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ACORDE GEMELO por andherezu_rosui

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Notas del capitulo:

¡Hola niñ@s!

¿Como han estado? Yo no muy bien u_u estoy aun atascada en el rancho de mi familia. Y hoy vine especialmente a publicar al ciber porque sinceramente ya me harte de estar todo el dia haciendo nada... 

Espero puedan aliviar mi aburrimiento y me dejen leer unos RR. Este capítulo es algo aburrido a mi parecer pero contiene informacion valiosa para el siguiente y que desenlaza algunas cosas de los capitulos anteriores. 

El capítulo que sigue no tengo idea de cuando lo subire. Porque no se cuando regrese a la ciudad. En fin los RR anteriores intentare responderlos hoy si no se me acaba la hora de internet antes. 

Por ahora... Lean y disfruten... Y nos vemos para la que sigue.

Capítulo 45 Dime...

 

No había podido dormir.

El sonido de su celular no dejaba de sonar, Shikamaru lo había programado para que sonara tres horas después de cuando se había acostado a dormir que era exactamente dos horas y media atrás, no creía haberse equivocado al programar la alarma pero recordaba vagamente estar soñoliento cuando apretaba las teclas del ruidoso aparato, sin molestarse en verificarlo. Tanteó la mesa de noche junto a su cama buscando tomarlo sin querer abrir los ojos, no estaba dormido antes de que empezará a sonar pero eso no significaba que quisiera levantarse.

Se había mantenido despierto con los ojos cerrados intentando conciliar el sueño en un estado de cansancio velado. Era como si inconscientemente se negara a caer en los brazos de Morfeo. La sensación que había tenido desde que había acomodado su cuerpo en la mullida cama era similar a la que sientes después de ver una película de terror.

Pero él no había visto ninguna película…

Él había visto de cerca la muerte esa noche, olido el fétido olor de la sangre que bañaba la tierra humedeciéndola e impregnando el olor en el aire que se había esforzado por respirar sin que este le causara nauseas. Se sentó con parsimonia al no poder encontrar el aparato sin ver, estiró su mano hacia él, en cuanto lo ubicó un poco más lejos de donde recordaba haberlo dejado minutos antes y observó con curiosidad la pantalla que le mostraba un número privado restringido.

-¿Diga?- Inquirió a modo de saludo, apenas un segundo antes de que la voz dulce y angustiada de una mujer que reconoció después como la de su madre le decía.

-¡Shikamaru-kun! ¿Te encuentras bien? ¡Dime que no has tenido nada que ver con el incidente en esa casa! ¿Shikamaru-kun?

-¿Madre? ¿De qué incidente estás hablando? –Respondió él en tono alerta. Escuchó a su madre suspirar con alivio antes de decir.

-¡Sabía que tu no tenías nada que ver con eso!- Instantáneamente frunció el ceño al escucharla.

-¿Madre podrías decirme de que hablas?- Le cuestionó con impaciencia.

-¡Del incidente horrible en la casa Shimura!- Respondió la mujer ajena a su expresión de palidez en ese instante, busco con la vista el control remoto de su televisión y sin demora alguna al encontrarlo, la encendió. -¿Shikamaru-kun estas escuchando? –Indagó su madre de nuevo con tono preocupado. Sin embargo, él no respondió, no habría podido aun si quisiera.

No, cuando en las noticias estaban presentando la escena necrótica que había quedado en la casa Shimura, censurada ineptamente por una cuadricula de pixeles que apenas cubría nada de la escena. El sonido del helicóptero del reportero en la pantalla de pronto le pareció lejano, bajó el teléfono hasta posarlo en su regazo, incapaz de concentrarse en nada sólo en la imagen que se presentaba en pantalla donde un torso mutilado era mostrado. Recordaba a ese hombre, Kim, había utilizado sus hilos y lo había matado cuando el sujeto quiso ir tras Kakashi y Rin que huían hacia el punto seguro donde Sempai esperaba.

La trampa invisible de hilos le había atrapado y tensado hasta enterrarse en sus ropajes y llegar a su piel que cedió como si se tratarse de mantequilla, él había visto la sangre salir a borbotones de la mortal herida que Kim le había infringido al no permitirle escapar, cuando él le había ordenado eliminarlo “sí, se resistía”. El problema había sido que se había resistido y eso había condenado a aquel hombre.

¿Existía acaso algo que no hubiese llevado a ese hombre a la muerte que tuvo? No se respondió absorto, todos esos hombres habían elegido su muerte. La cuestión era ¿Por qué? ¡No tenía sentido! Así como no tenía sentido que los medios estuviesen al tanto de la situación si hacia menos de tres horas habían dejado la casa.

La voz lejana de su madre llamándole por su nombre a través del teléfono era apenas un zumbido en su mente, la sangre esparcida y seca a esas alturas en la tierra se podría notar sin necesidad de que nadie esclareciera que era. Sintió helarse las puntas de sus dedos y un escalofrió le recorrió el cuerpo erizándole la piel al darse cuenta de eso, y recordar la sensación de haber pisado la mano amputada de uno de esos hombres muertos.

Una arqueada se hizo presente en ese instante provocando que llevara sus manos a su boca en un fútil intento de detenerlas, con prisa y a trompicones salió de su cama para apenas conseguir llegar al baño, antes de vaciar su estómago. Sin pararse a pensar en ningún momento en el olvidado teléfono entre sus sábanas, donde la voz angustiada de su madre seguía llamándole una y otra vez. En el baño, cuando las arqueadas al fin remitieron, al fin se dio cuenta de que un par de ojos avellana y roja cabellera le observaban con aflicción desde la puerta. Al verla ahí extendió su mano hacia la muchacha susurrando su nombre con voz afectada.

-Tayuya… -Su doncella corrió a su lado para ayudarlo a ponerse de pie y asearse, sosteniendo la mano que el tan desesperadamente le tendía, hasta acurrucarlo sobre su pecho en pos de querer confortarle.

-Todo está bien Boc-chan. Todo estará bien… -Le susurró gentil la muchacha acariciando su espalda con ternura. Y Shikamaru deseó con todas sus fuerzas, que ella tuviese razón.

***

Al mismo tiempo justo en la casa de al lado Iruka estaba acariciando con ternura la platinada cabellera de su príncipe ¿Cuánto hacía ya desde que había decidido llamarlo así en su mente? Se preguntó observando con ternura el rostro dormido de Kakashi recostado sobre su vientre, dibujando una sonrisa nostálgica ante el recuerdo un tanto agridulce de él mismo teniendo un dilema al respecto y al final aceptando aun si fue a regañadientes que no había ningún otro apelativo con el que podría dirigirse a él, aun ahora.

Verlo en la madrugada con la cara perdida en pensamientos ajenos a él, le perturbó, sea lo que fuese había pasado durante el tiempo que había estado lejos de él, le había dejado algo en claro, Kakashi no quería recordarlo y él tenía miedo de preguntar. Kakashi había tardado un buen rato despierto, antes de conseguir adormilarse como hasta ahora, sus manos estaban inflamadas y parecían más grandes de lo normal, él se las había vendado tras haberle dado un masaje, con el fin de evitar que se inflamaran o amorataran aunque por los dedos hinchados que sobresalían en el vendaje supo que el masaje no había funcionado mucho.

Había entrado una sola vez al cuarto de baño para buscar el botiquín que ahí guardaban, y lo que descubrió en el lugar le secó la garganta al instante. Las ropas que el pelo plata había usado durante la noche estaban desperdigadas por el suelo del lugar, un par de guantes negros estaban remojados en el lavado donde el agua se había tornado roja, su camisa tenía un par de cortes y vestigios de lo que estaba seguro era sangre. Pero lo que le aterró no fue pensar que todas esas manchas pertenecieran a la sangre de Kakashi, si no el saber que no era de él.

Trémulo dejo la ropa desperdigada sobre el lavabo y con prisa sacó lo el botiquín, relegando sus conjeturas a lo más profundo de su mente, convencido de que ahora lo que debía hacer era permanecer con Kakashi hasta que el al fin había conseguido dormitar en un sueño ligero que él más mínimo cambio en él podría despertarlo.

Le gustaba ver el rostro placido del pelo plata al dormir, sus largas pestañas negras y quebradas, su respingada nariz que quedaba perfecta en su perfilado rostro, la suave respiración que exhalaba por sus labios entreabiertos como un lánguido suspiro. La noche anterior había sentido que no vería otra vez a su esposo, temía por él. Pero afortunadamente, esa mañana había amanecido a su lado, abrazado a él.

Sabía que él había pasado por mucho la noche anterior, su actitud reservada y distante le decían que aquello no quería compartirlo con él, pero sabía también, que cuando estuviese listo Kakashi se lo contaría. Por ahora se mantendría a su lado, vigilando su sueño inquieto, procurando que nada le molestase.

Y así había sido hasta que el sonido del celular de Kakashi tirado en alguna parte de sus ropas en el baño comenzó a sonar haciendo eco desde el baño hasta donde ellos dos estaban. Un paulatino movimiento de Kakashi y su cambio de respiración le indicaron que el ruido había bastado para que el despertara, apartándose de su regazo conforme se sentaba en la cama.

-Lo siento Kakashi iré a buscarlo y lo apagaré. – Dijo instantáneamente Iruka corriendo al baño para rebuscar con prisa entre el desastre que eran las ropas de Kakashi tirándolas de nuevo en el suelo, encontrando el celular que había detenido su timbre para comenzar a sonar otra vez en cuanto lo tuvo en sus manos. Iruka observó curioso el nombre del contacto en la pantalla que identificaba a la persona al otro lado como “Imotou”, tan absorto quedó, que no pudo hacer nada cuando Kakashi tomo el aparato de sus manos y contesto, dándose cuenta de que le había seguido a la habitación del baño.

-¿Qué pasa Rin? – Preguntó Kakashi con voz ronca por haber despertado apenas, bajo la mirada angustiada de Iruka.

**

Al otro lado de la línea en el auto deportivo de Rin, esta última se encontraba de camino a la empresa, a su lado Lina conducía su auto con rapidez y control para ir a más de la velocidad permitida, no esperaba menos de su preciosa novia se dijo con orgullo. Sin embargo ahora debía decirle a su hermano lo que pasaba.

Por un segundo se había preocupado de que tardase tanto en responder, pero aparte de su voz adormilada no parecía estar mal.

-Lamento molestarte tan temprano Nii-sama ¿Te desperté?- Le preguntó con naturalidad. Su hermano al otro lado pareció tardar en comprender la pregunta y responder al final con un simple.

-Si… ¿Sucede algo? –Le escucho inquirir un poco agraviado, Rin supuso entonces que el mayor no estaba tan bien como suponía al principio y se preguntó si era necesario informarle sobre lo que estaba pasando en cadena nacional.- ¿Rin?

-Lo siento. Si hay algo…- Dijo con incertidumbre, pues el silencio de su hermano se volvía entre ratos decaído.- Solo quería informarte que los medios ya han comenzado a moverse…- El sonido de su hermano caminando y buscando algo se dejó escuchar por el auricular del teléfono segundos después y antes de que ella supiera que estaba pasando, escuchó el eco de la televisión encenderse y a un comentarista hablar de lo que ambos sabían era el resultado de su travesía la noche anterior. - ¿Nii-sama?

-Entiendo. No te preocupes por mi.- Dijo Kakashi con tono abrumado.- Estoy bien, Fugaku-Nii-san te necesita en estos momentos, lamento que tenga que ser así estando lastimada.

-Eso no es relevante. –Le dijo ella con ternura en la voz y en la mirada que le dedicó a Nana a su lado.- Pero Nii-sama, también estoy de tu lado. Sé que apenas nos hemos conocido y no en las mejores circunstancias… Pero tú también eres mi apreciado hermano mayor. Y no quiero que lo de anoche se convierta en una pesadilla que marque nuestra futura relación. – Aclaró con tono un tanto malcriado, que dibujo una sonrisa en Lina que la había escuchado.

**

Al otro lado Kakashi no pudo evitar componer una sonrisa de alivio, al escuchar a su hermana ser tan firme. Casi se sentía idiota al sentirse extraño al reflexionar lo que había pasado. Iruka a su lado parecía asustado, por él.

Pero eso sólo era una firme prueba de que su esposo estaba también a su lado.

-Gracias Rin. Mantenme informado de lo que pase. – Le dijo a la joven que con un simple sonido afirmativo se despidió de él y colgó. Iruka a su lado seguía a la expectativa, con ojos empañados por la angustia mientras le miraba en silencio, sin atreverse a ver lo que el televisor mostraba en su pantalla.

-Iruka…- Le dijo acariciando su mejilla con cariño.- Lo siento. Pareciera que solo te estoy causando molestias últimamente. –El castaño desorbitó sus ojos al escucharle, frunciendo el ceño al entender las palabras.

-¡Estoy de acuerdo! –Declaró Iruka con tono molesto, colocando un gesto desconcertado en el pelo plata. - ¡Lo haces! ¿Acaso te gusta causarme preocupaciones? – Reprochó con tono similar al que tendría un niño malcriado, sin embargo Iruka se había aferrado a él con manos temblorosas y había escondido su mirada de la suya, Kakashi entonces supo que en verdad era muy afortunado de estar con el castaño, al cual acunó entre sus brazos para esta vez ser él, quien le reconfortara y calmara el llanto ahogado, manteniéndole entre sus brazos.

-Lo siento mucho. No volveré a hacerlo nunca más…- Le susurró cálido repartiendo caricias en la espalda de su amado que asentía en respuesta incapaz de responderle de otra forma debido al llanto.

***

Habían despertado. La luz que entraba por su ventana lo había hecho. Pero ninguno de los dos se había atrevido a moverse ni un centímetro de la posición en la que habían dormido esa noche. Mirándose de frente fijamente, intentando transmitir en sus esmeraldas verdes el miedo que comenzaba a apoderarse de ella, recibiendo de las perlas oscuras de él, el mismo sentimiento convertido en incertidumbre al formular una pregunta que flotaba entre ellos como una bruma angustiante… ¿Había sido real?

Lo era… Se dijeron en mudo entendimiento. Pues ambos sentían el leve dolor en sus vientres y en sus cabezas, consecuencias de haber desafiado a su padre una vez más sin éxito alguno.

Sin embargo, lo más perturbador en ese momento era la sensación de haber sido cargados con ternura y arropados de igual forma, ¿Acaso eso había sido un sueño? Quizás… No obstante aquella sensación evitaba que ellos dos decidieran salir de la cama y permanecer en ella cerrando los ojos cuando el chasquido de la puerta se dejó escuchar al abrirse con lentitud, para después dejar entrar a quizás alguna de las sirvientas que al verles dormir, volvió a salir sin más de la habitación.

***

La mañana para los hermanos Namikaze fue aparentemente normal. Deidara se había hecho cargo de preparar los alimentos e Ino de servirlos. Ya sólo faltaba llevar la bandeja con los tazones de fruta a la mesa, y Naruto que fue él último en ingresar en la cocina decidió ayudar llevándolas.

-Gracias Naru- Nii. –Dijo la rubia quitándose el mandil que llevaba puesto.

-No es nada.- Respondió Naruto colocando cada tazón al lado de cada plato servido, sostuvo el tazón faltante con su mano derecha para dejar la bandeja en la mesa y sentarse a desayunar. Fue un sólo segundo en el que tardó en colocar la bandeja al otro lado de la mesa, pero bastó para que sintiese un leve hormigueo en su brazo desde su codo, perdiendo la fuerza y dejando caer estrepitosamente el tazón con fruta al suelo. El ruido había asustado a Ino y Deidara que preocupados corrieron a su lado, revisando su mano vendada. 

-¡Dios, Naruto! ¿Estás bien?- Interrogó Deidara preocupado.- Mirando el brazo del menor.

-¿Te hiciste daño?- Preguntó Ino sobresaltada.

Por más insistencia que hubiese hecho Naruto al asegurar que había sido un simple descuido, Ino no se quedó contenta, pidiendo ayudarle a alimentarse, aun si ella misma se veía en la necesidad de aplazar su propio consumo de alimentos. Naruto no estaba contento con la situación, no le gustaba asustar así a su hermana, mucho menos preocupar al resto de su familia.

Su abuela le había dicho que los resultados de sus exámenes médicos estarían en tres días más, suponía que era normal sentir aquel calambre en su brazo, o el entumecimiento en los dedos y que el dolor en la muñeca pasaría con el cuidado pertinente aunque últimamente se hacían más y más frecuentes, y difíciles de disimular.

*

Ino todavía se sentía dolida por haber sido excluida durante la conversación con sus abuelos, así que no le importó el semblante resignado de Naruto al abrir la boca y aceptar  todo lo que muy atentamente le ofrecía. Se reusaba a ser una simple espectadora en la recuperación de su hermano.

-Vámonos Naru-Nii di “Ah” – Pidio contenta.

*

En cambio Deidara les miraba entre divertido y satisfecho al ver la relación que ambos compartían, sin ocultar ni por asomo lo preocupado que estaba por aquella situación incierta sobre su lesión. Aunque disimulándolo muy bien. Mientras Naruto no realizara ninguna tarea pesada o movimiento brusco su lesión sanaría, al menos eso era lo que el doctor había dicho y por supuesto el no dudaba al respecto.

Sin embargo debía admitir que hasta ese momento había actuado muy considerado con el asunto, notaba lo mucho que incomodaba a su hermanito ser tratado con tanto cuidado por Ino y le daba su espacio evitando conversar sobre el asunto el resto del desayuno. Decidiendo que lo mejor para aliviar un poco la atmosfera agobiada de sus hermanos era crear una distracción y tomando el mando a distancia de la televisión procedió a encenderla, para zapear por los canales hasta notar que de hecho todos  y cada uno pasaban lo mismo.

“En otras noticias hemos recibido información nueva con respecto a la masacre de mafias llevada a cabo durante la noche del día de ayer. Según nuestro informante el aviso a las autoridades fue gracias a una llamada anónima. Aun no se determina que grupo Yakuza fue responsable por el ataque sorpresa a la casa que pertenecía a Danzou Shimura. Se dice que dicha persona era un reconocido miembro de círculos financieros entre los que según fuentes anónimas se destacaba por la transacción de información entre empresas que se pueden incluso decir sostienen parte de la economía de nuestro país. ”

-Vaya, que desafortunado comenzar la mañana con una noticia como esa…- Comentó Ino atenta a las noticias. Sus dos hermanos asintieron de acuerdo.

“Hay muchas especulaciones con respecto al responsable este acto atroz, se han señalado incluso la posibilidad de que hayan sido profesionales. El registro de la casa y la forma en la que se ha hecho pública la información sugiere que el ataque pudo ser premeditado”

-Dei-Nii ¿Podrías cambiarlo de canal? No quiero ver que paso en esa casa…- Dijo de nueva cuenta Ino interrumpiéndose cuando un apellido salió a flote en el noticiero.

“Danzou Shimura recientemente había dimitido de su puesto como consejero externo dentro de las corporaciones Uchiha ¿Podría ser el caso que este evento esté relacionado con esta tragedia?” preguntó incisivo el presentador.

-¿Qué se supone que significa esa pregunta?- Cuestionó Naruto claramente afectado por las insinuaciones del presentador. Sus hermanos en iguales condiciones continuaron escuchando.

“En estos momentos nuestros reporteros se encuentran entrevistando a los miembros fórmales del concejo de las corporaciones Uchiha. Vamos con el”

En la pantalla el recuadro de un nuevo reportero se dejó ver este tras presentarse, comentó que al igual que muchos otros compañeros se encontraban  a la espera del presidente actual de la empresa. Ino y Naruto sintieron que se paraba su respiración cuando vieron que minutos después un majestuoso auto negro se estacionaba justo al frente de la empresa, bajando de este con un impecable traje Armani negro y una corbata roja escarlata en su cuello a Fugaku Uchiha con un semblante serio e indiferente que le regaló a las cámaras que con un sin número de flashes se lanzaron a capturar cada ángulo de su expresión. Preocupándoles al instante. Pues apenas podían notar al hombre amable y cariñoso que les había abrazado mientras consolaba sus llantos.   

Las preguntas que le soltaban mientras caminaba entre la multitud de reporteros eran increíbles y ofensivas pensaron los mellizos.

“Sr. Uchiha ¿Está al tanto de la trágica muerte de su antiguo socio de negocios el señor Shimura?” preguntaba uno al mismo tiempo que otro decía “Sr. Uchiha ¿Está relacionado con los eventos suscitados la noche de ayer en la casa Shimura?” y otro más preguntaba “Sr. Uchiha ¿Cree que la fusión con el grupo Hebi pudo ocasionar el derrocamiento de poder del clan Shimura?”

Todas y cada una de las preguntas evidentemente buscaban culpar o vincular a Fugaku Uchiha como autor intelectual de dicha situación. Cosa que por supuesto resultaba absurda a oídos de ambos mellizos. ¡Él era incapaz de algo tan vil!

-¡Que groseros! –Se indignó Ino. – ¡Tío Fugaku jamás haría algo como eso!

Naruto asintió igual de ofendido aunque admirado por la indiferencia del mayor ante tales ataques sin contestar a ninguno y logrando ingresar en el edificio de las empresas donde los guardias de seguridad evitaban que los medios entrasen con él. No obstante Deidara arqueó una ceja entre extrañado por la reacción de los mellizos y curioso por la misma, causando un semi aturdimiento en ambos, cuando pregunto lo obvio.

-¿Y se puede saber de dónde conocen ustedes al “Tío Fugaku”? –Dijo Deidara dibujando comillas imaginarias con los dedos y evidenciando la ironía de la pregunta. Dejando a los menores boquiabiertos al darse cuenta de que su hermano no tenía idea del vínculo que unía a Fugaku Uchiha a sus padres y mucho menos de lo que había estado pasando las últimas semanas. Y ahora parecía ser el momento ideal para contarle todo. Pero la mirada ceñuda del mayor les advertía que no seria fácil…

***

Fugaku estaba seguro, llegarían en cualquier momento. Aunque no espero ver a la multitud de reporteros frente a su compañía, listos para lanzar culpas y apuntarle con el dedo, solo que esta vez parecían acertados aunque no tenía planeado admitir ser autor de nada. Supo desde que habían conseguido salir de la casa Shimura que ese asunto le seguiría con ímpetu hasta que algún idiota tomase el crédito por derrotar a la familia Yakuza del norte que encabezaba Danzou.

Debido a eso, ir a su trabajo como si se tratase de un día ordinario era parte de los bien planeados pasos que debía tomar después de aquel incidente. La normalidad y la falta de interés sobre ese asunto era su cuartada para desviar cualquier posible sospecha de ellos, aunque era claro que la manera más justificada de pasar desapercibidos era también convertirse a propósito en el centro de atención.

Tenía sueño, pero las noticias en la televisión le habían alertado para comenzar a moverse y mantener las cosas bajo control, mientras era posible. Después de todo, las preguntas de los reporteros que le asechaban desde que había bajado de su vehículo no sonaban más que como acusaciones amarillistas y poco profesionales de incriminación a su compañía. Si bien la respuesta a todas ellas eran verdaderas, jamás admitiría haber hecho nada más que lo que debía, y Danzou se había ganado a pulso la retribución que él le había dado.  Había recibido casi simultáneamente mensajes de Shikaku, Hisashi y Hiashi pidiendo los pormenores de lo que había pasado, pero borro los mensajes tan pronto llegaron a su teléfono, indicándoles a sus tres compañeros hacer  lo mismo si algo salía mal podrían causarle problemas aquellas peticiones.

Pero era más fácil decirlo que hacerlo. Sabía que su hija aún no había despertado, y fue consciente de que Itachi le miraba con reprensión al anunciarle que iría a trabajar. Pero debía seguir actuando como si nada. El mundo no se detendría aun si él lo deseaba.

*

Al subir a su oficina se encontró con su segunda asistente, la muchacha le saludó normal, sin comentar nada al respecto sobre la ausencia de Rin, el tampoco dio explicaciones. La joven le había dado los mensajes tras leerle las citas del día en ese instante dejando una tasa con café recién preparado que aparentemente llevaba a su despacho justo antes de que el llegara.

El gesto le extraño, pero no hizo ningún comentario al respecto. Y continúo su camino hasta su despacho. La secretaria, se giró a su escritorio por un segundo sin notar que él había avanzado y entrar en la oficina, quitándole la oportunidad a la muchacha de informarle sobre la persona que le esperaba dentro…

***

El timbre anunció la llegada de Shikamaru que al igual que él lucía un par de ojeras aunque tenues en la cara, su cabello lo llevaba suelto sobre sus hombros, y vestía con sencillez. Itachi supuso que no había cambiado sus ropas de dormir. Cuando se lo preguntó Shikamaru rio con ganas.

-Por supuesto que no Sempai. –Dijo el Nara con diplomacia.- Sólo pensé que no era necesario vestir con elegancia. – Itachi le miró con entendimiento y acarició sus mechones castaños con sus dedos. Siempre le había gustado el efecto que su cabello hacía en su rostro cuando estaba suelto.

Shikamaru, se dejó hacer y se sentó junto a él en la estancia. Itachi lucia más ojeroso que de costumbre, pero también había recuperado aquel brillo de tranquilidad que sus ojos hacia tiempo habían perdido. Cuando el moreno se recargó sobre su hombro, decidió preguntar.

-¿Cómo esta ella? –Itachi no respondió de inmediato, suspiró con fatiga y buscó enlazar sus manos, cuando lo hizo al fin respondió.

-No lo sé… Shiho- chan no ha dicho nada más desde que llegamos…- Shikamaru supo al instante que había algo que preocupaba al mayor.

-¿Pero?- Inquirió con tono suspicaz.

-Pero, a pesar de que la trajimos de vuelta… Creo que llegamos tarde…- La voz de Itachi sonó contrita. Shikamaru pensó que quizá las heridas de la mayor eran la causa, pero Itachi le sacó del error cuando agregó.- Sus ropas… Parecían que habían sido arrancadas a la fuerza… -Shikamaru sintió que la mano de Itachi se tensaba sobre la suya y su voz se ahogaba en un jadeo.- Tal vez ella fue…- Aseveró revelando un panorama aterrador al castaño -El maldito… ¡Quisiera haberlo matado yo mismo!

-¡Sempai!- Le reprendió el menor. Entendía lo que Itachi temía, y el odio que aquel pensamiento le provocaba pero. - ¡Estoy seguro de que no es lo que piensas! –Le dijo con énfasis.- Hasta que ella no despierte, no podremos estar seguros de nada. Por ahora, confiemos en que todo saldrá bien. Y si algo sale mal, debes ser fuerte y apoyarla. –Itachi asintió sin decir nada.-Sera difícil hasta entonces, pero…- Shikamaru recostó un poco su cara contra la cabeza de Itachi y dijo con ternura.- Cuando no puedas más, recuerda que yo siempre estaré ahí para apoyarte a ti…

-¿Siempre? – Cuestionó el Uchiha, casi de forma egoísta. Pues sabía que ambos necesitaban ahora también de otras personas que esperaba pudiesen soportar lo que significaban tenerse uno al otro, y que era sincero cuando la emoción lo inundaba al escuchar una nueva promesa de labios del menor.

-Siempre…- Dijo.

Itachi necesitaba esa promesa y él no había mentido al hacerla. Por ahora, dejaría que Itachi se refugiara en sus palabras, estaba seguro de que él podría contar con el mayor siempre, ¿Por qué debería ser para él distinto? Nunca había mentido sobre sus sentimientos a Itachi, su amor ya no era convencional. Cruzaba los límites, alcanzando un entendimiento mutuo e incondicional, tal vez ese amor no era como antes, pero era algo que nunca podría desvanecerse. Se amaban, eso nunca cambiaria, estaba seguro. Sólo esperaba que Deidara y Hinata fuesen capaces de poder entender eso y aunque sea difícil, aceptarlo. Porque Itachi y él mismo, estaban enamorándose de ellos dos y esperaban que pudiesen entenderlo. Quizá era egoísta, quizá no, pero negarlo sería mentir. Por ahora, y mientras aprendían a amar de nuevo, se apoyarían…

-Gracias… -Susurró Itachi casi adormilado.

-Duerme un poco, Sempai…- Le respondió el con cariño, acariciando con sus dedos la mano enlazada de Itachi a la suya. Recostando su cabeza contra el sofá y dejándose arrastrar por Morfeo también, quizás ahora al menos podría conciliar el sueño sin que las sombras de sus recuerdos de la noche anterior vinieran a asecharle.

***

Al cerrar la puerta del despacho, no pudo evitar recargarse en ella. Como le gustaría estar en ese momento al pie de la cama de Shizune viendo su rostro dormir tomando su mano y ser el primero en verla despertar y volver a la vida. La preocupación por ella no cesaría hasta que la viera abrir sus ojos, pero entendía que debía estar ahí.

Soltó un suspiro cansado. Sus amigos no tardarían en llegar y él tendría que explicar porque había actuado sin consultarles. Caminó apenas un par de pasos en dirección al mullido sofá de su despacho cuando la voz más inesperada se dejó escuchar desde su escritorio.

-Ese fue un gran suspiro…- Dijo alguien. Fugaku no se atrevió a mirar en dirección a la voz. Ni siquiera podía moverse, paralizado por la sorpresa. ¿Es que acaso estaba tan cansado que ahora venía a tener esa clase de alucinaciones? Se preguntó con ganas de creerse sus palabras pero incapaz de conseguirlo.- Pareces muy cansado, hijo mío…

El vello de su cuello se erizo al escuchar el sonido bajo y ronco de la voz que el reconocería donde fuera. Pero aun así se negó a mirar llevándose a duras penas una de sus manos a su frente, masajeándose las cienes para intentar que ese espectro de su imaginación cansada desapareciera. Sabiendo que era inútil cuando la risita burlona de aquel espectro se dejó escuchar en el lugar.

-Me temo que necesitaras más que dormir para hacer que desaparezca Fugaku- Escuchó y sin más que resignación, giró su mirada hacia el escritorio hasta encontrar en el a un hombre que había creído muerto hasta entonces.

Un hombre que despertaba en él tanto odio como  temor. Sintiéndose un niño de nuevo y pasando saliva por su seca garganta ante la aparición en su oficina logró preguntar con voz atormentada.

-¿Padre? – Recibiendo como respuesta una sonrisa ladina y una mirada astuta.

-¿Nos parecemos mucho verdad? – Le respondió irónico el hombre ahora cano en la silla, revelándole, aunque incierta, su edad. – Pero si necesitas estar seguro para quitar la palidez de tu cara, te diré que no. No soy tu padre. – Aseguró con malicia. Fugaku, desencajo la boca impactado, pero antes de que pudiese preguntar nada o al menos salir de su estupor. Su acompañante agregó.- Pero que no sea tu padre no significa que tú no seas mi hijo…

¿Qué significaba eso?

-Dime Fugaku ¿Nunca te preguntaste porque desde que naciste tu padre se  ensañó contigo? ¿Por qué Danzou te repetía una y otra vez que eras el único de los hijos de Madara que podía ser el único y legítimo heredero? –Le cuestionó con voz cruel, aquella persona que su cuerpo y sangre reconocía aun como su padre. Y que le advertía que era algo más que eso.- ¿Nunca te preguntaste porque tenías que ser tú? – Inquirió levantándose de la silla con lentitud caminando hacia el con aire elegante revelando con el algo que no podía ver cuando estaba sentado en el cuerpo de ese hombre. Relajándose al instante cuando lo entendió, ese sujeto no podía ser su padre a pesar de poseer la misma cara, la misma voz, y que asegurara que él era su hijo a pesar de todo. No podía ser su padre porque Madara Uchiha estaba muerto y porque la persona delante de él era un doncel…

-Oh… Tu mirada me dice que al fin has puesto a trabajar ese cerebro tuyo. –Dijo sínico el mayor deteniéndose a unos pasos de él. – Dime Fugaku ¿Quieres que te cuente porque tú eras el único Uchiha puro?

-No…- Dijo firme sorprendiéndose a sí mismo y a la persona frente a él.- No me interesa. – La sonrisa cruel de aquel hombre se ensanchó.- ¡Quiero que me digas mejor quién demonios eres!

-Oh… Te creí más inteligente hijo mío… -Dijo mordaz el otro.- Pero veo, que en verdad no lo has escuchado jamás. Supongo que Danzou después de todo no era tan estúpido. Seguramente creyó que al morir el secreto de tu estirpe seria por siempre oculto, su venganza suprema. O algo así.- Dijo jactancioso.- Él era ese tipo de persona sabes. Supongo también que nunca imagino que aún seguía con vida. Mal por él.

Fugaku estaba a penas consiente de lo que decía. Su cerebro embotado por el cansancio le estaba dando dificultades para procesar lo que ese hombre frente a él explicaba. Lo que más temía ahora con su presencia y la conciencia de que era real era lo que podría significar para él y su familia. Las cosas que señalaba eran extrañas a sus oídos, su forma de actuar era extraña también.

De cierto modo, no parecía querer dañarle aunque su actitud y comportamiento decían lo contrario. Tal vez lo veía como una amenaza debido a que el rostro que tenía era idéntico al de su padre. Pero lo que le mantenía quizás en estado de embotamiento era lo primero que le había dicho. “Que no sea tu padre no significa que tu no seas mi hijo” esa simple y llana frase le abría las puertas a un panorama oscuro sobre sí mismo y aunque jamás lo admitiría, aunque su propio cuerpo y reacciones le traicionaban en ese momento, bajo la mirada fría que le escrutaba, tenía miedo. Estaba paralizado por el terror a lo que ese hombre había venido a decirle. Porque aun en su subconsciente era capaz de reconocer que ese hombre le daría las respuestas que nunca pudo obtener de su padre.

Sintió entonces una mano sobre su mejilla levantándole la cara, sin que él opusiera su voluntad a este toque.

-Dime Fugaku ¿Qué tanto de Madara hay en ti? Esa mirada tuya me dice que no mucho… ¿Acaso es así?

No tenía idea. Se dijo Fugaku reconociendo en los ojos de aquel hombre un atisbo familiar de sí mismo al mirarse al espejo. La amargura de haber sido usado como una cosa y desechado tras perder su utilidad.

-Fugaku ¿Tú también sólo piensas en las personas como cosas? ¿También te desharás de mí una vez que te diga quién soy?- Y la pregunta a pesar de sonar dolida, escondía resentimiento y crueldad en ella. Y al preguntarse la razón, descubrió que a pesar de todo esa persona solo quería estar seguro de no haber cometido un error. Y ese simple razonamiento le devolvió a Fugaku la serenidad y el control sobre su cuerpo correspondiendo a la caricia en la mejilla de aquel hombre que ahora estaba seguro no era su padre, pero que incluso así él era su hijo. Con convicción tocó la mano en su rostro del que estaba seguro era su progenitor quien le sonrió satisfecho por la respuesta que dio a continuación.

-No soy nada como él… Madre...

***

 

Continuará…

Notas finales:

¡Bueno ahi lo tienen!

¿A que no se lo esperaban verdad? XD

Para todas aquellas que pensaron que era Madara el personaje misterioso, Ahora saben que no era asi jajajaja... 

Les dije que no se adelantaran a sacar conclusiones con mi fic nunca o en muy pocas ocasiones seran acertadas. XD pero creo que asi mantengo su interes en la historia. 

Me desido por ahora... 

Gracias por los RR si me dejan uno y sino Gracias por leer...

¡Nos vemos!


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