Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

SANJI DECIDE MORIR por steve98

[Reviews - 214]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Bueno, aqui les traigo el capitulo, espero que lo disfruten. Espero no haber tardado xD

Sanji decide morir.
Parte XXII

Sanji Pov's.

Aquel momento en el que decidí tirarme al pasto, justo después de haberme topado con semejante escena de Ace y Luffy, me quede pensativo, preguntándome que es lo que pudo haber pasado.

Quizás se pelearon o algo por el estilo, aunque se ve que era grave. Digo, como para que Luffy llore, debe ser algo importante, ese chico es todo un caso.

Le encanta la carne por lo que se gracias a Kokoro-san, así que trato de que lleve su comida siempre aunque sea un poco de carne. Es un chico muy alegre e inocente, pareciera que tiene alrededor de cinco años cuando en realidad tiene unos diecisiete o dieciséis. 

Me acomode mas a mi gusto en el pasto, mientras veía el cielo encima mío. Parecía tan lejano el día antes de entrar aquí, y solo han pasado diez días.

Me pregunto como estará mi padre... De seguro esta preocupado, ¿Y mis amigos? De seguro ya se olvidaron de mi... Una sociedad en la que muchos se hacen pasar por "amigos", es fácil vivir en ella una vez que te has acoplado. 

Admiro las personas que se rehusan a acoplarse al gusto de los demás, no como yo. Que me acostumbre, para gustarle a todos, que me adentre en aquel mundo lleno de mentiras y egoísmo.

Aquellos discriminadores, que lo único que hacen, son quitar vida a este mundo. Los que se hacen llamar "homofobicos" no es como si me importara, pero ahora veo, lo mal que estaban. No por ser homosexual quiere decir que seas diferente, eres igual a todos los demás. Los homosexuales también sienten y piensan como cualquier persona normal.

Con esto no quiere decir que me ponga de su lado, pero tampoco es que este atacándoles, como la mayoría suele hacer, no por ser homofobicos, si no por tener miedo a queda sociedad los tache y los discrimine igual o peor.

Escuche las pisadas de uno de los enfermeros, y se dirigían hacia mi, por lo que me hice un ovillo y cerré los ojos, tratando de hacerme el dormido, pues no quería que me hablasen solo para decirme algo estúpido, como que si quería dormir, me fuese a mi habitación, o que me levantara y me fuese de ahí. No comprendo por quede toman tantas molestias en venir a decírmelo. A mi, un "enfermo mental", si de todos modos no les haré caso. Estoy loco, ¿Que mas da si les hago caso o no?

-Chico, oye, ¡Chico! -me hablo el enfermero, y me sacudió. Así que no tuve mas opción que hacerle caso, y abrí los ojos, para mirarlo con una ceja alzada. 

-El director te espera en su oficina -dijo y empezó a caminar, para después regresar por el mismo camino, con otros dos enfermeros. 
Supuse que los otros dos habían venido por si me resistía, pero me levante con algunos tambaleos y después solo mire al que me vino a despertar. 
-Tu padre te espera con el director, será mejor que te apures, esta ansioso de verte -dijo el enfermero y eso fue lo único que pude escuchar, para que después mi mente se pusiera en blanco.

¿Mi padre?... Esto no podía estar peor. Yo no quería verlo, quería que el se quedara en casa, fingiendo que yo había logrado matarme, o quizás que nunca tuvo un hijo, que su hijo no existió nunca, que se yo, pero no quiero verlo... 

Trague grueso y no sabia si la voz me saldría, y si lo hacia, ¿Saldría a tartamudeos?

-No quiero verlo -murmure con la voz quebrada. Los tres enfermeros me vieron extrañados. 

-Serán solo unos minutos, así que es mejor si vas por las buenas -me sugirió uno de los enfermeros. Pero ellos no entenderían por mas que les dijera que no quería ir a ver a mi padre... Ellos no saben nada, no pueden decidir por mi si ni siquiera saben de lo que hablan.

-¡No quiero, no iré a verlo! -dije mientras les daba la espalda, pero no me fui de ahí. Me quede en silencio, sin respirar, escuchando hasta el mas mínimo ruido, que me pudiera decir que ya se habían ido, o que aun seguían ahí. Pero parecía ser que no se habían movido ni un centímetro.

-Entonces por las malas será -dijo uno de los tres, y dos de loa enfermeros me tomaron uno de cada brazo. Mire al que había empezado a caminar y los dos enfermeros que me agarraban del brazo, empezaron a forzarme a caminar, pero empece inútilmente a forcejear con ellos.

-¡No! ¡Déjenme! ¡No quiero verlo! ¡No quiero! -grite mientras me debatía contra ellos, tratando de que me soltasen y yo pudiese salir corriendo, pero me tenían bien sujetos. Lo ultimo a lo que podía recurrir en esos momentos, fue empezar a gritar como loco, patalear y lanzar mordidas, arañazos, patadas y demás. 

Los enfermeros me jalaban de la ropa y sentía sus uñas encajarse en mi piel, dejando que la sangre saliera o simplemente se quedara la evidencia de que había forcejeado con ellos. La adrenalina estaba disparada, podía ver como algunos nos veían, unos solo veían, otros hacían como si no les interesaba, mientras otros pocos, negaban con la cabeza.

Por dentro sentía que debía escapar, no quería ver a mi padre, no quería ver la preocupación en sus ojos, y mucho menos... Mucho menos quería recibir una mirada de completa decepción. Jamás fui un chico problemático, jamás tuve problemas académicos ni financieros de grande. No se exactamente lo que es una mirada de decepción.... Y no quiero averiguarlo.

-¡Rápido, un tranquilizante, la pistola eléctrica, algo! -grito desesperado uno de los enfermeros mientras sentía como me encajaba las uñas en el abdomen, y me tenía agarrado de una pierna,  con la cual intentaba dar patadas, pero con el agarrándola, era simplemente imposible.

-¡Yo ya corte mis lazos con todos los de afuera! ¡No pueden obligarme a nada! -grite mientras sentía sus rasguños tratando de contenerme, pero solo lograban ponerme mas frenético. Estaba asustado... Atemorizado de lo que pudiera pasarme.

Un dolor agudo que se extendió por todo mi cuerpo. Eso fue lo único que tuvo que pasar, para que yo parase y me callase de repente. Los doctores me vieron extraño, y sentí como de repente un mal presentimiento cruzaba por mi mente.

Los enfermeros me dejaron de agarrar al ver que me había quedado callado de un momento a otro. Cuando me soltaron, el dolor en mi corazón no paro y se extendió a mi garganta, haciendo que lanzase un aullido de dolor y me tambalease, para al ultimo caer al suelo. Caí al piso de rodillas y después me toque el pecho, presionando como si tuviese una herida que no quisiera a la cual le saliera sangre. 

Un paro cardiaco. Me estaba dando de nuevo un paro cardiaco, y quizás el ultimo que tendría. Definitivamente... Moriría hoy.

Sentí la comida revolviendose en mi estomago, cuando no pude mas y vomite.

-¡Puaj, que asco! -escuche que dijo uno de los enfermeros, pero poco me importo a mi o a mi cuerpo, que se negaba a parar, ¿De donde saque todo eso? ¿Acaso lo tenía guardado? No recuerdo haber desayunado, pero quizás es la comida de días anteriores.

Cuando sentí ya no tener nada que poder regresar de mi estomago, respire agitadamente, sintiendo como mis manos se volvían frías y difícil de mover. Sentía mi cuerpo medio entumecido, ¿Así se sentía cuando una persona iba a morir? La muerte me lleva poco a poco y no se que hacer, solo puedo tomar bocanadas de aire y oprimir el dolor que se genera en mi pecho, que hace que me recorran unos horribles escalofríos. Quizás ya no puedo moverme demasiado, siento mi cuerpo entumecido, pero es curioso que pueda aun sentir la brisa pegando en mi cara, los roces de mi cabello rubio en mi rostro, el olor de mi vomito, parecía que podía oler aun, y podía oír.

Tuve las fuerzas suficientes para levantarme de nuevo, aunque temblaba por el esfuerzo de estar de pie.

Dicen que lo ultimo que se pierde cuando estas muriendo, es el sentido del oído. Quizás por eso dicen que los fantasmas repiten lo ultimo que escucharon momentos antes de morir, o bueno, algunos lo dicen.

Sentí mis piernas flanquear y caí en el piso, aun lado de aquel liquido maloliente que expulse, mire el borroso techo. Mi cabeza dolía a montones, pero no podía moverme. Poco a poco pude hacer un ovillo, o el intento de uno. Sentía frío, y escuchaba el griterío de mujeres y hombres dando ordenes, quizás tratando de salvarme.

Enfoque mas mi oído, quizás pudiera saber que es de lo que estuvieran hablando, y después cuando me volviese quizás fantasma, repetiré lo ultimo que escuche.

-... Demonios... pido... rense.... va... -las palabras si muy apenas se entendían, las escuchaba entrecortadas. 

-¡Traigan la camilla, tenemos que llevarlo a la enfermería! ¡Demonios, que se esta muriendo! -grito el enfermero, y le reconocí como el que me había despertado. Cerré los ojos, mi cuerpo frío, sin poder moverse, se quedo en el suelo, o eso pienso.

-¡Rápido!... -las voces se apagaron, dejando que me sumiera en mi propia obscuridad.

Law Pov's.

Hace unos minutos que me desperté, y vi que el pelirrojo aun dormía, ¿Me levante muy temprano, o es que sigo dormido y estoy soñando?

Salí de la habitación, y por el sol pude mas o menos decir, que eran alrededor de las diez de la mañana, definitivamente, me había despertado a la misma hora, pero era Kidd quien al parecer no se había levantado para intentar despertarme y que lo dejase fuera ya, eso era extraño, pero no hice caso, quizás estaba cansado.

Me metí de nuevo a la habitación, y cerré la puerta con seguro, me acerque a mi cama y vi debajo de esta, para sacar el peluche que tenía escondido ahí, pues al parecer, me habían dicho que posiblemente no me dejarían entrar con cualquier cosa, además, no quería que alguna persona se le ocurriese robarme mi lindo muñeco. 

-Hola Beppo -le susurre cariñosamente al muñeco, el cual obviamente, no me respondió. Lo abrace fuertemente. Era un oso blanco, quizás un oso polar, de nariz negra, y llevaba la ropa con la que hacia años atrás, me lo habían regalado.

No se quien me lo dio, pero seguramente algún familiar -persona mas bien- que me quería mucho. Tengo a mis padres, pero jamás hablo con ellos, de hecho, ni siquiera conozco sus caras, solo por retratos, no los conozco demasiado a fondo, solo a mi madre, pero tampoco es que tuviera una relación demasiado estrecha con ella. Si, son de esos padres con muchas responsabilidades, que no tienen tiempo para andar cuidando niños. Sus niños. 

Fui criado por los sirvientes de la casa, siempre enseñándome que es lo que debía y lo que no hacer, diciéndome y advirtiéndome que no me metiera en asuntos de mis padres, que podría salir no muy bien de ello por la furia que pudiera causar en mis padres. Aun cuando yo era un niño malcriado, que los insultaba a veces -bueno, en su mayoría del tiempo-, siempre hubo una chica de pelo rosa que estaba ahí y me controlaba. Me hacia pedir perdón, y aunque no me gusto nunca que me quisieran mandar, a ella siempre le hice caso.

Hace años que deje la casa, por lo que no recuerdo su nombre. Empece a interesarme en la medicina alrededor de los diez años, cuando una criada callo de las escaleras y se rompió una pierna. Además, por mi enfermedad, los doctores, los hospitales, la morgue y ese tipo de lugares me interesaban, pero jamás me había planteado en seguir el sueño de ser doctor. Cuando me interese en ello, investigue sobre medicinas, el cuerpo humano y sus reacciones. Veía programas de televisión donde se podía ver como hacían la cirugía en todo su esplendor.

En preparatoria, fue cuando decidí hacerme doctor definitivamente. Mis padres y muchas personas me preguntaron por que había elegido eso, pero solo respondía que quería ayudar a las personas. Mi enfermedad jamás fue encontrada, fue muy bien escondida. Que tus padres no supieran tenía en su mayoría, desventajas. Pues tenía que hacerme el dolido cuando algo me pasaba, por mas pequeño que fuera, incluso cuando me cortaba con un papel. Ellos siempre creyeron que yo era demasiado sensible... Que ilusos.

Kidd Pov's.

Me dolía la cabeza, y sentía mi cabeza como mil demonios, no era que tuviera fiebre, ni calentura, simplemente, eran los síntomas de mi cuerpo pidiendo sexo, y yo, negándoselo. No quería quedar en malos términos con alguien de aquí, yo era un chico normal.... Si, claro, quisiera que fuera así.

Me removí en la cama, entre las sabanas, y me aferre a ellas, como que si las soltaba, me pondría como asesino en serie de nuevo. 

-Hola Beppo -escuche un murmullo. Espero que ninguno de los chicos aun este durmiendo, o dentro de la habitacion, espero estar delirando, creo que de verdad ya me estaba volviendo loco. Esperaba que no fuera Law, o Sanji, no fuera a ocurrirseles abrirme la puerta y a mis instintos, que me les aventara encima.

-Si Beppo, esta es tu nueva habitación, bueno, nuestra nueva habitación en el hospital, si, yo también pensé que seria mas horroroso, pero no esta tan mal. Mira, esta cama es de nosotros, la de allá, es la de Sanji, pero de seguro ha de estar en la cocina, y ese de ahí, el de la celda, es Kidd -escuche los murmullos de Law, pues reconocería su voz por lo sutil que era, con un toque de seriedad. 

-Ghh... -mi cuerpo se sentía caliente, tenía ganas de brincotear... Ganas de tener sexo. De verdad que mi cuerpo lo pedía a gritos. Mi panza estaba hecho un asco, al igual que mi cabeza intentando pensar en que hacer. Quizás la masturbación sirva.... Pero no, se que no funcionara, lo he intentado anteriormente, y simplemente me dan mas ganas.

-¿Kidd...? -escuche que me hablo Law. 
¡No! ¡Alejate! Maldita sea... No sabe en que riesgo se esta poniendo. 

Escucho el tintineo de las llaves, pegando contra los barrotes de la celda, y empezar a abrir la misma. Mi cuerpo quería salir corriendo, pero me quede quieto y tenso. Si olía su olor... Era posible que enserio no me resistiera. Yo era parecido a un animal en celo, solo que mas violento, mía humano por fuera y mas animal por dentro. 

Llego a mi nariz, un delicioso aroma. No sabría identificar D que era, pero... era apetitoso. Sentía mi conciencia abandonarme y dejarme a mi suerte. Dejar a su suerte a Law, y a ese tal Beppo.
Me levante tambaleante de la cama, mi conciencia... Ya se perdió.

Law Pov's.

El pelirrojo se levanto de su cama, y le vi extrañado. Pensé que estaba dormido. Había abierto la celda para mirarle mas de cerca, y había dejado a Beppo en mi cama para poder abrir. Pero el pelirrojo se quedo callado, caminaba hacia mi con un aura extraña. Solo me quedaba quieto ahí.

Se detuvo en frente de mi, y su mano acaricio mi mejilla, fue apenas un roce, pero olvide eso cuando de repente vi en sus ojos un grado alarmado. Se me hizo un nudo en la garganta. Algo no estaba bien.

-No debiste abrir -fue apenas un ronco murmullo, pero parecía que lo decía amenazantemente.

-O-oye, Kidd -le hable, y retrocedí unos pasos.

Sentí el aire en mi cara, y el impacto de algo suave en mi espalda al ser aventado por el hacia la cama, donde le mire algo asustado y busque mi peluche por alguna razón, quizás con la tonta dieta de que eso podría salvarme de lo que fuera que aquel pelirrojo tramaba.

-Law -susurro mientras, encima mío, me veía curioso y con un ligero toque de lujuria que a cada instante aumentaba, lo sabia, este chico ya perdió la conciencia. 

  

Notas finales:

Gomen luego arreglo el CAP, me tengo que ir TwT... 

Hoy es mi cumple, así que perdonen como les he dejado el CAP, en esas condiciones, pero me tengo que ir, mas de rato lo checo :3

Joss, te quiero ok? :,3

Haaa ni me acordaba q era mi cumple si no me decían ewe... No soy de esos que espera el día de su nacimiento T3T... Raro? No lo creo, muchos son así no? Oquizás... Yeah... May be i am really a weirdo

.-.-.-

Ok, ya lo cheque, ya estoy en la lap aasi que esta mejor no? :p

Que es lo que le hara Kidd a Law? *-*? 

Violacion, o alguien los interrumpira XD? nose, xD

Si me dejan un rw como regalo de cumple y me dicen sus peticiones, entonces quizas ponga lemon en el siguiente cap *-*

Ciaossu~!(si ya saben que soy bn chantajista XD)


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).