Cap. 4: “Dolor”
Ya habían pasado dos días desde que Tony había salido de la habitación pero no sonreía ni decía nada. Simplemente se sentaba frente a su escritorio y miraba el paso de los minutos mientras llenaba los papeles que le llevaba Peppers para que firmara, parecía un simple muñeco que funcionaba por inercia.
Si comía era solo para reponer fuerzas y no estar débil, pero en si no quería ni siquiera comer o ver a alguien. Lo que mas le cargaba en aquel momento era que cada vez que iba a tomar siquiera un trago Steve se lo quitaba y lo regañaba como a un niño pequeño, pero su cerebro no iba a funcionar si se mantenía sobrio o eso pensaba de momento.
—Déjame en paz…Debiste haberte quedado congelado—murmuro molesto Tony sentándose nuevamente
—No digas eso, sabes que lo hago por tu bien—trato de explicarle el rubio botando la botella de licor que recién le acaba de arrebatar
Tony solo se hecho hacia atrás y suspiro pesadamente, sentía que nadie, absolutamente nadie lo comprendía incluyendo a Steve, el cual ni siquiera le había mencionado nada del bebe como si nunca le había interesado realmente. Se levanto y fue a donde estaba el rubio, le miro unos segundos antes de levantar la mano y golpearlo en el rostro.
— ¿A que vino eso Tony?—pregunto un impactado Steve sobandose la zona afectada
— Nunca te importo ¿verdad?—pregunto dolido el castaño—Jamás te intereso ¿Verdad?
—Realmente no se de que me estas hablando Stark
—Ah, si claro... Ahora el noble Capitán America se hace el desentendido—fue lo único que dijo Tony apretando ambos puños
Steve lo trato de tocar pero este solo aparto su mano tratando de alejarlo de el, realmente se sentía mucho peor que cuando estaba en aquella habitación. Miro con cierto asco al rubio, se dio la media vuelta y se fue del lugar, dejando a un confundido Steve mirando aquel sitio donde había estado parado el castaño.
Volvió a encerrarse en la habitación, esta vez se sentó en un rincón y comenzó a llorar nuevamente, se sentía incomprendido y solo, como deseaba tener siquiera a su madre viva para poder preguntarle si es que ella había sufrido algo así. En ese lugar nadie sabia lo que estaba pasando el, nadie le comprendía, incluso la persona a la que amaba parecía no comprenderle.
Se levanto y comenzó a tirar las cosas que tenia al alcance, quería destruir todo y nada a la vez. Vio su reflejo en un espejo, estaba con la ropa desarreglada, tenía lágrimas recorriéndole el rostro y ojeras muy marcadas, estaba en un estado deplorable a sus ojos, pero no le interesaba. Tomo uno de los adornos de la habitación y rompió el espejo, mientras caía en pedazos nuevamente lloraba, necesitaba hacerlo.
— ¡Maldición!
Grito, grito hasta quedarse sin aliento, después de todo nadie lo escucharía gritar dentro de la habitación. Golpeaba el piso con ambas manos, le importaba una mierda el dolor que se le acumulada en la que estaba vendada, aun sentía rabia, tristeza y dolor.
—Dos semanas y media antes—
Veía como Steve conversaba tranquilamente por celular con Thor, el cual había ido a visitarlos pero al parecer se había perdido antes de llegar a la mansión. Río al ver como Steve le trataba de explicar al asgardiano que tomara un taxi, al parecer este no entendía que era eso.
Finalmente el le arrebato de las manos el celular y empezó a hablar con Thor, no era realmente difícil hacerle entender al asgardiano que se quedara quieto en el lugar donde estaba, le pregunto si había algún letrero en la esquina de la calle y que le dijera el nombre que tenia.
—Esta bien…enviare alguien que te pase a buscar—termino diciendo Tony mientras miraba a Steve—No, no….Quédate ahí, seguro que te mueves y te pierdes ET…
Aparto un poco el teléfono de su oído, al parecer lo último si lo había captado a la perfección el asgardiano. Finalmente se despidió y dejo el celular tirado en uno de los sillones, se dirigió donde Steve y le sonrío socarronamente, mirándolo con algo de malicia a lo cual el rubio solo desvío la mirada y pidió internamente que no se le ocurriera una locura a Tony.
—Señor ¿Envío a alguien que pase a buscar a Thor?—interrumpió JARVIS haciendo que Tony se molestara un tanto
—Si, si…ya escuchaste donde esta así que envía a alguien—respondió el castaño volviendo a lo que iba a hacer—Y déjame a solas con el Capi-Paleta, no me gusta que me hables cuando estoy con el
—Entendido señor—dijo la IA para dejar de hablar.
Al ver esto, el genio-millonario beso a Steve sintiéndose más cómodo al ver como este lo sentaba en sus piernas. Aunque ahora estaban en un poco de abstinencia igual se acariciaban y se besaban como antes de que Tony estuviera en aquel estado, después la idea de la abstinencia fue de Steve al escuchar por parte de Bruce que el embarazo del castaño seria de riesgo al no tener todo lo que normalmente tenia el cuerpo de una mujer.
—Vamos…Hagámoslo—insistió Tony al separarse un poco de el
—No, se paciente, Bruce dijo que…
No lo dejo continuar, nuevamente lo beso mientras se aferraba al cuerpo del rubio, le encantaba aquello, le gustaba el compartir caricias pero necesitaba mas que eso. Le fue quitando la polera mientras Steve lo acariciaba lentamente.
Sintieron como una puerta se abrió, interrumpiéndolos en el acto, con una cara de molestia absoluta Tony se volteo a ver quien era mientras que Steve se había quedado mas que tieso en el sillón.
—Eh…yo vuelvo después…—aquel que los había interrumpido no era otro mas que Thor, el cual venia recién llegando
— ¿Acaso nunca habías visto algo así?—pregunto molesto el castaño sentándose cómodamente encima de las piernas de Steve
—Pues…no, por ahora no—respondió aun shockeado el príncipe—Creo que de verdad volveré después…
—Todos arruinan el momento—dijo dramáticamente Tony—Pues ni modo, Capi mañana continuamos
—Eh…s-si—dijo un avergonzado Steve—Además sabes que no podemos tener nada durante un mes completo
—Si, si…Porque el Doc dijo que no estaría bien y blah, blah, blah—estaba cansado de aquello, llevaba ya una semana escuchando lo mismo— ¿Sabes que Steve? No le pasara nada al bebe
— ¿Bebe?—pregunto confundido el asgardiano
Al ver la cara de Thor ambos trataron de explicarle lo mas claro posible al asgardiano el como Tony iba a tener un bebe y las circunstancias que se dieron para que quedara en aquel estado. No les fue tan fácil como pensaron, hasta un niño pequeño entendería más que aquel “semi-dios” que solo los miraba más confundido a medida que le explicaban.
En un momento de la conversación Tony se levanto y fue corriendo al baño a vomitar todo lo que posiblemente había comido. No pudo aguantar las nauseas, mucho menos al sentir el ligero sabor a bebida cola, Steve solo suspiro y miro a Thor el cual río al ver aquello, de cierta forma le causaba gracia lo que podían hacer los humanos con tal de ser felices y proyectarse como familia.
— ¿Cómo esta Loki?—pregunto Steve sirviéndose un poco de bebida y de paso también al asgardiano
—Pues…padre lo sentencio a ser un mortal más…Aunque lo dejo viviendo en Asgard—dijo con tristeza el rubio asgardiano
—Pues no es para menos, después de medio destruir mi torre—interrumpió Tony sentándose al lado de Steve— Matar con un ejercito a medio centenar de personas, creo que es lo mínimo
—Tu no entiendes nada Stark, el…
— ¡¿No me digas que lo amas?!—Grito divertido Tony— Vaya, vaya, yo sabía que eso iba a terminar en incesto
Al ver la cara reprobatoria de ambos rubios dejo de reír por un momento, después de todo no era para reír demasiado, pero que era para reír lo era. Supo desde el primer momento en que los vio en que esos hermanos se traían algo y el, Anthony Edward Stark, jamás se equivoca por lo menos hasta ese momento jamás se había equivocado.
Finalmente solo optaron por seguir conversando y entre broma y broma Tony aprovechaba de decirle que dijera si es que le gustaba o no el pelinegro. Ambos rubios terminaron compartiendo un par de copas con un enfadado Tony de por medio el cual no se dejaba de quejar de porque no podía beber solo un poco.
El era feliz, durante todos esos días e incluso mucho antes de eso era feliz, pero no tenia ganas ni siquiera de reír de ni una pequeña y sutil sonrisa. Sentía que caía a un abismo sin retorno, cada vez que veía la sonrisa de Steve sentía que jamás quiso a aquel bebe ¿Cómo era que le sonriera viendo lo que estaba pasando?
— ¿Cómo puedes sonreír?... ¡¿Cómo mierda puedes sonreír?!—tomo una fotografía de el y Steve, por unos segundos la observo y la rompió— ¡Odio…Odio a este estupido Capitán!
El rubio había oído todo, solo atino a agachar la cabeza y sentarse de espaldas a la puerta, quería entrar y besarlo, hacerle entender que la vida seguía y no se iba a detener por la perdida del bebe pero sabia que eso seria peor. Tenia que dejar pasar tiempo, no lo iba a dejar y mucho menos a sabiendas que Tony estaba así, destruido por dentro y poco a poco demostrándolo exteriormente.
Nadie quería intervenir, sentía como que si decían algo solo empeorarían la situación, aunque tanto Natasha como Peppers no soportaban ver a ambos así. La primera puede que no demuestre demasiadas emociones, pero ver sufrir a dos personas que consideraba sus amigos la hacia cambiar, mientras que la rubia sufría mas por Tony, lo había visto en estados similares pero jamás había llegado a tal grado de romper cosas.
Esta fue a tratar de hacer que Steve intentara entrar en aquella habitación, no podía dejar que su amigo de toda la vida siguiera aislándose. Levanto al rubio mientras trataba de convencerlo, no dejaría así como así que Tony se echara a morir por algo que no podía cambiar.
—Tony, ábreme por favor…—pidió la rubia tocando la puerta ante un resignado Steve
—Lárgate…—contesto con voz ronca Tony, de tanto haber gritado estaba con la garganta seca
—No me iré, no veré como te destruyes a ti mismo
—Entonces no veas…solo lárgate, déjenme en paz—volvió a decir el castaño mirando por la ventana como caía la lluvia
—JARVIS, ábreme la puerta ahora—le pidió Peppers a la IA
—Me temo que no puedo hacerlo señorita Potts
— ¡Tony! ¡Por favor, Steve esta igual que tu!—le grito golpeando la puerta siendo detenida por el rubio
— Déjalo…Supongo que…no quiere a nadie cerca—dijo débilmente Steven desviando su mirada a algún punto en aquel pasillo
Peppers estaba sorprendida por aquello, no podía creer que realmente el rubio dejara que Tony siguiera ahí, sufriendo y llorando. No podía, realmente no podía dejar que su amigo siguiera ahí, necesitaba hacer algo y mucho mas a sabiendas de lo ultimo que había hecho el castaño.
Se volteo y aparto a Steve de ella, como diera lugar tenían que sacar de aquel estado a Tony, tenia que volver a ser el. La mansión se encontraba en un silencio frío e insoportable desde que Tony entro en aquel estado, no habían risas, no habían fiestas ni tampoco se juntaban a ver televisión, esos dos días que estuvo pendiente de las cosas de la empresa Tony solo parecía un autómata…