Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

La verdad de Tsuna por Anle Ruma

[Reviews - 279]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Al ver que Alaude no se encontraba Giotto tenia la mirada baja, bahía perdido al amo de su vida, aunque la verdad lo había perdido desde hacía mucho tiempo.

Mientras tanto Alaude al sacar cuentas, decidió salirse de ese lugar y caminar, para pensar en que haría, hasta el momento sabía que disfrutaría del pequeño Tsuna mientras el joven tuviera los cinco años, y cuando volviera a la edad de quince años hablar con él.

Ahora entendía por qué esa sobreprotección al castaño, porque deseaba estar a su lado, porque al ser llamado padre su corazón saltaba de gozo, cuando el negó que era su tío, se sintió dolido, pero cuando reafirmo que era su padre e sintió dichoso.

Se detuvo en el parque y miro a algunas familias felices, sus puños se apretaron, siempre soñó con tener una familia, con formarla con el rubio, pero lamentablemente este se había ido…ocultándole su paternidad, que era un doncel que tendría un hijo en común.

Dejo de ver a aquellas felices parejas y se dirigió a la casa que compartía con Hibari, agradecía que su sucesor fuera como él.

 

Las cosas en aquella oficina, se mantuvieron neutrales, detallando algunos datos que se podían, pero la duda mayor, era el por qué la llegada de los niños a esa época

--Papi—llamo el pequeño Tsuna despertando, para todos eran tierna la escena de que este se tallara los ojos, para todos menos para Iemitsu, pero olvido fingir--¿y papa?—pregunto al no ver a Alaude

--Alaude tenía algo que hacer, pequeño—exclamo tratando de evitar que el dolor se mostrara en sus ojos—te vera mañana pequeño

--Bien papi

--Tsunayoshi-kun—llamo el noveno—acompáñame por unas galletas

--¿puedo papi?

--Claro, ve pequeño

 

Así ambos salieron de la oficina a la pequeña cocina que había en el lugar, donde saco un paquete de galletas

 

--Pequeño, ¿Cómo te trata Iemitsu?—ante la pregunta Tsuna miro al hombre quien le sonreía con cariño y el pequeño sabía que no debía, no podía y no quería mentirle—será nuestro secreto si no quieres que lo sepa tu papa

--El señor Iemitsu no me quiere—dice bajando la mirada—no sé por qué no me quiere, no me gusta quedarme solo con él porque me grita, y un par de veces me ha pegado…abuelito ¿soy malo?

--No Tsuna, no eres malo—exclamo cargando al pequeño—veraz que Iemitsu ya no te hará daño, no te preocupes por nada

--Gracias abuelito—exclamo el pequeño dándole un beso en la mejilla

 

La reunión no se extendió mucho debido al pequeño castaño, así que antes de que anocheciera se comenzaron despedir, con la promesa de verse a otro día en la casa de Nana.

 

--Iemitsu, espera un momento—exclamo el noveno con voz seria

--¿Si noveno?—cuestiono al verse solo con su jefe

--Tu sabes que adopte a Xanxus, que a pesar de todo le di todo mi cariño, según lo que escuchamos Giotto adopto a tu ancestro y también lo quiso como si fuera su propio hijo

--¿A qué viene esto noveno?

--A que tú también desviste hacer eso—exclamo el hombre de forma seria—en un principio no supe que pensar de tus heridas, ni de los comentarios que me dio Xanxus, pero ahora ve que tu “asalto” fue en verdad otra cosa, se te acepto en vongola creyendo que era el descendiente de Giotto, pero con lo descubierto eso es una mentira

--¿Noveno?

--A partir de este momento estas a prueba Iemitsu Sawada, si intentas lastimar, de cualquier forma al heredero Tsunayoshi Di Vongola serás considerado un traidor de la familia ¿entendido?

--Si…noveno

 

Iemitsu salió con los puños apretados, estaba a prueba, cualquier cosa que le pasara al mocoso dentro de su casa le provocaría perder todo lo que había conseguido hasta el momento, su trabajo, su esposa, todo, maldiciendo aquel siete de diciembre regreso a su casa.

 

Hibari llego a su casa para encontrarse con Alaude leyendo un libro.

 

--Mañana nos reuniremos en la casa de Nana-san, para continuar hablando—como respuesta tubo un asentimiento.

 

En la casa del bosque Giotto miraba a su pequeño dormir, ahora estaban ellos dos solos, pero pronto la casa tendría más habitantes, la pareja de su hijo y sus nietos, más una sombra de tristeza apareció en sus ojos, Alaude no estaría a su lado, un solitaria lagrima cayo y se fue a la sala, para que su pequeño no lo viera sufrir.

 

Al día siguiente a excepción de Alaude se reunieron. Mientras los adultos habana de lo que se haría durante el termino del embarazo, los primeros meses, como dar a conocer la existencia de la primera generación; los pequeños y la décima generación estaban en el jardín.

 

Los pequeños jugaban con una pelota, cuando esta rodo y termino a los pies de Alaude

 

--Papa—exclamo el pequeño castaño abrazando las piernas del mayor

--Hola Tsunayoshi—respondió el peli cenizo—te llevare al parque, vamos

--Si—dijo con una sonrisa el niño

--Díganle a Nana que traeré al niño más tarde—todos asintieron.

 

Tsuna fue solo con Alaude al parque, donde disfruto de un día completo con su papa, cualquiera que no conociera a Alaude, diría que era de un padre amoroso y no el feroz guardián de la nube de la familia mafiosa Vongola.

 

Cuando Giotto supo lo que Alaude había ido por el pequeño, no pudo evitar sentirse triste, pero todos intentaban levantarle los ánimos.

 

--Iré a ayudar a Nana con la comida—dijo con una sonrisa triste.

--Daemon, ¿qué demonios fue lo que orillo a primo a ocultarle su paternidad a Alaude?—cuestiono G

--No lo sé, más de una vez le dije que hablara con ustedes  e incluso le dije que Alaude estaba enamorado de él, que aceptaría al pequeño, pero nunca me escucho

--Algo debía haber pasado entre la fiesta y su partida, que le hiciera ocultar a Tsuna, porque no solo fue por proteger a Vongola—exclamo Timoteo

--Si no mal recuerdo, las condiciones para los ¿padres solteros?—dijo frunciendo el ceño Asari—eran muy similares a la de la mafia

--¿Qué significa eso?—pregunto Chrome

--Habían dos opciones—exclamo Knucle—una era que si ambos estaban solteros eran obligados a casarse, pero si uno de ellos estaba casado o comprometido el niño terminaría con él y padre gestante nunca vería al pequeño o pequeña

--En la mafia—dijo Mukuro—si algún miembro de la mafia tiene un hijo fuera del matrimonio este es entregado a al mafioso y a su familia y solo tiene un año para estar a su lado, después las visitas van haciéndose esporádicas hasta que la presencia del padre o madre desaparece para siempre y queda como un vago recuerdo

--En el caso de Giotto y Alaude habían sido obligados a casarse—dijo Lampo

--Aunque no hubiera sido una obligación en el caso de ellos—exclamo Daemon con una sonrisa

 

Los días continuaron con esa rutina, Alaude iba por Tsuna, algunas ocasiones  iban todos con él, en otra iba el solo con su papa, a pesar de sr pequeño sabía que algo pasaba en con sus papa, sabía que su papi Giotto estaba triste y aunque no lo demostrara su papa Alaude también.

 

Aquella tarde cuando iban camino a casa de Nana

 

--Papa ¿Por qué estás enojado con  papi?—pregunto el pequeño

--No estoy enojado con Giotto

--¿Entonces por qué no lo has invitado a que este con nosotros?

--Tu papa, tiene muchas cosas que hacer

--Pero haría espacio para disfrutar con nosotros

--Tsuna, pequeño, tu papa no me hablo de ti, me vine a enterar hasta hace algunas semanas que eras mi niño, tu papa no debió habérmelo ocultado

--Pero ¿Por qué lo hizo?

--No lo sé pequeño, pero confié en el y esperaba que confiara en mi

--¿y si le preguntas? Pregúntale porque no te hablo de mí, no me gusta verlos tristes

--Está bien Tsuna, por ti hablare con el

--Mañana, habla con el mañana, yo quiero ir a dormir con Kyoya y los demás a donde vive el tío Daemon, además papi va estar solo en la mansión

--Bien hablare mañana con él, pero tú te portaras bien y obedecerás a los demás ¿entendido?

--Si

 

Así dejo al castaño con los jóvenes indicándoles que no quería saber de ninguna herida en su pequeño, los chicos asintieron con una sonrisa nerviosa.

 

El día siguiente siete de diciembre, el día era soleado y perfecto.

 

Giotto se había quedado en la mansión, solo, nunca había estado solo, por lo regular siempre estaba con alguien, pero en ese instante la soledad le acompañaba.

 

Mientras miraba el pequeño santuario que había creado a la desaparición de su niño, el lugar era hermoso y lo sería más si no estuviera solo.

 

--Buenos días Giotto—exclamo una voz, que nunca se había imaginado que le hablara de nuevo

--Alaude

--Tenemos que hablar

--Si, vamos a la sala

 

Así se dirigieron a la sala, Giotto le indico que esperar y regreso llevando un poco de todo para poder hablar, el silencio que los rodeo era muy incómodo, Alaude tomo agua y hablo

 

--¿Por qué?—Giotto miro a su guardián quien en su mirada tenía dolor.

--No quería que me quitaras a Tsuna

--¿y por qué te lo iba a quitar? Por favor Giotto nunca lo haría, acaso tan malo sería ¿Qué te obligaran a casarte conmigo?

--¡No!

--¡¿entonces?!

--¡Me ibas a quitar a Tsuna en cuanto te casaras!

--¡¿Casarme?!—Exclamo Alaude levantándose--¡¿de qué hablas?!

--Por favor Alaude, estabas comprometido cuando quede embarazado—dijo Giotto con aire derrotado

 

Alaude se sentó, había visto derrotado a Giotto solo una vez, solo cuando se reencontraron

 

--Giotto…explícate

--No me hagas esto Alaude

--Giotto, quiero entender

 

“Habían tenido una reunión debido a una nueva alianza, estaba en aquella fiesta que era para poder celebrarla, cosa que a él le molestaba, pero al ser líder de Vongola tenía que soportarlas.

 

Agradecía por tener a sus amigos y guardianes a su lado, para soportar esa tortura.

 

Con su eterna sonrisa, vio como Knucle, hablaba con una aliados mientras vigilaba a Lampo, como G fumaba cerca de una ventana, Daemon realizando alguna ilusiones, Asari riendo y el, su amada nube recargado en un pilar ignorando a todos.

 

Un sirviente apareció con varias copas de champagne, su intuición se alertó, una de ellas tenía algo, ya fuera veneno o droga, en ese momento sonreía internamente, debido a que Daemon le había enseñado como evitar de forma cortes y sin que nadie se diera cuenta de eso.

 

La vela continúo y el solo esperaba que esta terminara. Estaba hablando con un posible aliado, cuando noto algunos intentos de coqueteo a su Alaude, pero se alegraba que este los ignorara, era en esos momentos en que deseaba ser un joven doncel, como aquel que se acercaba al peli cenizo, porque así podría decirle sus sentimientos sin miedo a nada. Estaba sumido en sus pensamientos hasta que una mujer apareció

 

--Oh Giotto aquí estas—miro a quien le hablaba de forma tan irrespetuosa, la única que podía llamarlo de esa forma era Elena, la novia de Daemon, pero esa mujer que llevaba un maquillaje exagerado, así como un vestido que no le ayudaba nada, era una completa desconocida

--disculpe mi lady, pero me gustaría que se refiriera a mi como primo o Di vongola—exclamo con una sonrisa

--Oh, Giotto, no entiendo por qué te abría de llamar así tomando en cuenta de que pronto seremos familia

 

Giotto mantuvo su sonrisa, mas frunció ligeramente el ceño, ellos ¿familia? Su único familiar sanguíneo era Ricardo, pero estaba seguro que primero humillaba a esa mujer a casarse con ella

 

--Disculpe, pero creo que no la comprendo

--Oh, descuida, es que como todos saben que tú y tus guardianes son como familia y al ser la prometida de Alaude

 

Prometida de Alaude

 

Aquella simple frase desarmo a Primo, su nube comprometido con esa…esa mujer era la prometida de su amado.

 

La velada fue un asco después de eso, pronto su sonrisa  era forzada.

 

--Giotto

----Oh Alaude, te… te presento a la Señorita Miranda…es hija de la mano derecha de Giovanni

--Mucho gusto señorita, Giotto debemos irnos ya

--¿Por qué?—pregunto la chica

--Es tarde y nosotros tenemos una reunión mañana temprano

--¿Una…reunión?—pregunto Giotto mirando a Alaude quien le regreso la mirada—ah es cierto, una reunión respecto a varia

--¿Varia?

--Un asunto secreto señorita—exclamo Alaude, sacando a Giotto del lugar.

 

Después de subir a su transporte, Giotto simplemente se recostó en el hombro de Alaude y se quedó dormido.

 

Solo sintió cuando era dejado en la cama y creyendo que era un sueño beso a quien lo había dejado que por lo regular era Alaude, lo beso

 

Una beso lleno de sus sentimientos, más de pronto sintió que este se alejaba

 

--No me rechaces amor—fue el susurro que dio

 

Aquello permitió que las pasiones reprimidas se dieran a conocer, cada caricia, cada beso, cada acción era algo esperado deseado, y como en todos aquellos sueños, donde se decían sus sentimientos fue de su guardián más poderoso, fue de aquel al que amaba en silencio.

 

Morfeo lo reclamo, sintió un ligero beso en la frente y unos fuertes brazos rodeándolo.

 

Giotto despertó feliz, cansado y su parte baja le dolía, pero extrañamente se sentía tranquilo, el suave subir de una respiración le hizo mirar a quien lo apresaba.

 

Era el rostro tranquilo de Alaude, su amado, su primer pensamiento fue en acurrucarse de nuevo en aquellos poderosos brazos.

 

=La prometida de Alaude=

 

Aquella frase destruyo sus ilusiones

 

/Dios mío, ¿Qué he hecho?/

 

Sin importarle nada se levantó, recogiendo su ropa, fue a una habitación donde se encerró a llorar su tragedia.

 

Una semana después

 

--Amo Giotto le llego este mensaje

--Gracias Damián

 

“Giotto es urgente que te presentes en casa, tu padre está agonizando. Tu madre”

 

Sin decir nada pario a la casa de sus padres, donde su padre pidió hablar con él.

 

--padre

--Giotto, mi querido hijo, pronto partiré, pero como siempre se ha hecho debo decirte el mayor secreto de nuestra familia, mi querido muchacho, todo lo que has sabias de ellas es una farsa creada para protegernos

--¿No te entiendo?

--¿Recuerdas a tu abuela?

--No, no la recuerdo, ¿Por qué?

--Porque nunca existió, mi querido Giotto en nuestra familia cada dos generaciones nace un doncel, tu eres un doncel, escoge bien al padre de tu hijo mi niño

Días después el hombre murió e hizo que Giotto buscara a quien le confirmara lo que su intuición le indicaba, un viejo conocido, aquel que había creado los anillo vongola apareció

 

--Estas embarazado, primo—exclamo Talbolt y Giotto solo pudo sonreír de forma triste.

 

Semanas atrás había deseado ser un doncel, pero ahora el serlo no era la mayor alegría que esperaba, si se enteraban perdería a su bebe, se lo quitarían por que Alaude se casaba.

 

Era  mucha la presión

 

--¿Giotto?

 

Lo último que escucho fue su nombre pronunciado por su primo Ricardo.

 

Ricardo lo supo y así iniciaron los planes”

 

Giotto termino su relato con lágrimas cayendo por sus ojos, Alaude estaba sorprendido, el recordaba a esa mujer, una verdadera peste, nunca se imaginó que digiera eso, ahora recordaba que él se vio involucrado en ese rumor, pero lo ignoro estaba preocupado por Giotto, levantándose se acercó a él y se hinco para acariciar el rostro de su amado.

 

--Giotto ¿Por qué no me lo preguntantes?—interrogo, limpiando las lágrimas del cielo

--No lo sé, no quería que me lo afirmaras

--Mi hermoso Giotto, estaba y estoy enamorado de ti, me dolió despertar sin ti aquella vez y más que me rehuyeras, creí que estabas ignorándolo, que me odiabas

--¿Cómo te iba odiar? Te amo Alaude, pero tenía miedo que fuera verdad, que en verdad te casarías con esa mujer

--¿Qué te decía tu intuición?

--No la escuche, ahí comencé a ignorarla—susurro bajando la mirada

 

Alaude alzo el rostro del cielo y lo beso, con aquella ternura, con aquel amor que solo le pertenecía al hombre que amaba.

 

Su beso de tierno paso a ser apasionado y sin percatarse Giotto era cargado por Alaude para llevarlo a la habitación.

 

Así como lo hicieran en el pasado dejo a Giotto en cama como si fuera un fino cristal que a cualquier movimiento brusco se rompería.

 

Sus labios se volvieron a unir, aquella pelea por el control se inició y el cielo cayó rendido ante la nube.

 

El oxígeno comenzó a faltar y se separaron unidos por aquel fino hilo de saliva. Alaude abandono los labios para comenzar a recorrer el cuello de Giotto, chupando, mordisqueando aquel fino cuello.

 

Mientras que Giotto comenzó a gemir, acariciaba la espalda de su amante.

 

Poco a poco la ropa que estorbaba comenzaba a desparecer, Alaude veneraba aquel exquisito cuerpo y Giotto hacía lo propio, no quería quedarse atrás.

 

Alaude se volvió a encontrar aquella virilidad que había probado en el pasado y volvió a probarla.

 

Giotto no paraba de gemir, apretaba las sabanas, ya no podía decir palabras coherentes solo frases y ordenes que Alaude cumplía.

 

De pronto tres dedos aparecieron a los labios del cielo y este siguiendo la intuición los comenzó a lamer, mientras Alaude aun desguataba su pene.

 

--A…Alaude...por favor

 

Alaude sonrió para después subir a besar aquellos labios que ya estaban completamente rojos por la pasión y mientras la batalla de lenguas se daba Alaude  metía un dedo a aquella estrecha cavidad, un pequeño quejido apareció, pero murió en los labios de la nube, un segundo dedo y tercer dedo aparecieron.

 

--Alaude

--¿Qué pasa?

--Por…favor...quiero…sentirte de nuevo

--Shhh, tranquilo—susurro mientras se posicionaba entre las piernas del rubio y comenzaba a penetrarlo—oh, Giotto estas muy estrecho

--Tu…ahhh...sido…el…único

 

Cuando por fin Alaude estuvo completamente dentro comenzaron las embestidas, los gemidos comenzaron a ser más fuertes

 

--A… ¡Alaude!

--¡Giotto!

 

Ambos gritaron sus nombres al llegar al clímax, Alaude cayó de lado y atrajo a sus brazos a Giotto y Morfeo los reclamo a ambos.

 

La mañana del día siguiente apareció y Giotto despertó de nuevo en brazos de Alaude, con una sonrisa, pero debían levantarse para ir a recoger a Tsuna, más los brazos que le rodeaban no lo soltaban

 

--Alaude

--La última vez que te deje levantarte te fuiste Giotto, esta vez no

--Alaude debemos ir por Tsuna

--Mmm, solo porque se trata de nuestro niño, vamos a tomar una ducha—susurro de forma sugerente mientras besaba e lóbulo de Giotto

 

 

 

 

 

Notas finales:

El Lemon...n estaba inspirada, pero espero les guste


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).