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Como cuidar a tu persona especial por Hikari Chibi Uchiha

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Notas del capitulo:

Disclaimer:

Hikari: Bueno….muchas gracias x sus lindos comentarios sobre el capitulo anterior (recibidos x distintos medios, como facebook XD) en verdad que me alegraron n.n

Feliciano: Ve….hika-chan se puso muy feliz al leerlos, aunque sabemos que no somos de su propiedad (sino de Hidekaz) la queremos mucho! Vee!! *la abraza*

Hikari: Gracias feli!!! Solo por eso el día de hoy abra pasta!

Ludwing: Hikari no hagas eso….ustedes dos deben aprender a comer otra cosa que no sea pasta o pizza -.-

Feliciano: *se cuelga del cuello de Ludwing* pero…pero…*casi llorando*

Ludwing: o///o n-n-no llores!!!...p-puedes comerla…de vez en cuando *se sonroja*

Feliciano: En verdad?! Grazie ludwing!!! *le da un beso inocente en la boca*

Hikari: Este par de enamorados -w-  bueno espero que disfruten el capitulo! Déjenme lindos comentarios si les gusto! Y si no, también son bienvenidas las críticas constructivas jejeje disfrútenlo!

-Ese inútil de Italia…-murmuraba por decima vez mientras recorría el pasillo de su casa cierto alemán llamado Ludwing-ITALIA! Otra vez llegas tarde a los entrenamientos!- abrió con gran estruendo la puerta de la habitación, y en la cama un pequeño bulto del cual provenían ruidos extraños italianos

-Ve…ve…ve…-Decía entrecortadamente…había algo diferente en esta ocasión. Alemania se acerco cuidadosamente al italiano, seguro que se había creado otra excusa para no ir a los entrenamientos. Cuando llegó al borde de la cama notó al italiano, cubierto hasta el cuello por las sábanas, sus mejillas de un color rosado y su trabajo al respirar-Achu!...-estornudó haciendo más obvia su situación

-No te enfermes…-dijo en voz baja mientras posaba su mano en la frente del italiano, se había resfriado y tenía fiebre. Tal vez esa era la razón por la que la noche pasada no se había colado a su habitación….pero eso era lo que menos importa.

-A…alema…nia…-dijo entre suspiros intentando situar su vista en el alemán. Su cabeza daba vueltas y era muy difícil mantenerse despierto-N-no me golpe…es…ve… falte al entre…namiento… otra vez…jejejeje…-intento hacer su típica expresión boba aunque esta no salió como esperaba

-Espera aquí…iré por un poco de comida-dio un suspiro mientras se ponía de pie-Descansa mientras regreso-Cuando se dio la vuelta con la intención de partir hacia la cocina, sintió la mano de Italia sujetándolo levemente de la manga de su ropa-¿S-sucede algo?

-No…te vayas…lud…-susurró intentando detenerlo, no quería quedarse solo-Sacro…imperio…no otra vez…no me…dejes…sacro…-Una cara de sorpresa se posó en ludwing, ¿¿¿acaso se refería al Sacro Imperio Romano que existió hace mucho tiempo??? Tal vez estaba empezando con alucinaciones o cosas así

-Soy Alemania…no te preocupes no tardaré. Fácilmente se deshizo del agarre y fue caminando con rapidez a la cocina. Los murmuros de Italia habían dejado consternado a ludwing, ¿¿“otra vez”??  ¿¿¿“no me dejes”???  Tal vez todas aquellas cosas eran causadas por aquella fiebre pero no podía evitar preocuparse. 

Después de algunos minutos sirvió un poco de lo que parecía pasta, pero no la típica italiana con su amarillento color y una salsa de tomate, ludwing pensó que tal vez algo parecido a la pasta italiana podría ayudar a Feliciano. Sirvió cuidadosamente su Spätzle(1)* en el plato, unos cubiertos, un vaso de agua y la medicina que había encontrado entre los cajones.

-Hey Italia… ¿estás despierto?-en sus manos cargaba la bandeja con todo lo preparado mientras entraba cuidadosamente a la habitación.

-¡Regresaste!....sacro imperio….romano! –Feliciano se encontraba sentado en la cama, al parecer esperando el regreso del más alto. Éste un poco extrañado dejó la bandeja en la mesita de noche y se acerco al castaño

-Deberías estar recostado…tienes fiebre…como piensas recuperarte si no descansas ita…-Fue interrumpido por el abrazo del italiano antes de acabar su frase, dos delgados brazos rodeaban su cuello mientras sentía la dificultosa respiración del italiano en su cuello-Hey Italia…

-Creí….creí que me habías…dejado solo….como la anterior vez…-la voz de Italia se oía entrecortada, como si estuviera reteniendo sus lágrimas-Ya no podía…esperarte por más tiempo, creo que…ya hay otra persona…-Ludwing aparto cuidadosamente a italia para poder verle la cara-Ya amo a otra persona…ve…jeje…-Una pequeñitas lagrimitas estaban a punto de salir de sus parpados mientras esbozaba una pequeña sonrisita

-N-no sé de…lo que hablas Feliciano….será mejor que te recuestes…-Ludwing estaba un poco confundido por las apalabras de su acompañante, sabía perfectamente que los delirios durante una fiebre eran síntomas comunes en algunas personas, pero a veces suelen ser realidad las confesiones que dicen estas personas al estar en este tipo de condición. – ¿Por qué me siento así entonces?...-se murmuró para sí mismo mientras acomodaba en la cama a Italia para que comiera un poco.

-Lud…ludwing…ve ~…-vio las facciones del más bajo, su pequeño y débil cuerpo, su cabello castaño claro, sus ojos color miel los cuales permanecían cerrados casi la mayoría del tiempo, su rostro afilado y su tez clara obviamente enrojecida por la fiebre, aquel rizo extraño que sobresalía de su cabeza. Hasta el punto de vista de Ludwing era un italiano, normal y supuso que para las chicas lindo o hasta un poco atractivo. Si era cierto lo que acababa de mencionar…sobre que amaba a una persona no podía tachar eso como algo erróneo o imposible, entonces, aun cuando sabía eso ¿por qué le dolía? ¿Era porque era su amigo y se preocupaba por él?? Tal vez…pero sentía que era diferente, el tan solo pensamiento de que Feliciano se iría con otra persona y la amaría por siempre le intimidaba hasta cierto punto…pero la pregunta era el porqué de todo esto

Italia comía bastante despacio a decir verdad, no había escuchado quejas o halagos de la comida, ni siquiera ese tic verbal que siempre pronunciaba mínimo unas 10 veces cada vez que pronunciaba una oración, comía, corría…vamos ¡hasta lo decía mientras estaba dormido! Aunque eso no era lo importante ahora. Tomó el celular de Feliciano buscando en la agenda de contactos un número en particular, lo tecleo en el suyo propio, y tragó fuertemente cuando oyó el primer tono para esperar contestación.

-Amm…Romano soy yo-dijo intentando mantener precaución a los insultos que se avecinaban

-¡¡Maldito macho patatas!!! Por qué demonios me estas llamando a mi celular??-dijo fuertemente el italiano cuando oyó la voz de Luwing al otro lado del teléfono-¡¡Como si no tuviera suficientes problemas el día de hoy!!!  ¿¿Quien te crees que eres?? Además de que ahora no quiero oír quejas de lo que sea que haya hecho mi estúpido fratello, eres despreciable…Che palle!!-Los insultos de Romano no cesaban, mientras que un aturdido Ludwing no podía hablar- ¡¡Tú ni siquiera deberías ser amigo de Veneciano!! Te maldigo y sabes que…-ludwing tenía que decir sus razones para que Romano le dejase hablar

-Italia…creo que pescó un resfriado…tiene fiebre y…-Ludwing seguía hablando entrecortadamente, esperando aun mas insultos típicos del italiano mayor, al no oír nada decidió continuar-No sé exactamente que le debería dar….pensaba en que tú sabrías algo, tal vez puedas venir aquí para ayudarme a cuidar a tu hermano…- Pauso esperando respuesta. Tal vez Romano era un hermano mayor demasiado grosero y siempre que veía a Feliciano terminaba golpeándolo o cosas parecidas, que según a la vista de todos, no parecía afectar al menor, pero tal vez podía ser otra manera de expresar a un hermano sobreprotector

-No me importa lo que le pase a mi stupido fratello, maldición-sin previo aviso Romano tocó el botón rojo para colgar la llamada. Ludwing suspiro al oír los tonos al terminar la llamada, suponía que Romano era un buen hermano mayor (muy en el fondo) y que se preocuparía por la salud de su hermano, aunque con el sureño jamás se sabía que pasaba por su mente.

-¿¿Llamaste…a nii-chan??- Pregunto Feliciano cuando dejo la bandeja en la mesita. Al parecer sus delirios habían acabado, al menos momentáneamente

-Si-dio un largo suspiro- Tal vez si logro convencerlo pueda venir a cuidarte….yo no creo ser tan bueno haciendo ese tipo de cosas

-Pero…a mí me gusta que me cuide Luwing….ve-una sonrisa nuevamente se poso en el rostro del  ojos miel.-¡Ya que Alemania es la persona a la que amo!-y su sonrisa se hizo aun más ancha, aunque la sorpresa no cabía en la de Ludwing

-Feliciano….necesitas tomar la medicina-intentó cambiar el tema, sus manos temblaban al ofrecerle un pequeño recipiente con jarabe. Tal vez se encontraba delirando nuevamente, ya que…eso que acababa de decir no era posible ¿cierto?

-Pero el jarabe sabe horrible ve…¡no lo tomare! ¡Hasta preferiría comer los scones de Inglaterra! [N/t: no ita-chan! Preferible jarabe que horribles scones! D:!!! ok ya]- Alemania vio a Italia, esperando a cambiara de opinión, cosa que al parecer no iba a hacer, o si….Italia se las pagaría muy caro cuando se recuperara

-¡Me lo tomare si Ludwing me lo da!- El rubio lanzó un leve suspiro de tranquilidad- De boca a boca-Un no muy común tono de voz se hizo presente al decir aquello… ¡¿¡¿¡¿italia le estaba coqueteando?!?!?!

-Sólo tómalo y ya- El alemán vació un poco de la sustancia con cuidado a una cucharita, para después acercársela al italiano, quien contestó con un puchero. Pasaron bastantes minutos,  pero los intentos de ludwing para que tomará la medicina eran en vano-OK, ¡entonces  tómala cuando tú quieras Italia!-Un molesto Alemania salió dando largos pasos

-Alemania! Vee….¡espera no te vayas!-demasiado tarde, un portazo hizo resonar las puertas de la habitación. Recargó su ancha espalda en la pared mientras se sobaba la sien. Con ese comportamiento de Italia se había molestado, pero no podía culparlo  por haber pescado esa fiebre que traía

-Al menos sus delirios acabaron…supongo que ya se ha puesto mejor…-Un último vistazo a la puerta cerrada y camino hacia la sala principal, todo en perfecto orden como siempre. Estaba preocupado aun por Italia pero dedujo que, si lo dejaba un rato sólo, cuando regresará le estaría pidiendo perdón y se tomaría la medicina.  Sin nada que hacer fue al librero y comenzó a leer, uno tras otro, repasaba las hojas amarillentas que, por su antigüedad y color, podrían deshacerse en cualquier momento. Cuando Ludwing regresó a la realidad, estaba rodeado de pilas de libros, tendría que acomodarlos después. Vio al reloj….habían pasado tres horas desde esa pequeña discusión con Italia, tal vez lo conveniente sería pedirle ayuda de nuevo a Romano, pero conociendo su relación con el italiano mayor lo bombardearía de nuevo con sus insultos.

-Hey Italia, como te sien….tes…?-Al entrar a la habitación, logró ver al italiano en el piso, bastante cerca de la puerta. Sus mejillas aun mas sonrojadas que cómo se encontraban hace rato, y sus respiraciones aun mas dificultosas: su fiebre había empeorado-¡Italia!- El más alto se puso de cuclillas para intentar ayudar a Feliciano. Tocó su frente para confirmar su estado

-A…Alemania….-dijo abriendo su ojo derecho con dificultad-No….no te vayas…lo siento…solo no te vayas…..de nuevo…-El italiano cayó inconsciente aun en los brazos de Ludwing. Se sentía culpable, al parecer haberlo dejado sólo no había sido buena elección. Cargo delicadamente al menor y después de dejarlo en su cama, sacó su celular y llamó de nuevo a Romano, le importaba poco si de nuevo era insultado. Espero pacientemente a que el otro contestase, y cuando lo hizo creyó que lo más rápido sería que el hablase primero

-R-romano…tu hermano….puedes venir a echarme una mano??...-contestó nervioso Ludwing, aunque estaba preparado para los insultos, nunca se acostumbraría a la actitud de aquel italiano

-¿¿Otra vez tu maldito macho patatas???-Gritó romano al otro lado de la línea, aunque de inmediato hubo un silencio - Maldición…-susurró segundos después. No sabía en qué tipo de situación se encontraba el italiano mayor, pero no podía ser más urgente que tener a su hermano menor casi muriéndose en fiebre….¿o sí?

 -S-se que me odias pero….Romano ¿podrías echarme una mano???-siguió hablando Ludwing preocupado por el silencio proveniente de Romano-Emmm…¿¿sigues ahí??....romano…-aquel silencio no era común en el italiano

-¡¡Maldición!!! ¡¿Quieres callarte de una buena vez??-Gritó aun mas fuerte-Ahora tengo muchos problemas, tendré que dejar a mi stupido fratello en tus manos!!! ¡Maldición!!! ¡¡Mas te vale no hacerle nada macho patatas!!!!-seguía hablando el italiano, tan fuerte que casi le rompe los tímpanos al rubio- Tendrás que cuidar a Veneciano, así que más te vale que cuando lo vea ya se encuentre mejor, a menos de que quieras que #$%& contigo!!!!-amenazó fuertemente el italiano mayor

-P-pero…-apenas murmuró el alemán, es que acaso no comprendía la situación?! ¿Qué tipo de “problemas urgentes” eran tan  importantes como para ignorar a tu hermano pequeño?!

-Solo te diré algo así que escucha maldición-dio una bocanada de aire para poder proseguir- A mi baka otouto le gusta que le mimen cuando está enfermo, también le gusta que las personas que le estén cuidando no se separen de él ¡¿¡entendiste?!? a-asi que no v-vallas a tomar eso como ventaja para hacer una de tus pervertideces…maldición…vete al diablo

-Romano…no espe…-no pudo terminar ya que colgó la llamada-Que le mimen??-menciono para sí mismo antes de colgar el teléfono y volver con el italiano enfermo. Que le mimaran y no se separarán de él, justo lo contrario que había hecho el alemán. A paso firme regresó  a la habitación donde se encontraba el italiano, quien aún seguía inconsciente

-Tú sí que complicas las cosas…-Alemania vio la cucharada aun servida de jarabe, al parecer no importaba que mal estuviera Italia, no se tomaría la medicina a menos de que…-De boca…a boca- Sus propias palabras hicieron que el rostro de Alemania se enrojeciera tanto como el de Feliciano, aunque por razones completamente diferentes. Tomó la cucharilla sin derramar si quiera una gota, estaba preocupado por Italia…sólo podía hacer una cosa

-E-esta dormido…n-no se dará cuenta….además cuando se recupere de esta fiebre ni recordara lo que ha pasado…-Aun nervioso, se metió el líquido en la boca para después besar cálidamente a feliciano, poco a poco fue depositando el líquido, para evitar que se ahogara. Cuando el jarabe hubiese pasado por completo sus bocas se separaron y Feliciano aun parecía inconsciente-Menos mal…-murmuró el alemán, no sabía que hacer si Italia se enterase del beso.  Aunque en cierta manera no sentía arrepentimiento alguno, hasta podría decir que le había gustado….haber tocado aquellos labios…hacer que el rostro del italiano estuviese tan cerca del suyo, sentir su respiración mientras ambos….

-Q-q-q-que estoy pe-pensando?!?!-Se cubrió la boca con la mano al notar su grito, y en respuesta el italiano sólo soltó un difícil “vee”-Sigue dormido…-susurró ya más calmado, no podía seguir pensando cosas erróneas sobre sus sentimientos sobre el italiano…

-Ludwing…-susurró varios minutos después, aun con sus ojos a medio cerrar y un poco cansado-¿Podemos….dormir juntos…hoy? Quiero un abrazo-Una inocente sonrisa boba se asomo en el italiano, ¿como decirle que no a esa carita?

-S-s-solo será esta vez…-desvió la mirada para ocultar su sonrojo. Se quito su chaleco militar y quedo en bóxers, después se paso a un lado de Italia, ambos muy juntos en la estrecha cama.

-Vee….alemania…¡te amo!-Italia se acomodo en los fuertes brazos del mayor, se sentía tan bien estar rodeado por él, tan cálido, tan seguro…

-Yo también…-susurró involuntariamente a su oído antes de que ambos se quedasen profundamente dormidos.

 

-Ludwing…lud…-Ludwing abrió lentamente sus ojos celestes para ver al italiano, aun rodeado por sus brazos-Oh…estabas en verdad dormido ¿¿cierto???...vee….

-No te preocupes- se estiro un poco en la cama sin moverse demasiado- ¿Co-como te sientes?-intento ocultar su poco nerviosismo al estar en aquella posición

-Ya estoy mejor…¡grazie!-la típica sonrisa boba de su rostro se mostro, aquella sonrisa que le encantaba ver al rubio-Aun estoy un poco mareado…pero creo que la medicina hizo efecto, vee

-¿¿M-medicina???- al recordar aquel momento el sonrojo volvió a sus mejillas-¿¿T-t-te la tomaste Feliciano???-intento engañarlo para esconder aquella escena

-¿¿Ya no lo recuerdas Alemania???- infló levemente sus mejillas, haciendo un tierno puchero- Tú fuiste el que me dio el jarabe…no tenía tan buen sabor pero…creo que el sabor de tus labios lo hizo mas aceptable…ve- Cada palabra que pronunciaba el pequeño italiano era un color mas rojo en el rostro de ludwing. Al parecer Italia recordaba ese momento, aquel beso que había compartido durante varios minutos-Me agrado mucho….ya que ¡yo amo mucho a alemania!-sus brazos rodearon al  alemán, juntando aun mas sus cuerpos

-Creo…que yo…también….-Alemania estaba confesando unos sentimientos de los que no tenía ni en cuenta de su existencia, pero de alguna manera no es como si no se reconociera a sí mismo, más bien era como si aquellos sentimientos hubiesen estado guardados en el fondo de su ser

Italia veía aquellos pares de ojos celestes, sabía que no le estaba mintiendo, ludwing rara vez mentía. Tomó el valor necesario y poso sus labios en los del rubio, al principio era un beso tierno, torpe y temeroso

-Lo siento…yo no…-dijo aun viendo a los ojos al más bajo. Un beso un poco más apasionado se hizo presente entre ambos, las palabras estaban demás, Alemania había comprendido finalmente lo que era para él el italiano y el italiano le había confesado sus puros sentimientos al alemán así que entre ellos todo podía funcionar… ¿no?

-Lo siento…-Ludwing se puso arriba de Feliciano para poder besarlo de mejor manera, así bajo de sus labios a su cuello daño pequeños besitos

-Jjaja ve…Alemania me haces cosquillas..jaja-se reía bajito al sentir sus respiraciones cerca de su cuello. El rubio pronto se deshizo de la playera del italiano, recorriendo su piel con sus manos- Te amo…-pronunció entre suspiros

-Yo también Feliciano-Y volvieron a besarse

A la mañana del día siguiente ambos despertaron bastante cerca, Alemania abrazándolo por la espalda, sintiendo el suave cabello del menor en sus mejillas. Aunque Alemania había tenido sexo con Italia aquella noche aun había algo que lo estaba molestando

-¿Puedo preguntar algo?- dijo en un susurro lo bastante fuerte para que el italiano lo oyera

-Vee...¿que sucede?- contesto tranquilamente, aun algo adormilado

-Puedo preguntar….¿quien fue para ti Sacro Imperio Romano?- preguntó aun temeroso por la respuesta. Hubo un corto silencio entra ambos, donde sintió como el cuerpo de Italia temblaba levemente-No es necesario que contestes….si no quieres…

-Él…-empezó a hablar-fue una persona muy especial para  mi…fue la primera persona de la que me enamoré-dicho esto Alemania se sintió algo incomodo por sacar el tema, tal vez aun Italia le guardaba cierto amor a aquel Sacro Imperio- Pero…eso fue hace mucho tiempo, me dijo que lo esperara…pero nunca  regresó-Una lagrimita rebelde acarició la mejilla del italiano- es por eso que, creo que no tiene nada de malo…que seas tú ahora a la persona que amo-Alemania hizo as fuerte su agarre al italiano, no quería hacer llorar a Feliciano con aquella pregunta

-Lo siento-susurró intentando de que el italiano dejase de llorar

-Vee….n-no importa…eso sucedió hace tiempo…-dijo intentado calmarse para evitar que el alemán se preocupara por él, de todos modos se había prometido a sí mismo aceptar de que amaba a Alemania, tal vez mas de lo que, en aquel tiempo amo a Sacro Imperio

-Ya no esperes mas Italia…ya estamos de nuevo los dos juntos…-susurró  en su oído, como si hubiese sido otra persona la que hablara usando la voz de Alemania, sorprendido giro para ver a los ojos del alemán,  y aunque fuese solo por un momento, vio como aquellos ojos celestes tomaban un azul más oscuro, unos ojos que aun recordaba en su memoria, parpadeó varias veces aun con la sorpresa marcada en su rostro, pero los ojos de Alemania había vuelto a ser un azul más claro…¿aquel azul oscuro lo había visto de verdad?

-¿¿Alemania??-preguntó levemente el Italiano….el que lo estaba abrazando era Alemania ¿verdad?

-¿¿Si???-dijo curioso por la pregunta, Italia se tranquilizó, en verdad era Alemania, ya que aquella nación a la que había amado tiempo atrás ya no podía regresar, su mente solo le había hecho una mala broma, al menos eso era lo que creía

-Hablaste con nii-chan el día de ayer ¿cierto? ¿Que dijeron?-intentó cambiar el tema

-A si…-desvió levemente la mirada al recordarlo- Él me dio algunos consejos para cuidarte y que te recuperaras…-dijo nervioso al recordar la llamada

-Ve!  ¡¡Entonces tengo que llamarle para decirle gracias!!-Italia se separó del alemán buscando su celular en algún lugar del suelo, cuando lo encontró tecleo el número de su hermano y presionó el botón de llamar-Nii-chan??-dijo cuando oyó que su hermano había contestado-Ciao Nii-chan, solo quería saludarte y decirte que ya me encuentro mejor, el día de ayer Alemania me cuido mientras tenía fiebre, gracias por darle consejos de cómo cuidarme-mientras hablaba se acomodó nuevamente en los brazos alemanes, así ambos oían la conversación

-Stupido fratello, solo los inútiles se enfermaron el día de ayer, espero que el tonto macho patatas no te haya hecho nada, ¿¿verdad??-un silencio incomodo hubo entre ambos hermanos, ¿Veneciano era capaz de decirle sobre su “experiencia” de la noche pasada?? No lo creo -Ese maldito fortachón…-susurró Lovino tomando el silencio como respuesta

-Ve! N-n-ii-chan, no me hizo nada malo…ve-ahora la voz de Italia se oía nerviosa, era claro que esa era una vil mentira-Nii-chan ya me voy, tengo que…tengo que comer pasta ciao!-y colgó el teléfono, después giró nuevamente para ver el sonrojo en las mejillas del más alto

-Tu hermano me odiará más de lo que ya me odiaba-dio un largo suspiro intentando afrontar la realidad

-Nii-chan solo se preocupa por mi…no te preocupes-Italia sabía que su hermano lo quería, y mucho…pero no dudaba de que era capaz de hacer muchas cosas en contra del alemán para mantenerlos separados, nunca le agrado del todo Ludwing, aunque supuso que sin importar lo que hiciese Lovino, Alemania estaría con el

-No…nos separaremos ¿ verdad?- preguntó para afirmar sus pensamientos

-Supongo que tendré que vivir con el odio de tu hermano-esbozó una pequeña sonrisa-Pero no, no nos separaremos…

-Ve…Te amo ludwing!!-giró todo su cuerpo y le dio un tierno beso que fue correspondido por el alemán: la forma de decir “Yo también” de ludwing sin tener que dejar libres los inocentes labios del italiano menor

FIN!!! n.n

Notas finales:

(1)* Se suelen emplear muchos acompañamientos en la cocina alemana. Entre ellos, están las verduras y las hortalizas, y también suele emplearse la pasta (Nudeln), que suele ser más gruesa que la italiana, y contiene más huevo. En algunas partes del sur, existe una pasta muy popular, que acompaña a muchos platos, y que se denomina Spätzle (Donde el huevo tiene especial relevancia). [Si quieren más información pueden ver “Gastronomía de Alemania” o “Spätzle” en wikipedia n.n]

 

Hikari: Listo!!! Por fin lo termine!!!! *lanza confeti*

Feliciano: Ve!! Hikari-chan ha quedado muy lindo!!! *la abraza*

Hikari: En serio Feli? Que bien que te haya gustado *le sonríe*

Feliciano: Solo me quedo una pequeña duda…*la ve a los ojos* que sucedió durante esa noche?? ¿Por qué dejaste la descripción de la escena a la mitad?

Hikari: Si quieres te puedo contar lo que sucedió…mira en aquel momento tu y Alemania…

Ludwing;: *le cubre los oídos a feliciano* Hikari….no le digas esas cosas a Italia…queda PROHIBIDO!

Hikari: *nerviosa* pero…él quería…

Ludwing: Pero nada…*le destapa los oídos* ahora quiero verte hacer 100 abdominales! Y tú también Italia!

Hikari: -3- no las hare! Bien lindos lectores, espero que les haya gustado el capitulo….creo que quiero hacer un epílogo, pero como la escuela se acerca y mis vacaciones terminan creo que esto se toma como el final del fic, muchas gracias x leer n.n se acpetan comentarios y críticas constructivas

Ludwing: No veo que hagan las abdominales!!!

Hikari y Feliciano: Enseguida!!! *se ponen a hacerlas*

Hikari: TwT bueno nos leemos hasta el próximo fan fic!!!


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