Capitulo 34
En la casa Hyuga los tres hermanos, miraban con extrañeza los vehiculos frente a ellos. Segun uno de sus sirvientes su padre habia dispuesto dos limocinas que los llevarian a la escuela junto a un par de guardaespaldas cosa que hasta ese momento jamas habia pasado. Durante el desayuno su padre le habia dicho a los tres de manera seria que eran medidas de seguridad "Por si acaso" ninguno ni siquiera Neji se atrevio a cuestionar mas asintiendo a la orden de ir con Hanabi y asegurarse de que llegase con bien a la escuela.
Hinata en cambio iria en el segundo vehiculo ella sola, bajo el pretexto de que debia estar antes en el instituto por su entrenamiento para el torneo de kendo que estaba cada vez mas cerca. La mañana fue extraña en si tanto que su padre habia ido a despedirlos a la entrada de la casa sermoneando a Neji sobre proteger a Hanabi si algo pasaba y advirtiendo a Hinata sobre mantener la cabeza fria y confiar en sus habilidades con la espada aun si esta era una de bambu.
Los tres Hyuga se marcharon bajo la seria mirada de su padre, el vehiculo de Neji y Hanabi salio primero sin percanse alguno el de Hinata salio unos minutos despues sin ser concientes de que un vehiculo desconocido salio de la interseccion decidiendose a seguir el segundo vehiculo donde Hinata iba sentada al medio entre los guardaespaldas aferrada a su katana de bambu. Tenia la sensacion de que algo pasaria en cualquier momento.
-Parece que nos estan siguiendo...- anuncio el chofer de Hinata llegando a la autopista.
-"¿Que?"- Penso ella aterrada por las palabras de su chofer. Los guardaespaldas a su lado giraron su vista hacia atras confirmando el avance de un auto negro desconocido.
-¡Sigue conduciendo! Una vez que lleguemos a nuestro destino estaremos bien.- dijo uno de ellos.
-¡A la orden!- dijo el chofer haciendo cambio de marcha y aumentando la velocidad para eludirlos sin que fuese obvio que ya habian notado que los seguian.
-¡No se preocupe Hinata-sama! La protegeremos sin dudar...- le conforto el segundo guardaespaldas, al parecer sus nervios habian sido exteriorisados y ella no se habia dado cuenta, por eso respiro profundamente y levanto la cara al frente. En el peor de los casos ella misma se protegeria...
En la casa Nara la situacion se habia repetido, Shikamaru bajo las ordenes de su padre habia coordinado a sus doncellas para que lo escoltaran camino a la escuela esa mañana. Debido a que habia descubierto que Lina estaba herida, las elegidas para llevarlo eran Shiho y Kim. La rubia al volante y la morena a su lado, Kim era recien llegada Shikamaru le tenia aprecio por su esplendido talento con la musica, pero su padre la habia contratado por las capacidades de combate que ella tenia. Apenas llevaba algunos meses con ellos pero la chica se habia mostrado eficiente y cabal en sus deberes, confiaba en que ella seria mas util por sus destresas de mediano alcance que Ayame que era una combatiente de distancias mayores, mientras que Shiho era de distancia corta, y una experta con sus bisturis en combate, ademas de que contaban con su habilidad medica, confiaba en haber hecho una buena eleccion con ambas.
-Por favor tenga mucho cuidado Shikamaru-sama.- se despidio Lina desde una lado de la ventanilla.
-No te preocupes las chicas estaran conmigo- le dijo con una sonrisa de lado a su doncella y giro su mirada a sus dos acompañantes, inquiriendo confiado- ¿O no chicas?
-¡Por supuesto amo!- respondieron las dos doncellas en el mismo tono confiado y servicial como estaban acostumbradas. Shikamaru sonrio satisfecho.
- Lo ves no tienes nada de que preocuparte...- reitero el menor y sin mas que decir emprendieron su marcha a la escuela. Sin darse cuenta de que eran seguidos de cerca por un auto negro.
Con los gemelos Uchiha los dos habian bajado con sus patinetas y equipo de proteccion en las manos. Como de costumbre no desayunarian en casa tenian pensado seguir su rutina de siempre y pasar por el combini cerca de la escuela y comprar algun bocadillo para el desayuno. Sin embargo no contaban con que serian interceptados a media puerta por una de las pocas doncella que no accedia facilmente a sus berrinches como ella misma solia llamarlos cada que iban en su contra y dos sujetos trajeados de negro.
-¿Que se supone que hacen?- espetaron al unisono con clara molestia en su voz. Los dos hombres no dijeron nada pero la doncella respondio.
-Obochama-sama, Ojou-sama, lamento detenerles pero se me ha encargado informarles que hay un vehiculo esperando para llevarlos a la escuela en cuanto dispongan.- los gemelos se miraron extrañados entre si.
-¡No necesitamos algo como eso!- impero Sakura comenzando avanzar altanera a la salida pero uno de los dos sujetos la intercepto impidiendo que saliera.
-¡Apartate!- le ordeno Sasuke molesto.
-Obochan-sama, es imperante que tomen el vehiculo el dia de hoy.- recalco la doncella aparentemente tranquila.
-¿Porque? ¿Quien rayos les ordeno esto?- inquirio Sakura cruzandose de brazos molesta. Era obvio que no le ganarian a Yue aunque siguieran resongando.
Desde lo alto de la escalera la voz inconfundible de su madre se dejo oir.
-¡Fui yo!- ambos menores se volvieron sorprendidos al escucharla, ella continuo bajando con parsimonia las escaleras al tiempo que decia- Pense que seria mas comodo para ustedes viajar de esta forma.
-No era necesario- solto incomodo Sasuke sin sostenerle la mirada.
-Cierto, podemos irnos perfectamente por nuestra cuenta.- comento Sakura acercandose a su hermano.
-Si no quieren irse en la limosina que ha preparado nuestra Madre, pueden esperarme y yo les llevare.- intervino Itachi apareciendo por las mismas escaleras tras su madre. Los gemelos fruncieron el ceño molestos, no querian esperar al mayor y era obvio que por esta vez parecia estar del lado de su Madre, asi que apelar a su lado amable estaba fuera de discusion.
Miraron a Yue y compañia analizando sus posibilidades de poder escapar antes de que cualquiera de ellos pudiese detenerles, pero como siempre Yue parecio anticiparse a ellos diciendo con monotonia.
-Sí piensas escapar les informo que las puertas han sido aseguradas y que afuera hay mas guardias que no dudaran en detenerles antes de que consigan siquiera tocar las rejas.
-¡Bien!, si no hay de otra iremos en el auto.- aceptaron a regañadientes al unisono. Y acompañados de los dos hombres trajeados abordaron la limosina.
Cuando al fin se habian ido los gemelos, Itachi se acerco a su madre.
-¿Se puede saber que fue lo de hace un momento?- inquirio a la mayor que le sonrio culpable un momento.
-Solo una simple precaucion, nada mas.- le dijo. Itachi arqueo una ceja inquisitivo sin decir nada esperando que la mayor cediera y accediera a compartir con el lo que sabia.
Sin querer dar su brazo a torcer Mikoto mantuvo el duelo de miradas con su hijo intentando hacerse la desentendida, aunque al final con un suspiro derrotado al ver que no se rendiria decidio decir aun evasiva.
-La verdad no se si estoy siendo paranoica nada mas...- Itachi no cambio su gesto inquisitivo y Mikoto agrego con seriedad- Vi las noticias, cinco personas fueron acecinadas en el muelle, aunque todo parecia el resultado de una guerra de mafias...- Itachi relajo su expresion
-¿Y eso que tiene que ver con nosotros?- inquirio por alentar a su madre a hablar.
- No se porque, pero uno de esos hombres me resulto familiar...- al escucharla el moreno la miro como si hubiese dicho que el cielo era verde.- aunque no recuerdo de donde...
-Ok, entiendo es bueno tomar precausiones de todos modos.- convino y le puso el brazo a su madre para que lo tomara, ella lo miro un momento confundida y accedio a tomarlo.- Vamos a desayunar, estoy hambriento...
No lejos de ahi dos persecusiones era ejecutadas, los pasajeros cada uno con diferente grado de indiferencia a lo que sucedia a sus espaldas. En el caso del Nara conciente de que lago podria pasar en cualquier momento, tal como el que de la nada una de sus acompañantes anunciara.
-Nos estan siguiendo.- Shiho miro por los espejos laterales confirmando la informacion de Kim.
-Es cierto.- confirmo la rubia y le dedico una mirada a Shikamaru.- Por favor asegure su cinturon de seguridad, si hacen algo mas que seguirnos tendremos que tomar precausiones.
-No te preocupes por mi, conosco la sensacion de ser perseguido. - le respondio el Nara con una sonrisa ironica adornando sus labios. Por la cara de ambas doncellas paso una mueca de reconocimiento, al recordar que su joven amo habia pasado por dos secuestros en su infancia y quien le habia mantenido a salvo en uno de ellos habia sido la misma Shiho que habia descubierto el lugar sin querer donde lo tenian y logro sacarlo. Gracias a ese encuentro, la rubia se habia convertido en una de las maids de confianza de aquel chico, al dejar su trabajo en la policia por estar a su lado. El segundo secuestro habia sido durante la epoca en que Lina apenas comenzaba a estar al servicio de su joven amo y Shiho habia empezado a tomar clases de medicina siendo necesaria su contratacion y al mismo tiempo tomando su lugar como mano derecha de su querido Amo. Kim aunque era nueva en las filas del Nara, conocia estas historias superficialmente, por lo que esperaba algun dia realizar las mismas hazañas que sus dos Sempais y salvar la vida de su Amo. Y segun el retrovisor del auto ese dia podria ser ahora.
Con Hinata, una inesperada explosion de uno de los neumaticos obligo al chofer de su vehiculo a detenerse en una calle un poco inospita, pocos autos pasaban cerca de ellos. Habian perdido el auto que llevaba siguiendoles desde que habian salido y por el momento sus guaruras parecian confiados y alertas. La morena escucho como su chofer y el otro acompañante bajaban del auto informandole de la situacion y pidiendole un poco de paciencia. Afuera los escuchaba comunicarse entre ellos, mientras ella se mantenia dentro de la medida tranquila en su lugar aferrada a la funda de su Katana.
-Parece que hay que cambiarlo, trae el gato primero tenemos que levantarlo un poco.- dijo uno de ellos.
-No seria mejor pedirle a la Ojou-sama que bajara un momento.- sugirio el segundo recibiendo como respuesta una mirada irritada del primero
-¡Ojou-sama no necesita bajar! - agrego enojado.- ¡Ahora date prisa y trae lo que necesitamos! ¡Es peligroso quedarse aqui mucho tiempo!
-¡Hai!- respondio el segundo aludido dandose la vuelta para ir a la cajuela de auto, sin embargo el sonido de otro vehiculo estacionandose tras ellos lo detuvo.
¿Quienes eran ellos? Se preguntaron ambos guardaespaldas mirando el auto y de el bajar a varios hombres de aspecto sospechoso, apenas tuvieron tiempo de sacar sus armas y ponerse en guardia.
Con los gemelos Uchiha, el auto en si iba en silencio, ambos menores jugaban con sus celulares, mirando fijamente las pantallas de ellos. Tanto el chofer como el copiloto hacian vistazos de vez en cuando hacia sus pasajeros. Yue-san la doncella de la casa que antes les habia ayudado a detener a ambos chicos y convencerles de ser llevados, les habia dicho a modo de advertencia que esos dos chicos eran lo que uno denomina "dificiles" y sin embargo estaban ahi sentados sin mas, ¿Seria posible que se debiera a la intervencion del joven Itachi? Probablemente, pero esa cuestion en si no era lo que los obligaba a mirar tan seguido a ambos menores, no.
La verdadera razon era que sus protegidos eran para bien o mal, demasiado hermosos. Por si solos eran muy llamativos pero juntos sentados uno a lado del otro el espectaculo resultaba muy tentador. Sobre todo por las poses que adquirian de repente como si estuviesen consientes de que eran guapos y no dudaran de mostrarlo.
A Sakura estaba comenzando a molestarle su estomago, tenia hambre y estar viendo una pagina en su movil sobre comida no ayudaba. Tenia que hacer algo antes de que su estomago decidiera avergonzarla, Sasuke a su lado parecia pensar lo mismo y a diferencia de ella parecia haber pensado algo.
-¡Oye!- dijo Sasuke llamando al chofer que le miro por el retrovisor. - Llevanos al combini que esta antes de llegar a la escuela.
El chofer intercambio miradas con su copiloto y despues respondio.
-Tenemos ordenes de llevarles directamente a la escuela Obochama-sama- Sasuke fruncio el seño, no queria dedirle a ese tipo que tenia hambre seria muy vergonzoso.
-No te estaba preguntando si podias. ¡Llevanos!- refuto imperativo. El chofer volvio a mirar a su compañero que suspiro.
-Esta bien, si necesitan comprar algo yo me hare cargo.- dijo el copiloto, ahora fueron los gemelos que se miraron entre si y lo que ambos pensaron era que no permitirian que ese tipo tocara su preciada comida. Pero dejarian que pensara lo contrario asi que sonrieron complacidos y ninguno de los adultos sospecho de ellos. Y desde ese momento hasta ellos se dieron cuenta de que parecian acalorados aunque no sabian la razon.
Despues de aquellas sonrisas ambos adultos sintieron un rubor extenderse por sus rostros, aquellos dos chicos eran demasiado para una persona comun, por lo que evitaron ver nuevamente hacia ellos como venian haciendo. Al llegar al combini y estacionarse, ni siquiera tuvieron tiempo de reaccionar. Los gemelos estaban afuera del auto caminando ya a la entrada de la tienda dandoles adios con un gesto de mano y una sonrisa burlona. El copiloto bajo a todas prisas y grito.
-¡Obochanma-sama, Ojou-sama!- pero ambos le ignoraron y se perdieron en el lugar.- ¡No puede ser!
-¡¿Porque no pusiste los seguros?!- inquirio el copiloto al chofer cuando el salio del auto, señalandole irritado.
-¡No me heches la culpa a mi!- le reprocho alterado. Debieron suponer que algo asi pasaria, Yue-san les habia advertido y ellos se habian confiado.
Sin embargo su conversacion se detuvo cuando ambos notaron a un auto detenerse junto a ellos, y sin perder tiempo prepararon sus armas tal vez habia sido buena suerte que los gemelos bajaran a la tienda ¿Verdad?
En el emporio Uchiha, Rin acaba de entrar al despacho de su hermano. Llevaba como siempre sus notas en la mano. El mayor estaba sentado en su sillon frente al escritorio mirando por la ventana de cristal a sus espaldas serio.
-¿Hay algun cambio?- indago sin girarse y sin explicar mas.
-No, todo parece ir bien. - respondio la chica.- pero al parecer las caravanas principales han tenido algunos problemas por si solas.- comento la chica, Fugaku se giro mirandola con sorpresa.
-¿Danzou?- inquirio y ella relajo su rostro y sonrio.
-No, todas parecen ser situaciones normales.- Dijo comenzando a revisar sus notas- La caravana de Hinata-sama, se detuvo por un neumatico desinflado, y fue cambiada de vehiculo al de Aburame-san, La de Shikamaru-kun llego a salvo a su destino, pero parece que notaron la persecucion.- siguio diciendo y Fugaku sonrio.
-Como se esperaba de Lina...- dijo orgulloso de la chica. Rin agrego.
-O de las demas, tengo entendido que Lina-san no iba en la escolta.- Fugaku arqueo una ceja extrañado y dijo
-Eso no me lo esperaba.
-Ni yo, al parecer las escoltas de Shikamaru-sama se enfrentaron a la caravana de Inuzuka-san ¿Sabes lo molestas que estaban? Tuvo que llamarme para convencer a las chicas ¡Que eran solo escoltas secundarios!
Fugaku solto una risita divertida sin poder evitarlo, conocia muy bien a Inuzuka Hana era una chica joven pero muy eficiente sin embargo de caracter arrebatado y poca paciencia. Pero sabia que a la larga esa muchacha seria un exelente elemento de su seguridad privada seguramente especializada al igual que su madre en la division canina.
-¡No es divertido!- le regaño la castaña- afortunadamente todo salio bien. - se aclaro la garaganta y continuo su informe.
- La caravana principal de los gemelos fue suplantada por la de Mikoto-san al parecer ella tuvo la misma idea que nosotros.- Fugaku solo asintio serio.- El problema fue que los gemelos se les escaparon en un combini y ambos guardaespaldas se negaron a creer a Yamanaka-san sobre su identidad.
-¿Que hicieron?- pregunto interesado.
-Al parecer los gemelos lo reconocieron y sin darse cuenta de nada subieron a su caravana inicial en compañia de un pasajero mas. Creo que por eso todo salio bien de alguna forma.
-Entiendo.
-¿No hubiese sido mas facil decirles a las caravanas principales de los arreglos que hicimos con la policia?- inquirio cansada la castaña.- Nos hubiesemos evitado muchos contratiempos de ese modo.
-No. Se supone que era una operacion encubierta y que la mayoria de los guardias contratados se hubiese dado por enterado de una segunda escolta solo prueba que son eficaces y estan capacitados para proteger a todos los chicos.
-Creo que entiendo...- dijo ella y se pregunto por cuanto tendrian que mantener aquella vigilancia. Por lo menos ahora todos los escoltas sabian de su presencia. "Operacion encubierta" ¡Si, claro! Penso la castaña.
Con los gemelos Uchiha, iban desayunando en el interior de su vehiculo comodamente aun era temprano y ya que no les habian permitido quedarse en el banco de siempre junto a la tienda al menos comerian en el coche. Dentro de la tienda se habian encontrado con Moegi su kohai del club de artes marciales la niña se creia algo asi como su asistente personal y al verlos comprando lo de siempre decidio intervenir e ir con ellos en la limosina sin invitacion.
Debian reconocerlo esa chiquilla tenia agallas. Y casi podian tomarla como la hermanita molesta que no desearon tener pero que de vez en cuando no era tan molesta. Como por ejemplo ahora que abria frente a ellos lo que llamo "El almuerzo especial de Moegi" una lonchera de tres pisos se mostraba orgullosa frente a ellos.
-¿A quien vas a alimentar? ¿A un ejercito?- preguntaron al unisono los gemelos a la niña.
-¡No sean absurdos Sempai! - dijo la niña con aires de grandeza- ¡Esto! Era para invitarle a los chicos del club de cocina. Udon-kun fue muy grocero al decir que no sabia cocinar y quise demostrale lo contrario.- les conto enardecida la pequeña - pero no puedo permitir que mis Sempai desayunen una simple bola de arroz ¡No es nutritivo! ¡Asi que adelante disfruten!- le dijo extendiendoles un par de palillos a cada uno.
-¿Estas segura Moegi?- pregunto Sakura la niña la miro sonriente
-¡Por supuesto Onee-sama!- respondio. - Udon-kun es un malcriado y pensandolo mejor no quiero que prueve mi comida. ¡No lo merece!
-¿Udon-kun es ese chico de ante ojos?- pregunto Sasuke y la niña asintio. - Tienes razon Moegi no lo merece. ¡Esto esta delicioso!- alago el moreno masticando un trozo de omelet.
-¿De veras?- pregunto la menor con brillitos en los ojos. Sakura fue quien afirmo al probar las salchichas fritas de la lonchera.
-¡Exquisito! Te has lucido Moegi- le alabo la pelo rosa
-Bueno coman todo lo que quieran...- alento la menor y los mayores asi lo hicieron
Los escoltas al frente veian la escena un poco rara, ¿A donde se habian ido los arrogantes gemelos que se fueron sin permiso del auto? No tenian idea.
Los gemelos habian llegado a su destino a salvo y a diferencia de Shikamaru y Hinata ni se habian dado cuenta de lo que habia pasado todo el tiempo a sus espaldas, siguiendo su rutina normal. Durante las clases se dieron cuenta de que los mellizos actuaban un poco decaidos. Cuando les preguntaron ambos alegaron sentirse un poco enfermos pero las miradas tristes que les dedicaron fueron mas elocuentes por si solas, aunque tampoco insistieron mas al respecto.
Tras un par de dias mas en un estado animico poco usual en ellos Deidara comenzo a preocuparse por los mellizos, al principio penso que el animo decaido se debia a que Naruto llevaba ya varios dias sin poder tocar su piano, y que eso de alguna manera afectaba a Ino tambien. Su abuela habia llevado a ambos rubios al hospital.
Los resultados de las radiografias de Naruto no habian salido, y se le habia advertido al chico que extremara cuidados con su brazo herido. Mientras que la garaganta de Ino parecia estar sanando como era lo esperado. ¿Tal vez estan preocupados por eso? se preguntaba Deidara, pero recordo que su comportamiento extraño habia empezado dias antes de ir a su revision, si mal no recordaba todo habia empezado cuando los dos visitaron a Shikamaru. Quiza el supiera que pasaba con ellos, ¡Si! ¡Seguramente! Podia ir y averiguar de todos modos. No es que le apeteciera ir y hablar con el Nara, sobre todo porque su tormento podria estar ahi tambien. Y desde la vez que habia visitado su casa en compañia de Chihane no habia tenido oportunidad de hablar con el de nuevo. De todos modos llego a la conclusion de que verlo aun si resultaba incomodo podria soportarlo, todo fuese con tal de obtener alguna informacion sobre sus hermanos.
En ese momento el se encontraba en su habitacion, ya estaba artandose de pensar, asi que decidio salir un rato y bajar a la sala con suerte encontraria algun buen libro y se entretendria de esa forma. Al entrar en la estancia descubrio a ambos mellizos acurrucados en el sofa.
Lucian distantes y tan distraidos que ni se dieron cuenta de que el estaba ahi. Se acerco a ellos con intencion de asustarles y sorprenderles, se quedo con una pose muy mal imitada de algun depredador al asecho cuando los menores le descubrieron Naruto le miro extrañado e Ino arqueo una ceja inquisitivamente. Un leve sonrojo se apodero de sus mejillas y se recompuso aclarando su garganta.
-Hola Dei-nii- saludo la rubia languidamente.
-¿Que hacias?- inquirio Naruto curioso.
-¿Queria asustarlos?- respondio sin remedio Deidara, los mellizos se rieron por lo bajo ante su respuesta pero no era como solian reir. Fruncio el ceño y decidio que era suficiente. ¡Le dirian lo que pasaba o tendria que usar la fuerza! - ¿Y bien?
-¿Y bien, que?- inquieron ambos al unisono.
-¡¿Me diran que les pasa ultimamente o prefieren un encuentro cercano con Cosqui y Llitas?!- argullo levantando sus manos extendiendo sus dedos de manera descontrolada frente a ellos. Los rubios le dedicaron una mirada de "No te atreverias" y el mayor salto sobre ellos haciendoles reir estruendosamente con una ataque certero de cosquillas.
-¡Ya! ¡Por favor ya no puedo mas!- pedia entre risas Ino intentando sacarse la mano recien bautizada como "cosqui" de Deidara sobre su abdomen.
-¡Me rindo! ¡Dei-nii!- siguio Naruto ya rojo de la risa, sin poder siquiera intentar liberarse de "llitas" retorciendose en el sofa de la risa.
Deidara los observo un segundo y se alegro de que ese ataque de risas pareciera relajarlos. Decidio dejarles en paz e hizo un hueco entre ambos mellizos acomodandose entre ellos. Ino se recosto en su regazo y Naruto se acurruco contra el. Tras un momento de compartir Naruto al fin dijo algo.
-Gracias Dei-nii- Deidara palmo su cabeza un par de veces y espero a que se decidieran a contarle que les pasaba. No tardaron mucho en hacerlo. -Sabes... No es nada en realidad, tal vez solo sea una idea tonta...- intento explicarse el rubio menor- Pero... Nuestros padres... Ellos... ¿Fueron felices?- inquirio dudoso. Deidara arqueo una ceja.- Me refiero a que si ellos fueron realmente felices juntos...
-A si se amaban mutuamente...- completo Ino. Deidara los miro sin entender y cerro los ojos para evocar los recuerdos de sus padres que el tenia. Lo unico que venia a el eran momentos de risas y juegos, acompañados con musica y una sensacion de calides en su pecho. Abrio los ojos de nuevo y teniendo en cuenta aquellos recuerdos respondio.
-Si... Ellos sin duda estaban enamorados el uno del otro...- afirmo con una sonrisa nostalgica.- Papa siempre miraba a Mama con ternura y devosion, y Mama siempre le sonreia con calides, nunca los vi distanciados o pelando... En mis memorias ellos siempre estaban juntos, unidos en un beso, tomados de la manos, y compartiendo alguna mirada de amor...
-¿Entonces, que dirias si nuestro padre amo a otra persona y ese amor no pudo ser?- inquirio serio Naruto. Deidara parecio pensarlo un momento y mirando el retrato de sus padres sobre la estanteria de la sala respondio.
-Diria que fue el destino...- Los mellizos lo miraron confundidos y el aclaro- creo que si alguien asi existio para papa debio ser duro y triste... No imagino lo que debio doler, sin embargo el conocio a mama y se enamoro de ella.- dijo con tranquilidad- No creo que el que se haya enamorado de alguien antes de ella signifique que el la hubiese querido menos o hubiese olvidado a esa otra persona con ella. - los mellizos se sumieron en sus pensamientos escuchando atentos lo que el mayor decia.- pienso que si mi padre amo a alguien antes de conocer a mama, tal vez a ella pudo pasarle lo mismo ¿No creen? Pero el detino decidio que ellos eran adecuados entre si... A veces las personas se enamoran incontables veces, sufren por ello o son felices pero muy pocas veces el amor de tu vida llega para quedarse... Tal vez era necesario que conocieran a alguien mas antes de encontrarse... Madurar y poder de esa manera estar juntos sin ataduras...
-¿Crees que nuestros padres estaban destinados?- pregunto Ino
-Lo creo, despues de todo en este mundo lleno de gente muy pocas son capaces de encontrar al amor, pero suele pasar en ocasiones que encuentras a tu alma gemela que resulta ser tu verdadero amor... O que incluso sean dos personas distintas.- respondio un poco romantico el mayor. Naruto miro con sorpresa a su hermano, era increible que el pensara asi.
-¿Diferentes?- inquirio Ino confundida. Deidara sonrio comprensivo e intento explicarse.
-Si, por ejemplo, tu y Naruto. Yo diria que ustedes comparten un vinculo muy distinto al de ser hermanos solamente- los dos menores se miraron entre si- son mellizos y hermanos, pero hay hermanos que ni siquiera se soportan, en cambio ustedes se quieren y comprenden a un nivel distinto. - los menores se regalon una sonrisa entre ellos entendiendo lo que su hermano les decia al fin.
-Dices que somos almas gemelas ¿Cierto?- comento Naruto. Y el mayor asintio.
-Naru-nii es mi alma gemela...- repitio Ino saboreando cada palabra.
- Eso creo yo al menos, - agrego Deidara nervioso- pero si fuese acertado, eso no significaria que el verdadero amor de ambos esta en algun lugar ahi afuera.- comento el mayor sin notar los leves sonrojos en sus mejillas, pues ambos mellizos habian pensado en Sasuke y Sakura instantaneamente al escuchar "verdadero amor".
-¿Y tu que piensas Dei-nii, para papa, mama era su verdadero amor?- inquirio Naruto sin perder detalle de las expresiones del mayor.
-¿Tu crees que ellos eran almas gemelas?- pregunto Ino.
-Mmm... Estoy seguro.- Los mellizos lo miraron insatisfechos. - pero si en algun momento alguno de ellos estuvo enamorado de alguien mas, tal vez fue porque esa persona era su alma gemela... Y aunque pudieron haber estado enamorados y fuesen correspondidos, el que no fuesen felices juntos significaba que el amor estaba en otra persona. Y que nuestros padres tuvieron suerte de encontrarse a tiempo...
-Sabes Dei-nii- llamo Ino contenta al fin.- eres un romantico...
El mayor se sonrojo con sorpresa arrancando risitas traviesas de ambos menores. Talvez Deidara solo estuviese haciendo suposiciones, pero si Fugaku Uchiha fue amado por su padre no significaba necesariamente que su madre hubiese sido infeliz, tal vez Fugaku Uchiha tal cual Deidara dijo, en vez de amor verdadero solo era el alma gemela de su padre...
Ahora con esta nueva mentalidad conocerlo hablar con el, y averiguar de paso algo sobre su padre no sonaba tan mal, tan incorrecto. Tal vez el mayor les diese respuestas que Shikamaru o el diario de su padre no podian dar. Cenaron los tres solos, sus abuelos desaprecian demaciado temprano pues aun sufrian los estrago que el cambio de horario habia hecho en ellos al llegar desde el otro lado del mundo hasta Japon.
Para la mañana siguiente ambos rubios habian decidido lo que iban a hacer. La incertidumbre habia sido rezagada y la determinacion de saber que clase de persona era en realidad Fugaku Uchiha ocupaba sus mentes. Salieron de casa antes que su hermano, y dejaron una nota a su padre avisando que se irian por su cuenta.
Hicieron una breve parada en la casa Nara donde Kim una de las maids del castaño les pidio esperar en el lobi. Encontraron al muchacho en lo alto de las escaleras vestido con el uniforme de la escuela. Les dedico una mirada analitica y con un suspiro agotado les pregunto el motivo de su visita.
-Necesitamos visitar a Fugaku Uchiha...- dieron al unisono. Shikamaru inhalo y exhalo lentamente y respondio serio.
-¿Porque?- ambos rubios no se lo esperaron asi que no supieron que decir. Shikamaru noto su duda y acepto derrotado.- No puedo complacerles ahora, debemos asistir a clases. Pero puedo llevarles mas tarde.
Por un momento la informacion tardo en llegarles pero al entender lo que el Nara les habia prometido ambiguamente los dos sonrieron contentos. Esa tarde nada les impediria visitar al que una vez fue el primer amor de su padre.
Continuara...