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Lazos de Unión por Mero_Luz

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Notas del capitulo:

Es una lástima que nadie haya comentado, estaba muy ilusionada con esta historia, es la primera que termino antes de publicarla u.u pero tristemente si no recibe comentario no voy a seguir subiendo los capítulos, así que por favor comenten les guste o no, si ya la leyeron no les cuesta dejar unas palabras de opinión.

Capítulo 2

 

----------1----------

 

OZ era  dirigido por el aristócrata y líder militar Treize Khushrenada, y su mano derecha, el misterioso marqués Zechs, pero ambos solo son representación del verdadero líder de los Specials, el cual nunca había salido a la luz

 

Sin embargo, cada cierto tiempo los altos mandos de los  Specials se reunían para rendir cuenta de sus actos a este líder. Un evento muy bien protegido y casi impenetrable... que se estaba dando justo en esos momentos.

 

Un chico salió discretamente del ducto de ventilación luego de que pasaran los guardias, coloco la rejilla en su lugar y avanzo por uno de los pasillos más protegidos de la base militar de OZ en la Colonia 2.

 

Tenía alrededor de quince años, su complexión era delgada y atlética, vestía una camiseta verde y un short negro que hacía de sus movimientos fueran más agiles y certeros, su estatura no era fuera de lo común de un metro cincuenta y seis.

 

Eran alrededor de las once de la mañana y en este momento, en alguna parte  de esas instalaciones se estaba realizando la reunión con el líder de los Specials, sería imposible llegar hasta el, así que optaron por volar toda la colonia de ser necesario.

 

Saco las municiones que llevaba en el bolso guindado en su espalda y las instalo en un lugar apartado de una habitación de equipo técnico, la activo y puso el cronometro para dentro de sesenta minutos.

 

-TJ3 en su sitio- informo por el comunicador que cargaba, los explosivos eran suficientemente fuerte para volar una cuarta parte del planeta tierra.

 

-TJ4 listo- se escuchó por el aparato una voz suave.

 

-TJ1 en posición- informo otra voz seca e indiferente

 

-Pasare a la siguiente fase del plan- volvió a hablar el joven quitándose la marcara que cargaba, sus ojos azules brillaron fríos e imperturbables al igual que la expresión de su agraciado y joven rostro de rasgos japoneses, su cabello castaño y liso le caía sobre la frente

 

Saco del fondo del bolso un traje igual al de los de seguridad del edificio, se vistió, espero a que el guardia que vigilaba la zona pasara y de un solo golpe lo hizo perder la razón, lo amarro, se colocó el carnet de identificación, tomo copia de sus huellas y pulpillas, ocultando por ultimo su rostro con el casco del uniforme

 

Un solo pensamiento rondaba la mente del  muchacho llamado Heero “Pronto todo acabaría”

 

----------2----------

 

En medio de las filas de los Specials sin ser detectado se encontraba un joven humano.

 

Nadie sospechaba, pues era casi imposible que un humano mantuviera un estado tan calmado rodeado de tantos enemigos. Los humanos al estar nerviosos producen una seria de hormonas que eran detectables al olfato de los Specials,  mantener un estado de calma suficiente para pasar inadvertido requería un control que ningún humano conocido había logrado, pero los cinco pilotos si lo tenían, aunque nadie lo sabia

 

Y dentro de ellos estaba este chico con rasgos chinos, lo había logrado, vestido con el uniforme de seguridad se disimulaba su cuerpo pequeño de catorce años y apenas un metro cincuenta y cuatro metros de altura.

 

Su cabello liso y negros estaba peinado hacia atrás amarrado con una liga, su cara mostraba el gesto frio de un buen soldado y como señal de respeto se habían quitado el casco y lo tenían sostenido con su mano a uno de sus lados

 

En ese momento se encontraban reunidos los Specials de diferentes Colonias, por lo que ninguno detectaba o le sorprendía encontrarse junto a un extraño.

 

Su cargamento de explosivos se encontraba con su Gundam Nataku y el Gundam Sandrock,  llevaban escondidos tres meses en el departamento de desechos de la Colonia, mucho antes de que empezaran la organización de esta reunión, era un sacrificio eliminar a sus gundan, pero valía la pena por la destrucción de todo los Specials más relevantes de su especie, incluyendo a su famoso rey sombra.

 

Su único deber ahora, era de asegurarse que no se filtrara información que alertara a los Specials, mantener a los ochenta extraterrestres que tomaban decisiones dentro de la sala de conferencias sin que se dieran cuenta de que ocurría a su alrededor, de la bomba de la que no podrían escapar.

 

Ahora formaba parte de la brigada especial encargada de cuidar del mismísimo Treize Khushrenada,

 

La mirada negra del muchacho se debió solo por un minuto para estudiar a sus enemigos.

 

El extraterrestre que dirigía la Organización del Zodiaco, era imponente aunque su exterior fuera afable y calmado, de un metro ochenta el hombre tenía un porte fierro, se manejaba con elegancia y seguridad, sus rasgos eran elegantes y de un atractivo peligroso, de cabello castaño y mirada azul, no aparentaba más de treinta años, cuando en realidad tenía más de cien, se notaba que estaba en su medio mientras permanecía moviéndose carismáticamente entre todos esos político y militares de alto rango. Wufei nunca había visto a la mano derecha de esos seres, pero no podía negar que no podían haber elegido mejor líder militar que los representara.

 

Por un segundo sus miradas se entrecruzaron, los ojos azules audaces del extraterrestre brillaron, eso fue todo lo que duro, pues enseguida se dirigió a su recién llegado acompañante, el marqués Zechs y entro a la sala de reuniones, a las afueras se quedaron todos los demás vigilando que nada entrara y en el caso del joven chino, que nadie saliera también.

 

----------3----------

 

-Amo ya todo está listo- le comunico uno de los hombres que trabajaba para su padre, en vista de la situación actual, su progenitor lo había mandado lejos para protegerlo de caer en manos de la Organización del Zodiaco. Como joven intrépido se reusó solo a observar, por lo que acepto ser piloto del Gundan Sandrock y ahora estaba dispuesto a morir para terminar con esa guerra, tan vez si lograban eliminar a los extraterrestres, se lograría conseguir una cura y sus 29 hermanas tuvieran chance de formar una familia.

 

Su nombre era Quatre Raberba Winner era el heredero de una de las familias más poderosas de la Colonia L4, dedicada a la minería espacial y que tenía un importante número de asteroides y colonias de recursos, aunque eso casi nadie lo sabía, pues no conocían de su existencia, su padre era el jeque y su madre había sido una estadounidense, una de las pocas mujeres que había podido dar a luz, aunque el había sido su ultimo hijo antes de morir.

 

Oyó como le quitaban el seguro a un arma y asustado volteo, temiendo que después de todos sus planes los hubieran descubierto.

 

Pero se tranquilizó al ver a un joven de diecisiete años de cabello castaño largo que le cubría parte de la cara

 

-Trowa-dijo emocionado acercándose hasta el joven, este era el encargado de activar el cargamento que estaba más lejos de las instalaciones y proteger que nadie desactivara sus municiones hasta que llegara el final ansiado por todos.

 

-Disculpa si te asuste- el descendiente del jaque se acercó, quitándose el velo que cubría su rostro, mostrando una enorme sonrisa, que junto con sus sonrojadas mejillas y su dorado cabello lo hacían ver como un ángel.

 

Pero el otro joven llamado Trowa, que también era piloto Gundan no parecía inmutarse por su presencia.

 

-No hay problema, me alegra que estés aquí ¿todo salió bien?- el castaño asistió con un gesto frio.

 

-Qué bueno, ahora solo queda esperar- dijo tímidamente el rubio, el pequeño desvió la mirada para no encontrarse de nuevo con esa mirada fría que tanto había aprendido a admirar y adorar.

 

Hacía casi un año que Quatre conocía a Trowa, desde el principio había insistido en que unieran fuerzas, aunque no se atrevía a decirlo, desde que lo conoció no había querido apartarse del joven, pero el castaño, tal vez por su actitud o por su falta de sentimiento o memoria, no se había interesado, con esfuerzo e insistencia formaron una amistad y podría decirse que pequeñamente algo más, pero todo había vuelto a cambiar desde la muerte de su amiga Catherine Bloom y el regreso de su memoria, volvió a ser frio y distante, tratándose de nuevo como desconocidos.

 

Sin embargo, Quatre no podía olvidar lo que sentía

 

-Me alegra que todo por fin acabe- le dijo después de un silencio –y si tengo morir, estoy feliz de que sea a tu lado- alzo la mirada y sus ojos se encontraron, después de meses por fin volvió a ver sentimiento en la expresión del castaño, aunque la angustia no era lo que esperaba.

 

-Todo final es un comienzo, solo espero que nos puedan personar- Quatre entendió que se refería a los humanos que al igual que ellos y los Specials que estaban en esa Colonia, morirían con la explosión.

 

Sin poder contenerse más abrazo al castaño, que le correspondió, sintiendo ambos mucho dolor por razones diferentes.

 

----------4----------

 

Duo, el quinto piloto Gundan, era el encargado de colocar los explosivos en el lugar más cercano donde se llevaría a cabo la reunión de los Specials.

 

Tenía que hacerlo sin poder camuflajearse, pues a esa área solo entraban gente conocida por el alto círculo de OZ.

 

A pesar de tener altos cargos, no se podían descuidar por eso, todo lo contrario, cada uno de esos Specials se había ganado el puesto por mortales habilidades, todos eran entrenados asesinos.

 

Pero, él no era cualquiera, no por nada lo llamaban la Sombra negra, siempre desaparecía sin dejar rastro.

 

El explosivo fue colocado en la base de la enorme araña de cristal que decoraba el salón de reuniones.

 

Vestía un traje que le cubría hasta la cabeza, del mismo color y motivo abstracto del techo, por lo que sus movimientos eran prácticamente imperceptibles, se movía gracias a un dispositivo que anulaba la gravedad y lo mantenía pegado al techo.

 

Ahora solo quedaba esperar el final, abajo vio como los Specials se organizaban para recibir a su rey, tan abstraído estaba en conocer por fin la cara del líder de esos engendros que no noto que alguien le apuntaba con una malla eléctrica, se dio cuenta ya muy tarde y a pesar de que no se vio atrapado con la red, si sintió un fuerte electro shop.

 

El aparato de la gravedad fue dañado y empezó a caer, pero antes de tocar piso tomo una de la telas que hacían de decoración del centro de la araña a los pilares que conformaban en redondo salón.

 

Aterrizo sobre la mesa de comida, todos los Specials estaban estáticos, tal vez creyendo que todo era efecto de su imaginación, ningún humano se atrevería a tanto, pero la incredulidad les duro poco.

 

Empezaron a atacarlo y a pesar de que se las estaba ingeniando muy bien tomando lo que estaba a su alrededor, el segundo tiro de una maya eléctrica si lo inmovilizo

 

El marqués Zechs era el que había lanzado los dos tiros contra Duo, el extraterrestre con la máscara de hierro se acercó a la esquina donde lo había logrado inmovilizar.

 

-Pagaras muy caro este atrevimiento ser de raza inferior- lo amenazo cargando el arma para darle otra potente descarga de electricidad

 

-Marques- una imponente voz se hizo presente entre los ruidos que había formado la contienda, era la voz de alguien con mucho poder pues el llamado se puso en posición de espera como muestra de su respeto y todos se hacían de lado con inclinaciones para dejar pasar al dueño de la misma –Yo seré el que juzgare que castigo se le implantara a este humano-

 

-Si mi señor- indico el portador del casco de metal, haciendo una reverencia

 

Sus rasgos a pesar de haber cambiado y perdido toda niñez, según manteniendo ese mismo aire del pasado, su pelo negro y lacio era casi tan largo como el suyo y lo llevaba suelto y algunos mechones largos le cubrían su mónera cara, sus labios eran finos y su nariz recta, media más de un metro ochenta y vestía con una túnica hecha de los más caros materiales… en ningún momento había abierto los ojos, tenía una expresión en la cara de profunda meditación y los ojos cerrados, pero no se le escapaba ningún movimiento, gesto o situación, parecía poder ver sin abrirlos y  era un hecho normal pues más nadie que el joven parecía reparar en ese hecho

 

“No… no podía ser el” se dijo el muchacho tan asombrado que ni intentaba luchar por liberarse

 

- Treize encárgate de encontrar a los compañeros de nuestro invitado y sus regalos- se dirigió al jefe militar que observaba todo en calma tomando una copa de vino –ya dos están controlados por nuestro nuevo soldado-le informo –pero aún quedan sueltos dos más y son muy peligrosos, así que no te confíes, deben estar cerca de la ubicación que te proporcione-

 

-Entendido- dijo calmadamente el hombre dejando la copa en la mesa y retirándose del salón seguido del marques Zechs

 

-¿Qué hacemos con el su majestad?- hablo uno de los que estaban apuntando al muchacho por si hacia algún otro movimiento, aunque este parecía todavía estar en trance

 

-Nada- respondió el monarca, se acercó al muchacho y los demás Specials retiraron la red, el joven podría atacar o huir, pero aun observaba como si fuera un fantasma al rey de la organización del Zodiaco -Me acompañaras voluntariamente ¿verdad que si Duo?- le pregunto inclinándose el jefe de todos y ofreciéndole amablemente la mano, todos los presente soltaron una exclamación al ver que su majestad abría los ojos y miraba directamente las pupilas violetas del muchacho.

 

Esas iris metálicas, le dieron la respuesta que se negaba a creer.

 

-Solo- fue el murmullo que se escapó de los labios del chico.

 

----------5----------

 

Algo había salido mal, esa es la conclusión a la que había llegado Wufei al ver que varios de los Specials salían del salón de reunión, mucho antes que terminara, pero todavía había esperanzas, ninguna parecía querer abandonar la Colonia y una vez que explotaran las municiones no habría parte en la misma o alrededor que se salvara.

 

-No sé cómo pueden relacionarse con esa especie inferior, son débiles, no tienen honor ni sentido de lealtad, su inteligencia no se desarrollaría ni aunque tuvieran cuatro veces nuestro tiempo- esas eran las palabras del marques Zechs que hablaba con el jefe militar de los Specials, Treize –Preferiría que nuestra especie terminara con honor a que se relacionara con esos animales de carga-

 

-Los humanos no tiene habilidades estándar por naturaleza marques, les lleva tiempo desarrollarlas, pero son contantes, habilidosos y leales cuando se identifican con una causa-

 

-Estar rodeado de tantos te han empezado a afectar Treize, todavía no he conocido al primer humano con esas características-

 

-Porque en realidad no se ha dedicado a conocer a ninguno y con los que tratan de unirlos son especímenes temerosos y sin formación de carácter-

 

-Son una especie sin carácter y punto- concluyo tajante el del casco

 

Ambos eran seguidos por un escuadrón de seguridad, dentro del cual se encontraba Wufei, si no fuera por su entrenamiento, que se refirieran de esa forma de su especie lo hubiera delatado fácilmente

 

-Es tan fácil quebrarlos que hasta lo veo más  interesante que cortejarlos- las imágenes de esas palabra pasaron por un segundo en la mente del muchacho, bonita palabra “cortejarlos” a la forma despiadada en que los usaban hasta matarlos, pero rápido recobro la calma –Son una especie autodestructiva que no tiene respeto por lo hermoso o lo valorable, no protegen sino destruyen, no se responsabilizan por sus errores, prefieren mentirse y culpar a los demás-

 

-Me queda claro la forma en que los concibe marques, pero es mi deber recordarle que el Rey pidió que los humanos fueran capturados con vida, espero que su desprecio por esa especie le haga olvidar sus ordenes

 

-No me ofendas Treize, que crees que soy ¿humano?-

 

-Diríjase al sector cinco, puede llevarse la mayoría de mi escolta, su terreno a cubrir es más grande que el mío y según tengo entendido en esa área se encuentra su hermana, así que creo que querrá doblar la protección,  yo solo que quedare con tres- dijo señalando a los tres primeros que estaban encabezado a los armados, dentro de ellos Wufei

 

-Tiene razón, siguiendo las órdenes me marcho- hizo un gesto militar de inclinación y se marchó con los hombres, cuando ya se perdió de la vista el general militar de los Specials hablo en voz alta

 

-Es admirable tu grado de control- hablo sin dirigirse a nadie, seguía con la mirada fija por el camino que había tomado el marques –la mitad de esos insultos hubiera hecho salir de sus casillas hasta al más tranquilo de los de tu especie-.

 

Wufei no necesito más palabras para saber que había sido descubierto, tomo su espada e hirió a los dos soldados de la escolta que estaban a su lado, pensaba acabar con ellos cuando una espada se lo impidió

 

-Aunque somos soldados y estamos preparados para morir, vinieron con una esperanza a este planeta y todavía no la han logrado así que agradecería que centraras tus ataques en mí - el general Treize había inmovilizado su ataque con su espada y lo miraba directamente a los ojos calmadamente, pero con un brillo intenso

 

El joven chino se alejó de un salto haciendo espacio entre ellos y colocándose en posición de ataque.

 

El mayor no hizo movimientos bruscos, pero agito la espada con soltura y experiencia correspondiendo la pose del humano.

 

Ambos demostraban un manejo profesional del arma y sin otra distracción atacaron con todo a su oponente.

 

----------6----------

 

Los habían descubierto, mandaron a tropas siguiendo sus pasos, para alejarlos de la bomba se dirigió a la parte habitada por los altos representantes de los Specials, la seguridad hay era mejor, pero solo exteriormente una vez dentro, eran pocos los oficiales que esquivar, era un edificio elegante y podía ver a algunos seres pertenecientes a esa Organización con humanos en estado a su lado como muñecos sin vida, algunos estaban rodeados de niños que inocentes recibían con cariño los obsequio que les daban, desconociendo el futuro negro que les espera a cambio de eso.

 

Soldados empezaron a entrar al parecer guiados por una alarma, Heero se ocultó entre las sombra y entro en una de las habitaciones cercanas. En ella una pequeña niña  con un vestido rosa era peinada por un hombre que estaba vestido como mayordomo.

 

Sin delatar su entrada entre abrió la puerta para ver qué pasaba afuera, los Specials eran cada vez más y desalojaban a los que estaban dentro del edificio, uno vestido con traje rojo y blanco y con una máscara de hierro en forma de halcón se abrió paso hacia la habitación donde se encontraba

 

Rápidamente termino de entrar en la habitación dejo sin sentido al mayordomo y sacando una pistola tomo como rehén a la niña

 

-Relena- murmuro el nombre de la niña el marques Zechs al entrar a la habitación y ver a la niña capturada

 

-Es mejor que todos sus hombres se queden exactamente donde se encuentran-

 

-Para esperar ¿qué? ¿La explosión de las municiones que colocaron?, pues no te sugiero que cuentes con ello, pues las mismas ya fueron halladas y desactivas- a pesar de que eso no le agradaba, Heero no mostro perturbación por el hecho, solo era una batalla que perdían, la guerra continuaba

 

-Si no quiere que le suceda nada a la niña me dejaran tomar la nave más rápida que tengan, una vez que me aleje lo suficiente soltare una cabina con la niña para que la rescaten- la pequeña lloraba desconsoladamente tratándose de acurrucar, pero sin poder por el brazo de Heero que la sostenía derecha y la izquierda que la apuntaba con el arma

 

El marques no quería obedecer las órdenes de ese ser inferior, como podía valerse de su dulce hermana que no le había hecho mal a nadie, acaso no veía lo aterrorizada que estaba… pero no hacerlo significaba que la mataría cruelmente como el animal asesino que era, tenía que seguirle la corriente hasta hallar la forma de alejarlo de ella, pues dudaba en que cumpliera su palabra, esos seres no tenían palabra

 

-Está bien lo haremos a tu modo- dijo ordenando que le trajeran lo que pedía

 

-Tengo miedo, no me dejes- grito desesperada la niña al ver que el marques se alejaba para dar las ordenes, moviéndose inquieta para ir con el

 

-No te muevas pequeña- le susurro Heero tomándola con más fuerza –No te hare daño lo juro, solo quiero salir de esta, ni siquiera te llevare conmigo, pero debes portarte bien y pronto todo terminara- le dijo con más calmada soltando su agarre al ver que dejaba de moverse y empezaba a hipear suavemente, pensaba cumplir lo que le dijo, podría sacrificar gente en una destrucción masiva por su raza, pero no mataría a una niña fríamente así fuera por salvarse

 

El marques Zechs no sabía con qué había amenazado ese humano a su hermana, pero lo haría pagar por todo. No confiaba en él, así que había mandado a colocar a un escuadrón de franco tiradores fuera del edificio, cuando el humano saliera del mismo y estuviera distraído lo mandaría a matar, confiaba en los tiros de sus hombres, acabarían con el antes de que le hiciera algo a su hermana.

 

La nave llego rápido y dando la orden de que se mantuvieran lejos Heero abandono el edificio, no le costó nada darse cuenta que había francotiradores por todas partes y que estaban preparados para dispararle, a pesar de las grandes habilidades por las que eran conocidos los Specials ni aun ellos a esa distancia podría darle sin evitar un margen de error que pudiera herir a la niña, pero no parecía importarles.

 

-Creo que a partir de aquí todo se ha hecho muy peligroso para que me acompañes- le murmuro a la niña –perdóname por el mal rato que te he hecho pasar- le dijo por ultimo antes de soltar cuatro bombas de gas, le coloco una máscara de aire a la niña y la coloco en un lugar protegido antes de emprender su huida.

 

Pero no llego muy lejos, un fuerte golpe lo tumbo entre la bruma al acercarse a una de las alcantarillas de la Colonia, se paró y golpeo a su contrincante pero este era hábil, a pesar de la poca visibilidad ninguno perdía detalle del otro

 

-Te matare por lo que le haya pasado- grito el atacante revelándole a Heero que se trataba del marques Zechs, la niebla ya estaba casi evaporada, el piloto Gundaw sabía que ya no tendría oportunidad de escapar, así que lo que le quedaba  era acabar por lo menos con ese Specials, antes de ser capturado

 

Pero el marques Zechs estaba encorecido, su hermana era asmática y a pesar de que el humano no la hubiera herido, el humo ya habría hecho suficiente para dañarla, la rabia le daba más poder, golpeo al humano que cayó al piso inconsciente, pensaba matarlo con el siguiente golpe cuando el grito de su hermana lo detuvo

 

-Hermano estoy bien, él me puso una máscara de aire- dijo la niña que había sido encontrada por sus hombre

 

El marques vio aliviado y sorprendido a su hermana, para luego dirigir la mirada al humano que se encontraba en el suelo, era joven, no mucho más mayor que su hermana, pero había demostrado ser un excelente luchador y a pesar de todo había protegido a su hermana

 

-Llévenlo al calabozo de mi fuerte, me encargare de él después- ordeno

 

Notas finales:

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