Cap. 12:”Secreto”
Una luz azulada con toques verdes iluminaba la habitación, la cual estaba a oscuras por ser ya de noche. Unas palabras pronunciadas por parte de alguien y aquella luz cubrían el cuerpo del que estaba recostado en la cama de dicha habitación formando un aura haciendo que salieran pequeños quejidos de la boca del hombre que estaba acostado.
No podía parar ahí, mucho menos sabiendo que estaba resultando, un pequeño sello que apareció poco después de eso se fue deshaciendo dejando tras de si nada mas que una brisa fría adentro de esa habitación. Como había llegado se fue, sin dejar rastro alguno de que había estado ahí, si le llegaban a preguntar algo el jamás había si quiera ido a dicha habitación.
—Nunca había visto ese tipo de magia—pensó algo molesto el hechicero—Es mas…me pillo por sorpresa que costara tanto
Enseguida se fue a donde estaba el resto de los otros, todos lo quedaron mirando extrañados, incluso a Tony se le cayó el vaso de bebida que sostenía. Thor en cambio lo miro algo molesto, como si viera a alguien que no le agradaba demasiado, Banner había dejado de beber café y a Steve se le había caído el pan que estaba comiendo.
—Papa pitufo paso por aquí—atino a decir Tony mirando aun sorprendido a Loki
— ¿Qué? ¿A que te refieres?—dijo confundido el azabache
—L-Loki…Tu piel…—fue lo único que salio de los labios del asgardiano
— ¿Eh?...
Al mirarse noto como sus manos y brazos estaban de color azul, no podía creerlo, quizás era una mala broma y no era verdad. Corrió a verse a un espejo y ahí estaba, su piel azul y ojos rojizos como los de los gigantes de hielo, detestaba en verdad esa forma, pero no le quedaba otra de aguantarla ya que a pesar de que rogara a todos los dioses que se fuera no se iba como otras veces.
“Maldición, maldición” era lo que decía mentalmente una y otra vez el azabache mientras seguía viendo como todo su cuerpo estaba de color azul, no le agradaba, mucho menos al haber visto la cara de Thor, una cara que demostraba cierto rechazo aunque le costara disimularlo. Se mojo varias veces la cara buscando el porque le había pasado eso, por lo que el entendía solo se había vuelto azul cuando estuvo en Jotunheim y cuando ocupo el cubo de los gigantes de hielo, pero jamás cuando había realizado algún tipo de magia.
Sintió como alguien se acercaba, pensó en que era Tony o incluso una de las chicas, las cuales no dijeron nada al verlo. Pero no, era Thor el que estaba parado ahí, viéndolo y pensando en tantas cosas que quizás nadie terminaría entendiendo.
—Lárgate…No quería que…me vieras así—murmuro Loki mientras agachaba la mirada y apretaba ambos puños
— ¿Sabes?...No te viene nada mal…—confeso el rubio acercándosele—Te ves ¿Cómo dijo Tony? Eh… ¿Extravagante?
—Soy un monstruo…eso es lo que nos enseño Odin
—Para mi sigues siendo Loki, la persona a quien mas amo sobre los nueve mundos—le susurro al oído al azabache mientras lo abrazaba
—No puedo tocarte con esta forma…Te haría daño—Loki trato de apartarse de Thor, no quería dañarlo—Tu sabes que los gigantes de hielo provocan quemaduras con solo tocar la piel de otro ser vivo
—No importa…Mientras yo te pueda tocar soy feliz—volvió a susurrarle el rubio cerrando ambos ojos y apegándose mas al azabache—Perdón por haberte mirado así…pero tu sabes, nuestro padre siempre nos infundo rechazo a los de tu especie
—Ah…Si, lo se, es el mismo que me infundo a mi
Loki observo en el espejo el como Thor lo abrazaba, como deseaba siquiera tocar aquellos brazos que lo rodeaban, pero sabia que eso dañaría al rubio. Observaba cada detalle que tenia en aquella apariencia, era verdad lo que decía Odín, el era demasiado diferente de los gigantes de hielo, su verdadero padre, Laufey, era mucho mas tosco de rostro que el, incluso cada gigante de hielo que vio en Jotunheim era asi.
En cambio el era de rasgos delicados aun teniendo esa apariencia, suaves líneas de un tono mas claro se marcaban en su rostro dándole un toque diferente. Sus ojos que usualmente eran verdes estaban de color rojo, eso le desagradaba, no le gustaba pero tampoco podía evitarlo, era parte de el después de todo.
Empezó a notar como poco a poco la piel volvía a su color normal, Thor aun seguía con ambos ojos cerrados aferrandose a el, como si no quisiera separarse nunca. Su rostro volvía a ser tan blanco como siempre y sus ojos volvían a tornarse verdes, al ver esto suspiro tranquilo, solo había durado unos minutos y no mas allá de eso.
Poso ambas manos en los brazos del rubio, este en respuesta le sonrío mientras abría ambos ojos. Thor lo volteo y abrazo, levantándolo y dejándolo de puntillas en el suelo, ambos rieron ante esto ya que les causaba gracia el que Thor, un príncipe asgardiano, fuera más alto que Loki el legítimo príncipe de Jotunheim y un “gigante” de hielo.
—Loki…vamos, te lo preguntare una vez mas…—dijo el rubio acercándose al rostro del nombrado—tengamos un hijo…no, mejor muchos hijos e hijas
—No, aun no quiero—confeso el dios del engaño suspirando ya cansado por la propuesta del asgardiano—Es peligroso, padre esta enfadado y podría atentar contra nosotros directamente
—No si sabe que pondría en riesgo a su futuro nieto
—Te prometo que cuando realmente sepamos que paso el peligro…Tendré un bebe tuyo, antes no—finalizo Loki para besar a Thor convirtiendo aquellas palabras en una promesa inquebrantable
En otro lugar de la mansión despertaba Clint algo desorientado y muy mareado, no sabia que le había pasado y mucho menos recordaba como era que estaba en esa habitación. Miraba a todos lados tratando de saber donde estaba, empezó a distinguir diferentes cosas las cuales podía apreciar que le pertenecían, al querer enderezarse sintió dolor en el abdomen.
Ante esto mando un pequeño quejido, respiro y trato de tranquilizarse un momento, sentía el cuerpo pesado y el dolor solo logro acrecentar dicho estado. Tanteo su abdomen y se acordó de su estado de enseguida, sonrío y pensó en lo que futuramente viviría.
—Solo quiero ya tenerlos en mis brazos—acaricio su vientre aun plano con una sonrisa
De pronto sintió como alguien abría la puerta de la habitación, por instinto trato de volver a enderezarse a lo cual nuevamente le volvió el dolor sufrido anteriormente. Un quejido salio de su boca llamando enormemente la atención del que había entrado.
— ¿Clint?—esa voz la reconocería donde sea
—Bruce, me duele la espalda…—se quejo el arquero tratando de ver al científico
— ¡Clint! Despertaste…por fin—el aludido corrió a abrazarlo y a besarlo tomando el rostro del agente entre sus manos
—Si, si… ¿Desde que hora llevo durmiendo?
— ¿Hora? Mejor dicho días—aclaro el científico mirándolo a los ojos—Estuviste durmiendo durante unos seis días…Me preocupaste
—Vaya…Dormí bastante—dijo Clint devolviéndole la mirada a Bruce—Quiero levantarme…siento la garganta seca
—Te ayudo, escuche como te quejaste cuando quisiste enderezarte
Clint no rechazo la ayuda, es mas, le agradecía a Banner que le ayudara aunque no era para menos ya que el científico lo amaba demasiado y ese amor aumento en cuanto supo que iba a ser padre. Finalmente en un pequeño quejido de dolor Clint se levanto, realmente le dolía el abdomen, pero se notaba que solo estaba resentido después de tantos días acostado y en la misma posición quizás era normal.
Ambos se dirigieron al living donde los presentes solo miraron a Clint y a Bruce, enseguida empezaron a preguntarle cosas a ambos ya que no esperaban que Barton despertara tan rápido por lo que había dicho la doctora. Aunque en esa mansión no mandaba precisamente la lógica ya que pocas de las cosas que ocurrían la solían tener.
Bruce al final hizo que Clint se sentara y le trajo un poco de agua, este se la tomo enseguida realmente le había hecho falta después de seis días durmiendo. Finalmente le restaron importancia al acontecimiento ya que sabían que nunca los pronósticos médicos solían ser exactos.
—Ey, Legolas… ¿Aun no se te nota nada?—le pregunto bajito Tony mientras observaba a Clint
—No, aun no…solo tengo algunas semanas—aclaro el arquero
—Si, pero según los chequeos al parecer los bebes tienen unos dos meses—aseguro el castaño cruzándose de brazos
— ¿Enserio?
—Se desarrollan mas rápido de lo que pensábamos—siguió hablando el millonario apoyándose en una pared—Quizás nazcan antes de lo pensado
—Dijeron que al séptimo mes iban a nacer—interrumpió algo confundido el arquero
—Bueno, puede que al sexto o quinto mes nazcan—confirmo Tony tratando de sacar cálculos mentales—Pero como sea, tienen que empezar a comprar cosas para los mellizos
Interiormente Tony sentía un poco de envidia de la suerte de Clint ya que formaría una familia con la persona que amaba, en cambio el había perdido la oportunidad por un descuido. Aguanto las lágrimas que se le acumularon en los ojos cuando comenzó a hablar sobre cuando nacerían los mellizos de Banner y Clint, trataba a la vez de olvidar por un pequeño momento su caso.
Cuando por fin termino de hablar con Clint se fue a su dormitorio, quería estar solo y pensar en todo lo que realmente sentía al ver que una persona cumplía un sueño que el perdió. Se tiro encima de la cama viendo el techo, sentía algunas lagrimas salir de sus ojos, realmente no le importaba si tenia que llorar lo haría, no podía evitarlo.
—Realmente siento envidia de ellos—pensaba mientras sentía las lagrimas caer por sus mejillas—Ellos van a tener algo que yo no tendré…
“Jamás lo tendrás ¿Verdad?”
Sentía una voz lejana en su cabeza, no la tomo en cuenta ya que pensaba que era el cansancio. Si, debía serlo ya que no estaba loco ni nada por el estilo.
“Ni siquiera supiste proteger lo que querías”
— ¿Eh?—eso ya le era extraño, seguía escuchando esa voz
“No pudiste ni siquiera proteger a quien te salvo la vida”
— ¿Quién es?—pregunto algo confundido
“Levántate y mira el espejo”
Se levanto, no porque se lo habían ordenado, si no que por simple curiosidad, después de todo la curiosidad mato al gato. Se acerco al espejo y se pudo ver a si mismo, quizás estaba solo algo cansado, no había dormido bien el día anterior y eso quizás le había afectado.
“Mírate…Tan orgulloso, altanero y egocéntrico”
Nuevamente la voz, aunque algo se le estaba haciendo extraño, reconocía esa voz, aunque no sabia de donde pero se le hacia extrañamente familiar.
“Ni tu padre te quería…”
Vio como en el espejo estaba su yo más pequeño con una expresión de tristeza, como cuando quería hacer algo con su padre y este le ignoraba por atender algún negocio o alguna reunión.
“Mas le preocupaba buscar al Capitán America que siquiera prestarte atención”
Miraba atentamente el espejo, la apariencia que tenia en el reflejo era cuando tendría unos siete años de edad. Aunque estaba con un pequeño puchero y con lagrimas en los ojos, tenia entre las manos un juguete del Capitán America, después de todo era su superhéroe favorito de su infancia.
De pronto la imagen se desvaneció y apareció su yo adolescente, tenia una expresión vacía como si no sintiera nada o fuera un simple muñeco.
“Y después…Ellos murieron”
— ¿Así me veía en su funeral?—se pregunto a si mismo mientras veía a su yo adolescente
“Ahí te quedaste irremediablemente solo”
—Pero yo ahora…
“Te equivocas…sigues estándolo ¿Crees que Steve te ama?”
—Si, el me lo dijo…Y el jamás miente—aseguro Tony tocando aquel espejo
“Jamás te amo…en ti solo ve el reflejo de Howard Stark”
Eso le hirió, si bien tenia un gran parecido con su padre detestaba que le dijeran aquello, golpeo con su mano el espejo haciendo que este temblara ligeramente. Le temblaba el cuerpo, tenia rabia y mas tristeza que antes al ver aquello, en parte sabia que era verdad ya que su padre siempre se empeño en la búsqueda de Steve incluso dejándolo de lado a el, su propio hijo.
“Si, el nunca te vera como Anthony Stark…solo ve una replica de Howard”
— ¡Cállate!—termino gritando Tony golpeando aun mas fuerte el espejo—Todo lo que dices es…mentira…
“Sabes que es verdad…”
De pronto vio como la imagen volvía a ser el, pero claramente tenia una mirada de desprecio mezclado con locura. Le daba algo de miedo verse de tal forma, no le gustaba, parecía como si en cualquier momento saldría de ese maldito espejo y se pondría en su lugar, cerro ambos ojos pensando que al abrirlos ya no estaría ahí, que se iría.
“Te equivocas Tony…Yo soy tu, y no desapareceré ni aunque lo desees”
Sabia hasta lo que pensaba, lo miro nuevamente esperando que no estuviera ahí, pero seguía al igual que el observándolo. Sentía como poco a poco parecía acercársele, saliendo del espejo y tomándolo del cuello, no podía emitir sonido alguno, era como si algo le evitara hablar o siquiera gritar.
De pronto todo se volvió negro, como si fuera cayendo a un abismo sin retorno y veía como el otro le sonreía de manera maquiavélica haciendo que su cuerpo temblara tan solo al verlo. Con un grito sordo cayo al piso, quedando tirado boca abajo, temblando y respirando agitadamente mientras lágrimas recorrían sus mejillas.