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ACORDE GEMELO por andherezu_rosui

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Notas del capitulo:

Hola se que ya me he tardado con este fic demaciado. Perdon por eso, pero no puedo evitarlo esta historia me da flojerita editarla es que los cap son muy largos y actualmente estoy trabajando mucho y casi no me queda tiempo. 

En fin, me esforce por quitar los errores de ortografia pero seguro que se me escapo alguno, asi que no sean muy crueles.

Espero les guste el cap. no vemos para la proxima

Capítulo 35 Libro abierto....

 

Zafarse de los gemelos había sido relativamente sencillo, primero porque ellos mismos debían lidiar con los guardaespaldas que les custodiaban desde hacía algunos días. Naruto recordaba aun lo sorprendidos que estuvieron, cuando en compañía de Moegi una kohai de los gemelos, bajaron de una elegante limosina. 

En aquella ocasión los gemelos se apresuraron a alcanzarlos cuando les vieron llegar y pasar frente al auto que en ese momento desconocían a quien le pertenecía, y realmente fue inesperada la aparición de los Uchiha para los rubios sobre todo porque aun intentaban lidiar con los sentimientos confusos que les vinculaban a ellos indirectamente.

 

Ino recuerda que al haber saludado la primera vez a los nuevos guardianes de sus gemelos estos parecían poco confiables al punto de que se preguntaron si tenían alguna clase de problema con el habla ya que uno de ellos solo tartamudeaba cuando ella le saludo mientras que su hermano llego a pensar que el chofer a su lado tenía fiebre ya que en cuestión de segundos se había tornado de un rojo violento cuando Naruto se mostró preocupado por él.

 

No obstante la situación fue zanjada de repente por los gemelos que, de un momento a otro los arrastraron con ellos al interior de la escuela al tiempo que gritaban a los pobres sujetos que no les necesitaban más tarde. Para desdicha  de los gemelos rechazar los servicios de sus nuevos guaruras había sido imposible.

 

Incluso si iban a la escuela en compañía de su hermano era cien por ciento seguro que a la salida los dos guaruras les estarían esperando en la puerta del colegio por lo que para los rubios decir que iban a casa con Shikamaru resulto ser más fácil de lo planeado.

 

La verdad no tenían idea de porque repentinamente todos sus amigos parecían estar vigilados y francamente en ese momento lo agradecían porque ¿Cómo le dices a tu novio, en el caso de Naruto y a tu prospecto de novia, en el caso de Ino que quieres conocer al padre que detestan? ¡Ni pensar una respuesta! Seguramente se opondrían o en el peor de los casos les pedirían una explicación que para ser sinceros no estaban seguros de poder dar.

 

Tan solo ellos podían entender sus razones, era la oportunidad de conocer a esos padres que perdieron, de conocer a alguien que significo para su padre más que un simple amigo.

 

El primer amor de su padre... Y  también la desconocida hermana adoptiva a la cual su padre profesaba cariño de incontables maneras. Podría ser que solo esas dos personas pudiesen darles lo que Deidara, sus abuelos y sus nuevos padres jamás podrían, lo que sus padres se llevaron cuando murieron, su historia, sus vidas, su pasado... Solo esas dos personas podrían darles una parte de eso, solo ellos habían tenido la fortuna de conocerles, de quererles y de algún modo de compartir parte de quienes eran. Por esa razón sin importar como querían hablarles, conocerlos, preguntarles y aprender lo que sus padres habían sido cuando aún vivían.

 

Querían comprender porque aun después de tanto tiempo el destino había causado una vez más el choque entre su descendencia, porque no era normal haber conocido por casualidad a los hijos de aquellas dos personas que para al menos su padre resultaban irremplazables y amadas en distintos niveles, y tampoco era común que a pesar de su ignorancia hubiesen desarrollado afecto mutuo por ellos. ¿Acaso el destino les daba una oportunidad de consumar aquel amor que sus padres habían perdido? ¿Era acaso posible tal idea? ¡Quién sabe! Pero no podían evitar fantasear con ello, no podían evitar descubrirlo...

 

Más que un recuerdo que se volvía borroso en sus mentes, más que reducir el antiguo amor de sus padres al olvido y sustituirlo con el propio querían entender y preservar en sus corazones todo cuanto pudieran averiguar y algo les decía que Fugaku y Mikoto serían los únicos que podrían ayudarles a entender a aquellos dos seres que formaron una familia y les dejaron nacer.

 

Y ya de paso solo si podían preguntar con la certeza de que no herirían a nadie sus palabras saber si el amor de sus padres fue una unión forzada a nacer al conformarse con solo ellos o si había sido el resultado obvio tras la convivencia que dio un amor cultivado con el tiempo y cuidados. Su hermano había dicho que si... Pero aun así ellos querían una confirmación.

 

Por eso ahora podían estar frente al recibidor de la empresa donde lo único que los separaba de su objetivo era una joven recepcionista que los miraba con seriedad. Shikamaru les había dicho que entrar seria difícil sin una cita,  peor aún si no aparecía algún conocido y ellos no conocían a nadie ahí...

 

No escucharon, y bajaron del auto tan pronto como este había estacionado en la entrada. Sin tiempo para pensar o arrepentirse, sin vueltas atrás... O, al menos ese era el plan ahora de pie siendo observados por la recepcionista con sospecha en los ojos deseaban haberse detenido a pensar al menos ¡¿Cómo podrían entrar?!

 

-¿Se les ofrece algo?- indago la recepcionista sin franco interés. Naruto decidió que al menos intentarían llegar a su objetivo con mentiras. Y tal como si lo hubiesen planeado desde el inicio decidieron sonreír amables a la mujer frente a ellos, desestabilizando sin saber a la pobre mujer que por al menos un momento fue víctima de su irresistible aura angelical.

 

-Nosotros...- empezó Naruto e Ino siguió- solo... - sonando más nerviosa que su hermano al escuchar el sonido del ascensor anunciar su arribo a la recepción.

 

Tan rápido como se abrió y bajaron las personas que venían en el, la carrera para llegar con su objetivo comenzó. La recepcionista alcanzo a arquear la ceja en un gesto inquisitivo al verles dar un paso hacia atrás con la sonrisa nerviosa en sus rostros justo antes de correr al elevador ahora vacío cerrándose sus puertas solo hasta que ellos estuvieron dentro.

 

-¿Que hacen? ¡Oigan! ¡No pueden subir!- grito la mujer antes de que las puertas del elevador se cerraran.- ¡Seguridad! ¡Seguridad! ¡Quien sea detengan a esos niños! ¡Por dios van a despedirme!

 

Alcanzaron a escuchar lo último como un eco lejano, pues era demasiado tarde para detenerles el elevador no se abriría a menos que ellos llegaran a su destino. Respiraron aliviados de que su infiltración hubiese sido exitosa y estuvieran a solo un par de pisos cerca de su objetivo.

 

-¿El último piso?- inquirió Ino apretando el botón al ver el cabeceo afirmativo del mayor.

 

-La oficina principal está en el último, Shikamaru lo dijo...- comento Naruto e Ino se aferró a su mano nerviosa por la expectativa viendo como los números del asesor cambiaban cada vez que superaban un piso.

 

-Cuando esta puerta se abra podremos ver a esa persona de nuevo...- susurro Ino y Naruto asintió serio mirando tan bien el marcador cambiar aferrándose a la mano temblorosa de su hermana.

 

-Solo un poco más...- dijo él.

 

***

 

En la recepción, los guardias habían llegado bajo las instrucciones de la recepcionista emprendieron la búsqueda de los infiltrados mientras ella se comunicaba con Rin para informarle lo que había pasado tendría suerte si no la despedían después  de ese día. ¡Quería abofetearse a sí misma por permitir que un par de niños la despistaran! ¡Pero! Que alzara la mano el que se sintiera seguro de poder mantener la cordura después de ser certeramente atacado con ese par de sonrisas risueñas... ¿Nadie? ¿A quién engañaba? ¡Alguien así no había nacido aun! ¡Esos rubios son un arma letal de dulzura! Pensaba para sí misma la  joven recepcionista mientras escuchaba el timbre del teléfono conectar con su jefa.

 

***

 

En el vestíbulo del despacho principal Rin acababa de salir de la oficina de Fugaku, traía su libreta de notas en las manos y algunos documentos de negocios importantes en unas carpetas. Se detuvo cuando sintió la vibración de su teléfono en su chaqueta.

 

-¿Diga?- inquirió cortes. La mujer al otro lado nerviosamente logro decirle que un par de estudiantes se habían infiltrado al elevador principal. Escucho el sonido del mismo anunciar su arribo y abrir sus puertas dejándola con la curiosa vista de dos rubios sujetándose de las manos y con sorpresa uno de ellos se parecía al Minato de la foto que Fugaku conservaba con recelo guardada en su escritorio. La voz del otro lado del teléfono le recordó que aún no había terminado la llamada y con la sorpresa impregnando su voz respondió a la joven recepcionista.- No te preocupes, no será necesario desplegar a seguridad. - la chica tras el teléfono le informo que ya lo había hecho y ella suspiro.- Cancela la operación y no te preocupes. Yo me hare responsable de esto. - dijo y seguidamente colgó.

 

Guardo su teléfono en su bolsillo nuevamente y con una sonrisa amable miro a los pequeños intrusos parados frente a ella. Se notaban nerviosos y apenados por los problemas que al parecer habían creado en su ida hasta ahí.

 

-¿Y bien? - dijo divertida por las caras nerviosas de los dos rubios- ¿Les puedo ayudar en algo?

 

***

 

Mientras tanto en la casa Shimura. Un furioso Danzou lidiaba con la aparente incompetencia de sus subordinados.

 

-¡¿Me estás diciendo que es imposible capturar a ninguno?!- resonó la pregunta en la habitación, el hombre que estaba aún de pie frente al temible dueño de esa voz temblaba y tragaba en acto reflejo de sus propios nervios. Jugueteaba con el nudo de la corbata sobre su cuello, odiando a la dama de la fortuna por ser el quien debía enfrentarse a los ojos enfurecidos de aquel anciano.

 

-Danzou-sama, la seguridad que tienen los objetivos es impenetrable.- reitero el hombrecillo- usted debe entender que es imposible realizar la captura sin evitar un conflicto.

 

Estaba tan enfrascado intentando explicarse que no se dio cuenta del momento en que Danzou llego hasta el apresándole por el cuello en un violento agarre.

 

-¿Conflicto?- siseo amenazante. El hombrecito no pudo evitar comparar la mirada de su jefe con la de una víbora a punto de asesinar a su presa.- ¡Te esperara algo peor que un conflicto si no me traes algo para esta noche!

 

-¡Entendido! ¡Danzou-sama!- grito el pobre sujeto asustado logrando con eso que el mayor le liberara y pudiese alejarse.

 

Danzou se paseó una vez más por la habitación como una fiera enjaulada buscando algo en lo que volcar la frustración que sentía. Encontrando una pequeña caja de madera adornada con tallados diversos de un estanque con peces, la tomo y la tiro con fuerza impactándola con la pared contraria. El impacto consiguió que la cerradura cediera y la caja vaciara el contenido en el suelo camino hasta la caja y sin poder evitarlo una sonrisa siniestra cruzo por sus labios al ver la imagen de la familia completa del Uchiha.

 

La única fotografía de la progenie Uchiha al completo, pero de hace muchos años atrás cuando la primogénita aún no había sido repudiada. La primogénita... Aquella mocosa que incluso siendo apenas la sombra de una mujer había despertado sus más bajos instintos de posesión.

 

Si no podía tener a uno de los mocosos que necesitaba para su venganza al menos tendría de vuelta algo que le fue negado hace mucho tiempo atrás. El pensamiento fue tan placentero para el anciano que su subordinado observo con asco como se relamía los labios mientras acariciaba la superficie de la fotografía en sus manos.

 

-Creo que después de todo... Obtendré un merecido premio Fugaku-sama...-  susurro siniestro comenzando a reír satisfecho.

 

***

 

En la oficina de Fugaku, un par de rubios infiltrados encaraban a una divertida Rin. Para ambos era claro que esa mujer era la que podía ayudarles o enviarlos de vuelta a recepción para sacarlos de ahí, tenía cierta aura que resultaba familiar pero a su vez les invadía un sentimiento de incomodidad ya que la expresión sonriente de la mujer no había desaparecido de su rostro ni siquiera cuando les vio salir del elevador.

 

-¡Sé que sonara tonto pero tenemos que ver al señor Uchiha!- se atrevió a decir Naruto con determinación. La castaña se cruzó de brazos y pareció examinarlos por lo que les pareció una eternidad. Seguro se negaría y llamaría a seguridad para que se encargara de ellos. Se miraron entre ellos expectantes.

 

La sonrisa de Rin se ensancho y con un asentimiento dijo.

 

-Entiendo, Fugaku-sama está ocupado ahora podrán verlo en unos diez o quince minutos si no les molesta esperar.- ambos rubios pusieron cara de sorpresa. ¿Enserio les dejaría pasar?

 

-¡No importa! - dijo Ino antes de que cambiara de opinión.- ¡Esperaremos lo que haga falta!

 

-De acuerdo.- respondió Rin satisfecha, diez o quince minutos serían suficientes para que su hermano descansara un poco. Mientras tanto ella aprovecharía a conocer un poco a los pequeños fugitivos.- ¿Les gustaría acompañarme con una tasa de Te?

 

Los rubios parpadearon al mismo tiempo y asintieron sonrientes, Rin quedo absorta en esos gestos y no pudo evitar pensar que ese par era adorable.

 

-Bien, síganme por favor...- dijo ella guiándoles a la sala de espera.

 

***

 

En el despacho ajeno a los inesperados visitantes Fugaku se encontraba recostado en su sofá favorito. Rin le había hecho trabajar sin descanso desde la mañana al parecer aún estaba molesta por los problemas que él había causado al mantener en secreto la seguridad adicional sobre sus hijos.

 

Aunque Hitachi resulto ser más problemático que los gemelos, ponerle seguridad había sido un dolor de cabeza, sobre todo porque el chico se la pasaba de un lado a otro sin un horario y debido a que poseía vehículo propio era aún más difícil monitorearle. En cambio tuvo que pedirle a Hiashi que colocara un dispositivo de rastreo en el vehículo y que vigilaran de esa forma los movimientos del mayor de sus hijos. Descubriendo que oscilaban entre tres lugares regulares, la universidad, la casa Nara y la casa de los Kato donde Shizune residía.

 

Al menos agradecía que su hijo no hubiese ido a reclamarle o algo el que mintiera acerca de Shizune, pero eso probablemente se lo debiera a ella. Seguro suponía que él se había enterado ya y que para evitar los problemas a Itachi le había convencido de guardar discreción. Lo sabía porque si él fuese Shizune también habría hecho algo similar, no esperaba que aun después de todo, la chica conservara cierta influencia en el moreno, aunque algo le decía que debió imaginarlo.

 

Se había tirado sobre el sofá en el mismo instante en que Rin salió de su despacho, espera que al menos le diera un respiro cerro los ojos y lo que para él fue un segundo cuando los abrió su visión borrosa le dijo que había pasado más tiempo.

 

-¿Onii-sama? - escucho la voz familiar de Rin quien le tocaba el brazo con cuidado para despertarle.- ¡Despierta!

 

-¿Rin?- dijo al tiempo que se levantaba del sillón quedando sentado.- ¿Porque estas aquí de nuevo? Todavía no han pasado mis diez minutos de descanso...- reprocho sin convicción pues su voz sonaba ronca por la reciente siesta que no recordó haber tomado.

 

-En eso te equivocas, pero sabes que si no fuese necesario no te habría molestado.- comento la castaña, el miro el reloj en la pared descubriendo que había pasado media hora desde que al fin había recibido un descanso, y con la misma parsimonia tomo atención de lo que su hermana decía sin conseguirlo realmente.

 

-¿Me dormí?- se preguntó a sí mismo en voz alta. Rin le escucho y respondió.

 

-Como un tronco. Pero supongo que no se puede evitar hoy tuvimos mucho trabajo.

 

Fugaku se levantó del sofá rumbo al baño para lavarse la cara y despejarse un poco. Desde ahí hablo.

 

-¿Y qué es tan importante como para despertarme?- pregunto espabilado, escucho a Rin reír en el despacho sin responderle. Salió del baño y tomo asiento tras su escritorio, esperando la respuesta a su pregunta.

 

-Tienes visitas Onii-sama.- anuncio Rin y el arqueo la ceja inquisitivo, no esperaba a nadie a menos que lo hubiese olvidado.- ¿No vas a preguntar de quien se trata?

 

-¿Importa?- devolvió el serio.

 

- Tal vez, quien sabe.- respondió ambigua.- son un par de chicos que conoces.

 

La expresión de Fugaku cambio de inquisitiva a seria, preguntándose si acaso se trataba de sus hijos.

 

-No son los gemelos.- le dijo la castaña adivinando sus pensamientos al tiempo que se daba la vuelta y caminaba a la entrada del despacho.- Los hare pasar, puedes tomarte tu tiempo. No quedan pendientes importantes por hoy y de lo que falta puedo encargarme sola.- hablo y abrió la puerta sin darle opción a replicar al moreno, dejando a la vista dos pares de ojos azules que le sacaron el aire al contemplarlos. ¿Que hacían esos dos ahí?

 

***

 

Lejos de ahí, ajenos a lo que pasaba los gemelos habían llegado a casa vieron con recelo el auto de su hermano a punto de salir de la casa apenas y tuvieron tiempo de detenerlo antes de que saliera para no volver hasta muy entrada la noche.

 

-¡Nii-san!- chillo por enésima vez Sakura. Le había preguntado al mayor si podían ir con él, ya había pasado una semana desde que habían convivido con su hermana mayor civilizadamente y cada vez que le pedían al mayor que les llevara cuando iba a verla él siempre se negaba, tal como había hecho segundos después de que lograron detenerlo anteponiendo sus propios cuerpos en el camino del deportivo rojo.

 

¡Era un egoísta! ¡Como siempre quería monopolizar a Shizune! ¡Pues no lo permitirían sin dar pelea! Por otro lado agradecían que los frenos de ese auto fueran tan confiables, ya que de lo contrario estarían gravemente heridos en ese momento.

 

-¡Sakura!- devolvió inflexivo Itachi mirando a la menor que comenzaba a utilizar su arma mortal "la técnica de los ojos llorosos" su firmeza flaqueo por un segundo, cuando recordó lo que siempre olvidaba cuando trataba con los gemelos. ¡Tenían ventaja de dos a uno!

 

-Sera mejor que te rindas Nii-san...- escucho Itachi la voz confiada de Sasuke justo en el asiento de atrás. Volteo lentamente solo para confirmar que el menor ya estaba instalado en el asiento posterior a él y el clic de la puerta contigua le aseguro que su gemela lo estaría pronto también.

 

-¡Si Nii-san no nos bajaras ni con espátula!- aseguro la menor con una sonrisa radiante.

 

-¡Chicos!- los reprendió sin mucha convicción, los gemelos simplemente se hicieron oídos sordos y comentaron entre ellos.

 

-¡Por cierto Sakura tu actuación fue impecable!- la joven sonrió satisfecha- por un segundo me la creí yo también...

 

-¡Gracias, gracias!- dijo bromista- ¿Cual será mi premio?- indago entusiasta. Sasuke pareció pensarlo y acercándose a la menor para tomarla del mentón delicadamente dijo.

 

-¿Qué te parece un beso en la frente?- Sakura se sonrojo inconscientemente y como si fuese una de las fans de Sasuke dijo.

 

-Sasuke-kun...- el moreno sonrió y se acercó más para cumplir con lo dicho al tiempo que su gemela cerraba sus pupilas dócilmente. Itachi solo podía ver ese teatro como lo que era TEATRO o bien como una maldita broma pesada de los gemelos. Y arto les dijo.

 

-¡¿Quieren detenerse?! ¡Parecen un par de torpes!- los gemelos sonrieron malévolos sin atisbo de haberse ofendido, pero terminando con su juego mirando de reojo al mayor con evidente burla. Itachi sintió un tic en su ceja y tuvo que respirar profundamente mientras contaba hasta diez para tranquilizarse. - ¡Ok, no soy su juguete! Y hacer este drama no hará que los lleve conmigo

 

-¡¿Eh?!- se quejó Sakura- ¿Porque? ¡No es justo! ¡Exijo una explicación!

 

-¡Cierto Nii-san! ¿Porque no nos quieres llevar?- pregunto fastidiado Sasuke.

 

-¡Porque hoy no puedo!- respondió en el mismo tono el mayor. Los gemelos lo miraron con sospecha - Hoy iré a ver a Shikamaru...- dijo exhausto y los menores alzaron una ceja especulativa.

 

-¿Ustedes volvieron?- pregunto curioso Sasuke.

 

-Si... Bueno no...-soltó un suspiro al tiempo que recargaba su frente en el volante y dijo- Estamos en eso...- trato de explicar los gemelos intercambiaron miradas entre ellos.

 

-¿Entonces no iras a visitar a Nee-san?- pregunto esta vez Sakura.

 

-Sí, planeo llevarla conmigo a ver a Shikamaru...- dijo y los gemelos se sorprendieron hasta quedar boquiabiertos. ¿De verdad Itachi planeaba presentar a Shizune y Shikamaru? -Quiero que ellos se conozcan pero los dos son muy testarudos y no accedieron tan fácilmente. Por eso es que me tomo tanto tiempo fuera de casa.- explico el mayor tranquilo.- Sé que están aburridos y fastidiados de estar vigilados todo el tiempo últimamente... Pero si no fuese necesario no habría hecho que lo aceptaran.

 

-Bien, por esta vez te dejaremos en paz...- declaro Sasuke y su gemela asintió de acuerdo. No podían hacer nada si se trataba de algo tan delicado como un encuentro entre las dos únicas personas que resultan imprescindibles para su hermano.

 

Ambos sabían muy bien lo que Shikamaru y Shizune significaban para su hermano y lo mal que se pondría por perder a cualquiera de ellos ya había pasado una vez en cada caso y los panoramas no habían sido muy alentadores. No es que Shikamaru hubiese estado en peligro de muerte o algo parecido pero cuando terminaron su relación aunque Itachi trataba de disimularlo había quedado devastado. No fue sino hasta que retomaron al menos su amistad que se recuperó un poco. Sin embargo ahora con Shizune en el cuadro el deseo del mayor porque estas dos personas se conozcan debe ser abrumador. Podían entenderlo perfectamente...

 

-Ojala y se lleven bien- animo Sakura.- Shikamaru suele ser un poco aprensivo con las personas nuevas...

 

-No es el único...- respondió sonriente Itachi. Sin más los gemelos se bajaron del auto y lo despidieron hasta que se fue.

 

Ambos se tomaron de la mano y regresaron a paso lento a la casa donde Yue la maid favorita de Itachi esperaba por ellos junto a sus manipulables guardaespaldas. Lo que les recordó lo último que había mencionado Itachi. Si todo estuviese bien ellos no estarían vigilados lo que los llevaba a pensar que algo estaba pasando y que era posible que fuese peligroso. Y como Hinata y sus hermanos al igual que Shikamaru estaban en las mismas la conclusión era que ese algo tenía que ver con la corporación Uchiha... Tal vez debían preguntarle a Itachi la próxima vez, fuese lo que fuese estaban seguros de poder manejarlo...

 

***

 

Naruto e Ino contemplaron la espaciosa y elegante oficina en la que habían entrado, hasta toparse con la mirada ébano del propietario. Reconocieron un leve atisbo de sorpresa al verles, que fue remplazado por un fuerte ceño fruncido que les hizo sentirle levemente intimidados.

 

-Buenas tardes.- dijeron en sincronía ambos rubios al tiempo que hacían una reverencia en forma de saludo. Escucharon al mayor levantarse de su escritorio antes de que ellos volvieran a quedar erguidos. Al levantar la cara vieron que él ya los esperaba junto a la pequeña sala que había a un costado.

 

Rin uso ese momento para salir de la habitación silenciosamente pero ambos rubios escucharon perfectamente la puerta cerrarse tras ellos y los pasos de la mujer alejarse por el pasillo.

 

-Tomen asiento.- dijo el mayor haciendo que ambos dieran un respingo. La voz del mayor sonaba distinta de como la recordaban, en el único encuentro que habían tenido. Aquella vez en el pasillo del hospital el mayor había mostrado preocupación por sus lesiones su voz había sido paternal en cambio ahora sonaba distante y hasta fría.

 

Se miraron entre si antes de decidirse a acercarse y sentarse en con el mayor. Ambos rubios le estudiaron meticulosamente, el ceño fruncido y el rictus que formo su boca le daban un aspecto amenazante y enfadado al mayor, sin embargo intuyeron que estos gestos se debían a la incomodidad que ellos representaban para él.

 

No podían juzgarlo por cómo se veía, no cuando Shikamaru y su padre habían dicho que el mayor frente a ellos era una buena persona que se vio forzado por las circunstancias a convertirse en lo que era hoy.

 

Para los mellizos en ese instante mientras veían a Fugaku Uchiha mirarles fijamente frente a ellos, todas las preguntas que querían hacerle habían desaparecido de sus mentes. El hombre frente a ellos no parecía el ogro que Shikamaru había dicho que creían los gemelos era, ni por asomo. Lucia solitario y hasta cierto punto había melancolía en sus ojos al mirarlos y para su sorpresa se descubrieron así mismos preocupados por el ¿Seria su padre la causa de aquel sentimiento de preocupación por el mayor? ¿Porque desde que habían visto lo que sus ojos transmitían solo podían sentirse apenados por él?

 

-¿Podrían dejar de mirarme así?- pregunto de repente Fugaku retomando una posición distinta en el sofá donde estaba.

 

La pregunta en si sonó lejana a oídos de los rubios, fue como si hubiesen viajado lejos en segundos y regresado demasiado rápido, aturdiéndose al instante.

 

-¿Cómo?- alcanzo a responder Ino temerosa y confundida de haber escuchado bien.

 

-Como si les doliera... Con lastima...- respondió el moreno con melancolía empañada en su voz. - No sé qué están pensando, pero sea lo que sea no se equivoquen. Yo no soy nadie por quien valga la pena sentir empatía o algo parecido...- comento sarcástico y medio sonriendo agrego- pensé que se parecían a su padre pero lo cierto es que solo le heredaron la apariencia...- los rubios le miraron con la boca abierta y la sonrisa del mayor se ensancho.- se parecen más a Kushina ella era... Un libro abierto...

 

Los rubios dejaron que su desconcierto se reflejara en sus caras. Fugaku se puso de pie y fue directo a la barra para servirse un coñac.

 

-Supongo que no lo saben, o quizá no lo recuerden... Pero ella era una mujer muy expresiva.- siguió su monologo el mayor dándose la vuelta con el vaso de licor en sus manos.- reía cuando estaba feliz, lloraba cuando estaba triste, hacia caras cuando se enfadaba y podía incluso golpearte... Minato... Su padre no era así, él se guardaba todo y luego lo dejaba salir con su violín...

 

-¿Sabe porque estamos aquí?- inquirió Naruto suprimiendo su estupor, Fugaku había tenido una metamorfosis a sus ojos, el hablar de sus padres había cambiado algo en sus ojos su melancolía había sido arrancada y sustituida con nostalgia.

 

-Lo cierto es que no- dijo el mayor volviendo a su lugar- pero lo supongo...

O podrían decírmelo y ahorrarme las especulaciones ¿No creen?- dijo Fugaku con cierta diversión. Era obvio que los dos rubios no esperaban que el voluntariamente decidiera hablar y para ser francos él tampoco lo esperaba.

 

-Lo sentimos mucho.- dijeron al unísono sonrojándose avergonzados. Fugaku sin poder evitarlo sonrio ante aquel gesto, liberando a los menores del evidente nerviosismo que tenían.

 

- En vez de disculparse ¿Porque mejor no me cuentan que es lo que les trajo por aquí?- insistió el moreno.

 

-¿La verdad? - pregunto Naruto y Fugaku asintió. -Nosotros...

 

-Nosotros no tenemos idea...- completo Ino bajando la cabeza. Fugaku estuvo a punto de reírse sin soltura, consiguiendo a duras penas controlarse al apretar su rodilla para contenerse. Estaba seguro de que si se reía, los menores no hablarían más.

 

- ¡Esta mañana lo decidimos a penas!- declaro Naruto efusivo.- Pero...

 

- Cuando llegamos solo podíamos pensar en cómo le haríamos para verlo...- completo Ino, cabizbaja.

 

Fugaku encontró curioso el cómo se comunicaban ambos rubios, completando mutuamente sus frases, como si supieran lo que diría su contra parte. Los gemelos solían sincronizarse al punto de que resultaba escalofriante, ellos se fusionaban en una sola mente, hablando al mismo tiempo y hasta haciendo los mismos gestos. Sin embargo el par de rubios seguían una dinámica diferente, manteniendo sus personalidades individuales aun si lograban sincronizarse su dinámica mantenía una unión distinta. Y darse cuenta de eso para Fugaku fue interesante.

 

- Entonces respóndanme esto...- dijo llamando la atención de ambos rubios- ¿Acaso se trata de mis hijos? ¿O mi idea original fue acertada y quizá Kakashi les conto sobre mí y el hecho de que conocí a sus padres?

 

Los rubios se asombraron ante la pregunta pero negaron en respuesta con un gesto de cabeza.

 

-¿No? - dijo pensativo y extrañado por no acertar en ninguna.- sí Kakashi no les dijo nada ¿Entonces que hacen aquí? – inquirió de nuevo el mayor y los rubios al fin confirmaron que en efectivo había mencionado a su padre por segunda vez… ¿Qué?

 

-¡Un momento!- dijo Ino exaltada y Naruto le siguió.- ¿Conoce a Kakashi-Otto-san?- Fugaku arqueo una ceja sutilmente y asintió antes de comentar.

 

-más que conocerlo diría que compartimos lazos de sangre...- respondió el moreno antes de tomar un trago de su licor.

 

La revelación dejo en momentáneo shock a ambos menores, ¿Acaso acaban de escuchar lo que su padre adoptivo y el padre de sus gemelos eran parientes?

 

-No sabíamos...-comento Naruto aun un poco perturbado.- ¿Exactamente que clase de lazos tienen?

 

-Somos hermanos... Medio hermanos en realidad- se corrigió.- pero hermanos al fin.

 

¡Oh por dios! ¿Cómo es que su padre adoptivo término siendo hermano del padre de sus gemelos? ¿Y eso en que les convertía a ellos? ¿Primos?

 

-No, eso no nos hace parientes ni de lejos.- los rubios le miraron raro ¿Leyó sus mentes?-  En todo caso sería posible solo si ustedes fuesen sus hijos congénitos.

 

-Lo sentimos...- se disculpó Naruto era obvio que tal como había dicho antes el mayor ellos dos eran muy expresivos y por lo tanto fáciles de entender lo que lo llevo a pensar en su verdadero padre y el vínculo que ellos también compartían- Nuestro padre...- susurro Naruto lo suficientemente alto como para que su hermana y el mayor le escucharan.

 

En un segundo Fugaku sintió que el ambiente se tornó serio y tenso. Era claro que no hablaba de Kakashi sino de Minato, ni sabía porque se sorprendía si era evidente que algo así irían a preguntar, tal vez Kakashi no les conto nada sobre ellos pero tal vez si algo sobre Minato.

 

Aunque en su interior solo quería sacar a aquellos dos  chicos de su oficina y zanjar el tema, lo correcto era hablar de frente era lo que les debía después de tanto problema solo para verle. No le gustaba sentirse obligado a decir nada, sobre todo porque si les dejaba quedarse podrían obtener todo lo que quisieran de él, y lo sabía porque esos ojos azules que poseían ambos rubios eran demasiado parecidos a los que Minato poseían el tributo más preciado que el recordaba de Minato que sin duda era el par de gemas azules en su mirada aquella que brillaba con cada nuevo descubrimiento, con cada sonido de una melodía...

 

Si, estaría en problemas si ese par de niños seguían mirándole con sus gemas azules de manera suplicante.

 

-Descubrimos un diario...- dijo Naruto.- de nuestro padre.

 

-En el su nombre es mencionado incontables veces. ¿Usted conoció a nuestros padres cierto? Fueron amigos hace mucho ¿No?- Siguió Ino.

 

Fugaku se limitó a escuchar en silencio sin afirmar o negar nada. Los rubios se dieron cuenta del cambio de actitud del mayor sin embargo insistieron.

 

-Solo queremos que nos diga algo sobre ellos, lo que sea...- dijo Naruto sin poder ocultar su tristeza.

 

Se sentía mal de dar tantos rodeos cuando en realidad quería preguntarle ¿Sí era cierto que había estado enamorado de su padre? ò ¿Sí él tenía razón en su diario y para el su padre era solo un amigo? Quería que le dijera con sus propias palabras lo que significaba el recuerdo de su padre para él y si fuese posible que les contara lo que había pasado hace mucho...

 

¿Porque nunca pudieron estar juntos? ¿Porque creyeron en las palabras de alguien más antes de intentar siquiera confesarse? ¿Porque? Esa pregunta seguía y seguía creciendo en su mente. Para Naruto en ese instante mientras veía a Fugaku Uchiha mirarles fijamente una de todas las preguntas “porque” resaltaba y para su sorpresa no tenía que ver con su madre o su padre, se preguntaba ¿Porque había dejado la música? ¿Sería su padre la causa? ¡Deberás quería preguntar! pero sabía que en el remoto caso que el mayor respondiera solo significaría reabrir viejas heridas en el corazón de aquel solitario hombre... Porque desde que había visto en sus ojos solo podía describirle de esa manera...

 

-Sí, los conocí...- respondió el acomodase en el sofá. - Pero que conociera a sus padres no significa que fuésemos amigos... - dijo meditando lo que diría a continuación. Preguntándose como reaccionarían ambos menores al escucharle, y concluyendo que eso no importaba. - Nosotros no éramos amigos... Tu madre era una mujer que no quería haberme topado nunca. –La afirmación un poco dura a su madre provoco que los dos menores se tensaran- Pero Minato, desde que los vi por primera vez...- dijo sin ocultar su mirada que tenía rastros de dolor- Me enamore ilusamente... o al menos lo hice durante un tiempo…

 

Los mellizos contemplaron con detenimiento la silueta de Fugaku en ese momento. Parecía solo, melancólico y de cierta forma dolía más que cualquier pensamiento sobre sus padres siendo obligados a conformarse con un amor por conveniencia. Dolía porque parecía que el mayor lloraría si pudiese en ese instante. Y dolía también porque en ese momento ellos no podrían consolarle mucho menos cuando las preguntas que harían lo lastimarían más...

 

-Antes de descubrir que era un amor no correspondido...- agrego compartiendo con ellos el vacío que sentía en su pecho.

 

-¿Porque piensa eso? ¿Le rechazo?- inquirió Ino con tristeza. Sentía que su pregunta haría daño al mayor pero sus labios dejaron salir las palabras sin que ella pudiese resistirse.

 

-Nunca me confesé en realidad pero era obvio que él amaba a otra persona. - respondió con simpleza. - Minato... Él se enamoró de su madre y se fueron juntos a Inglaterra...

 

-¿Por eso nunca le dijo que lo amaba?- pregunto esta vez Naruto. Fugaku suspiro antes de responder.

 

- No, esa no fue la razón. Y antes de que pregunten, les diré que pensé que era mejor evitarle los problemas.- dijo y terminando de un sorbo su coñac agrego- Tal vez para mi tu padre era más que un amigo pero para el nuestra amistad era muy importante, decirle “Te quiero” solo arruinaría eso…

 

Los mellizos se quedaron pensativos ante sus palabras sintieron que debían decirle lo poco que sabían, pero en sus corazones se preguntaban de que serviría decir nada ahora. El pasado no podría cambiarse, ni su padre reviviría... Sin embargo...

 

-Si le dijera... Hipotéticamente hablando. Que pudo haber sido correspondido.- empezó Naruto.

 

-Que papa también le amo... ¿Qué pensaría?- termino Ino.

 

-Que es imposible...- respondió rotundo el mayor.- Minato nunca me correspondió no tengo dudas de eso. El solo me  veía como un buen amigo.

 

Ambos rubios se desconcertaron al ver la determinación con la que había negado aquella posibilidad, ¿Cómo podía estar tan seguro? ¿Qué había pasado para que tuviese la certeza de que jamás fue correspondido? Querían preguntar pero la incertidumbre de saber que eso solo causaría problemas se los impedía.

 

-¿Porque?- pregunto Naruto sin saber bien si el mayor le entendería.

 

-Porque tu madre era la adecuada. - dijo Fugaku y ni siquiera supo porque lo dijo. – Incluso yo lo creí entonces y porque yo no podía arruinar su vida así. Aun si nunca me hubiese gustado conocer a Kushina, ella era tan buena que incluso yo no quise herirla ¿Se los dije no? Tu madre era un libro abierto... Ella lo amo desde el mismo instante en que se conocieron... Yo no me atreví a ponerme en medio de ellos. Por eso deje que ella quien lo amaba tanto lo tuviera…

 

-¡¿Pero no es lo mismo con usted?!- intervino Naruto sin entender sus razones ni por qué se irritaba de escuchar decir al mayor aquello con tanta entereza ¿Que no estaba triste porque su padre y madre solo se habían casado por...? ¿Que?

 

- Fue ella quien gano su corazón... Yo, supongo que no luche lo suficiente.- dijo el con solemnidad.- Acepte perderlo... hice mi vida, me case, tuve hijos y aunque cometí errores en el camino no puedo quejarme de la vida que llevo ahora.

 

-¿Usted es feliz?- cuestiono Ino sabiendo de ante mano la respuesta.

 

-¿Te lo parece?- inquirió el sínico, no es que quisiera ser grosero con la rubia, pero no le gustaba que fuese tan directa le recordaba a su madre, Kushina era sin dudas alguien que no dudaba en expresarse una cualidad que en ocasiones le resultaba molesta y admirable a partes iguales. No obstante sabía que no había sido el propósito de la menor causarle un disgusto y su cara apenada solo causo un leve remordimiento por responderle así.

 

-Lo siento... no era mi intención hacerte sentir incomoda. - se disculpó gentilmente consiguiendo que la menor le sonriera.

 

-No, tiene toda la razón por molestarse.- rebatió ella.- nosotros solo venimos a imponernos a usted y debería ser más comprensiva. – dijo sonriéndole.

 

Para Fugaku aquella sonrisa  de la menor  no era como la de Kushina, sin dudas ella sonreía como lo hacía Minato.

 

- A mi edad la felicidad es algo que ya no se busca…

 

-Por favor no diga eso… - Intervino Naruto serio y apenado- Todos buscan la felicidad… Todos quieren eso en su vida…

 

-Supongo que eso aplicaba para mí también, pero ahora ya no me importa.- Refuto el mayor desconcertando al rubio quien se limitó a mirarlo con pena.- Sinceramente cuando les vi en mi puerta solo quería que se fueran.- los rubios se encogieron aturdidos al escucharle -Sin embargo he me aquí hablando por mi cuenta, balbuceos sin sentido... –se pauso como pensando lo que diría a continuación y los rubios solo esperaron expectantes- Charlando con los hijos de un viejo amor sobre la felicidad… comparándoles con él a cada gesto que hacen ¿No les parece patético?

 

Ninguno de los mellizos se atrevió a hablar, no podían pensar en decir nada. Fugaku Uchiha había resultado ser inesperadamente alguien roto, el ellos solo estrujaban cada pedazo de su alma rota con su simple presencia en esa habitación. Sin saber cómo uno al otro buscaron sus manos hasta entrelazarlas, bajaron la cabeza y no se atrevieron a mirar de nuevo al mayor, sentían que no podrían reprimirse si lo hacían.

 

Llegaron ahí, motivados por saber sobre sus padres, conscientes de que tal vez lastimarían al mayor con su presencia, creyeron tontamente que podrían manejarlo, que sus motivos eran válidos para reabrir las heridas de un hombre que había sido llamado monstro por sus propios hijos… ¡Que egoístas habían sido! ¡Que tontos! ¡Y que mezquinos se sentían ahora!

 

Poco a poco sintieron que sus ojos se nublaban, querían llorar era algo que no podían soportar aun si se esforzaban, Naruto fue el primero en dejar salir gemido lastimero desde el fondo de su garganta, Ino no tardo en desbordarse tampoco, su bello rostro se había contraído en una mueca llorosa, mordiendo su labio en un fallido intento de evitar las lágrimas que ya estaban desparramadas por sus sonrojadas mejillas.  Fugaku no supo en qué momento se desplazó desde su lugar en sillón hasta ellos, pero sus manos ya estaban palmeando las suaves cabelleras de ambos menores que se aferraron a sus pantalones y se privaron en llanto. Permaneció de pie consolándoles hasta que su llanto comenzó a convertirse en leves espasmos, se veían realmente agotados por llorar sus orbes azules lucían hinchadas y rojas por el llanto, Fugaku no pudo evitar sentir ternura por esos rostros llorosos.

 

- ¿No se los dije antes?- La cuestión repentina llamo la atención de los menores- Yo no merezco que sientan pena por mi… no merezco que me traten así, no lo merezco… Así que no lloren más… No por mí al menos… -

 

Las lágrimas se secaron al instante, sustituidas por una inmensa pena, Fugaku Uchiha era una persona que necesitaba más que nadie sus lágrimas, alguien que había perdido todo y que apenas mantenía un trozo de su alma intacto, él no era un mostro, ni nada de lo que habían imaginado… Era un buen hombre bajo una máscara cruel, que no podía quitarse... No sabían porque pero ese hombre mayor les inspiraba ternura, cariño y unas ganas terribles de aferrarse a él… Si su padre no hubiese conocido a su madre ellos no habrían nacido, pero si eso no hubiese pasado ese hombre no estaría renunciando al cariño o preocupación hacia él, no alejaría a las personas diciendo que era un mostro. No cuando acariciaba sus cabezas con cuidado y secaba sus lágrimas con un rostro tan gentil… Fugaku Uchiha no era un mostro pero ¿porque no podían decirle eso de frente?  

 

Ambos rubios se aferraron sin aviso al mayor y le abrazaron, si no podían decirle lo que pensaban al menos intentarían decirle con sus acciones, no podrían consolarle ni devolverle nada de lo que había perdido hasta ahora pero al menos... Al menos podrían intentar sanar una herida a la vez… al menos podrían regalarle un abrazo, no importaba si los rechazaba, no importaba si les apartaba, si decía de nuevo que era algo que no valía la pena, ellos se aferrarían a él… y fue entonces que sintieron como las brazos del mayor los envolvía en un cálido abrazo.

 

-Enserio se parecen a su madre… -susurro con la voz ahogada el mayor- Ustedes también son un libro abierto….

 

 

Continuara….

Notas finales:

Bueno eso es todo por ahora...

 

Nos vemos para la que sigue...

Chaito.


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