El compromiso…
Trataba de conciliar el sueño, apenas había pasado un par de días en este lugar y las cosas, se habían enredado a tal extremo que no sabía cómo o cuando se resolvería.
¿Preocupado, por esta pequeña complicación?, pues no lo estaba, digamos que era un riesgo aceptable y que estaba dispuesto a correr, solo para alcanzar mi objetivo.
En definitiva, era demasiado frio y no media las consecuencias de mis actos, pero eso formaba parte de mi personalidad explosiva.
Respire hondamente, viendo al techo, recostado en esa cama, que no era mía, en un lugar al cual no pertenecía, pero extrañamente me sentía cómodo.
Mi cabeza apoyada en mis manos, mientras mi pierna derecha estaba sin cubrir, mostrando apenas, mi ropa de dormir, que era una playera negra y unos pequeños calzones del mismo color. Mi oscuridad contrastaba con la claridad reinante del lugar y no por que el sol estuviera presente, si no por el propio dueño de la habitación.
Me sumía más y más en mis pensamientos, cuando escuche un tímido grito
-¡No!- mi reciente adquisición se incorporó de golpe de su sofá, para solo caer en el duro suelo. Casi estallo en risa, si no es porque la luz de la luna, mostro las gotas de sudor que corría por su cuerpo…Su rostro mostraba terror y a la vez dolor.
Dirigió su mano a su frente, para secar el sudor y sin dudar más se puso de pie.
Cuando mucho había dormido dos horas y al parecer estaba acostumbrado a esta extraña rutina.
Camino hacia sus computadoras y tecleo unas cuantas cosas y los monitores negros, mostraron color…No había ningún fondo de pantalla, nada solo líneas y líneas de código. El chico tomo asiento y comenzó a teclear con más fuerza, para finalmente presionar enter.
Un extraño programa comenzó a correr, mientras él veía pasar las cientos de línea, luego se giró y ordeno imprimir algo. Empujo su silla hasta la impresora y tomo unos cuantos papeles, lo introdujo en un sobre pequeño, lo cerro. Volvió a girarse, presiono otras cuantas teclas y todos monitores, se mostraron oscuros y los equipos apagados.
De forma monótona y casi autómata, tomo el sobre, se levantó de su silla, camino hacia mi cama y lo coloco, justo a mi lado, mientras yo me hacia el dormido.
Suspiro, para luego seguir su camino hacia el baño.
Espere unos segundos y escuche como el agua de la ducha era abierta y como es de suponerse, me imagine que estaba tomando un baño.
Abrí el sobre y encontré aproximadamente unas veinte páginas, que fueron liberadas por el hacker, así que sin dudarlo dos veces, saque mi celular y tome unas fotos a las hojas impresas y con un mensaje solicite a mi personal que verificara si era cierta esta información.
Escuche como el agua dejaba de correr, así que volví a cerrar el sobre y me acomode de nuevo en la cama y con un ojo entreabierto, lo vi salir del baño sigilosamente, apenas cubriendo parte de su cuerpo, con una pequeña toalla, era obvio que no estaba acostumbrado tener visitas, en su habitación, porque salió a buscar su ropa y así poderse vestir en el baño.
Las pequeñas gotas de agua remplazaron el sudor y algo extraño me sucedió, al notar su cuerpo semi desnudo, apenas iluminado por la luz de la luna que se filtraba por su ventana.
Sentí atracción, sentí ciertas cosas, muy poco correctas y fue en ese preciso instante que dude, que comencé a cuestionarme …
En la mafia, tenía todo a mi disposición, dinero, poder y mujeres, pero el punto de todo este asunto, es que mis supuestas relaciones no habían durado más de unas cuantas horas y ¿por qué?, pues al fin y al cabo, mi imperio estaba construido en base a un sentimiento que sabía que no existía y que me rehusaba a sentir.
Obvio, que tenía experiencia digna para mi edad, pero tenía que admitir, que hay algo en ese pelirrojo que me llamaba la atención.
Matt, caminaba lentamente hacia el baño mientras yo lo detallaba con detenimiento, cuando mi celular sonó, sobre saltándolo. No sabía qué hacer, así que decidí, solo moverme un poco y seguir haciéndome el dormido.
El chico me miro e ignoro y siguió al baño, cerrando la puerta. Me moví lo más rápido posible y tome mi celular, solo para encontrar la notificación de que ciertamente las páginas estaban liberadas. Yo arquee mi ceja y pensé que el pequeño hacker tenia palabra, algo extraño y casi exótico de encontrar. Con ese último pensamiento, extrañamente me sentí más calmado o seria el efecto de mi arma, bajo mi almohada, pero el hecho es que me quede dormido profundamente.
-Muy buenos días- Escuche y me levante de golpe, sacando mi arma y apuntándole directamente a la cabeza a quien tenía al frente, que resulto ser cierto pelirrojo-Disculpa que te despierte, pero son las nueve de la mañana y pensé que te gustaría desayunar- Dijo el chico sin si quiera inmutarse, por el arma que pudo haberle matado. Baje mi arma lentamente, solo para observar, un pan muy tostado, es decir, bordeando a lo quemado, unos huevos revueltos, muy pálidos para mi gusto, un vaso de jugo de naranja y una taza de café muy negro-No si sea de tu gusto, pero es lo mejor que pude preparar. - añadió, caminando hacia una pequeña estufa que tenía en su habitación. Me le quede viendo con duda, pues no era muy lógico que alguien considerara su habitación un departamento de soltero- Sé que es extraño- Dijo, casi leyendo mi mente, mientras se servía lo que se suponía era su desayuno- No suelo salir mucho, pasaba días enteros encerrado en mi habitación y pues mi padre creyó que era mejor, que tuviera algo donde cocinar y que comer.- Agrego sonriente, caminando hacia el sofá y sentándose en el- Y… ¿te gusta el desayuno?- Pregunto un poco nervioso, como si buscara conversación y yo en lo personal quería decapitarlo, pues odiaba que me despertaran de golpe y por obvias razones, su habitación es muy pequeña y creo que su baño no contempla una bañera, donde tomar un largo y relajante baño. Suspire con molestia y lo mire, con rabia. Quería ofenderlo en cualquier idioma que yo conociera, que eran aproximadamente unos diez y cuando me dispuse hacerlo, alguien llamo a su puerta.
Matt se tensó, porque con la mirada le di a entender que si abría lo mataría, pero si podía controlar a Matt, no podía controlar a quien tocaba la puerta.
El trozo de madera se abrió y un hombre vestido elegantemente, con cierto porte francés, entro en la habitación de Matt.
-Disculpe la interrupción, joven Matt, pero su padre le solicita- Dijo el hombre, mientras me lanzaba miradas de desaprobación.
-Está bien voy en seguida- Respondió Matt, de forma apresurada.
-Y solicita, que traiga a su acompañante- Añadió el mayordomo… Desde cuando soy un acompañante pensé…
Sabía que tenía problemas, pero no suponía que tanto, solo me limitaba a caminar rápidamente, hacia la oficina del Watari, el protector de mi mayor enemigo.
Levante mi mano y golpee con determinación la puerta, solo para escuchar aquella anciana voz, permitiéndonos entrar.
Matt, parecía nervioso y asustado, aunque trataba de ocultar ese temor, detrás de unos googles, que había decidido usar, solo a unos cuantos pasos, antes de ingresar al despacho de su padre.
-Por favor tomen asiento – Dijo el hombre, en su cómoda silla de oficina mirándonos con curiosidad desde su escritorio. El lugar era muy amplio, tenía chimenea, ventanas altas, enchapado de madera y una alfombra muy suave y excesivamente limpia-¿podrían explicar que sucede entre ustedes?- Cuestiono el anciano sin anestesia.
-Pues.. yo.. eh.. yo- Matt, trataba de encontrar palabras, pero al parecer su confusión era muy grande.
-Somos novios.- Me apresure a responder- ¿Algún problema?.
-No, de hecho no- Dijo alguien más saliendo de la nada.
-L- soltó Matt, como si entendiera que estaba sentenciado a muerte. El chico de cabello negro y de muy mala postura, camino hacia nosotros y se sentó de una forma muy extraña al lado, de su supuesto padre.
-Solo queremos que nos contesten un par de preguntas- Dijo el pelinegro, mirándome fijamente- ¿Desde cuándo son novios?-
-Yo..- Matt, trato de intervenir, pero yo lo interrumpí, pues este un juego en cual yo solo quería participar. Era obvio que Matt, podía ser un buen hacker, pero solo era eso. L era un mito, una leyenda en mi mundo y quería probar que tan cierto era eso.
-Hace un año y dos días- Respondí, sacando una barra de chocolate
-Que preciso eres- Comento el gran L- ¿Cómo se conocieron?
-Internet- Dije seco y directo, mientras observaba como Matt, movía la cabeza hacia ambos lados, como si presenciara un partido de tenis verbal.
-Interesante. ¿Cuál es su color favorito?- Pregunto y enseguida, comencé a formar un perfil de Matt, algo que solía hacer con mucho placer, para doblegar a mis enemigos y sorprender a mis aliados. Mi don, conocer a las personas antes que se conozca a sí mismos y darles en su punto débil
-No tiene, pero su playera, favorita es a rayas- Dije, recodando cuando abrió su armario y vi aquellas playeras de rayas, negras con blanco o con rojo- Unos jeans, usa botas, aunque prefiere unas convers usadas. Es un poco retraído, aunque eso le da entender a ustedes, pues piensa más de lo que dice- Añadí, repitiendo las palabras del señor Quang y asi desviando el tema- Y usa esas googles, por qué tan sencillamente, sus ojos le delatan- Sentencie, mordiendo mi barra de chocolate, pensando que había salido victorioso. L sonrió, con suficiencia
-Es interesante, que conozcas tantos detalles de Matt, pero es extraño, que no sepas que hace aproximadamente un año, el sufrió un terrible accidente que casi le cuesta la vida – Trague grueso y entendí, por qué Matt, quería hablar. Había dicho demás, confiado en mí astucia y mi inteligencia y ahora no sabía cómo remediarlo, aunque debía admitir que eso aclaraba su extraño comportamiento nocturno y su incapacidad para dormir.
-No lo sabe, porque no quería decírselo- Intervino Matt-Nuestra relación al principio no fue la más convencional- Añadió mirándome-Como puedes ver hermano, de por si la relación no es convencional- Dijo con firmeza
-Entiendo- Respondió L, llevando su pulgar a su boca. Medito por unos segundos y pregunto- ¿Se aman?- La pregunta era por demás delicada. Mi problema no era engañar, mi problema es Matt y su debilidad
-Si- dije seguro y tomando la mano de Matt, para apretarla con fuerza y sintiera o la presión o la confianza, para contestar afirmativamente. Matt me miro y casi podía sentir su mirada suplicante justo debajo de sus googles, lanzo un largo suspiro y asintió, sin decir nada más. L nos miró y sonrió fríamente.
-Entonces, no tendrán ningún problema, en casarse-
-¿Casarnos?- Gritamos ambos al mismo tiempo
-Pero.. no es permitido, es decir, somos pues… - Matt titubeaba y miraba a todos lados como clamandando ayuda.. ¿Tan mal novio soy?...
-Dos chicos- Decidió hablar Watari- Lo sabemos, pero también sabemos, que en algunos estados y naciones, es permitido las bodas entre personas del mismo sexo.
-Así que solo es cuestión de trasladar la boda de light, a algunos de eso lugares- Completo L
-La boda de Light es en dos semanas- Dijo alarmado el hacker..- Hay cosas que hace y…
-Sabemos que es pronto, pero tienen un año y dos días, conociéndose, eso habla de lo estable de su relación- Intervino L, sonriendo, como si supiera perfectamente lo que estaba planeando.-Y por los preparativos, de eso nos podemos encargar.
-Solo falta que ustedes lo oficialicen- Añadió Watari y a Matt, casi se le cae la mandíbula y no es para menos, pues todo había comenzado por un simple hackeo a mis páginas.
El anciano se puso de pie y camino hacia la chimenea, de su enorme oficina y tomo una pequeña réplica de la Venus de Milo.
Al accionarla, se abrió una pequeña puerta en la pared, mostrando una caja fuerte. Watari camino hacia ella, coloco su clave y esta se abrió.
El anciano tomo una pequeño estuche aterciopelado negro, cerro la caja fuerte y la puerta y comenzó a caminar hacia su escritorio. Con mucha solemnidad, el hombre, coloco el estuche sobre su escritorio, en medio de Matt y mío.
-Esta pequeña caja, contiene un anillo de compromiso- Watari suspiro- El anillo, fue forjado, cuando ustedes llegaron a esta casa. Es único e individual-Aclaro- Con este anillo, podrás heredar parte de mi fortuna y así garantizar mi protección - El anciano, camino lejos de nosotros y volvió a tomar asiento en su enorme silla.- Tu serias el primero de mis hijos, que deciden tomar la cláusula y aunque como tu bien lo dijiste, no es algo convencional, te apoyaremos al máximo- Menciono-Puedes tomarlo-
Matt parecía confundido y temeroso, así que levanto su mano derecha y con dudas, se acercó al pequeño estuche, para finalmente tomarla.
-Mail-intervino L, haciendo que el hacker levantara su cara, para verle- Puedes meditarlo, te daremos el día de hoy.- Matt asintió y suspiro largamente
-Pueden retirarse- Ordeno Watari y yo me levante, sintiéndome perdido y no conociendo, los límites de esta pequeña gran estafa….
Matt, parecía confundido, triste y abstraído, mientras caminaba detrás de mí, por los largos pasillos victorianos de esa enorme casa, observando el pequeño estuche en sus manos.
Mire a los lados, solo tratando de encontrar un lugar donde poder hablar y al encontrarlo, lo tome de la playera y lo acerque a mí.
-¿Cuándo lo oficializamos?- Pregunte
-¿Qué?- respondió-¿piensas seguir con esto?
-¿Es que acaso tu no?- Respondí con otra pregunta, mientras Matt, se liberaba de mi agarre y retrocedía.
-Estas personas, son lo más cercano a una familia que tengo, no puedo mentirles- Dijo, guardando el estuche en el bolsillo de su jean.
-No me hables de moral, hacker- Conteste-Porque estoy aquí, porque así lo quisiste. Tú con tus tratos, para que te enseñara a conquistar y toda esa tonterías.
-No, estas aquí porque eres un estafador, que miente y engaña- Respondió, señalándome y solo Dios sabe, cuanto odio que me señalen. Asi que en un rápido movimiento de mi mano derecha, golpee su mano, que me señalaba altivamente, para finalmente empujarlo contra la pared, dejando que mis manos se mantuvieran firmes en su pecho
-¿Quieres decir la verdad?- le pregunte, acercándome demasiado a su rostro-¿ Porque no le dices, lo que hiciste?, ¡porque no le dices, que estoy aquí, porque quisiste ser un tonto superhéroe?. Vamos díselo- Susurre, de forma atemorizante-Porque yo le diré, que tu trajiste a esta casa a su mayor enemigo.- Matt agacho la mirada y suspiro, para luego levantar sus rostro y moverse de una forma que yo no me espere, pues el chico, me empujo sutilmente y logro que mi espalda se pegara a la pared intercambiando los papeles.
-No soy un tonto- Dijo, acercándose a mí, haciendo que su aliento rosara con mis labios, pasándome electricidad por el cuerpo, que no supe descifrar cuál era su fuente, si dolor, ira, impotencia o deseo.- Se quién eres, sé que quieres continuar con esta farsa, solo por que deseas destruir mi padre y a L.
-No eres un tonto, eres un idiota- Añadí, tratando de liberarme de sus manos pero no podía o no quería-¿Acaso sabes quién es tu primo?- Murmure y Matt se quedó en blanco. Ciertamente, Watari era mi enemigo, pero mis fuentes, me informaron que era su lindo sobrinito, el que hacia estafas y boicoteaba mi negocio, solo con la intención, de sacarme del juego. Mi anonimato y mi hermetismo, me había protegido, pero ahora podía destruir a Light.
-¿Qué pasa con Light?- pregunto el pelirrojo, confirmando lo que había dicho mis fuentes. Su propio primo duda de él. En el momento que estuve dispuesto a contarle a Matt, la torcida realidad sobre su primo y la razón por la cual, quería casarse, escuche unos pasos.
-Alguien se aproxima-Murmure y Matt me soltó, pero no supe hacia donde podíamos escondernos, así que dije- Beso.
-¿Qué?- pregunto el pelirrojo incrédulo, pero no tuvo tiempo de rehusarse, pues lo había tomado por la playera y atraído hacia mí para besarlo, intensamente. Matt, temblaba como un tonto cachorro, mientras sus labios inexpertos trataban de igualar los míos
-Que sea natural- Susurre entre sus labios
-Lo… lo siento- Respondió, acercando más su cuerpo y tomándome por la cintura. De un momento a otro, mis ojos cayeron lentamente y comencé a disfrutar de este pequeño experimento. Lleve mis manos a su cuello y deje que mis dedos se hundieran en su cabello y creo que las cosas estaban subiendo un poco de tono, porque el chico comenzaba a suspirar.
Los pasos se hacían más intenso y finalmente alguien aclaro su garganta, muy cerca de nosotros, haciendo que yo me separara un poco de Matt, que se quedó estático, con los ojos cerrados, aferrado a mi cintura.
-¿Qué deseas?- Pregunte molesto por la interrupción
-Hablar con Matt- la discordante voz del albino retumbo en el amplio pasillo…
El chico casi arranca a Matt de mi lado y mientras lo hacia una extraña sensación de vacío me inundo, que fue reemplazado por curiosidad…
Near no parecía un chico común, como nadie en esta familia y ahora este chico, me quitaba a mi hacker de mi lado…¿Mi hacker?.. diablos ¿qué me sucede?...Debo concentrarme mi plan peligra solo porque debo obligar a Matt, a hacer este compromiso…
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