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ACORDE GEMELO por andherezu_rosui

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Notas del capitulo:

Hola a todas se que dije que actualizaria el viernes. Pero sali con mi madre y mi hermana a pasear y cuando volvi ya era un poco tarde, el fin de semana estuve ajetreada un poco asi que hasta hoy pudo actualizar. Disculpen la tardanza y espero no me fusilen por la espera.

¡Bueno, creo que es todo a leer!

Capítulo 38 Preparativo para el desastre Parte 2: Secuestro.

 

-Shizune-san no creo que debas irte por tu cuenta.- Dijo Shikamaru con cierto cansancio al ver a la joven salir de la estancia con paso lento. –Al menos deberías permitirme arreglarte un transporte. –Dijo siguiéndola.

-Estaré bien, no es necesario hacer algo así.- Dijo con petulancia la morena siguiendo su camino hasta la puerta principal, que cedió antes de que ella siquiera pudiese tocar la manija. -¡Que rayos! –Increpo impetuosa. Al ver que la puerta se abría ante ella dejando ver a la maid que antes había visto irse de la estancia de música tras haber susurrado algo al oído del menor. -¿Qué, todas las doncellas de esta casa son tan oportunas con las puertas?- Inquirió con ironía al recordar que antes había sido Samui quien le había impedido irse de la casa Nara al entrar tan improvisadamente a la sala de música.

-Yo diría que no es así, pero me alegra que Lina-chan haya llegado.- Respondido Shikamaru con una sonrisa discreta. La recién llegada doncella miro a su amo con una ceja levantada en inquisición pero el ver a la mayor de los Uchiha en la puerta dispuesta a salir la hizo entender la situación. Miro a la joven con pose estoica y tras una breve venia en reverencia dijo con voz calmosa.

-Por favor permítame acompañarla hasta el vehículo. – Ofreció, y con la misma giro hacia la salida donde un par de rubios veían todo con discreción. Shikamaru fue el primero en notarlos parados uno junto al otro con aire distraído y curioso.

-Oigan – Les llamó - ¿Cómo les fue? – Inquirió llegando hasta ellos dejando a una intrigada Shizune tras él, que no tardó mucho en seguirlo.

Los rubios se miraron entre si primero y por única respuesta dieron una sonrisa serena que confundió al Nara. Shizune se acercó a ellos y los saludo con una sonrisa y  la mano extendida moviéndola de un lado a otro.

-¿Acaban de volver? –Dijo la morena uniéndose a ellos.- ¿Una cita quizás? –Los rubios se sonrojaron ante la pregunta pero una vez más solo sonrieron en respuesta.

-Nee-san ¿Por qué esta aquí?- Pregunto Naruto un segundo después. La morena se cruzó de brazos y Shikamaru se relajó.

-¡Es una larga historia! –Dijo evasiva pero con aire de agobio. Los rubios parecieron entender y lo dejaron pasar dirigiendo su vista al deportivo rojo estacionado junto a la calle, Shikamaru dejo salir una mueca divertida y Shizune solo se limitó a lucir intrigada ante tanto mutismo, conocía a esos dos desde hace muy poco pero sabía que eran muy inquietos y platicadores, sin embargo hoy tenían cierto aire de madurez que la estaban poniendo nerviosa ¿Qué había pasado?

-Lo siento chicos, pero ni Sasuke ni Sakura han venido esta vez…- Dijo de repente sacando un sonrojo en ambos rubios el Nara. Shizune suspiro en reacción aliviada, habían regresado a la normalidad, era obvio que esos dos pensaran que los gemelos andarían por ahí, al ver el auto familiar de Itachi se dijo comprensiva.

-Nosotros no…- Balbuceo Ino sonrojada.

-Sí, si lo que digan. – Interrumpió Shikamaru. Y los rubios solo se sonrojaron hasta las orejas. – Shizune-san si de veras quieres regresar, Lina-chan te llevara ¿No crees que es mejor así? –Hablo el Nara dirigiéndose con naturalidad a la morena, que pareció pensarlo un segundo. Shikamaru no se daría por vencido tan fácilmente, era un digno rival, pensó satisfecha la morena levantando las manos en son de paz.

-Supongo, dile a Itachi que lo veré cuando este más tranquilo. – Se despidió yendo hasta donde Lina le esperaba. –Nos vemos, Naru, Ino…- Se despidió con un guiño coqueto. –Fue un placer Shikamaru… -Dijo seguido con una sonrisa al aludido que solo asintió en acuerdo. Los rubios la miraron irse.

Lina la ayudo a subir al auto y despidiéndose una vez más de su amo, subió al auto y salió de la casa Nara con su nuevo pasajero. Los tres menores se quedaron en el jardín viendo como el auto se iba.

-Entonces, Chihane –Nee-san realmente es la hermana de la que hablaban Sasuke y Sakura la otra vez…- Soltó de repente Ino sin más. Shikamaru pareció francamente sorprendido.

-¿Por qué es que sabes eso?- Pregunto al obviar el hecho de que lo de antes había sido una afirmación más que un simple comentario.

- ¡Ah! Eso es porque aquella vez que Onii-sama vino a nuestra casa a buscarlos Chihane- Nee-san vino con él. – explico franco Naruto.

-Entiendo. –Respondió el castaño rascándose la cabeza. Miro a Naruto e Ino y supo que a diferencia de Sasuke y Sakura esos dos eran más perceptivos. Desvió su mirada hacia el cielo pensativo dejando pasar el rato mirando a las nubes que flotaban despreocupadas ¡Como las envidiaba!

***

En la mansión Uchiha Sasuke y Sakura se encontraban encerrados en la habitación del primero, Sakura se había acomodado en el resquicio de la ventana, mientras esperaba a que Sasuke se decidiera por algún videojuego.

-¡Me estoy aburriendo! –Declaro al ver que el tiempo pasaba y el mayor no se decidía. – ¡Sasuke tengo hambre! –Se quejó agarrándose el estómago haciendo énfasis- ¡Vamos a la cocina!

-¡Podemos decirle a alguien que nos traiga comida! – Refuto el mayor mirando concentrado las portadas de los videojuegos en sus manos. Sakura hizo un puchero y miro por la ventana, vio como Yue hablaba con dos de los guardias que para ser sincera no tenía ni idea de cuándo es que habían sido contratados. Era la tercera vez que los veía dar patrullajes por ahí.

Comenzó a prestar atención cuando vio que habían más de ellos, a lo largo del jardín, arqueo una ceja intrigada y fue a inspeccionar del otro lado de la ventana. Que daba a la entrada de la casa,  se fijó que en el portón también había guardias y que dos más llegaban a relevar a los que habían estado ahí. Ya había contado más de diez, se dirigió a la puerta de la habitación y abrió asomando la cabeza.

-¿Se le ofrece algo Ojou-sama? –Escucho la voz de uno de las guaruras que los cuidaban después de clases, tomándola por sorpresa se paralizo, hasta el punto de palidecer del susto. Sin embargo no dejo que sus emociones se reflejaran, simplemente cerró la puerta sin responder. Apoyándose en ella hasta caer exhausta mientras se tomaba el pecho.

-Eso fue inesperado…- Dijo dejando salir el susto. Sasuke al fin se dignó a ver lo que hacía y con gesto curioso dijo.

-¿Qué te pasa?- Sakura lo miro con cara de circunstancias y finalmente dijo.

- ¿Ya te diste cuenta de que estamos atrapados aquí? – Sasuke, cambio su expresión a una seria de repente. Sakura pensó que tal vez él ya lo había notado por lo que le había dicho en cuanto se había ido Itachi que jugaran en su habitación. Gateo hasta quedar junto a su hermano para susurrar. - ¿Crees que algo este mal?

-No lo sé, pero es muy extraño que haya tanta vigilancia. – Alego el moreno dejando por la paz los videojuegos y recostándose en la alfombra.

- Sasuke-kun… -Le llamo la menor con un tono de voz cómplice y una risita malévola. Sasuke supo que su hermana estaba a punto de hacer una maldad pero no sabía a quién. - ¿No quieres averiguarlo? –Pregunto con gesto lúgubre. Sasuke trago en seco, Sakura podía ser imparable cuando se lo proponía, pero de vez en cuando podía seguirle el juego ¿No? Además él también quería averiguar. Pero…

-Eso es más molesto que otra cosa.- Comento Sasuke no secuestraria en su habitación a su guardaespaldas, no porque le importara sino porque no quería que entrara a su cuarto.-  Y aunque funcionase ninguno de esos dos nos dirá nada. – Mejor esperemos a Nii-san y le preguntamos. -Sugirió impávido.

-¡Eh! ¡Que aburrido! – Se quejó la menor. Volviendo a su estado normal.

Su conversación parecía ligera pero ambos sabían que algo estaba pasando a su alrededor, podrían salir y averiguarlo, pero su madre estaba en casa y lo menos que querían era toparse con ella y pasar algún momento incómodo. Lo único que podían suponer es que todo terminaría cuando la Corp. Uchiha finalizara con las negociaciones, porque si estaban seguros de algo era que su padre estaba tras todo ese alborotó.

Sakura se acostó junto al moreno quedando recostada sobre su brazo, Sasuke la atrajo hacia él y después de darle un beso en la cabeza se levantó para ir a la puerta, Sakura se quedó mirando algo confundida al mayor pero cuando este se giró para extenderle la mano en señal de que quería que lo acompañara ella se levantó con una sonrisa dispuesta a hacerlo.

-¿A dónde vamos? –Inquirió emocionada, quizá después de todo Sasuke si jugaría con ella. Decepcionándose al instante cuando el moreno respondió.

-¡Dijiste que tenías hambre! ¡Vamos a la cocina!

-¡Eh! – Respondió ella con desinterés pero dejando que Sasuke la guiara fuera de la habitación. -¡Que aburrido! –Fue lo último que dijo en forma de queja.

***

Mientras iban por el camino, Shizune iba sumida en sus pensamientos, miraba por la ventana casi con melancolía, podía sentir que algo estaba por pasar tal vez debió haber esperado a que su hermano volviera a la casa de Shikamaru antes de pensar en haberse ido. De todos modos, dudaba que esta vez Itachi fuese a perdonarla tan fácilmente, guardarle secretos sobre sus motivos del pasado había sido algo repentino para que Itachi lo descubriera. Pero de cierta manera se sentía con un peso menos en el pecho.

Lina observaba de vez en cuando a la primogénita de los Uchiha, por curioso que pareciera para algunos ella podía ver a kilómetros de distancia el parecido de la muchacha con su padre, era irónico como fue que pudo seguir caminando entre la gente sin que nadie jamás hubiese notado el parecido de su linaje. Dejando de lado sus facciones, o su actitud o la forma en la que vestía actualmente,  no era como si alguien hubiese podido pasar por alto sus rasgos. Esa aura de carisma que rodeaba a todos los descendientes Uchiha, era imposible de no notarla. Y sin embargo nadie lo había hecho.

Siendo ella una simple doncella de la casa Nara sabía que preguntar ¿Cómo había podido mantenerse oculta por tanto tiempo? No era algo que ella debiese indagar, sin embargo le gustaría poder hacerlo. Fugaku Uchiha por mucho que la hubiese querido exiliar de alguna forma debía haberla estado observando. Se preguntó con pesar que habría hecho ella si de la nada la obligaban a “deshacerse” de su propia sangre como le había pasado a su benefactor. Lo cierto es que no tenía idea, para empezar ella era una simple doncella sin nada que perder, solo tenía a su querido amo, y la generosidad de su benefactor, alguien como ella no podría entender incluso sabiendo todos los detalles de lo que el anterior líder de la familia Uchiha había hecho para que todo llegase a ser como era ahora.

Madara Uchiha, todavía aun después de muchos años ese nombre la hacía temblar. La única vez que había sido expuesta a su presencia había sido incapaz de dormir por más de tres días, pensando en que los ojos inyectados de sangre de aquel frio hombre la miraban. Y eso que lo único que tenía frente a ella, había sido un retrato que hacía ya mucho tiempo había sido retirado de la Casa Uchiha.

Lo único que podía hacer ahora para devolver la generosidad de Fugaku-sama para con ella una huérfana era proteger con su vida de ser necesario a su descendencia. Por eso había hecho lo imposible para que Itachi nunca se diera cuenta de que había estado en peligro, y había eliminado a todos esos sujetos que los perseguían. Estaba dispuesta a hacer lo mismo por esa joven en el asiento trasero, la protegería de cualquier cosa que pudiese pasar en esos momentos. Porque era consciente de que incluso si ella ya no portaba el apellido Uchiha esa chica no dejaba de ser la primogénita de su benefactor y por lo tanto un valioso miembro de esa familia rota.

-Shizune-sama…- Dijo sacando a la joven de sus pensamientos, que la miro con seriedad al reconocer su nombre de su boca. – Pronto llegaremos a su casa, pero me gustaría que escuchara una petición si no es mucho pedir.

La menor lucio extrañada por su familiaridad, y porque quizá fuese incomprensible como una simple doncella podría saber su verdadero nombre.

-¿Qué es? –Dijo un par de minutos después de pensarlo sin obtener respuesta.

-Shikamaru-sama, lucia inquieto con respecto a su seguridad. Sería mejor que se mantuviese a salvo y fuera del alcance del enemigo. – Explico ella con tranquilidad mientras manejaba. – No hay que descartar que usted puede estar en peligro tanto o más que sus hermanos, que tienen consigo a un escuadrón especializado de la policía custodiándolos.

-No sé cómo sabes de esto, pero es obvio que no piensas decírmelo, así que, no lo preguntare. –Dijo Shizune cruzándose de brazos mirando a la doncella por el retrovisor. – Pero, no hay nada de qué preocuparse, soy consciente de que hay peligro, pero yo no resulto nada de este conflicto. Sé que mi padre mantendrá las cosas bajo control. Y en cuanto a ese tipo, una vez que pierda todos sus recursos no podrá hacer nada más.

-Usted no lo entiende. –Afirmo Lina deteniéndose en un semáforo. –Ese tipo no es como usted supone, él es lo que queda de su abuelo, Danzou Shimura, no se detendrá por nimiedades como su apellido o su estatus, Madara Uchiha, su abuelo era un hombre implacable, y poco razonable, podría decirse que Danzou es su réplica. No debería tomar esto a la ligera. – Escucho como la Uchiha chisto los labios en protesta, al parecer no le gustaba que le dijeran lo que debía hacer. Pero eso también, Lina podía reconocerlo como que a regañadientes la menor le daba la razón.

-Oye ¿Cuál es tu nombre? – Pregunto con irritación. Lina no pudo evitar dibujar una sonrisa en su cara al reconocer ese gesto en la chica como uno que había visto hacer muchas veces a Rin-san y Fugaku-sama muchas veces.

-Mi nombre es Lee Nana… -Dijo con simpleza estacionando el auto frente a la casa Kato. – Pero desde que trabajo en la casa Nara todos me llaman Lina. – Shizune la miro escrutadoramente pero cabeceo en aceptación.

-Recordare tu nombre Lina-san…- Dijo al tiempo que se bajaba del auto. Lina la siguió después y con soltura le dijo.

-Ojala tome en cuenta mi petición, estoy segura de que usted es fuerte pero no creo que pueda hacer mucho en su estado actual. –Comento la joven antes de volver a subir al auto.

Shizune se quedó viendo anonadada el vehículo alejarse, esa chica era distinta de una simple doncella, incluso se había dado cuenta de que se sentía mal de nuevo. El ungüento que Shiho le había dado antes empezaba a desaparecer. Miro el cielo dorado del atardecer, absorta. Comenzaba a hacerse muy tarde ya pronto caería la noche.

***

En el parque, Itachi guiaba de vuelta a calles conocidas a Deidara. Comenzaría a oscurecer pronto y era lo menos que podía hacer por el rubio. De todos modos debía volver a la casa de Shikamaru para recuperar su auto y llevar a su hermana a casa.

-¿Itachi-san? –Llamo Deidara incómodo. Desde que había declarado que haría que Itachi se enamora de él, no es que estuviese arrepintiéndose ni nada pero ahora que estaba más tranquilo era consciente de que el moreno le llevaba tomado de la mano, desde entonces. No lo había soltado y pronto llegarían a la casa de Shikamaru. Así que, si les veía ¿Qué podría decir? Itachi y Shikamaru estaban juntos aun mientras el moreno le tomaba de la mano, no sería justo para Shikamaru.

-¿Qué pasa? –Pregunto inesperadamente amable el moreno deteniéndose para girarse a verlo. Deidara sintió un sonrojo apoderarse de sus mejillas. Pero negó con la cabeza. Itachi sonrió enternecido por la timidez inesperada del rubio, pero decidió no decir nada solo siguió caminando. Podía imaginar que era lo que pasaba por su cabeza en ese momento, pero estaba seguro de que si Shikamaru llegase a ver eso, solo le miraría con alivio y tal vez con algo de burla para avergonzarlo por ceder aunque fuese un poco a sus sentimientos por el rubio. Probablemente el Nara fuese el más emocionado con todo eso. 

 

No tardaron más en divisar la casa Nara  al doblar la esquina, y al mismo castaño de pie en el umbral hablando con los rubios Namikaze, conforme avanzaban hacia ellos  Deidara se notaba más inquieto, e Itachi opto por soltar su mano y guardárselas en los bolsillos de los pantalones. Justo en ese momento Shikamaru había girado su vista hacia ellos y aunque mostro sorpresa al inicio aquella sonrisa astuta le decía a Itachi que había visto suficiente para no dejarle en paz por eso.

Deidara en cambio agacho la cabeza al ver como los ojos de Itachi y Shikamaru se habían encontrado el uno al otro y se miraban como si pudiesen hablar entre ellos sin necesidad de palabras, era como si las palabras fuesen transmitidas en segundos en un lenguaje que solo esos dos podían entender. Y más que celos de eso, sintió tristeza preguntándose si algún día él podría superar aquella conexión entre esos dos. Sin darse cuenta habían llegado al patio de los Nara, sus hermanos ambos estaban ahí aun con sus uniformes puestos. Y brevemente noto que sus ojos lucían cansados.

-¡Qué bueno que regresaron! – Saludo Shikamaru sereno. – Pensé que no regresarías. – Le dijo a Itachi que desvió la mirada algo apenado.

-Solo necesitaba pensar es todo…- Respondió incómodo. - ¿Nee-san?

-Se ha ido. –Respondió el castaño. –Dijo que era mejor así, que la buscaras cuando estuvieses seguro. No te preocupes, Lina se ha encargado de llevarla a casa. – Dijo poniendo una mano en su brazo en pos de confórtale, Itachi apoyo su mano sobre la del Nara y le sonrió con cariño. Deidara vio el intercambio de nuevo sintiéndose desanimado. Era natural que Itachi volviera a querer el consuelo de Shikamaru, el solo había sido amable con él porque había perdido los estribos antes, Itachi le había dejado claro que Shikamaru era importante para él. Y él había creído entenderlo, pero ahora no estaba seguro. Quería irse y pensar.

-Dei- Nii ¿Dónde estabas? –Pregunto curiosa Ino. Y Naruto completo -¿Te perdiste?

-No, solo tuve que salir un rato. – Dijo incómodo, los mellizos lo miraron con curiosidad pero no dijeron nada más al respecto.

- Nos encontramos por el camino y decidimos venir juntos. –Agrego de la nada Itachi, aun sosteniendo la mano de Shikamaru sobre su brazo.

-Ah. –Dijeron al unísono los rubios mirando extrañados al moreno, ¿De cuándo acá su hermano e Itachi-san se habían vuelto buenos amigos?

-Bueno, nosotros debemos volver a la casa. Hay que prepara la cena… -Se excusó Deidara nervioso ya no quería seguir ahí. Así que jalo a los rubios mientras comenzaba a caminar rumbo a su propia casa.

-¡Deidara! –Escucho que Itachi le llamaba. E involuntariamente se detuvo. – Gracias por haberme escuchado hoy… -Él se quedó estático sin saber que decir o como tomar esas palabras, así que con esfuerzo logro asentir para después seguir su camino junto a sus hermanos.

-¿Sempai? –Cuestiono el castaño preocupado. Juraba que había visto que ellos venían de las manos, ¿Entonces porque Deidara parecía abatido? - ¿Paso algo malo?

-No, pero creo que el apenas se ha dado cuenta de que lo que ha dicho,  no será algo fácil de cumplir.- Explico Itachi acariciando la mejilla del Nara que en ese momento le miraba extrañado.

- ¿Quieres hablar conmigo al respecto? – Sugirió Shikamaru, Itachi acepto y entraron en la casa Nara. Deidara solo una vez giro su cabeza para ver y lo único que vio fue como el moreno acariciaba con ternura la mejilla de Shikamaru. Sonrió abatido pensando que sus palabras del parque habían sido por mucho un poco ingenuas.

***

A las afueras de Chidori Shizune acababa de llegar al estacionamiento trasero del local, de alguna forma la conversación con Lina la había dejado inquieta, ya tenía encima el estrés de haber discutido con Itachi, y la conversación con la morena no había hecho más que darle un sentimiento de encierro en su propia casa. No supo cuándo, pero cuando se vio a si misma había tomado las llaves de su moto y después de andar sin rumbo termino ahí, vería a sus amigos un rato para poder distraerse al menos. Se estaba quitando el casco apenas cuando repentinamente sintió como un par de brazos fornidos la rodeaban sobre los hombros inmovilizándola.

-¡Qué diablos!- Injurió antes que con la otra mano su atacante lograra cubrir su boca evitando que pudiera pedir auxilio y segundos después el piquete de una aguja entrando en su brazo, la hizo darse cuenta de que eso no se trataba de un simple asalto. ¡La estaba drogando! ¿Con que propósito? La adrenalina que sentía correr por sus venas en ese instante de reconocimiento, estaba alentando el efecto de la droga sobre ella, ¿Pero cuánto tiempo podría brindarle aquel vórtice de adrenalina? ¡No mucho! Se respondió así misma al instante pues se dio cuenta de que le era imposible cada vez más mantener los ojos abiertos y la fuerza se escapaba de su cuerpo. Los sonidos se distorsionaban y de no ser porque su agresor la mantenía sostenida hace mucho que habría caído al suelo.

-Tranquila…- Escucho que le decía otro sujeto a su lado. –Danzou-sama te tratara bien… Solo debes quedarte dormida…

El solo nombre que había escuchado le deba idea de que era lo que pasaba, ¿Pero? ¿Por qué ahora la involucraba? ¡Ella no era útil ya! Si ese tipo quería su poder de vuelta, ella no sería de utilidad, a menos que… ¿Venganza? ¿Danzou Shimura había elegido la venganza? Si era así, su padre quedaría devastado al saber que no pudo protegerla después de tanto. No podía permitirse ser atrapada con facilidad. No cuando su padre había hecho tanto para poder mantenerla lejos de esa guerra, ¡Tenía que hacer algo! ¡Lo que fuera! La puerta del Chidori estaba ahí, justo frente a ella… Solo debía llegar ahí. ¡No se los dejaría tan fácil! ¡No la usarían en contra de su padre! ¡No lo permitiría!

Como pudo encajo sus blancos dientes en la palma sobre su boca, quitándola de la misma, al instante acompañada de un quejido de dolor de su atacante, pero no fue suficiente para que la soltara de los hombros así que consiguiendo reunir fuerzas para resistirse a la droga levanto su pie y de un pisotón consiguió aplastar el pie de su captor, quien al instante la quiso soltar adolorido pero sin alejarse de ella. Al sentir que el agarre sobre su cuerpo se aflojaba, junto sus manos la derecha en un puño y la izquierda extendida sobre ella y como si empujara en un impulso hacia atrás, le encajo el codo en el abdomen con toda la fuerza que le quedaba, el hombre la soltó al fin y tambaleándose se alejó unos pasos cayendo al suelo en cuclillas.

-¡Maldición!- Dijo impotente, ni siquiera podría caminar hasta ponerse a salvo.

-¡Maldita mocosa! - Grito el segundo sujeto molesto al primero al verlo soltarla. -¡¿Cuanta droga le diste?!- Le espeto a su acompañante, acercándose a ella impaciente.

-No te preocupes, ya debe estar en sus límites- Respondió el primer hombre confiado y burlón, recuperado un poco del golpe que casi le sacaba el aire. Esa mocosa aun drogada podía dar golpes realmente fuertes- Pero es increíble que haya podido darme una paliza en ese estado.

- ¡Que patético eres!

-¡Cállate! ¡Ve y tráela antes de que alguien venga!- Le ordeno el primero.

Shizune no podía hacer más que permanecer en la misma posición en la que había caído sintió cada paso que el segundo agresor daba hacia ella, esperando a que estuviese lo suficientemente cerca, no podría hacer mucho pero debía al menos intentar llegar a la puerta ¡No se daría por vencida! Cuando aquel sujeto estuvo tras ella, se inclinó hacia delante apoyando sus manos extendidas firmemente al suelo, para poder ganar impulso levanto la cadera e impulso su pierna hacia atrás atinándole con efectividad una patada en pleno rostro del segundo captor, con un segundo impulso consiguió darle otro golpe en el pecho alejándolo de ella haciendo que cayera hacia atrás proyectado a su compañero...

-¡Chiquilla miserable!- Se quejó adolorido el segundo sosteniendo su cara, ahora era el primero quien se burlaba a risa tendida, quitándolo de encima suyo para ir tras su víctima.

-¿Qué crees que conseguirás haciendo eso? – Cuestiono con tono socarrón el primer atacante.

Ella intento ponerse de pie pero la droga ya había ganado la batalla empezado a marearla totalmente, levantarse hasta quedar erguida solo la había hecho incapaz de controlar su cuerpo entumecido. Sin remedio se dejó caer, llevándose consigo los botes de basura que retumbaron al chocar hasta golpear el suelo junto con ella quedando tendida boca abajo luchando por mantener los ojos abiertos, intentando mantener su conciencia pero sin posibilidad de conseguirlo.

No tardó mucho en sentir las manos de sus captores levantarla del suelo y echarla en brazos como si ella fuese un saco, antes de perder totalmente la  conciencia vio como la puerta del Chidori se abría y alcanzo a ver la silueta de alguien de pie ahí.

-Ayuda…- Susurro adormecida apenas y ella misma se pudo escuchar.

Quiso gritar pero ya era demasiado tarde la oscuridad se apoderó de su mente y no sabría qué había pasado con ella hasta que lograra salir de la bruma que le impedía moverse. El último pensamiento que cruzo por su mente semidormida fue el rostro de su padre hacia mucho cuando frio en el hospital le había dicho que era mejor para ella permanecer muerta… Y al parecer… Había tenido razón…

 

Continuara…

 

Notas finales:

Espero que no me quieren fusilar ¡Lo digo enserio! @-@ Este cap puede que deje a muchas con cara de ¡WTF! Pero espero y aun asi me dejen un RR la continuacion la subire para mañana por la noche asi que espero al menos encontrar un RR para entonces.

¡Nos acercamos a un momento pinch! Ojala y nuestros personajes puedan con ello.
Nos vemos...


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