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Lazos de Unión por Mero_Luz

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Notas del capitulo:

 

Gracias por los comentarios, me animaron muchísimo, sé que es una historia medio rara y que la forma en que se embarazan los hombre parece sacado de una película de terror jaja, pero la idea surgió hablando con un amigo sobre los embarazos masculinos, fuera como fuera la sola idea lo aterrorizaba y eso quise reflejar en esta historia, el miedo que puede generar la idea que los hombres también conciban, la sociedad lo tacharía de antinatural, los hombres no pueden imaginar que se siente y como es desconocido lo rechazan y se imaginan muchas cosas que no son... hay que ver que es real o no y si es tan malo como lo hacen ver ¿qué opinan ustedes? n.n

Capítulo 3

 

----------1----------

 

Un dulce olor saco a Quatre de su ensoñación, lentamente abrió sus verdes ojos mientras se descubría de una tela de seda color perla que cubría todo su cuerpo.

 

Se encontraba descansado y sus sentidos parecían adormilados, frotándose los ojos miro la habitación con decoración árabe en la que se encontraba, la cama en la que estaba durmiendo era suave y la delicada tela semi trasparente que lo protegía bailaba con el movimiento de la brisa.

 

El sol estaba en su máximo resplandor, aunque solo se sentía un tenue calorcito y solo se veían los rayos a través del balcón que se encontraba abierto, alguien estará recostado en la rejas del mismo contemplando las imágenes de afuera, la figura de ese hombre podría ser desconocida para cualquiera menos para el rubio, que la amaba con casi devoción.

 

Se sentó en la cama y con miedo a que fuera solo un espejismo o un sueño llamo al muchacho.

 

-Trowa- el castaño se giró, permaneció un tiempo quieto como meditando si debía o no acercarse, pero finalmente lo hizo, cuando se reunió con el pequeño en la cama este poso su temblorosa mano en la mejilla para acariciarla.

 

-Tengo miedo de que todo esto sea solo un sueño, dime si acaso este es el cielo- una pequeña y triste sonrisa se dibujó en los labios del castaño.

 

-No creo que lo veas de esa forma en pocos momentos- dijo escuetamente, esas palabras lograron alarmar al rubio.

 

-¿Qué paso? ¿El plan fracaso? ¿Los demás están bien? ¿Y los Wundan? ¿Cómo llegamos aquí?- empezó a interrogar ansioso.

 

-Las municiones nunca explotaron, las desactivaron todas antes de que se cumpliera el tiempo, los demás pilotos fueron capturado y los wundan fueron decomisados y llevados a diferente bases de la Organización del Zodiaco para su estudio, yo te traje a este sitio- le explico calmadamente.

 

-Pero ¿cómo ocurrió eso?, nadie más que nosotros conocíamos el plan y ninguno lo diría ni aunque nuestra vida dependiera de eso…- pero fue interrumpido por el mayor.

 

-No, no era así- le corto y el muchacho lo miro con sus ojos verdes abiertos a mas no poder.

 

-¿Quién fue? ¿Quién nos delato?- exigió saber con rabia, con impotencia por todo los sacrificios que habían qué tenido que pasar y que no valieran de nada.

 

-Fui yo- fue la respuesta que más le dolió conocer al pequeño rubio, sintió como si su corazón hubiera sido golpeado y lágrimas llenaron sus ojos antes de que siquiera pudiera evitarlo.

 

----------2----------

 

-¿Con que este es otro de los famosos pilotos Wundan?- las palabras burlescas del marques Zechs no podían ocultar, al menos para Treize, el genuino interés que esos humanos habían despistado en el, especialmente el que mantenía cautivo en su fortaleza.

 

Wufei permanecía recostado cerca de una ventana de la sala en que estaban, ni siquiera hizo un gesto de inmutarse por las palabras de su compañero, no llevaba esposas ni había guardias que lo sometieran y Treize dudaba que existiera algo que pudiera detenerlo de marcharse o asesinarlos si el muchacho lo intentara.

 

Pero se encontraba atado, pero no por algo físico, sino por algo moral… su honor.

 

La peleas con ese humano había sido la más dura y difícil lucha que había librado cuerpo a cuerpo, dudaba que encontrase otro oponente mejor y eso que apenas era un niño, se habían herido mutuamente en complicados y agiles movimientos de combates. Estaban empatados y no había error que los sacara de ese limbo, al menos hasta que llegaron sus demás hombres. Armados hasta mas no poder, no había movimiento que hiciera el joven chino que no lo mandara al más allá, pero Treize no quería eso, con una seña les ordeno que no intervinieran en la contienda.

 

Los ojos negros le miraron con rabia y enseguida lo ataco, su movimientos eran versátiles e imprevistos, a veces a su estricta formación de espadachín le costaba responder a los ataque, en una de esas un movimiento rozo su brazo y lo corto, se protegió y creo espacio entre ambos, cuando iban a volver a atacar un disparo de sus hombres mando la espada del chico lejos de su mano.

 

Con una amenaza más clara dijo que al próximo que interviniera no mandaría a ejecutar por subversión y con un gesto le indico al chico que recuperara el arma, el muchacho lo hizo de forma lenta estudiándolo con frustración.

 

Siguieron peleando, esta vez a muerte, hirió al joven, pero este no se detenía por la sangre al igual que él, choque de espadas, diestros movimientos, golpes certeros y esquivadas rápidas, marcaban el combate… pero todo siempre tiene un vencedor.

 

Un error de  movimiento en la técnica del chico, le dio la oportunidad al mayor de hacer un revés y mandar su arma lejos, mientras lo golpeaba y lo hacía caer de rodillas

 

-Ve por tu arma- le ordeno, queriendo que ese combate nunca acabara, se sentía más vivió que en cualquier momento de su vida, podría estar así eternamente, pero el chico no se movió

 

-Has ganado, acaba conmigo- esas palabras congelaron la alegría del general, acabar con el mejor oponente que había tenido, acabar con el que le había hecho sentir emoción por primera vez en tantos siglo

 

-No lo hare-  el joven alzo la vista con los ojos brillante de rabia y Treize contuvo el aliento al detallar cuan hermosos eran.

 

-Prefiero morir con honor, que vivir con vergüenza-

 

-Entonces vive para recuperar ese honor- le dijo afectado por tanta emoción.

 

-Si me perdonas la vida, estaré en deuda contigo- murmuro con rabia y desprecio el humano.

 

-Quédate a mi lado, tarde o temprano pagaras tu deuda, después de eso puedes matarme como en realidad lo deseas- Treize no podía creer lo que estaba ofreciendo, diciéndole a su enemigo que estuviera a su lado hasta que pudiera matarlo.

 

-Si intentas utilizarme para reproducirte te matare- le amenazo.

 

-Está bien- se formó un minuto de silencio en que el joven parecía meditarlo.

 

-No te estoy dando mi lealtad, cuando page mi deuda volveremos a ser enemigos- gruño con rabia al decidirse, la sincera advertencia no hizo más que impresionar al general.

 

-Lo sé- el saber que se quedaba solo por eso lo entristecía, pero era eso o nada, y Treize empezaba a sentir que “el nada” nunca seria tolerable si quería seguir viviendo

 

-Así que no te atacara hasta que salde su deuda- resumió para sí mismo el marques sentándose frente al general –al parecer me equivoque al afirmar que la especie humana no conoce el significado de honor-

 

-Te equivoca sobre muchas cosas de la especie humana- intervino por primera vez el joven chino en la hora que llevaba el marques reunido, mirando con rencor a ambos sujetos.

 

-Ja ja el pequeño de raza inferior si habla, vaya sorpresa- el chico frunció el ceño –ya que demostraste ser algo más aceptable que la mayoría de tu especie, tal vez cuando saldes tu deuda con Treize te tome para reproducirme- era una provocación, pero el joven no callo en ella, volteo la mirada y siguió observando el exterior, sin inmutarse.

 

Quien sí se vio afectado por ese comentario fue Treize, sus ojos se volvieron rojos sin que pudiera controlarlo y dejo la copa de vino que tenía en sus manos antes de que la rompiera, la mirada burlona que le lanzo el marques al ver su estado no ayudo a tranquilizar esa sensación que por primera vez en su vida sentía.

 

-Vaya, vaya, con que esto va más en serio de lo que pensé- comento el hombre con la máscara poniendo su copa al igual que el otro en la mesa –solo bromeaba, pero vistas estas nuevas circunstancias tal vez debas hacer algo al respecto general- sin más comentario se marchó de la habitación

 

Treize cerró los ojos y trato de recuperar la calma, le costó mucho lograrlo, al volver a abrir los ojos, una mirada negra lo veía interrogante.

 

Si, tendría que hacer algo al respecto si no quería volverse loco, aunque eso significara romper con la pequeña tregua que tenía con el humano.

Notas finales:

Por favor comenten n.n


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