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ACORDE GEMELO por andherezu_rosui

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Notas del capitulo:

Hola ya ha pasado un tiempo desde el ultimo capitulo.

Espero y sigan con interes en la historia. Ya esta por llegar a su anciado final. Y aunque este capitulo es mas general que otra cosa pretendo plantear la situacion general de cada evento tras los drasticos sucesos tras la muerte de danzou. Espero y comprendan, mas que nada espero que disfruten con la lectura.

ademas de que a muchas de ustedes les agradara saber que en efecto la Luna no era la unica que presencio el reencuentro de padre e hija...

No leemos abajito...

Capítulo 51

La dulce voz de Shizune había sumido súbitamente a los gemelos en una paz que no pensaron sentir en ese momento, aquella nana, aquella melodía que solía servir para que ellos durmieran pacíficamente estaba siendo traída a sus cansadas mentes por tanto pensar…

Habían salido de sus habitaciones hechas un desastre en transe siguiendo aquella dulce voz, inconscientemente buscando consuelo en los brazos de su moribunda hermana, que cantaba con un sentimiento armónico que los había invitado a ir hasta ella. En silencio tras encontrar las miradas enrojecidas de su gemelo al abrir las puertas que los mantenía ajenos al mundo que querían evitar, anduvieron en silencio ignorándose al principio, y tomándose de las manos en un gesto involuntario que ninguno de los dos decidió romper, avanzaron en la oscuridad de los pasillos con parsimonia, sin perder ni por un minuto la atención a la melodiosa voz de su hermana cantando aquella nana…

De memoria recorrieron el pasillo tomados de las manos, lado a lado sin pronunciar palabra alguna, deteniéndose frente a la puerta de caoba de aquella habitación que no habían pisado desde que su madre les había contado que su hermana había muerto con lágrimas que nunca creyeron sinceras en sus ojos. Ambos tomaron las perillas de la puerta doble dispuestos a abrirla y ver a su hermana traída de la muerte por segunda vez cantando sola… Encontrándose con una escena que sus fatigadas mentes se negaron a creer… Una escena que sus ojos convirtieron en lágrimas dolidas y los hicieron retroceder silenciosos un par de pasos mientras negaban lo que veían…

Shizune… Su preciosa hermana envuelta en vendajes con un yukata blanco como pijama cubriendo la severidad de sus heridas, estaba sentada con los ojos fijos sobre el individuo que reconocieron como su padre, que se hallaba recostado en el regazo de su hermana, mientras la melodía continuaba y ella se dedicaba gentilmente a acariciar los azabaches cabellos de su padre con lentitud y gentileza, como si este gesto tuviese el único propósito de consolar a su padre… Desearon que ella apartase la mirada de su progenitor y los descubriera de pie en la entrada con las manos aun puestas en cada una de las perillas de la puerta, pero eso no paso.

Ella no les miró en ningún momento, sumida como estaba en su canción… Aquella canción que los invitaba a acercarse y disfrutar del mismo consuelo que le daba a su padre, pero que no querían ahora al sentirse traicionados…

-¿Chicos? – Les llamó la gruesa voz de su hermano Itachi inesperadamente, provocando que ambos dieran un respingo asustados. Giraron sus miradas acuosas en dirección de la silueta dibujada de su hermano por los rayos de la clara luna. La mirada que este les dio fue compasiva, quizás supuso lo que ellos habían visto ¿Por?… No sabían cuánto tiempo…

Los pasos de Itachi como siempre sigilosos lo acercaron hasta ellos, mientras retiraban sus manos de la puerta, para observar como su hermano daba un breve vistazo adentro de la habitación soltando un suspiro resignado y cerrar la puerta evitando seguir viendo el interior. Y de paso sellando todo sonido exterior de aquella habitación.

Bajaron sus cabezas en un gesto que no pretendía esconder como se sentían, habia sido un largo dia. Sus manos estaban destrozadas por los multiples golpes que dieron a diestra y siniestra en las que eran sus habitaciones, destruyendo en su arranque cada objeto en ella que fuese fácil de tomar y lanzar hacia las paredes. Se percataron de la seria mirada de su hermano sobre ellos. Pero no dijeron nada. Esperando quizás que el mayor les regañara por ser tan impulsivos. Y sin embargo, las palabras que les dedico solo les supieron a hiel… Amarga e imposible de tragar…

- Sé que no lo entienden ahora… Pero ellos dos necesitan este instante para ellos… Nee-san… Necesitaba que Otto-sama, supiera que estaba bien…  –Les susurró con desolación empañada en su voz, porque al decirles eso sólo confirmaba que su hermana necesitaba a su padre antes que a ellos y hasta Itachi debía sentirse un poco dolido por ello... Mostrándoles que a pesar de lo que decía el también se sentía traicionado y quizás tampoco lo terminaba de aceptar del todo.

-…..-

-…..-

Se miraron mutuamente entre ellos antes de comenzar a alejarse de su hermano y de aquella dulce voz que les ofreció un castigo más a sus mentes, en vez del ansiado consuelo que habían ido a buscar, de los brazos maternales de la única madre que habían conocido, encontrándose ocupados por aquel al que su sangre les obligaba a llamar Padre... A pesar de que aquel rol lo desempeñaba mejor aquel hermano que dejaban atrás.

-Tenemos que hablar de nuevo...- Dijo el mayor deteniendo su andar al notar en aquella frase un tono ambiguo en su voz.

Mas por inercia que por otra cosa se giraron sólo para observar la mueca evasiva que había compuesto el rostro pálido de Itachi, negándoles ver en sus oscuros ojos lo que en realidad pensaba.

– Sin embargo, no estoy en posición de poder hacerlo ahora… - Agrego frotándose la frente con gesto cansado. Los miro de reojo para girarse el también dándoles la espalda para decir. - Lo siento… Creo que… una vez más pretendo imponer mis deseos egoístas en ustedes…-Les susurro de espalda a ellos, permitiéndoles reconocer al fin aquel tono en su voz como culpa. Una culpa que pretendía disimular para ellos sin éxito alguno. ¿Es que acaso no entendía? ¡Era imposible volver a empezar! ¿Porque? ¿Cómo podrían tener algo que nunca habían tenido? ¿Cómo podían ser de nuevo una familia? ¡Jamás lo habían sido!

– Sólo anhelo una familia unida… Lo he anhelado tanto tiempo que me es difícil soportar el hecho de que será mucho más difícil de lo que imagine… Perdónenme por desear algo tan irrazonable… -

Ambos supieron en ese instante exactamente a lo que su hermano se refería. Aquello que anhelaba con todo su corazón, esa única cosa que ellos impedían se volviera realidad ante sus sentimientos heridos y su confianza rota. Itachi debía entender que ellos no podían perdonar tan fácilmente a su padre, no eran tan maduros aun. Y a sabiendas de que ese hecho no era reprochado por su hermano ni en ese instante ni en el futuro giraron sobre sí mismos y se fueron sin atreverse a dedicarle alguna palabra al mayor, por temor a ver en sus ojos culpables algún atisbo de banal esperanza. No podían perdonar… Y eso era algo que nadie cambiaria…

***

Una semana después…

Desde que había tomado asiento en su pupitre se había sumido en sus pensamientos, sus compañeros no tardarían en comenzar a llegar y esperaba poder hacer sus planes realidad y ayudar a Shikamaru en su propósito de convencer a los gemelos. Todavía no terminaba de digerir la totalidad de la información recibida unos días antes en la casa Uchiha.

Las clases al fin serian retomadas ese día por los mellizos Namikaze después del descanso que habían tomado tras el ataque sufrido en el parque y las consecuencias que este había dejado en ambos rubios, aunque no estaba segura del todo sospechaba que algo habían ocultado los rubios al grupo al mostrarse reticentes a recibir visitas durante ese tiempo. Esperaba que los gemelos aparecieran por la escuela a pesar de su estado familiar, pero en su pecho algo le decía que eso no pasaría tampoco. Soltó un suspiro…

Ni Sasuke o Sakura habían mostrado indicios de querer salir de sus habitaciones en un tiempo, información que obtuvo de Shikamaru que había estado al pendiente de ambos mediante Itachi. Le preocupaba que decidieran por voluntad propia permanecer encerrados y solos, cada uno sin la compañía de su gemelo, cosa rara en verdad. Era imposible imaginar a ambos solos en sus propias habitaciones sin siquiera tentarse a verse ni por asomo. ¿Qué tan lastimados debían sentirse? Se preguntó segura de que esa sería la única respuesta ante tal comportamiento de los gemelos. Pues, desde que los conocía, jamás habían mostrado distanciamiento voluntario de su contraparte, siempre habían compartido los momentos duros, felices y tristes, se apoyaban mutuamente sanándose entre sí, pero ahora parecían evitarse porque de alguna manera sabían que no podían soportar el dolor del otro sin terminar quebrándose, así que se evitaban para no tener que obligarse a sentir más dolor del que podían soportar…

De alguna manera, ella podía entenderlos. Después de todo era la única amiga de la infancia que tenían. Los conocía tan bien como sabia ellos la conocían a ella, pero esto estaba fuera de lo que podía manejar, no sabía cómo ayudarlos, mejor dicho, sabía que no podía ayudarles y eso era lo que la tenía inquieta, ya que nunca los había visto ni una sola vez tan distanciados. No era común, y a eso sumarle el hecho de que no había podido comunicarse con Naruto e Ino o que estos le permitiesen visitarlos en su casa para poder pedirles ayuda, la tenía al borde de la ansiedad. Sin embargo ese día al fin podría verlos en la escuela o al menos eso le había comentado Deidara-Sempai cuando lo vio de casualidad en el almuerzo hacia dos días.

Esperaba que en verdad ambos rubios aparecieran al fin y le permitieran contarles sobre sus queridos amigos de la infancia. Quería poder ser útil y ayudar al menos a que esos dos entren en razón.  Aunque sí se ponía a pensar sobre su propia experiencia al ver a su padre y su tío al volver ese día a casa, podía  decir con certeza que no había sido fácil.

No obstante a diferencia de los gemelos, lo de su padre y tío no era tan rotundo, a pesar de que su vida había sido de cierto modo austera de cariño y estricta, entendieron desde el punto de vista objetivo que el clan Hyuga era en realidad fundado sobre esas mismas dos cosas. Ella y sus hermanos aceptaron que su tío y su padre mantuvieron aquellas tradiciones por el bienestar del clan y hasta de cierto modo para protegerlos... Y a pesar de saber que el trauma de perder a su madre fue el detonante que los volvió incluso más rígidos, seguía siendo una excusa al trato recibido todos esos años… Pero, lo habían entendido y aceptado, porque cuando su padre y su tío decidieron sincerarse con ellos no habían mostrado ninguna vez arrepentimiento. Porque para ambos sus acciones los habían mantenido ajenos a la guerra que mantenían para protegerles. Y eso era suficiente para acceder sus disculpas.

Incluso esa semana habían recibido muestras de lo ambos Hyuga habían mantenido escondidos de ellos, tras su máscara de estricta seriedad, permitiéndole a su hermano decidir sobre su futuro sentimental, mostrándose comprensivo cuando Neji confeso querer  romper el compromiso con Ten Ten, y apoyándole al permitirle hacerlo. Nadie esperó que al igual que su hermano la Ten Ten se había mostrara aliviada de que esto pasará, pues ambos profesaban afecto a personas distintas. Manteniendo la amistad que habían forjado al conocerse, Ten Ten aseguro que no se perdiesen las conexiones laborales entre el clan Tien y el Clan Hyuga al decirle a su padre que era ella quien no deseaba más estar atada a un compromiso. De alguna manera aquello había terminado bien y ahora tanto la Tien como su hermano habían conseguido obtener lo que mas deseaban.

Se alegraba por Neji y Lee, todavía recordaba con cierta envidia como su hermano tras romper el compromiso, en un impulso impropio de su carácter reservado, había recorrido la escuela buscando a Rock Lee, el hijo de Gay-Sensei, un muchacho vivaz y positivo que por dichas características había cautivado el corazón de su hermano. Al encontrarlo, tras su incansable búsqueda, sin decir absolutamente su hermano le robo su primer un beso.

Sonrió al recordar, el sonrojo que se había apoderado de ambos, al percatarse de que eran observados por media escuela, siendo ella testigo al estar convenientemente en las cercanías de la escena pudo ver lo apenados que se sentían por ser el centro del espectáculo que dio vuelta a la escuela en segundos gracias a los convenientes aparatos llamados celular. ¡De verdad envidiaba a su hermano! Recordar cómo después de su breve vergüenza, había vuelto a besar al moreno con tal anhelo que  no necesitaron más que tomarse de las manos y sonreír eufóricos por lo que pasaba y besarse una y otra vez ante la mirada atónita de cuanto estudiante pasaba por ahí en ese momento incrédulos de ver al serio y reservado Hyuga Neji mostrarse acaramelado con su nuevo novio.

Admiraba a su hermano por haber logrado atrapar al chico Lee, su amor secreto desde hacía tiempo. En cambio ella… Simplemente se limitaba a ver como cada día que pasaba Shikamaru se volvía más y más callado, palideciendo y recargándose de vez en cuando en las paredes, negando sentirse mal aunque era obvio que lo estaba. El Nara no le permitía preocuparse por el a pesar de que ya lo hacía y mucho.

-Es un terco…- Se dijo notando su entorno.

El bullicio de las voces inundando la escuela comenzó a hacerse notar, distraída paseo su mirada perlada por el aula en busca de sus amigos pero no hubo suerte así que siguió cavilando lo que podía hacer, para conseguir un final feliz para sí misma como su hermano. Y sin notarlo los gemelos inundaron su mente una vez más, ellos estaban pasando por un mal momento, como su amiga debía encontrar la forma de que ellos también consiguieran su final feliz.

Después de todo, lo consideraba su deber a pesar de que ninguno de los gemelos había querido verla tras la huida de la sala ese día, lo que era obvio que harían al estar en aquel estado de confusión, sin embargo lo que la había mantenido dudosa de decir nada a los mellizos Namikaze era el hecho de que no tenía idea de hasta qué punto sabían ellos dos sobre todo lo que Shikamaru le había contado junto con los tres Uchiha, preguntarle al mismo Shikamaru podría ser contraproducente, ya que el Nara intentaría disuadirla de meter a los Namikaze a la ecuación… ¿Pero qué otra cosa podía hacer, más que pedir a Naruto e Ino ser los intermediarios en esta situación? Seguramente los gemelos escucharían lo que ellos dijeran, tal como había pasado cuando descubrieron que Shizune-san estaba viva después de que Itachi los llevo con ella sin explicarles nada causando un estado de hermetismo y confusión en ambos. Los únicos que habían conseguido que entraran en razón habían sido los mellizos Namikaze. Ellos los trajeron de vuelta y les hicieron ver lo errados que estaban sus pensamientos con sus sentimientos respecto a su hermana… Al menos eso había dicho Itachi aquella tarde después de que ella regresara de su fallido intento de comunicación con los gemelos…

Soltó un suspiro algo agobiada por toda la situación, si tan solo se hubiese quedado un rato más con Shikamaru e Itachi después de aquella platica quizás ahora estaría menos dudosa sobre lo que había planeado.

-¡Hinata! –Escuchó de repente su nombre en voz alta mientras una mano frente a su rostro la obligaba a parpadear confundida mientras se ondeaba de un lado a otro en un obvio intento de llamar su atención dispersa en sus pensamientos. - ¿Me escuchas? ¡Llevo un rato llamándote y ni en cuenta! –Se quejó la misma voz, reconociendo a Kiba y Shino parados frente a ella, observándola preocupados.

-¿Te encuentras bien? –Inquirió expectante Shino.

-Hola, chicos… No me pasa nada.- Respondió con su suave voz mientras dibujaba una sonrisa amable típica en ella. Ambos parecieron dudar de su mentira pero al ver que ella no dudaba lo dejaron pasar, para ponerse a contarle lo que habían hecho la tarde anterior durante la visita de Shino a la casa de Kiba para saludar a los padres de este último por su aniversario de bodas. Dejándose llevar por el ritmo animoso de Kiba decidió relegar su angustia por sus queridos amigos de la infancia y empaparse del alegre estado de ánimo de Kiba. Estaba segura de que dudar no era propio de ella y que solo debía hacer lo que tenía que hacer para lograr sus objetivos. Sin cuestionar en ningún momento que todos estos no serían fáciles de ninguna manera.

***

Shikamaru se dirigía con lentitud hacia su aula, era evidente el par de ojeras en sus ojos, el cansancio parecía pesar sobre cada paso que lograba dar. Apenas había conseguido hacer que Lina y el resto de su sequito de doncellas le permitiera asistir a clases ese día. Incluso las chicas nuevas habían insistido en que se quedase a descansar como si fuese prioridad nacional o algo.

Se sentía estúpido, al preocupar de ese modo a sus doncellas. Era ridículo el hecho de verse afectado a tal grado por los sucesos en la casa Shimura, tanto que sus apacibles noches de sueño se habían tornado inquietas y angustiosas. Las pesadillas que tenía desde aquella sangrienta madrugada lo habían hecho polvo… Comenzaba a creer que mantenerse despierto con ayuda de cualquier cosa era mejor que sumirse en la oscuridad de sus pesadillas que poco a poco habían logrado que tuviese miedo de la hora de dormir. De repente cerrar los ojos se había convertido en sinónimo de miedo, y es que despertar sudado, temblando como si tuviese frio y en medio de gritos aterrado, no era para pasar desapercibido por sus doncellas, que la primera vez que sucedió acudieron a su habitación en pijamas y con sus armas en las manos creídas de que alguien osaba atacarlo. Había sido digno ver como todas revisaron de pies a cabeza su cuerpo asegurándose de que no tenía ningún rasguño, a pesar de que comprendieron con solo un vistazo que se trataba de una pesadilla demasiado realista para su gusto. Pensó ilusamente que se terminarían conforme pasara el tiempo, pero cada noche aquellos gritos aterrados se repetían, despertándolo entre sus sabanas enredadas y negándole el tan anhelado descanso. No importo para nada el esfuerzo que hizo por disuadir a sus doncellas de que estaba bien, ninguna de ellas le creyó ni un momento que estaba bien.

Lina incluso había puesto un catre en su habitación, para acompañarlo en sus noches inquietas velando su sueño, hasta que ahora el lugar de Lina era tomado por turnos por cada doncella que habitaba en la casa y estaba a su servicio. Incluso Haku su nuevo y único mayordomo se mostraba ansioso y preocupado al verle desmejorar con cada nuevo día.

-Que problemático se ha vuelto todo…- Se dijo con agobio frotándose las cienes en un vago intento por ahuyentar el cansancio que le invadía.

Un suspiro cansado escapo de su garganta sin consentimiento, justo cuando alcanzo la puerta de su clase. Se dio un respiro profundo y sin más entro en el salón, los demás estudiantes ya se encontraban ahí, algunos conversando entre ellos, otros recostados sobre sus pupitres robando algunos minutos más de sueño antes de que el día escolar iniciara. ¡Qué envidia!

Un simple vistazo le confirmó que los gemelos no habían asistido a la escuela aún. Llevaba preocupado por ellos desde que les había dicho todo lo que sabía de su padre y de las cosas que ni siquiera le había dicho al mismo Itachi. Debía admitir que fue un completo martirio esperar la respuesta de Itachi en aquel momento, aunque nunca estuvo más orgulloso del mayor Uchiha, pensó que su respuesta seria negativa al igual que en los gemelos pero la sorpresa de aquellas lágrimas que se le escaparon al responder fueron como una pequeña luz para él.

Sabía que los gemelos sólo estaban haciendo berrinche, o al menos así quería verlo él aunque entendía que ese no era el caso. Y aunque aquella tarde ninguno mostro indicios de querer odiarle por ser el portavoz de tan retorcidas noticias en ese instante no mostraron indicios de desprecio hacia el más que hacia su padre, esperaba que eso cambiara conforme asimilaran más las cosas, porque después de todo conocía lo suficiente a los Uchiha como para deducir las posibles formas en las que se tomarían su trato con el de ahora en adelante entre las cuales figuraba la palabra “traidor” como la más probable.

-¿Shikamaru-kun?- Escuchó que le llamaban. Levanto la mirada y se topó de frente con las perlas grises de Hinata observándole con preocupación. -¿Te encuentras bien? Luces algo pálido…

-Estoy bien, no te preocupes, no es nada. Hinata. –Le respondió con un fallido intento de sonrisa. Pues la mueca preocupada de la Hyuga no desapareció de su rostro, pero se había prometido que al menos a la Hyuga no la preocuparía con cosas absurdas como sus pesadillas. Así que desvió la mirada hacia sus amigos. – Hola, Kiba. Shino. – Saludo a sus dos amigos sentados evitando alargar la conversación con la Hyuga sentándose en su pupitre ante la atenta mirada de sus tres amigos.

-Oye Shikamaru, ¿Sabes sí Sasuke y Sakura vendrán a la escuela hoy? –Inquirió Kiba entre preocupado y curioso.

-No lo sé. Sempai no me dijo que hubiese cambiado el panorama en casa desde hace una semana.- Respondió el escueto. Con el paso de los días fue imposible ocultarle las cosas a Shino y Kiba, sobre todo porque los clanes de estos dos eran parte del sequito que protegía a la familia Hyuga y Uchiha respectivamente. –Estoy seguro de que ese par pronto volverá a entrar en razón…

Con ese comentario, la conversación quedo zanjada. Pues el profesor de turno al fin había entrado al aula haciéndoles notar que una vez más sus amigos no irían a clases.

*

Por su parte Kiba pensaba con seriedad la respuesta casi metódica de Shikamaru, casi se escuchaba ensayada. Su lenguaje corporal le decían que carecía de fundamentos, para al menos suponer que los gemelos podrían manejar algo ellos solos. Realmente parecía como si una vida completa hubiese pasado. En tan solo unos días la verdad que había descubierto al regresar su hermana mayor a casa, le había dejado incapaz de procesar tanto y todo a la vez.

Aquella noche encontró a su Nee-chan mirando a oscuras un viejo álbum de fotografías que hacía mucho tiempo ignoraba intencionadamente. Porque según una vez le dijo, mirar en él era demasiado doloroso como para poder soportarlo. Atemorizado por aquellas palabras él tampoco se atrevió jamás a mirar lo que había dentro, a pesar de que su curiosidad era inmensa siempre se mantuvo, al igual que su hermana, alejado de aquel álbum que en aquella noche por primera vez le veía hojearlo.

Hana no pareció notar que la observaba de pie en el umbral de la cocina, así que a sus anchas pudo notar aquel brillo en la mirada de su hermana que parecía estar presente con cada nueva imagen que capturaba su atención al girar la página. Acariciando con cuidado una de las fotografías, al fin se dio cuenta de que el la miraba. Primero con sorpresa empañada en su gesto y después con algo similar al alivio, lo invito a mirar el álbum explicándole que al fin podía mirar dentro sin sentirse en el infierno…

Al mirar con sus propios ojos las mismas fotos que su hermana, pudo reconocer aunque de forma insegura a la hermana mayor de los gemelos, sin saberlo ella había sido el guardaespaldas y amiga de Shizune Uchiha. En las fotos que aquel álbum mantenía guardadas en su interior se podía ver a su hermana y a Shizune plasmadas en ellas, en diversos momentos… El anhelo en la mirada de su hermana, el sentimiento de nostalgia que transmitían esas fotos, le hicieron pensar que quizás la relación de su hermana con la Uchiha no era definida solamente como amistad. Duda, que no se atrevió a preguntar en voz alta a la mayor, quien sin darle tiempo a nada le dijo que Shizune Uchiha estaba de vuelta entre los vivos.

¡Era absurdo! O al menos eso pensó en ese instante al mirar con cara de desconcierto a la mayor. Él sabía por los gemelos que su hermana había muerto hacía más de cinco años en un accidente que los había devastado a todos ellos. No era posible que esa chica pudiese volver. Pero un par de días después supo por sus propios ojos que ciertamente aquella joven en una silla de ruedas arrastrada por una doncella de largos cabellos plateados, no era otra que la mismísima ¡Shizune Uchiha!

Había acompañado a su hermana a visitar la mansión Uchiha, aun  escéptico de las palabras de la mayor Inuzuka, tragándose toda su incredulidad al ver a Uchiha convaleciente, siendo fuertemente atrapada en un abrazo desesperado de Hana, quien había apenas contenido el impulso de subir a trompicones los escalones de la escalera que la separaba de la morena.

Aquello había sido un momento digno de presenciar…

Mientras su hermana atrapaba en sus brazos a la joven morena en la silla de ruedas esta ni siquiera había hecho el intento de corresponder el abrazo. Sus brazos estaban completamente vendados  razón por la cual no pudo más que dejarse hacer por su hermana.

-Ha sido mucho tiempo… Hana…- Susurro con una voz ronca y casi efímera, observando a su hermana con nostalgia en las gemas oscuras que tenía por ojos. Su hermana estaba llorando en silencio, negando con la cabeza mientras intentaba secar las lágrimas de sus mejillas enrojecidas antes de responder.

-¡Más de lo que debería! ¡No vuelvas a irte! ¡No te lo perdonare una segunda vez! –Le recrimino Hana, ganándose una mirada apenada de la morena antes de simplemente asentir en respuesta.

Clavando la mirada en la contraria, ambas se sumergieron en una burbuja impenetrable para él, dejándole con unas ganas inmensas de correr hasta ellas e intentar entrar aun si fuese a la fuerza sólo porque quería una explicación, porque francamente ¡Él no entendía nada! Por supuesto la emotiva escena los había llevado a retirarse de los alrededores y darles a las dos jóvenes su espacio.

Ese día él se enteró de lo que debía saber al respecto, aunque fue imposible revelarle todo con detalle. Debido a eso y por consecuencia, todos sabían en mayor o menor medida lo que ocurría con el estado de ánimo de Sasuke y Sakura. Y aunque estaba preocupado por ambos, sabía que él no podía ayudarlos de ninguna forma que no fuese más que apoyarlos en lo que decidieran al final. Ojala todo saliera bien para cuando aquello sucediera.

***

Continuará…

Notas finales:

Bueno despues de hoy imagino que algunas ya se estaran dando idea de lo que viene.

Espero, que hayan disfrutado la lectura  y ojala me dejen algun RR

a pesar de que los que me han dejado no los he respondio creanme los leo y disfruto letra por letra... cuando tenga mas tiempo prometo responderlos todos.

nos vemos


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