La vieja puerta del departamento chillo de forma molesta cuando la joven pelinegra entro al lugar. El chico frente a la computadora fijo sus ojos rojos en la recién llegada y giro en su asiento para verla de frente.
- ¿Qué encontraste? –su voz resonó entre el silencio del lugar.
- L… -dudo, no sabía cuál podría ser su reacción.
- ¿es importante? Sabes que no me gusta hablar de él.
- Kira lo mato.
El silencio volvió a inundar el departamento. La chica avanzo hasta sentarse en el sofá, tratando de evitar la rojiza mirada de su compañero
- Cassie… ¿es enserio?
- ¿Por qué te mentiría B?
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El cielo gris anunciaba la lluvia, mal augurio.
El cementerio lleno de gente, más de lo que cualquiera de los policías hubiera pensado, en su mayoría jóvenes, al parecer el anciano inventor era más famoso de lo que ellos creyeron.
El joven Yagami se encontraba un poco mas apartado, no le interesaba el entierro de Watari, lo único que a él le parecía importante era ver la tumba de su mayor enemigo: L, pero aun no era el momento, había demasiada gente.
Por la reja del cementerio entraban y salían personas todo el tiempo, siempre bajo la mirada curiosa del shinigami azul.
La poco disimulada risa del shinigami inundo los oídos de Light, provocando que este mirara a todos lados con curiosidad, buscando el porqué de la risa de su invisible compañero.
- ¿Qué? –pregunto al no encontrar nada gracioso alrededor
- Nada, nada. Ya lo veras. –contesto con su cavernosa voz conteniendo la risa
Light se limito a seguir observando a los jóvenes que llegaban al cementerio hasta que algo, o mejor dicho alguien, llamo su atención.
Por un momento creyó ver al detective muerto entre la gente, sus miradas habían conectado durante unos segundos y podría jurar haber visto un destello rojo en los ojos que él conocía negros.
El joven, vestido con jeans y sudadera negra, volteo al momento en que sintió la mirada del asesino en masas, no le gustaba aquel monstruo azul que se burlaba de él, pero fue un error voltear, ahora Kira lo había detectado… o tal vez no.
Light aun seguía con la mirada a aquel misterioso chico que le había recordado al detective ¿acaso L no estaba muerto? Observo como el chico se separaba de su acompañante, una joven de la misma edad, cabello negro y ojos verdes, ella se acerco al mismo lugar que todos los demás chicos mientras él se alejo por unos viejos caminos del cementerio, subiendo una pequeña colina con un frondoso árbol en la cima, se detuvo por unos momentos y se inclino frente a una tumba que Light no pudo identificar de quien era. En ese momento el shinigami soltó una estruendosa risa que provoco un sobresalto en el castaño, cuando este volteo de nuevo hacia la colina el misterioso chico había desaparecido.
Beyond aprovecho el momento en que el asesino en masas se distrajo durante un segundo para salir de su radar.
Con la respiración agitada comenzó a descender por un punto en el que nadie lo vería.
Había tenido suerte, si el shinigami no hubiera llamado la atención de Kira probablemente lo hubiese descubierto y todo su plan se hubiera ido a la mierda… pero no había podido evitar que esos ojos color miel le dejaran hipnotizado y sin poder pensar bien. Bajo a paso lento con las manos en los bolsillos y la vista en el cielo… el cielo gris y nublado del que comenzaban a caer pequeñas gotas de lluvia.
Bajo la vista de nuevo a la tierra cuando escucho el ya conocido rugido de motocicleta frente a él.
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Estúpido shinigami, por su culpa había perdido de vista al chico ¿Qué demonios le parecía tan gracioso? ¿Acaso comenzaba a enloquecer y aquel chico era una alucinación? ¿O seria el fantasma de L? Había tantas preguntas en su mente que si no fuera por su excelente autocontrol se habría puesto a gritar de frustración hace mucho. Tan centrado estaba en sus pensamientos que no se dio cuenta que el equipo de investigación, seguido de él, se dirigían hacia el mismo lugar en el que el chico misterioso había estado.
La piedra gris lucia nueva comparada con algunas potras a su alrededor, sin nombre, solo con fechas grabadas en la piedra. Una rosa blanca, con pequeñas gotas rojas descansaba sobre la piedra bajo la que descansaba el cuerpo del joven detective.
A pesar de ser extraño, ya que nadie sabía que L estaba muerto, los policías decidieron ignorar ese detalle y se limitaron a dedicarle unas últimas palabras al detective.
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La moto se detuvo a varios metros del enorme edificio y una figura totalmente vestida de negro bajo de la motocicleta.
- Espera –le llamo Cassie cuando el chico ya había comenzado a avanzar – Necesitaras esto –extendió la mano hacia él.
- ¿Segura? Jamás he usado… una de esas –aun dudando tomo la .45 cuando la chica asintió
- Te servirá… tengo un mal presentimiento –él solo asintió y guardo el arma en el bolsillo de su sudadera – ¿Sabes lo que hay que hacer?
- ¿Con quién crees que hablas? Recuerda que tengo memoria fotográfica –sonrió y se despidió de la chica con un movimiento de mano antes de salir corriendo
La moto volvió a encenderse y desapareció al dar la vuelta a la cuadra.
Beyond tuvo cuidado de ponerse la capucha antes de entrar en el rango de visión de las cámaras. Abrió fácilmente la primera puerta, la cual solo tuvo que empujar. Seguidamente encontró un complejo sistema de seguridad y detector de armas, por un momento se quedo asombrado de toda la seguridad que L había puesto, vaya que el detective era desconfiado. Cuando reacciono se acerco al panel de control y saco un pequeño desarmador de una bolsa que tenía en el cinturón, se puso unos guantes negros y comenzó a sacar uno por uno los tornillos que mantenían el pedazo de metal en su lugar, al terminar y retirar la tapa se encontró con un desorden de cables de diferentes colores, saco una navaja de bolsillo de la misma bolsa de antes y con un poco de miedo a equivocarse corto algunos de ellos, los que Cassie le había indicado, guardo de nuevo la navaja y el desatornillador después de poner la tapa en su lugar, paso por el ya inservible sistema de seguridad y después de subir algunos pisos se encontró con la sala de investigación y sus miles de computadoras
- No te conformas solo con una ¿Cierto? –un suspiro frustrado escapo de sus labios ¿Cuántas computadoras tendría que revisar hasta encontrar la correcta?
Se sentó en la cómoda silla giratoria que L solía usar y encendió la portátil que tenía enfrente, para su sorpresa todas las demás se encendieron al mismo tiempo.
- ¡Bingo! –Una sonrisa se dibujo en su rostro al encontrar toda la información en un solo archivo listo para descargarse.
Conecto el USB de Cassie a la laptop y el archivo comenzó a descargarse
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El elegante automóvil negro que solía pertenecer a L avanzaba lentamente por la calle que lo dirigía hasta el edificio de investigación. Soichiro Yagami iba conduciendo el auto, junto a él se encontraba Aizawa y en la parte de atrás Matsuda y Light. Cuando el auto se detuvo todos sus ocupantes bajaron y se dirigieron a la entrada del edificio, dejaron sus armas y pasaron por el detector, pero este no emitió ningún sonido. Fue ahí cuando se dieron cuenta de que algo no iba bien.
Los 3 policías tomaron sus armas y Soichiro le dio una a Light, así los 4 se dividieron y fueron a registrar al edificio.
El joven castaño, seguido del enorme shinigami, caminaba por los pasillos con el arma de su padre frente a él, registrando todas las habitaciones por las que pasaba, de pronto un leve sonido interrumpió el silencio, sobresaltando a Light y provocando risa en el shinigami. Era el ya conocido aviso de descarga completa. Light corrió y entro en la sala de investigación encontrándose con una figura totalmente vestida de negro de espaldas a el, sacando un USB de la portátil que perteneció a L.
- ¡Alto! No te muevas –Light apunto estratégicamente a un punto no vital
- Yagami Light… ¿o debería decir Kira? –Una pequeña risa burlona escapo de sus labios. Lo había sorprendido y ahora tendría tiempo para escapar.
El joven pelinegro se dio la vuelta, el arma tembló ligeramente en las manos de Light. No, no era posible, L estaba muerto… ¿cierto?
- ¿L? No ¡Tu estas muerto!
- Creo que me confundes con alguien más –trato, sin mucho éxito, de reprimir otra risa – tal vez me conozcas como… Lue Luxaky –Light negó por inercia – ¿No? Entonces tal vez… El asesino BB de Los Ángeles –su sonrisa burlona se acentuó mas al pronunciar aquel sobrenombre y sus ojos rojos destellaron de forma aterradora… pero no para Kira, quien apunto de nuevo, ahora a un punto vital
Esto no funciona, debí suponerlo, un asesino no asustaría a Kira, en ese caso…
Con un movimiento rápido saco una navaja de su bolsillo y la arrojo, dio justo en el blanco, el hombro de Light quien al sentir el dolor del metal enterrarse en su piel, por instinto, se llevo la otra mano al sitio herido, de igual manera disparando el arma por accidente. Beyond esquivo la bala por muy poco, esta le rozo un poco el rostro antes de enterrarse en el respaldo de la silla que estaba atrás de él. B saco otra navaja y se acerco a Light, esquivando los disparos de este ultimo. Al estar lo suficientemente cerca enterró el arma en el abdomen del castaño, quien en esta ocasión lanzo un grito de dolor. Los ojos de Beyond se encontraban nublados por la locura y la sed de sangre. A pesar del dolor Light consiguió empujar a B y hacerlo caer al suelo, seguidamente le disparo pero el logro esquivar la bala rodando en el suelo. En ese momento la puerta se abrió y entraron Soichiro, Aizawa y Matsuda. Beyond, aun desde el suelo, saco la .45 que le había dado Cassie y disparo hacia los policías quienes se agacharon para esquivar las balas, utilizando la distracción se puso de pie y corrió para salir de la sala, seguido casi al momento por Aizawa y Matsuda, Soichiro se quedo cuidando a Light.
El pasillo del edificio se lleno de disparos en segundos. Beyond lograba esquivar las balas con suerte, pero no tenía tanta para disparar. Sus balas se impactaban contra las paredes sin causar daños mientras las de los policías pasaban rozando su cuerpo. En una vuelta logro perderlos encerrándose en una habitación vacía.
Con la respiración agitada apoyo la espalda en la puerta y se deslizo hasta quedar sentado en el piso.
- ¿Qué demonios me paso? Debí salir de ahí ¡no atacarlo!
- Sabes que tenias que hacerlo… nadie tiene derecho de apuntarle con un arma… todos ellos merecen morir
Una aterradora voz, idéntica a la suya, salió de la obscuridad de la habitación, los ojos rojos de B se abrieron con miedo y se pego aun mas a la puerta, como si así pudiera escapar de algo que ni siquiera podía ver.
- No, no, no ¡déjame en paz! ¡vete! –cerro con fuerza los ojos y se tapo los oídos con fuerza, sin embargo la voz siguió sonando dentro de su cabeza, no podía escapar de ella
- No puedo irme… soy parte de ti, soy tu
- ¡no! ¡cállate! ¡solo eres una maldita alucinación!
Los pasos de los policías volvían a acercarse. Beyond alzo la vista de golpe y rápidamente se alejo de la puerta, sacando otra vez la pistola y apuntando hacia la entrada de la habitación.
- Déjame encargarme de ellos, si lo haces tú jamás saldrás vivo de esta… sabes que no tienes el valor.
- Supongo… que no tengo opción –acepto ya sin alternativa
Sus ojos rojo obscuro se cerraron para volver a abrirse de color rojo sangre, brillando por la adrenalina y el instinto asesino.