó
- está bien, yo también quiero cortarme el pelo. ¿Qué te vas a hacer?
- me e cansado del rubio, me apetece moreno con un par de mechas. ¿y tu?
- me lo cortaré un poco más corto y me lo pondré de un tono un poco mas claro, tirando a naranja, entre cobre y rubio.
- oh, te quedará genial.
Terminamos de comer y limpiamos la mesa y los platos. Nos preparamos y fuimos a la peluquería, era pronto y había sitio. Una hora o así después ambos nos habíamos cortado y teñido el pelo.
-Bua Key, te queda genial – se había puesto morena con mechas rojas/rosas, le quedaba genial
- a ti también, ese color te favorece – me sonrió
Salimos de la peluquería y aun era pronto. A Key se le antojó ir a comprar unos pantalones rosas, que conjuntaran con su nuevo color de pelo, y yo le acompañe. Después de comprarlos volvimos a casa. Suerte tuvimos de que había unos pantalones así, si no se hubiera llevado una rabieta y se pone en modo Diva y no hay quien le aguante.
Llegamos a casa y fuimos a mi cuarto para ordenar las últimas cosas que quedaban.
-Tae… ¿Qué vas a hacer? – me preguntó Key preocupado.
- pues no sé muy bien, sé que le tengo que explicar todo, tengo que decirle lo que siento y que quiero estar con él, luego ya veré que pasa – me abrazó
- pase lo que pase siempre estaré contigo – me dijo Key yo le abracé más fuerte
- lo sé umma, yo también tengo miedo – me miró sorprendido
- yo no tengo miedo… - le miré serio – vale, si, lo tengo. No quiero que te vuelva a hacer daño. No quiero que pierdas de nuevo tu sonrisa.
- tranquilo, pase lo que pase no dejaré de sonreír, te lo prometo – y le sonreí – vamos, terminemos que tengo que ir ya a su casa
- vale – me sonrió y cogimos todas mis cosas, fuimos andando hasta casa de Minho, dando un largo paseo, mientras charlábamos tranquilamente. Cuando faltaban un par de casa hasta llegar a la de Minho, Key se paró y me miró - ¡Fighting! – típico grito de animo de Key
- gracias – le respondí, cogí mis cosas, incluidas las que él llevaba y anduve hasta llegar a la casa de Minho. Miré hacia atrás y vi como Key me sonreía y me saludaba, para después irse. Me puse delante de la puerta de Minho y toqué el timbre. Al de poco Minho me abrió la puerta.
- hola – le sonreí y él no dijo nada, solo abrió la puerta y me dejó entrar
Dejé mis cosas en el salón y le miré. No me miraba, estaba distraído y se notaba enfado. Miré el reloj que él tanto miraba y eran las 8 p.m. ¿quizás he llegado un poco tarde? – Minho… - le llamé pero no se giró - ¿Qué te pasa? – me acerqué poco a poco a él.
-Nada – dijo seco
- algo si te pasa, dime ¿Qué es?
- ¿Por qué has tardado tanto? – por fin me mira
- porque he ido a cortarme el pelo, y luego Key se ha comprado unos pantalones, y luego he ido a por mis cosas y he venido. ¿Estas enfadado? – le miré con ojos tristes
- no, lo que pasa es que necesito hablar contigo y te he estado esperando todo el día.
- lo siento… ahora podemos hablar – nos sentamos en el sofá - ¿Qué quieres decirme?
- pues, ayer… yo… lo siento – bajo la mirada – no debí hacer eso, tu ahora tienes novio y yo aún no puedo perdonarte.
- Minho… no es mi novio, es un amigo que me ayudó cuando estaba triste por culpa de alguien – le dije mirándole
- ¿por quien?
- por ti, ¿por quien más podía ser?
- lo siento, supongo que has sufrido mucho. Perdóname.
- perdóname tú a mi primero, yo no tengo nada que perdonarte, me lo merecía después de todo.
- no, no te mereces sufrir. Key vino a hablar conmigo, y me contó todo. No sabía que lo estuvieras pasando tan mal, tú no tuviste la culpa de la estupidez de mi padre, pero por otra parte, gracias a él te conocí – me dijo con una sonrisa tonta en la cara – sé que tú no querías herirme, por eso te perdono.
- Minho… - le decía con lagrimas en los ojos
- no llores Tae – me abrazó y yo empecé a llorar más fuerte en su pecho
- te amo – sollocé – de verdad que te amo
No dijo nada, me apretó más fuerte contra su pecho. Yo me tranquilicé un poco y dejé de llorar. Me separé de su abrazo y le miré. Estaba llorando - ¿Por qué lloras? – le pregunté
-Porque… yo pensé que solo jugaste conmigo y por eso te hice daño, y no quise escucharte, y por culpa de mi orgullo te hice sufrir más y más, y encima me hacía daño a mi mismo también. Pero ahora… me amas, has dicho que me amas, y lloro, fui un tonto… lo siento Tae
- no llores, a veces la vida no es como queremos que sea, lo importante es que ahora estamos aquí, hablando los dos. Eso es lo que importa
- Tae… - se acercó a mí y yo cerré mis ojos. Él posó sus labios sobre los míos, dándome un suave beso – te amo… - susurró sobre mis labios para volver a besar esta vez un poco más apasionado
- yo también te amo – y nos fundimos en otro beso.
Estábamos en el sofá, sentados, besándonos cada vez más apasionadamente. Minho me recostó en el sofá y bajó a mi cuello.
-Ah~ - gemí al notar su lengua recorrer mi cuello. No era la primera vez que lo hacía, pero si la primera vez después de tanto tiempo, y seguía sintiendo esa misma sensación que sentía al principio, solo con él. Placer, amor, cariño, y más cosas era lo que sentía en ese momento.
Se separó de mí un momento y me miró - ¿seguro que quieres seguir? – me preguntó y yo asentí
Volvió a bajar a mi cuello y fue quitándome la camiseta entre besos y lamidas por mi cuello. Yo lo imité y le quité su camiseta, dejándome ver su perfecto torso, sus marcados abdominales. Me incliné un poco hacia delante y me enganché a uno de sus pezones. Su cara era una mezcla entre sorprendido y placer. No se lo esperaba, yo tampoco la verdad, pero no iba a ser él único que disfrutara de sus caricias.
Jugué con sus pezones, lamiendo uno y el otro tocándolo con mi mano. Lo mordí un poco y él soltó un gemido grave. Sonreí por ello y deje su pezón para pasear mi lengua por todo su pecho.
Al parecer quería darme placer a mi y me tumbó en el sofá de nuevo, atacando mis pezones. Yo no paraba de gemir, tenía una lengua muy traviesa. Me agarré a su cuello y enrosqué mis piernas en su cintura. Él me levantó y me llevó hasta su habitación. Entre besos llegamos a su habitación y me depositó suavemente en la cama. Me volvió a mirar - ¿estás seguro? – me volvió a preguntar y yo volví a asentir besándole.
Le solté el cinturón y él empezó a bajarme los pantalones, pero se llevó mi bóxer también, dejándome completamente desnudo. Sonrió y se agachó, quedando a la altura de mi miembro. Lo miró un poco y empezó a lamerlo. Me estaba torturando, yo quería que se lo metiera todo, asique le agarré del cabello indicándole lo que quería. Así lo hizo, se lo metió a la boca.
Mis gemidos inundaban la habitación, me daba mucho placer, su boca, su lengua, sus manos, parecía un experto. Aumentó el ritmo y mis gemidos subieron de tono. No aguanté más y me corrí en su boca – delicioso – dijo tragándose mi semen. Volvió a besarme, dándome a probar mi propio sabor.
Como pude me coloqué encima de él, me agaché rápidamente y de una vez me metí su miembro a la boca. Empecé a lamerlo con mi lengua, mientras subía y bajaba por él con mi boca. Mis manos jugaban con sus testículos – Tae~ por favor… me voy a correr – entendí a que se refería y me alejé de él, y volvió a posicionarse sobre mi.
Cuando introdujo un dedo en mi interior me miró – oye Tae… la verdad… es que es mi primera vez – me confeso avergonzado
-¿enserio? Pues eres muy bueno – le dije picaronamente – ah, por cierto, ¿tienes un condón? – le pregunté
- ¿eh? No, no tengo. ¿Pero para que? Los dos somos hombres – me preguntó extrañado
- es que, nunca lo he hecho sin condón, es la costumbre… - le dije apenado – pero por ser tu no me importa. Por favor, sigue – le dije echando mi cabeza hacia atrás al sentir con introducía el segundo dedo, y al de poco el tercero – ah~ ya estoy listo… entra en mi por favor ~ - logré decir entre gemidos
Sacó sus dedos e introdujo la punta de su miembro. Mientras iba penetrando poco a poco para no hacerme daño, soltaba pequeños quejidos. Cuando entró por fin esperó a que me acostumbrara. Le indique que se moviera y las embestidas comenzaron.
La habitación se llenó con los gemidos de ambos. Al principio el ritmo era lento, pero luego aumentó y el placer que ambos sentíamos era esplendido. Agarró mi miembro y empezó a masturbarme. Un par de estocadas más y yo me corrí en su mano y él en mi interior. Soltando los dos un sonoro gemido con nuestros nombres. Se apoyó a mi lado y salió de mí.
Era la primera vez que sentía como alguien se corría en mi interior, y que esa persona fuese Minho me encantaba. Yo le amaba y él me amaba a mí, nada podía salir mal.
POV Key
¿Qué tal le estará yendo a Tae? – Me pregunté a mi mismo – espero que bien…
Estaba yendo a casa, pensando en mil cosas, y cuando llegué a la puerta vi a alguien sentado en mis escaleras. Ese alguien era Hyungseung.
-¿Qué haces aquí? – le pregunté mientras abría la puerta de mi casa y le invitaba a pasar.
- pues, tengo que hablar con Taemin, pero como veo que no está te lo digo a ti.
- pues no está, está en casa de Minho y me tiene preocupado… - le dije mirando al suelo
- no te preocupes, si mi plan funciona, todo saldrá bien
- ¿Qué plan? – le pregunté curioso
- no Key, no te lo voy a contar. ¿Tu porque no haces que Minho y Taemin vayan mañana al parque cerca de aquí a las 12 a.m.?
- de acuerdo – le dije, le ofrecí unos refresco pero dijo que tenía cosas que hacer y se marchó. Yo me quedé viendo la tele un rato hasta que me entró sueño y me fui a dormir.
*al día siguiente*
POV Taemin
Me desperté por la poca luz que entraba por la ventana, pero reflejaba en mi rostro y me molestaba. Vi a Minho dormido a mi lado y recordé lo que paso anoche, y me ruboricé completamente. Me intenté levantar pero unos brazos me atraparon, sus brazos, haciéndome quedar recostado en su pecho.
-No te muevas… - me dijo aún medio dormido
- pero hay que levantarse – y justo el teléfono sonó y me levanté a coger.
- ¿si?
- Hola, ¿Tae?
- si… ¿Key?
- claro, quien más si no – rió por lo bajo – oye, tengo algo que contarte. Id tú y Minho a las 12 al parque que está cerca de mi casa. Hyungseung os quiere decir algo, pero no me ha dicho el que.
- vale… - dije y colgué. ¿Hyungseung? Que raro…
- ¿Quién era? – me dijo Minho
- era Key, que vayamos a las 12 al parque.
Bajamos a desayunar, en silencio, nadie dijo nada, tampoco mencionamos nada de la anterior noche.
POV Minho
Los dos comiendo en silencio. Quiero peguntarle por lo de anoche, pero me da miedo.
Terminamos, nos preparamos y nos fuimos al parque. Cuando nos acercábamos vi a alguien que me era familiar. Al estar más cerca vi quien era y agarré a Tae por la cintura, demostrando que es mío y nadie me lo puede quitar.
POV Hyungseung
-Hola chicos – les saludé y vi como Minho abrazaba a Taemin y sonreí, mi plan funcionó.
- hola – me dijeron al unísono
- os voy a contar una historia – no quería perder tiempo asique fui directo al grano
Había una vez un chico rebelde. Era bueno en los estudios pero podía ser mejor, solo que era un vago y no estudiaba, por lo que suspendía. Su padre, cansado de su actitud egoísta llamó al colegio y le asignaron un tutor. Al día siguiente un chico se presentó en su casa. Cuando le conoció pensó que era el típico empollón, pero al ir conociéndolo se dio cuenta de que era buena persona, una muy buena de hecho. Ese chico, siempre iba a su casa, le daba tutorías y luego se marchaba. Poco a poco le fue conociendo mejor. Cuando se lo encontraba en el colegio ambos se saludaban, e incluso un par de veces salieron juntos de fiesta.
Un día el chico malo fue a casa del chico bueno a estudiar, y allí conoció a su hermano pequeño, un chico alto y moreno, con unos grandes ojos. Se dio cuenta de que ambos hermanos se querían mucho, pero el menor de ellos era diferente, le miraba de otra manera. Le miraba como hombre, no como hermano. Así es, el menor estaba enamorado del mayor. Un día el chico bueno insistió en ir a una excursión con unos amigos, a la cual el chico malo también fue, pues era en la playa y a él le gustaba mucho.
Cuando llegaron a la playa comieron y de seguido el chico malo se metió al agua, probocandole dolor de tripa y no pudo nadar. Se estaba ahogando pero alguien le salvó. Caundo abrió los ojos estaba en la arena, en la orilla, y miró a su lado y estaba su amigo, respirando muy fuerte, hiperventilando.
Se asustó mucho al ver así a su amigo y le preguntó si estaba bien, pero no hubo respuesta a su pregunta, pero si que habló
-‘’Cuida de mi hermano, protégelo, no dejes que le hagan daño, haz que sea feliz y dile que le quiero’’ –
Al pronunciar esas palabras el chico cerró los ojos para no volver a abrirlos. El chico malo tenía los ojos llenos de lagrimas, llorando por la perdida de su amigo. Decidió cumplir su promesa. Se volvió un chico bueno, ayudaba a la gente, estudiaba y acabó la carrera. Siempre vigilando a su hermano, eso sí, sin que él lo supiera pues no le reconocía.
POV Minho
Estaba llorando, lo sabía, era consciente de ello. Esa historia…
-¿eres el alumno que una vez mi hermano mayor tubo? – le pregunté con lagrimas e los ojos
- si, soy yo – me contestó – y estoy aquí para que seas feliz. Tengo que decirte que después del accidente acabé mi carrera, pero seguí vigilándote. Mirando cada cosa que hacías, protegiéndote de la gente que intentaba hacerte daño, fue duro que tú no te enteraras, pero por tu hermano lo que sea. Cuando descubrí tu relación con Taemin, al cual yo ya conocía y sabía de su trabajo, intenté evitar que tu padre siguiera con su estúpido plan. Pero con el tiempo observé que ambos os queríais y no quise impedirlo. Pero cuando conocí a Tae en persona, y me contó lo que había pasado, yo me hice el tonto, y empecé a salir con él para que tuvieses celos y le dijeras la verdad, que le amas. Y como veo que mi plan a funcionado, no tengo nada mas que hacer aquí. Ya he cumplido mi promesa y sé que tu hermano está feliz por ti ahora mismo. Ser felices y si me necesitais, llamarme – se marchó con una sonrisa en la cara mientras yo seguía llorando. ¿todo esto ha sido por mi hermano?
- Gracias… - susurré pero Tae me escuchó y me abrazó.
- te amo Minho, te juro que te amo – me dijo y me dio un suave beso que yo correspondí. Un beso lleno de amor, nuestro amor. Nos separamos y fuimos a casa de Key, según Tae, él quería saber.
Por fin soy feliz.