Sanji decide morir.
Parte XVI
Ace Pov’s.
Desperté como todos los días en el internado. Estaba en una habitación diferente, lo que me extraño un poco. Quizás me habían cambiado de habitación, pero… no me avisaron, bueno tal vez luego me irían a avisar, aunque ya no haya necesidad por que ya lo note. Iba a rascarme la nuca cuando sentí un peso en mi brazo que me impedía moverla. Inmediatamente voltee hacia mi brazo y me sorprendí encontrar un chico pelinegro, que se parecía mucho a la persona que me gustaba, pero sabia que no era el.
Lo que más me intrigaba, era que era igual a él, su mismo olor, la misma cicatriz debajo del ojo izquierda, el mismo pelo negro y del mismo tipo de corte, y el mismo largo. El mismo cuerpo, pero por alguna razón, ese no era la persona que yo amaba. Este chico no era el.
Además de que estaba algo nervioso. ¿Por qué estábamos durmiendo en la misma cama? ¿Habré tomado? No, tendría resaca, y además, por favor es un hospital psiquiátrico, ¡No se bebe en ese tipo de lugares! De por si estamos medio dementes normalmente, imagínense como estaríamos bebidos, seria todo un caos que nadie se podría imaginar por que nuestras emociones varían demasiado. Un minuto a otro ya podríamos estar enojados o llorando, o quizás riéndonos como locos.
Me moví un poco, tratando de que la cabeza del pelinegro –la cual estaba recargada en mi brazo, usándole como almohada– no se moviera mucho y fuera a despertarlo. No daba indicios de que hubiéramos hecho “algo”. Así que debía tomarle menor importancia y no preocuparme por ello, por ahora.
Logre sustituir mi brazo por una almohada y el quedo igual de dormido. Me rasque la nuca, tratando de ver en donde me encontraba. Si no mal recordaba, esta habitación… recuerdo que ayer estaba con Luffy, en una habitación muy similar a esta.
Me levante con pereza, y la visión se me nublo un poco, a lo que agite mi cabeza tratando de despertarme por completo, parecía ser que mi cuerpo estaba cansado aun por el estrés de que Luffy estaba con aquellos tornillos en su panza, pero ya estaba bien por lo que recuerdo ayer.
Salí de la habitación similar a la que estaba ayer, todo parecía igual, pero igual, trate de ignorarlo y me dirigí a la cocina –el día de ayer había dormido de nuevo con Luffy, a petición suya, ya llevaba dos noches que no llegaba a mi habitación– donde de nuevo había comida, hecha por el gran rubito del que mi amigo peli verde tomo gusto de molestar al parecer.
-¡Si te entiendo idiota! ¡No soy un estúpido, maldito cocinero! –gritaba Zoro mientras Sanji le refutaba con palabras de igual peso, en silencio. Pero por el movimiento de sus labios, creo que decía algo como ‘Estúpido marimo –o marinero no estaba muy segur de esa parte– de mierda, eres un hijo de…’ y parémosle de contar que decía mas cosas innecesarias de mencionar.
-Eh, Sanji –le hable. El volteo, e inmediatamente agito la mano a modo de saludo y sonrío. El peli verde me envió una mirada de odio y al instante sentí unos escalofríos. Sabía por que me enviaba esas miradas. Por qué Sanji como si nada me sonreía a mi, y a el solo le reganaba y a cada segundo empezaba una pelea con el. Solo alce los hombros a modo de respuesta por su mirada y escuche que bufo un “maldito cocinero” y volteo hacia otro lado.
Me acerque a ellos, y el rubito me dio una bandeja de comida con algo que parecía ser… ¿Una crepa?
-Crepa… –susurre algo sorprendido. Ese era uno de mis platillos favoritos, y al parecer, en el lugar solo Zoro y yo éramos los únicos que comían.
-Lo hizo para ti –dijo Zoro sonriendo. Lo mire y solo asentí.
-Gracias Sanji, ¿De que es? –pregunte curioso mientras me sentaba en la misma mesa que estaba pegada a donde entregaban la comida, y donde estaba mi amigo sentado con su crepa muy apenas tocado. A Zoro no le gustaban mucho las cosas dulces si no mal recuerdo que una vez me dijo.
-Pruébalo, no me quiso decir, el mio es de chocolate amargo y vino tinto, con jarabe de zarzamora encima, jamás pensé que me iba a gustar y saber bien –dijo lo ultimo en un susurro para que Sanji no escuchara, pero el rubito solo alzo su única ceja visible, y sonrío.
-¿Son de diferentes sabores? –le pregunte.
-Si, al parecer pregunto a la cocinera borracha sobre nuestros gustos en la comida –susurro, tratando de disimular una sonrisa que su rostro quería mostrar.
-Eso significa que se esta comenzando a interesar mas en ti Zoro, así que no me envíes esas miradas asesinas –le dije mientras lo veía picaronamente. Sus mejillas se tornaron rojas y empezó a probar la crepa con gusto, mientras yo evitaba que se me salieran unas risillas.
Sanji se sentó al lado mio, y puso dos crepas más en plato, sobre la mesa. Agarro uno y el otro lo dejo ahí. Le iba a preguntar para quien era, cuando negó con la cabeza y empezó a contar con sus dedos, apunto a la puerta, y empezó a comer su crepa.
-¡QUIERO COMIDA! ¡SANJI! –esa voz…
Voltee, pero… ese solo es el chico parecido a él. Suspire y me puse a comer mi crepe.
Sanji Pov’s.
El chico pelinegro que se tenía por nombre Luffy, llego azotando la puerta como el día anterior, y para sorpresa mía, se había aprendido mi nombre desde el día anterior. Se acercó a nosotros corriendo en cuanto le ensene mi tenedor con un pedazo de mi crepa.
Había hecho una para Ace, Luffy, Kokoro-san, Chimnley –la nieta de Kokoro-san–, a Smocker también y a… bueno… Zoro. Había preguntado los gustos de cada quien, a Kokoro-san, quien era la cocinera del lugar desde hacia mas de dos décadas, y sabia las preferencias de cada quien.
A Ace, parecía ser que le gustaban los sabores suaves pero que fueran fáciles de identificar. Por lo que le puse dentro, algo de philadelphia y encima le puse pedazos de duraznos, mangos y un chopito de crema batida.
A Luffy le gustaba de todo, al parecer era el que mas comía en el lugar, y Kokoro-san dijo que le gustaba de todo. Por lo que su crepa es de nutella, con crema batida encima, y nueces.
A Kokoro-san parecía gustarle las cosas que le pareciesen divertidas, o más bien… alcoholizadas y dulces a la vez. Así que el suyo es de natilla de plátano, con vino tinto. Se me ocurrió probarlo, y se congeniaban muy bien, pues primero lo comí bien para asegurarme de que la dama no se fuera a enfermar o no le fuera a gustar. Era un sabor dulzón, pero se notaba hasta después de darle la mordida y habértela pasado, además de que te dejaría ebrio al instante por los tipos de ingredientes alcoholizantes que Kokoro-san me pidió que le pusiera.
A Chimnley, la belleza y pequeña damita que tenia por nieta Kokoro-san, era rubia al igual que ella, y decidí que como apenas era una niña, quizás le gustaría algo dulce, pero tampoco demasiado, le hice una crepa de crema phidadelphia, con mermelada de fresa, un poco de crema batida encima, y pedazos de frutas esparcidas por encima.
A Smocker no lo he visto, Kokoro-san dijo que últimamente ha estado llevando a cabo muchos trabajos, él es el enfermero principal, por lo que tiene que checar todo el lugar. Kokoro-san dijo que a Smocker no le gustaban mucho los sabores llamativos y dulzones, prefería algo a la vieja usanza por así explicarlo de mejor manera. Por lo que le hice de natilla de plátano y de nuez, almendras y otras frutas secas que seguro le gustarían.
Y el de Zoro… bueno, el de el… fue especial, lo hice con mucha dedicación, ¡Esperen! ¡No me malinterpreten! ¡Es solo que me tomo mucho tiempo pensar en algo que pudiese gustarle! Kokoro-san había dicho que a Zoro le gustaban las cosas agridulces, y que no toleraba mucho los dulces. Asi que estuve por mucho tiempo dándole vueltas. Hice dos crepas en una. En la primera, la embadurne de chocolate amargo y con un poco de vino tinto, mezclados. Después en la otra, era de nuevo la misma mezcla, pero con mas vino que chocolate. Las junte, y por encima les puse jarabe de zarzamora, un pequeño chope de crema batida, y una uva y una zarzamora que encontré por ahí, encima de esta. Esperaba que le gustase. No era que me interesase, pero… solo quería que le gustase de verdad.
Luffy se abrazó a Ace, y este le retiro con cuidado.
-¿Te conozco? –pregunto son una sonrisa amable el pecoso al otro.
-Ace, ¿Qué es eso? –preguntó Luffy mientras apuntaba la crepa.
Agarre la mano de Zoro, quien me vio algo sorprendido y se sonrojo, ¡Ese idiota! Sentí mi cara arder también y aleje mi mano, vi la crepa, la apunte y seguido, lo hice con Luffy.
-Luffy, Sanji te hizo una a ti también, ven a sentarte –dijo Zoro. El pelinegro con sombrero de paja sonrio y asintió para inmediatamente sentarse.
-¿Luffy? –pregunto Ace confuso. Le mire algo curioso. Parecía desorientado, como si no se creyese algo que acababa de pasar, pero seria que de algo me perdi, por que el llevaba mas tiempo en este lugar y era extraño que se viese sorprendido por alguna cosa, que no note sobre todo.
-¿Qué pasa Ace? –pregunto el mencionado con un bocado de crepa en su boca. Y unos ojitos sonrientos que sacaban sonrisas, o al menos a mi, pero parecía ser que eso solo descolocaba mas al pecoso.
-Tu no eres Luffy, yo lo vi ayer, tu no eres el –dijo confundido mientras lo veía con una ceja alzada.
-Oh no –dijo Zoro, quien dejo de comer y dejo caer el tenedor, mientras veía a su amigo, con una cara muy preocupada.
Yo solo le mire también, y el pecoso nos miro a mi y al peli verde extrañado por que nosotros le mirábamos, yo confuso y Zoro preocupado.
-¿Q-que pasa Zoro? –pregunto algo nervioso el pecoso por la situación. Kokoro-san quien se dio cuenta de lo que pasaba, se acercó a nosotros.
-Luffy, necesito que me ayudes en la cocina con algo, quizás te guste –dijo Kokoro-san con una sonrisa típica de ella, apuntando con una botella de vino la puerta de la cocina. El pelinegro asintió y se llevo su crepa, mientras salía volando hacia alla.
-Creo que es mejor que Luffy no lo sepa por ahora –dijo ella y se alejó. Aquello me dejo confuso. ¿Saber que?
-Ace… –hablo serio Zoro. El mencionado le miro con la misma seriedad, y yo solo me quede callado.
-Ha pasado lo que mas nos temíamos Ace… lo has sustituido… has sustituido a Luffy –dijo el marimo. Pero yo…. Seguía sin entender ni un poco, solo suponía que era algo malo, por la lágrima que soltó Ace un minuto después de aquella declaración.
Salió corriendo y me pare para intentar salir corriendo tras el y quizás ‘charlar’ o que se desahogase.
-No vayas Sanji… déjalo un rato a solas –pidió Zoro. ¿Qué? ¿El marimo pidiendo algo ‘por favor’? Bueno, al menos sabia que era algo sumamente importante todo lo que había comenzado a pasar.
Ace Pov’s.
¡Esto no podía estarme ocurriendo! Lo que mas temía hacer, lo que mas odiaba y tenia tanto temor a que pasara, ¡Era precisamente esto! Estoy viviendo una pesadilla, y lo peor, es que… esta pesadilla es real.
Corrí hasta salir de las instalaciones, al patio y me escondí en una de las esquinas entre los arbustos, un lugar que era suficientemente grande para que dos personas se durmiesen ahí cómodas, y sin ser molestados. Nadie sabia de este lugar, solo yo.
Me acurruque en el pasto, y escondí mi rostro entre la tierra, tratando de aguantarme la frustración y el dolor que sentía en esos momentos.
¿Cómo…? … ¿Cómo pude hacerlo eso a Luffy? Ahora no lo reconocía… ahora tomaba sentido el por que no le había reconocido en la mañana y por qué todo me parecía raro.