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Amores en la preparatoria por xKatex

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Notas del capitulo:

Woolas!!! :D

Paso a la velocidad de la luz (?) xD es que hoy estoy algo atareada D: pro pos como ya tenía el cap -w- paso a dejarlo aquí xD.... además de que mis padres últimamente están mas tiempo en casa -3- no me dejan estar mucho en la compu D: ....

Y sip, me demoré .3. pro es que xD hay tareas, tareas y tareas D:> ..... u__u.... gomen....

Un saludo a Ale-san!!! ;) ... mi se esforzó en las escenas ....... o3o ... ... ... .3. necesito ser más sádica xD

asdasdas pos el cap está lleno de peleas xDDD al que no le guste los golpes y/o cortes -w- si desea se lo salta, mi no quiere obligar a nadie ._.

.3. stoy depre.... gracias a la filosofía de "alguien" ¬¬*.... ahora me deprimo con el solo echo de que me mencionen a 5 parejas.... "gracias, en serio he?" ¬__¬.....

D: ok no los aburro xD....

Disculpen si hay fallas ortográficas .w. .....

29º IRRUMPIENDO

 

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------------------------------------------------------- Narro yo e_é ----------------------------------------------------

Con sigilosos pasos, el peli verde se adentró en la casa, aunque le hubiera gustado invadir con una heroica patada en la puerta mientras la tumbaba, entrando así como el valiente espadachín que se consideraba; pero las cosas en la realidad debían ser totalmente distintas, al contrario de todo lo anteriormente imaginado, el moreno joven tuvo que adentrarse por una de las puertas traseras, aquella que no contaba con seguro, la mujer le había informado hasta por donde sería conveniente entrar y salir de aquel lugar.

Desenvainó sus katanas, una en cada brazo y la tercera en sus labios, apretándola ligeramente con sus dientes; el lugar estaba a oscuras y a duras penas se podía distinguir una tenue luz alumbrar a lo lejos.

Caminó aún con parsimonia, evitando que sus pasos emitieran sonido alguno y no llamar la atención; respiró profundo y empezó a recorrer los estrechos pasillos, los cuales se le asemejaban a un sombrío laberinto. Chasqueó silenciosamente los dientes y sacó de su bolsillo el papelito entregado anteriormente por Tashigi – “A la derecha hay una oficina” – pensó antes de recorrer en la dirección mencionada.

Abrió de un solo golpe aquella sucia puerta, para así darse paso dentro de la estrecha oficina, dentro de esta se encontraban tres hombres bebiendo y jugando cartas, estaban algo mareados, pero aún así se alarmaron cuando se percataron que una asesina mirada los observaba en el marco de la puerta; con torpes movimientos, intentaron dispararle, pero segundos antes de que pudieran hacerlo, el joven moreno les cortó en diagonal sobre el pecho, manchando su casaca con el carmesí líquido, alimentando su ira con aquellos sollozos de dolor que se escuchaba de sus primeras víctimas.

Pisó el pecho de uno de ellos y lo miró a los ojos, aquel no se quejaba, simplemente sonreía ínfimamente mientras lo retaba con la mirada, como si se hubiera liberado de algo y estuviera agradeciendo silenciosamente al moreno, cerró sus ojos lentamente antes de que aquel desconocido joven se retirar de la pequeña oficina.

El peli verde estaba en verdad enojado, ya se había sentido impotente algunas veces, sabía que el problema en el cuál se encontraba era uno de aquellos que terminan por atormentar y acabar a aquel que los llevara, pero jamás pensó en involucrar a sus seres queridos; y justamente por eso quería matar a todos en aquella casa, el sólo echo de haber privado de su libertad a su hermana y amado, lograba que en su ser acrecentara cierto sentimiento de culpa y necesidad de venganza; y aún sabiendo que se encontraba en territorio enemigo, había tomado una decisión, una vez rescatara a Sanji y a Kuina, iría luego en busca del líder de sus problemas.

-          Oye ¡quién eres! – exclamó un hombre mientras lo señalaba

Antes de que pudiera sacar su arma, una filosa katana le atravesaba el hombro; con impaciencia, empezó a bajar aquel frío metal, rasgando los tejidos de la piel de aquel hombre interiormente, quien se aquejó con un lastimero grito antes de caer al suelo desmayado. Decidió dejarlo y sin el más mínimo pesar, prosiguió su camino, avanzando con rapidez por aquellos lúgubres pasillos.

Abrió puertas, y rompió ventanas, nada, aún no encontraba a sus objetivos y su angustia acrecentaba cada vez más. Su mente había dejado de ser racional hace minutos; y su cuerpo inundaba de adrenalina combinada con cólera, siguió caminando por los pasillos hasta encontrarse delante de una solo habitación, la abrió de una patada y se encontró con un hombre semidormido sobre una mugrienta cama, al lado se encontraban dos camas más igualmente de mugrientas, se acercó a él rápidamente, al parecer aquel se encontraba ebrio y balbuceaba incoherencias.

-          Oye,…. Jajajaja mira tu cabello…. Te ves como un payaso jajajaja – empezó a delirar el hombre mientras uno de sus dedos lo señalaba tambaleante

Le dio repugnancia y de un solo corte acabó con sus balbuceos, cortó su yugular de una manera satisfactoria a su parecer, mientras aquel rojizo líquido salpicaba con ligereza, manchando nuevamente su negruzca casaca. Salió de la habitación y siguió su recorrido; ya en la casa se encontraban alertas, sabía que en cualquier momento vendrían a enfrentarlo más gente. Dobló hacia una esquina encontrándose delante cerca de 5 hombres armados con cuchillos y palos, rió interiormente y empezó a luchar con ellos.

El primero, aún algo miedoso intentó cortarle con un pequeño cuchillo, pero a ojos del moreno de seguro era un novato, pues no le costó nada clavar su katana en su blando estómago, para luego retirarla y patearle en el pecho, tumbándolo al suelo; el segundo quiso dispararle con el arma, pero el peli verde reaccionó al instante, tajando de un solo corte la mano donde llevaba la pistola, manchando su rostro con la sangre de su reciente víctima para después clavar su katana en el pecho al tercero que intentó apuñalarlo por la espalda, aquel acto le pareció cobarde, así que con repugnancia lo aventó al piso y pisó su estómago, ahogándolo dolorosamente; el cuarto quiso romper uno de sus palos en la espalda del peli verde, lo logró, pero al parecer el menor ni se percató de aquel golpe, sonrió de medio lado mientras giraba ligeramente su rostro y ante la asustada mirada del contrario, dibujo una línea recta desde su cuello hasta su estómago, dejando en shock al sujeto para luego salpicar nuevamente antes de caer al suelo y desangrarse.

El piso de aquel pasillo se encontraba manchado de charcos de aquel líquido color carmesí, inundándolo con ese misterioso olor que impacientaba al joven; el quinto parecía haber entrado en shock por lo visto antes, era mayor pero aún así, no pudo dejar de sentirse aterrado ante las escenas presenciadas, no era que su jefe no los hubiera echo observar peores, pero aún así, el solo echo de saber que era su turno, hacía temblar sus piernas de desesperante manera; dándose cuenta de aquello, el joven moreno decidió no hacerlo sufrir mucho, así que se acercó al paralizado cuerpo y cortó en una estrecha diagonal su pecho; una vez cayó el último del grupo, decidió seguir con su camino.

Revisó su papelito una vez más, aquel se encontraba tenuemente manchado de sangre, chasqueó sus dientes impaciente y empezó a reconocer la zona; guardó el papel y caminó unos cuantos pasos más sobre aquel enredado laberinto, hasta que pareció llegar al salón principal.

Había ahí presentes cerca de 10 hombres – Oni Giri * - el moreno joven cruzó las dos manos con las espadas en su pecho y corrió ansioso hacia aquellos, ya cerca extendió sus brazos y con finos cortes por parte de las tres espadas, pudo deshacerse de varios. Algunos intentaron dispararle, pero el joven se cubrió de los balazos con sus espadas, tenía buenos reflejos y aquellos se estaban demostrando.

Hubo uno que se le acercó con la intención de cortarlo con una espada, fue rápidamente evitado por el moreno, ambas espadas chocaron y empezaron a medirse en fuerza, hasta que el peli verde logró empujarlo – Tora Gai * – colocó sus espadas detrás de sus hombros de manera horizontal y con un rápido corte las desplazó hacia adelante para así bajar por el pecho de aquel hombre y terminarlo con otro corte de parte de la espada en su boca.

Percibió como uno se encontraba apuntándole con un leve temblar en sus manos, colocó dos de sus espadas de manera horizontal y se aproximó a ese con increíble velocidad y lo clavó sin dudar – Ushi Bari * – pronunció con determinación.

Se había desecho de todos; divisó las sucias escaleras, revisó su papelito y supo entonces que debía subir. Hace ya un buen rato que había perdido la noción de tiempo, y aunque le pareciera menos, había transcurrido un poco más de una hora. Subió por las escaleras hasta que se topó con más hombres, al parecer aún no cabían en su asombro, el menor se veía bastante aterrador, toda su ropa se encontraba manchada de sangre sin contar que media cara se encontraba raramente salpicada con aquel carmesí líquido que evidenciaba sus recientes acciones. El menor no se contuvo y con rápidos movimientos, tajó las piernas del primero que se atrevió a enfrentarlo; un puñetazo en su espalda lo obligó a girarse y golpear con un golpe parecido pero más fuerte el rostro de aquel que lo agredió, nuevamente tajó su pecho con el filo de su fría espada. Traspasó a dos hombres de una sola vez y se ahorró algo de trabajo, quitó su espada de ellos y emprendió su búsqueda.

Una dolorosa punzada se hizo presente en uno de sus hombros, se arqueó de dolor, giró su mirada y observó a un alto sujeto de rizados cabellos color marrón – Profesor…. Van Augur…. – dijo antes de caer arrodillado, aquel le había disparado en el hombro; el mayor se acercó furioso y lo pateó en el rostro – mira como has dejado el lugar mocoso – susurró con aversión mientras lo arrastraba hacia uno de los pasillos.

Llegaron a una habitación, se hicieron presentes más hombres, el mayor los dejó a cargo del joven y se retiró con una burlona sonrisa. Los sujetos comenzaron a patearlo, el moreno no hacía caso al dolor, en su mente solamente dominaba el deseo de rescatar a sus seres queridos y aquello le dio fuerzas para levantarse nuevamente y cortar de una a dos de ellos, pero un botellazo en la cabeza lo hizo tambalear, cayendo de esta manera de rodillas frente a ellos, se encorvó sobre sí, apoyando su frente en el suelo, esperaba un balazo de aquel sujeto que le apuntaba con su arma, cerró los ojos, pero aquello jamás llegó, mas bien, se escucharon quejidos y alguien que golpeaba a los sujetos.

Alzó su vista para encontrarse con todos inconscientes y una parda mirada que le sonreía maliciosamente – valla que vienes a armar lío aquí y ni me invitas – le dijo mientras le daba la mano; debido a la sorpresa del moreno, solo atinó a pronunciar su nombre – Ki… ¿Kidd?....

 

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*- Son unos cuantos de los múltiples ataques que tiene Zoro -w-:

* Oni Giri: Corte del demonio

* Tora Gai: Caza de tigre

* Ushi Bari: Cuernos de toro

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Continuará... ó3ò

Notas finales:

o3o......

Ojalá, a alguien le haya agradado *junta sus deditos* .__. ..... asdasdasdsada -w- pos..... xD me parece, o el cap está corto? xD bueee.... -w- si no lo cortaba ahí.... ya no había cuando terminarlo D:

Y pos les prometo que el proximo cap ya todos estarán a salvo -3-.... se me sigue alargando esto xD.....

Muchisimas gracias x leer!!! :D se los agradezco mucho!!! ;D... me gustaría saber si.... ¿quieren que el malo muera? o ¿que se lo lleven a la cárcel? xDDD no sé como terminarla en esa parte @.@..... xD me ayudarían un montón si me dicen como lo desean ^^

Ok ya me voy que sigo escribiendo y escribiendo y no quiero aburrirlos más D: ......

Byeeee!!!! cuidense muuucho!!!! un abrazote!!! los quiero!!! >.o


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