Seung Ri POV
Hace 5 años mi vida y la de las personas a mi alrededor, dio un giro drástico, pero no hablemos de los demás, primero hablemos de mí ¿A qué me refiero con que mi vida dio un giro “drástico”? La respuesta es muy simple: Cinco años atrás me enamoré, y no precisamente de una sola persona, no, me enamoré de dos; sufrí por ese poco peculiar romance y por último, pude llegar a ser feliz, aún lo soy, y doy gracias por eso.
Como todo adolescente, cometí errores, uno de ellos fue embarazar a mi mejor amiga, Lee Chae Rin, ocasionando así que Dong Young Bae y Kang Dae Sung, mis dos amantes, se alejaran de mí.
¿Cómo es que fui tan estúpido como para dejar en cinta a aquella chica? Había una fiesta, bebimos de más y terminamos en la cama, al siguiente día quisimos fingir que no había ocurrido nada comprometedor entre nosotros, pero con el paso de las semanas, nos dimos cuenta de que aquello no podía ocultarse puesto que ella estaba esperando un hijo mío.
En el momento en que Taeyang y Daesung se enteraron, ni siquiera quisieron escucharme, no pude darles ningún tipo de explicación ¿Y cómo no? Si yo los había traicionado, inconscientemente, pero lo había hecho, y ya no podía retroceder el tiempo para cambiar eso.
Los meses pasaron, ellos dos seguían sin perdonarme, y yo, yo creí que si aguantaba un día más lejos de ellos, terminaría muriendo.
Pero entonces, cuando menos pensaba que pasaría algo como eso, sucedió lo inesperado: Me encontraba en el patio trasero del instituto al que asistía en ese entonces, junto con mis dos amigos, Choi Seung Hyun y Kwon Ji Yong, un castaño y un pelirrosa. Me había vuelto débil, a tal punto de parecer una nena sensible, estaba llorando, y mis hyungs trataban de calmarme. Daesung apareció frente a mí y me pidió que habláramos, aunque me encontraba un poco dudoso acerca de eso, acepté, yéndome con él hacia un lugar más privado.
Flack Back:
En el momento en el que el Seung Hyun accedió a ir con el mayor, ambos se dirigieron a un sitio en el cual no hubiese tantas personas para así poder hablar con más calma, sin que nadie los molestara.
Habían ido a un salón de clases que no estaba siendo utilizado, el de química, en el primer piso, situado al lado del de inglés, al frente de la oficina de evaluaciones, muy cerca de los dormitorios masculinos de los de primer año de secundaria.
Lee se hallaba frente al escritorio del profesor, mientras que Kang estaba frente a él, observándolo fijamente, de arriba hacia abajo, examinando cada detalle del cuerpo ajeno como si quisiera grabarlo completamente en su cabeza. Seung Ri, al sentirse incómodo por la mirada del mayor, no hizo más que desviar la mirada, clavándola en el suelo, queriendo así no parecer avergonzado ni intimidado por el de cabellos grises, cosa que no estaba logrando con esa actitud.
— ¿Y bien...? —Formuló la pregunta levantando un poco, sólo un poco la vista, sintiéndose estúpido frente al mayor, estúpido y minúsculo.
—Lo siento...—Seung Hyun abrió sus ojos en demasía cuando sus oídos escuchar aquella corta frase, no lo podía creer ¿Había escuchado bien? Era la pregunta que se hacía una y otra vez ¿Daesung se había disculpado? Supo que su capacidad auditiva no le fallaba en cuanto atónito y confundido, sintió como los brazos del muchacho frente a él, apresaba su cuerpo, en un abrazo un tanto protector, rodeando su cintura, pasando su mano libre por su nuca, dándole a entender con eso que no quería ni volvería a dejarlo ir.
—Daesung...—Pronunció en un susurro separándose apenas unos pocos centímetros del aludido, quien al verlo, expresaba con sus ojos toda aquella melancolía y pena que sentía en ese momento.
—Quiero saber qué pasó—El peligris sostenía suavemente el rostro del menor con ambas manos, mirándolo fijamente a los ojos. Quizá era tarde, pero quería arreglar todo, solucionar lo que pudo no haber ocurrido si tanto Young Bae como él, le hubiesen dado la oportunidad al pelinegro de explicar lo sucedido con CL. El menor asintió repetidas veces, sus ojos se cristalizaron y su labio inferior tembló levemente, iba a llorar, por supuesto que iba a hacerlo, e inevitablemente, de sus ojos comenzaron a desbordar lágrimas, las cuales descendieron por sus mejillas y se perdieron en el cuello de su camiseta en el momento en el que Dae Sung había posado sus labios sobre los del contrario, en un casto beso, lleno de todos aquellos puros sentimientos que tenía hacia el pelinegro.
End of Flash Back
Horas después de que aquello sucediera, más o menos en la madrugada del día siguiente, a Chae Rin se le adelantó el parto debido a que su primo, Choi Minki, quien sufría de una enfermedad difícil de curar, había decaído.
Sí, dije “Sufría” en tiempo pasado, pero no se alarmen, Minki sobrevivió a la anemia falciforme, y todo gracias al pequeño Seung Hoon, mi hijo.
Cuando el anteriormente rubio, se debilitó a tal punto de estar a sólo un paso de la muerte, el doctor Jung, quien trataba su caso desde muy pequeño, sugirió una cura muy poco factible y con muy pocas posibilidades de sobrellevar, la cual podría no garantizar el resultado esperado pero que era la que brindaba más esperanzas para una pronta recuperación.
Sé que se estarán preguntando qué tiene que ver en esto el niño que tuvimos Chae Rin y yo, pues, la clave para la completa sanación de Ren, como solían decirle y aún siguen diciéndole a Minki, estaba en la sangre del cordón umbilical de Seung Hoon: sus células madres.
Fue algún especie de milagro que fuesen compatibles, sino hubiese sido así, el tratamiento, que consistía primeramente en la extracción de las células antes mencionadas, seguido de la exposición de Ren a sesiones de quimioterapia para evitar que su organismo siguiera reproduciendo glóbulos rojos deformes, y por último, realizar el trasplante, no hubiese podido ser llevado a cabo y por lo tanto, el chico no hubiese tenido salvación. Pero como lo dije antes, al ser compatibles, todo aquello se realizó satisfactoriamente y Minki fue declarado luego de seis meses, una persona totalmente sana.
He hablado mucho de Seung Hoon, como se habrán dado cuenta, pero es inevitable ya que cumple un papel de gran importancia en esta historia, la cual involucra a muchos sin siquiera tenerlo previsto. El día de su nacimiento, Young Bae se acercó a mí, no dijo nada, quizá porque no sabía qué decir, sólo se quedó ahí en el hospital, conmigo, acompañándome tranquilamente, apoyándome en todo momento, junto con Daesung, claro está.
Más tarde, cuando todo había terminado y por fin pudimos regresar al instituto, las cosas volvieron a ser como antes, habían vuelto a la normalidad, bueno, a lo que yo suelo llamar así, y eso me alegró muchísimo.
Flash Back
La habitación era alumbrada únicamente por los brillantes rayos del sol, los cuales se colaban por las claras cortinas de las ventanas, que estaban apenas entreabiertas, dejando que el cálido aire entrara por éstas, dándole un ambiente acogedor a aquel amplio cuarto.
—Ahh...—Jadeos, suspiros, gemidos, y una que otra palabra con carencia de coherencia era lo que se lograba escuchar en la pieza.
Sus cuerpos desnudos se hallaban uno sobre el otro, sus pieles rozándose y sus bocas engullendo el miembro ajeno con gula, recorriendo con sus lenguas toda la piel que se anteponía frente a ellos.
Cabe destacar que la habitación estaba totalmente vacía, claro, a excepción de ellos dos, quienes estaban tan concentrados en lo que hacían que seguramente no le darían ni la más mínima importancia a lo que estuviese sucediendo en el exterior.
Luego de un par de minutos, Dae Sung, quien estaba debajo de Young Bae, de espaldas al colchón de la cama, dejó escapar un gemido ronco, al mismo tiempo que alcanzaba el orgasmo, dentro de la boca del pelinegro, el cual no dudó ni un segundo en tragar toda aquella esencia espesa y blanquecina que había derramado el de cabellos grises.
Un suave ruido que provenía de la puerta antes cerrada de la habitación, logró captar la atención de ambos, por lo que en casi una décima de segundo, llevaron su vista a la entrada del cuarto, topándose con nada más y nada menos que con Seung Ri, el cual se hallaba recostado en el marco de la puerta, con una sonrisa ladina dibujada en sus labios y una de sus cejas arqueadas.
¿Quién sabe cuánto tiempo llevaba allí? Tal vez lo había presenciado todo, o quizá había acabado de llegar, pero el punto era que estaba allí, lo demás no importaba.
— ¿Piensas quedarte todo el día parado ahí? —La pregunta fue formulada por Taeyang, Seung Ri se limitó a reír por lo bajo, Daesung por su parte no decía nada, no obstante, elevó un poco su mano izquierda, moviendo su dedo índice de adelante hacía atrás, incitando al menor a que se acercara.
Seung Hyun no lo pensó mucho y se acercó a la cama, subiendo a ésta, quedando de rodillas. Los dos mayores se incorporaron de igual forma, quedan el pelinegro frente al menor y el de cabellos plateados, detrás.
La ropa de el más joven fue abandonando su cuerpo de apoco, primero la camiseta, que fue arrebatada por Young Bae y luego los pantalones, los cuales Dae Sung logró quitarle, junto con la ropa interior.
— ¿Cuánto tiempo llevabas observándonos? —Cuestionó Kang al mismo tiempo que se dedicaba a besar y chupar parte del cuello y hombro del de cabellos más cortos, recorriendo en ocasiones su tersa piel con la punta de su lengua.
—Lo suficiente...—Contestó Seung Ri entre un par de suspiros. Con sus manos recorría la espalda del mayor entre los tres, quien estaba besando su pecho, deteniéndose en sus pezones, los cuales jaló y pellizcó ligeramente, dejándolos erectos.
El menor comenzó a experimentar un sin fin de sensaciones en su cuerpo, las cuales no podía describir con palabras. Taeyang había descendido hasta su ingle, tomó su miembro semi-erecto con un de sus manos y lo metió en su boca, envolviendo aquel pedazo de carne con la calidez y humedad de su cavidad bucal.
Dae Sung llevó sus manos a la cadera del chico frente a él, al mismo tiempo que éste dejaba escapar un par de gemidos por causa de lo que el mayor le hacía a su intimidad. Pasó sus manos por sus glúteos con algo de lentitud, separándolos con sus dedos pulgares e índices, introduciendo uno de ellos, previamente lubricado con su saliva, en la entrada del menor.
—Ahh... Ahm...—Intentó acallar sus gemidos mordiendo su labio inferior con fuerza, aquello era vergonzoso, sus mejillas estaban enrojecidas y sabía que tarde o temprano los dos mayores se darían cuenta de eso. Se percató de que las acciones de los otros dos se habían detenido, por lo que por inercia, llevó su vista a Young Bae, quien lo miraba fijamente, para después, negar levemente con la cabeza, confundiendo a Seung Hyun de sobremanera.
—Queremos oirte—Murmuró Taeyang volviendo a la posición de antes, apoyado de rodillas en la cama—Vamos, gime para nosotros...—Susurró acercando su rostro al de cabellos más cortos, pasando su lengua por el labio inferior de éste, mordiendolo y jalandolo un poco después de eso, para, como acto seguido, comenzar un beso que desbordaba fogosidad y desesperación.
La mano del mayor fue a parar nuevamente en el miembro del más joven, quien no pudo evitar gemir dentro del beso que aún se estaba dando con el contrario. El de cabellos grisaseos introdujo esta vez un par de dedos en la entrada del menor, haciendo movimientos circulares con ellos, abriéndolos en forma de tijera, para luego, introducir un tercero, haciendo lo mismo que antes.
Pasaron unos cuantos minutos, Daesung decidió que Seung Ri ya había recibido la dilatación necesaria, por lo que, haciendo uso de su fuerza, lo tomó por las caderas y lo levantó un poco, Taeyang por su parte tomó sus piernas, colocandolas a cada lado de su cintura, arremetiendo contra su cuerpo, penetrando al más joven de una sola estocada.
El grito que emitió Seung Ri después de esa acción tan brusca por parte de Young Bae, resonó en toda la habitación, llevó una de sus manos a su boca, tapándola con ésta, cerrando sus ojos con fuerza, le dolía, era obvio, mas el mayor parecía no percatarse de eso, puesto que había comenzado a embestirlo con algo de salvajismo, tocando una y otra vez su próstata, haciéndose sentir una mezcla entre placer y dolor.
Los gemidos de por parte de ambos pelinegros, inundaron aquel cuarto. Daesung sólo los observaba, sosteniendo el cuerpo del menor, vamos ¿Acaso no merecía algo también? Llevó su diestra a su miembro y se dispuso a masturbarse por unos escasos minutos, para después, rozar con el glande la entrada del menor.
— ¿Hyu...? ¡Ahh...! —No pudo siquiera terminar de pronunciar palabra alguna debido a que sin previo aviso, el mediano le había penetrado. Hacía todo lo posible por no derramar lágrima, quería hacerse el fuerte, mas no podía ¿Y cómo no? ¡Aquello era demasiado!
Seung Hyun dejó escapar un par de lágrimas, las cuales fueron removidas de sus mejillas por los labios de Young Bae, quien luego de eso, lo besó lentamente, tratando de que el menor se relajara un poco. Kang empezó a moverse, lentamente, sin prisa, aunque ciertamente estaba haciendo un gran esfuerzo para contener todas esas ganas de arremeter desenfrenadamente al menor.
Así se mantuvieron por largos minutos, embestidas, gemidos, jadeos, el sonido de sus sudorosos cuerpos al chocar, una que otra obscenidad sin sentido alguno, hasta que ya no pudieron más. El primero en terminar fue Seung Ri, luego le siguió Taeyang y por último, Daesung. Cayeronn rendidos sobre el mullido colchón de la cama, respirando agitadamente por tanto ajetreo.
—Eso fue...—Intentó decir Lee, no obstante, su respiración irregular le impedía hacerlo. Tanto Young Bae como Dae Sung rieron ante eso, saliendo del interior del pelinegro menor, recostándose a su lado.
—Si quieres, lo repetimos—Comentó Dong soltando una sonora carcajada al ver el rostro de Seung Hyun enrojecerse en cuanto escuchó aquello, Daesung le siguió, riendo también.
End flash back
Hasta ahora he hablado sólo de mí y estoy seguro de que se preguntarán qué pasó con mis amigos. Bien, les contaré...
Ji Yong terminó sus estudios de Diseño de modas el año pasado y se mudó dos meses después a París, Francia, junto con Seung Hyun, quien se graduó el mismo año como Administrador de empresas, tomando el mando de la compañía que su padre tiene en París. Quedaron en visitarnos para las fiestas de Diciembre.
Bom se convirtió en ingeniera civil y como era de esperarse, comenzó a trabajar en la empresa de su abuelo, la cual se encuentra aquí mismo en Seúl. Conoció a un chico mientras hacía la pasantía, a Hong Geun Ha, quien más tarde se convirtió en su novio y luego, en su prometido.
Sandara no se quedó atrás, tomó el puesto de su padre como jefa en el hospital central de la ciudad, hasta ahora no he sabido nada de ella, pero por lo que tengo entendido, le va muy bien en su trabajo, además, se comenta que lleva meses saliendo con un modelo.
Young Bae y Dae Sung también terminaron sus carreras, el primero se graduó en Diseño industrial, ejerciendo su carrera en la compañía automovilística más grande del país, la cual es liderada por su madre. Mientras qué el segundo, se convirtió en escritor en una famosa y exclusiva editorial en Seúl, siguiendo los pasos de su padre, quien ahora era el dueño de la misma.
Chae Rin y Min Ji, quienes habían estudiado Abogacía, terminaron sus estudios al mismo tiempo que yo, pero estoy totalmente seguro de que no ejercerán sus carreras puesto que unos meses antes de que terminaramos la universidad, hicieron una audición para una de las empresas más importantes del país, en lo que se refiere a la música y el entretenimiento, fueron contratadas.
¿Qué hice yo? ¿Dónde quedó mi hijo? Sé que eso es lo que estarán cuestionándose. Estudié Administración de empresas al igual que mi hyung, T.O.P; Seung Hoon ahora está viviendo en la casa de su madre, obviamente yo me estoy haciendo cargo de él, pero como Chae Rin y yo no vivimos juntos, el pequeño tenía que quedarse con uno de los dos ¿No?
Oh, y se me olvidaba, Daesung, Taeyang y yo vivimos juntos; Minzy y CL son pareja.
¿Quién diría que después de todo, terminaríamos bien?
Ustedes pensarán que ya todo ha acabado, pero no, se equivocan... Esto apenas comienza, la vida es corta, hay que disfrutarla.
End Seung Ri POV