Capítulo 65 Heaven...
Los gemelos Uchiha la adoración del cuerpo estudiantil, se paseaba por los pasillos de la que había sido su escuela, observaban con recelo cada cosa como si quisieran grabar en su memoria las instalaciones de lo que había sido su alma mater durante tres años…
Habían decidido ir a dar la última vuelta por los alrededores de la escuela, en una especie de despedida a aquella parte de su vida. Pues, finalmente ese día se graduaban de su vida como estudiantes de preparatoria. Ese día marcaba el final y el inicio de una etapa nueva y excitante, apenas lograba recordar las cosas que habían vivido ahí, pero que de alguna manera lograban poner en ellos aquel raro sentimiento de la nostalgia.
Fueron por cada salón que en su momento fue usado por ellos, recorrieron los dojos donde pasaban la mayoría del tiempo, al principio entrenándose para después enseñar a los novatos de primer año, subieron a la azotea donde incontables veces tomaron el almuerzo en compañía de sus amigos.
Contemplaron por un largo momento la vista que ofrecía la azotea y revivieron aquellos almuerzos en compañía de todos sus amigos y sintieron una pequeña pena en sus pechos al notar que entre esos recuerdos siempre faltaban ellos dos…
Era una verdadera lástima que no hubieran podido graduarse juntos… La nostalgia se adueñaba de ellos al recordar lo ingenuos e inocentes que eran en aquella época, las sonrisas brillantes que siempre tenían para ellos y lo absurdamente felices que eran solo por ser capaces de verlos cada día. Ahora habían madurado, quizás demasiado rápido, pero había sido para bien o al menos eso querían creer desde lo profundo de sus corazones…
Terminaron en la azotea aquella que atestiguo en incontables ocasiones las irreverencias de ambos junto a su grupo de amigos… Habían pasado dos años desde que se habían despedido en un aeropuerto de las personas que más amaban. Y a pesar de que deseaban ponerse en contacto con ellos sus cartas nunca eran respondidas... Llegaron a creer incluso que no habían sido perdonados por sus actos después de todo, pero una llamada fue todo lo que necesitaron para saber que ese no era el caso…
“Entiendo cómo se sienten. Pero espero que sean capaces de ser pacientes… Naruto e Ino no necesitan pensar en nada más que en su recuperación… Por favor compréndanlo. Cuando sea el momento ustedes se reunirán de nuevo y no volveré a decir una palabra sobre su relación, pero ahora ellos solo necesitan que ustedes crean en su promesa… Eso es suficiente… ¿Lo entienden?”
Con esas palabras de la abuela Tsunade les había pedido paciencia mientras guardaba en su voz preocupación y dolor al ser ella el verdugo que los mantenía en la desdicha de no poder estar con sus dos amados… No había nada que ellos pudieran hacer más que esperar, fieles y pacientes a sus promesas de verse de nuevo, a anhelar con desaliento un nuevo beso que parecía tan lejano y a desear con ímpetu tenerlos al fin en sus brazos una vez más…
Sin darse cuenta la espera se hizo una continua rutina hasta adormecer sus corazones siendo capaces de seguir con su día a día hasta que finalmente pasaron dos años completos sin saber nada de ellos, dos años que francamente les hacían dudar de si algún día realmente podrían verlos de nuevo…
-Ne Sasuke… -Llamo Sakura sosteniendo un mechón de su ahora largo cabello tras su oreja al ser revuelto por el viento.
- ¿Mhn? – Inquirió Sasuke sin apartar la vista que ofrecía el tejado de su escuela.
- ¿Crees que ellos sigan pensando en nosotros? – Sasuke al escuchar inseguridad en su voz giro su rostro para verla preguntándose que era lo que intentaba decir con eso. – Ha pasado tiempo… Y no hemos sido capaces de saber mucho de ellos… Ni tampoco pudimos hacer mucho para contactarlos… - Sakura no pudo continuar hundiendo su rostro melancólico en sus brazos mientras la mano de Sasuke le acariciaba el cabello comprendiendo lo que su hermana intentaba decir…
-Eso no pasara… Estoy seguro que aun en la distancia ellos saben que seguimos aquí… Esperando… Eso fue lo que les prometimos ¿Verdad? – La chica bajo su mano asintió sin dejar de esconder su rostro. – Tenemos que cumplir al menos eso…
Giro su rostro al mismo tiempo que su gemela levantaba su cara para girarse también, al escuchar que la puerta tras ellos rechino con fuerza al ser empujada por alguien que jadeante había ido ahí para buscarlos.
- ¡Sakura-Sempai! ¡Sasuke-Sempai! ¡Es hora de ir al auditorio! ¡La ceremonia de graduación va a empezar! – Escucharon la voz jadeante de una cansada Moegi que corría hacia ellos aun fatigada por la carrera de subir las escaleras. Corriendo hacia ellos con su último aliento antes de empezar a empujarlos para que se apresuraran a ir al auditorio.
- ¡Moegi! ¡No seas pesada! ¡Ya vamos! – Dijo Sakura a su pequeña kohai. Riendo divertida por la desesperación que la chica mostraba por llevarlos a como diera lugar al auditorio.
- ¡Sempai! ¡Al menos haga el esfuerzo de poner un pie delante del otro y camine por favor! -Chillaba la menor irritada por la falta de cooperación de los gemelos que arqueaban la ceja en son de burla hacia los esfuerzos exagerados de la menor.
- ¿Tanto quieres deshacerte de nosotros Moegi? -Preguntó en tono dolido Sasuke logrando que la menor se detuviera al instante a mirarlos con detenimiento y confusión en su cara.
- ¿Qué está diciendo Sempai…? Eso no…- Empezó a decir siendo interrumpida por Sakura que había entendido el ardid de su hermano uniéndose a la jugarreta para la menor llamada Moegi.
- ¡Que cruel! -Continuó Sakura, sin querer darse cuenta de que la menor comenzaba a mostrar signos de pánico y sus ojos se comenzaban a aguar en señal de llanto, el cual notaron solo cuando ella repentinamente se quedo callada en el mismo lugar sin intentar hacerles caminar de nuevo.
-…….-
- ¿Moegi? Oye… ¿Qué es lo que te pasa? – Intento Sakura primero llamar la atención de la chicha que mantenía la vista oculta de ellos, sin moverse.
-…….-
Fue entonces que decidió poner su mano en la cabeza de la chica solo para ver como esta levantaba la cara con claras lagrimas corriendo por su rostro sonrojado a causa de el llanto.
- ¿Enserio está llorando? -Preguntó un desconcertado Sasuke.
- ¡Sempai son unos injustos! -Chilló comenzando a llorar desenfrenadamente bajo la inquieta mirada de ambos gemelos que no sabían que hacer y solo movían las manos nerviosamente.
-Creo que se te paso la mano Sakura… - Acusó Sasuke a su gemela que enseguida frunció el ceño en desacuerdo.
- ¡¿Yo?! -Se señalo con desacuerdo la Uchiha mirando con el ceño fruncido a su hermano. - ¿Quién fue el primero que dijo que se querían deshacer de nosotros?
Moegi comenzó a hipar y sus lágrimas comenzaron a cesar también solo para ver como sus dos Sempai favoritos discutían de una rara forma en la que jamás los había visto.
- ¡Qué! ¡Fuiste tu quien siguió la broma! – Se defendió Sasuke señalando a su hermana. - ¡Además que la que la hizo llorar fuiste tú!
- ¡No es cierto!
- ¡Si lo es!
- ¡Qué no!
Moegi se desconcertó al ver a los gemelos pelear de aquella forma, jamás pensó que ellos pudiesen discutir con el contrario. Siempre los había estado observando, y sabía que no era algo común ver eso, sobre todo si sabias lo unido que esos dos eran uno con el otro, pero ser la razón por lo que parecían discutir, verlos así tan naturales frente a ella de alguna manera la hizo sentir especial y contenta. En verdad admiraba y respetaba a esos dos… Así que los observo con ternura un momento antes de que su discusión la llevara a la nostalgia, al recordar que no sería capaz de verlos de nuevo al menos por un tiempo… Ese día de primavera con los cerezos en flor sus queridos Sempai y Nee-sama se graduaban…
Su futuro era brillante, estaba segura, y aunque en ese mismo instante parecía lucir incierto no pudo evitar sentirse feliz y agradecida por ser capaz de ganarse el título de “Imotou honoraria” de ambos Uchiha.
El sonido de una carcajada llorosa los saco a ambos de su discusión, mirando con desconcierto a la menor frente a ellos que lloraba y se reía al mismo tiempo.
- ¿Moegi? -Dijeron al unísono su nombre y la chica con lágrimas en los ojos y una sonrisa en la boca, decidió enderezarse para decir con todo su corazón.
- ¡Felicidades por haberse graduado! ¡Sakura-Sempai! ¡Sasuke-Sempai! En verdad… Voy a extrañarlos un montón…- Logró completar antes de que un nuevo chillido de llanto saliera de su boca, logrando tranquilizarse un segundo cuando notó el comportamiento inseguro de ambos mayores que movían sus manos delante de ella sin saber qué hacer. Logrando sacarle una risa llorosa que solo empeoro los gestos de ambos Uchiha porque ahora no solo la miraban extrañados, sino que también lucían algo inseguros de su cordura.
En algún momento aquellas divertidas facetas de ambos lograron tranquilizar a Moegi del todo para que por fin los gemelos suspiraran aliviados y conmovidos por sus palabras le devolvieron el gesto con una palmadita en la cabeza por Sasuke mientras Sakura secaba sus lágrimas con un pañuelo y acomodaba su cabello para que no se notara que había llorado. Para ambos gemelos aquella niña, más que una kohai, era su pequeña hermanita menor… Una llorona y muy consentida hermanita menor… Y la verdad no se sentía mal ser ellos los hermanos mayores para variar.
-También te vamos a extrañar mucho Moegi. – Dijeron al unísono colocando al fin una sonrisa contenta en la cara de la menor.
*
La ceremonia fue todo lo emotiva que se esperaba, muchas lágrimas de por medio de los graduados y de la mayoría de los menores, que ese día daban la despedida a los ídolos de su colegio los gemelos Uchiha que esa primavera comenzarían a ir a la universidad de Tokio y a los cuales no verían por algún tiempo.
-Eso fue muy emotivo…- Dijo la Hyuga del grupo secándose un par de lágrimas de las comisuras de sus ojos con sus dedos. A su lado Shikamaru le rodeaba la cintura en un abrazo confortable. Escena que seguía incomodando un poco a los gemelos, pues aún no se acostumbraban al hecho de que Hinata y Shikamaru por fin estuvieran juntos y mucho menos comprometidos oficialmente, desde hacía un par de meses cuando en el cumpleaños de Shikamaru, Hinata decidió anunciar a su padre y los Nara, así como al país entero de sus intenciones de formalizar la relación, con fines de matrimonio. Quien diría que al final su lado dominante saldría a flote de manera tan admirable, lo único que aun no terminaban de discernir era quien era la “esposa” de la relación.
-Bueno, nos acabamos de graduar, tenía que ser emotivo ¿No? – Comentó el Nara en tono relajado ajeno a las dudas de los Uchiha.
- ¡Es cierto! ¡Además, hay que celebrarlo Hinata! – Se emociono Kiba levantando los brazos en el aire en una pose de banzai.
-Tienen razón. – Concordó Hinata con una sonrisa satisfecha.
- ¿Entonces? ¿Como vamos a celebrar la graduación Kiba? - Pregunto una monótona Sakura que miraba aburrida la pantalla de su celular mientras se apoyaba en su gemelo que hacía lo propio con el suyo.
- Eso no lo sé… ¡Piensen en algo por favor! – Respondió el Inuzuka con voz inocente.
-Típico de Kiba, decide ir de fiesta sin hacer la fiesta primero…- Comento Sasuke con apatía.
Kiba realizo un puchero y frunció el ceño en protesta, pero no negó lo que el Uchiha decía, en cambio, se dejo consentir por los protectores brazos de su novio, que sin el notarlo había neutralizado cualquier intento de pelea con el azabache.
- ¿Podemos ir con Nee-san al club? -Sugirió Sakura ladeando la cara, luciendo inesperadamente adorable.
Para Sasuke y Hinata el gesto les pareció sumamente nostálgico y lindo, asi que sin resistirse ambos palmearon la cabeza de la Uchiha menor y picaron su mejilla correspondientemente. Sakura simplemente se dejó hacer, continuando con su sugerencia añadió abrazando a su hermano por la cintura mientras este la rodeaba con un brazo sobre su hombro.
-Esta noche habrá una guerrilla de bandas, escuche que se pone bueno, quizás nos dejen participar… ¿Qué dicen?
- Digo que suena bien… - Susurro Shikamaru pensativo, llevándose una mano a su barbilla acompañando su gesto al recordar… – Pero, todavía no podemos irnos de aquí…
- ¿Eh? ¿Por qué? -Preguntaron al mismo tiempo los demás. El Nara sonrió astuto y logro sacar una mirada de cautela en todos los demás.
- ¿Qué estas planeando Shikamaru? – Preguntaron con desconfianza los gemelos. Shikamaru fingió hacerse el interesante mientras tecleaba en su celular un mensaje que pronto tuvo respuesta y le coloco una sonrisa en la cara.
- ¿Porque mejor no me siguen a la entrada y lo averiguamos? – Dijo tomando la mano de Hinata entre la suya para proceder a salir del salón donde habían estado conversando todo ese tiempo en el segundo piso de la escuela.
Afuera los padres de familia tomaban fotos con sus hijos para conmemorar la graduación. Ninguno de ellos había bajado, porque en el caso de la Hyuga su padre estaba en ese momento en China cerrando un trato de negocios con la empresa Tian y volvería hasta la tarde así que su celebración seria por la tarde, los padres de Shikamaru no habían asistido a la ceremonia, pero le habían dicho que almorzarían juntos más tarde ese día para felicitarle. Los únicos que habían tenido a sus padres con ellos habían sido Shino y Kiba que después de las tradicionales fotos con ellos se separaron y fueron a buscarlos para terminar reunidos en el aula que había sido su clase ese último año.
Los gemelos Uchiha, no habían dicho porque sus padres no fueron a la ceremonia, pero era claro que ese hecho no era un problema para ellos, pues la cara avergonzada de Sakura y Sasuke al mencionar que su madre cocinaría para ellos un banquete y que su padre la ayudaría los había dejado sin tiempo para asistir a las formalidades así que debían volver a casa antes del almuerzo. Sus hermanos mayores se reunirían con ellos en esa comida después, pues estaban ocupados con una importante junta en la corporación ese día.
O al menos eso era lo que les habían dicho Itachi y Shizune esa mañana al contarles que no irían a su ceremonia de graduación.
En cuanto salieron del salón con sus diplomas en las manos, los gritos y el alboroto que se escuchaba dos pisos por debajo en la entrada de la escuela no pasó desapercibido para el grupo. De repente el corazón de los gemelos comenzó a latir en anticipación nerviosa, aunque no tenían idea de porque…
- ¿Que está pasando ahí? -Pregunto desconcertado Kiba intentando enfocar la mirada a lo que tenía alborotado a todos ahí, pegándose al ventanal del pasillo mas cercano.
Los gemelos se sorprendieron al sentir en sus espaldas las manos de Shikamaru empujándolos hacia adelante, ambos le miraron sin saber que pensar al verlo sonreír astutamente como antes.
-Sera mejor que vayan a rescatarlos de una vez o no saldrán vivos de esa marabunta…- Les dijo enigmático. – No me miren así… Luego me disculpare con ustedes, pero enserio esos dos necesitan que los salven de nuevo…
-Esos… dos…- Susurraron al unisonó ambos Uchiha desconcertados girando su mirada hacia el ventanal donde un entusiasmado Kiba gritaba.
-¡Oh por dios!
El empujón en sus espaldas los hizo avanzar dos pasos largos hacia adelante, dejándolos varados a mitad de camino sin saber si regresar a pedir explicaciones o avanzar tal como les había dicho el castaño. Estaban aturdidos de pie en medio de sus amigos escuchando los gritos de la gente afuera que rodeaban con insistencia a dos personas que aún no se atrevían a asimilar quienes eran…
- ¡Sakura-chan! / ¡Sasuke-kun! – Escucharon sus nombres ser llamados entre la marabunta de estudiantes que gritaban afuera, sus músculos por fin parecieron reaccionar y se acercaron a la ventana para mirar con detenimiento un par de cabelleras doradas en medio de una multitud de estudiantes.
- ¡Sakura! – Escucho su nombre la Uchiha menor dando un respingo al sentir un escalofrió recorrerle la espalda al escuchar aquella dulce voz llamado por ella. A su vez su gemelo no era diferente de ella observando con incredulidad aun a el chico de rubios cabellos sonreírle como si el sol floreciera en su rostro tras gritar su nombre de nuevo.
- ¡Sasuke!
Los estudiantes que los rodeaban detuvieron su acoso y guardaron silencio para mirar a la ventana donde los príncipes Uchiha miraban sin saber que hacer al ver a sus adorables querubines con aquellas sonrisas radiantes que parecían destilar luz propia deslumbrándoles a ambos dejándoles pasmados.
*
El escozor en los ojos no se hizo esperar en ambos gemelos que no se contuvieron y se permitieron derramar un par de lágrimas de felicidad. Sin querer parpadear ni un segundo para no privarse de aquella imagen… Donde un par de ángeles rubios abrían sus brazos hacia ellos invitándoles a sus brazos no lo pensaron mucho para mirarse mutuamente antes de abrir la ventana completamente y dejarse caer al vacío que los separaba de ellos. Los gritos conmocionados de sus amigos a sus espaldas al verlos hacer semejante locura y el pánico que cruzo los ojos de aquel par de rubios fueron ignorados mientras el par conseguía un limpio aterrizaje en el patio. Para después de asegurarse que no se habían roto nada corrieran con todo su ser hacia los brazos de aquellos dos que desconcertados aun por su locura se dejaron abrazar tan juntos que parecía doler pero que solo ellos mismos sabían que no había más que delicadeza en aquellos abrazos que acunaban el gran amor de sus vidas, sin querer dejarlos ir nunca más.
*
El primero en correr había sido Sasuke, rodeando con sus brazos el cuerpo de Naruto antes de que este pudiera desvanecerse en un sueño, confirmando que era real al sentir su dulce olor inundar su nariz y la calidez de su cuerpo rodear el suyo.
-Naruto… Naruto... Mi Naru… -Susurro una y otra vez afianzando su abrazo sobre el rubio que contento se dejaba abrazar y correspondía con igual firmeza su abrazo enterrando su cara en el pecho de Sasuke empapándose con su olor… Restregando sus ojos en su camisa para despistar las lagrimas que comenzaban a inundar sus zafiros azules de la emoción al estar finalmente en los brazos de su Sasuke….
-Aquí estoy Sasuke…Te extrañe… Siento haberte hecho esperar…
-No… Está bien…- Le interrumpió tomando su cara entre sus manos admirando el color azul de ese par de zafiros en sus ojos limpiando las pequeñas gotas de lágrimas en sus bordes. Deposito un beso en la frente de Naruto y fue bajando por su nariz y pasando por cada mejilla que habían comenzado a humedecerse en llanto. Antes de besar sus labios le susurro con ternura llena de súplica. - Solo prométeme que nunca más me dejaras… Por favor… Yo…
-Te lo prometo…- Respondió Naruto justo antes de sentir el tan anhelado beso de su amado…
*
Sakura en cambio se quedó pasmada mirando la bella sonrisa de la joven que amaba más que nada en el mundo, el rostro del ángel que la había cautivado desde el primer momento en que se conocieron y de la cual sabia no podía mantenerse alejada nunca más si acudía a sus brazos…
Le asustaba que esa visión de su princesa fuese simplemente temporal y que le seria arrebatada nuevamente, así que sus piernas se congelaron en su lugar limitándose a observar a su hermano correr a los brazos de Naruto sin dudar. Quizás ella seguía siendo dependiente y no había madurado en lo absoluto se dijo al verse incapaz de imitar a su hermano y correr hacia ella y aferrarse con todas sus fuerzas para nunca dejarla ir…
-Sakura-chan…- Escuchó de pronto su nombre de una dulce voz que por un segundo tardo en reconocer… Levanto la mirada y se encontró con un par de trozos de cielo observándola con ternura sintiéndose tímida ante su escrutinio. La suave mano de Ino se posó en su mejilla y su rostro le ofreció una sonrisa alentadora. - ¿No querías que viniera? ¿Me odias ahora?
-Jamás podría hacer eso…- Susurro inquieta. – Es solo que…
-Lo sé… - Le interrumpió acechándose a ella rodeando su cintura en un estrecho abrazo, enterrando su cara en su pecho, permitiéndose aspirar el aroma a flores de Sakura. – Yo tampoco soportaría no verte de nuevo…
-Entonces por favor quédate a mi lado esta vez…- Le pidió correspondiendo al fin su abrazo depositando un beso en el cuello de la rubia que se estremeció entre sus brazos. Separándose para mirarse una a la otra antes de compartir un beso en el que depositaban su corazón devoto la otra.
-Soy tan feliz que creo que voy a morir… - Dijo de repente la Uchiha logrando sacar una risita en la rubia que se aferró más a ella compartiendo su calor. Y la calidez de las lagrimas que silenciosas bajaban por sus mejillas en una muda muestra de emoción por el reencuentro.
Se separaron solo lo justo para unir sus labios finalmente en un beso que juraron sería el primero de muchos… Disfrutando el casto toque que termino con un suspiro de satisfacción para después mirarse una a la otra mientras las sonrisas en sus rostros delataban lo felices que eran en ese momento.
Sin importarles los espectadores que miraban conmovidos el reencuentro, ninguno estuvo dispuesto a separarse del contrario, no mientras se aseguraban de que no estaba soñando y que ellos estaban realmente juntos….
*
-No puedo creer que me dejaran botado nada mas llegar! -Se quejaba cierto rubio de larga cabellera mientras luchaba con tres maletas de equipaje en pleno aeropuerto, no tenia ni idea de como caminar con cada una de ellas, sus hermanos simplemente se habían dedicado a salir corriendo y abordar el primer taxi que encontraron en la parada.
¡No es que no entendiera sus ansias, pero él también las sentía! ¿No era de sentido común soportarlo un poco más? Es decir, ya habían esperados tres años un día mas no los iba a matar.
-….
¿Pero a quien quería engañar? Se dijo con un suspiro después de su breve rabieta, renunciando a su intento de ser maduro y soportar las ganas que tenia de verlo… Tomo su celular y fue directo a la lista de contactos deteniéndose en el único nombre que tenia marcado en la letra “I” sus manos temblaron un poco al principio indeciso de marcar en una llamada… ¿Quizás un mensaje sería mejor? Se cuestiono confuso sin darse cuenta de que por accidente había presionado el icono de llamada y esta ya había conectado…
- ¿Hola? – Se atrevió a saludar a la persona detrás de la línea. Cerrando sus ojos, nervioso…
- ¡Deidara! ¡Gracias al cielo estaba comenzando a pensar que tío Kakashi se había equivocado o me había mentido sobre ti! ¿Dónde estás? -La voz de Itachi se escuchaba preocupada y nerviosa. Se desconcertó y al mismo tiempo pudo tragarse su propio nerviosismo.
-La verdad, estoy en el aeropuerto de Narita ahora y no creo poder tomar un taxi… Asi que…
-Iré de inmediato ¡Espérame, llegare enseguida! – Y sin más el teléfono fue colgado al instante sin darle tiempo a decir nada más…
Media hora después un carro rojo bastante ostentoso se estaciono frente a él, llamando la atención de varios de los viajeros que andaban cerca. Cuando lo vio bajar no pudo disimular de ninguna manera el sonrojo que se apodero de sus mejillas al fijarse en él, mucho menos cuando en menos de un segundo el Uchiha ya lo tenia aferrado del rostro mientras robaba el primer beso que compartían desde aquella vez en el parque…
-Realmente estas aquí…- Le susurro separándose de el sin apartarse demasiado cautivándolo con su mirada dejándole a merced de sus besos, sin poder hacer mas que aferrarse a el mientras esperaba que todas sus ansias se disiparan… Por fin, finalmente esos ojos negros que tanto le llamaron la atención lo miraban de la forma en la que siempre deseo, por fin esas manos grades y frías lo sostenían entre ellas, finalmente sus labios se unían con devoción y fue tan maravilloso que el tiempo y la distancia que tuvieron en espera cada una de aquellas sensaciones parecía simplemente reducirse con cada nueva caricia y cada beso…
-Y nunca mas me iré… Itachi-san…- El abrazo que compartían se hizo más fuerte y Deidara no pudo hacer mas que corresponder con la misma intensidad… Mientras susurraba un suave. – Te amo…
***
Los planes de Fugaku distaban de lo que acontecía actualmente, el solo había querido tener para sí mismo la compañía de su esposa en la comodidad de su casa para pasar ese día, eso era todo lo que deseaba para celebrar su cumpleaños, sin embargo el escandalo que sus hermanos habían hecho con respecto a eso lo habían obligado a salir, terminando de alguna forma en el club de Kakashi junto a su esposa y el resto de viejos amigos que habían sido convocados por una sonriente Rin que se encontraba aferrada a la cintura de su esposa Nana.
-Sera mejor que te rindas Nii-san, ya estás aquí más te vale disfrutar. - Dijo Kakashi dándole una palmada en el hombro en camarería. El solo se encontraba ahi porque sus suegros habian decidio cuidar de su bebe mientras el y su esposo le acompañaban a celebrar.
Estaban en una de las mesas privadas en la segunda planta del lugar, el primer piso como siempre estaba lleno de gente que se divertía en la pista saltando y gritando al ritmo de la música del renacido Dokuo donde su nuera cantaba, y debía admitir que no lo hacía nada mal.
- ¿Qué está pasando ahí abajo? – Inquirió un curioso Shikaku observando a su hijo y a la hija de Hisashi compartir un momento de esos que un padre celoso como Hisashi no debería ver… Aunque en esas circunstancias no estaba seguro de quien debería tomar el papel de padre ofendido. – Bueno, son jóvenes y están comprometidos no debería haber problema ¿Verdad?
Hisashi que había visto lo mismo que el parecido soltar un suspiro de resignación y con un hundimiento de hombros se limito a dejarlos ser.
-No es que este todavía de acuerdo con ese compromiso, pero es algo que ella misma decidió no puedo hacer nada. – Replicó sin ganas el Hyuga mayor.
-Te robaron a tu bebita Hisashi – Se burlo el menor de los gemelos Hyuga Hiashi tomando un sorbo de su bebida. El aludido se limitó a callarlo probando una serie de risitas de todos los presentes.
Fugaku se maravilló de la escena, quien se iba a imaginar que algún día podría volver a aquellos tiempos en los que esas escenas de él y sus amigos riendo juntos era algo que se daba por hecho.
El sonido del micrófono en des tono llamó la atención de todos de nuevo hacia el primer piso, específicamente hacia el escenario, donde ahora un par de rubios tomados de las manos miraban hacia el segundo piso probando el tono del micrófono antes de comenzar a decir.
-Uno, dos, tres, probando, probando… - Una risita traviesa de parte de los mellizos que todos conocían. -Esta noche es una noche especial…- Dijeron al unisonó – Nos acabamos de enterar de que un grupo muy especial se encuentra entre nosotros, quizás algunos de ustedes sean capaces de recordar el nombre del grupo que nos visita. Asi que esperamos que puedan hacernos el favor de cumplir nuestro deseo de poder verlos en este escenario, ¡¡Por favor, miembros de Haven toquen para nosotros!!
¡¿Qué acaba de decir ese par de rubios?! Se quejo Fugaku un segundo antes de ver como su brazo era levantado por su una sonriente Mikoto que lo alentaba a ponerse de pie y responder a la petición de los mellizos que miraban expectantes sus movimientos desde el escenario.
- ¿Debes estar bromeando?
- ¡Oh, vamos! ¡Es solo una canción tú puedes! -Le alentó Mikoto sin quitarse la sonrisa fanfarrona de la cara. Busco ayuda en sus amigos, pero vio el mismo escenario que con él, todos con cara de “no puede ser” pero sin posibilidades de poder reusarse.
- ¡Ya que! Es un incordio problemático rechazar a ese par después de hacer todo ese alboroto con la gente del público, ríndete Fugaku – Dijo Shikaku rascándose la cabeza despreocupadamente mientras se dirigía a las escaleras que daban al primer piso.
- ¡¿EH?! ¿Enserio lo haremos? – Dijo un nervioso Hiashi mirando las caras de desconcierto de los jóvenes que componían el publico entre ellos sus sobrinos y los hijos de sus amigos.
-Estará bien de alguna forma lo haremos. -Dijo Hisashi mirando la audiencia al igual que su hermano, pero diciendo tal cosa sin fundamento, pues pensaba que eso seria vergonzoso.
-Hay que enseñarles a esos mocosos que Heaven no es una banda de “ancianos”. -Asevero Fugaku pues esos eran algunos de los pocos comentarios ruidosos que se escuchaban desde el primer piso al ver a sus amigos y el mismo reaccionar al pedido de los mellizos que sonreían encantados desde el escenario.
*
En verdad no esperaba para nada pasar su cumpleaños de esa manera, pero sosteniendo a Ébano en sus manos tras ser entregada por su nuera, y sintiendo el calor de los reflectores en su rostro después de tanto tiempo algo que acelero su pulso como de antaño comenzó a nacer en su interior. Miro las caras de Shikaku, Hiashi y Hisashi y pudo ver la misma emoción que el sentía brotar de sus ojos, quizás habían pasado años desde la última vez que habían estado en esa situación y aun podían decir que era nostálgico y al mismo tiempo se sentía como la primera vez…
Observo las caras de sus hijos en frente del escenario abrazados al amor que eligieron y a los hijos de sus amigos, levanto la mirada y se perdió en los ojos esmeralda de Mikoto que le sonreía alentadora desde su lugar.
Habían pasado por mucho pero finalmente podía ser libre como siempre había deseado… Pero…
-Oigan, ¿Qué se supone que vamos a tocar? ¡No se me viene ningún acorde a la cabeza! – Intento susurrar a sus compañeros que parecían igual que él.
-¡Oy, oy, oy! ¡No lo digas frente al micrófono! -Le regaño Shikaku al escucharse el abucheo de los jóvenes entre el publico que comenzaban a desesperarse por la falta de música. -Hisashi alguna idea? -Inquirió desesperado a su baterista que permanecía estoico y que se limitó a negar con la cabeza.
- ¿Que les parece esa? – Dijo Hiashi ganándose las miradas esperanzadas del cuarteto.
- ¿De qué diablos estás hablando? – Regaño de nuevo Shikaku.
- ¡Ya saben! ¡Esa! ¡La que no pudimos tocar jamás! ¡Esa! – Reitero Hiashi, desesperado al ver que la confusión no dejaba las miradas de sus tres amigos opto por lo mas razonable y toco el intro de una melodía que inmediatamente refresco las memorias de los tres.
- ¡Estaba esa! - Se alejaron al mismo tiempo.
*
El sonido claro del teclado tocado por Hiashi en su pequeña demostración atrajo la atención del publico y los silencio en expectativa. Recomenzando el ciclo de arpegios sin que se notara que se repetían, dándole la oportunidad a los demás de unirse de a poco a su melodía.
Fugaku incluso cerro los ojos escuchando la melodía nostálgica saboreando el sonido y cuando finalmente le toco hacer su primer acorde abrió sus ojos y presento a su banda.
-Somos Heaven… -
Esa simple presentación dibujo en las caras de cierto par de parejas una sonrisa, contentos de haber sido capaces de conseguir lo que deseaban, ya nada hacia falta… Y tal cual la canción que su padre cantaba en el escenario frente a ellos por fin todo estaba en su lugar…
Owari…