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Perdido en tu sonrisa por Aphrodita

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Tarde, pero acá les traigo la segunda parte:

Aphrodita

Ikki volvió de “trabajar” a la madrugada, Shun lo escucho entrar ya que no podía dormir a causa de la angustia que toda la situación le daba.
Silenciosamente, el Phoenix se adentro al cuarto que compartía con su koibito para acostarse junto a el. Seiya se encontraba despierto, ya que se había pasado todas esas horas de ausencia llorando. Al sentir el cuerpo de su chico en la cama, lo busco para abrazarlo, este correspondió el abrazo pero al descubrir el rostro del Pegasus húmedo le reprocho:

--¿Estuviste llorando?
Seiya nada respondió, por algún motivo, el tono de voz empleado le dolió, generando así, un torrente de lagrima silencioso. Escondió su rostro para no ser descubierto nuevamente.
--Seiya...—Bufo el peliazul --¿Y ahora que pasa?
--Na... nada—Fue lo único que pudo pronunciar.
--A ver dime ¿Por qué estas llorando?—Suspiro hastiado--¿Qué hice?
--Nada... No te preocupes...—Seiya trataba de calmar la situación.
--No te hagas la victima.—Pidió Ikki cansado de la situación.
--No me hago la victima.—Contesto el Pegasus un poco enojado.

Viendo que nada conseguiría así, el Phoenix busco la boca de su amante para introducir su lengua. Obligado mas que nada por la situación, Seiya correspondió aquel gesto.
Creyendo que la mejor manera de arreglar las cosas era teniendo sexo, abrazo a su Pegasus a la vez que sus manos se deslizaban juguetonas a su trasero. Seiya quería, quería hacerlo con su koibito... Pero quería hacer el amor, por que hacia bastante tiempo que no estaban juntos de aquella forma. Ikki no comprendió esto.

--Dale, que esperas—Le pregunto incitándolo a bajar hasta su entrepierna.

Comprendiendo el mensaje se deslizo bajo las sabanas hasta llegar al miembro del Phoenix que se erguía caprichoso. Introduciendo ese pedazo en su boca no pudo evitar sentirse un poco humillado. Por supuesto que no lo demostró, no quería que su amor se ofendiera nuevamente. Quiso evitarlo, el Pegasus quiso evitarlo pero no pudo detener sus lagrimas. Sintiendo las gotas sobre su piel, Ikki le pregunto realmente enojado:

--¿¡Y ahora que hice Seiya!?—Levantándolo bruscamente continua hablando –Deja... detente, no sigas. No puedo hacerlo si estas llorando.
--Perdooon—Pidió realmente apenado
--Necesitas un psicólogo—Dijo ofensivamente el Phoenix.
--Te prometo que no lloro mas... Por favor, no te enojes conmigo.
--Es que a veces no te entiendo, no entiendo que es lo que hago mal... ¿No quieres hacerlo? ¿Es eso?—Pregunto enojado.
--Si... Si quiero... Es que...—Seiya secaba sus lagrimas con la manga de su pijama.
--¿Es que?...—Ikki ya estaba impaciente.
--Es que... No quiero así... Quiero que hagamos el amor...—Susurro el Pegasus
--Siempre hacemos el amor... Por que nos amamos ¿No?...
--Sí...—Contesto convencido.

Nuevamente, el Phoenix volvió a la carga besando tiernamente la boca de su amante. Dulcemente y con harta paciencia lo desvistió por completo. Luego de quitarse el mismo la ropa abrazo amorosamente a su Pegasus sintiendo el calor de la piel quemándolos. Eso era lo que quería Seiya, por lo menos hasta ese momento. En un arrebato, ya que el Pegasus generaba ese profundo deseo en el que le hacia perder la razón por momentos, Ikki se situó encima de él para penetrarlo salvajemente. No era que a Seiya no le gustaba hacerlo así o que era un mojigato, es que últimamente... quería sentir el amor... ¿Cómo explicarlo?... quería sentirse amado y respetado, quería sentirlo a Ikki muy profundo en su corazón y no tan solo en su trasero. Pero este ultimo tiempo tan solo era sexo y ya estaba cansado de eso.
Generándole dolor, no físico si no sentimental, el Phoenix introdujo su pedazo palpitante en la intimidad de su amante. Un par de movimientos secos y se derramo en su interior para luego salir con rapidez del mismo. El Pegasus quedo con sus piernas aun abiertas sintiendo como el liquido se escurría entre sus nalgas. Ikki solo se tumbo a su costado preguntándole:

--¿Acabaste?.
Así de frío sonó... Así de frío fue... Así de frío lo sintió Seiya.
--Si...—Mintió.

¿Para que decirle la verdad, para que decirle que no? ¿Para obligarlo a hacer algo que de seguro, como siempre, no quería?. No. Mejor así, además, no tenia ganas, su miembro se encontraba tan flácido como al principio.

Aprovechando que el Phoenix se había quedado profundamente dormido, Seiya se levanto, se vistió y se dirigió a la cocina para... Para alejarse de aquel lugar. Quería llorar y no quería ser descubierto nuevamente, quería evitarse la misma situación.
Al escuchar que su cuñado estaba en la cocina, Andrómeda rápidamente se levanto y excusando que quería beber un poco de agua se quedo haciéndole compañía.

--¿No puedes dormir?
Seiya negó con la cabeza al mismo tiempo que le indicaba a su amigo con señas que se sentara.
--¿Estas bien?
El Pegasus abrazo sus piernas flexionadas sobre la silla y escondió su mirada.
--¿Discutiste con mi niisan otra vez?
--Algo así—Por fin hablo. Su voz estaba quebrada.
--¿Quieres hablar de ello?

A Seiya no le parecía correcto hablar de aquellas cosas con su cuñado, con el hermano de su pareja. No por desconfianza, si no por que no quería hacerlo sentir incomodo a Andrómeda.

--No. Esta bien Shun, no te preocupes.—Le contesto aunque en realidad lo que mas quería era hablar con alguien.
--¿Quieres que te haga un te?
El Pegasus sonrió tiernamente, le encantaba esos gestos ¿Por qué su Ikki y Shun eran tan distintos?. Nuevamente esa sonrisa dulce que tanto idiotizaba al peliverde.
--¿Ahora que fue?—pregunto Andrómeda desobedeciendo el pedido de su amigo, quería ayudarlo.
--No discutimos... Tan solo...—Seiya no sabia como hablar del tema, que palabras utilizar que describieran mejor sus sentimientos.—Es que... Yo... No se...—Soltó una risita nostálgica --... Me siento solo.
Cuanto dolor le causaron a Shun aquellas palabras, cuanto quería ser el, la persona a su lado.
--No estas solo.—Fue lo único que Andrómeda pudo pronunciar, aunque le hubiese gustado gritarle cuanto lo amaba.
El Pegasus solo sonrió frente a aquellas dulces palabras.
--Lo se... Me refiero a sentimentalmente—Dijo sin comprender las palabras de su amigo.
--No estas solo.—volvió a decir el peliverde reafirmando sus sentimientos. Sutilmente estaba siendo sincero.
--Gracias... Pero ya se me pasara.

Cuanta verdad en esas palabras. Shun lo sabia, siempre discutían o tenían altibajos, pero a la larga terminaban como en un principio... Acaramelados y diciéndose el uno al otro cuanto se amaban y que nunca se dejarían.
El agua hervía en la tetera, Andrómeda distrajo sus pensamientos para ir en busca de una taza para el te, sin embargo su amigo lo detuvo.

--Gracias Shun... Pero me voy a dormir... Me sirvió mucho hablar contigo.

El peliverde asintió y luego de quedarse solo se sentó en la silla a analizar todo lo ocurrido... No era correcto lo que hacia, tratar de ocupar el lugar privilegiado de su querido niisan... ¿Querido? Se estaba comportando últimamente de una manera... Que a Shun le fastidiaba de sobremanera. Aun así jamás cometaria tal aberración.

***
Cuando Seiya despertó, se encontraba solo como todas las mañanas... ¿Mañanas? Mejor dicho mediodía... Por ese día no iría en busca de trabajo, pero al otro día, sin falta lo haría... No quería soportar un día mas la cara de enojo de Ikki.
Se levanto de su cama y mientras se vestía podía escucharlo a Shun cocinando. Una vez vestido salió del cuarto y se dirigió rápidamente al baño. Luego de lavarse los dientes y la cara fue a hacerle compañía a su cuñado, no sabia por que, pero a pesar de todo estaba de buen humor... Hasta podría decirse feliz... Hacia mucho tiempo que no se sentía así.

--Hahaha...—Sorprendió a Andrómeda desde la espalda haciéndole cosquillas--¿Cómo, el Santo de Andrómeda, puede estar tan desconcentrado?—Pregunto divertido.
--¡Seiya!—Exclamo el peliverde entre divertido y nervioso... Nervioso por aquel inusual contacto.—Sabia que venias... Tan solo que no esperaba el ataque por parte tuya—Argumento en su defensa.
--Ah ¿Si?—Y tomándolo a su amigo por el cuello lo arrastro hasta el sillón –Vas a ver de lo que soy capaz—Dijo divertido.
--¡Seiya estoy cocinando!—Exclamo tirado en el sillón a la vez que forcejeaba con su amigo --¡Se me quema la comida y vas a terminar comiendo la comida del perro!
--¡Que comida ni que nada!... Ahora vas a ver mi súper re contra ataque...
--¡Que pavadas dices!—Dijo Shun rompiendo a reír por aquellas palabras.
--¡Pegasus rui sei ken!...—Exclamo el Pegasus a la vez que con sus dos manos, a la velocidad de la luz le hacia cosquillas a su cuñado en el estomago.
--¡Noooooo!—Suplicaba Andrómeda a la vez que reía por aquel tortuoso ataque.—Ah ¿Si?... ¿Con que esas tenemos?...—Dijo levantando a su amigo con sus brazos.
--¡Huy Shun!... ¡Te desconozco!... ¿Que me vas a hacer?... ¿Tu Nebula Storm?...—Pregunto divertido.
--Nop... Esto...—Y tomando el florero encima de la mesa ratona le echa toda el agua encima.
--Ah... Listo...—Dijo haciéndose el ofendido –Ya vas a ver... Voy a encender mi Cosmo y la venganza será terrible... Te voy a hacer mi súper.
--Te lo merecías...—Dijo con dificultad mientras trataba de recuperar el aire.
--Si que tienes fuerza Shun...—Reconoció a la vez que esperaba a que su respiración se regularizara.
--¿Viste?... Ten cuidado mocoso...—Se levanto del sillón a la vez que caminaba hacia el horno para apagarlo.
--Jaja... Ahora te haces el grandecito...
--Lo soy... Por unos meses lo soy... así que de ahora en mas, las cosas en esta casa serán distintas para ti... Por empezar, anda a limpiarme el cuarto.
--Si claro, ahora voy...—Dijo Seiya a la vez que traicioneramente, con sus dedos volvía a atormentar a su amigo.
--¡Basta!... Hoy si que estas de buen humor...—Adivino el peliverde contento de verlo así a su cuñado.
--¿Has visto?...—respondió con una sonrisa –Y como estoy de buen humor te voy a torturar todo el día.
--Eso seguro...—Dijo Shun posando la bandeja sobre la mesada.—Y se puede saber por que estas de buen humor.
--Por que puedo torturarte todo el día...—respondió con tono de obviedad mientras empezaba a ayudar a su amigo con el almuerzo.
Andrómeda no sabia si tomarlo a eso como era... Que estaba feliz por que iban a estar todo el día juntos. Sus sospechas fueron confirmadas cuando el Pegasus hablo.
--Mañana empiezo a buscar trabajo y después no voy a tener tiempo para molestarte... Lo tengo que aprovechar ahora.

Ese día, podría afirmar Shun, fue uno de los mas felices en su vida. Como un simple día compartido con alguien especial podía convertirse en lo mejor. Con el correr del día Andrómeda podía reafirmar que sin duda, recordaría ese día, sin embargo... A medida que pasaba el tiempo veía a su amigo... Triste. Enseguida comprendió por que, cuando este le pregunto por su hermano.

--¿No llamó mientras yo estaba afuera o en el baño?
--Ya te dije Seiya... NO...—respondió Shun a la vez que veía como una mano le quitaba sorpresivamente su revista.
--¿Vas a escucharme cuando te hablo pendejo?...—Dijo Seiya divertido imitando a su koibito. Shun comprendió esto. Sin embargo el nuevo juego se vio interrumpido por el timbre del teléfono.
--¡Ahí esta!...—Exclamo el Pegasus a la vez que rápidamente se abalanzaba sobre el aparato. Su carita lo decía todo, ansioso atendió el teléfono.
Shun solo se detuvo a observar las expresiones de su amigo. Aparentemente malas noticias. Una vez que corto, rápidamente comenzó a caminar de un lado al otro.
--Tengo que encontrar a tu niisan.
--¿Por qué? ¿Qué paso?... Seiya, tranquilizate un poco...—Exclamo al ver las vueltas que daba su amigo.
--Es Seika, me acaban de avisar que esta enferma, debo ir al Instituto en donde esta... Esta sola allí, no tiene a nadie... Debo yo...—Le costaba formular las palabras.
--Seiya... Detente por favor.—Le pidió Andrómeda a la vez que lo tomaba entre sus brazos.—Tranquilo... ¿En donde era que estaba ella?
--Yamaguchi...—Pronuncio mientras una solitaria lagrima se escurría por su mejilla dando a parar sobre el hombro de su cuñado.
--Eso es lejos.—Era verdad... Desde Tokio... Necesitaría suficiente dinero para moverse.
--Lo se... Por eso debo encontrar a tu niisan cuanto antes para pedirle prestado... Encima vamos a necesitar para los dos...—Dijo el Pegasus inocentemente... Inocentemente por que Ikki no lo acompañaría.
--Ya vendrá, no te preocupes, para ahorrar tiempo, mientras tanto prepara tus cosas, date un baño, y esperalo pacientemente.

Eso era lo que Seiya necesitaba, alguien que le diga lo que tenia que hacer en ese momento por que su mente estaba en blanco, mejor dicho, en su mente solo tenia a la persona que mas le importaba en el mundo.
Acompañado por su amigo, el Pegasus preparo todo, pero el Phoenix no aparecía. A las once de la noche, pasada dos horas de aquel llamado, Seiya estaba realmente impaciente, por lo que su cuñado trato de ubicarlo, pero en su trabajo como siempre no estaba. Sorpresivamente se aparece.

--Ikki...—Exclamo Shun al verlo entrar aun con el teléfono en la mano—Te estuvimos buscando por todos lados.
--Si les dije que volvería tarde...—Dijo muy resuelto. En realidad.... Nunca lo había dicho, pero era así siempre.
--Mi amor...—Exclamo Seiya abalanzándose sobre el en busca del refugio que tanto necesitaba en ese momento.
--Estoy cansado Seiya...—Dijo Ikki a la vez que correspondía el abrazo mas por compromiso que por amor.--¿Qué sucede? ¿Paso algo malo?
Seiya, ayudado por Shun por que no podía formar una idea a causa de la angustia, le contó lo del llamado.
--Ah... Lo que necesitas es dinero...—Afirmo Ikki al terminar de escuchar todo lo ocurrido.
--S-Si...—Balbuceo el Pegasus torpemente. Esa no era la idea aunque necesitara el dinero.
--¿Mañana tomas el vuelo?—Pregunto a la vez que sacaba de su billetera suficiente dinero.
--Cuánto antes... Pero...—Dijo viendo la actitud de su pareja --¿No me acompañaras?
--¿Tengo?—Pregunto sin reparar en nada.
--Ikki... Es la idea—respondió Seiya un poco dolido.
--Pero... Seria mucho gasto si vamos los dos. Además ¿Qué voy a hacer allá?.

Eso era el colmo, por lo menos para Shun. Por su lado nuevamente Seiya se volvía a engañar diciéndose que tenia razón ¿Para que gastar demás?... Aunque lo que mas quería era compañía... No se sentía con el derecho de pedírselo por que estaba sin trabajo y el dinero era de Ikki.

Al otro día, Seiya se levanto con unas ojeras que indicaban lo poco que había dormido. Ikki seguía en la cama, pues no podía despertarse debido a lo tarde que se había acostado y a lo cansado que había llegado. Shun, viendo que su niisan no se levantaría, decide ayudar el a su cuñado en lo que necesitara. Le preparo el desayuno mientras preparaba las ultimas cosas; lo acompaño hasta el aeropuerto; espero pacientemente el vuelo de él mientras trataba de tranquilizarlo.
Antes de despedirse el Pegasus le pide algo que lo deja realmente desconcertado:

--Vigilalo a tu niisan por mi ¿Si?
Shun solamente asintió sin comprender del todo aquellas palabras... Cuanto sentido cobrarían mas adelante.

Shun volvió cerca del mediodía, por lo que paso antes por el mercado para comprar el almuerzo, no tenia ganas de cocinar así que llevo consigo un par de cosas rápidas para hacer. Además, Seiya no estaba... No tenia motivaciones para cocinar. Sin duda lo extrañaría todo ese tiempo.
Al llegar al departamento su niisan ya estaba levantado mirando televisión con el pijama puesto.

--¿Se fue bien?—Pregunto el Phoenix mientras cambiaba de canal.
--Y... ¿Cómo quieres que se vaya? ¿Tiene a su hermana, enferma, sola, en un lugar desconocido?—Contesto agresivamente.

Nunca le había hablado a su niisan con ese tono de vos, pero la situación ya lo superaba. Trataba de demostrarle con todo el respeto que Ikki le infundía, el daño que le estaba causando a Seiya con sus actitudes egoístas.

--¡Huy!... Parece que hoy, alguien no esta de buen humor.— Dijo Ikki irónicamente.
--¿Vas a almorzar?—Pregunto Andrómeda mas tranquilo al ver como su niisan se levantaba perezoso del sillón.
--No... Almorzaré afuera... Tengo trabajo pendiente... Tu... ¿Vas a hacer algo hoy a la tarde?—Pregunto curioso.
--Si... Tengo que ir a encontrarme con mis compañeros de la facultad para terminar el trabajo practico ¿Por qué me preguntabas?
--Por las llaves... Para saber si me las llevaba...— Respondió convenciendo a su otouto.
--Llevalas si no quieres quedarte afuera.

Luego del fugaz dialogo, el Phoenix entro a la ducha y en cuanto Shun quiso darse cuenta, ya estaba solo. Menos ganas tenia ahora de cocinar, por lo que, ordenando lo que había comprado se prepara para encontrarse con sus compañeros.

Debido a que faltaban miembros del grupo, el trabajo practico que tenia que hacer Shun se vio suspendido. Aparentemente la lluvia torrencial que había dado comienzo los hizo desistir a todos. No podían hacerlo si solo estaba él y su compañero de banco... Eran siete, faltaba mas de la mitad del grupo. Decepcionado de la irresponsabilidad de sus compañeros, Andrómeda vuelve al departamento completamente empapado. Al llegar a la puerta, esta se abre sorpresivamente dejando ver a un ser que no esperaba encontrar:

--Hola Shun, tanto tiempo... Nos vemos...—Dijo Shaka sin darle tiempo a nada mientras se perdía por el camino.
En la puerta Ikki estaba parado con cara de... “¿¡Y ahora que hago!?”
--Ikki...—Pronuncio Andrómeda frente a semejante situación.
--¿Qué?...—Pregunto resuelto a la vez que se hacia a un lado para dejar pasar a su otouto.
--¿Cómo “que”?... ¿¡Que hacia Shaka aquí!?—Dijo enojado mientras se quitaba la ropa.
--¿Qué estas insinuando Shun?...—El Phoenix se mostraba molesto e incomodo –¿Tu también estas como Seiya?—Finalizo a la vez que iba al baño en busca de una toalla.
--¿Qué quieres que piense? ¿Qué vino a tomar el te?...—Dijo esto ultimo con ironía.
--Suficiente tengo con Seiya, ahora no vengas tu con eso... Vino a buscar sus cosas, no pude evitarlo, se apareció de improviso y bueno... ¿¡No lo voy a recibir!?—Exclamo mientras le alcanzaba algunas ropas secas.
--Entonces ¿Por que te pones nervioso?—Pregunto mientras se secaba los húmedos cabellos.
--Ponte en mi lugar Shun... Es obvio que cualquiera pensaría...—Trataba de encontrar las palabras correctas --Algo raro... ¿Como explicar que me llevo bien con mi ex-pareja?... Seiya no lo entendería con lo celoso, posesivo y perseguido que es.

Pues, todos pensaban que era con justa razón... Uno al ver a Virgo piensa que el cielo se abrió dejando caer a un ángel... Cualquiera estaría celoso, perseguido y posesivo si la ex-pareja de tu amor es Shaka.

--No tiene por que venir aquí, cuando tu novio no esta.—Opino Shun cortante a la vez que llevaba sus ropas mojadas al lavarropas.
--¿Y cuando le doy sus cosas? Tiene derecho ¿No?—Argumento mientras le preparaba un te a su otouto.
--Puedes dársela en la calle, no hace falta que venga hasta aquí.
--Si no paso nada... además, no podría si Seiya esta aquí, con solo sentir el Cosmo de Shaka a 100 metros a la redonda me asesina.
--Igual, no me gusta que venga, no me parece correcto.
--Otouto ¿Piensas que yo engañe a Seiya?—Dijo mientras le ofrecía el te preparado.
--N-nno...—respondió entrecortadamente, aunque en realidad pensaba lo contrario.
--Entonces... No iras a decirle nada ¿No?...—Pregunto preocupado –Digo ¿Para que? ¿Para hacerlo sentir mal, ahora que esta pasando por todo esto?... No tiene sentido, si no paso nada con Shaka.
--No, por supuesto que no le voy a decir nada... No tengo pruebas.
--¡Hey!...—Exclamo Ikki un poco mas tranquilo para luego desaparecer como siempre.

Era verdad, mientras Shun no viera nada concreto, no le alertaría nada a su cuñado... Por que tal vez, cabía la posibilidad de una falsa alarma. Cuanto dolor le causaría mas adelante descubrir lo en vano que era todo...

Continuara.

Gracias por leer.

Prometo continuarlo, pero por el momento les traigo esto. Cuando termine un fic de Milo x Camus que empecé a hacer, volveré con esta historia. No todo es lo que parece... Acuérdense de eso...

04/07/2005 6:16:04 Hs.

EXCLAMACIONDEATHENA@HOTMAIL.COM

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