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ACORDE GEMELO por andherezu_rosui

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Notas del capitulo:

Hola no se como pero pude al fin conectar una señal de red a mi lap. Muchas gracias a la MAfia por acordarse de mi cumpleaños. Y aunque me prometiste que me redactarias un RR increible aun no veo claro. Osea sigo esperando.

Este cap esta medio pesado pero espero que puedan leerlo y aunques ea me dejen un RR

Gracia de antemano por leer.

Capítulo 47

 

Cómo, cuándo recibes un golpe en el estómago sin previo aviso… Sí, esa sería la sensación que Deidara estaba comenzando a experimentar desde hacía un rato. Estaba sentado en pleno silencio observando la cubierta del diario de su padre, cuyas iniciales resaltaban doradas en el escarlata color de recubrimiento. Le era familiar pues, entre sus recuerdos había algunos donde había visto aquel diario en manos de su padre…

Por tal razón no dudaba de que lo que Naruto e Ino le habían dicho fuese verdadero. Sin embargo la frustración que sentía por darse cuenta de que su ingenuidad y despistes iban más allá de lo que suponía, le hacían querer poner en duda lo que los menores habían dicho desde el mismo segundo en él que Naruto le había entregado aquel diario.

¿Se suponía que debía aceptar, que sus padres terminaron juntos por la crueldad del destino? Aquel destino que sin piedad alguna había destruido la semilla del amor en el corazón de su padre hacia aquel a quienes sus hermanos menores llamaban con afecto “Tío” quien irónicamente lo era en verdad pues Fugaku Uchiha se había casado con Mikoto Haruno la hermana adoptiva de su padre y por quien él decidió sacrificar aquel primer amor. Sin sospechar siquiera que el mismo destino había decidido juntar a sus respectivos hijos una vez más cayendo inevitablemente en las redes del primer amor. ¿Porque? No entendía nada. No quería aceptarlo, ¡No lo haría! Porque hacerlo significaba que él había estado predestinado a… ¡No podía! Se dijo negando con la cabeza vehemente bajo la celosa mirada de sus hermanos. Apretó con ímpetu sus manos reusando todo lo que aquel diario en su regazo representaba, aun a sabiendas que hacerlo no cambiaría nada de lo que había estado pasando a su alrededor.

*

Los mellizos parecían consternados e inseguros. No tenían idea de que hacer Deidara había entrado en un mutis de repente, ¿Quizás habían sido muy directos con el tema de sus padres? Se preguntaban inquietos escuchando al mayor suspirar con desaliento por enésima vez.

-¿Dei-Nii? –Le llamó Naruto sin ocultar su angustia y preocupación por el mayor. Deidara  en cambio ajeno a su voz volvió a suspirar. No tenía idea de que decir.

-¿Estás bien? –Prosiguió Ino tomándole de la mano.

*

Sin mirarla por el gesto, observó el techo con interés reclinándose con agotamiento en el sofá y después de suspirar por tercera vez en menos de un minuto, decidió al fin lo que haría.

-¿Quieren un trozo de pastel?- Sugirió. Era evidente que ambos menores le mirarían con extrañeza, pero realmente no tenía cabeza para pensar con tranquilidad lo que le habían contado. Los pasó de largo dirigiéndose a la cocina. –Creo que necesito algo de azúcar en la sangre… ¿Qué dicen? –Les insistió la invitación a que le siguieran a la cocina deteniéndose brevemente antes de comenzar a andar. - Creo que hay un pastel de chocolate hecho por el abuelo… Se veía delicioso… - Agregó con un banal intento de alegría que hizo que los mellizos le siguieran sin rechistar.

*

¡Deidara estaba balbuceando! ¡Eso era malo! ¡Él no podía comer pastel! Sí su hermano comía azúcar, se convertiría en un… Bueno, era mejor no pensar en eso. Sabían que contarle lo que sabían a su despistado hermano mayor sería tan chocante como les había resultado a ellos… Pero, ¿Pastel? ¡No! ¡Debían detenerle!

En el camino a la cocina Ino logró adelantarse al mayor e impedir que se acercara al refrigerador. No importaba que Deidara le mirase con el ceño fruncido por tal acción, era prioridad evitar que el oliese siquiera el pastel.

-¡Ino, has el favor de apartarte! - Le dijo claramente enfadado el mayor. La joven intercambió miradas con su mellizo en busca de ayuda.

-Dei-Nii… Por favor tranquilízate un momento ¿Sí? – Pidió Naruto conciliador.

-Naruto… Sólo quiero comer un pedazo de pastel.- Dijo seco con la mirada fija en el suelo.

-Dei-Nii, sabes que no podemos dejar que hagas algo como eso.- Respondió Naruto circunspecto.

-¿Qué pasa chicos?- Intervino una tercera voz en ese momento… El trio se giró a mirar en el umbral de la puerta a la alta figura de su abuelo mirándoles con gesto curioso, a la espera de que alguno dijese que era lo que pasaba.

*

¡Era su oportunidad! Se dijo Deidara. Su abuelo podría afirmar o refutar lo que antes habían asegurado los mellizos, aún con el diario en sus manos. Todo podría ser un simple mal entendido.

-Abuelo. Necesito que me aclares algo. – Los menores se miraron el uno al otro ansiosos por lo que él estaba haciendo, pero, no podía simplemente dar por hecho todo lo que sus hermanos parecían aceptar ya. Su abuelo, no parecía entender lo que el con tanta insistencia quería preguntar pero pronto lo sabría. Quería que él lo supiera y le dijese cuan verdadera resultaba la historia que sus hermanos habían relatado antes.

***

En la mansión Uchiha, un inesperadamente nervioso Itachi se preparaba para enfrentar una vez más la ira que seguro se desataría en sus hermanos. Shikamaru le había permitido dormir y refrescar de esa manera su mente. La noche anterior había sido demasiado para digerir por si solo era un alivio que el Nara estuviese con él aún en ese momento cuando necesitaba más que nada su incondicional apoyo. Pues no tendría a Shizune para ayudarle a explicar lo que había pasado la noche anterior ni lo que pasaría después de ese día.

Al ver las noticias había al fin descubierto la razón por la que su padre había salido justo después de enterarse del progreso de Shizune con su estado de salud. No había pesando en las consecuencias que traería para la corporación la muerte de Danzou y aún a su propio juicio no esperaba que su padre lo hubiese pensado con antelación. Casi envidiaba el hecho de que su progenitor consiguiera mantener la cabeza fría aun después de la terrible noche que habían pasado. Por eso había decidido hacer lo que pudiera para explicarle a los gemelos lo que pasaba, su padre le había hecho responsable de eso y al menos intentaría cumplir con ese pequeño pedido después de todo Sasuke y Sakura necesitaban aquella explicación, aunque sabía que no sería fácil para ellos aceptarla fácilmente. ¡No! Dudaba que lo aceptaran algún día.  

Pero debía cumplir con su deber en esta ocasión y estaba decidido a hacerlo con diligencia, aunque admitía que ni siquiera él mismo había aceptado lo diferente que su padre había resultado ser en realidad, estaba dispuesto a que los gemelos al menos escucharan de el mismo las impresiones que aquel descubriendo le había causado. Respiró hondo y con determinación golpeó la puerta de la habitación de Sasuke, sabía que ambos estaban juntos pues se había asegurado de que Sakura no estaba en su habitación.

*

El sonido seco en la puerta alertó a los gemelos, se negaban a salir de la tranquila comodidad de las sabanas. Quien sea que fuese aquel que había ido a despertarles esta vez podría largarse de inmediato, pues le ignorarían como antes habían hecho o simplemente fingirían estar sumidos en el sueño profundo del que no habían podido escapar.

Escucharon una vez más leves toques en la gruesa madera de la puerta, seguido del ruido de la perilla al girar. Los pasos calmados y firmes que se aventuraron en su dirección les delato de inmediato que era su hermano el que había entrado. Fingir dormir sería una completa pérdida de tiempo pensaron justo antes de que ese pensamiento se hiciera realidad al escuchar la terciopelada voz de su hermano mayor decir.

-Sé que están despiertos…- Les dijo con voz seria, imposible de ignorar para ambos y con resignación en sus ojos ahora fijos en los contrarios se decidieron por levantarse mientras su hermano agregaba con solemnidad en la mirada.- Tenemos algo de qué hablar. Vístanse y bajen a la sala de estar del primer piso. Esperaré por ustedes en media hora. Es importante…- Agregó al final girándose sobre sus pasos hacia la puerta de la habitación.

Sin esperar ninguna respuesta a cambio, los gemelos observaron a Itachi salir una vez más de la habitación. Preguntándose los motivos que tenía su hermano para sacarles de su habitación solo por hablar. Y tras pensarlo un minuto supieron que la razón era evitar que ellos se rehusaran a escucharle. Algo debía, estarles esperando en la sala de la casa. Algo que, estaban seguros cambiaría sus vidas sin posibilidad de remedio.

***

En la oficina de Fugaku el silencio reinaba. Ahora con la reciente llegada del último miembro del consejo de las empresas el ánimo en la entrada del edificio parecía disiparse. Las palabras de Orochimaru habían ganado tiempo, necesario para decidir lo que sería de la empresa y la imagen pública a raíz de los eventos suscitados por la noche.

Fugaku con ayuda de Rin habían comenzado a relatar a los cuatro recién llegados cada detalle de lo que había sido la razón por la que había resultado todo de esa manera. Mientras más escuchaban las caras de los presentes se tornaban inexpresivas. La historia que contaban ambos hermanos más que fantasiosa sonaba descabellada. Las imágenes de la masacre resultante eran evidencia de que lo que decían era cierto. Pero ese hecho solo lo hacía más aterrador. Aterrador, porque en algún resquicio de sus mentes el pensamiento de que la sangre Uchiha era mucho más que un linaje heredado de Madara. Era una prueba de lo que pasaba sí por error te metías en su camino con malas intenciones.

*

Shikaku sabía que su mejor amigo no era como su padre, y sin embargo había ocasiones en las que incluso él se veía en la incertidumbre de no estar seguro. Fugaku en muchas ocasiones estuvo apunto de cruzar esa delicada línea, pero nada le había llevado a cruzarla sin retorno. Nada. Hasta ese momento…

“¿Qué tanto eres como tu padre ahora?”- Era la pregunta que oscilaba capciosa en su lengua, queriendo salir sin medirse a pensar en herir a Fugaku de alguna manera. Las miradas, que intercambiaban de vez en cuando entre ellos dos, mientras Hiashi o Hisashi interrogaban en algo a Rin o el mismo Orochimaru intervenía en el relato con algún comentario sobre lo acontecido, le llevaban a pensar a Shikaku que Fugaku sabia ya lo que el especulaba en su cabeza.

-Aún sí nos libramos al fin de Danzou, no creo que los métodos usados fuesen los más acertados Fugaku.- Aseveró Hiashi cruzados de brazos.- Ha sido más de lo que esperaba.

-¿Piensas que no lo sé?- Inquirió con cinismo el Uchiha levantándose de su lugar en el sillón para dirigir su atención al paisaje citadino que se extendía ante su ventana, amedrentando sin querer al Hyuga mayor que desvió la mirada de su dirección al instante.

Su pose lucia cansada, pero a su vez imponente. Era la silueta de un hombre que no sabía ya quien vivía en su propio cuerpo, concluyó Shikaku una vez más. Imponía respeto y a su vez temor. Y era consciente de eso.

-Supongo que al fin me convertí en un monstro…- Susurró sin intención alguna de que los demás le escucharán pero lo habían hecho.

-¡Onii-sama! – Regaño Rin yendo hasta él. Tomando su mano entre las suyas. - ¡No eres un monstro! Tu eres mi querido Onii-sama… Un hombre que ha puesto su vida en peligro para salvar a su preciosa hija de las manos de un demonio verdadero. ¡No quiero escucharte decir que lo que hicimos para conseguirla de vuelta fue porque en nuestras venas corre la sangre de ese hombre! ¡Kakashi- Nii-sama y yo no te perdonaremos que lo digas de nuevo!

-Rin…

-Ella tiene razón Fugaku.- Intervino Shikaku avergonzado por sus pensamientos anteriores. –Sí fuese el caso ¿Crees que lo admitirías con facilidad? ¡Un verdadero monstruo jamás se llamaría así mismo de esa manera!- Sentencio irritado consigo mismo. Hasta que había escuchado la voz de Rin a punto de quebrarse en pena, había olvidado por qué ellos habían actuado de esa manera. – Shizune-chan no estaría viva si no hubieses actuado inmediatamente. De haber sido mi hijo el que estuviese en esa situación habría hecho lo mismo… ¡Eres un buen tipo! Proteges a los tuyos aún a costa de ti mismo. Así que, no vuelvas a llamarte a ti mismo de esa manera. ¡Es molesto!

-Shikaku…- Susurraron a la par los Hyuga observando con admiración al Nara.

*

Fugaku le miró a los ojos buscando en él la incertidumbre que antes había notado en sus ojos y al no encontrarla sonrió ladinamente en un gesto que era tan Uchiha que casi nadie era capaz de imitar.

-Gracias… Amigo mío… -Dijo y tras recibir una palmada del Nara en aceptación. Orochimaru decidió intervenir.

-¡Ya que todos estamos de acuerdo, señores! ¡Celebremos por la nueva era que se abre ante nosotros! – Su voz sonaba tan jovial que los Hyuga que aún lucían circunspectos no tuvieron más opción que sonreír derrotados en respuesta, relajándose al instante mostrando un rezago de lo que eran sus verdaderas personalidades de antaño suprimidas.

-Tú sólo quieres beber de nuevo. – Se burló Hiashi del Hebi que le devolvió la mirada mostrando su blanca dentadura, sin rastro alguno de sentirse ofendido.

-No nos hagamos tontos Nii-san, necesitamos ese trago también. – Refutó con cara de burla a su hermano Hisashi levantándose del sofá con la intención de dirigirse al mini bar de Fugaku, quien en ese momento dibujando aun su sonrisa lobuna dijo.

-¡Bebamos! – Secundo Fugaku ganándose una mirada desconcertada por parte de su hermana y Shikaku, incrédulos de verle actuar de forma jovial. - ¿Que? – Pregunto con candidez fingida.- Orochimaru tiene razón… Al menos hay que hacer un brindis por la libertad que hemos ganado… Y por la oportunidad de recuperar lo que hemos perdido.

*

Shikaku tras pensarlo un segundo decidió que Fugaku, Hisashi y Orochimaru tenían razón. Era momento de hacer las cosas bien, y permitir que su esposa y su hijo vivan juntos. ¡Como una familia! No como extraños, que apenas se ven y viven en casas separadas. Shikamaru tal vez no lo agradecería… Pero él quería recuperar el tiempo perdido con su hijo. Su primogénito…

-¡Hisashi asegúrate de que mi trago sea doble! – Decretó al fin dispuesto a celebrar el inicio de una nueva era como era debido.

-De acuerdo.- Le respondió el aludido.

Construiría de nuevo su familia. No importaba que su hijo ya no le viese más como a un padre a esas alturas estaba seguro de que Shikamaru le seguía llamando “padre” porque aun guardaba en su corazón el lazo que los unía. Aquel que la sangre que corría por sus venas llamaba linaje.

*

Hiashi pensó en sus tres hijos y sobre todo en Hinata a la que no había permitido ser ella misma y obligarla a cargar con las responsabilidades del dojo, restringiéndola sólo porque es de cualidad dominante y evitando que eligiera una vida pacífica y propia de una joven con delicada apariencia como la de su hija mayor. Con Neji su primogénito no era distinto el caso. Le había obligado a ser adiestrado en lo que conllevaba ser el heredero de la familia Hyuga y limitar su vida a seguir sus pasos como cabeza de la familia, lo que significaba ser incapaz incluso de poder elegir su propia felicidad. Había notado hacia mucho que su hijo mostraba afecto pro aquel muchacho de energico carácter que una vez le presento como Rock Lee un joven que a pesar de corresponder el afecto de su hijo era consciente de que Neji estaba comprometido con la joven Tenten heredera de la familia Tien un consorcio chino en acenso. Neji había aceptado aquel compromiso por el bienestar de la familia Hyuga sin embargo y contra todo pronóstico sabia también que Tenten había conseguido ser una buena amistad para Neji, y no hacía mucho tampoco que ella había insinuado querer a su hijo solo como amigo. ¿Quizás podría hacer algo por su primogénito y darle al menos el derecho de buscar su felicidad?

Mientras bebía de un trago el contenido de su vaso, pensó en su hija menor Hanabi. Ella también había visto truncada su corta vida negándole la oportunidad de ganarse su lugar en la familia al haber nacido como una mujer sin cualidad dominante como su hermana y adiestrarla en el camino de una esposa de la casa principal, a la espera de tener edad para elegirle un compañero que satisficiera a la familia Hyuga y trajera beneficios para esta.

Dibujo una sonrisa sardónica inconscientemente sosteniendo el vaso frente a su boca. Se burlaba de sí mismo al ver el grado de ineptitud que había mostrado con sus hijos al desempeñar el papel de padre. Decir que había sido por “su bien” sonaba a una torpe excusa. Recordándose que cuando el había sido joven las tradiciones de su familia habían marcado un camino que el había seguido sin chistar, heredando los bienes familiares y casándose con alguien “por el bien de la familia” y aunque de ese matrimonia había terminado enamorado de su esposa eso no significaba que sus hijos corrieran con la misma suerte. Él era la cabeza de la familia ahora, ¿Podría cambiar el destino que las tradiciones Hyuga habían marcado para cada uno de sus hijos? Y la respuesta a la que llego fue un elocuente “si”

*

Hisashi en cambio al no tener familia propia y al lograr evadir sus deberes con la familia Hyuga gracias a su hermano se preguntaba ¿Qué podría hacer ahora con Danzou fuera de sus vidas?

Años atrás para evitar el dolor de perder a alguien como había pasado con su hermano al perder a su esposa por causa de las malas relaciones con el grupo Shimura después de que Fugaku les invitase a formar parte del consejo de la corporación Uchiha, Danzou había tomado venganza secuestrando a Hinako y Hinata la frágil esposa de su hermano y al pequeño Shikamaru, que gracias a la predicción acertada del mismo Shikaku había conseguido salvarle junto a la pequeña Hinata con ayuda de Lina, no obstante Hinako no había corrido con la misma suerte, al estar embarazada durante aquel atentado y lo tarde que habían dado con ella apenas y habían tenido oportunidad de salvarle la vida a la recién nacida Hanabi.  Aquel día había sido uno terrible para su hermano, incapaz de sostener en brazos a la recién nacida por el dolor de haber perdido a su madre. Danzou había logrado marcar la vida de su hermano con aquel acto vil, y sembrado el miedo en su corazón. Shikaku también había sido expuesto a la maldad y con apenas voluntad habían decidido mantenerse junto a Fugaku. A sabiendas de que hacerlo significaría esperar lo peor…

Viviendo por el constante acecho de Danzou había decidido no formar una “debilidad” evitando el amor como a la peste. Por el simple miedo a perderlo de la peor forma… Pero  ahora, Danzou había muerto. Y las posibilidades se abrían ante ellos, por primera vez podían ser libres de nuevo y el tras levantar su copa en un gesto solemne y brindar con los demás por la muerte de aquel demonio había decidido que ya era hora de encontrar a alguien con quien estar.  Y permitirse “una debilidad”. Era tiempo de seguir adelante y encontrar un compañero de vida con quien formar una familia, aun no era tarde para poder hacerlo.

*

Orochimaru, observaba a todos los presentes absortos en sus mentes divagantes, preguntándose lo que pensaban en ese momento, mientras brindaban y chocaban sus copas. Notando que quizás al igual que él pensaban en el bienestar que sus vidas obtendría con la muerte de Danzou Shimura.

Al fin podrían mirar al futuro con la frente en alto. Él podría abrazar a su esposa sin vergüenza en los ojos y ganar su perdón por el error que había cometido antes al tratar con tal escoria y causarle el peor dolor que una madre podría tener al perder a sus hijos que no tuvieron siquiera la oportunidad de nacer. Anko se quitaría al fin el peso de aquel accidente del cual seguía culpándose a sí misma para evitar que él lo hiciera a sí mismo. Al fin podría estar tranquila y disfrutar de un mundo donde el asesino de sus hijos no existiera más. Y todo, gracias a que había conocido a Fugaku Uchiha el hombre que había ganado su completa lealtad desde ese preciso momento. Costase lo que costase le devolvería el favor que le había hecho al eliminar a una escoria como lo era Danzou Shimura de este mundo. Lo que Fugaku deseara hacer ahora, sería su placer concederlo. En el habría siempre un amigo leal y dispuesto para Fugaku Uchiha.

*

Sin embargo la mente de Fugaku  se ocupaba de pensamientos más mundanos, uno de los cuales radicaban en la presencia de su primogénita en la mansión. Shizune debía decidir algo muy importante ahora que había vuelto… La decisión no sería fácil para la joven y él no quería presionarla en el estado en el que se encontraba aun pero debía prepararse por sí las cosas sucedían de forma inesperada. Por eso, no dudo al decirle a sus acompañantes.

-Señores… Hay algo que quiero pedirles ahora. – Dijo serio. Ganándose los curiosos gestos de intriga en cada uno de los presentes.- Es algo que solo ustedes pueden ayudarme a preparar. ¿Pueden hacerlo? – Inquirió a pesar de que las miradas significativas de todos solo tenían una respuesta positiva para él. Girándose hacia su ventanal observo el cielo despejado que ese día le regalaba.

***

Jiraya esperaba que sus nietos preguntasen algún día sobre sus padres, siempre supo que ese día llegaría algún día. Sin embargo, las preguntas que tenía pensado responder no eran ni de cerca lo que él había imaginado alguna vez. No, cuando las preguntas inmiscuían más a terceras personas ajenas a su hijo Minato o su nuera Kushina.

No había podido evitar aquella conversación aun si lo hubiese intentado, por lo que después de evitar que Deidara atacase el refrigerador en busca del pastel de chocolate que había hecho la tarde anterior antes de ir al Chidori con su esposa sólo para desencadenar cosas que no esperaba, los llevo a la estancia de té donde Tsunade esperaba por él.

-¿Qué sucede? –Inquirió su esposa inmediatamente al verle. Su curiosidad y recelo eran evidentes. Él había sonreído muy a su pesar y rascándose su melena blanca un momento se decidió a decir al fin.

-Los chicos quieren saber algo… Interesante a mi parecer.

-¿Qué cosa?- Inquirió la mujer con la ceja arqueada en un gesto intrigado. - ¿Deidara?

-Abuela… ¿Podrías hablarnos de la relación que había entre nuestro padre y Fugaku Uchiha? – Respondió el rubio mayor con seriedad. Tsunade desorbito sus cobrizos ojos ante la pregunta ¿Cómo era posible que sus nietos mencionaran ese nombre junto al de su hijo? - ¿Es verdad que mi padre estaba enamorado de Fugaku Uchiha y que este se casó con alguien más? –Inquirió Deidara incapaz de soportar más la angustia que le había embargado, no se había atrevido a decir que ese “alguien” había sido su hija adoptiva.

Jiraya se preguntó al ver el atisbo de temor en los ojos de su nieto mayor ¿Por qué de todas las cosas que sus nietos pudieron haber preguntado tenían que preguntar precisamente eso? ¿Qué otra cosa pueden haber averiguado? Y sobre todo ¿Cómo lo hicieron? El rostro de su esposa era de completa sorpresa y ver como esa sorpresa cambiaba a un ceño fruncido dirigido hacia él no auguraba nada bueno.

-¡Jiraya! ¿Qué se supone que significa esto?

-¡No me mires así Tsunade! Yo estoy tan perplejo como tú. –Le explicó un tanto alarmado por ser elegido como culpable de aquella sinuosa pregunta de su nieto. – No tengo idea de cómo fue que ellos…- Se interrumpió a sí mismo, no creía prudente decir nada más.

Tsunade pareció pensar un momento lo que diría y con tono calmado y mirada simulada de indiferencia respondió.

-Deidara querido, no sé qué fue lo que escuchaste. Pero te aseguro que no es lo que estas pensado… Ese nombre que mencionas no significa nada para…

-¡No mientas! – Le interrumpió el rubio mayor bajo la mirada inquieta de los mellizos que hasta ese instante seguían callados. Preocupados por el alcance de la reacción de su hermano.  - ¿Acaso papá y mamá fueron felices? ¿Lo ocultaban de nosotros? Por favor… No, nos mientas…

- Dei-Nii… -Susurró apenado Naruto, el semblante decaído de Deidara partía el corazón

A los ojos de Tsunade su nieto parecía tan agobiado que ella no tuvo más remedio que responder a sus preguntas. Soltó un suspiro que le supo amargo pero decidió que era mejor contarles lo que ellos sabían. El estado de Deidara era demasiado para ella. Y aunque los menores parecían menos afectados no descartaba la idea de que actuasen extraños últimamente tuviese que ver con esa misma cuestión.

-No intentábamos ocultarles nada Deidara… Minato amaba mucho a tu madre y por eso se casaron. De eso no hay duda. Aunque es cierto que él estuvo en contacto con Fugaku Uchiha, sí estuvo enamorado o no de él es algo que no sabría decirte con exactitud.- Dijo casi divagante.- Francamente, no sé con exactitud cómo se conocieron ni las circunstancias que mencionas, pero… Minato era un hombre amable y tolerante. Su falta de ambición lo hacían un poco ingenuo…- Sonrió con calidez al decir aquello último. –Igual que ustedes son ahora… Por eso creo que si hubo la remota posibilidad de que se hubiese enamorado o no de ese sujeto que mencionas…- Dijo con tono condescendiente que desconcertó a los tres menores.- Sí algo como eso hubiese pasado, seguramente minato no habría dudado de obtener la felicidad.

-¿Y si obtener esa felicidad significaba herir a alguien más en el proceso? –Cuestionó Deidara cabizbajo. Tsunade no le había siquiera mirado al escucharle, simplemente se había quedado mirando el suelo de la habitación con azoramiento.- Alguien que era preciado para papá… Por ejemplo, ¿Su hermana adoptiva?

-Dei-Nii…- Llamó Ino a un triste Deidara. Su abuela lucia intranquila de solo escucharle, debía detener aquel disparate de su hermano. Los abuelos seguramente no sabrían más de lo que ya habían dicho. Tanto como si tuviese que mentir debía detener el cuestionamiento de Deidara.  – ¿Qué estas preguntando? Tú mismo nos lo aseguraste ¿Recuerdas? Dijiste que papá y mamá se amaban con la convicción de que eran el uno para el otro. Es imposible que algo así pasara.

-Deidara…- Llamo al final su abuelo con los brazos cruzados sobre su pecho y un semblante serio.- No sé qué pretendes escuchar. Pero, si algo como lo que dices hubiese ocurrido, seguramente tu padre habría sacrificado su propia felicidad por la de ese “alguien”.- Tanto Ino como Deidara se quedaron desconcertados. Naruto solo sintió un leve sentimiento de reconocimiento, después de todo el ya había leído el diario al completo de su padre y sabia la verdad, no le sorprendía lo que su abuelo decía.- Como Tsunade dijo Minato era un chico demasiado ingenuo y algo torpe, aunque cabe la posibilidad de que hubiese renunciado incluso mucho antes de siquiera intentar algo.

-¿Por qué lo dices abuelo?- Pregunto Naruto curioso de averiguar qué tanto de sus teorías del carácter de su padre había resultado verdaderas.

-Porque Minato también era observador.- La mirada de sus tres nietos se fijaron en el pelo blanco con adherencia. – Sí bien su naturaleza amable le hacía alguien que pensaba en los demás antes que en sí mismo, su habilidad para observar a las personas lo colocaba en la posición de decidir qué tan sabio seria hacer o no hacer algo. Mencionaste a la hermana adoptiva de Minato, por lo que supongo que estas al tanto de que más que una simple especulación esa teoría es verídica. Minato ciertamente habría hecho cualquier cosa por Mikoto, la quería como una hermana verdadera, velaba por su felicidad. Y se alegró e corazón cuando ella le dijo que se casaría con el amor de su vida. Pero supongo que él fue capaz de hacer eso solo porque se había dado cuenta de que había alguien más adecuado para él y creo que esa era Kushina, su madre sin dudas.

*

Deidara entendía eso, sabía que era posible. Sus padres se amaban eso no era lo que lo tenía tan amargado en ese instante, lo sabía desde el mismo momento en que había escuchado las palabras de los mellizos. Pero, algo dentro de él le obligaba a negarlo. Porque pensar en su padre enamorado de Fugaku Uchiha le hacían pensar en el mismo enamorado de Itachi. Las circunstancias eran otras, sin embargo la similitud era aterradora. Porque esa vieja historia parecía hacerse realidad una vez más con él, Shikamaru e Itachi de protagonistas. No quería que su amor terminase así. Era tan triste…

Porque el al igual que su padre una vez, se ha dado cuenta de que Shikamaru e Itachi comparten un vínculo que simplemente él no puede destruir, incluso Neji le había dicho que todos esperaban verdaderamente verles unidos de nuevo retomando su realicen donde la habían dejado. Recordar aquellas palabras le oprimió el corazón por lo que sin poder contenerlo más el llanto se apodero de él, dejando salir copiosas lágrimas desesperanzadas por lo que aquella triste historia le planteaba, una respuesta a su pobre recién nacido amor. Porque sabía que nuca podría ocupar el lugar de Shikamaru en la vida de Itachi y que quizás el Nara en verdad era la única felicidad que el moreno necesitaba… Mientras sus hermanos intentaban tranquilizarle en un abrazo protector, bajo la estrecha mirada de sus abuelos. Dejo que sus lágrimas enjuagaran aquellos sentimientos de impotencia que sentía al sentirse inferior a Shikamaru a pesar de que el joven Nara ninguna vez había mostrado ningún tipo de superioridad hacia él.

***

Hinata se encontraba de camino a la mansión Uchiha, había recibido una llamada de Shikamaru pidiéndole que llevase con ella aquel video que antes le había mostrado donde su padre, y los de sus amigos aparecían dando un concierto en algún club de música de la ciudad.

El séquito de guardaespaldas que le habían asignado hacia algunas semanas le acompañaba, no había podido deshacerse de ellos. Sin embargo, aquello no importaba Shikamaru le había dicho que era muy imperante que ella llevase aquella cinta con ella a la casa Uchiha.

Mientras miraba por la ventana suponía que lo que el Nara quería hacer con el video, y por muy frustrante que eso fuera debía esperar que todo seria para bien de los gemelos. Dudaba si todo saldría bien, pero confiaba en que con todo y las consecuencias de lo que pasara Shikamaru sabría qué hacer. Por eso cuándo diviso la mansión Uchiha que lucía hasta cierto punto silencioso más que de costumbre apretó contra su pecho la cinta de video.

-Hinata-sama hemos llegado a la casa Uchiha.- Anunció uno de sus acompañantes abriéndole la puerta de la limosina para después ofrecerle la mano para ayudarle a salir.

-Gracias… -Respondió ella como saliendo de un sueño. Bajo de su vehículo y antes incluso de que se acercara a la puerta a tocar. Shikamaru se había dejado ver abriendo la puerta el  mismo, desconcertándola al instante al observar el gesto serio que muy raramente cubría el rostro del castaño.

-Bienvenida Hinata. – Le dijo a modo de saludo y ella simplemente se limitó a asentir pues era evidente que cualquier cosa que ella dijese en ese momento solo sería tomado como un comentario vacío. Después de todo sabia porque ella había sido llamada para estar en ese lugar a esa hora. Shikamaru se lo había prometido.

“Cuando llegue el momento serás la primera en saber lo que debes hacer. Te lo prometo. ”

Así que sin ninguna ceremonia tomo la mano que tan amablemente le ofrecía el Nara para escoltarla hasta el lugar donde la verdad se haría desvanecida a dos de las personas que más apreciaba. Sólo esperaba que los gemelos pudiesen soportarlo y que ella pudiese ser lo que ambos Uchiha necesitarían en tal difícil situación.

 

Continuará…

 

Notas finales:

Sigo atrapada en mi rancho espero volver algun dia TT_TTU 

Si a alguien se le ocurre un buen titulo para este cap estoy dispuesta a escucharlas a mi no se me ocurrio nada XD

Nos vemos- Para la proxima respondere lo RR

Bye...


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