Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

SANJI DECIDE MORIR por steve98

[Reviews - 214]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

MUAJAJAJAJAJA Aqui esta el cap, como ice en mi perfil de actualizaciones XD, Esta vez si que esta algo larguito pero ojala y les guste, que me hacia bolas solito tratando de que gustara T^T, Pero buee, lo termine y aqui esta, lo termine desde las 3 de la madrugada (sip... me dormi tarde por esto de nuevo... Pero vale la penas por sus rws TwT) muajaja y el sueno me vencio al ultimo como quiera ewe xD

Bueno aqui como dije, esta el AcexLuffy que prometi con insinuaciones inocentes (?) de parte de nuestro capitan favorito xD

Ya fui a ver la peli de valiente xD (?)

Sanji: A LEER :3
Yo: hai hai xD

Sanji decide morir.

Parte XII

Ace Pov’s.

Observe como la cara del rubio se tensaba al sentir una mano en su hombro, haciendo una mueca demasiado graciosa que no pude evitar reírme como desquiciado.

-Dios, ¿Estas bien Sanji? ¿Un paro cardiaco? –pregunto el mismo pelinegro que lo había dejado ahí y con Zoro –quien por cierto, se fue hace pocos, de seguro a de andar por ahí perdido– mientras yo seguía riendo.

-De seguro pensó que era Zoro –dije riendo, ya me dolía la panza y quería dejar de reír, pero la cara de Sanji que seguía igual no me dejaba, solo hacia que mi risa aumentara. Después de unos segundos de lo que dije volteo y vi un ligero sonrojo en sus mejillas. Oh… interesante.

Había caído en cuenta de que entre Zoro y ese rubio había cierta tensión, pero la provocaba Zoro por verlo tan intensamente, lo que me daba gracia. Pues aunque no lo admitiese, yo sabía que mi amigo ya se había enamorado a primera vista del rubio, quizás no enamorado, pero le gusto. Así que tratare de ayudarle en lo que pueda, pero por ahora dejare que se recupere un poco el rubito.

Veía como Sanji casi se arrancaba el cabello y parecía encismado en su propio mundo, así empezaban los desquiciados –yo no me incluyo–, así que me preocupe, pues había algunos que enserio se volvían lo que se dice “locos”.

-¿Sanji, te encuentras bien? –le pregunte. Pero su respuesta fue una mirada asesina espantosa. Sentí que a mi cuerpo se le helo completamente la sangre del susto y mejor me voltee hacia otro lado. El pelinegro a mi lado, el cual ni de enfermero ni de paciente tenia pintas, solo le vio con una ceja alzada. Pero el de ojos azules se alejó con su silla y suspire aliviado.

-Que cosas, y eso que pensé que Sanji era alguien calmado –dijo el chico a mi lado. Lo mire. Parecía alguien tranquilo también, pero no fuera a salirme como Sanji, con sorpresitas y demás.

-Ace –dije mientras daba la mordida a mi desayuno: un sándwich y un jugo de manzana. Era lo que me gustaba desayunar, aunque Zoro me dijese que eso era mejor para almuerzo.

-Law –respondió el ojigris y solo sonreí para mi mismo mientras masticaba el pedazo de comida en mi boca.

-¿Estuvo bien que lo hayas dejado ir así? –pregunte, refiriéndome al rubio, pues siempre lo veía en compañía de alguien para cuidarlo. Parecía ser que leí en el informe que moriría pronto, aunque no recuerdo el tiempo exacto.

-No creo que le pase nada si lo dejo solo por unos minutos –respondió indiferente el chico. Él estaba comiendo una manzana y un bote de yogurt de fresa.

Durante el resto del desayuno no dijimos nada, y los dos nos sentíamos cómodos, pues el silencio entre nosotros era algo relajante, algo verdaderamente opuesto entre Zoro y Sanji.

Me puse a pensar… en la mañana no vi a Luffy, lo que se me hizo un poco raro, pues siempre iba a despertarme para que jugase mientras todos estaban dormidos –si, era demasiado hiperactivo, tanto que los enfermeros tenían que ponerle una pequeña dosis de tranquilizantes para que no estuviese salte y salte, aunque eso lo hacían solo una vez a la semana, y los demás días solo le pedían ayuda con cosas pesadas y cosas con las que pudiera cansarse rápidamente– o descansando. Pero esta vez no.

Cuando acabamos, Law y yo nos separamos sin decir nada, y me puse a divagar en mi mente y a caminar sin rumbo por el lugar.

La verdad es que estaba algo preocupado por Luffy, puesto que últimamente me había estado buscando más, y eso… bueno… me hace que pierda el control mas fácilmente, y tal pareciese que lo hiciera a propósito, aunque sé que no es así, él es alguien tierno e inocente, no quiero mancharlo con mi mente pervertida, de verdad que quisiera hacer tantas cosas con el, pero no puedo, por que él no sabe que yo me enamore de él, aunque me pregunto si lo supiera… ¿Qué haría? Seguramente me rechazaría, o quizás no, pero bueno, no importa, ya había decidido que no le diría jamás, quería que él se amase con alguien que por lo menos no lo remplazara por un doble de si mismo, como lo hago yo.

-¡Ace-san! –escuche que una voz femenina me llamaba a mis espaldas, y solo voltee para encontrarme con una chica pelinegra. Llevaba el pelo largo y suelto hasta la mitad de su espalda, y unos ojos café obscuros muy bonitos y llamativos, aunque nunca supe por que su mirada siempre me pareció así.

-¿Qué pasa Ayume-chan? –pregunte amablemente. La pelinegra sonrió con algo de rareza, algo no andaba bien, ella normalmente venia y me encargaba cosas, pero me negaba y entonces venían nuestras discusiones, después nuestra reconciliación haciéndole travesuras a Zoro –o a quien se dejase– y listo, todo volvía a ser normal.

-Ves a ver a Luffy, es urgente –dijo ella con una mirada de suplica. Yo solo le mire desconfiado. Pues ella sabía que de quien me había enamorado no era ni más ni menos que el chico de cabellos negros, hiperactivo y hermoso que tanto los enfermeros como los demás en este lugar adoraban por estar tan lleno de inocencia y un aura infantil y serio a la vez.

-¿Qué le paso a Luffy? –pregunte tratando de no sonar desesperado, pero tampoco despreocupado.

-¿Tu sabes de su enfermedad no? No quiere comer, esta peor –dijo ella en un tono preocupado.

-No se nada de su enfermedad, ¿Qué pasa? –pregunte ya un poco mas preocupado mientras la tomaba de los hombros y la zarandeaba ligeramente para que me dijese lo que pasaba con mi pelinegro.

-El, bueno… se intoxico –dijo con una gotita cayendo de su sien, yo solo ladee la cabeza. Pues sabia que Luffy era de un apetito terrible, no tenia fondo, y sabia que ya anteriormente había salido de intoxicaciones por comer demasiado. No entiendo cual es la urgencia –aunque admitía que me preocupaba saber como se sentía, como estaba, si le dolía algo–.

-Ace… Luffy tiene el mal de Pica, y se trago unos tornillos –dijo seriamente. El corazón casi se me sale del pecho, la deje ahí e inmediatamente Salí corriendo hacia donde supuse que estaban atendiendo a Luffy: la habitación de cirugías y anestesias.

Luffy Pov’s.

-¡Vamos Luffy, tenemos que sacarte esos tornillos de ahí o podrías morir de intoxicación! –me grito un hombre pelirrojo y con tres cicatrices en su ojo izquierdo, mientras yo solo me negaba y me retorcía por que me dejasen en paz, yo quería seguir comiendo. Su nombre, era Shanks. Un buen tipo, que me ayuda con mis problemas alimenticios.

Me agarro de la mano y me jalo, tomando mi rostro y se me quedo viendo.

-Escúchame Luffy, ¡Escúchame! -me grito mientras yo me seguía removiendo por que me dejase en paz. Pero al gritarme me quede quieto. Le vi a los ojos y algo en ellos me tranquilizo. Él era como un padre para mí, un segundo padre. Ya que el primero me abandono.

-Sh-shanks –solloce mientras le agarraba las muñecas.

-Escucha, tenemos que sacarte esos tornillos ¿Vale? Tenemos que sacarlos de ahí ¿Nos dejaras? –pregunto mientras aun me veía preocupado.

-¿Dolerá? –pregunte con algo de temor.

-Por supuesto que no Luffy, yo estaré ahí para cuidarte, no dejare que te hagan nada que te pueda doler ¿Esta bien? Confía en mí –dijo mientras me daba un paternal abrazo y yo lo correspondía, pero empecé a morder su camisa y comerla. Sabía… raro, pero no me disgustaba, al contrario, me daba más apetito.

-Esta bien, pero quiero que Ace este conmigo –dije llorando y comiendo aun su camisa. El asintió y acaricio mi cabello.

-Llamare a ese chico, ¿Portgas D. Ace verdad? –pregunto mientras me alejaba de si y me llevaba de la mano corriendo hacia el mismo lugar que ya había ido tantas veces por la misma cosa. Por mis problemas alimenticios.

-Ven, ya estamos aquí –dijo mientras entrabamos al mismo lugar de siempre desde que tengo memoria, para de nuevo sacarme alguna cosa de mi barriga. Llore más, pero intente contenerme, aunque unas cuantas lágrimas me traicionaban. Me acosté, ya no era necesario que me lo pidieran, ya sabía el procedimiento.

Varios enfermeros rápidamente me amarraron contra la cama y uno se acercó con una jeringa, solo respire hondo y cerré los ojos. Sentí como incrustaron aquella aguja en mi piel y sentí el liquido transparente perderse con mi liquido rojo vital. La obscuridad me invadiría dentro de poco, por lo que solo me relaje.

Escuche como alguien dio un portazo.

-¡Luffy! –Ace…

Mi nombre es Monkey D. Luffy. Tengo 17 años de edad, no tengo parientes que recuerde, y Shanks fue quien me crio desde pequeño.  Hace poco me detectaron el mal de Pica, gracias a que comía todo tipo de cosas y a cada rato tenían que llevarme al hospital a checar, hasta que Shanks dijo que era mejor que viviera aquí, con menos riesgos, a lo que accedí, pues no quería darle problemas.

El mal de picas es algo así como querer comer todo. Incluyendo metal, madera, polvo, cosas crudas, tierra, mocos, y demás. Pero es lo que a mi cuerpo se le antoja aunque para los demás sea algo asqueroso.

Me abandonaron a mi suerte hace nueve años atrás. Papa dijo que volvería una noche, pero jamás lo hizo. Los dos éramos pobres, por lo que cuando vi que no volvía, las ansias de comer algo se me dieron, y empecé a comer madera de la casa y demás, pero poco después la vomitaba, pero aun así, seguía comiendo. Hasta que tres meses después, Shanks me encontró, al borde de la muerte y pago mis análisis y la operación para que sacaran todo aquellas cosas que un humano normal no deberían –y podían pero que yo si– ingerir.

Después de ese día, todo un año se dedico a intentar contactar a mi familia, pero no había nada, ni siquiera tenia acta de nacimiento, así que mi edad es algo estimado a mi físico, pues no se mi edad exacta. Igual podría decirles que tengo veinte años de edad, y no sabría si fuera verdad o fuera mentira. Pero para mi era verdad diecisiete… esa fue la edad que Shanks me estima, así que esta bien pensar que tengo esa edad.

Abrí los ojos, y me encontré con un blanco techo, y con las luces apagadas, seguramente ya era de noche. Escuchaba los ronquidos de mis compañeros de habitación. Los cuales eran un chico extraño, americano, llamado Anael, junto con su hermano Enel, y otro chico llamado Ussop. Todos eran buenos tipos.

-Mnn… Luffy… –escuche que dijeron, mire a mí alrededor, y me sorprendí un poco al saber que Ace estaba sentado en una silla a mi lado, con la cabeza y sus manos usándolas como almohada sobre mi cama.

Intente sentarme, pero me sentía muy débil, y tenia hambre… de nuevo. De seguro me hicieron alguna limpieza en el estomago, y quizás se dieron cuenta que me comí uno o dos libros del director Cocodrilo –espero que no– así que, ojala no me regañe ni nada, pues lo hice sin querer, tenia hambre, y no pude evitar comerme esos libros de anatomía humana y uno de cocina.

-Ace –susurre mientras le veía. La verdad es que me sentía muy bien con el. Me gustaba disfrutar el tiempo a su lado, era muy bueno conmigo, y me cuidaba mucho. Yo le quería mucho, tanto que no sabia si esto que sentía era un amor fraternal o mas como los de las novelas que ve Ayume-chan en donde se besan y hacen cosas extrañas.

-¡Ace! –le susurre mientras lo movía ligeramente. Me apoye en mis brazos y con algo de dificultad me senté. Estaba adolorido en el área del abdomen y  las muñecas junto con los tobillos estaban algo raspados, pero con vendas y curitas, de seguro me había movido y me raspe con las ataduras de las sogas.

Él se removió un poco, incomodo y gimió bajito.

-Mnn… Luffy… no –gimió mientras vi como empezaba a sudar. Lo mire algo extrañado. ¿Estaría teniendo pesadillas?

-Ace, despierta –le dije en tono bajo mientras le jalaba ligeramente de los cabellos. Volvió a removerse, pero vi como empezaba a abrir los ojos. Me vio y se sobresalto, haciendo que se sentase bien de golpe. Solo sonreí feliz al verlo despierto.

-Ah, Luffy, ¿Cómo te sientes? Oh, perdón, creo que me dormí –dijo mientras observaba que estaba todo el lugar estaba a obscuras. Vi que algo voló, y Ace o cacho, lo puso en a mesita al lado de mi cama y suspiro. Voltee a ver lo que parecía ser una hoja con imágenes y debajo había un libro, abierto en una pagina. Tome el libro entre mis manos, y leí en mi mente lo que decía este. Ace solo me miro con una extraña incomodidad, aunque entendía por que, el investigaba sobre mi mal, quizás cree que me pondré triste o me enojare.

¿Qué es la enfermedad del mal de Pica?

Se le llama Pica, a la enfermedad ocasionada por el deseo, apetito y necesidad anormal de ingerir sustancias no comestibles como la arcilla, el yeso, gises, crayolas, arcilla, el carbón, el barro y/o la pintura. 
Su nombre viene del latín que significa Urraca, ave capaz de comer casi cualquier cosa. 
También por la ingesta de algunos productos comestibles que se consideran ingredientes para comida y que se comen crudos como: las harinas, el almidón o las papas crudas.

Yo comía la mayoría de la comida cruda, pues nadie me decía que no, así que mejor siempre me tenían en vigilancia a la hora de comer, no fuera que me dieran ganas de comerme la madera de la silla o la mesa.

Por lo general, todos los niños y niñas en su afán de explorar y conocer lo que los rodea suelen probar muchas sustancias que no son alimentos, entre ellas están las plastilina, la tierra, chupar paredes, fierros y todos los objetos que llegan a sus manos. También se desarrolla en ciertas mujeres embarazadas. 
Pero cuando este problema persiste por más de un mes, hacia alguno o varios de los elementos mencionados, se le identifica como un trastorno de la conducta alimentaria, en el que influyen factores psicológicos y orgánicos y debe ser tratado de inmediato, ya que los efectos de estas algunas de estas sustancias en el organismo puede ser fatal e irreversible. 
Este tipo de compulsión suele ser mucho más frecuente en niños de ambos sexos, entre 1 y seis años de edad, aunque hay personas mayores que lo desarrollan y aunque disminuye poco a poco con la edad, en algunos casos los efectos de los materiales que se consumen pueden llegar a producir daños irreversibles. 

No se si en mi caso sea muy grave, pero soy un caso extraño, digo, tengo 17 años y aquí dice que se diagnostica normalmente en niños de entre uno y seis años. No hay muchos chicos como yo que tengan el mal de picas, pero al parecer, mi mal tiene cura, lo que me alegra saber… según el libro, aquí dice que con el tiempo me curare ¿no? Aunque me pregunto si será cierto… ojala y si.

Las consecuencias y daños a la salud al tener este problema son diversos: 
- Debido a la ingesta de pintura de la pared la que contiene por lo general plomo ocasiona intoxicaciones y hasta una enfermedad llamada saturnismo*, que afecta el desarrollo mental. 
- Al comer tierra que por lo general contiene materia fecal animal, suelen desarrollarse peligrosas parasitosis intestinales, que no controladas pueden ser muy graves como las ocasionadas por nematodos. Si la tierra que se consume está cerca de gasolineras y depósitos de combustibles, también puede contener plomo. 
- Al comer carbón, gis, yeso y otras sustancias, demás del envenenamiento o intoxicaciones, hay riesgos de obstrucciones gastrointestinales o lesiones en el estómago, que pueden llegar incluso a perforarlo. 
Se desconoce la causa real de esta enfermedad, aunque se ha relacionado fundamentalmente con dos aspectos: 

He comido diversas cosas, tantas cosas con el mismo sabor o parecido, que la verdad ya no distingo demasiado el sabor, solo de ciertas cosas. Y se me ha hecho muy normal que la tierra de repente se me antoje comerla, el pasto, libros, las mantas, ¡Hasta algunas partes de mi cuerpo! Pero no lo hago, por que sé que de nuevo me enviaran a aquel cuarto blanco que da miedo. ¡No quiero ir a ese cuarto!

Me pondrán muchas inyecciones, estaré con personas que me tratan mal, personas que detestan a gente como yo, con males psicológicos. Me dolerán muchas partes del cuerpo y estaré por varios días dormido, y mi mente sumida en una profunda obscuridad de la cua no me puedo alejar, y me da miedo… no quiero que de nuevo pase eso, por lo que mayormente intento evitarlo, aunque a veces pierdo el control y como lo que sea… literalmente.

Negué con la cabeza. Mire a Ace, quien solo me sonreía, y tomo mi mano, suspire y seguí leyendo.


1.- Con actitudes y relaciones negativas, negligentes o inadecuadas entre padres e hijos, lo que ocasiona baja autoestima y el desarrollo de conductas que por llamar la atención, pueden ser nocivas para la salud. 
2.- Y en algunos casos poco frecuentes, la pica puede deberse a la deficiencia de un determinado nutrimento en la dieta habitual o en niños desnutridos. 
El desarrollar hábitos alimenticios poco frecuentes y raros, en personas adultas y mayores, puede no ser originado por la pica, sino como consecuencia de alguna otra enfermedad mental como la esquizofrenia, el autismo y otras más.

-Ace, duerme conmigo –le pedí. Vi como su cara se ponía roja. No quería esa noche dormir solo, quería dormir con alguien, alguien como Ace… que sabia que el me protegería, que no me dejaría solo.

-Y-yo, Luffy, ah… yo –tartamudeaba nervioso.

-Tengo frio –le dije como excusa aunque no era cierto, solo quería dormir con el, a su lado, seria genial pasar esta noche sin tener que pensar que alguien en la noche vendrá y de nuevo empezaran a sacarme cosas de estomago –nunca lo hacían por medio de cirugías, Shanks no les daba permiso, siempre me metían un tubo por la boca, hasta llegar a mi estomago y que este aspirara todo dentro de mi–. Me removí con un poco de dolor, pero después estuve muy cómodo, así que le hice un hueco a Ace para que durmiera conmigo.

-Ah, pero… –decía el algo indeciso. Deje el libro en su lugar y me acomode de nuevo.

-¿Es mas cómodo dormir en la silla? Yo también quiero dormir ahí –dije con un puchero y el solo negó y sonrió, para después meterse entre las mantas conmigo. Me abrace a él y olfatee su tan característico olor. Solo sonreí para mi mismo y trate de dormir, pues aun tenía mucha hambre, y peor cuando habían sacado todo lo que tenía en mi barriga.

-Ace –le llame.

-¿Mhm? –gimió bajito.

-Te quiero –susurre mientras lo abrazaba fuertemente y frotaba mi cabeza feliz de que estuviera acostado conmigo, y que no se negara. Sentí sus brazos rodearme y el compas de su respiración ponerse mas flojo. Creo que ya se había dormido.

-Yo también Luffy –susurro, y esta vez, si que se durmió, haciendo que su respiración me acunara, no se cuando fue que caí en los brazos de Morfeo, pero con Ace, todo era mas fácil. Incluso mi enfermedad era un bicho, contra la felicidad que me embargaba siempre al estar junto a él.

Sanji Pov’s.

¡Argh! ¡No puedo dormir!

Me removí de la cama. No podía estar a gusto, ¡Y todo por ese estúpido cabeza de marimo!

En la habitación se encontraba Kidd dormido en su celda, y afuera de esta –conmigo– Law, en la otra cama, al parecer era otro paciente, aunque es algo parecido también a un enfermero. Los dos se llevaban de la patada, pero al menos Law daba algo de su parte por hacer que se llevasen bien, aunque Kidd lanzaba todo eso al trasto y lo seguía tratando igual o peor. Y eso no era lo más malo, si no que Law era quien tenía que sacarlo y encerrarlo todas las mañanas y todos los días. Me pregunto si algún día uno de ellos no acabara muerto… si, es lo mas probable.

¡Maldita sea quiero dormir! ¡Y todo por ese cabeza de alga no puedo!

Bueno, esto fue lo que paso…

Recuerdo haber entrado a su cuarto, y tuve cuidado de que la silla entrara bien. Al entrar cerré la puerta con cuidado y me quede cerca de esta. El lugar era muy diferente a mi habitación.

El no parecía tener que dormir con otros pacientes. De hecho… era como una habitación normal de afuera. Tenia una cama –aunque eso era lo único que si parecía fuera de lo normal, pues era igual a las de un hospital, y estaba pegada a de un costado, hacia la pared, en medio de todo– con sabanas blancas, una mesita de hospital al lado con medicamentos, o eso supuse, pues eran puras pastillas y unos sueros. Había pastillas de todos los tamaños y formas extrañas.

¡El debería tener pastillas para dormir!

“Te llamas Zoro ¿No es así?” le pregunte y el asintió con la cabeza. Escribí mi nombre en la libreta… de nuevo.

-No es necesario que me digas tu nombre, ya lo se. Kuroashi no Sanji… tienes 23 de edad, dos padres, o debería decir ¿madrastra? No tienes hermanos, y mucho menos tíos ni primos. Chico normal, estatura de 1.72, con 23 años de edad y eres rubio de nacimiento con esas cejillas tan raras, enviado al hospital psiquiátrico para curar las intenciones suicidas en su mente. Tenias buenas notas en la Universidad, eras popular, nadie se metía contigo, no acarreabas problemas y tenias dinero suficiente, ¿Por qué querías suicidarte Sanji? –dijo cuando vio mi libreta alzarse para mostrarle mi nombre. La verdad es que estaba completamente sorprendido. ¿Tanta fue la información que infiltro por todo el lugar ese chico con pecas, muy simpático llamado Ace?

Lo mire con algo enojado, pero no podía culparlo. Cualquiera que supiera de mi se preguntaría por que quise asesinarme solo. Solo suspire y baje ligeramente la cabeza.

“Nada en especial, aburrición, supongo” le escribí. El alzo una ceja no del todo convencido y se aventó a su cama, en la cual se acostó cual largo era, pasó sus manos detrás de su cabeza –como tipo almohada– y cerro los ojos.

-Si te soy sincero, desde que te vi entrar, con todos aquellos tubos, tu cara no desaparece de mi mente, tal pareciese que quisiese saber mas de ti. Normalmente no soy muy curioso y no suelo meter mis narices donde no me llaman, pero algo me dice que meteré las narices por completo contigo hasta el fondo, no creo que te hayas querido suicidar por aburrición… Además, ¿Aburrición a que? –pregunto. Lo mire un tanto curioso y algo desconfiado. ¿Podía confiar en este tipo para decirle mis pesares y pensamientos mas profundos, y correr el riesgo de que hasta un loco me tomase por alguien aun mas loco que el, o quizás no entendiera nada de nada por ser un maldito cabeza de marimo?

“Si, estaba aburrido de mi vida. Todos los días eran iguales. Universidad, chicas, amigos, fiestas, los mismos lugares para dormir y divertirse, me aburría siempre lo mismo. ¿Conoces eso que dicen las personas, de que todos tenemos nuestra ”media naranja” no? Bueno, yo intente buscar la mía, al principio sentí que las amaba, que moriría y que daría todo por ellas, pero con el tiempo ese sentimiento se desvanecía, y las chicas por mas que me sobraban, ninguna me satisfacía, todas eran iguales para mi. Seguían siendo diosas a mi ver y las seguía queriendo, pero como amigas… no como novias, o como la persona ‘especial’ que tanto buscaba y anhelaba encontrar, todo se iba al trasto, siempre tenia que encontrar una manera sutil de decires que cortábamos, pues no sentía lo que se supone que debía. Ninguna chica sacio mi hambre de amor, el vacío en mi pecho seguía ahí mientras las chicas una por una se iban de mi lado, no pude mas, simplemente no quería vivir toda mi vida aburrida.” escribí todo o que me pasaba por la mente y lo mas detallado que pude para que ese cabeza de chorlito pudiera entender que era lo que sentía. Lo que pensaba acerca de mi vida, y la verdad es que me sorprendí al estarle contando todo aquello, yo no era un tipo demasiado sociable cuando a los chicos se tratase, era mejor con las chicas.

“Intente viajar, pero me di cuenta de que así solo me aburría mas que cuando estaba acompañado y haciendo las mismas cosas de siempre. Todo me resultaba aburrido, y aunque a los demás les resultase impresionante lo que hacia y pensaban que era algo divertidísimo… se equivocaban, jamás pude estar a gusto con nadie en ningún lugar, necesitaba urgentemente a alguien a quien amar.” Le volví a escribir mientras lo miraba decidido.

-Tsk… cejillas, de verdad eres estúpido ¿No es así? –pregunto malhumorado, a lo que lo vi furioso. Después de haberle tratado de decir algunas razones de mi suicidio, o más bien a responderle, todavía se atreve a insultarme. Se levanto de un salto de su cama, y camino directamente hacia mí, y sinceramente me dio algo de temor. Daba pasos lentos y cautelosos, como un animal vigilando a su presa para acercarse lo suficientemente a ella para después comérsela mas a gusto. Mire que sus ojos eran serios, penetrantes, y esa curiosidad y mirada incomoda que antes me dedicaba, ya no estaba. Solo era una mirada seria, como si quisiera encontrar mas cosas sobre mi con solo mirarme, y tal pareciera que si pudiera hacerlo.

Cuando estuvo frente a mi, se inclino un poco, puso sus manos sobre las mías y me miro fijamente, a lo que me puse nervioso y se me empezaba a hacer un nudo en la garganta.

-¿Todo este tiempo, ha sido por una persona? –pregunto fríamente.

Solo le vi, tratando de hacerle frente y estaba casi seguro que de nuestros ojos salían chispas de rivalidad. De seguro que ese marimo trataba de intimidarme. Agarre mi libretita y mi maldita pluma, para responderle.

“Tu no lo entiendes cabeza de alga, de seguro nunca has tenido novia” le escribí para hacerle enojar, pero su reacción no fue la que me esperaba, su rostro se acercó al mio, al punto en el que respirábamos el mismo aire que el otro acababa de exhalar. Me quede quito, tenso a su respuesta, pero aun retándolo con la mirada, no estaba dispuesto a echarme hacia atrás.

-He tenido novias, por supuesto… y también novios, no digas que no se sobre ello –dijo mientras una ligera e imperceptible sonrisa se posaba en sus labios.

¿Acaso había escuchado bien? Él dijo… novios… eso quiere decir que el…

-Si, estas en lo correcto cejillas de caracol, me van de las dos formas, pero no debería de extrañarte, este lugar es un hospital para locos dementes, ¿De que tanto te sorprendes? –pregunto mientras sentí rozar su nariz con la mía y mi pulso se aceleró, al igual que sentí arder mis mejillas. El tenía razón. Este lugar era de locos, no tenia por que parecerme raro o algo, además de que yo no discriminaba a los homosexuales ni a los bi, pero aun así… no se por qué me sorprendió que me lo dijera como quien dice que ira al baño o al súper mercado.

-Además… hay algo que me pica las costillas desde hace unos minutos –dijo mientras nos veíamos aun a los ojos. Yo aleje un poco mi rostro del suyo, pero era inútil, él lo acercaba más lentamente y algo sádico, tal pareciera que disfrutaba haciendo esto. Aunque yo me pregunto, ¿Por qué demonios todos se ponen felices con mi sufrimiento? No lo entiendo.

-¿Quién te ha afirmado a ti… que tu “media naranja”… es una chica, y no que bien podría ser un chico? –pregunto mientras sentí sus labios sobre los míos y me tense por completo. Cerré los ojos fuertemente, deseando que no fuese real, que todo esto solo fuera una jodida pesadilla. Pero sus labios… se sentían tan reales, tan dulces, sin una pizca de brutalidad ni de brusquedad, todo lo opuesto a ese idiota.

-Necesitas a alguien a quien amar ¿no? Inténtalo conmigo, nunca lo has intentado con un chico, estoy dispuesto a correr el riesgo de ser tu pareja cejillas –dijo mientras sonreía. ¿El… QUE? No sabia como reaccionar, solo me quede quieto con los ojos abiertos y sumido en mis pensamientos. Sentí sus labios en los míos de nuevo.

Por un momento me deje llevar y le di paso a su lengua para entrar en mi boca, pero al darme cuenta de lo que hacia lo mordí fuertemente y él se alejó de un salto, bufando y maldiciendo.

-¡Ah tatatata! –de la comisura de su boca salía de un poco de sangre, creo que me pase… ¡No! ¡Él se lo merecía! Abrí la puerta y Salí de su habitación con la frente en alto, sintiendo mis mejillas arder, pero mi espíritu de lucha también.

Definitivamente…

¡No perdonaría a ese cabeza de alga! Pero… ¿Y si el tenia razón? ¿Y si mi persona especial era... un chico?...  ¡No! ¡No! ¡El solo trata de confundirme! ¡Ahhhh, maldita cabeza de lechuga condimentada!

Notas finales:

Muajajajaja y como estuvo? Les gusto? dsgruto? me odiaron? detestaron? las entiendo... u.u ok no xD, neee no veo razon para detestarme, pero si me dan una acepto su odio (?) xD

Oigan, mme ayudan con algo? las(os) que puedan n.n?

Es que ando buscando donde descargarme el libro de:

Glen kooper -El libro de las almas (Es el mismo autor que La biblioteca de los muertos o algo asi xD)

O si no el de:

John Katzenbach -El profesor :3

el link por favor XD

Que mas les cuento? AA YA SE XD, me inscribieron a otro curso de verano *o*, nadamas termine el viernes uno y hoy empece otro, aunque no me obligaron, yo lo pedi ^^, y... creo que me gusto un chico de 27 DX!!!! Pero no me miren mal... es que se parecia a mi profe de mate... solo que menos enojon, pero igual de atractivo y trabajador. Hoy nos "vendimos" XD, por que hicimos no se que del periodico y nosotros eramos el producto y yo pus ya escribi el mio al ay se va XD

Y pues me toco el de ese chavo (asi fue como me gusto n//n) y llevaba su num de cel VERDADERO D:!!! Y yo asi de: OMFG >/////< era demasiado fuerte la emocion XD (?) 

Ok ya no molesto y me voy con mis feromonas a otra arte, gomen, no tenia otra cosa que contar XD

Ciaossu~!

(07/23/2012)

.~He aqui el testamento de un loco xD


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).