Capítulo 37 Preparativos para el desastre Parte 1: Suposiciones
Durante el tiempo que permanecieron solos en la sala de música, a la espera de Itachi, Shizune y Shikamaru hablaron sobre lo que había estado pasando con los hermanos Uchiha. Desde los primeros encuentros con los gemelos, de cómo fue que Itachi se interesó por él. Y hasta algunas cosas sobre lo que les había llevado a terminar su relación. Hablaron de lo que pudo haber sido y de lo que fue, de su mutuo afecto para Itachi y de la razón por la que Shikamaru deseaba que ella comprendiera y dejara que Deidara fuese el futuro para el moreno.
Shizune escuchaba atenta cada detalle, cada palabra tranquila y serena del menor, haciendo preguntas cuando algo no le quedaba claro, dando su opinión cuando no estaba de acuerdo, pero sobre todo sintiendo cada emoción que nacía en ella al ver el cariño con el que Shikamaru Nara hablaba de su hermano. Supo que de cierta manera que la principal razón por la que su relación llego a su final fue por culpa suya. Según Shikamaru, Itachi había estado, todo ese tiempo buscando en el la sombra de lo que había sido ella. Reflejando su perdida y amor por ella en lo que había sido su romance.
Asimilarlo resultaba enfermo para la morena, después de todo ella e Itachi seguían siendo hermanos. Su unión y apego a ella debía ser más de familia que de otra cosa, sin embargo era consciente de que si Itachi no hubiese nacido como su hermano, sus reservas no existirían. Y admitiría más amor del que estaba permitido por él. Si, era muy enfermo enamorarte aunque fuese platónicamente de tu propio hermano.
Observo el perfil del castaño a su lado, por su forma de comportarse había notado su parecido con ella, pero físicamente eran la antítesis del contrario, desde sus rasgos faciales hasta el color de su piel, cabello y ojos, no había absolutamente nada que se pareciera remotamente a ella. Nada. Pero aun así, Itachi se había enamorado de él.
Shizune entendió que Itachi le veía como un remplazo para la ella tras creerla muerta, y el semblante triste pero sereno del menor le dijo que aquel hecho había sido doloroso pero que a su vez había quedado en el pasado. Su muerte había sumido a Itachi en el dolor, como un náufrago en el ancho mar. Shikamaru había sido el pedazo de playa que Itachi había encontrado antes de ahogarse y morir en ese mar, había sido el alivio a su desesperación y a pesar de lo que Shikamaru había dicho sobre solo ser un remplazo para su hermano, ella sabía que había sido más.
Sabía que aun si fue por poco tiempo Itachi y Shikamaru se habían amado, y ese amor había sido verdadero y real. Tanto que habían podido remendar los pedazos y convertirlo en una fuerte amistad apenas soportable para Itachi y llevadera para el Nara. Ellos se habían convertido en parte vital del otro. Entonces ¿Cómo esperaba que un chico que apenas y conoce a su hermano fuese capaz de aceptar eso?
Si Shikamaru tenía razón Deidara pasaría solo por lo mismo que el al creer que ella era lo más importante para su hermano, al creer que el solo le veía como un sustituto de ella. ¿Deidara podría superar eso? Lo dudaba, porque tal como lo veía ella para Itachi, Shikamaru era parte de su corazón alguien que no podía desechar con facilidad de su pasado y probablemente también sería la sombra que cubriría la relación que pudiese existir entre ellos. Para que lo que Shikamaru desea se cumpliera, primero sería necesario hacer que el tonto de Itachi aceptara al menos su atracción por el Namikaze, cosa que veía imposible, porque si conocía a su hermano las cadenas que el mismo pondría en su corazón impedirían al rubio entrar. Deidara tendría que ser muy paciente para que su amor fuese aceptado y esa paciencia debía ir acompañada de mucha resolución. Para aceptar que por más que quisiera ser el único en el corazón de su hermano, tal como ella había deseado alguna vez. Tendría que aceptar que debía compartirlo con Shikamaru también. Tal como lo había aceptado ella.
Sin dudas Shikamaru habría amado a su hermano y por la mirada que empañaba sus ojos cuando pensaba en él, y la ternura con la que pronunciaba su nombre ese amor seguía ahí intacto, dormido… Transformándose en algo más poderoso. Dibujo una sonrisa irónica ante ese pensamiento. Deidara debía aceptar muchas cosas antes de poder ser feliz con su hermano, y una de ellas era la pertenecía de Itachi y Shikamaru, y eso podía ser más aterrador que cualquier cosa. Lo había sido para Shikamaru un vez hace mucho cuando comprendió que Itachi no sería suyo completamente porque le pertenecía a ella primero y decidió no vivir con ello, o más bien no pudo vivir con ello ¿Deidara sería capaz de aceptarlo? ¿Su amor podría ser así de generoso? Ella no podría, querría monopolizarlo todo, y ante esa certeza de que su amor era egoísta, pensó que era bueno que Itachi fuese su hermano y no un hombre del cual enamorarse. Sin embargo, pensó concisa que de no haber fingido su muerte, tal vez la relación de Shikamaru e Itachi habría durado más, y tal vez también el amor de Shikamaru no se habría vuelto un sacrificio. Y eso la hizo sentir culpable de cierto modo.
No obstante, las cosas pasan por una razón. Y que el mismo Nara haya encomendado a alguien más el cuidado de Itachi debía ser para él menor un alivio. Ahora podrían cerrar el ciclo y encontrar a un nuevo amor. ¡O al menos eso esperaba Shikamaru! Pero había algo que aún no había decidido del todo y cosas que podrían salir mal de nuevo.
- ¿Te molesta que te haya preguntado todo esto?- Inquirió ella acomodándose en el sofá hasta parecer recostada del todo. Shikamaru frente a ella simplemente sonrió solemne.
-No. De hecho. Me lo esperaba. -Fue su respuesta despreocupada.- Itachi-Sempai siempre será alguien importante en mi pasado. Mi primer amor, pero ahora…- Dijo dubitativo- Yo quiero encontrar a la persona que estará en mi presente y futuro…- Shikamaru pareció recordar algo pues dibujo una sonrisa en su rostro antes de negar con la cabeza corrigiéndose- No, creo que ya le he encontrado… Solo que quiero dejar las cosas claras antes de poder, estar con ella…
-¿Estás diciendo que es hora de avanzar?- Cuestiono ligera. Shikamaru asintió- Itachi es eso que quieres dejar resuelto ¿No?
-Podría decirse que sí. Itachi-Sempai ya ha encontrado a ese alguien, solo necesita un empujón. Deidara-Sempai… -Agrego serio. Shizune arqueo la ceja intrigada por su cambio de semblante- Yo deberás espero que Deidara-Sempai pueda estar a su lado. No quiero que la historia se repita.
-¿Así que te diste cuenta eh?- Comento perspicaz la morena, no había esperado que Shikamaru hubiese notado lo fácil que sería que Itachi y Deidara cayeran en la misma historia que él. Ese chico realmente era muy intuitivo y conocía muy bien a Itachi, tanto quizás como ella.
-Sí. La razón por la que rompimos fue porque tú estabas en el medio. -Dijo directo, tuteándola por primera vez - Sempai, estaba conmigo pero de alguna forma siempre hubo una pared. Aunque tal vez solo la vi yo. Ahora estamos bien. Pero en cuanto puso sus ojos en Deidara- Sempai el patrón se repitió. -Explico, Shizune pareció distante en ese momento. Pero Shikamaru prosiguió.- Sempai intento usarme muchas veces para alejar a Deidara -Sempai. Cuando descubrió que estabas viva, vino a mí y con lágrimas me pidió quedarme a su lado. Yo lo amo, creo que siempre lo hare, por eso acepte quedarme a su lado. Pero el amor que le tengo es distinto al de antaño… Quiero que sea feliz, porque le amo. Y si recuperarte y tenerme a su lado es parte de ese objetivo, estoy contento con ello... Pero Deidara- Sempai el… Es la última pieza para que la felicidad de Sempai sea plena. Para que él pueda ser libre y con ello yo también…
-Deidara… Es lo que falta...- Susurro la morena mientras se sentaba derecha de nuevo. Shikamaru asintió y agrego.
-Por eso anhelo que Deidara- Sempai pueda mantener la mente despejada y no se deje amedrentar por Sempai. Shizune-san tú fuiste mi sombra y es probable que Deidara-Sempai me vea a mi como la suya...- Dijo cabizbajo- ¡Yo no quiero que eso pase! Sentir esa clase de sentimientos podría acabar con él, yo no pude soportarlo así que decidí apartarme, ponerme a salvo. Pero es probable que para Deidara- Sempai sea diferente, aun con el frio comportamiento de Sempai para con él, sus ojos siempre se iluminan cada vez que están en el mismo lugar, y se llenan de dolor con cada mala palabra que recibe de él. Estoy seguro de que Sempai lo destruiría antes de que el pudiese siquiera pensar en huir… Por eso espero que él pueda aceptar todo lo que Itachi Sempai es, que pueda aceptar que tenernos no significa que él no sea amado, que vernos no le cause malestar. Que pueda estar a su lado hasta ganar la confianza de ser plenamente amado por Sempai. Que este seguro de que entre ellos no existe ninguna sombra… Realmente quiero que ellos puedan estar juntos, sin sufrir por ello.
-Lo que dices es algo difícil...- Comento la morena poniéndose de pie. -Después de todo ese mocoso es muy estúpido cuando quiere serlo.
-Eso es algo cruel, pero supongo que no puede negarse.- concordó el Nara, entendiendo que la mayor se refería a Itachi.
- Deidara-kun tiene mucho que superar para poder estar con el torpe de mi hermano. - Dijo decidida.- Entiendo lo que intentas hacer, pero no creo que ese deseo pueda ser cumplido con facilidad.
-Estas siendo un poco ruda.- Dijo bromista - A estas alturas ya deberías saberlo Shizune-san, para Sempai tu sola existencia es irremplazable...
-Eso se aplica a ti también ¿No? –Regreso ella con sorna - ¡No importa lo que digas! -Agrego inmediatamente al ver que el menor le refutaría- ¡Para Itachi también eres irremplazable! Deidara-kun deberá aprender a lidiar con eso si quiere realmente estar al lado de Itachi. De lo contrario las dudas e inseguridades que se formen con forme estén juntos acabaran con él, tal como has dicho. Lo sé, pero creo que incluso si llegase a comprender el lazo que los une, aun si tú quieres que él no te vea como una amenaza, no podrás hacer nada si decide hacerlo. Shikamaru-kun, el amor es egoísta, duele, y probablemente llegue a ser insoportable. Y eso es algo que no podrás remediar si esos dos se empeñan en ello.
-¡No creo que haya nada de qué preocuparse! -Refuto Shikamaru con determinación.- Estoy seguro de que Deidara-Sempai podrá lograrlo. Tal vez el también necesite ayuda en algún punto pero estoy seguro de que podrá lograrlo. Sempai está atraído por él, solo tiene que darse cuenta de ello para que gane la confianza que sé que necesita.
-Si tú lo dices...- Respondió la morena yendo a la puerta. – Yo tengo mis dudas. Por cierto, dile a mi torpe hermano cuando vuelva que he decidido irme por mi cuenta.
Shikamaru la miro con incredulidad, al verle cambiar de actitud y tema como si nada.
-¿No vas a esperarlo?- Inquirió con estupor levantándose de su lugar.
-No sé si vaya a volver y no puedo seguirte imponiendo mi presencia en tu casa. Estoy segura de que cuando se le enfrié la cabeza, volverá aquí a disculparse.- Dijo como si no fuese nada.- Y quien sabe, si tus esperanzas son acertadas cuando vuelva ya no tengas que preocuparte por nada más…
-No importa eso, no puedo dejar que te vayas así nada más. –Dijo serio el menor y en ese momento una de las maid de la casa con la cabellera corta y rubia abrió la puerta de la estancia, sorprendiendo a ambos.
-Amo, le traigo una bandeja con entremeses, y un nuevo servicio de té. – Anuncio la muchacha adentrándose con un carrito de servicio con todo lo que parecía ser más una suculenta merienda que un simple entremés. Shizune vio con deleite la comida, ahora que recordaba en la mañana apenas había probado algo del desayuno y con todo el alboroto con Itachi no había tampoco tomado a conciencia su tasa anterior de té.
Se giró sobre si y volvió a su puesto con resignación fingida, no podía desperdiciar semejantes manjares, aun si se trataban solo de distintos tipos de sándwiches. Shikamaru parecía algo aliviado al verla sentarse de nuevo esperando que Samui le sirviera una taza de té.
***
En la recepción de la corporación Uchiha, la recepcionista acababa de ver parpadear la luz del elevador, los infiltrados, esos niños rubios que habían puesto su pellejo en el trabajo en juego seguramente venían en ese ascensor. Era un verdadera lástima no poder ni siquiera reclamar nada cuando vio que los dos rubios y una joven pelo negra vestida de doncella, tras ellos caminaban dirigiéndose a la salida. Los observo con el ceño fruncido en muestra de enojo, aunque no había pasado nada grave al dejar que ellos subieran hasta el despacho principal, pudieron haber hecho que perdiera su trabajo y eso a pesar de que le parecían unos niños muy bonitos le molestaba.
Como si sus pensamientos hubiesen sido de cierta forma captados por la doncella, quien le dedico una mirada de soslayo, algo intimidante. ¡Que! ¡Tenía derecho a estar molesta al menos! Se dijo la recepcionista sin dejarse intimidar, golpeando sin fuerza ni aplomo el escritorio frente a ella.
En cuanto el sonido se dejó escuchar tras el trio, los dos rubios se detuvieron abruptamente, Ino pareció buscar algo en su portafolio, bajo la curiosa mirada de su hermano y Lina. Cuando al fin obtuvo lo que buscaba se giró con lo que para la muchacha de recepción fue como una especie de revelación. La niña rubia se acercó hasta llegar a ella recargándose en el escritorio con una brillante sonrisa, no le dijo nada pero extendió su mano cerrada en un puño frente a ella. La chica no sabía cómo reaccionar aquella sonrisa deslumbrante era tan sincera que casi le da algo al verla, sonrisas tan puras como esas deberían estar prohibidas, para el público podrían hacer que alguien delicado del corazón sufriera un paro al instante. Casi sentía la necesidad de entrecerrar los ojos como si mientras más sonriera la joven rubia frente a ella más doloroso fuese mirar tanta luz.
Se fijó en que su mano seguía entendida frente a ella y con parsimonia levanto su palma para ver qué era lo que la chica quería. En cuanto puso su palma hacia arriba extendiéndola hacia la niña rubia, su sonrisa se ensancho más, y un par de chocolates de leche cayeron en su mano desconcertándola. Miro el contenido de su mano y después a la chica, que sonrió una vez más luminosa para decir antes de volver con las dos personas que le esperaban unos pasos adelante.
-Perdónanos por causarte problemas. Esos son como una compensación. ¡Espero que te gusten! ¡Son mis favoritos!–Dijo con alegría que no sabía de donde le salía a la rubia, mientras le daba adiós con las manos. Al llegar con su hermano, pareció decirle algo y el muchacho rubio la miro con cara de pena, hizo una reverencia informal quizá disculpándose también a la distancia para dedicarle a la par con su hermana una sonrisa más y un gesto de despedida con la mano.
Ella correspondió tardíamente la leve venia de ambos al irse, y cuando al fin cruzaron las puertas miro una vez más los chocolates en su palma, extrañamente se sintió relajada al verlos. ¡Ahora no había manera de que estuviese enfadada con esos niños!
-Son buenos chicos…- Se dijo destapando uno de los chocolates y llevándolo a su boca deleitándose con el sabor.
***
En el parque Deidara estaba consternado, por no decir desesperado. Estaba completamente seguro de que Itachi acaba de decir que se había enamorado de él. Lo había escuchado fuerte y claro. Era cierto que había pesado por un segundo que había sido su mente jugando con su cordura pero, ¡Estaba seguro de que lo había dicho! ¡No había enloquecido! O al menos eso creía.
De algún modo el mayor se había levantado de la banca que habían compartido minutos antes, le había soltado la mano y le había mirado con desdén. Comenzó a irse incluso antes de que el pudiese detenerle o exigirle una respuesta, se levantó con apenas unos segundos de retraso pero el mayor caminaba rápido y esos segundos habían bastado para hacer que él se le adelantara bastante. Prácticamente corría para poder alcanzarle, parecía molesto. ¡Y no tenía idea de porque! Es decir ¡Él no le había obligado a confesarse ni nada! ¿Verdad?
-¡Itachi-san! –Le llamo aún muy a atrás con la esperanza de que se detuviese. Pero el muy cretino siguió caminando, ignorándolo por completo.- ¡Esta bien! ¡De acuerdo! –Chillo molesto- ¡Si quieres huir, no me importa! ¡No vale la pena perseguir a un cobarde!- Dijo claramente molesto deteniéndose, vio como los pasos del moreno se hacían más y más lentos hasta detenerse. Traía las manos en los bolsillos y pareció sopesar lo que él había dicho.
El rubio se quedó dónde estaba no lo seguiría más. Incluso si no podía volver el solo ya se las arreglaría. Espero a ver qué era lo que el moreno haría y para su sorpresa se giró sobre sus pies y con clara molestia le miro fríamente. Deidara dio un salto sobre sí mismo aquella mirada era muy cruel, no le gustaba que le mirase así. Le lastimaba de hecho, incapaz de poder con esa afilada mirada agacho su cabeza, dolido. ¿Realmente había sido un decir nada más? Escucho pasos acercarse a él pero no se atrevió a mirar. Seguramente sería algún transeúnte del parque que pasaba por ahí.
El aroma a cierta colonia dulce y mentolada llego a su nariz y un par de zapatos que estaba seguro que eran de marca se posaron frente a él. Una mano grande y segura se posó sobre su cabeza gacha y la fue solo hasta que la voz seria de Itachi se escuchó que se atrevió a mirar hacia arriba.
-Lo de antes… No es algo que debías haber odio.- Sentencio mirándolo con profundidad.
-¿Porque?- Pregunto el rubio a punto de llorar.
-Porque… Hay una persona que me importa más…- Dijo sin aparente remordimiento.
-¿Te refieres a Shikamaru-kun?- Inquirió con voz inquieta, esperando a que el mayor asintiera cosa que no hizo. Pero era obvio que la respuesta era sí.
-¡Lo que dije olvídalo! Aun si me enamorase en serio de ti… Tu solo saldrás herido. Yo… No quiero que termines como Shikamaru… -Dijo el Uchiha intentando explicarse. Haciendo énfasis en que sus palabras habían incluido un “Creo” por lo que aún no era un hecho. – ¡Así que no lo hagas! ¡No te me acerques! ¡Olvida lo que dije!
El sabor de la decepción inundo su boca con esas palabras, pero algo dentro de él se negaba a aceptarlo.
-¡No lo hare! –Dijo determinado mirando con fijación a los ojos del mayor que tenía una cara de sorpresa por sus palabras - ¡No lo hare! ¡No lo hare! ¡No lo hare! –negó con vehemencia el rubio aferrándose al moreno. Enterrando su cara en su pecho deleitándose hasta embriagarse con su olor. – ¡Es demasiado tarde! –Sintió como las manos del mayor se aferraban a sus hombros para intentar quitarlo y es se aferró con más ímpetu
-¡Deidara!- Le llamo con desesperación.- Esto…
-¡No me importa si es imposible! –Grito como hacía mucho no hacia el rubio, con determinación, aguantándose las lágrimas que se empeñaban en colorear sus mejillas y hacer moquear su nariz. Se parándose del moreno solo lo suficiente para que el moreno pudiese ver que hablaba enserio. -¡Hare que me quieras!- Rezongo como un niño mimado- ¡Te enamoras de mí! ¡Así que prepárate! – dijo apuntándole con determinación el pecho. -¡Dirás que me amas! ¡Aun si tengo que obligarte a hacerlo!
-Deidara… -Fue lo único que Itachi pudo decir ante el rubio en sus brazos. Dibujo una sonrisa ladina y dejando que su impulso de querer besar la frente del menor se acercó a él y suavemente deposito un beso en la coronilla del rubio que sin más dejo que las lágrimas agolpadas en sus ojos fluyeran hasta caer ahí donde pudieran. – Lo recordare… -Susurro Itachi sin ser consciente de que la mirada ónice de una joven los vigilaba a la distancia.
***
Shikamaru y Shizune se encontraban en la estancia de la casa Nara. Habían trasladado el servicio de te ahí porque de esa modo podrían ver cuando el moreno se acercara de nuevo a la casa. Tenía un rato desde que, Itachi había salido de la casa perturbado. Y Shizune estaba comenzando a preocuparse y Shikamaru podía notarlo.
-No te creo que debas preocuparte. Sempai sabe cuidarse solo.- Comento tranquilo el castaño sorbiendo su té.
-No dudo eso. –Dijo ella algo mortificada por ser tan obvia- Pero no es como si fuese invencible.
-Tienes razón, fui algo insensible. –Convino el con sorpresa y la morena lo miro como diciendo que la palabra “algo” sobraba en su frase- Pero por eso Kim, una de mis doncellas lo mantiene vigilado.- Explico tomando un bocado de un sándwich- Si las cosas se ponen serias ella lo traerá sano y salvo. –Termino como si estuviese hablando del clima.
El comentario desconcertó a la Uchiha. Shikamaru no solo parecía entender del peligro al que ella se refería sino que había incluso tomado precauciones.
-¿No es solo él sabes? Mi propia casa está siendo vigilada. La casa Hyuga también. Incluso tus hermanos. Todos estamos custodiados desde hace unas semanas.
-Sabía que era cuestión de tiempo...- Dijo pensativa.- La fusión del grupo Hebi y la Corp. Uchiha se anunció más o menos en ese tiempo.
-Pareces muy enterada al respecto.- Comento Shikamaru. Shizune le miro con astucia.
-Puede ser. Pero solo estoy al tanto de algunas cosas.- Respondió recostándose en el respaldo del sillón.- Yo trabajo para el grupo Hebi- Dijo como si fuese evidente- Bueno Chihane Kato lo hace. Soy diseñadora de videojuegos, es un trabajo pesado, pero me da la libertad de elegir mi ritmo de trabajo.
-Vaya, no me lo esperaba.- Dijo con clara disimulo- Pero parece coincidir con tu estilo actual de vida verdad- Agrego ligero el menor. La morena asintió.
-Si... En la última reunión, dijeron que mi asignación de trabajo subiría cuando la fusión se realizara. Y que el departamento de publicidad de Corp. Uchiha se haría responsable de la publicidad de mi nuevo proyecto.
-Entiendo. ¿Así que con esa información has estado especulando las consecuencias de esa fusión no?
-Veo que no solo pareces astuto.- Comento en son de broma, el Nara solo sonrió satisfecho.- Sí nuestros padres han realizado algo tan riesgoso como una fusión. Las consecuencias serían una restructura completa.- Shikamaru escucho atento la explicación de la mayor.- El poder empresarial seria dividido entre algunos cuantos. Y los “No” necesarios perderían su lugar en esa nueva estructura. Entonces ¿Qué crees que pasaría? –Indago la joven con seriedad.
-La quiebra. - Agrego Shikamaru con certeza.
-¡Así es! Con una fusión el poder se reestructura. Y aquellos que pierden el suyo solo les queda aceptar la quiebra. En el caso de Corp. Uchiha, el sistema que se manejaba era compartido. Mi padre siempre había sido el principal pero tras él, mi abuelo dejo a un subordinado suyo como una especie de consejero externo, quien era un impedimento para la reestructura, impidiendo que su voto e influencia sobre las acciones negara la posibilidad de una fusión como ahora.
-Eso era cierto. Hasta que Fugaku-san comenzó a cambiar las cosas.- Alego Shikamaru.- según tengo entendido cuando el subió a la presidencia la situación de Corp. Uchiha era lamentable.
-Es cierto, por eso tu padre y los Hyuga consiguieron entrar a la corporación como socios y levantar la empresa. La estructura cambio y fue dividida en cinco. - Confirmo la morena. - Pero la fusión ha cambiado eso también.
-El que menos sea necesario será restituido con la fusiona para abrir paso al nuevo socio. Y que el poder se mantenga estable.- Comento Shikamaru
-En efecto, los inversionistas son necesarios y el único que deja de ser rentable es el consejero Externo. Y por tanto pierde su poder automáticamente. Sin embargo la consecuencia de esto es muy similar a las que abría en un golpe de estado. - Concluyo la joven con seriedad.
-¿La venganza? - Shizune asintió.
-Seria lo único que podría devolver el poder a alguien que lo ha perdido... -Asevero la Uchiha y con acritud agrego- Danzou Shimura es ese tipo de hombre. Su resentimiento es tan grande ahora que seguramente hará lo que sea por vengarse.
- Por eso, Nuestros padres parecen haberlo notado desde el comienzo. Y han esperado pacientes poder conseguir la reestructura. - Comento Shikamaru levantándose de su lugar para ir a la ventana.
- Parece el caso. Pero no podremos estar en paz hasta que ese sujeto sea completamente destruido.- dijo con ahínco. Shikamaru miro por la ventana su jardín. - hasta que todo los recursos que aún le queden sean completamente arrebatado es que podremos estar a salvo.
- Pero si eso pasara pronto nuestros padres no tomarían tan a apecho la seguridad. - cuestiono el menor.- todos estamos custodiado porque la inminencia del peligro aun es palpable. Y puede que sea solo especulación mía pero creo que los blancos principales son tus hermanos.
-No son puras especulaciones, es un hecho. Itachi puede manejarse por su cuenta y tú mismo has predispuesto un plan “B” al enviar a tu doncella con él. Pero los gemelos ellos son distintos. Ni siquiera han pensado lo que pasa. Son fáciles de manipular y seguramente Itachi ha conseguido que se mantengan ignorantes lo más posible.
-No dudo que sea así, pero incluso los gemelos al verse acorralados podrían defenderse a sí mismos. Esos dos podrán no tener idea de lo que pase a su alrededor, pero no tengo dudas de que saldrán intactos. - Dijo confiado el Nara. Shizune le miro con intensidad y finalmente acepto.
Los gemelos eran ingenuos pero también poderosos. No eran oponentes fáciles. Y si alguno estuviese en peligro su poder solo se haría más grande. Ella había probado una muestra de lo que uno de ellos era capaz de hacer. Y aun después de una semana el dolor seguía palpable en su cuerpo.
-Tienes razón... Danzou Shimura no es un rival digno para mis hermanos. - Dijo la morena levantándose con la intención de irse, ahora sí.
- no creo que tú seas una excepción Shizune-san puede que incluso tu debas tener cuidado. - la mayor detuvo su andar a la salida para girarse a mirarlo- como dije los Uchiha son los blancos principales...
-olvidas que yo no soy más una. No habría ningún beneficio si fuese elegida. Tenerme no pondría ninguna presión en el nuevo concejo y no devolvería nada a ese sujeto. ¿Recuerdas? Lo que la busca es recuperar el poder que le han quitado. Y tú y mis hermanos, serían más útil que yo una exiliada sin nombre...
-creo que en eso tienes razón pero...
-Estaré bien. Ese tipo no puede ganar si me elige. No ganara nada si lo hace. Por eso yo estoy descartada.- dijo ella volviendo a retomar su salida.
Continuara…