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You're my Sky, my Sun and my Moon por Gaara_Uchiha

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Notas del capitulo:

Ajá! ¿Que tal chiquillas? Wow! que rápido, ya voy por el capítulo 13 ¿Es genial? ¿No? xD 

Espero que les guste 8D

La semana comenzó nuevamente, durante las clases los alumnos del instituto se encontraban en sus respectivas aulas, la mayoría, prestando atención a las asignaturas, los demás, no tanto. En uno de los tantos salones que había en el gran internado, un chico de cabellos platinados observaba persistentemente a un rubio frente a él, desde su asiento. Desde hace unos días las cosas entre ellos habían estado un poco tensas, todo por aquel corto beso que se dieron a las afueras del colegio, bajo un gran árbol.

 

—Joven Dong Ho—El profesor que en ese momento impartía la clase, llamó al muchacho de la cresta plateada, haciendo que todos los presentes se giraran para verlo—Deje de estar pensando en tonterías y preste atención a la clase—Dijo el hombre de mediana edad con tono severo. El aludido se avergonzó un poco, Ren, el rubio al que estaba viendo segundos antes, lo miró confundido ladeando levemente la cabeza.

 

—Lo siento profesor Jung...—Se disculpó el chico a lo que el hombre asintió con la cabeza, volviendo a concentrarse en dictar la clase. Aunque todos habían dejado de mirar al chico, Minki continuaba con su mirada fija en él, con esa expresión de confusión, Baekho le sostuvo la mirada, ocasionando en el otro un ligero sonrojo, el rubio con rapidez se giró, dirigiendo la vista al pizarrón, como si tratara de evitar al mayor.

 

Cuando el timbre sonó, dando a entender que las clases habían terminado, los estudiantes salieron de sus aulas a una gran velocidad, como si sus vidas dependieran de ello, Ren estuvo a punto de cruzar la puerta, cuando una fuerte mano le tomó del brazo, impidiéndole seguir caminando.

 

— ¿Qué es lo que pasa?—Baekho contra atacó al más bajo con otra pregunta—Me has estado evitando toda la semana—Afirmó sin siquiera soltar el agarre. Ren suspiró, el chico de la cresta soltó su brazo.

 

—Vamos hyung...—Sin más, le tomó de la muñeca llevándolo consigo hasta un lugar más apartado de la multitud.

 

— ¿Que sucede?—Volvió a preguntar mirando directamente a los ojos del otro.

 

—Siento lo de la otra vez—Masculló en un tono apenas audible, pero que por la cercanía, pudo ser escuchado por Dong Ho, este le miró un poco confundido. Otro suspiro salió de la boca del rubio—Lo del beso...—Sus mejillas se tiñeron de rosado, dándole un aspecto adorable a los ojos del mayor, quien sonrió.

 

 —Así que era eso...—Musitó el chico obteniendo un asentimiento de parte de Minki, que en esos momentos evitaba a toda costa mirar a su hyung. Baekho aprovechando aquello, fue acercando su rostro al del menor, hasta rozar sus labios con los contrarios, Ren apenas pudo darse cuenta de lo que pasaba antes de que el de cabellos platinados lo besara, lenta y delicadamente, cerró los ojos inconscientemente, disfrutando de aquel contacto, los abrió en el momento en que sintió al otro alejarse. Su rostro estaba encendido, iba a abrir la boca para dejar escapar alguna incoherencia pero Baekho habló—Nos vemos más tarde—Dijo acariciando sus rubios cabellos, para después alejarse de allí, dejando al menor totalmente confundido y ruborizado.

 

Por los pasillos de las habitaciones de los chicos, un chico alto de cabellos castaños caminaba a paso lento rumbo a su alcoba, la puerta estaba sin llave, por lo que supuso que alguno de sus compañeros, o quizás varios, ya estaban allí. Antes de disponerse a entrar al cuarto, escucho que desde dentro se escuchaba música, abrió la puerta con lentitud y silencio, percatándose de que dentro de la habitación solo se encontraba el maknae, bailando al ritmo de la canción que estaba sonando.

  

Minho entró sin hacer ruido alguno,  no lo pensó mucho y se ocultó detrás un pequeño sofá que había allí, se dedicó a prestar atención a todo lo que Taemin hacía, sus movimientos precisos, como su delgado cuerpo, perlado por el sudor, se movía rítmicamente, su rostro estaba sonrojado, denotando todo el esfuerzo que estaba haciendo al bailar de aquella forma. Su respiración estaba agitada, jadea en breves momentos, el chico alto lo miraba embelesado, sin perder de vista ningún movimiento. En uno de los tantos giros y saltos que el castaño más bajo daba, el cuello de su camiseta de mangas largas color gris, que le quedaba algo grande,  se deslizó por un de sus hombros descubriéndolo, dejando ver su nívea piel. Esa vista era realmente tentadora, el maknae jadeando, sonrojado y con finas gotas de sudor recorriéndole el cuerpo. De un momento a otro los pensamientos de Minho fueron interrumpidos, la música dejó de sonar.

 

 —  ¿Vas a quedarte ahí escondido toda la tarde o tengo que ir a buscarte? —La voz de Taemin asustó un poco al mayor, se sentía como si fuese un niño pequeño al que acababan de descubrir haciendo una travesura. Salió de su escondite, encontrando con el menor que le dedicaba una mirada que no podía descifrar bien, parecía divertido, pero había un deje de picardía en sus ojos.

 

—No te estaba espiando—Dijo de repente causando en el más bajo una carcajada que supo disimular muy bien—“Idiota” —Se regañó a sí mismo.

 

—Ajá, se te cayó algo detrás del sofá ¿Cierto? —Habló con sarcasmo, Minho no sabia en donde meterse, estaba avergonzado con el maknae, pero antes de que pudiera decir algo para explicar por qué lo estaba espiando detrás del sofá, la puerta se abrió dejando ver a un chico de cabellos de color castaño oscuro.

 

—Minho, tu, yo, la cancha, ahora—La interrupción de Jonghyun fue un alivio para el aludido, que asintió casi al instante, siguiendo al mayor, que ya estaba por salir de la habitación.

 

De camino al patio de deportes pasaron por la alberca del colegio, ya que esa era la forma más rápida para llegar a dicho lugar, en la piscina no habían muchos estudiantes, ya que como era comienzo de semana, muchos debían estar haciendo sus deberes. Entre las personas que estaban ahí, Jonghyun pudo distinguir a alguien muy familiar, ese chico de cabellos cortos y castaños, con una mirada felina que lo volvía loco, pero el chico no estaba solo, frente a él se encontraba el que desde hace poco días se había convertido en su instructor de natación, la sangre del mayor comenzó a hervir, otra vez los celos lo atacaban, pero esta vez no se iba a dejar llevar por sus emociones, claro que no. Hizo como si no hubiese nadie allí y siguió su camino.

 

— ¿No que se verían el miércoles? —Soltó una pregunta al aire, ignorando por completo la presencia de su dongsaeng.

 

— ¿Cómo lo sabes? —Preguntó el más alto alzando una ceja, mientras una sonrisa socarrona se formaba en su rostro.

 

—“Demonios” —Últimamente metía mucho la pata, negó con la cabeza restándole importancia a la pregunta de Minho y se quedó callado, como si no hubiese escuchado nada, o el menor no hablara con él.

 

Por otra parte, en la biblioteca del instituto, un pelinegro buscaba diversos libros en los distintos estantes que habían allí, estaba tan concentrado recolectando libros de física, matemáticas y química, que no se dio cuenta de que cerca de él, otro chico también buscaba algunos libros.

 

—Oh…lo siento—Se disculpó JR, el chico con el que había chocado le dedico una sonrisa, haciéndole saber no había problema—Discúlpeme, sunbaenim—Volvió a disculparse muy apenado, haciendo una reverencia.

 

—No hay problema, fue un accidente—Dijo el mayor, cabellos algo largos y castaños, más bajo que él, pero no tanto. Haciendo otra reverencia, Jonghyun se retiró de aquel sitio, con los libros que había conseguido entre sus brazos.

 

JR llegó a la habitación encontrándose con Minhyun, que estaba realizando algunas de sus tareas, le sonrió ampliamente recibiendo una sonrisa igual del más alto, sin decir nada, se aproximó hasta un escritorio, sentando en la silla que estaba frente a este, disponiéndose a hacer sus tareas.

  

Las horas pasaron, casi anochecía, eran alrededor de las seis de la tarde más o menos, el castaño por fin terminaba con sus deberes, mientras el pelinegro batallaba contra los suyos.

 

—Hyung ¿No entiendes? —Preguntó Minhyun, Jonghyun asintió con la cabeza, el más alto sabía que el mayor no entendía nada de lo que estaba haciendo, o lo que intentaba hacer—Deberías pedirle ayuda a alguien—Sugirió.

 

—Estoy bien, se perfectamente lo que estoy haciendo—Contestó, claro que estaba seguro, muy seguro de que todo lo que hacia estaba mal. El menor negó levemente con la cabeza.

 

— ¿Dónde estará Baekho hyung? —Se preguntó a sí mismo levantándose de su asiento.

  

—Cuando salí del salón lo vi hablar con Ren—Dijo el pelinegro sin quitar su vista de su cuaderno de matemáticas. Minhyun suspiró— ¿Sucede algo? —Levantó su vista, observando como en el rostro del castaño aparecía una gran sonrisa.

 

 —Aigo, esos dos son un caso—Susurró Minhyun sin quitar esa sonrisa de sus labios.

 

— ¿Caso? ¿Esos dos? ¿De que hablas? —JR parecía no entender nada de lo que el otro decía, su cara de confusión se le hacia muy divertida al más alto, que no pudo evitar reír.

 

—De nada hyung, de nada—Contestó el castaño.

 

—Mmm…si tu lo dices—No le dio más vueltas al asunto y se dedicó a tratar de resolver esos problemas matemáticos que le estaban volviendo loco.

 

—Hyung, enserio, si necesitas ayuda yo…—Se iba a ofrecer a ayudarlo pero el otro lo interrumpió.

 

—Te dije que estoy bien—Si que era terco,  el heredero Hwang volvió a negar con la cabeza.

  

—Si me necesitas, llámame—Dijo para luego dirigirse a la puerta.

 

—Sí, sí, ya, anda—Casi lo corrió de su propia alcoba.

 

Recorriendo los amplios pasillos del instituto, Minhyun pudo divisar desde lejos al peliplata que había estado buscando, con paso apresurado se aproximó hacia él. Dong Ho no estaba solo, Aaron le acompañaba, ambos conversaban tranquilamente recostados en una de las blancas paredes.

 

— ¡Hyung! —Tanto Aron como Baekho se giraron—Por fin te encuentro—Minhyun le sonrió al chico de la mohicana, este también sonrió. Por su parte, Aron emitió un gruñido, el más alto lo ignoró por completo, tomando del brazo al chico de cabellos plateados.

 

— ¿Qué pasa? —Preguntó el chico al ver como el menor lo tomaba del brazo.

 

— ¿Cómo que qué pasa? ¿No sabes la hora que es? —Interrogó, Baekho le miró sin entender— ¡Tu tarea hyung! —Exclamó jalándolo un poco.

 

—Pero si no es para esta semana…—Se excusó Dong Ho.

 

—Baekho está conmigo—Habló Aron cruzando sus brazos.

 

—No interesa—Sin más, lo jaló consigo, apartándolo de allí, dejando al heredero de la familia Kwak con una expresión de disgusto en su rostro, pero muy en el fondo, aunque no quisiera aceptarlo, la actitud del menor con su persona, le había afectado.

 

Del otro lado de los pasillos, apartados de todo el bullicio, una chica de cabellos rubios oscuros tenia acorralado a un pelinegro contra la pared, su ceño estaba fruncido y la mirada clavada en la del otro, sostenía el cuello de su camisa, como si quisiera golpearlo.

 

 —Trate de preguntarte por las buenas, pero no funcionó—Dijo apuntando con su dedo índice, el pecho del chico— ¡Así que habla de una vez! —Exigió la muchacha apretando más el agarre, arrugando la tela de la camiseta del pelinegro.

 

—Mira noona, yo no sé de que hablas, no recuerdo haber dicho nada de eso—Seungri, el joven acorralado contra la pared, le negaba por décima vez a Chae Rin, lo que esta le insistía con algo de agresividad.

 

—No mientas, lo recuerdo muy claro, así que habla—Habló con mordacidad, Seungri se mantenía calmado— ¿Quién te gusta? ¿Eh? —Preguntó cambiando totalmente su tono de voz por uno más meloso.

Notas finales:

Gracias por leer 8D espero que les haya gustado 8D Dejenme sus rw 

Mis agradecimiento a Candy *w* te quiero caramelo de fresa!


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