Ki Bum abrió lentamente sus gatunos ojos, miró a su alrededor y se dio cuenta del lugar en el que se encontraba: El baño. Al mirar a un costado, también pudo percatarse de la persona que estaba a su lado, rodeándole la cintura, sus ojos se abrieron con exageración, al igual que su boca, todo eso producto dé la impresión ¡De verdad lo había hecho con Jonghyun! ¡En el baño! Su rostro adquirió un intenso tono carmesí y su cuerpo tembló ligeramente. Justo en ese momento, en el que solo pasaba por su cabeza la descabellada idea de salir corriendo y tomar el primer avión que se dirigiera a América, el sonido que hacía la puerta al abrirse, lo alarmó ¿No se suponía que estaba cerrada?
—...—El chico buscó desesperadamente la toalla que había traído consigo horas antes, al vislumbrarla tirada dentro de la ducha, la tomó rápidamente y tapó su desnudez. Queriendo desaparecer de ahí, zarandeó a Jong Hyun para que despertara, más éste parecía estar muerto, ya que no había movimiento alguno.
—Hyung, espera un segundo, ayer olvidé mi reloj en el baño—Se escuchó la voz de Tae Min quien era el que abría la puerta.
—Mierda...—Musitó Key cerrando sus ojos con fuerza. La puerta se abrió, pero por extraño que pareciera, no había pasado nada, no se escuchaba ni un sonido proveniente del maknae. O mágicamente el más joven había desaparecido, o había quedado traumado por lo que habían presenciado sus ojos.
—Omma...—Ki Bum optó por la segunda opción: Había quedado traumado. Abrió uno de sus ojos y pudo notar como el menor lo miraba a él y al plácidamente dormido Jong Hyun, de arriba hacía abajo, con una expresión de asombro en sus ojos.
—Taemin ¿Qué sucede? —Esa obviamente era la voz de Min Ho, Ki Bum negaba repetidas veces con la cabeza y le hacía señas al aludido para que impidiera que Choi entrara al baño y los viera a él y a Jonghyun en esas condiciones, pero como era de esperarse, su "hijo" no reaccionaba.
—Taemin...—Musitó Ki Bum, el pequeño pareció salir de su trance, dio media vuelta y salió del baño sin cerrar la puerta por completo, Key suspiró aliviado.
—Tae ¿Qué te pasa? —Preguntó Minho acercándose preocupadamente nombrado, quien parecía tener la mente en blanco, no decía ni hacía absolutamente nada, solo estaba ahí parado, dándole la espalda a la puerta entreabierta del baño. Las ideas que Ki Bum había tenido hace un momento, estaban en lo correcto: Taemin se había traumado. Necesitaría de mucha terapia para superarlo.
—Hyung…—Logró articular, el alto lo miró algo desconcertado ¿Había entrado en trance? ¿Lo habían hipnotizado? ¿Había algún muerto en el baño?
—Apártate—Musitó sin más, Minho no era una persona de mucha paciencia, bueno, si lo era, pero al ver al pequeño en ese estado, decidió averiguar que era lo que pasaba. Tomó a Taemin por los hombros y lo retiró a un lado, permitiéndose así el paso hacía el baño.
—Hyung… No…—Por fin reaccionó, agarró uno de los brazos del más alto y tiró de él.
— ¿Qué sucede? ¡Dime de una vez! ¿Alguien murió allá adentro? —Cuestionó Min Ho frunciendo el ceño, el menor negó con la cabeza— ¿Entonces? —Al ver que el más bajo no le contestaba, ignoró todo intento de retención por parte de éste y se adentró al cuarto de baño—…—Efectivamente, alguien había muerto allí adentro: La supuesta inocencia de Taemin, el orgullo de Ki Bum y por supuesto, el “amiguito” de Jong Hyun.
— ¡Minho! ¡Sal! —Gritó Key con un sonrojo excesivo en sus mejillas, el chico alto no dijo nada, se quedó ahí, estático, al igual que el maknae minutos antes. No es como si nunca hubiese visto algo así, porque, vamos, Choi Min Ho no era un santo ¿O sí? Aunque sea alguna porno habría visto. Lo que le impresionaba era verlos a ellos, bueno, a Key, la diva, el todopoderoso, desnudo, sonrojado, en el baño ¡Y con Jong Hyun! — ¡Dije que salieras! —Minho no supo ni cómo ni cuándo el Kim menor había tomado un botella de shampoo para cabello lacio y la había estrellado contra su frente.
— ¡Ya! ¡Cálmate! —Murmuró Min Ho sobando su enrojecida frente.
— ¿Key? ¿Qué pasa? —Preguntó Jonghyun abriendo perezosamente sus ojos, había despertado.
—Jjong… ¡Tápate! —Y como si fuese un psicópata, lo golpeó. Sí, había golpeado a su puppy. Fue un golpe seco, tosco, en la boca del estómago. Minho dejó escapar una sonora carcajada ante aquella escena, Key frunció el entrecejo y lo amenazó con una botella de acondicionador, a Min Ho le gustaba tener su frente de un solo color, así que se retiró de ahí lo más rápido que pudo.
Cuando Choi salió del baño, sus ojos se encontraron con una escena algo enternecedora, porque ¿Qué es más enternecedor que ver a tu dongsaeng totalmente sonrojado y acurrucado en una de las esquinas de su cama? Nada.
—Minnie, vamos, no es tan malo—Murmuró el de mayor estatura acercándose al otro chico, quien lo miró con gestos exagerados debido a la sorpresa— ¿Qué…? —Preguntó levantando una ceja, el pequeño entrecerró sus ojos y cruzó sus brazos.
—Tú…—Lo señaló con uno de sus dedos índices—Eres un pervertido…—Terminó de decir, Min Ho miró con una expresión de desconcierto en su rostro ¿Lo había llamado pervertido? ¿A él? ¡Ja! Si Min Ho era tan inocente que en todo el tiempo que llevaba conociendo al más bajo, no se había dado cuenta de las insinuaciones que este le hacía si no hubiese sido por la vez que lo vio consolándose, mientras, obviamente pensaba en él.
—Lo dice el chico que se mete un consolador y piensa en mí…—Musitó el mayor, Taemin abrió los ojos en demasía y se sonrojo intensamente.
—Cállate…—Desvió la mirada, estaba muy avergonzado.
—No, ahora que hablamos de eso…—El chico de mayor estatura se acercó al menor y tomó su barbilla con delicadeza, haciendo que lo mirara a los ojos— ¿Por qué lo hiciste? —Cuestionó, el más bajo se tensó al escuchar la pregunta, nunca habían hablado sobre ese tema.
— ¿Hacer qué? —Preguntó haciéndose el desentendido, Min Ho sonrió ladinamente.
—Minnie, yo te gusto ¿Cierto? —Su cercanía estaba a punto de hacer que su dongsaeng colapsara.
—Yo…—Su cuerpo temblaba y apenas podía articular bien—Hyung… Yo…—No sabia que rayos decir en un momento como ese, Min Ho había llevado una de sus manos a su nuca y la otra a su mejilla, acariciándola suavemente.
—Jjong… ¡Aléjate! —Exclamó Ki Bum mientras salía del baño, intensamente sonrojado, detrás de él estaba Jonghyun, quien parecía divertido con la actitud de la diva.
— “¡Salvado!” —Pensó el maknae suspirando con exageración, nunca había amado más a su omma, Minho se separó de él e hizo como si nada hubiese pasado, pero el menor no pudo evitar tensarse nuevamente cuando éste lo miró con seriedad.
—Hablaremos de esto luego—Susurró muy bajito, Taemin, quien fue el único que escuchó aquello, dejó de respirar por unos segundos ¿Y ahora? ¡Estaba muerto!
Mientras tanto, en otro lado, específicamente en el dormitorio de un grupo de cuatro chicas, tres de éstas se encontraban discutiendo enérgicamente sobre lo que cenarían esa noche.
— ¡Yo quiero pizza! —Gritó Sandara parándose sobre su cama.
— ¡Y yo quiero dakgalbi! —Esta vez la que chilló fue Min Ji.
— ¡No! Yo solo quiero comer ramen...—Musitó Chae Rin débilmente, esa noche no tenía ánimos para discutir con las chicas.
— ¡Cállense todas! —Bom las reprendió y estás guardaron silencio—Ya he llamado al servicio a cuartos, traerán pizza para Dara, dakgalbi para Minzy, ramen para CL y kimchi para mí ¿Quedó claro? —Preguntó colocando el teléfono con el que antes había hecho la llamada, en su sitio, todas asintieron.
Los minutos pasaron, un camarero llegó con la comida ordenada por Bom. Todas se dispusieron a engullir gustosamente sus alimentos hasta que ocurrió lo inesperado.
—Oye, Chae ¿Quieres? —Preguntó Sandara ofreciéndole un trozo de pizza a la aludida, ésta negó levemente con la cabeza— ¿Segura? No has probado mucho de eso—Dijo señalando el plato de ramen de la rubia.
— ¿Te sientes bien? —La que preguntó esta vez fue Min Ji, el aspecto de su unnie no era nada bueno.
—Yo…—CL abrió sus ojos me demasía y llevó una de sus manos a su boca para taparla, se levantó rápidamente de la cama y salió corriendo directo al baño, las chicas se alarmaron un poco ¿Qué le sucedía? Sin pensárselo dos veces, las 3 se dirigieron al cuarto de baño, encontrando es éste a Chae Rin arrodillada frente al escusado, vomitando lo poco que había comido minutos antes. Min Ji se acercó a ella colocándose a su altura, recogió sus rubios cabellos y acarició su espalda con suavidad.
—Chae Rin ¿Estás bien? —Preguntó la chica de cabellos oscuros cuando la nombrada había terminado de arrojar su cena por el retrete, ésta asintió y se levantó, seguida por Min Ji para dirigirse al lavabo y enjuagar su boca— ¿Segura? —Insistió.
—Estoy bien…—Dijo en un susurro casi inaudible, si había algo que odiara Lee Chae Rin, era vomitar, pero bueno ¿A quién iba a gustarle? Secó su rostro y manos, antes empapadas por el agua del grifo y se dispuso a salir de aquel lugar. Ninguna de ellas creyó ni una sola palabra dicha por CL, pero decidieron no prestarle mucha atención a aquello, la rubia a veces podía ser muy terca.
Las manecillas del reloj se movían despacio, pero sin pausa y sin que se dieran cuenta, pronto anunciaron que un nuevo día les esperaba a todos los muchachos, al igual que la luna, que se escondió y dio paso a un radiante sol.
Ya era tarde, quizás un poco más del medio día. En aquella habitación solo se encontraba un somnoliento Seung Ri, quién frotaba sus ojos con suavidad y bostezaba lentamente. Miró a su alrededor con los ojos entrecerrados, percatándose de que indudablemente, él era la única persona que estaba allí dentro, suspiró y con parsimonia, se levantó por fin de su cama. Buscó con la mirada el pequeño reloj que estaba sobre la mesita de noche y sus ojos se abrieron de par en par ante la hora que marcaba aquel artefacto.
— ¿Por qué mierda nadie me despertó? —Chilló mientras fruncía el ceño y se dirigía al baño, necesitaba darse una ducha. Al abrir la puerta de un azote, sus ojos se abrieron en demasía, su corazón comenzó a palpitar desenfrenadamente y sus mejillas adquirieron un intenso color rojo.
—Ah, hola, Ri—Saludó Taeyang alegremente, acababa de salir de la ducha y una fina toalla amarrada alrededor de su cintura era lo que cubría su desnudez.
— “¡Hola, Ri! ¿Hola? ¿En serio?” —Se preguntó el menor al mismo tiempo que desvió la mirada, totalmente avergonzado—Hola hyung…—Logró decir.
—Taeyang, Ji Yong mandó a decir que…—Daesung apareció frente a la puerta del baño, su mirada se posó primero en Young Bae y después en Seung Ri, quién aparentemente estaba muy apenado, una casi imperceptible sonrisa se dibujó en los labios de ambos mayores, quienes se miraron cómplices y a paso lento, se fueron acercando al maknae.
— ¿Pero qué…? —No pudo terminar de formular su pregunta, en ese momento se hallaba recostado contra una de las pareces de la habitación, acorralado por los dos mayores. Dejó escapar un suspiro cuando sintió los labios del pelinegro devorar su cuello, y los del de cabellos grises rozar sus entreabiertos labios. Casi se le salió el corazón por la boca cuando las manos de Taeyang se escabulleron por la camisa de su pijama y las de Daesung se colaron dentro de su pantalón—Ahh…—Jadeó levemente. De un momento a otro la toalla de Young Bae cayó al suelo y la camiseta de Daesung fue despojada de su cuerpo.
—Seung Ri…—El aludido dio un pequeño salto debido a la impresión y refunfuñó por lo bajo, los otros dos se apartaron del menor y fruncieron el entrecejo levemente—Dongsaeng…—Esa sin duda era Chae Rin quien tocaba la puerta de la habitación con insistencia.
—Ve…—La voz de Taeyang sonó autoritaria, el menor asintió y, acomodando su ropa, salió de ahí, se acercó a la puerta y como acto seguido, la abrió, encontrándose con una rubia con expresión consternada.
— ¿Qué sucede? —Preguntó tratando de calmarse un poco.
—Dongsaeng…—Agarró el brazo derecho del pelinegro y tiró de éste logrando así que ambos salieran de la habitación.
—Dime, noona ¿Qué es lo que ocurre? —El menor se preocupó ¿Qué era lo que estaba pasando? ¿Por qué la chica estaba actuando de esa forma tan extraña?
—Yo…—La muchacha tragó saliva y levanto un poco la vista, mirando fijamente los oscuros ojos del pelinegro—Creo que estoy embarazada…—Murmuró muy bajito, pero al estar tan cerca, Seung Hyun pudo escuchar claramente lo que ella había dicho.
— ¿Qué…? —Sus ojos se abrieron exageradamente, al igual que su boca ¿Un bebé? ¿Estaba hablando en serio? ¡Estaban jodidos!