— ¿En coma…?—La voz de Young Bae tembló por un segundo— ¿Cuándo despertará? —Preguntó temeroso por la respuesta que podía dar el doctor.
—Puede ser en un día, una semana, meses o quizás en años…—Comentó el médico—Existe la posibilidad de que nunca lo haga— ¡Bien! ¡Ji Yong podría no despertar nunca, y todo era culpa de T.O.P! O al menos eso era lo que pensaba él.
Las horas pasaron y con ellas, un nuevo día llegó. Eran aproximadamente las seis de la mañana, en aquella sala de espera aún se encontraban los cuatro chicos quienes, a medida que los brillantes rayos del sol entraban por las ventanas del hospital, iban abriendo poco a poco sus ojos. No les dio tiempo siquiera de acostumbrarse a la luz solar ya que, con mucha prisa y desesperación, una pareja mayor y una chica entraron a ese lugar. Eran la familia Kwon, los padres y hermana mayor de Ji Yong. Young Bae al verlos se levantó de su asiento.
— ¿Dónde está? ¿Qué le pasó? ¿Dónde está Ji Yong? —Preguntó angustiada la madre del pelirrosa.
—Ji Yong… Él…—Taeyang no sabía como darles la noticia.
— ¿Qué le sucedió a Ji? —Cuestionó esta vez Dami, la hermana del aludido.
—Noona, ahjussi, ahjumma, por favor, tomen asiento—Ahora fue Daesung quién habló, estos asintieron dudosos, pero tal y como dijo el muchacho, tomaron asiento en unas bancas libres que estaban ahí.
— ¡Ahora díganme que le pasó a mi hijo! —Exigió el hombre con voz severa, el Seunghyun mayor tragó saliva mientras su mirada se centraba en el suelo ¿Qué les iba a decir cuando preguntaran como había pasado todo?
—Ji… Ji está en coma…—Soltó Young Bae con pesadumbre, después de eso, el llanto proveniente de las dos mujeres, no se hizo esperar.
— ¿Cómo pasó esto? —Inquirió el padre de GD tratando de asimilar las palabras dichas por Taeyang. Todos los chicos voltearon a mirar a T.O.P, ya que ninguno estaba al corriente sobre que había pasado en realidad con el pelirrosa, solo sabían que se había golpeado la cabeza, y el Seunghyun mayor, era el que estaba con él.
—Él…—Tragó saliva y pensó muy bien lo que diría, no podía decirles “Intenté suicidarme, Ji Yong quiso evitarlo pero lo empujé y se golpeó la cabeza” —Ji fue a verme a la azotea, resbaló y cayó…—Mintió, tenia que hacerlo, aunque todos asintieron ante lo dicho por el chico castaño, Seungri no estaba muy convencido de lo que escuchaba, pero no dijo nada al respecto.
Aquella falsa declaración trajo consigo más sollozos por parte de las mujeres allí presentes, tanto bullicio alarmó a doctores y enfermeras, pero era de explicarse ¿Ji Yong despertaría algún día? ¿Qué tal si nunca lo hacía? Tendrían que desconectarlo.
—Ahjumma…—Pronunció Seungri observando a la mujer que ahora recibía un calmante de parte de una de las enfermeras del hospital—No se ponga así…—Musitó muy bajito, la señora lo miró fijamente, limpiando las lágrimas secas que estaban en su rostro—La esperanza es lo último que se pierde... —Al decir aquello, un par de finas lágrimas se deslizaron por los ojos del pelinegro menor—Él despertará…—Dijo bajando lentamente la cabeza—No puede morir…—Eso lo dijo para si mismo. Kwon Ji Yong no podría irse, no como lo hizo Sun Kyu. La simple idea de que GD podría no despertar jamás, lo desgarraba lenta y tortuosamente, pero claro, él no era el único que se sentía así.
Un rato después, cuando la familia de Ji Yong había entrado a la habitación en la que este se encontraba, una joven mujer de cabellos castaños, quien vestía el típico uniforme de enfermera, se acercó a los chicos que aun estaban en la sala de espera.
— ¿Ustedes son los amigos de Kwon Ji Yong? —Preguntó la castaña en el momento en que estuvo frente a los chicos, ellos asintieron levemente—Hemos recibido una llamada del internado H.T.D, lo sentimos, pero deben regresar—Informó la muchacha. Al escuchar esas palabras, los cuatro jóvenes se levantaron de sus asientos. Debían irse, tenían un instituto al cual asistir, y a pesar de que era viernes, no podían perder ni un día de clases, no cuando estas casi terminaban.
—Volveremos en la noche... ¿Está bien? —Susurro Taeyang, los demás asintieron y todos se dirigieron a la salida de la clínica.
Cuando llegaron al internado, decidieron que lo mejor sería desayunar algo ya que no habían comido desde la noche anterior. Ese día tenían clases en la tarde, así que tenían tiempo de sobra.
Ahora cada uno se encontraba en un lugar diferente. Mientras Seungri estaba en la biblioteca realizando un trabajo y T.O.P había ido a quien sabe donde, Taeyang y Daesung se encontraban en la habitación. El primero sumido en sus pensamientos, mientras el segundo, como siempre, leía un libro.
—Oye ¿Estás bien…?—Cuestionó el chico de cabellos grises acercándose a su compañero, no sin antes dejar el libro que estaba leyendo sobre su cama. El pelinegro asintió levemente, estaba sentado de piernas cruzadas, apoyado la espalda en el cabezal de la cama que le pertenecía—No es cierto…—Dijo Daesung sentándose a su lado, el mayor se dedicó a mirarlo por unos segundos—Es por lo de Ji…—Afirmó el más bajo—Él despertará…—Susurró acariciando la dorso del pelinegro para tranquilizarlo.
— ¿Cómo lo sabes…? Las probabilidades de que lo haga son de una en un millón, casi nadie despierta después de esto… Él… No quiero perderl…—Decía Taeyang, pero no pudo seguir hablando debido a que el más bajo no lo dejó continuar.
—Bae, GD va a despertar—Alegó muy seguro de lo que decía, el mayor lo miró perplejo ¿De verdad lo creía? ¿Qué tal si no era cierto? —Él va a ser ese uno—Musitó.
— ¿Ese…uno? —Preguntó el pelinegro algo confundido.
—Tú lo dijiste, las probabilidades—Explicó dedicándole una amplia sonrisa.
—Pero…—Intentó decir, ganándose otra interrupción de parte del más bajo quien posó sus manos a cada lado del rostro del chico de la cresta.
—Young Bae… ¡Ya! Ji Yong despertará. Él es G-Dragon, nada, ni siquiera el coma, puede con él—Musitó sin quitar esa hermosa sonrisa. Acarició inconscientemente una de las mejillas del mayor logrando así, que este se tensara ¿Por qué ese simple roce había causado tal efecto en el chico de cabellos más largos?
Por un momento sus miradas se perdieron en la contraria, sus rostros se acercaron poco a poco, hasta quedar a escasos centímetros de distancia. Por alguna razón, ninguno de los dos quería o siquiera tenía la intención de apartarse, y fue en el momento en que sus labios se tocaron, que se dieron cuenta de lo que estaba pasando.
—Bae, no entiendo nada de esto ¿Podr…?—A la habitación entró Seungri, traía un par de libros y un cuaderno entre sus manos. Al ver aquella escena, sus ojos se abrieron más de lo normal y su ceño se frunció levemente. Tanto pelinegro como peligris, se separaron rápidamente— ¿Qué están haciendo…?—Apretó los libros que llevaba como si quiera romperlos.
—Seungri yo…—Trató de decir Taeyang.
— ¡Se estaban besando! —Chilló el menor— ¡Y en la cama! —Continuó gritando sin darle oportunidad a los otros dos si quiera de tratar de darle una excusa.
—Seungri, escucha…—Está vez fue Daesung el que habló, Taeyang se levantó para acercarse al más joven, pero este se lo impidió.
—No quiero escucharlos…—Musitó dándose la vuelta para así retirarse de ahí.
—Seungri…—El pelinegro mayor tomó su muñeca.
— ¡He dicho que no quiero escucharlos! —Se soltó del agarre del chico de la cresta y salió de la alcoba. Las miradas de Young Bae y Daesung se encontraron nuevamente.
—Yo… Iré a hablar con él…—Murmuró el chico de cabellos grises comenzando a caminar.
—Espera…—Lo tomó del brazo haciendo que se detuviera— ¿Por qué lo hiciste…?—Preguntó, el menor desvió la mirada—Dime…—Ordenó.
—Hyung, eso no importa ahora—Habiendo dicho esto, liberó el agarre de su brazo y salió de allí, tratando de averiguar por donde se había ido el Seunghyun menor.
Después de buscarlo por cada rincón del instituto, cosa que debería estar haciendo Taeyang, por fin lo encontró. Alguien le había dicho que hace unos minutos había entrado al baño, y en efecto, ahí estaba.
—Seungri…—Le llamó, el aludido estaba recargado sobre uno de los blancos lavamanos, mirando su reflejo en el gran espejo que estaba pegado a la pared.
—Hyung… ¿Por qué…?—Preguntó sin mirar al otro.
—Seunghyun… Puedo explicarlo…—Comenzó a decir Daesung.
— ¿Ah, si? Pues hazlo hyung, te escucho—Dijo el de cabellos más cortos mirando por fin al mayor.
—Lo cierto es que… Yo lo besé—Explicó en un tono de voz muy bajo—Fue mi culpa, Young Bae estaba muy preocupado por Ji Yong y yo me aproveche de la situac…—Iba a continuar hablando pero el menor no lo dejó.
— ¿Te gusta Young Bae? —Cuestionó inquisitivamente.
—No lo sé, estoy confundido…—Ante estas palabras el menor se exasperó.
— ¿Estás confundido? ¡Confundido! ¡Lo besaste! ¡Pero tú estás confundido!—Con cada palabra, Seungri se iba acercando amenazadoramente al más bajo— ¿Entonces besas a personas y ya? ¡Besas a personas y ya! —Chillaba el pelinegro, Daesung estaba más que impresionado, nunca había visto al menor actuar de esa forma.
—Seungri…—Llamó.
—No, Seungri nada, escúchame—Exigió— ¡No puedes andar por ahí besando a los novios de…!—Pudo haber seguido con su sermón acerca de lo que uno debe o no hacer, pero no lo logró debido a que, sin previo aviso, el más bajo había pasado una de sus manos alrededor de su cuello, atrayéndolo hacia sí mismo para después unir sus labios con los del menor.
—Puedo, lo hice, y lo volveré a hacer… Tal vez…—Murmuró sobre los labios del pelinegro.
— ¡Me besaste! —Exclamó Seungri separándose bruscamente de Daesung.
—“Que observador…”—Pensó el mayor riendo por lo bajo—Te dije que estaba confundido porque no se quien me gusta de verdad—Dijo.
— ¿De verdad? ¿De que estás hablando? —Inquirió Seunghyun tocando su labio inferior con la yema de sus dedos.
—Aigo…—Suspiró pesadamente—Quiero decir que me gustas tú—Aclaró, a lo que el menor abrió sus ojos en demasía—Pero… También me gusta Young Bae—Si sus ojos pudiesen abrirse más, lo harían.
—…—No dijo nada, parecía como si se hubiera perdido en sus pensamientos—“Entonces… ¡También le pasa como a mi!” “Un momento… Pero Bae… Él…”—Miles de pensamientos incoherentes pasaban por la mente de Seungri.
—Seungri… Seungri… ¿Me estás escuchando? —Preguntó Daesung frunciendo el ceño ligeramente.
— ¿Ah…? Si—Contestó un poco ido—Yo…—Suspiró—Hyung… Me pasa lo mismo—Afirmó.
— ¿Qué? —Daesung no le daba crédito a lo que sus oídos escucharon.
—He dicho que me gustas tú y Young Bae…—Dijo en apenas un susurro.
— ¿Qué…?—Esta vez el que preguntó aquello fue nada más y nada menos que Dong Young Bae, quien había ido a buscarlos a ambos.
—Hyung…yo—Seungri no sabía que decir ¿Con qué cara iba a reclamarle a Taeyang sobre el beso que se dio con Daesung? Si él mismo acababa de confesar que tenía sentimientos por ambos.
—“Esto es tan extraño… Pensé que era el único que…”—Los pensamientos del mayor fueron interrumpidos.
—Bae, lo siento, yo no debí entrometerme…—Se disculpó el más bajo.
—Espera un momento…—Dijo Young Bae, los dos menores lo miraron con atención—Acabas de decir que te gusto pero que también te gusta Daesung…—Señaló a Seungri mientras hablaba, este asintió bajando la cabeza, tratando de disimular ese sonrojo apenas perceptible en sus mejillas—Tú me besaste aun cuando decías que te gustaba Seungri—Señaló esta vez a Daesung, el aludido abrió los ojos por la impresión ¿Taeyang lo sabía? El de cabellos metalizados asintió levemente, al igual que Seunghyun, también tenia un tenue color rojo adornando sus pómulos, centró su mirada en el suelo—Y yo…—Los dos chicos fijaron la vista nuevamente en el mayor. El de cabellos más largos suspiró—Me gustan mucho… Ambos—Confesó desviando la mirada.
Silencio. En aquel baño había un muy incomodo silencio, ninguno decía o tenía la intención de decir algo, hasta que cierto pelinegro se dispuso a hablar.
—Entonces… ¿Lo intentamos….?—Preguntó Seungri dejando atónitos a los otros dos chicos.
— ¿Qué? —Daesung y Young Bae se miraron entre sí, para después mirar al menor ¿Qué clase de proposición estaba haciéndoles?