En el jardín del instituto, recesados bajo un gran árbol, se encontraban dos chicos, uno rubio y otro de cabellos platinados aparentemente estudiando, puesto que cada cierto tiempo se detenían para conversar de cualquier cantidad de cosas insignificantes.
— ¿Qué tal te has adaptado a la habitación? —Preguntó Baekho dejando su libro de psicología sobre su regazo, Ren levantó su vista.
—Bien—Contestó con simpleza dedicándole una sonrisa al mayor—Los chicos me tratan muy bien—Continuó diciendo a lo que el chico de la cresta plateada le sonreía amigablemente—Hyung…Estoy muy agradecido contigo por cuidarme tanto y con los chicos porque prometieron no decir nada de…—Desvió su mirada, el mayor llevó su mano hasta la cabeza del rubio acariciando sus cabellos.
—No hay de qué—Le sonrió ampliamente, el menor lo miró sonriéndole también—Me alegra que te hayas acomodado bien en nuestra alcoba—Musitó Baekho sin dejar de sonreírle a Minki.
—De verdad…muchísimas gracias hyung—Habiendo dicho esto, sin pensarlo mucho, y casi inconscientemente, el rubio acercó su rostro lentamente al del chico de cabellos platinados, con la intención de besar su mejilla. Sus mejillas se tiñeron de un leve color rosado por lo que iba a hacer, justo en el momento en que sus rosados labios iban a chocar contra la mejilla del mayor, este giró su rostro, ocasionando así que los labios se ambos se rozaran. Fue un rose simple, pero que trajo consigo una gran variedad de sentimientos. El corazón de los dos palpitaba con mucha más rapidez que antes, ese breve roce de labios produjo en ambos muchachos emociones que jamás habían experimentado.
Casi al instante de que aquello sucediera, el rubio se separó del otro empujando su pecho con suavidad, sus ojos se abrieron desmesuradamente, sus pómulos tomaron un color rojo intenso, llevó sus dedos a sus labios acariciándolos levemente para después levantarse de ahí y salir corriendo lo más rápido que podía, dejando sus libros en el suelo, y a Dong Ho con una sonrisa de satisfacción en su rostro.
Ren atravesó todo el patio corriendo, sin mirar por donde iba o a quien empujaba. Estaba tan avergonzado por lo que había pasado minutos antes que sus mejillas aún conservaban ese color escarlata. De un momento a otro, por no haberse fijado en las personas que tenia a su alrededor, chocó su hombro con una.
— ¿Oye que te pasa? —Un chico de cabellos rosados le gritó— ¿Acaso eres idiota? ¡Fíjate por donde caminas! ¡Carajo! —El rubio no le prestó atención alguna y siguió corriendo dejando a un descolocado G-Dragon— ¡Niño tonto! ¡Al menos pide disculpas! —Vociferó frunciendo el ceño al ver que el menor se alejaba—Estos niños de ahora…son tan irrespetuosos—Comentó para si mismo siguiendo su camino.
Desde la azotea del colegio, un chico de cabellos castaños había observado lo ocurrido, en sus tiempos libres subía a la terraza para relajarse un poco y pensar. En su mente había algo que siempre lo atormentaba, ese algo era la muerte de Sun Kyu, desde que supo que la chica había muerto atropellada la última vez que hablaron, se culpaba día y noche.
Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando escucho esa voz que reconocía tan bien, gritándole a un chiquillo de secundaria, rio un poco ante la escena ya que el muchacho rubio había ignorado por completo los chillidos de Ji Yong. Vio como el pelirrosa al ser ignorando, se retiró de ahí, también pudo observar que su compañero no había notado que uno se sus cuadernos cayó al suelo cuando ese chico tropezó con él.
Seunghyun negó con la cabeza para luego retirarse de ese lugar, tenia que recoger la libreta de Ji antes de que alguien más la tomara ¿Qué tal si era importante? Bajó velozmente las escaleras, se dirigió al patio del internado, divisó el pequeño cuaderno, con rapidez lo tomó del suelo y se dispuso a ir a su habitación para entregárselo a su dueño.
De camino a la alcoba no pudo evitar abrir la libreta y leer su contenido. Estaba llena de canciones, que a su parecer, eran maravillosas, sonrió para sus adentros ya que una idea se cruzó por su cabeza.
Entró a la habitación encontrándose con G-Dragon, que buscaba desesperadamente algo entre sus libros y cuadernos, TOP se recostó en el marcó de la puerta cruzando sus brazos, sonrió ladeadamente, luego aclaró su garganta, el chico de cabellos rosados lo miró dejando de rebuscar entre sus cosas.
— ¿Buscabas esto? —Preguntó Seunghyun mostrando en alto un pequeño cuaderno negro con blanco, el menor abrió sus ojos con sorpresa y luego sonrió ampliamente—Se te cayó en el patio—TOP contestó a la pregunta que G-Dragon no había formulado aun.
—Gracias hyung—Agradeció el menor al momento en que el castaño se le acercaba y le entregaba el cuaderno—No sé que habría pasado si lo hubiese perdido—Dijo apretujando la libreta en su pecho.
—No hay de que—Respondió Seunghyun sonriéndole levemente—Oye, me gustan tus canciones, son muy buenas—Comentó ocasionando en el otro una sonrisa.
— ¿Enserio lo crees? —Indagó GD, TOP asintió—Nunca nadie las había visto—Murmuró bajito ruborizándose ligeramente.
—Oh, entiendo, lo siento, no quise…—Antes de que el castaño pudiese terminar la frase, el menor lo interrumpió.
—No importa hyung—Dijo Ji regalándole una linda sonrisa, por un momento el mayor pensó que era la sonrisa más hermosa que había visto en toda su vida, pero cayó en cuenta de lo que estaba pensando, carraspeó un poco, el chico de cabellos rosados lo miró atentamente esperando a que el castaño hablara.
— ¿Qué tal si componemos juntos? —Preguntó de repente, Ji abrió sus ojos sin creer lo que el mayor le proponía—Digo…si tu quieres—Desvió sus ojos ya que la mirada atenta del menor sobre él le comenzaba a incomodar.
—Me parece bien—Confesó el pelirrosa volviéndole a sonreír al otro, pensó que tal vez, si componían juntos, tendría la oportunidad de acercarse más a su hyung— “Sería maravilloso” —Pensó ampliando más sus sonrisa, cosa que al mayor le pareció un tanto extraña.
Lejos de ahí, concretamente en el centro comercial más famoso de la ciudad, un grupo de chicas se encontraban recorriendo el lugar, ya llevaban varias bolsas de compras consigo, y eso que apenas era medio día.
—Aigo, tengo hambre—Dijo Sandara suspirando con pesadez, una de las chicas que se encontraban ahí.
—También yo, unnie—De igual forma, comentó Chae Rin.
—Vayamos a comer—Sugirió la mayor de todas, Bom, la chica de cabellos largos. Todas asintieron y se dirigieron a uno de los puestos de comida que había cerca.
Desde que ordenaron hasta que comenzaron a comer, la menor del grupo se mantenía callada, eso todas lo notaron, incluso desde la mañana del mismo día, Min Ji se había estado comportando extraño. Dara y Bom sospechaban de lo que podía estarle ocurriendo a la maknae, mientras Chae Rin ignoraba completamente la situación ¿O no?
—Oye Minzy—Llamó CL a la chica, esta subió su rostro para mirar a su unnie— ¿Pasa algo? —Preguntó mirando fijamente a la menor.
— ¿Umm…?—Musitó para luego negar con la cabeza—No pasa nada unnie—Contestó volviendo su vista a su comida.
— ¿Segura? Has estado tan callada desde la mañana—Dijo la chica de cabellos rubios oscuros, Minzy rio nerviosamente ante esto.
—No pasa nada, enserio—Aseguró la menor. Claro que pasaba algo, Bom lo sabia, Dara también, incluso CL, que hacia como si no supiera nada, estaba consciente de que la chica estaba avergonzada por lo ocurrido la noche anterior, pero claro, Chae Rin también lo estaba, no entendía como por su cabeza había pasado la idea de besarla. CL lo había arruinado todo, así que lo mejor que se le pudo ocurrir fue actuar como si no recordara nada.
Volviendo al internado, en la alberca, un castaño temblaba a más no poder sentado en una de las sillas de extensión que había allí. Su cabello estaba empapado, abrazaba su cuerpo como si su vida dependiera de ello.
—Tu umma te lo advirtió—Minho se aproximaba a Taemin con una toalla entre sus brazos, el menor solo podía temblar por el frío.
—Pero si no estuve…mucho rato—Se defendió el menor.
—Desde que vinimos no saliste de la piscina—Regañó el chico alto pasando la toalla por el cabello mojado del maknae que le limitó a hacer un pucherito adorable, Minho rio bajito— ¡Hey Onew, Jjong! —Llamó el chico alto, los mencionados se giraron para verlo puesto que estaban divirtiéndose en el agua— ¡Llevaré a Taemin a la habitación! ¡Esta resfriado! —Gritó recibiendo un asentimiento de ambos chicos.
—Pero hyung… ¡Achú! —Antes de poder seguir hablando, estornudó—Estoy perfectamente…—Dijo pasando su dedo índice por debajo de su ya roja nariz, intentó levantarse, pero el mayor lo detuvo.
—Claro, y yo soy un hada mágica que pone huevos—Dijo Minho tomando del brazo al menor—Nos vamos—Habiendo dicho esto, tomó sus cosas y las de Taemin y lo arrastró consigo hacia la habitación.
Cuando llegaron, el chico alto obligó al menor a darse un baño con agua caliente mientras él iba por un caldo para Taemin.
Luego del relajante baño, el castaño menor salió de la ducha encontrándose totalmente solo en la habitación, tomó sus boxérs, se los colocó y secó muy bien su cabello. Minho regresó a la alcoba con una bandeja sobre la cual estaba un gran tazón de sopa caliente, encontrándose con un maknae acurrucado contra la pared de su cama, todavía en toalla y con un adorable sonrojo en sus mejillas debido al resfriado, al menos eso fue lo que pensó el mayor. Se veía tan adorable, tierno e indefenso ahí sentado, con tan solo una fina toalla cubriendo su cuerpo.
—“Tan seductor, apetecible, desea…”—Los pómulos del más alto se tiñeron intensamente de rojo—“¿Pero que estoy pensando?” —Se preguntó a si mismo negando repetidas veces con la cabeza.
—Hyung… ¿Pasa algo? —Preguntó el maknae inquisitivamente mordiendo su labio inferior con una expresión encantadora en su rostro.
— ¿Qué? ¿Ah?... ¡No! —Estaba tan nervioso que no sabia ni lo que decía, Taemin rio para sus adentros, lo estaba consiguiendo, claro que sí— ¿Porqué no te has vestido? —Preguntó el mayor alzando una ceja.
—“Rayos…”—No lo había pensado ¿Qué le iba a decir ahora? —Hyung yo…me siento muy mal—Lloriqueó abrazando su tembloroso cuerpo, Minho negó con la cabeza dejando la bandeja en la mesita de noche que estaba al lado de la cama, suspiró y se dirigió al armario que compartía con el menor.
—A ver…—Murmuró buscando entre las ropas. Después de escasos minutos se aproximó al maknae—Quítate eso—Dijo refiriéndose a la toalla.
— ¿Qué? —Taemin se alteró un poco y se aferró más a la toalla que lo abrigaba.
— ¿No dijiste que te sientes mal? —Preguntó Minho mirando seriamente al menor, este asintió—Pues, te pondré la ropa—Le dijo haciendo que el menor se enrojeciera— ¿O es que acaso mentiste? —Preguntó nuevamente—Te sientes muy mal como para vestirte ¿Cierto? —Interrogó otra vez.
—Hyung…—El menor no sabia que decir ¿Acaso su hyung se había dado cuenta de lo que él intentaba hacer? Una gama de tonalidades rojas tiñeron su rostro— ¡Achú! —Nunca estuvo tan feliz de estornudar, volvió a hacerlo repetidas veces.
—Vaya, si que estas mal—Afirmó Minho retirando la toalla del menor de sus hombros, hizo un ademán para que subiera los brazos y el menor acató sus ordenes. Luego de ponerle la holgada camisa naranja, le entregó unos pantalones igual de sueltos que la camisa, el menor los tomó.
—Hyung…—Susurró apenado.
— ¿Umm? —Taemin le hizo unas señas con sus manos indicándole al mayor que se volteara, este así lo hizo, no sin antes reir por la actitud de su dongsaeng.