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Tu no eres para el... por Aleliela

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-          No creo que venga – respondió Matt a la pregunta silenciosa de Taichi, quien miraba por la ventana en busca de su kohai, al escuchar las palabras del rubio se giró y le miro con el entrego fruncido – Ese mocoso es muy puntual… - señalo el reloj que daba las 12:46

 

Tai se quedó meditando las palabras de Matt, se cruzó de brazos y se recargo en el respaldo de su silla, miro nuevamente hacia la ventana, diviso mucha gente pasando con prisas, pero no lograba distinguir la silueta que buscaba, suspiro rendido.

 

Se le hacía extraño que el menor no se apareciera por ahí, después de todo, Davis siempre decia que no faltaría nada a sus reuniones por nada del mundo, algo que corroboro al presentarse a la siguiente junta a pesar de la tormenta que se encontraba afuera.

 

-          No comprendo – dijo Tai apretando los labios – Davis no faltaría sin avisar… - se puso de pie – Debe haberle pasado algo… - al decir esto se mordió el pulgar mientras trataba de pensar en que hacer

 

Matt permaneció en silencio, en su regazo se encontraba la nueva guitarra que T.K. le regalo para su cumpleaños y la cual planeaba usar en su próximo concierto, por tanto, se dedicaba a ajustar las cuerdas con cuidado sin importarle la preocupación que sentía su amigo.

 

El mejor que nadie sabía perfectamente porque el menor no había acudido y por el eso estaba adecuado, después de todo, él era capaz de mantener una expresión neutral frente a los demás, pero Davis se sonrojaría cada vez que sus miradas se encontraran además de que se sentiría terriblemente mortificado al estar junto a Taichi.

 

Su celular sonó y supo al instante que se trataba de Davis, sonrió complacido, saco el aparato del bolsillo de su pantalón y lo abrió:

De: Davis

Presente: >.<

Dile a Taichi-san que no iré.

¿Nos veremos?...

 

Aquel gesto era realmente tierno, Matt no puedo evitar reírse, empezaba a disfrutar de la situación, no porque sintiera algo por Davis, sino porque ese sujeto era interesante y todo hombre interesante merecía la pena, o eso era lo que él pensaba.

 

-          ¿De qué te ríes? – cuestiono Taichi intentando leer el mensaje, sin embargo el rubio alcanzo a guardar el celular y se encogió de hombros - ¡Bien!, ahora tú también pretendes cambiar tu rutina – acuso malhumorado el ex líder volviendo a ocupar su lugar junto a la ventana

 

Andaba de pésimo humor, en toda la semana no había podido ver a Sora, ya que sus horarios de trabajo no se lo permitían, el único día en que podía disfrutar dela compañía de sus amigos, Davis no aparecía por ningún lado, Izzy se había entretenido con unas de sus “invenciones” y Matt le ocultaba cosas.

 

Ya nada es como antes pensó tristemente mientras recordaba sus días de niñez y adolescencia, sino hubiera conocido a los Digimons en estos momentos no tendría a los amigos que tenía, y por eso, solo por eso…

 

-          Matt…

 

-          Lo siento chicos – Izzy apareció con una gran caja de cartón, como se le iba a caer, Tai fue corriendo a ayudarle, entre los dos llevaron la caja al uno de los escritorios que se encontraban en el aula

 

Tai intento abrir la caja, pero Izzy le dio un manotazo para que no fuera curioso, le indicio con el dedo que se fuera a sentar, sin otro remedio, el ex líder hizo caso, Matt, a su vez, le dirigió su atención al pelirrojo.

 

-          Últimamente Tai se ha quejado mucho de aburrimiento – inicio su explicación el chico – Por eso decidí, y gracias  a una casualidad, que tanto yo, Tai, Davis, T.K. y Matt ayudáramos a mi tío en su cafetería

 

Tanto Matt como Tai se pusieron de pie, pero ambos por diferentes motivos, el rubio tomo mal la notica, era de suponer que ahora que mantenía una “relación” con el kohai de su mejor amigo no quería que los dos estuvieran juntos, ¿qué tal si en ese tiempo juntos Davis contaba lo sucedido?

 

Mientras tanto, Tai se emocionó con la idea, era la excusa perfecta para mantener vigilados a los dos seres que le ocultaban cosas, Matt mostraba una expresión de disgusto, por lo que con más ganas se iba a comprometerse y obligarlo a que hiciera lo mismo y sobre Davis…

 

Tendrá que hacerlo esa fue la respuesta más lógica que encontró, asintió con la cabeza a lo que continuaba explicando Izzy, sin embargo su mente ya se encontraba en otro mundo, fantaseaba con lo que pasaría en cuanto todos estuvieran trabajando y como se odiarían o se afirmarían las amistades según las circunstancias.

 

Saco su celular y marco el número de su Kohai, el timbre sonó varías veces antes de entrar a buzón, frunció el ceño, pero intento nuevamente contactar con el menor y en esta ocasión si obtuvo respuesta

 

-          ¡Davis, por fin! – exclamo aliviado al escuchar la voz del menor - ¿Por qué no viniste? – pregunto en tono acusador

 

Matt contuvo la intención de arrebatarle el celular a Tai, soltó un suspiro, vio a Izzy, quien al ser interrumpido brutalmente por el ex líder, se dedicaba a sacar de la caja unos mandiles blancos junto con unos trajes negros de servicio.

 

A veces Matt envidiaba la capacidad de Izzy de no alterarse por las groserías de Tai, porque él se desesperaba fácilmente y ahora tendría que cuidarse de todo lo que decia y hacia, cualquier error  podría delatarlo y, sinceramente, no tenía la menor intención de dejar a Davis por mero capricho, porque no le importaba en lo absoluto si el menor salía lastimado

 

-          ¿QUE? – la voz estridente de Tai, hizo que Matt e Izzy dieran un brinco - ¿QUE ESTAS TRATANTO DE DECIR? – pregunto malhumorado dando una patada al suelo, se giró en redondo mirando a Matt entrecerrando los ojos

 

Vaya, al parecer la verdad salió mucho antes de lo que esperaba pensó el rubio mientras se cruzaba de brazos y tomaba una posición de ofensiva, no ganaría nada si se ponía a discutir con Tai directamente, la forma más rápida de que se calmara o, mejor dicho, que diera por evadido el tema, es que aceptara todo lo que le recriminara

 

-          Bien – convino Tai frunciendo los labios – Nos vemos, pues…  - cerro el celular y lo guardo en su bolsillo

 

-          ¿Y? – inquirió Izzy - ¿Va a ayudarnos o no?

 

Tai abrió la boca y la cerró poco después, es como si las palabras no existieran para describir lo que sentía, Davis había aceptado ayudar, pero le inquietaba la manera evasiva en que intento zafarse del embrollo cuando explico que Matt también estaría ahí.

 

¿Podría ser que Matt le hubiera hecho algo a Davis? , le paso por la mente esa pregunta, pero, deshecho al instante ese pensamiento, Matt no se atrevería a jugarle una broma a Davis y mucho menos usarlo como una de sus tantas parejas pasajeras ¿verdad? En todo caso le preocupada, y algo le decia que el mensaje que el rubio no le dejo leer era de Davis

 

Podía darle más vueltas al asunto pero jamás llegaría a la solución por sí mismo, necesitaba que los involucrados confiaran en él, y dado el caso de que lo siguieran ocultando, el trabajar junto terminaría delatándolos y eso es lo que esperaba que sucediera, debido a que los conocía, sabía que tendría que descubrirlos.

 

-          Lo hará – dijo sonriendo – Todos te ayudaremos Izzy

 

Matt se relajó al no ser delatado, al parecer el menor no era tan tonto como pensaba, y así mejor, sabía que era demasiado arriesgado ocultar su relación, mas confiaba en que cuando los demás se enteraran fuera algo parecido a “estuvimos saliendo” a “estamos saliendo”, ya que de esa manera el golpe que recibiría Tai no sería tan duro

 

Sonrió para sus adentros, aun se le dificultaba aceptar el cariño que sentía hacia Taichi, a pesar de los malos ratos que pasaron en el Digimundo, sabía que si tenía algún problema podía confiar plenamente en él, tanto en asuntos triviales o importantes como lo son las disputas que a veces tenía con su hermano.

 

Se estaba arriesgando y lo comprendía, sin embargo, no quería dejar ninguna cosa, era un juguete nuevo que llego a su poder y no pensaba dejarlo hasta que le perdiera el interés, y si para ello tendría que ocultar cierta parte de su vida a su mejor amigo, entonces el precio valía la pena.

 

-          ¿Cuándo comenzamos? – fue su única respuesta ante la miradas de reojo que le echaba Taichi 


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