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Siete cartas por Ansin

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Notas del capitulo:

Kyo Kara Maoh no es mio y etc etc etc n.n

Espero les guste, ya llevo dos cap y al final seran siete, solo que aun no se si colocar a mi lindo Wolf con Yu o con su admirador.

Y allí estaba Wolfram tirado en el suelo, pálido, su corazón no latía y el como un tonto viéndolo de lejos, sin poder hacer nada.  Anissima fue quien lo coloco en aquel aparato para congelar su cuerpo y conservarlo, hasta que pudiese encontrar la manera de regresarle su corazón.  

 

   Abrió los ojos y se sentó en la cama, tercera noche que sueña con el rubio y en todas este muere o espera a que alguien lo rescate –imposible – acomodo un poco sus cabellos y sintió como su mente se nublaba, eso era lo que sentía cuando el Maou se adueñaba de su cuerpo.

 

   Amaneció nuevamente, solo que el clima era perturbador. Suspirando y sin ánimos de mayor cosa, sentía su cuerpo un poco cansado pero al mismo tiempo relajado, si una muy rara sensación.

 

–Conrad – gritaba para que el chico de cabello castaño lo observara

 

–parece que lloverá – empezaron una plática normal y natural,  ya llevaba un tiempo sin poder charlar con alguien, ya que siempre era con Wolf con quien platicaba en la cama hasta ya muy entrada la noche

 

–oye, hoy no tengo muchos trabajo, parece que todo está marchando normal y las peleas disminuyen cada vez más – decía orgulloso  ya que muchos convenios se habían firmado, caminaron hasta los jardines traseros y allí vio al rubio escribiendo, abrió los ojos y aunque tenía ganas de ir a ver qué era lo que demonios estaba haciendo, se detuvo y siguió viéndolo, estaba concentrado escribiendo, lo que parecía una carta y recordó que él no le había respondido a aquel chico.

 

-Qué tal si vamos a ver si ya está el desayuno – Conrad lo saco de sus pensamientos y solo hizo una mueca de afirmación, para empezar a caminar, todos sus ánimos se habían ido a la basura.

 

   Bien, ya estaba decidido, desde que leyó esa dichosa carta, los tiempos de comida eran una gran tortura. Aunque no se hablara de nada, estaba completamente tenso ya que Wolfram se miraba de lo más distante y solo respondía con monosílabos – Con su permiso – el mazoku de fuego se levantó de la mesa.

 

-Hijo ya es tarde, debes de arreglarte correctamente – Cherry casi le grito y todos nos quedamos con un gran signo de interrogación en la cabeza

 

–Hoy es la fiesta que organizan las tierras de Sir Ethan y debes ir apropiadamente – se levantó la sexy quien para luego jalar de Wolf hasta sus habitaciones para arreglarlo.

 

-¿Qué fiesta y por qué no se me informo? – a Yuri casi le salía una arruga en la frente como le salían a Gwendal.

 

-Su majestad, lo que sucede es que el prometido del monarca debe de asistir a todas las reuniones sociales que se le inviten, es una gran obligación – ese era Günter explicándole –se lo dije hace bastante cuando hablábamos de los deberes y derechos que tiene como gobernante, al igual que Wolfram –

 

-eso quiere decir, que Wolfram ha estado de fiesta en fiesta desde que somos prometidos – lo dijo casi en un grito, ahora ya sabía el porqué de las llegadas tardes y a veces porque no estaba en el castillo. Suspiro profundamente y se retiró de la mesa para ir directo a la habitación de Wolfram, diría como excusa que no conoce a Sir Ethan y que por eso lo acompañará.

 

-Hijo ese atuendo se te mira de maravilla – esa era la voz de Lady Cecil –con este traje harás que Sir Ethan venga directo a robarte del castillo – gritaba emocionada mientras salía de la alcoba, para chocarse con el pelinegro –ohhh su majestad, debería de ver a mi hijo – decía sonriente –y luego no se queje que otro venga a robárselo – le guiño el ojo y paso de largo –claro que si necesita consuelo puede venir conmigo – dijo en un tono que solo ella podía utilizar.

 

  Entro a la habitación de Wolf, ya que Cherry la dejo abierta y allí vio a Wolfram en un traje de princesa –oye y ¿de qué te disfrazaste? – debía de admitirlo el cuerpo de Wolf se ajustaba bien en ese traje, además que la peluca que estaba utilizando si lo hacía ver como una chica y una muy hermosa.

 

-Majestad, no es de un buen monarca entrar a la habitación de otros sin pedir permiso – Wolf estaba que se moría de la vergüenza –y si me lo permite tengo una fiesta a la cual asistir – salió de su habitación, dejando al pelinegro solo.

 

   Lo que estaba haciendo no era correcto, pero necesitaba saber si existían más cartas de ese tal Ethan, porque si no había más cartas seguro era porque desistió y bueno, ya no habría peligro de perder al rubio y allí en un cofre encontró la carta, era de ayer.

 

Mí muy amado Wolfram

 

                A mi cuarta carta que le escribo, le eh de confesar que mi corazón late muy fuerte, ya que aún no ha llegado a mí una carta de rechazo, pero también esta desilusionado ya que no eh tenido respuesta a ninguna de mis otras tres cartas.   Tomare como excusa que el día de mañana se realizara una fiesta y banquete al honor de nuestra prosperidad, aunque le debo de aclarar que lo que busco el poder verlo de nuevo.

 

                Sé que es atrevido de mi parte, ya que usted como el prometido de nuestro gran monarca, ser a quien admiro demasiado, ya que él fue quien me inspiro a organizar un pueblo donde mazokus y humanos puedan convivir en paz y del quien también tengo uno que otro sentimiento reprimido ya que este monarca es quien tiene el honor de tenerlo a su lado todo el tiempo. Sé que no puede negarse a mi invitación por obligación pero tratare que la fiesta sea completamente de su agrada, también le informo que es una fiesta de disfraces.

 

                También quiero hacerle de su conocimiento que me eh propuesto que en siete cartas, usted me dé una respuesta, de un sí o un no definitivo a mis sentimientos, esta es la cuarta carta, solo me faltan dos, pero la esperanza de poder tener una comunicación por correspondencia con usted no me hace flaquear en mi decisión.

 

                Como en todas mis cartas, le dejare un regalo, bien en este caso son dos, ya que con esta carta llego un paquete con el traje que me encantaría poder verlo en la fiesta.  Bien mi regalo son mis suspiros, ya que una creencia de mi tierra es que cada vez que se suspira un poco de tu alma escapa del ser,  y es de esa manera que mi alma le pertenecerá por completo. Suyo por y para siempre:

 

                        Sir Ethan Berkert

 

   Respiro profundo y guardo la carta donde la había encontrado, se sentó en la cama de Wolf y empezó a meditar, es que acaso solo unas cuantas palabras y cartas iban a destruir lo que casi tres años de vivencias habían construido, además era el rubio quien siempre estaba detrás de él, diciendo y gritando que era su prometido.

 

  Se acostó en esa cama y dejo que sus sentidos se inundaran con el aroma de ese ser tan perfecto y bello, sonrió ampliamente al escuchares, al parecer ya no había marcha atrás, si se había enamorado de aquel rubio orgulloso –solo espero que venga temprano – estaba sumamente cansado, no había logrado conciliar el sueño y bueno, el aroma de Wolf parecía un buen sedante y calmante, por lo que se quedó dormido en esa cama.

 

   Ya era de madrugada y Wolf entro, se sentía un poco mareado por las copas que tomo, no habían sido más de dos pero como no estaba acostumbrado

 

–demonios esto estorba – caminar con un vestido tan esponjoso, a los ojos del mazoku de fuego, no era fácil –bien, fue provechoso – se sentó en una de las sillas de su habitación y se quitó la peluca, sonrío y luego se tocó los labios –con que huye conmigo – suspiro y se estiro; tan ido en sus pensamientos estaba que no vio que cierto pelinegro estaba viéndolo, y estaba furioso.

 

-Vaya que  horas son estas de llegar, parece que estuvo buena la fiesta – dijo de manera acida, yo preocupándome y tu divirtiéndote.

 

-Yuri, que haces en mi cuarto – abrió los ojos y se sonrojo, no le gustaba que él lo viera con vestido –Sir Berkert, fue muy amable y me hizo el invitado de honor de su baile, por eso tenía que estar toda la noche – no sabía porque, pero le estaba dando explicaciones.

 

-Sir Berkert, bien si tanto querías te hubieras quedado con el –

 

-¿Qué se supone estas insinuando? – se levantó, al momento se pudo ver el traje de Wolf sucio de tierra y algunas hojas  y que estaba roto de un hombro, al igual que desordenado de la parte baja

 

-¿Qué son esas fachas? No mejor no me digas como termino tu fiestecita, es en la que eras el invitado de honor –sonrío de medio lado

 

-Yuri que demonios está pensando esa pequeña cabeza que tienes- se enfadó, sabía bien a que se quería referir, como era posible que desconfiara de su prometido –para tu información no soy un traidor infiel como tú – le grito y le lanzo la peluca –ahora vete de mi habitación –Le señalo la puerta

 

-Bien, me voy sabes, lo bueno es que ya entendí perfectamente que clase de persona es Wolfram von Bielfield – dijo de la manera más cruel y fría que podía, saliendo del cuarto del mazoku.

 

   Nuevamente amaneció para Yuri y al igual que hace tres días, vio aquellos papeles en la mesa de su cuarto, aquellos donde Wolf pedía formalmente la anulación del compromiso, solo era una firma y ya estaba libre –no te daré la anulación – tiro los papeles y salió a realizar sus actividades diarias.

Notas finales:

Bien, estoy trabajando en el tercer capitulo, si tienen alguna critica o demas o alguna idea que les gustaria que agragara ustedes me dicen si n.n


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